Recomendamos la lectura de este artículo en formato pdf, respetando su maquetado original.
Para ello pinche en la imagen de la primera página que aparece arriba.
Para facilitar su difusión, proporcionamos también la versión del artículo en html y texto, pero tenemos que advertirle que su extracción ha sido realizada por herramientas automáticas y puede que no conserve completamente la composición original.
Texto plano (desmaquetado) del artículo : Mostrar el texto plano (segunda vez esconde)
cristianos vamos a ser los escépticos, que ponemos siempre la otra mejilla ante los permanentes ataques de la religión a la razón y a la ciencia. Decir también que me sigue chocando que se siga tratando con respeto en los medios de comunicación todo lo relacionado con la religión, cuando lo mínimo que nos debería de producir es vergüenza ajena. Parafraseando a Nietzsche, yo cuando le doy la mano a un cristiano (a un creyente de cualquier religión) después tengo que lavármela, por una necesidad de higiene intelectual. é
Gabino F. Calvo Sarnago
¿TENÍAN OMBLIGO ADÁN Y EVA?
En su comentario al libro de Martin Gardner, "¿Tenían ombligo Adán y Eva?" (Debate, 2001), el autor [Eligio. R. Montero, El Escéptico núm. 11] pone en duda que exista un solo cristiano no fundamentalista que no crea que la pregunta del título es absurda. Sin embargo para la doctrina oficial de la Iglesia Católica del siglo XXI, la creencia en la historia de Adán y Eva, tal como se relata en el Génesis (en realidad habría que hablar de las historias, porque hay más de una) es obligatoria. Así se reafirma en la última edición de su Catecismo: la narración del Génesis es histórica --ocurrió en un sitio y un tiempo determinado-- y es contra la fe católica creer que se trata de un cuento o mito que hay
que entender como metáfora o parábola. La razón es bien simple. Pablo de Tarso, a fines del siglo I, mantuvo una agria pelea con Simón Pedro, dentro de la naciente secta cristiana, que se refleja en las epístolas paulinas. Para este último, Jesucristo era un judío respetuoso de la Ley y, por tanto, sus herederos eran sólo los judíos circuncidados. Pablo, un judío romanizado, lo veía de otra manera. Tratando de encajar la tradición hebrea con la prédica de Cristo según los Evangelios, inventó la misión salvadora del Mesías cristiano: Adán y Eva habían pecado y ese pecado es heredado por todos los seres humanos desde el momento de su nacimiento. Apiadado del pecado de la primera pareja, Dios Padre se tomó su tiempo --algunos miles de años-- pero al final envió a su Hijo hecho hombre para que redimiera con su sangre al género humano. El sacrificio cruento de la Cruz permite que basten sólo las aguas del bautismo para liberar a los hombres del pecado con el que nacen. La lucha interna de la secta la ganó Pablo, naturalmente. Si se descreyera de la historia del Génesis todo el plan divino de salvación se vendría abajo y con él, el mito cristiano. Por tanto todos los católicos están obligados a creer que Adán y Eva no tenían ombligo y que al primero le faltaba una costilla. Hay que deducir que Durero y los otros pintores que dieron forma visual al hombre y la mujer primigenios según la Biblia, eran unos herejes o, al menos, unos ignorantes. é
Ricardo Herrén
MAGUFO, EL MAGO
Pedro Mirabet
primavera 2002
el escéptico
65