Este "mundo escéptico" está dedicado a la memoria de Martin Gardner, dadas las múltiples referencias que encontramos a su persona en todas las revistas de nuestro entorno ideológico.
Si nos atenemos a los datos más relevantes de su biografía, Martin Gardner (21/10/1914 - 22/05/2010) fue un escritor estadounidense especializado en la divulgación científica y en matemática recreativa, pero con intereses que abarcan desde la micromagia (magia a muy corta distancia y no más de 4 personas alrededor del mago), magia también en el escenario, la literatura (sobre todo los escritos de Lewis Carroll), la filosofía, el escepticismo científico y la religión.
Su fama comenzó gracias a su columna mensual "Juegos matemáticos", publicada en la revista de divulgación científica Scientific American ("Investigación y Ciencia" en su edición española) entre diciembre de 1956 y mayo de 1986. A lo largo de esos treinta años trató los temás más importantes y paradojas de las matemáticas modernas, como los algoritmos genéticos de John Holland o el juego de la vida de John Conway, con lo que se ganó un lugar en el mundo de la matemática gracias a la evidente calidad divulgativa de sus escritos. Cada mes incluía algún tipo de juego, acertijo o reto intelectual destinado a poner en vilo la curiosidad y la creatividad de los lectores, a exigirles atención, concentración y empeño, o a despertar el mayor asombro, siempre apelando a la nítida belleza de las matemáticas.
Gardner también escribió una columna en la revista Skeptical Inquirer, dedicada a la investigación científica de los fenómenos paranormales, con el objetivo de poner en evidencia los fraudes científicos a través de su sección "Notes of a Fringe-Watcher" de 1983 a 2002. Además de sus libros sobre pasatiempos matemáticos y divulgación científica, escribió sobre filosofía (Los porqués de un escriba filosófico) y una versión comentada del clásico de Lewis Carroll "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (Alicia anotada)", así como numerosas revisiones de libros de otros autores. Publicó más de 70 libros.
Philip Yam, en la página del Scientific American, escribe "Todavía tengo el bolígrafo falso que me dio como recuerdo, que muestro a todo el que se acerca a mi despacho. Me trae buenos recuerdos sobre sus trucos de magia, sus atinados comentarios sobre las creencias irracionales, sus experiencias con matemáticos como Paul Erdõs y la jauría de gatos salvajes que Martin alimentaba cuando se refugiaban cada tarde en la parte trasera de su casa. Descansa en paz, Martin".
Phil Plait, el bad astronomer, escribe en Discover "Nunca llegué a conocer a Martin, pero él influyó en mi vida de todos modos. No sé exactamente cuántos años tenía, pero creo que yo estaba en sexto grado cuando me encontré con una copia de uno de sus muchos libros llenos de enigmas y rompecabezas matemáticos. Siempre me han gustado los rompecabezas, pero los libros de Martin me enseñaron a pensar en cómo dar la vuelta a algunos problemas, cómo dar el paso necesario hacia un lado para ver la solución en un sitio donde no se suele buscar... y lo más importante, me entrenó en cómo encontrar el camino hacia esa solución."
Se encuentran muchas más referencias a su persona tanto en revistas como en la red por parte de prestigiosas personalidades del ámbito escéptico, como James Randi, Hendrick Frazier, Joe Nickell o Paul Kurtz (algunas de ellas traducidas e incluidas en esta misma revista).
"El tipo de dios en el que yo creo es tan completamente trascendental e integral que en realidad no es posible decir nada acerca de su naturaleza".
Martin Gardner era un gran escéptico, y un gran divulgador que logró desenmascarar a muchísimos farsantes y vendedores de misterios. Sin embargo, Martin era deísta. Creía en algún tipo de dios.
Durante una entrevista con Michael Shermer de la revista Skeptic, Martin Gardner explica sus creencias religiosas y la justificación de las mismas en el marco de su enérgico escepticismo. extraemos a continuación traducidos algunos de los párrafos y comentarios más interesantes:
- Skeptic: Inevitablemente el escepticismo lleva a la cuestión de dios. Tú te defines como fideísta.
- Gardner: Me llamo a mí mismo un teísta filosófico, o a veces un fideísta, alguien que cree en algo en base a razones emocionales más que razones intelectuales.
- Skeptic: Seguramente esto le parecerá a los lectores una especie de paradoja para un hombre que es tan escéptico acerca de tantas cosas.
- Gardner: La gente piensa que si no crees que Uri Geller puede doblar cucharas entonces debes ser un ateo. Pero yo creo que se trata de dos cosas diferentes. Me defino como teísta filosófico en la misma tradición de Kant, Charles Pierce, William James, y especialmente Miguel de Unamuno, uno de mis filósofos favoritos. Como fideista no pienso que haya ningún argumento que pruebe la existencia de dios o la inmortalidad del alma. Lo que es más, estoy de acuerdo con Unamuno en cuanto a que los ateos tienen mejores argumentos. Así que se trata de una creencia emocional quijotesca que en realidad esta en contra de la evidencia y de las probabilidades. El ensayo clásico en defensa del fideísmo es "La Voluntad de Creer" de William James. El argumento de James, en esencia, es que si tienes una fuerte razón emocional para sostener una creencia metafísica, mientras ésta no sea fuertemente contradicha por la ciencia o el razonamiento lógico, entonces tienes derecho a dar un salto de fe si esta creencia te proporciona suficiente satisfacción. Los ateos se enfurecen cuando uno toma esta posición por que ya no pueden discutir contigo, igual que si se tratara de determinar si te gusta la cerveza o no. Para mí se trata de un asunto enteramente emocional.
- Skeptic: ¿No podría alguien usar este mismo argumento a favor de supersticiones New Age? ¿No podrían citarte para defender sus creencias?
- Gardner: Podrían usar ese argumento, excepto que el New Age incluye toda una serie de creencias que pueden ser refutadas empíricamente. Como la reencarnación - la evidencia en su contra es devastadora. La mayoría de los seguidores del New Age aceptan las creencias de los parasicólogos. Creen en percepción extrasensorial, piroquinesis y canalizaciones. Tenemos evidencia muy fuerte en contra de estas creencias. Así que pienso que hay una gran diferencia entre la creencia en dios y la creencia en lo paranormal. (...) Si me preguntas detalles acerca de la naturaleza de dios tendría que contestarte "No lo sé". El tipo de dios en el que yo creo es tan completamente trascendental e integral que en realidad no es posible decir nada acerca de su naturaleza. Por ejemplo, preguntar si dios esta dentro o fuera del tiempo, no tengo idea de lo que esto significa o de cómo responder a esto. Puedo entender argumentos que dicen que dios esta dentro del tiempo, viniendo de teólogos de proceso; por otra parte puedo también entender argumentos que colocan a dios fuera del tiempo, en algún tipo de dimensión en la que el tiempo no tiene significado. Pero éstos son argumentos metafísicos y Camap diría que son preguntas sin sentido, y yo estaría de acuerdo con él.
- Skeptic: Tú rezas ¿verdad?
- Gardner: sí, lo hago.
- Skeptic: ¿Lo haces? ¿Todos los días?
- Gardner: No, no todos los días. Pero pienso que si crees que existe un creador con una mente de alguna manera análoga a la tuya, el impulso a rezar es bastante fuerte. Obviamente no pides que se altere el clima o que se ayude a tu equipo de fútbol a ganar. Pero pienso que si crees en dios en cualquier forma entonces tienes un impulso a la adoración en el sentido de ofrecer agradecimiento y solicitar perdón.
- Skeptic: ¿Y tu esposa?
- Gardner: Mi esposa es judía. Somos un matrimonio mixto. Ella proviene de un entorno judío y yo de uno metodista, pero ambos terminamos fuera de cualquier tradición eclesiástica. No voy a la iglesia y ella tampoco.
- Skeptic: ¿Y que pasa con la inmortalidad?
- Gardner: Pienso que si crees en un dios personal tienes derecho a tener esperanza en ella. Pero se trata más de una esperanza que de cualquier otra cosa. Definitivamente no existe evidencia de la vida después de la muerte, ni ningún argumento racional a favor de ella. De nuevo, los ateos tienen los mejores argumentos porque es obvio que nuestra mente depende de nuestro cerebro físico, y si nuestro cerebro es destruido entonces ¿cómo podríamos vivir de nuevo?
- Skeptic: ¿No podrías evitar tu creencia emocional en este caso?
- Gardner: No pienso que puedas creer en un dios personal sin creer en la posibilidad de la inmortalidad.
Descanse en paz Martin Gardner, que a estas alturas ya tiene la respuesta a esas dudas filosóficas que le mantenían en una batalla constante con su razón.
O no.