El número 57 de El Escéptico aparece con retraso, bien entrado 2022. Desde que comenzó la pandemia se han visto modificados los ritmos de trabajo, pues se inició entonces un periodo difícil para el desarrollo de la actividad voluntaria sobre la que se sustenta esta publicación, la cual es la expresión escrita de diversos temas que van centrando la atención y el análisis en ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. En este anuario, una vez que el Resumen de Actividades de la Asociación informa sobre el devenir de la misma en 2021 y un primer artículo llama la atención sobre Educación y Pseudociencias, el núcleo argumental se centra en las teorías de la conspiración que fueron el eje del Congreso Escéptico organizado por ARP el 11 de septiembre con motivo de los veinte años transcurridos desde los atentados de Nueva York y Washington. Como acredita la presentación del Especial Conspiraciones de nuestro presidente, Jorge J. Frías, La conspiranoia, una amenaza para nuestra libertad, se trata de un tema con el que el escepticismo y el pensamiento crítico están familiarizados, y que se ha visto en cierto modo reforzado con la pandemia. No es extraño que esto haya sucedido. Las circunstancias y periodos en los que se incrementan el desconocimiento, el temor y la incertidumbre son propicios para alimentar la credulidad con contenidos que no precisan contrastación, sino con aquellos, de variopinto pelaje, que quienes los promueven consideran que pueden amainar mejor los miedos que han ido ocupando espacio en el imaginario social. En esta edición de la revista se ha recogido por razones de espacio una primera selección de las ponencias que se presentaron en el Congreso, así como alguna contribución que se recibió con posterioridad. La temática es variada: sobre la antigüedad, daño y también riesgo que conllevan las conspiraciones, sobre las plasticidad en la que se sustentan, sobre la obsolescencia programada y, en el ámbito de la telefonía, sobre la vinculación entre la tecnología 5G y la propagación del virus SARS-CoV-2. Asimismo se presentan contribuciones sobre la salud y las farmaceúticas y, en el ámbito de los cultivos, sobre mitos transgénicos y la técnica CRISPR que permite a las bacterias defenderse de sus atacantes. Por último, Qanon y la fascinación por el Apocalipsis añaden sugerentes motivos para la reflexión sobre las conspiraciones. En ellas se manejan símbolos, representaciones y palabras que pueden viajar mucho más deprisa que el pensamiento y, con mensajes simples, pueden extender “maquinaciones malévolas” que precisamente no ayudarán a enfrentar los problemas que de hecho se presenten en la realidad. Reseñado lo anterior, destacamos que la entrevista que recuerda que todos somos hijos de La Ilustración puede transmitir que la posibilidad de analizar y razonar no está perdida. Y las píldoras de Humor de A tontos y a locos y La pulga snob refuerzan la posibilidad de la mente de mostrar con ingenio su capacidad de superación. Anímense, léanla.