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CLONES Y ÉTICA: Sobre células madre y prejuicios religiosos
OSWALDO PALENZUELA
H
ace aproximadamente dos años, el 13 de octubre de 2001, i n v e s t i g adores de la empresa americana Ad vanced Cell Technologies (ACT) observaban fa s c inados al microscopio aquello que habían perseguido ac t i vamente durante varios meses. Unas pequeñas bolitas de células que, días después, convulsionaron la opinión pública tras el anuncio de que se trataban de los primeros embriones humanos obtenidos por transferencia nuclear somática, más conocida como clonación. Este logro marcó, evidentemente, u nh i t oc i e n t í fico, pero también añadió una carga al ya convulso terreno de las consideraciones sobre experimentación con embriones y óvulos humanos, que algunos colectivos consideran inaceptable por razones m o r a l e syr e l i g i o s a s .S ib i e nl al e g i t imidad é t i c ad el a sr e i v i n d i c aciones de estos colectivos es cuestionable, el peso social y político de sus posturas está fuera de duda. Numerosas campañas, aireadas por los medios y centradas en los aspectos más mórbidos de las posibilidades de la clonación humana con fines reproductivos, han tenido eco en las fuerzas p o l í t i c a syl e g i s l at i vas, que, en algunos países, han emprendido o están e n fase de emprender vías que prohíban o restrinjan este tipo de invest i g ac i o n e s . Recientemente, el gobierno español ha emprendido una de estas campañas, vanagloriándose además
vacuamente de las dimensiones internacionales y de la novedad de s ui n i c i at i va. "España lidera una inic i at i va internacional para la prohibición de la experimentación en clonación terapéutica". Tr i s t e t i t u l a r q u e , además, resulta falso, pues esta declaración llega cuando ya l o sp a íses que lideran este tipo de investig aciones han debat i d oyd i g e r i d oe l tema hasta la saciedad . Lo único que lidera el gobierno español con su i n i c i at i va es una cruzada por la postura más reaccionaria de las posibles, apoyándose en presuntos riesgos y en supuestas razones éticas, que no son sino un disfraz a una postura moralista de base profundamente religiosa. La línea está en perfecta sintonía con sectores del gobierno republicano de EE.UU. y , como no, con el Vaticano. Recuperamos así nuestro papel de "Reserva Espiritual de Occidente", por si alguien lo creía perdido.
Lo único que lidera el gobierno español con su iniciativa es una cruzada por la postura más reaccionaria de las posibles, apoyándose en presuntos riesgos y en supuestas razones éticas, que no son sino un disfraz a una postura moralista de base profundamente religiosa
Puesto que la campaña del gobierno alude fundamentalmente a motivos éticos, y éstos consisten en e lj u i c i os o b r el al e g i t i m i d ad moral d el a si n v e s t i g aciones en clonac i ó n , resulta fundamental una información apropiada sobre los elementos implicad o s .E s t ai n formación puede r e s u l t a r d i f í c i l d e a s i m i l a r s i n u n conocimiento previo de nociones sobre biología, motivo por el cual quizás el debate se centra en los aspectos más frívolos, superfi c i a l e sy subjetivos, que están más próximos a la experiencia del gran público. Lo s esfuerzos del Dr. Frankestein por crear lo que sólo Dios puede, o el aberrante orden social ideado por Aldous Huxley en su novela U n Mundo Feliz son referencias obligadas en estos planteamientos, a pesar de estar muy alejados de las verdaderas cuestiones éticas que se plantean con la experimentación en clonación humana. El gobierno, lejos de emprender una campaña de información pública y de reflexión social sobre estas m aterias, ha asumido una postura pat e r n a l i sta que prohíbe aludiendo a "riesgos" y a "motiv o sc i e n t í fi c o syé t i c o s " . En mi opinión, son los ciudadanos informados quienes pueden va l o r a r realmente los riesgos, y juzgar si tras esos supuestos motivos éti-
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cos hay algo más que una moral relig i o s at r avestida, una intrusión --una más-- de la moral católica más trasnochada en el cuerpo legislat i v od e un estado supuestamente laico. Po r ello, es mi pretensión contribuir a e n focar este debat e ,d e lc u a ll ac l onación es sólo uno de los aspectos, en su debido terreno.
LAS CÉLULAS MADRE
Acabo de af irmar que la clonación es sólo uno de los aspectos, el más recientemente aireado y recogido por la campaña del gobierno español, de un debate subyac e n t e , más amplio, sobre las cuestiones éticas que af ectan al uso de óvulos y embriones humanos para investigac i ó nc i e n t í fi c a .Ye s t ea s p e c t oe ss i stemáticamente obviado. La r a í z d e todo este embrollo está en las llamad a s células madre (CM). En los últimos años, un sector de l ai n v e s t i g ación biomédica ha vuelto la cabeza con interés hac i ae lr e c onocimiento de que en los organis-
mos existen una clase de células, las CM, que tienen la capacidad de conv e r t i r s e e n l a s d i s t i n t a s c é l u l a s q u e f orman un individuo. Los biólogos han aprendido a aislar, c u l t i va r y reproducir estas células, y mediante s u si n v e s t i g aciones están comenzando a vislumbrar los mecanismos que hacen que puedan especializarse en células sanguíneas, nerviosas o de músculo cardíaco, por mencionar a l g ú nt i p o . Desde sus orígenes, la investigación con CM se ha planteado con un enorme potencial terapéutico en su haber, e s d e c i r, como una herramienta médica que, como algunos p r e s t i g i o s o sc i e n t í fi c o s af irman, abrirá una nueva era en medicina humana y plantará bat a l l a a b i e r t a a u n gran número de enfermedad e s ,a l g unas de las más insidiosas de nuestra era. Un vistazo superfi c i a l a e s t a orientación terapéutica del uso de las CM consistiría en la posibilidad de aportar este mat e r i a lau nc o r azón infa r t ado, a un cerebro deva s t a-
do por Alzheimer o Parkinson, al páncreas de un diabético, o a la médula espinal seccionada de un t e t r a p l é j i c o .
Un vistazo superficial a esta orientación terapéutica del uso de las células madre consistiría en la posibilidad de aportar este material a un corazón infartado, a un cerebro devastado por Alzheimer o Parkinson, al páncreas de un diabético, o a la médula espinal seccionada de un tetrapléjico.
(Cortesía del autor) el escéptico (2004) 29
Si conseguimos que estas CM reconstruyan aq u e l l o st e j i d o si r r ev e rsiblemente dañados, de un modo completamente análogo a los procesos naturales de regeneración de otros tejidos, entonces queda claro el potencial para realizar auténticos "milagros" médicos y para brindar soluciones a enfermedades incurables y muy prevalentes en nuestra sociedad. Debo hacer hincapié de que ningún científico en su sano juicio discute este enorme potencial terapéutico de las CM. Ahora bien, el problema viene con la fuente de las CM para estas i n v e s t i g aciones. Todos los organismos adultos las tenemos. Pe r o ,d e sg r ac i adamente, no todas las CM son iguales. Cuando un óvulo se fecund a ,l ac é l u l ar e s u l t a n t ee s totipotente, e s d e c i r, t i e n e c a p acidad para divid i r s e y formar un organismo completo. Durante las primeras etapas de desarrollo subsecuentes, se fo rman un pequeño número de células que siguen manteniendo todo su potencial. Si las separamos en ese momento, cada una de ellas podría generar un organismo completo. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando de modo natural se producen mellizos idénticos. Poco después, las suces i vas divisiones de estas células producen lo que los embriólogos llaman un blastocisto. En esta pequeña bolita microscópica (formada por unas 100 células), se puede distinguir una capa externa de células que se ocuparán de proteger y nutrir al embrión, formando la placenta y estructuras asociadas, mientras que en su interior hay un conjunto de CM pluripotentes. E s t a sc é l u l a sa i s l ad a s ya no serían capaces de generar un organismo viable, pues no tendrían capacidad para implantarse en un útero y desarrollarse como tales. Sin embargo, mantienen la capacidad d ed i ferenciarse en cualquiera de los tipos
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celulares que forman un organismo, desde neuronas hasta células cardíacas o pancreát i c a s . Los embriones, durante todo su desarrollo fe t a l ,s o n especialmente ricos en CM pluripot e n t e s . Sin embargo, conforme avanza la f ormación de los tejidos y órganos adultos, éstas se hacen cada vez más r a r a s . Lo que persiste durante toda la vida de un organismo son CM capaces de regenerar determinad o st e j idos, pero por lo general sólo éstos. Se las suele conocer como CM multipotentes, ya que pueden generar algunos tipos de células, pero no cualquiera. Por ejemplo, un organismo adulto mantiene un número elevado de células multipotentes de las series sanguíneas en la médula ósea, ya que estas células tienen un ritmo de regeneración elevado. Pero estas células no parecen ser capaces de f ormar neuronas ni regenerar médul a se s p i n a l e s . Recientes descubrimientos han conseguido demostrar la presencia en adultos de células multipotentes de otros tipos, incluyendo células nerviosas, pero son especialmente r a r a s y s u p u r i fi c ación en número s u fi c i e n t en or e s u l t av i a b l e . Por ejemplo, se han encontrado en el cerebro de ratas, o en trozos de encéfa l o humano extraído durante operac i ones quirúrgicas para paliar casos graves de epilepsia. No son, desde luego, procedimientos rutinarios o asequibles desde un punto de vista terapéutico. La i n v e s t i g ación en esta l í n e a ,ye n aquellas encaminadas a
desprogramar células adultas para convertirlas en células mad r e , h a conseguido algunos descubrimient o sa l e n t adores en tiempo reciente, pero por lo general no se ve como una alternat i va viable al uso terapéutico de CM verdaderamente pluripotentes, a corto o medio plazo. Los mayores avances en generación de líneas de CM pluripotentes se pueden producir, p u e s , c o n l o s ó v u l o s fecundados, en ese estad ol l am ado blastocisto, en el cual unas pocas células conservan casi todo su potencial, momento ligeramente anterior a cuando se implantaría en un útero en condiciones nat u r a l e s .
Los mayores avances en generación de líneas de CM pluripotentes se pueden producir, pues, con los óvulos fecundados, en ese estado llamado blastocisto, en el cual unas pocas células conservan casi todo su potencial, momento ligeramente anterior a cuando se implantaría en un útero en condiciones naturales
(Cortesía del autor)
Una fuente excelente de este m aterial en humanos son los óvulos y embriones congelad o s , aquellos que sobran tras los procedimientos d e fe r t i l i z ac i ó n i nv i t r o que son hoy en día rutinarios para parejas que sufren de infe r t i l i d ad . Y aquí empiezan los problemas. Para los sectores más influidos por ciertas morales religiosas, cualquier uso de estas c é l u l a se si n ac e p t a b l e , ya que alegan que se trata de vidas humanas y como tales deben protegerse. Se t r ata, por supuesto, de una visión s u b j e t i va y en gran medida fundamentalista, que no es justifi c a b l e desde un punto de vista científi c on i , como veremos más ad e l a n t e ,é t i c o . Poco se aleja esta postura de la reflej ad ae ne l Génesis 38: 9,10 :" Pero sabiendo Onán que el hij o q u e l e naciera no sería considerado suyo , sucedía que cada vez que se unía a la mujer de su hermano, vertía en tierra para no dar descendencia a su hermano. Pero lo que hacía era malo ante los ojos del Eterno, y también a é ll eq u i t ól av i d a . " Sobre todo teniendo en cuenta los miles de años pasados desde aq u e l l o .
De nuevo, es necesario conocer en qué consiste y por qué las células m adre obtenidas mediante estas técnicas pueden ser mejores que las procedentes de los tratamientos de i n fe r t i l i d ad. Una de las razones fundamentales es la capacidad de producir CM "a la carta". Un problema primario con el que tropezaría una terapia basada en CM obtenidas de un donante anónimo, es común al que se plantea en los trasplantes de órganos: el organismo reconoce el m aterial extraño como intruso y, e n vez de colaborar con las células para que regeneren los tejidos dañad o s , las destruiría rápidamente. Desde luego, al igual que se hace en los transplantes, estas reacciones de rechazo pueden hasta cierto punto controlarse eligiendo tipos compat ibles y usando medicamentos inmunodepresores, pero lo cierto es que estas soluciones --aunque salvan vidas-- distan mucho de ser ideales y limitan enormemente la diversidad y v i a b i l i d ad de las terapias a aplicar. Sin embargo, si a un óvulo humano le sustituimos su núcleo por el de la célula de un paciente, e inducimos a este ente clónico a que se divida (como lo haría un óvulo tras una
f ecundación normal), hasta esa etapa de blastocisto (a partir del cual podemos generar líneas de CM) tendremos unas células pluripotentes genéticamente idénticas a las del donante, con las cuales, potencialmente, se podrían aplicar terapias regenerat i vas personalizadas, sin posibilidad alguna de rechazo. No acaban ahí las aplicaciones de las células humanas clónicas. M ediante la clonación de células con defectos genéticos o, por ejemplo, mediante la clonación de células tumorales, se puede generar conocimiento de valor incalculable sobre cuales son los mecanismos genéticos últimos que regulan el desarrollo y d i ferenciación celular, i n c l u yendo el descubrimiento de las causas por las que a veces el proceso se descontrola y se genera un cáncer, o d el o s mecanismos responsables del envejecimiento. Esto son sólo esbozos de l au t i l i d ad de las CM clónicas humanas en investigación biomédica. Podemos comprender ahora mejor l ae xc i t ación de los investigadores de ACT cuando obtuvieron estas células, por primera vez, hace menos de un año.
OTRA VUELTA DE TUERCA: LA CLONACIÓN
Aunque las CM derivadas de m aterial sobrante de los procedinv i t r o son mientos de fecundac i ó n i un excelente mat e r i a l d e i n v e s t i g ación, en los últimos años se ha emprendido un paso más hac i al o s posibles usos terapéuticos de estas c é l u l a s .E l l oh al l evado al desarrollo de las técnicas de clonación por transferencia nuclear somática (aunque también se han desarrollado técnicas que consiguen inducir a los óvulos no fecundados a dividirse, en un proceso conocido como partenogénesis, que en este caso genera células clónicas de la donante de ó v u l o s ) .
(Cortesía del autor) el escéptico (2004) 31
Mediante la clonación de células con defectos genéticos o, por ejemplo, mediante la clonación de células tumorales, se puede generar conocimiento de valor incalculable sobre los mecanismos genéticos últimos que regulan el desarrollo y diferenciación celular, incluyendo el descubrimiento de porqué se genera un cáncer, o de los mecanismos responsables del envejecimiento.
ÉTICA Y FUNDAMENTALISMO
¿A qué viene pues tanto revuelo? La i n v e s t i g ación con CM clónicas humanas puede, como hemos visto, r evolucionar la medicina. Casi todos hemos perdido a seres queridos víctimas del cáncer o de infa r t o s , a muchos de nosotros nos corresponderá terminar nuestros días de este modo. ¿Por qué, pues, prohibir la i n v e s t i g ación orientada a solucionar estos problemas? Los motivos aducidos por el gobierno incluyen, fundamentalmente, objeciones éticas. Es innegable que el desarrollo de estas nuevas tecnologías despierta nueva s cuestiones de carácter ético. Sin embargo, en el caso de la clonación terapéutica humana, pocas de estas cuestiones tienen distinta raíz que las objeciones morales de sectores conservadores al uso de
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m aterial genético humano, como ya vimos anteriormente con la historia
1. ¿Cuál es el estatus moral de los organismos cre de Onán y el castigo divino por des- ados mediante clonación?
perdiciar su semilla. Frente a posturas simplonas, desinformadas y paternalistas como la asumida por el gobierno español, resulta imprescindible un debate serio sobre las auténticas cuestiones de carácter ético con las que nos enfrentamos al hacer uso de estas nueva st e c n o l o g í a s . S i r va como ejemplo esclarecedor el análisis que el comité asesor de la empresa ACT realizó al respecto, cuando se iniciaron sus trabajos encaminados a conseguir clonación de células humanas. Este comité estaba constituido por especialistas en ética, abogad o s y c i e n t í fi c o s ,d e d i v e r s a s af i l i aciones en instituciones p ú b l i c a s y p r i vadas americanas. Su portavoz, Ronald M. Green, director del Instituto de Ética de la Universidad de Darmouth (EE.UU.), resumía lo que el comité consideró como las cinco mayores cuestiones éticas, que se abordaron y resolvieron del siguiente modo [Green, R.M. 4 . ] (2001 ) Scientific American, Nov.2
(Cortesía del autor)
Argumento: Si un organismo clonado se implantase en un útero, como se hizo con el famoso caso de la oveja Dolly, sería posible que se desarrollase completamente hasta nac e r. A causa de este potencial, habría quienes argumentasen que los embriones generados en los experimentos de clonación humana c o n fines terapéuticos son equivalentes a embriones humanos normales y corrientes, y merecen el mismo g r ado de protección y respeto. La mayoría de los miembros del comité no estuvieron de acuerdo. Se recalcó que, a diferencia de un embrión humano, un organismo clonado no es el resultado de una f ecundación de un óvulo y un esperm atozoide. Se trata de un ente biológico nuevo, no presente en la nat uraleza. Aunque tiene cierto potencial para convertirse en un ser humano, este potencial es muy limitado. En la etapa de blastocisto, cuando el organismo se disocia para generar las líneas de células mad r e s ,s e t r ata de una bola de células del tamaño de un punto. Los embriones generados p o r fe r t i l i z ación normal, generalmente, no se implantan en el útero hasta después de esta etapa de blastocisto. No hay órganos, no hay posibilidad alguna de que pueda pens a ros e n t i r, y n ot i e n en i nguna de las carac t e r í s t i c a s de un ser humano. Aunque los miembros del comité reconocieron que habría quienes asociasen este organismo con un embrión, se prefi r i ó r e c onocerlo como un "huev o ac t i vado", y se concluyó
que sus características no debieran impedir que se usase para trabajos que podrían salva rv i d a s .
Aunque los miembros del comité asesor de la empresa ACT reconocieron que habría quienes asociasen este organismo con un embrión, se prefirió reconocerlo como un "huevo activado", y se concluyó que sus características no debieran impedir que se usase para trabajos que podrían salvar vidas.
2. ¿Es permisible crear un ente de desarrollo humano sólo para destruirlo?
Argumento: Aquellos para quienes la vida humana comienza en el momento mismo de la fecundación --y consideran, pues, a los huev o s ac t i vados como moralmente equivalentes a embriones humanos-- no pueden aprobar éticamente la invest i g ación en clonación terapéutica. Pa r ae l l o s ,e s t ai n v e s t i g ación es equivalente a matar a un niño vivo para
recolectar sus órganos en benefi c i o de otros. Algunos de quienes piensan de este modo, sin embargo, podrían considerar aceptable la investigación en células madre humanas generadas de embriones sobrantes (congelados) de los procedimientos de fecundac i ó n i n v i t r o . Su razonamiento, correcto o no, es que estos embriones van a ser destruidos de todos modos, y que por lo menos algún bien podría generarse del uso de estas células. Pe r ol ac l onación terapéutica humana resulta totalmente inaceptable para estas personas, porque conlleva l a c r e ación deliberada de lo que ellos consideran un ser humano con el propósito de destruirlo. Muchos de los que no reconocen e s t a t u s moral a los entes creados mediante clonación terapéutica están en desacuerdo con este punto de vista. Al igual que los miembros de este comité, argumentan que los benefi c i o sd ee s t ai n v e s t i g ación y de las posibles terapias que genere sobrepasan ampliamente las alegaciones sobre los huev o s ac t i vad o s . Sorprendentemente, algunos de los que comparten esta moral se oponen de todos modos a la investigación, apoyándose en el terreno simbólico. Mantienen que es impropio el crear vida humana de ningún tipo sólo para destruirla. Les preocupa que esto pudiera suponer el acercamiento de nuestra sociedad hac i a una "pendiente resbaladiza", que
podría llevar a la degeneración moral y a la rapiña de órganos de adultos sin su consentimiento. Estos argumentos simbólicos y de "pendiente resbaladiza" tienen frecuentemente una poderosa fuerza emocional, pero son difíciles de va l o r a r. ¿Es realmente cierto que el uso de huev o s ac t i vados para terap i a s s a l vavidas conducirán a esos supuestos abusos? Po re lc o n t r a r i o , si la ciencia médica puede aumentar la supervivencia de la gente y su calidad de vida, ¿no podría incluso esta i n v e s t i g ación incrementar el respeto por la vida humana? Los miembros del comité señalaron el hecho de que el Reino Unido, hasta muy recientemente, ha permitido legalmente la creación y destrucción deliberada de embriones humanos en i n v e s t i g ación desde principios de la década de los noventa. No ha habido ningún efecto negativo aparente de este permiso en la sociedad b r i t á n ic a .A l final, los argumentos simbólicos y de pendiente resbaladiza no persuadieron a los miembros del comité de que la investigación en clonación terapéutica no debiese continuar.
3. ¿Es correcto buscar activamente huevos huma nos para investigación cientí f i c a ?
Argumento: La necesidad de una fuente de óvulos humanos lleva a una de las cuestiones éticas más d e l i c adas en esta investigación. En c ada ciclo mensual, una mujer produce sólo uno o dos óvulos madur o s . Para aumentar este número hasta los niveles necesarios en invest i g ación, deben tomarse medicamentos inductores como los usados en los procedimientos de fe r t i l i z ación in vitro. En raras ocasiones, esta medicación puede causar el llamado síndrome de hiperestimulación, q u e puede provocar daños hepát i c o s ,d i sel escéptico (2004) 33
(Cortesía del autor)
función renal, o formación de trombos causantes de infartos. De acuerdo con algunos estudios, ciertas drogas estimulantes ovulatorias se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de ova r i o . La cirugía necesaria para recolectar los óvulos también implica riesgos, como los de la anestesia y las posibles hemorrag i a s . ¿Es ético someter a una mujer a estos riesgos para fines de investigación? Si a las mujeres se les ofrece dinero para someterse a estos riesgos, ¿podría esto hacer que los mat eriales reproductivos humanos se comenzasen a ver como artículos con los que se puede comerciar? No está permitida la venta de órganos humanos o de bebés, ¿son los óvul o sd i ferentes? En respuesta a estas cuestiones, los miembros del comité tuvieron en cuenta dos hechos. En primer lugar, ya existe un mercado sustancial de óvulos humanos con fines reproductivos. Algunas mujeres jóvenes reciben sumas considerables por proporcionar óvulos que permiten a mujeres solas, o a pareja infé r t i l e s , t e n e rh ijos. Si estas mujeres pueden sobrellevar los riesgos con ese fi n , nos preguntamos: ¿por qué no se les debiera permitir abordar los mismos riesgos para la investigación orientad aas a l var vidas humanas? Y si se les puede pagar por el tiempo y las molestias que la donación de óvulos con fines reproductivos conlleva , ¿por qué no pueden recibir un pago razonable por la inducción ovulat or i ac o n fines de investigación?
En segundo lugar, señalaron que los voluntarios para investigación aceptan frecuentemente riesgos sign i fi c at i v o sp a r ae l avance del conocimiento médico. Si una persona consiente en participar en un estudio peligroso sobre vacunas de malaria para ayudar a curar esta enfermedad , ¿por qué debería impedírsele donar óvulos para una investigación simil a r, o r i e n t ad aas a l va rv i d a s ? Finalmente, concluyeron que sería desproporcionadamente pat e rnalista el prohibir a mujeres donar óvulos para esta investigac i ó n . A l mismo tiempo, se estableció un procedimiento riguroso de consentimiento con conocimiento de causa, de modo que las donantes tuviesen plena conciencia de los posibles riesgos. Se insistió en que los medicamentos estimulantes de ovulación debían administrarse en dosis segu.Ys e fi jó un pago moderado por r a s l a p a r t i c i p ación, que se cifró en 4.000 dólares (unos cuarenta por hora), lo que supone aproximadamente lo mismo que el pago medio por donación de óvulos con fi n e s reproductivos en aquella zona de los EE.UU. Se quiso ev i t a rq u ee lp ag os e convirtiese en una influencia indebida que pudiese af ectar a las donantes a la hora de va l o r a rl o sr i e s g o s .
4. ¿Cuales son las cuestio nes éticas en relación con la persona cuyas células se clo nan?
Argumento: Puede parecer que los individuos que donan las células
Si una persona consiente en participar en un estudio peligroso sobre vacunas de malaria para ayudar a curar esta enfermedad, ¿por qué debería impedírsele donar óvulos para una investigación similar, orientada a salvar vidas?
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(normalmente fibroblastos d el ap i e l ) que se fusionan con los óvulos enuc l e ados en las investigaciones de clonación terapéutica no af r o n t a nr i e sgos, aparte de la posibilidad remota de una infección en el punto de la biopsia d ep i e l . Pero la clonación es un asunto controvertido, que expone a todos los participantes de la invest i g ación a riesgos nuev o s . Los donantes de células, por ejemplo, podrían encontrarse en medio de una tormenta mediát i c as is ei d e n t i fica que han permitido que se les clone. Para prevenir esto, el comité asesor de ética insistió en que los procedimientos asegurasen la confidencial i d ad más estricta para los donantes de óvulos y células (a no ser que ellos eligiesen lo contrario). Una cuestión q u el l evó mucho tiempo debat i rf u e si los niños podrían donar células p a r al a si n v e s t i g aciones y se concluyó que en general esto no era apropiado, puesto que al alcanzar la madurez los niños podrían sentirse af e c t ados moralmente por haber contribuido a un procedimiento de clonación. Se hizo una excepción, sin embargo, en el caso de un niño con una enfermedad g e n é t i c al e t a l , ya que se sabía que una línea de células m adre basada en el ADN de este niño podría ser una herramienta poderosa en la investigación dirigida a l a c u r ación de su enfermedad . Aunque el niño probablemente no sobrev i v i r í al os u ficiente para benefi c i a r s e d e e s t a s i n v e s t i g ac i o n e s , s e pensó que sus padres tenían el derecho de tomar esa decisión en representación de su hij o .E s t a sc é l u l a sn o han sido usadas aún en ningún procedimiento de clonac i ó n .
5. ¿Facilitará la clonación terapéutica una clonación reproductiva, el nacimiento de un bebé clonado?
Argumento: Una importante cuestión final planteada por estas
i n v e s t i g aciones es si estimularán la l l e g ada del día en que se aborde la clonación reproductiva humana. Esta preocupación presupone que la clonación reproductiva es y siempre será éticamente incorrecta. Muchos de los que sostienen este punto de vista mencionan la incidencia de muertes y malformaciones en animales clonados. Otros se preocupan por peligros más remotos. Señalan los posibles riesgos psicológicos de niños generados en familias en las que uno de los padres es también, genéticamente, un hermano gemelo. Temen que los niños clonados podrían enfrentarse a expectat i va s infundadas de vida, basadas en los logros de sus progenitores genéticos. Y manifiestan su preocupación sobre posibles riesgos sociales de la clonación si las sociedades deciden replicarse a larga escala hasta un número determinado de genomas elegidos, p a r a fines militares o de otro tipo. En contraposición a lo anterior, a l g unos aclaman la perspectiva d el ac l onación humana. La ven como un modo nuevo de generar descendencia, genéticamente relacionad a , a p a r e j a si n fértiles, o como un método de reducir el riesgo de algunas enfe rmedades genéticas hereditarias.
Independientemente de lo que uno piense sobre la ética de la clonación reproductiva, el prohibir la clonación terapéutica no hará que la reproductiva sea menos probable.
Independientemente de lo que uno piense sobre la ética de la clonación reproductiva , e l p r o h i b i r l a
clonación terapéutica no hará que la reproductiva sea menos probable. Aunque la clonación terapéutica podría ay u d a ral o sc i e n t í fi c o sap e rf eccionar las técnicas necesarias para clonación reproductiva, también puede dejar mucho más claros los peligros de intentar producir seres humanos de este modo. Ya e x i s t e n evidencias de que algunos animales clonados pueden experimentar expresión genética defe c t u o s a , a s í como interferencias en su impronta, e l p atrón normal de silenciado de genes que no se necesitan en determinad o s t e j i d o s . Estos problemas podrían desanimar a posibles pad r e s a generar bebés mediante esta tecnología. De este modo, la investigación en clonación terapéutica puede incluso reducir la probabilidad de que la clonación se aprecie como una alternat i va de reproducción viable. Una prohibición de la clonación t e r a p é u t i c a , además, no prevendría que ciertos investigadores incontrolados siguiesen adelante con intentos de clonación reproductiva por su cuenta. Algunos grupos, como los r aë l i a n o s( u nc u l t or e l i g i o s o ) ,oc i e n t íf icos renegados como Richard G. Seed, (un médico que ejerce en Illinois --EE.UU.-- y ha estado trabajando en embriología), han anunciado su propósito de intentar clonar un humano y presumiblemente lo intentarán independientemente de si la i n v e s t i g ación en clonación terapéutica se prohíbe o no. Una prohibición de la clonación terapéutica bloquear ál ai n v e s t i g ación útil mientras que permitirá que gente menos concienc i ada intente la clonación reproductiva allá donde encuentren un ambiente legal más permisivo. Bloqueando l a i n v e s t i g ación responsable en la biología celular de la clonación humana, se estará también garantizando que los primeros intentos de clonar seres humanos se basen en un conocimiento científi c od e fi c i e n t e .
CONCLUSIONES Los aspectos éticos relacionados con las nuevas tecnologías de clonación de células humanas exigen un riguroso análisis desde el conocimiento de causa y desde el distanciamiento de posturas sesgadas por prejuicios religiosos. Si bien este análisis es necesario y debe extenderse a niveles que alcancen todos l o s e s t r atos de nuestra sociedad , incluyendo los políticos y legislat ivos, una lectura racional de los aspectos implicados proporciona, hoy por hoy ,u nt e r r e n oé t i c o firme no sólo para permitir, s i n o p a r a i n c e n t i va rl ai n v e s t i g ación en clonación de células humanas con fi n e s terapéuticos. Los beneficios esperados de estas investigaciones para el bienestar humano sobrepasan infi n itamente las objeciones que desde determinadas morales religiosas se plantean. Las diversas asociaciones c i e n t í ficas y comités bioéticos independientes, así como las editoriales de las principales rev i s t a sc i e n t í fi c a s , se han alineado unánimemente en este sentido. La controversia científi ca, pues, tampoco existe. Cruzadas como la emprendida por nuestro gobierno con su campaña sólo pueden ser tildadas, benévolamente, como irresponsables. Quienes no buscan, o ignoran conscientemente, el va l o rd el ai n formación y los argumentos rac i o n a l e s , emprendiendo campañas políticas b a j oe li n f l u j od ep r e j u i c i o sr e l i g i osos, cargan sin embargo un enorme peso sobre sus conciencias, que en e s t ec a s os et r aduce en un coqueteo con la salud, el bienestar y la calidad de vida humanas. Muchas de esas vidas no comparten, ni tienen por qué hacerlo, su particular visión moral. Es nuestro deber recordarles el peso de esta gran responsabilidad , yh acérselo de este modo tan insostenible como sea posible.
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