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"El holandés errante"
No podíamos elegir mejor título para encabezar esta breve reseña sobre quien algunos llegaron a denominar "El Hombre Milagroso de Holanda" o "El Mozart de los Detectives Psíquicos". En realidad, nuestra metáfora apunta al nombre de un clásico truco de magia con naipes de ese infinito arsenal del que disponen los magos. No es casual la elección desde el momento que --al igual que en un juego de magia-- mientras el espectador desconoce la trampa, el mago logra engañarle quedando la ilusión garantizada. Es inevitable la compara-
L. ENRIQUE MÁRQUEZ
(skeptic@ciudad.com.ar), ILUSIONISTA, AUTOR E INVESTIGADOR DE PRESUNTOS FENÓMENOS PARANORMALES
ción con la historia de Gerard Croiset (1909-1980) que, gracias a su promotor, les ha hecho vivir una gran ilusión a muchos. Como dicen los ilusionistas que nunca revelan sus trucos: cuando se conoce el secreto de un juego se pierde el encanto y la ilusión. Pues bien, si Ud. está dispuesto, prepárese al desencanto y la desilusión,
CORTESÍA DEL AUTOR
Wilhelm Heinrich Carl Tenhaeff.
Gerard Croiset (1909-1980) en acción.
puesto que le revelaremos el secreto del aparente éxito de esta superestrella psíquica. Uno de los motivos por los cuales el mito de Croiset ha traspasado las fronteras, obedece a la falta de información crítica en castellano. Este problema no es nuevo y es extensivo a toda esa larga lista de supuestos dotados parapsicológicos que importan los medios, sin
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chequear siquiera cuánto hay de cierto y de mentira en lo que se divulga. Tampoco es negocio ofrecer dudas al respecto cuando se sabe que lo que vende es lo "mágico", "milagroso" y "paranormal". En el caso de Croiset, este tipo de inconveniente se acrecienta por dos razones: una fundamental que tiene que ver con la barrera del lenguaje que impone el idioma holandés, lengua para nada universal que limita el acceso a la fuente original; y una segunda --que conspira contra la objetividad-- es el papel del principal promotor de las proezas de Croiset, el Prof. Wilhelm Tenhaeff (1894-1981). Ambos puntos están relacionados, por lo que el análisis será conjunto. El copioso material que se pudo haber registrado de las intervenciones psíquicas del clarividente holandés, prácticamente en su totalidad está en su idioma y son producto y opinión de las investigaciones que llevó a cabo Tenhaeff. Considerado el descubridor de las cualidades de Croiset, monopolizó todo lo que trascendía de ellas a tra-
vés del periodismo. El hecho que fuera psicólogo y dispusiera de la primer cátedra de parapsicología en la Universidad de Utrecht (Holanda) presuponía un marco de seriedad y fiabilidad a sus informes. Nada más equivocado si tan sólo consideramos la cantidad de polifacéticos académicos universitarios que se adhieren a conceptos pseudocientíficos y, después, los divulgan.
EXPANSIÓN DEL MITO
El mito llega al mundo de habla hispana de la mano del periodista norteamericano Jack Harrison Pollack. En 1964 publica "un tratamiento popular" del tema, así lo define él, basando su libro principalmente en la información proporcionada, supervisada y autorizada por Ten-
Versión en inglés (1964) y en castellano (1967) del libro de J. H. Pollack.
haeff (Pollack, 1964). La versión en castellano, publicada en 1967, lleva el ostentoso título Los Ojos del Milagro. Croiset el Clarividente. Seguramente el autor logró su objetivo con una gran aceptación popular del libro, lo que no es lo mismo que decir un reconocimiento científico de su obra, asesor y
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completaba una tesis doctoral sobre Enige Aspecten van de Paragnoise in het Nedherlandse Strafproces ["Algunos Aspectos de la Paragnosia en los Procesos Criminales de los Países Bajos"], en la cual informaba sobre sus experimentos con cuatro detectives psíquicos entre los que se incluía Gerard Croiset. Su investigación lo llevó también a indagar a autoridades policiales de Holanda y el extranjero. Aquellos resultados no El oficial de Policía Filippus Brink solamente fueron nulos sino que en dese atrevió a afirmar categóricamente: claraciones posteriores Brink se atrevió a afirmar categóricamente: "a excepción "a excepción de una adivinación fortuita de una adivinación fortuita ocasional, ocasional, ningún clarividente ningún clarividente alguna vez ha sido capaz de resolver un caso policial por alguna vez ha sido capaz de resolver un medios paranormales en Holanda" caso policial por medios paranormales (Brink, 1958, 1960). en Holanda" Por supuesto que esta conclusión es muy diferente a la que nos intentó hacer padre de la parapsicología moderna-- tenía un peso im- creer Pollack desde su libro con la guía de Tenhaeff. portante en el mundillo parapsicológico por la labor que Aunque, en honor a la verdad, ya el propio Tenhaeff se venía desarrollando. Cualquier psíquico sabía que una atajaba en el prefacio de este libro anticipando que sus opinión favorable de Rhine sobre sus aptitudes, sería el investigaciones parapsicológicas eran totalmente semejor trampolín para la fama y luego "échate a dormir". cundarias para el interés del público y la policía, y que El propio Tenhaeff nos confirma esta apreciación en sus aplicaciones prácticas debían permanecer como un Croiset: "El señor Croiset comprendía muy bien la uti- asunto de importancia menor. ¿No sería Tenhaeff el verdadero clarividente? Semelidad de esas investigaciones. Pero, al mismo tiempo, advertía que esas investigaciones le procuraban la oca- jante cautela evidentemente estaba anticipando el masión de hacerse valer como paragnosta y de fundamen- remoto que se venía, con críticas irrefutables que no sólo ponían en duda su honestidad sino que además detar así sus aspiraciones al poder". Conforme a esto, lo sospechoso (o quizás no tanto) rrumbarían el castillo mítico de Croiset. El investigador holandés Ottervanger fue uno de los es que Croiset rechazara en dos oportunidades el ofrecimiento de Rhine a ser sometido a una investigación. primeros en cuestionar la labor de Tenhaeff y su patroSiendo el propio Tenhaeff el que los presentara perso- cinado; su amplio archivo permitió a otros escépticos nalmente en Holanda en mayo de 1951, es extraño que continuar con esta tarea. C. Pelz, oficial de policía de Hamburgo, continuó dejara partir a Rhine con el primer rechazo y sin pruebas de las virtudes de su representado. Con la falta de arrojando leña al fuego con un severísimo informe tituhumildad que evidentemente lo caracterizaba, Croiset le lado "Herr Croiset, Sie konnen nicht hellsehen" ["Señor justificó a Pollack esta negativa con la siguiente res- Croiset, Ud. no es Psíquico"] (Pelz, 1959/1960). Por su puesta: "Las pruebas estadísticas del doctor Rhine me parte Th. van Roosmalen, Superintendente de Utrecht, probarían sólo que poseo capacidad paragnóstica. ¡Y eso publicó en una revista local de la policía una serie de lo sé! ¡Estoy demasiado ocupado para jugar a adivinar bloopers de psíquicos, sin olvidarse, obviamente, de Croiset. Entre sus tantos yerros, revelaba el caso de un cartas como un niño!" (???). niño de 14 años que había desaparecido de su hogar en diciembre de 1957. Los padres consultaron a Croiset, OMISIONES Y DISCREPANCIAS Más grave aún es toda la información que Pollack omi- quien los condujo al lugar que él consideraba "clave", tió. Mientras él sostenía que "los resultados que había los llevó a un muelle donde se detuvo y les dijo: "Aquí obtenido Gerard Croiset para localizar niños desapare- es donde su hijo entró al agua y se ahogó. Estoy descidos, solucionar crímenes y otras miríadas de proble- consolado por tener que ser el primero en ofrecerles mi mas, fueron tan espectaculares que entre 1946 y pésame por haber sufrido tan penosa pérdida". Los pa1950 rápidamente fueron conocidas por toda Holanda" dres comenzaron hacer los arreglos para el funeral. Po(p.299), el oficial de policía Filippus Brink, en 1958, cos días después, el muchacho fue encontrado, oculto protagonista. Los motivos eran más que fundamentados y fueron dándose a conocer paulatinamente. El primer problema que encontró Tenhaeff y su protegido, fue la mirada esquiva que tuvieron que soportar por parte de los parapsicólogos norteamericanos. En aquella época, la figura de J. B. Rhine --considerado el
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Antes de escribir su libro, Pollack intentó algunas incursiones del mismo tenor en un semanario. En febrero de 1961, su entusiasmo por el dúo dinámico lo reflejó en la revista This Week. La tarea del profesor y los "éxitos" del clarividente fueron puestos en un pedestal, sumándosele la confianza que podía garantizar el propio periodista que había chequeado personalmente los casos (?). Pero, como siempre, apareció un pinchaglobos. En esa oportunidad el que empuñó el alfiler cargado de tinta fue el Dr. Hansel. Se tomó la molestia de dirigir una carta a las autoridades policiales de Wierden para chequear el caso de "El Asaltante del Martillo", del cual Pollack hablaba en ese artículo y que luego también reprodujera en su libro1. La detallada respuesta (22/3/61) que obtuvo del alcalde E. D. Maaldrink, difería notablemente y en aspectos cruciales que desbarataban las afirmaciones de Pollack. Hansel envió una carta a This Week señalando las discrepancias, pero la revista no la publicó. Tuvimos que esperar unos años para conocer estos detalles en su libro, que ya es un clásico de la literatura demoledora de las afirmaciones de lo paranormal (Hansel, 1966).
EL MITO SE DERRUMBA
Si hasta aquí estaba encendida la mecha, la explosión se produjo con los trabajos del cronista holandés Piet Hein Hoebens (1948-1984), quien trabajaba en De Telegraff (diario líder de Holanda) haciendo periodismo de investigación. El hecho de ser holandés lo aventajaba sobre su par norteamericano a quien deja muy mal parado. Desmenuzó los casos más importantes y, desde ya, las conclusiones fueron muy diferentes. Mientras que las omisiones y exageraciones de Pollack saturaban de brillo su libro, la investigación de Hoebens opacaba los casos y oscurecía la imagen del dúo Tenhaeff-Croiset. Sería largo enumerar el detallado análisis que volcó en dos artículos del Skeptical Inquirer (Hoebens, 1981, 19811982), de los cuales el Prof. Tenhaeff tuvo conocimiento por anticipado pero se negó a contra-argumentar tras varias invitaciones cursadas. A modo de resumen ofrecemos algunos datos interesantes: -- En mayo de 1956 el fiscal público en Amsterdam reveló que un año antes tres psíquicos habían intentado arrojar luz sobre la desaparición de un habitante de Rossum de 31 años de edad. Croiset había afirmado que el hombre estaba vivo y se había establecido en Alemania. Al poco tiempo fue encontrado muerto en un canal en el municipio de Ootmarsum, Holanda.
CSICOP
Portada de The Skeptical Inquirer donde el periodista holandés Piet Hein Hoebens publicó su trabajo de investigación y desenmascaró a sus compatriotas: el pretendido vidente Gerard Croiset y su máximo promotor, el parapsicólogo Wilhelm Tenhaeff.
en un pajar, vivo y en buen estado (Roosmalen, 1960). En un memorable encuentro que tuvo Roosmalen con Tenhaeff, cuenta que éste intentó convencerlo de la eficacia de Croiset. No tuvo mejor idea que ofrecerle en detalle dos maravillosos casos en los que la policía fracasó y el hombre milagroso hizo valer su apodo. Uno estaba relacionado con un asesinato en un ayuntamiento, y otro con un robo en una fábrica. Gran sorpresa se llevó Van Roosmalen cuando decidió comprobar los datos. La Policía le informó que no tenían ningún registro de que se hubiera cometido tal crimen en ese lugar y, en cuanto al robo, la cosa fue peor. A causa del augurio de Croiset, se arrestó a un presunto ladrón que luego se demostró que era totalmente inocente. Después de este último suceso, su nombre pasó a ser una mala palabra en la comisaría de ese distrito.
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WALTER SANDERS, PARA LIFE/PIX INC.
-- Consultado en 1950 sobre un caso de violación en Arnheim, Croiset "vio" que el violador tenía "un órgano genital anormalmente grande". Cuando la policía arrestó al sospechoso lo único grande que confirmó fue el error de Croiset. Lo más risueño, es el análisis psicoanalítico que intenta Pollack para justificar lo injustificable: "Ellos comprendieron que él era un cocinero de veinte años que ocasionalmente utilizaba en la cocina una gran jeringa roja para pringar, la cual indicaba la imagen de Croiset de un órgano genital anormalmente grande".
A LA HORA DE ENGAÑAR, CUALQUIER RECURSO ES VÁLIDO
Croiset posando frente al canal De Vliet de Holanda, donde `presuntamente' tuvo `éxito' en el hallazgo del cadáver de un niño de seis años
-- En l966, Croiset viajó a Adelaida, Australia, para buscar a tres niños perdidos. Un "comité" local le pagó los gastos. El clarividente estaba seguro de que los chicos estaban sepultados debajo de un nuevo almacén. Recomendó la demolición. El "comité" recaudó 40.000 dólares australianos para que el edificio fuera derribado. Se excavó un pozo de cuatro metros y no se encontró ningún cuerpo. Croiset sugirió que excavaran un metro más "y los chicos serán encontrados". También se equivocó. El costo del error no afectó a su reputación. -- En 1969, Croiset fue a Viareggio, Italia, para buscar a un jovencito de 13 años de nombre Ermano Lavorini. "Vió" que el muchacho había caído al agua mientras estaba jugando. En realidad, Ermano había sido asesinado por un amigo durante una pelea. El cuerpo fue encontrado en los médanos. -- En junio de 1973, Croiset fue consultado desde La Haya por los parientes de un chino asesinado. El clarividente indicó que un tal señor Senf sabía más acerca del crimen. Los familiares secuestraron a Senf y lo torturaron durante tres horas para obtener una "confesión". El señor Senf, sin embargo, no tenía nada que confesar, porque era inocente. La semana siguiente, Croiset visitó a Senf, que estaba en un hospital recuperándose de la paliza. Le llevó flores y le aseguró que ahora estaba muy convencido de su inocencia.
Otra cuestión no menor fue el fraude al que recurrió Tenhaeff para publicitar uno de los tantos "éxitos" de Croiset. Según el informe del profesor y del que se hicieron eco varias revistas, entre ellas la alemana Esotera (15/11/79), el oficial de policía Eekhof había visitado a Croiset solicitándole ayuda para identificar a un misterioso incendiario que había estado aterrorizando el área de Woudrichem durante meses, sin poder ser detectado. Según el parapsicólogo, el éxito de Croiset en identificar al pirómano fue irrefutable. El jefe de policía no sólo había grabado todo en vídeo, sino que los cintas fueron protocolizadas y el protocolo fue chequeado y firmado por el propio Eekhof. Cuando Hoebens decidió chequear esta afirmación, contactó con el comandante Eekhof y le llevó el artículo de Esotera para que diera su visto bueno sobre lo publicado. Después de leer una y otra vez el informe, no dudó en condenarlo diciendo que lo que contenía era "absolutamente mentira". Para demostrarlo invitó a Hoebens a escuchar los registros de todo lo que Croiset había dicho. Los "éxitos" los había fabricado Tenhaeff y el famoso "protocolo chequeado y firmado" no existía. Cuando Hoebens expuso este fraude en dos diarios de Amsterdam, De Telegraaf y Courant Nieuws van de Dag (18/10/80), naturalmente Tenhaeff fue invitado a hacer su descargo. Una vez más su silencio habló por sí solo. El propio Croiset tampoco escapó a esta regla. Según comunicaciones del parapsicólogo George Zorab, el astuto holandés se valía de compinches en sus conocidos "experimentos". Tampoco se descarta la utilización de espías propios y la colaboración de asistentes y secretarios personales, tales como Dick West.
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Veamos las posibilidades: -- Si todos sobrevivían, ¿a quién interesaría que también dijo"hay muerte"? Ya lo afirmó Croiset: "hay vida". -- Si todos morían, ¿quién podría demostrar que en el momento del accidente, o cuando Croiset emitió su videncia, aún no había alguien exhalando su último suspiro? Por otra parte, frente a un accidente de estas características es muy poco probable que a alguien se le ocurra pedir o realizar una autopsia para determinar con exactitud el momento de la muerte de cada una de las víctimas. Pero lo más interesante del caso es que aún hoy, cuando se hace referencia a este episodio --ya sea por parte de algún periodista o "parapsicólogo" de turno-- se sigue insistiendo sobre el vidente holandés Gerard
La tragedia aérea de Los Andes fue el trampolín de Croiset para incorporarse al pensamiento mágico sudamericano.
CORTESÍA DEL AUTOR
UN NUEVO CUENTO AL ESTILO SUDAMERICANO
En Argentina y Uruguay, el holandés alcanzó el estrellato de la mano del artista plástico uruguayo Carlos Páez Vilaró, y lo mantuvo gracias a algunos nuevos representantes artísticos del periodismo cómplice. El impacto en los medios tuvo lugar cuando, el viernes 13 de octubre de 1972, se produjo el accidente de un avión Fairchild F227 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la Cordillera de los Andes; con cinco tripulantes y cuarenta pasajeros a bordo tan sólo sobrevivieron dieciséis personas, entre ellos Carlos Miguel, hijo del mencionado artista Páez Vilaró y uno de los integrantes del equipo de rugby Old Christians, que viajaba en el avión. Se inició así una nueva historia para el legajo de Croiset cuando Páez Vilaró --llevado por su comprensible desesperación de padre-- decidió recurrir a los "servicios" del afamado vidente holandés. Pasó a ser célebre en los medios periodísticos la frase que Croiset habría pronunciado respondiendo a la consulta: "Hay vida y hay muerte". Con tanta "precisión", ¿cómo no salir airoso?
Croiset. Sin embargo, no fue él precisamente el dueño de esta frase profética. Y entonces, ¿quién fue? El propio Páez Vilaró nos dio la respuesta; así lo afirmaba en una entrevista televisiva: "La Cordillera de los Andes estaba a distancias de miles de kilómetros de aquel holandés que desde Enschede, la ciudad donde vivía, nos iba a guiar con su mente. Pero el caso más extraño no es éste. Es el caso de que el Profesor Croiset, consultado para que nos ayudara, en ese momento estaba siendo operado, estaba siendo objeto de una operación quirúrgica, y le pasó los poderes al hijo. Se interesó en el caso y, como quien pasa la pelota en un partido de rugby para hacer el try, le pasó la mente al
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(Programa televisivo Informe a Fondo, ATC, 9/10/89). Lo cierto es que nadie encontró a los supervivientes. Fueron dos de ellos, precisamente Fernando Parrado y Roberto Canessa quienes, después de una heroica travesía de varios días, encontraron al arriero chileno Sergio Catalán, quien les brindó socorro. Lo cierto es que nadie encontró En síntesis: si los datos que supuestamente aportó algún vidente hubieran a los sobrevivientes. sido precisos (como en algunos medios Fueron dos de ellos, precisamente se había sugerido2), ¿por qué no los enFernando Parrado y Roberto Canessa contraron? No olvidemos que tuvieron más de dos meses. Parrado y Canessa quienes, después de una heroica travesía hallaron auxilio 70 días después del acde varios días, encontraron al cidente (el 20 de diciembre de 1972). Si este hecho fue tan significativo, arriero chileno Sergio Catalán, ¿por qué se ignoró olímpicamente en el quien les brindó socorro film ¡Viven!3 y en el documental ¡Viven! ¿Milagro en Los Andes? Ambos están basados en la historia oficial, reconstruida Aclararemos que en la literatura parapsicológica no y asesorada por los propios protagonistas. existe ninguna referencia a que alguno de los cinco hiEn la revista dominical Viva (Buenos Aires, jos de Gerard Croiset tuviera poderes parapsicológicos. 21/12/97) el titular de portada fue "A 25 años de la traLa única mención que podría tener alguna relación es la gedia de Los Andes". Entre excelentes infografías, fotos que relata Pollack cuando dice: "Croiset está persuadi- y conmovedores testimonios de los protagonistas, el caso do de que sus dos hijos mayores y uno de sus tres nie- del vidente holandés brilló por su ausencia, ¿por qué? tos (Gerard III) heredaron sus dones psíquicos. Pero el Tal vez la clave haya que encontrarla en las palabras de profesor Tenhaeff no ha visto ninguna prueba de ello". Canessa cuando explica los motivos del regreso al lugar Tampoco existe mención alguna acerca de que Gerard donde vivieron ese doloroso episodio: "Había que quiCroiset haya tenido la capacidad, o al menos lo haya in- tarle el velo a la fantasía. Nuestros hijos nacieron con tentado alguna vez, de traspasar sus "poderes" a al- esta historia y tienen que conocerla al detalle. Si no, guien. Incluso, en un reportaje en que le preguntaron si queda todo entre bambalinas y se mezcla lo que es la estaba formando discípulos, respondió: "No puedo ha- publicidad, la promoción y el marketing con la realicerlo. No sólo no tengo tiempo, sino que tampoco sé si dad". podría hacerlo" (Revista Radiolandia 2000, Buenos AiSe podrían consignar muchas más acusaciones y reres, 3/11/98, p. 52). futaciones de peso que, en definitiva, seguirían confirAdemás, resulta difícil imaginarse --de acuerdo al mando lo desafinado que era el "Mozart de los Psíquirelato de Páez Vilaró-- que alguien que está siendo ope- cos" y cómo la batuta del director se movía para el lado rado interrumpa la labor del quirófano para pasarle los que mejor les convenía. é poderes a un hijo. El relato de Páez Vilaró continuó con la supuesta descripción que hiciera el hijo de Croiset sobre la caí- NOTAS da del avión, cerrando con aquella célebre frase --"hay 1. El relato que hace Pollack en This Week difiere del que vida y hay muerte"-- de la cual se dedujo que había suhace en el libro (!?!?!). Esto probablemente se explipervivientes. Tampoco habló directamente con el hijo de ca porque los datos que suprime en el libro son de imCroiset puesto que no entendía el idioma, aunque "miportancia en los errores de Croiset, según confirma la lagrosamente" había cerca un profesor de holandés que carta que recibió Hansel de Maaldrink. Por eso Pohizo las veces de traductor. Otro dato interesante que llack cierra el capítulo de "Asesinatos y Crímenes Seagrega es que decidió emprender un magnífico operatixuales" de esta manera: "un pedante psicólogo brivo de rescate con base en esa descripción, y lo más patánico (se refiere a Hansel) intentó una vez radójico es que culmina diciendo que llegaron hasta el desacreditar una notable realización de Croiset haCerro Picasso "sin encontrar absolutamente nada" ciendo hincapié años después en un detalle menor, hijo y le dijo atendelo tú el caso. Y fue el hijo de Gerard Croiset el que en infinitas e intermitentes comunicaciones nos fue acercando y me fue acercando más fe y más refuerzos de fe para acercarnos al avión".
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aun cuando el funcionario que por entonces se había encargado del caso escribió al profesor Tenhaeff diciéndole que el mismo se había resuelto directamente merced a la ayuda de Croiset" (pp.125-126). Por el contrario, la carta revela otra cosa. 2. Uno de los tantos ejemplos fue un recuadro de El Cronista (Buenos Aires, 10/9/91) con el título "Hace 19 años. El milagro de la cordillera", en el cual el periodista Martín Di Natale afirmó textualmente: "Croiset, quien incluso envió a Páez un mapa en el que señalaba dónde podían encontrar la nave siniestrada y relató que los jóvenes estaban en la proximidad de una laguna, se mostró contundente..." (???). 3. El film se rodó en Canadá, fue dirigido por Frank Marshall y se estrenó en Hollywood el 6/11/92. REFERENCIAS Brink, F. (1958) Enige aspecten van de paragnosie in het Nederlandse Strafproces. Drukkerij Storm, Utrecht. Brink, F. (1960) Parapsychology and Criminal Investi-
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