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CUADERNO DE BITÁCORA
LO LAICO SE MUEVE
¿Empieza a formarse en España un frente en defensa de una sociedad laica? Uno se siente tentado de contestarse ¡sí, por fin! Puede que una mañana luminosa y llena de colores del otoño me lo esté haciendo creer, o al menos mirar la cosa bajo un prisma más optimista que hace sólo unas semanas, cuando los oscuros (por no declarados abiertamente) brazos de la religión se inmiscuían una vez más en las decisiones de nuestro gobierno. La respuesta emergente de muchos sectores, que opinan que tales intromisiones no deben realizarse impunemente, empieza a plasmarse. El miércoles 23 de octubre de 2002 se presentaba en Madrid la llamada Plataforma Ciudadana por una Sociedad Laica, con un manifiesto apoyado por numerosas entidades sociales y sindicatos, y apadrinado por algunos escritores y pensadores que aseguraban una cierta cobertura mediática. Es un importante paso adelante, aunque el tono del manifiesto se podría antojar demasiado conciliador con la situación actual de acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español regente en nuestro país. Algunas voces han comentado que posiblemente la estrecha relación de algunos de los organizadores de esta Plataforma con el PSOE vicia en algún modo el intento. Me parece que, por el momento, cualquier toma de posición pública que defienda la laicidad debe ser bienvenida. Y puede ser una buena ocasión para rescatar del armario proposiciones como las que desde el movimiento escéptico apoyamos hace ya un tiempo: me refiero al Manifiesto Humanista 2000, cuyas propuestas siguen siendo el más racional intento de asentar en la sociedad actual el espíritu ilustrado de lo laico.
obligatoriedad de la asignatura de la religión y de una alternativa que sólo pretende contentar a la Iglesia, haciéndola constar en el currículo y manteniendo el statu quo de derecho de pernada de la jerarquía católica en el sistema educativo español. Pero no es la única. El otro frente en el que se están dando importantes movimientos tiene que ver con la investigación biomédica. El gobierno español, siguiendo los dictados de organizaciones como el Opus Dei o la Legión de Cristo (a las que pertenecen algunos ministros y personas muy allegadas a las decisiones de este gobierno del PP) ha ido en los últimos meses posicionándose claramente, en este país y en los foros internacionales, vetando la investigación con células madres embrionarias. Las importantes posibilidades que se abren con estas investigaciones en la curación y prevención de enfermedades, asegurando la aplicación de los estrictos controles éticos que se han de exigir a cualquier investigación médica (pero no otros inventados por los prejuicios religiosos), justifican la acción legislativa que los regule y promocione. Por el contrario, este gobierno se ha dedicado en cuerpo y alma a la obstrucción sistemática, por aquello de que sus confesores les hacen confundir una célula totipotente humana con un ser humano. La existencia de más de 20.000 embriones congelados, creados para las técnicas de fertilización legalizadas ya hace años, que ya no son viables para los objetivos iniciales, pero que podrían servir para la investigación biomédica son una losa sobre los sectores católicos españoles más integristas. ¿Qué hacer con ellos?
No olvidemos que, socialmente, España es mucho más avanzada de lo que sus gobernantes quieren hacernos creer.
Para los 1.300.000 firmantes de una petición al Defensor del Pueblo promovida por asociaciones de diabéticos está claro: se ha de permitir la investigación con células madres. También otros sectores opinan así, incorporando además la necesidad de que tales investigaciones se promuevan y faciliten (no sólo se transija con ellas) desde las instancias públicas. Otras iniciativas, a través de Internet, como "Hazte Escuchar" (http://hazte-escuchar.blogalia.com) intentan recoger acciones en este sentido, contrarrestando similares movimientos promovidos por los integristas católicos. No podemos olvidar que, socialmente, España es mucho más avanzada de lo que sus gobernantes quieren hacernos creer. La aceptación del derecho a decidir de las mujeres con respecto al aborto, de las reivindicaciones de las parejas de hecho, del tema de la eutanasia, por citar unos ejemplos, es amplia, mientras que las
Una ocasión para rescatar del armario proposiciones como el Manifiesto Humanista 2000, cuyas propuestas siguen siendo el más racional intento de asentar en la sociedad actual el espíritu ilustrado de lo laico.
Una de las cuestiones que han disparado los hechos ha sido la llamada ley de calidad de enseñanza, en la que, entre otras cosas, el gobierno va colando la casi
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THOMSON ET AL., SCIENCE 282, 1145; PUBLICADO CON AUTORIZACIÓN. COPYRIGHT 1998, AAAS
Uno de los temas más polémicos en los últimos tiempos ha sido el de la legislación sobre células madre, en la cual no siempre se ha atendido de forma correcta por los legisladores la debida separación entre estado e iglesia. (A) Células madre de ratón unidas al blastocisto; (B) y (C): (a distinta resolución) Colonia de células madre separadas del blastocisto, y (D) Células diferenciadas tras cinco días de cultivo, separadas del blastocisto.
leyes siguen limitando tales derechos y creando ciudadanos de segunda al impedirlos. Se hace necesario, siempre lo ha sido, reivindicar una adecuación de las leyes que los regulan. Y, realmente, el único impedimento para ello es la presión de la opinión de la Iglesia Católica. No creo que se trate, necesariamente, de
un asunto de izquierdas o derechas: un liberalismo librepensante debería hace suyas todas estas causas, pero, como ya hemos comentado más de una vez, aquí los políticos hacen más caso a su confesor que a su ideología. é
Javier Armentia
escéptico
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