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Misterios de Moscú
2003 MICROSOFT CORPORATION
JOE NICKELL
(CSICOP)
Catedral de San Basilio.
Aún el mayor país del mundo, Rusia, conserva en la actualidad un 76% del territorio de la antigua URSS, estado que colapsó en 1991. Dicho suceso, junto con la suspensión de las actividades del Partido Comunista, acrecentó la glasnost (apertura) en la nueva república federal. Sin embargo, con la libertad personal ha tenido lugar también un auge de la pseudociencia y de la expresión mágica. Me fui progresivamente percatando de esto durante la visita de diferentes personalidades procedentes de Rusia al International Center for Inquiry, como Valeri Kuvakin (profesor de filosofía en la Universidad Estatal de Moscú), Edward Kruglyakov (destacado físico en Novosibirsk --Siberia--) y Yuri Chornyi (secretario científico del Instituto para la Información Científica de la Academia de la Ciencia de Rusia). Posteriormente fui uno de los varios portavoces del CSICOP en un congreso internacional titulado La ciencia, la anticiencia y lo paranormal, celebrado en Moscú del 3 al 5 de octubre del 2001 y co-esponsorizado por la Academia de las Ciencia de Rusia. Ahí es donde aprendí más acerca de la glasnost en relación con todas las cosas misteriosas. Permanecí allí varios días más para poder investigar algunas de ellas.
EL PODER DE LA PIRÁMIDE Las pirámides se están irguiendo a lo largo del paisaje ruso. Se trata de una expresión moderna de la manía fomentada por el libro Descubrimientos psíquicos tras el `Telón de Acero', relacionado con "los secretos de las pirámides". Refiriéndose a la Gran Pirámide de Keops --una de las siete maravillas del mundo y una de las más extrañas obras de arquitectura existentes--, los autores difundieron la idea de que pequeñas reproducciones en cartón de la misma podían servir para conservar los alimentos (en concreto, "momificar la carne"), aliviar jaquecas, afilar cuchillas de afeitar y posiblemente realizar otras maravillas [Ostrander y Schroeder, 1970, 366-376]. Las afirmaciones específicas procedieron de un ingeniero de la radio checoslovaca, Karel Drbal, que consiguió la patente checa 91.394 para el afilador de cuchillas de afeitar de la Pirámide de Keops. Supuestamente, este objeto generaba alguna "energía" desconocida y misteriosa. Por desgracia, los controles a que se sometió más tarde no consiguieron sustanciarla. Las pirámides no preservaron la materia orgánica mejor que contenedores con otras formas, ni se consiguió afilar cuchillas de afeitar colocándolas en su interior, pese a los juicios subjetivos de gente engañada por sus propias expectativas [Hines, 1988]. Sin embargo, aumentada por la pretensión de que la fuerza de la pirámide se había desatado "tras el telón de acero", la locura piramidal también floreció en los Estados Unidos. Una empresa comercializó un kit compuesto de ocho listones de madera que, encolados convenientemente, formaba una estructura piramidal. Incluso sin recubrimiento externo (con papel de aluminio, por ejemplo), esto conseguía supuestamente retrasar el deterioro de los alimentos, eliminar el sabor amargo del café, proporcionar una mejor maduración al vino, afilar cuchillas de afeitar y preserva las plantas del hogar, entre otras maravillas. Según el folleto que acompaña al kit, "la Pirámide es una lente geométrica que enfoca la energía cósmica"
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[Kerrell y Goggin, 1974]. Se diseñó también una estructura en alambre similar de "pirámide mágica" para llevar sobre la cabeza (pareciendo de este modo más bien un capirote de zopenco) y concentrar supuestamente sobre el portador los poderes psíquicos o curativos [Randi, 1982]. Se fabricaron montajes de mayor tamaño para que uno pudiera sentarse dentro en posición de loto, como medio para mejorar la meditación, o colocarla sobre la cama para conseguir un incremento de la vitalidad [Kerrell y Goggin, 1974, 6-7]. Se hicieron incluso casetas de perro con forma de pirámide que se supone que libra a sus ocupantes de pulgas [Hines, 1988]. La locura de las pirámides tuvo su apogeo en los años setenta [Randi 1995, 194] y luego declinó aunque nunca ha desaparecido por completo. Los mercaderes de la Nueva Era todavía ofrecen pirámides en pequeñas piedras semipreciosas para enfocar la "energía" de la piedra en cuestión (por ejemplo, ojo de tigre para amplificar las "habilidades psíquicas"), así como "pirámides del deseo" de plástico (dentro de la cual se coloca un papel conteniendo el deseo escrito que queramos) y otros artículos. En Rusia, el poder de la pirámide está en alza --y lo digo casi literalmente--. Se me invitó a visitar una pirámide que medía 44 metros de altura, equivalente a una casa de 12 pisos. Construida en 1999 por Alexander Golod, es la mayor de unas veinte, erigidas por su presunto interés científico y médico. Me condujeron al lugar, a unos 38 km al noroeste de Moscú, Valeri Kuvakin (presidente del Center for Inquiry, en Moscú, que hizo también de traductor en diversas entrevistas) y su esposa, Uliya Senchihina. Aunque tiene el aspecto de una estructura de piedra vista por fuera, desde dentro se aprecia que está construida con paneles de plexiglás transparente montados sobre una estructura de madera. Estaba cerrada cuando llegamos, pero un vigilante permitió que entráramos y nos acompañó en la visita. La pirámide estaba enormemente vacía, aunque en un costado había una caja con agua embotellada, que supuestamente estaba siendo energetizada con propósitos curativos. El área central --donde el poder de la pirámide está supuestamente más concentrado-- se encontraba acordonada y en su interior se hallaban algunas esferas de cristal que también estaban siendo "energetizadas". Pese a haber sido advertidos de que en ese lugar era tan intensa la energía que quien tuviera un gran "biocampo" (o "aura") --como según parece era mi caso-- podría quedar inconsciente, me colé bajo la cuerda atreviéndome a desafiar esa terrible energía. Permanecí ahí durante un rato (mientras Valeri me hacía alguna foto, conteniendo
Las pirámides no preservaron la materia orgánica mejor que contenedores con otras formas, ni se consiguió afilar cuchillas de afeitar colocándolas en su interior, pese a los juicios subjetivos de gente engañada por sus propias expectativas.
a duras penas la risa, mientras seguía la conversación con el guarda), pero de todas formas no sentí ningún efecto. En el exterior, próximo a la pirámide, había un kiosco donde se vendían objetos de regalo. En él, un cartel anunciaba (en ruso) "Bienes de Consumo Energetizados por la Pirámide". Decidí acercarme a las piedras preciosas "energetizadas": una mujer en una tienda que encontramos de camino, donde paramos para preguntar la dirección de este lugar, dijo que había comprado alguna de estas piedras, que supuestamente tendrían que haberle curado sus jaquecas, "y no funcionaron", dijo desacreditando las afirmaciones de la pirámide. Yo compré una pequeña pirámide "energetizada" de cristal junto a un folleto titulado Pirámides del Tercer Milenio. Aquí se mencionaban varias pirámides recientes, incluyendo la que estábamos visitando. Según esta fuente, mientras para algunos el poder de la pirámide puede parecer cosa del misticismo o chamanismo, aquellos con "intuición" verán ahí las bases para una nueva física, biología, etc. Proclama que las nuevas pirámides han reducido la incidencia del cáncer, del SIDA y otras enfermedades en zonas alrededor de las mismas, habiendo ya comenzado a experimentar una depuración en sus entornos cercanos. Aseguraban también extender la longevidad de los residentes cercanos hasta más de 100 años. El folleto incluso prometía que las pirámides podrían ser una ayuda para reducir conflictos de índole religioso y otros (aunque podemos constatar que no han resultado muy efectivas en esta faceta, si miramos la trayectoria histórica de Egipto). Valeri advirtió que estas declaraciones estaban publicadas sin el apoyo de ningún dato científico. El físico Edward Kruglyakov [2001], que previamente había visitado este lugar y a su vuelta me recomendó que yo lo hiciera, encontró esas afirmaciones completamente estrambóticas, carentes de sustancia y sin ningún mérito científico.
ICONOS LLOROSOS Otro fenómeno paranormal que ha medrado al amparo de la glasnost es el de los iconos "milagrosos", con especial mención de uno que supuestamente lloraba en una iglesia de Moscú en 1998. La Iglesia Ortodoxa de Rusia mantiene tradicionalmente una veneración por los iconos (del griego eikon,
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un ¡burdel en Atenas! Estuve relacionado con este caso en dos ocasiones, la segunda, a petición de la iglesia matriz. Con un detective de la brigada antifraude a mi lado, tomé muestras de las "lagrimas" aceitosas a instancias del Centro de Ciencias Forenses. Se demostró que la sustancia era lo que se suponía: un aceite no solidificado, cuyo uso constituye un truco efectivo, pues basta una aplicación para que permanezca con un aspecto fresco indefinidamente. Como no se pudo atribuir la autoría de este fraude a ninguna persona, el caso quedó archivado, pero la curia de la Iglesia Ortodoxa en Norteamérica lo declaró falsificación [Nickell, 1997; Hendry,1997]. Otro aspecto interesante de los iconos exudantes es la variedad de substancias que se han visto involucradas (sangre, agua salada, aceite, etc.), así como los diferentes efectos (por ej. lagrimeo, transpiración de sangre, emanaciones aceitosas). Asimismo se muestran ciertas tendencias dentro del fenómeno. En el catolicismo las imágenes tendían a emanar sangre o lágrimas acuosas hasta que hace relativamente poco, aproximándose a la tradición de la Iglesia Ortodoxa Griega (debido quizá a la gran cantidad de iconos de exudación y llanto aceitoso que habían recibido la atención de los medios de comunicación) se ha producido un cambio hacia el aceite [ver Nickell, 1999]. Curiosamente, los iconos de la tradición Ortodoxa Rusa parecen decantarse -y en ello son únicos- por la mirra o de forma más concreta, aceite aromatizado con mirra. La mirra es una gomorresina olorosa empleada en la producción del incienso, como perfume y como hierba medicinal, y en la antigüedad se empleó también para embalsamar cadáveres (por ejemplo, es una de las especias supuestamente empleadas en el entierro de Jesús, entremezclada con el lienzo en que se le envolvió [Juan, 19:39-40]). Ciertamente, cuando en 1998, en San Petersburgo, una momia no identificada comenzó a exudar una sustancia mirrosa, se tomó como un acontecimiento milagroso que servía para identificar esos restos como las reliquias desparecidas de un santo del siglo XVI. "De acuerdo con la tradición Ortodoxa explicó una fuente- la aparición de líquidos fragantes en una reliquia constituye un milagro e indica su pertenencia a un santo" [Laguado, 1998]. A pesar de la advertencia de los expertos forenses contra juicios prematuros, a los clérigos les bastó el hecho de que la sustancia En el catolicismo las imágenes tendían que surgió entre los dedos de los pies de la momia fuese mirra, constituyendo por tana emanar sangre o lágrimas acuosas hasta to una evidencia del milagro, ignorando apaque hace relativamente poco, aproximándose rentemente la posibilidad de que la mirra fuea la tradición de la Iglesia Ortodoxa Griega, se simplemente un material empleado en el embalsamamiento. se ha producido un cambio hacia el aceite. Teniendo en cuenta estos antecedentes "imagen"), los cuales son pinturas realizadas sobre paneles de madera barnizada y que, con el paso del tiempo, han adquirido una patina oscura procedente del humo de las velas. Quizá debido a que, naturalmente, representan materias sagradas y sucesos milagrosos --tales como la impresión del rostro de Jesús sobre el velo de Verónica (un icono del siglo XIV que pude contemplar en la Galería Tretyakov)-- es por lo que éstos aparentemente empezaron a obrar milagros por sí mismos. La pretensión de que una efigie esté de alguna manera animada (de anima o "aliento") atraviesa la barrera teológica que separa la veneración (adoración mediante una imagen) de la idolatría (adoración a una imagen), en la que una imagen se contempla como el "aposento o vehículo de dios y actúa cargado de influjo divino" ["Idolatry", 1960]. No obstante, los informes de figuras "llorosas", "sangrantes" y animadas de otras maneras, siguen sucediéndose. En un caso moderno, en Cerdeña, donde una pequeña estatua lloraba sangre, fueron analizadas muestras cuyo ADN resultó ser idéntico al de su propietario. Su abogado llegó a razonar: "Bueno, la Virgen María de algún sitio tenía que conseguir esa sangre" [Nickell, 1997]. En 1980 se dio el caso de otra imagen en Pavía, Italia, de la que emanaban "lágrimas saladas". Nadie puedo presenciar cómo se iniciaba ese "llanto", tan sólo el flujo en progreso, y su propietaria parece que había estado a solas con la figura (un pequeño bajorrelieve en yeso) cada vez que se producía el fenómeno. Pronto empezaron algunas personas a desconfiar y, espiando a través de una ventana y de un orificio disimulado desde una estancia adjunta, sorprendieron a esta mujer aplicando agua al bajorrelieve ¡con una pistola de agua! [Nickell, 1997]. También, en 1996 se cobró 2,50 dólares a cada peregrino que visitara en Toronto (Canadá) un icono de la Iglesia Ortodoxa Griega, que "lloraba" aceite. Mientras ocurría esto, se supo que el clérigo había custodiado en otra ocasión un icono "lloroso" en Nueva York y que incluso había sido apartado del sacerdocio por trabajar en
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culturales, no resulta sorprendente encontrarnos con que los iconos de la Iglesia Ortodoxa rusa, cuando se han puesto a actuar de modo milagroso, tiendan a la mirra como sustancia preferente. En la práctica esto es aplicable también a los iconos de monasterios ortodoxos rusos en los Estados Unidos. En 1985 hubo uno en Blanco, Texas, que se descubrió "llorando mirra" ["Shrine", s/f.]. De forma análoga, en 1991, un icono que actualmente reposa en un monasterio ortodoxo ruso en Resaca, Georgia, comenzó a "exudar mirra" ["All-Holy", s/f.] En 1998 en Moscú, un icono que representaba al último zar, Nicolás II, supuestamente producía mirra casi a diario después de que un parroquiano lo llevara a la iglesia el 7 de noviembre, fecha conmemorativa de la revolución rusa de 1917. Nicolás, junto a la zarina, sus hijos, sirvientes y médico personal, fueron asesinados la noche del 16 de junio de 1918 (Posteriormente sus restos fueron encontrados, identificados mediante el ADN y se les hizo un funeral en 1998) ["Church", 1999]. Cuando me enteré de este hecho estaba de camino hacia Moscú, resuelto a localizar y examinar de cerca el icono lacrimoso del zar Nicolás. Posteriormente, Valeri Kuvakin y yo emprendimos la ruta a través del excelente sistema de autobuses y metro de Moscú hasta uno de los distritos más antiguos de la ciudad, donde pronto nos topamos con la iglesia rematada en una cúpula bulbosa (denominada iglesia de Nikola de Pyzhakh). Allí, tras franquear la entrada pudimos observar la proliferación normal de iconos, desplegada sobre la iconostasis (una pantalla alta que separa el santuario de la nave) y por doquier. Al menos uno de ellos representaba una santa llorosa, lo que me trajo a la mente si quizá este tipo de representaciones era lo que impulsaba a los "actuales" iconos llorosos. Preguntando por la posibilidad de hacer fotos se nos dijo que estaban prohibidas, aunque, unos pocos rublos más tarde, obtuvimos permiso para hace una. Conseguimos también una estampa devocional representando el icono del zar Nicolás. Leyendo el texto en el reverso de la estampa, nos sorprendió saber que el icono milagroso se trataba de una fotocopia en color. El original fue pintado por un artista americano contratado para glorificar al "sufrido zar". En 1987 un monje lo trasladó a Rusia, donde se hicieron las fotocopias, y una de ellas se recibió en Moscú en 1998. Una vez ofrecidas las plegarias en honor al zar, el cuadro comenzó a emitir olor el 6 de septiembre, y a derramar lágrimas el 7 de noviembre. De hecho, la palabra rusa empleada para este fenómeno viene a ser "mirrificar", esto es, "emanar mirra". El cuadro viajó por Rusia,
En 1998 en Moscú, un icono que representaba al último zar, Nicolás II, supuestamente producía mirra casi a diario después de que un parroquiano lo llevara a la iglesia el 7 de noviembre, fecha conmemorativa de la revolución rusa de 1917. Desgraciadamente, cuando visitamos la iglesia ya no tenía lugar el lagrimeo.
Bielorrusia y Serbia, y a esta "imagen mirrificante del último zar" le fueron atribuidos más de una docena de "curaciones milagrosas". Desgraciadamente, cuando visitamos la iglesia ya no tenía lugar el lagrimeo, pero la gente llegaba cada pocos minutos al interior del santuario para visitar el icono, besando por lo general el cristal que lo protegía, rezando e incluso postrándose ante el mismo. Cuando conseguí acercarme a echar un vistazo, pude comprobar que realmente se trataba de un mero facsímil. Quise indagar acerca de las circunstancias en que se había dado la "mirrificación" previa, pero las preguntas de Valeri al personal eclesiástico encontraron aparentemente algunas reticencias. Por consiguiente, conseguimos averiguar poco más que lo obtenido por los recortes de prensa o por el texto al dorso de la estampa devocional. La reacción del personal eclesiástico hizo que en cambio yo recelara, pues en más de una ocasión me he encontrado con una actitud astuta, enmascarando un fraude piadoso. Las sospechas adicionales se desprendían del hecho de que, como habíamos podido comprobar, otros iconos "lloradores" se trataban de fraudes tanto probados como en grado de sospecha razonable; de que los iconos Ortodoxos rusos presentan una peculiaridad cultural del "milagro" ("mirrificación"), y de que, en el tiempo en que sucedía este fenómeno, tenía lugar una campaña a favor de la santidad del zar Nicolás II y su familia. El Patriarca de la Iglesia, Alexy II, se opuso a la canonización, aduciendo que la familia imperial no era merecedora de ello por su pobre liderazgo tanto en la iglesia como en el estado ["Church", 1999]. El "milagro" parecía un intento por contrarrestar esa mala imagen, falsificando una semblanza de aprobación divina.
LA PIEDRA PAGANA Otra cuestión persistente que arranca del pasado, es la de encontrar una nueva forma de devoción a cierta piedra mágica antigua, en torno a la cual se celebra-
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Los deseos que se cumplen se aceptan como prueba del poder de la piedra de Kolomenskoye, mientras que los que no lo hacen, se olvidan o se explican.
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ban ceremonias paganas ["Kolomenskoye", s/f.]. Tuve la oportunidad de visitar el lugar en compañía de una joven, Nadya Teresina (supervisora de la recepción del hotel donde me alojaba), quien hizo de traductora para mí. La piedra se encuentra en Kolomenskoye, una reserva-museo estatal situada al sur de Moscú. Se ubica junto a la orilla oeste del río Moskva. En otro tiempo fue un lugar para el retiro veraniego del zar Iván el Terrible (15301584). Una guía turística lo denomina "uno de los lugares más evocativos de Moscú" [Richardson, 1998, 239], por su variedad de lugares de interés. Cuenta con unos restos arqueológicos eslavos del siglo XI, además de otros tesoros como la cabaña rústica del zar Pedro el Grande (1672-1725). Los moscovitas acuden al Kolomenskoye a festivales, a tomar el sol en verano y a otras actividades. La piedra es de hecho una de los dos grandes peñas de arenisca dejadas por la glaciación continental, situada a corta distancia de Kolomenskoye, en una hondonada repleta de manantiales. En la antigüedad sirvió para ceremonias rituales de "tribus paganas", El conjunto lo constituyen las piedras bautizadas como "El ganso" y "La niña" ["Kolomenskoye", s/f.], ubicándose la última en la ladera de una colina. Fuimos ciertamente afortunados porque, cuando llegamos un domingo por la tarde siguiendo un mapa esbozado que nos proporcionó un compañero de trabajo de Nadya, Kirill Boliakiu, estaba teniendo lugar una ceremonia en esa piedra. La ceremonia no era pagana --se hacían referencias a la "familia cristiana--, pero se me antojó, digamos, paganesca. El lider del grupo, vestido con una ropa ceñida con un cordel, con pelo y barba crecida, poseía decididamente un aspecto de Nueva Era. Tras limpiar la piedra y "abrigarla", la cubrió parcialmente con una piel animal que previamente llevaba sobre sus hombros. Arrojó migas de pan sobre ella con el propósito de que, cuando los pájaros acarrearan la ofrenda, ese ritual hiciera supuestamente cumplirse los deseos de los asistentes. Los suplicantes alzaron sus manos hacia el cielo, en una antigua forma de rezo, mientras el líder hacía una invocación. Finalmente, se puso a tocar su cítara y se entonó una canción sobre la "Vieja Rusia". Pese a lo impactante que pueda resultar semejante ceremonia, no hay ninguna evidencia de que la piedra posea ningún poder mágico ni funcione de cualquier otro
modo que no sea actuar como un foco de atracción para que la gente exprese sus deseos. Las peticiones, incluyendo las referidas a la sanación de enfermedades, se otorgarán o no aparentemente según el capricho de las circunstancias y posiblemente por la acción de quien hace las invocaciones. Los deseos que se cumplen se aceptan como prueba del poder de la piedra, mientras que los que no lo hacen, se olvidan o se explican. Suprimida durante la era comunista, la religión está floreciendo nuevamente en Rusia como elemento del nuevo clima de cambio y tolerancia de la expresión individual. Cultos de grupos estrambóticos como el descrito sobre esa vieja piedra --con su mezcolanza de elementos paganos, vagamente ortodoxos y Nueva Era-- son una manifestación de esa tendencia.
PORTENTOS FANTASMAGÓRICOS Según algunas fuentes, Rusia es un lugar poseído, pero los sucesos fantasmagóricos aquí tienen los mismos tintes que los relatados en cualquier otro lugar. Por ejemplo, hay una fotografía del "fantasma de Moscú" ilustrando la sección de Rusia del Directorio Internacional de Lugares Poseídos [Hauck, 2000]. Sin embargo, la anómala silueta blanca al fondo de una foto turística nocturna parece tener relación con el fenómeno observado en otras fotos, donde objetos extraños frente a la lente han reflejado el flash creando varios fenómenos fantasmagóricos: tiras de "ectoplasma" (causadas por una cinta de amarre sujeta a la muñeca), "círculos" (debidos a gotas de agua, partículas de polvo, etc.), o, como en el caso del "fantasma de Moscú", aparentemente ¡una huella dactilar descuidada en la lente! Luego están las apariciones. Hauck [2000] relata que en el Kremlin "se ve" (empleando el tiempo en presente) el espectro de Iván el Terrible, mientras que otra fuente ["Ghosts", 1997] afirma que "aparecieron muchas veces" imágenes del temible zar (empleando el tiempo en pasado). Ambas fuentes coinciden en que la mayoría de las apariciones tuvieron lugar en 1894, antes de que Nicolás II se casara con Alexandra, cuando éste iba a acceder al trono tras la muerte de su padre. Supuestamente, el fantasma de Iván "blandía su pesado bastón mientras unas llamaradas siniestras bailaban junto a su rostro". El Kremlin está también pretendidamente poseído por el fantasma de Lenin (1870-1924), el revolucionario ruso. En 1961 su espíritu contactó supuestamente con una mé-
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dium para decirle que despreciaba compartir su mausoleo con el dictador Joseph Stalin (1879-1953) "que causó al Partido tanto daño". La médium, una heroína comunista devota de Lenin y prisionera de Stalin, reveló los supuestos deseos de Lenin en una misiva al congreso de su partido, y la noche siguiente el cuerpo de Stalin fue exhumado, llevándose a otro sepulcro. Asimismo, durante la lucha por el poder desatada en 1993, el fantasma de Lenin fue aparentemente visto paseando de forma ansiosa en su antiguo despacho y otros lugares del gobierno [Hauck, 2000; "Ghosts", 1997]. ¿Qué podemos hacer con semejantes historias? En primer lugar, las apariciones parecen ser las típicas reportadas en cualquier otro lugar y pueden aportarse las mismas explicaciones: por ejemplo, pueden deberse a una predisposición del subconsciente, aflorando como prolongación de los periodos de sueño u otros estados alterados de la consciencia, y pueden ser impulsados en parte por el poder de la sugestión, especialmente entre ciertas personas altamente imaginativas [Nickell, 2000]. Por otra parte, los presuntos encuentros muestran una obvia tendencia de los fantasmas rusos por actuar como fuente de presagios. En lugares distintos se percibe a los fantasmas de acuerdo a cada contexto cultural propio. Según R. C. Finucane, en sus Apariciones de muertos: Historia cultural de los fantasmas [1984], "cada época ha percibido a sus espectros de acuerdo a una serie concreta de expectativas y, según iban cambiando éstas, así lo hacían los espectros. Desde este punto de vista resulta claro que las almas en pena del purgatorio de los tiempos de Aquinas, la sombra de la doncella asesinada en la era de Carlos II y las silenciosas damas grises en tiempos de la reina Victoria, representan a entes no de otro mundo, sino de éste". Con igual propósito que los fantasmas de Shakespeare (recuerdo la forma en que los espectros del padre de Hamlet y Banquo se movían por venganza), los pertenecientes a las figuras históricas rusas tienden a funcionar como portentos en tiempos de angustia. Cuando visité el Kremlin y permanecí junto al mausoleo de Lenin en la Plaza Roja, no pude ver ningún fantasma, pero no se me escapó captar la impresión del pasado con problemas frecuentes de un gran país. Personajes como Ivan el Terrible y Lenin, magnificados por historia y leyendas, se proyectan de manera poderosa, al menos para mi propia mente poseída. é
Según algunas fuentes, Rusia es un lugar poseído, pero los sucesos fantasmagóricos aquí tienen los mismos tintes que los relatados en cualquier otro lugar.
La Iglesia en el test del icono de Moscú. 1999. AOL News (AP) 30 enero. Finucane, R.C. 1984. Appearances of the Dead: A Cultural History of Ghosts. Buffalo, N.Y.: Prometheus Books. "Ghosts". 1997. En www.sptimesrussia.com Haucj, Dennis William. 2000. The International Directory of Haunted Places. New York: Penguin, 129-131 Hendry, Luke. 1997. El Icono "Lloroso" resulta ser un fraude. The Toronto Star. 28 agosto. Hines, Terence. 1988. Pseudoscience and the Paranormal. Buffalo, N.Y.: Prometheus Books, 306-307. "Idolatry". 1960. Enciclopaedia Britannica. Kerrel, Bill y Kathy Goggin. 1974. Basic Pyramid Experimental Guide Book. Santa Monica, California: Pyramid Power-V, Inc. "Kolomenskoye: la reserva museo estatal". S/f. [actualizado a 2001]. Folleto. Krugliakov, Edward. 2001. Comunicación personal, 6 abril y 3-5 octubre. Laguado, Alice, 1998. La Iglesia ortodoxa santifica una momia. The Arizona Republic, 22 agosto. Nickell, Joe. 1997. Those tearful icons. Free Inquiry 17(2) (Spring): 5,7,61. Nickell, Joe. 1999. Miracles or deception? El patético caso de Audrey Santo. Skeptical Inquirer 23(5) (septiembre/octubre): 16-18. Nickell, Joe. 2000. Haunted inns. Skeptical Inquirer 24(5) (septiembre/octubre):17-21. Ostrander, Sheila, y Lynn Schroeder. 1970. Psychic Discoveries Behind the Iron Curtain. New York: Bantam Books. Randi, James. 1982. Flim-Flam! Psychics, ESP, Unicorns and Other Delusions. Buffalo, N.Y.: Prometheus Books, 206-207. Randi, James. 1995. An Encyclopaedia of Claims, Frauds and Hoaxes of the Occult and Supernatural. New York: St. Martin's Griffin. Richardson, Dan. 1998. Moscow: The Rough Guide. London: Rough Guides, Ltd. "Shrine of the Blessed Virgin Mary". S/f. Folleto del Monasterio de Christ of the Hill, Blanco, Texas.
Joe Nickell es Miembro Investigador Veterano del CSICOP y autor de numerosos libros de investigación. Trad. de Jesús M. Villaro, con permiso del autor, del original en inglés titulado Moscow Misteries, publicado en la revista Skeptical Inquirer, julio/agosto 2002, págs. 17 y ss.
REFERENCIAS "The All-Holy Theotokos". S/f. Folleto del monasterio Ortodoxo (ruso) de Glorious Ascension, Resaca, Georgia.
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