El pasado 7 de septiembre nos dejaba el socio Arturo Bosque Foz a la edad de 69 años a causa de una afección cerebral sufrida pocos días antes. Su cuerpo fue enterrado en su querida ciudad de Sabiñánigo, hasta donde llegó una corona de flores como muestra de condolencia de todos los socios de ARP-SAPC.
Arturo Bosque, ingeniero técnico jubilado, fue una persona muy querida y conocida en su Huesca natal por su implicación y dedicación. Basta ver la cantidad de entidades a las que daba un poco de su tiempo: la Agrupación Astronómica de Huesca, el Grupo Sirio de Sabiñánigo, la Asociación de Vecinos y Amigos de Biescas, la Fundación Escuela Pública, Cruz Roja, UGT, y por supuesto la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, a cuyas asambleas anuales era un asiduo asistente.
El Periódico de Aragón le dedicó un obituario en el que destacaba su labor al frente de la UGT en la transición, su pasión por las estrellas, y su última colaboración como voluntario del Museo de Artes Populares de Serrablo de Sabiñánigo. Por su parte, la FAPAR (Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón) redactó una carta en la que le recordaba como su primer presidente.
Precisamente su dedicación, en este caso en ARP-SAPC y su labor paciente de la confección y mantenimiento de la Red Escéptica Internacional le valieron la concesión del premio Lupa Escéptica, que le fue otorgado por el Consejo Asesor de esta entidad «como reconocimiento a su dilatada, constante y encomiable labor en pro de la difusión del pensamiento crítico». El boletín de El Escéptico Digital dedicó a su memoria el número del mes de octubre, hueco que también dejaremos en la próxima edición de EL ESCÉPTICO. Arturo Bosque rodeado de sus nietos, a los que siempre quiso transmitir su curiosidad e ilusión.