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La Iglesia hace público el supuesto `tercer secreto' de Fátima
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ecientemente, los periódicos de medio mundo anunciaban a bombo y platillo que el mal llamado tercer secreto de Fátima en realidad, es la tercera parte de un único secreto cuyas dos primeras partes ya habían sido reveladas en 1941 había sido finalmente desvelado. Su contenido, según lo reprodujo, por ejemplo, el diario El Mundo en su editorial de 14 de mayo, es: "Un obispo vestido de blanco caerá por tierra como muerto bajo los tiros de un arma de fuego". Quería de esta manera la Iglesia Católica poner punto final a un asunto que se le estaba escapando de las manos y, de paso, revitalizar el santuario mariano por el que Juan Pablo II ha mostrado una particular predilección, ya que atribuye a la Virgen de Fátima una especial protección en el atentado del 13 de mayo festividad de dicha virgen de 1981. (Dicho sea entre paréntesis, no entendemos demasiado bien en que consistió tal protección, habida cuenta de que el Papa resultó gravísimamente herido. A raíz de ese desgraciado suceso, los responsables de la seguridad de Juan Pablo II decidieron tomar medidas terrenales que impidieran el tener que volver a recurrir a protectores celestiales y, por ejemplo, crearon el vehículo conocido popularmente como papamóvil. Donde esté el kevlar que se quiten todas las estampas de santos habidos y de por haber.) Por desgracia, el secretario de Estado vaticano, encargado por el Pontífice de hacer público el tercer misterio el pasado 13 de mayo en Fátima, no aclaró las causas por las que
Explanada del Santuario de Fátima durante una celebración.
miembros destacados de la Iglesia han estado mintiendo sobre el tema durante más de cincuenta años. ¿Por qué decimos esto? Pues por la sencilla razón de que algo no cuadra. Veamos. En la tercera supuesta aparición de la Virgen a los niños portugueses Francisco, Jacinta y Lucía, e 13 de julio de 1917, éstos recibieron un mensaje que, de momento, debía permanecer se-
Representación de la supuesta aparición mariana en Cova de Iria.
creto. En 1941, sor Lucía única superviviente del trío, puesto que Francisco murió en 1919, cuando iba a cumplir once años, y Jacinta en 1920, cuando iba a cumplir los 10 recibió autorización de su obispo para hacer públicas las dos primeras partes del Secreto. La primera de dichas partes es una descripción del infierno según la iconografía habitual en el arte cristiano: demonios con forma de animales horribles, condenados gimiendo entre las llamas y mucho humo por todas partes ciertamente, nada que obligara a un mutismo de veinticuatro años. Lo mismo puede verse en El jardín de las delicias, de El Bosco, sin ir más lejos. La segunda es una profecía la cursiva vienen dada porque se publicó en 1941 un presagio de hechos... que para entonces ya habían sucedido que reza: "La guerra se refiere a la Primera Guerra Mundial terminará, pero, si no se deja de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando viereis una noche alumbrada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes por
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medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir eso, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atendieren mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas..." Una lectura atenta de este documento, no puede por menos de encontrar un par quizá más, según se imterpreten algunas frases de incoherencias de bastante consideración. La primera es obvia, si contiene un presagio de la Segunda Guerra Mundial y se ponen unas condiciones para evitar que esto suceda, ¿por qué se publica cuando ya hacía año y medio de que dicho conflicto había estallado? La segunda es de orden histórico: se predice una persecución contra el Santo Padre que, sencillamente, no tuvo lugar. Nuevamente, no existe ninguna razón para el silencio y sí para que se hubiera hecho público con anterioridad. El tercer secreto no fue escrito, aunque sí se anunció su existencia. Por esa razón, cuando sor Lucía cayó gravemente enferma en 1943, el obispo de Leiria-Fátima le pidió que lo redactara para que, en caso de fallecimiento, no se perdieran las palabras de la Virgen. Sor Lucía le exigió que se lo ordenara y así lo hizo. No obstante, hasta el 2 de enero de 1944 y previa supuesta aparición de la Virgen María que confirmó a la monja que ésa era también su voluntad, sor Lucía no obedeció la orden del obispo. Una vez puesto por escrito y guardado en un sobre lacrado, fue entregado al obispo
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Ferreira, quien, a su vez, se lo dio en mano al Oobispo de Leiria-Fátima, en cuyo poder permaneció hasta 1957. En esa fecha, Venancio, obispo auxiliar de Leiria-Fátima se lo entrego al nuncio apostólico en Lisboa para su envío al Vaticano. Sin embargo, Venancio, según declaró más tarde, había examinado al trasluz el sobre y había podido comprobar que el texto del tercer secreto ocupaba unas veinte o veinticinco líneas, bastante más que la revelado el 13 de mayo por el Vaticano. Hagamos notar en este punto que el poner por escrito el secreto había movilizado a dos obispos y a la propia Virgen, algo que no se entiende demasiado bien habida cuenta de su contenido. Siguiendo la peripecia del sobre lacrado, éste llegó el 16 de abril de 1957 al Vaticano, donde el papa Pío XII lo guardó sin leer, ya que sor Lucía había insistido en que la Virgen en una nueva aparición le había pedido que permaneciera secreto hasta su muerte la de Sor Lucía o, en cualquier caso, hasta 1960, año en el año que se debería hacer público su contenido, porque entonces "sería mejor entendido". En 1959, Juan XXIII abrió el sobre y leyó su contenido, que le fue traducido por Paulo José Tavárez. El Papa ordenó que le fuera comunicado al cardenal Ottaviani, prefecto de la Santa Sede. El resultado de estas lecturas no se hace esperar. El 8 de febrero de 1960, la Santa Sede hizo público un comunicado en el que afirmaba que no pensaba divulgar el contenido del secreto y añade: "Aunque la Iglesia reconoce las apariciones de Fátima, no tiene el deseo de asumir la responsabilidad de garantizar la veracidad de las palabras que los tres pastorcitos en realidad de sólo uno de ellos, sor Lucía dijeron que la Virgen María les había dirigido". Esto sólo puede
significar que el Vaticano no creía que el texto del secreto transmitido por sor Lucía correspondiera a algo realmente dicho por la Virgen, lo que, es incomprensible si éste fuera el recientemente publicado. Puestas así las cosas, ¿es lícito suponer que el texto autorizado para su divulgación no es el que sor Lucía escribió? Tenemos dos pistas para suponer que es así. Por un lado, las declaraciones de personajes tan cualificados como el obispo de LiriaFátima, Cosme do Amaral, quien aseguró en el aula magna de la Universidad Técnica de Viena que: "Su contenido se refería al tercer misterio sólo concierne a nuestra fe. Identificar el secreto con anuncios de catástrofes o con un holocausto nuclear es distorsionar el significado del Mensaje. La pérdida de la fe de un continente es peor que la aniquilación de una nación; y ciertamente la fe está disminuyendo considerablemente en Europa". Estas declaraciones confirmaban otras del cardenal Ratzinger, según las cuales, el tercer misterio se refiere "a los peligros que amenazan la fe y la vida de los cristianos". La otra pista que tenemos es el testimonio de la propia sor Lucía. En una carta fechada el 22 de mayo de 1958 y dirigida al padre Fuentes, encargado de la causa de beatificación de los otros dos pastorcitos, dice que "la Virgen ha dicho expresamente: `Nos acercamos a los últimos días', y me lo ha repetido tres veces". A una persona que le preguntó por el contenido del tercer secreto, le respondió: "Está en el Evangelio y en el Apocalipsis, léalos". ¿Qué es lo que realmente escribió sor Lucía? ¿El anuncio de la Gran Apostasía anunciada en el Apocalipsis? Si es así, no sería la primera vez que la Virgen ejerciera de profetisa. Ya en La Salette en 1846 la Virgen co-
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municó a los niños Melania y Massimino que "en el año 1864 Lucifer será liberado de sus ataduras en el infierno junto a un gran número de demonios y éstos abolirán la fe... Será en ese tiempo cuando nacerá el Anticristo". ¿Será cosa de ir pensando en crear una nueva advocación mariana, la de Nuestra Señora de la Rabanera o de que la Santa Sede reitere su comunicado de 1960 sobre Fátima? Mucho nos tememos que de lo segundo nos podemos ir olvidando. Por de pronto, el decidido apoyo de Juan Pablo II al santuario ha supuesto las previsibles muestras de satisfacción en el catolicismo portugués que ve cómo, de esta manera, se refrenda la capacidad profética nuevamente cuando los hechos ya han sucedido de su Virgen. Por contra, nadie hace referencia a las contradicciones entre lo que se sabía y el sorprendente comunicado actual de la Santa Sede. ¿Qué importa la verdad cuando las colas de fieles aumentan y cuando las agencias de viajes españolas ya están ofreciendo paquetes de viajes por Portugal que incluyen la visita al santuario?
JOSÉ LUIS CALVO BUEY
Sudáfrica recurre a los `disidentes del sida' para luchar contra la pandemia
El presidente de Sudáfrica, Thabo Mibeki, ha pedido asesoramiento a dos norteamericanos que sostienen que el Virus de Inmunodeficiencia Humana no es la causa del sida. La noticia ha causado una oleada de consternación en todo el
mundo y especialmente en el país, cuya tasa de crecimiento de enfermos, una de las más altas del mundo, se teme que aumente aún más. El presidente y su Gabinete se han puesto en contacto con el bioquímico David Rasnick y con Charles Geshekter, profesor de historia africana. Ambos sostienen que el VIH no provoca el sida y que, por lo tanto, los medicamentos empleados contra la enfermedad son completamente ineficaces. Según Parks Mankahlana, portavoz presidencial, Mibeki trata de escuchar a todos los científicos y a cualquiera que pueda aportar algo, en un intento de definir una estrategia para combatir la enfermedad en un país de 44 millones de habitantes con un 12,9% de la población adulta infectada. El presidente, afirma, planea convocar este año a expertos internacionales en el sida para evaluar varios tratamientos y revisar las evidencias de que la enfermedad está causada por el VIH. Rasnick quien defiende que la enfermedad está causada por el consumo de drogas y una mala alimentación mantiene que el VIH no causa la enfermedad y que los medicamentos como el AZT o los nuevos inhibidores de la proteasa no son efectivos contra el sida, aunque sí inhiben la multiplicación del VIH. Prestigiosos investigadores afirman que esta teoría está basada principalmente en datos obtenidos por otros científicos, quienes además no comparten las conclusiones presentadas por Rasnick o su colega Duesberg. Según Geshekter, por otro lado, la idea de que la epidemia en Africa es debida a la transmisión sexual es un mito útil, que haría políticamente aceptable convertir el continente negro en un laboratorio de prue-
bas para vacunas experimentales de alto riesgo, amén de aumentar la dependencia de África respecto de Occidente en lo que se refiere al suministro de equipamiento de esterilización y personal cualificado, sin olvidar la apertura de un nuevo mercado para la comercialización de medicamentos antivirales tóxicos como el AZT. No es ésta la primera vez que el presidente sudafricano sorprende a los expertos en salud pública. Hace unos meses, cuestionó la seguridad del AZT tratamiento estándar contra el sida y su ministro de Sanidad dijo recientemente que el Gobierno había decidido que el medicamento no debía ser distribuido en hospitales públicos. "No hay suficiente información para que, como ministro de Sanidad, exponga a las mujeres a un medicamento sobre el que no sabemos nada", afirmó Tshabalala-Msimang. La preocupación sobre los efectos del AZT, principalmente en los niños, ha ido en aumento en Estados Unidos. Un estudio mostraba hace poco cómo ratones preñados tratados con AZT tenían crías con tumores, aunque, tras una revisión de este estudio y otros similares, el Insituto Nacional de la Salud estadounidense determinó que los beneficios del tratamiento con este medicamento superan a los inconvenientes. Mankahlana sostiene, sin embargo, que Sudáfrica no tiene por qué aceptar los postulados occidentales sobre el sida sin una cuidadosa investigación, dado que aún no se ha encontrado una cura y hay demasiado por conocer sobre el VIH y la enfermedad, y ha anunciado que su país invertirá este año 11 millones de dólares en investigación.
BORJA MARCOS
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