Paradoja escéptica
La escritora de ciencia ficción Connie Willis ya había dado muestras de tener un talante escéptico. En su novela Tránsito exploraba el tema de las experiencias cercanas a la muerte y, a pesar de tratarse de ficción, lo hacía con un rigor científico encomiable, desacreditando a los vendedores de misterios, explicando que los testigos pueden ser influenciables por los entrevistadores que quieren ver apariciones a toda costa, y no dejando el más mínimo resquicio a lo paranormal.
Pero en esta ocasión se supera. Creo que es el primer libro 70 de ficción que se puede calificar de escéptico. El protagonista es el editor de una revista El ojo cínico que se dedica a investigar y desenmascarar a videntes, sanadores y otra fauna pseudomística que pulula por Hollywood y alrededores. Cuando su ayudante le insiste en asistir a una sesión de Ariaura, una canalizadora que habla por boca de Isus, un sabio de siglos pasados, se muestra renuente. Los canalizadores son difíciles de desenmascarar porque ¿Quién sabe lo que dijo o pudo dejar de decir un sabio que vivió en Lemuria? Pero no es la sabiduría mística de segunda mano lo que resulta ser interesante: Ariaura canaliza -aparentemente sin control- a una de las grandes figuras del escepticismo: Henry Louis Mencken.
La autora retrata con mano firme y gran sentido del humor al público de estos videntes, y consigue escenas muy divertidas cuando el espíritu se dedica a ponerlas de vuelta y media. El protagonista investiga el caso con un rigor envidiable, pero no se libra de la paradoja central ¿Cómo puede el espíritu de un escéptico demostrar que no es cierto lo que realmente está haciendo?
No nos asustemos; en la ficción puede ocurrir cualquier cosa y con esto juega la autora. No quiero dar más detalles de la trama para no aguar la fiesta a futuros lectores, pero al acabar no pude dejar de pensar en qué es lo que pasaría si una legión de espíritus escépticos se dedicaran a copar los canales místicos y a criticar a los videntes. Sería un espectáculo digno de verse.
Visto el resultado, a uno le gustaría que hubiese más libros de este estilo. Imprescindible para cualquier biblioteca escéptica.
Connie Willis:
Libros del Atril, 2006. 96 páginas.
Título Original "Inside Job".
Traducció: Pedro Jorge Romero.