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primer contacto
Dawkins critica la posición de Carlos de Inglaterra sobre la ciencia
"No dé usted la espalda a la ciencia". Éste es el título, conciso y demoledor, de la carta que Richard Dawkins dirigió al heredero de la Corona británica el 21 de mayo, cuando respondíó en el periódico británico The Observer a las opiniones vertidas por Carlos de Inglaterra sobre el papel que la ciencia desempeña en el actual modo de vida. El príncipe había mostrado sin ambages, durante una conferencia, su preferencia por ciertas filosofías alternativas que priman la intuición entendida ésta como la instintiva sabiduría del corazón sobre los sistemas científicos, al tiempo que había criticado la manipulación genética de los alimentos como un ejemplo más de los perniciosos efectos de la mano del hombre al intentar cambiar su entorno, manifestando su deseo de un retorno a la agricultura tradicional y a la primacía de los sistemas naturales de evolución. El biólogo de la Universidad de Oxford expresaba en la misiva su respeto y simpatía por la sinceridad y las preocupaciones del príncipe, pero indicaba también que sus opiniones dejan entrever ciertos errores de concepto sobre la labor de la ciencia. Dawkins cuestionaba profundamente esa preferencia de Carlos de Inglaterra por la intuición, haciendo referencia a los ejemplos de Sadam Hussein y Adolf Hitler, cuyos instintos les llevaron a desencadenar sangrientos conflictos que
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Sagan la lectura de cuyo libro El mundo y sus demonios recomendaba al príncipe, que la ciencia es una llama en la oscuridad.
LUIS JAVIER CAPOTE PÉREZ
Lo paranormal, en la sociedad australiana
"Mal de muchos, consuelo de tontos", reza el siempre sabio refranero español. Y aunque sepamos que esta frase es una verdad como un templo, a veces nos es útil para sobrevivir. Eso es precisamente lo que me ha ocurrido recientemente al otro lado del mundo, mientras disfrutaba de una estancia de dos meses por cuestiones de investigación en Australia, concretamente en Cairns (Queensland). Durante ese tiempo, intenté captar cuál es la incidencia de las pseudociencias en dicho país. Y lo que descubrí es que la presencia de lo paranormal, lo esotérico y lo pseudocientífico no es, ni mucho menos, menor que en el nuestro. ¿Un motivo para alegrarnos? Al menos, para saber que no somos los únicos... Lo primero que llama la atención es la presencia de grandes establecimientos New Age , similares a clínicas de verdad, ofreciendo sus maravillas en aromaterapia y similares mediante grandes letreros. Por la calle, en tiendas e incluso en la universidad, proliferan carteles anunciadores de todo tipo de diagnósticos y terapias nuevaeristas . La influencia asiática, incrementada en los últimos tiempos por la llegada masiva de inmigrantes chinos, tailandeses, malasios... se deja sentir en la cantidad ingente de anuncios en la prensa local: cursos de
Carlos de Inglaterra.
acabaron perdiendo. Pero, además, planteaba la falsedad de la dicotomía entre agricultura tradicional más cercana a la naturaleza y agricultura moderna la propia de la manipulación genética, en tanto que esta actividad, como creación del hombre, es ajena por completo a la naturaleza. El biólogo señalaba al príncipe que, desde su aparición hace ya 10.000 años, la agricultura ha sido una forma de modificar el entorno, de cambiar las características de las especies existentes para acomodarlas a las necesidades de los seres humanos. La manipulación genética, recordaba el científico, siempre ha existido y el deseo real de acercarse más al modelo evolutivo de la naturaleza es un planteamiento darwinista a favor de una alternativa que no resulta tan perfecta como pudiera creerse. Dawkins concluía su carta abierta expresando su tristeza por el hecho de que Carlos de Inglaterra haya dado efectivamente la espalda al pensamiento científico y recordándole, citando al llorado Carl
el escéptico
(Verano 2000)