Recomendamos la lectura de este artículo en formato pdf, respetando su maquetado original.
Para ello pinche en la imagen de la primera página que aparece arriba.
Para facilitar su difusión, proporcionamos también la versión del artículo en html y texto, pero tenemos que advertirle que su extracción ha sido realizada por herramientas automáticas y puede que no conserve completamente la composición original.
Texto plano (desmaquetado) del artículo : Mostrar el texto plano (segunda vez esconde)
primer contacto
meditación trascendental, de feng-shui, de todo tipo de tendencias budistas, etcétera. Pero quizá lo más llamativo sea la presencia de telepredicadores a la norteamericana. Recuerdo el impacto una noche al llegar de tomar unas cervezas con mis colegas y encender la tele. Dos cadenas emitían programas con sus correspondientes predicadores evangelistas, la mayoría estadounidenses. Pero lo gracioso es que se sucedían unos a otros. Así, comenzó un tal Benny Himn, de pelo blanco hiperpeinado con mechones negros, chaqueta y corbata, y que parecía sacado de una peli de mafiosos. Como ejemplo de las muchas maravillas de su discurso y para ilustrar mi indignación, sirva lo siguiente: entre citas biblícas, autobombo y publicidad de su libro, intercalaba visiones proféticas y pequeños milagros. Por ejemplo, en un momento dijo que veía a un hombre de mediana edad que sufría y lloraba el programa era en diferido. Que no se preocupara. Que Jesús iría a visitarle justo a las 2 horas de la madrugada y que simplemente le dijera "estoy aquí" y todo sus problemas desaparecerían. Por cierto, su libro, El me tocó , costaba...150 dolares americanos. Es decir, ¡más de 20.000 pesetas! A continuación, le siguió Randy Morrison, de raza negra, calvo y con gafas. Ante una audiencia multitudinaria, lanzaba continuos aleluyas y palabras para que la gente repitiera. Lo más parecido a la parodia del predicador habitual en el programa humorístico Gomaespuma. Acompañado de una orquesta, era todo un showman : cantaba, se contorsionaba, hacía teatro, chistes... de pena. De su discurso, destacaría la apología de la desigualdad social que realizó en un momento dado: "Al igual que hay altos y bajos, no todos somos iguales. Existen diferentes niveles y esto hay que aceptarlo porque Dios lo quiere". En fin, sin comentarios. Nunca pensé que, al menos por un momento, pudiera alegrarme de vivir en un país de mayoría religiosa católica donde no tenemos que soportar a estos tipos en los medios de comunicación sí a otros, claro. Aunque quizá no falte mucho. Para finalizar, me gustaría comentar algo sobre la presencia social del escepticismo en Australia. En varias ocasiones intenté indagar sobre ello. Y mi sorpresa fue positiva. Estando en una cena de cumpleaños con profesores de la universidad y otros profesionales, surgió el tema de las pseudociencias. Me sorprendió que muchas de las personas allí presentes dieran argumentos escépticos nada triviales. Cuando pregunté si conocían el escepticismo organizado, todos, absolutamente todos, me respondieron que por supuesto, que conocían las organizaciones escépticas de su país y que eran, en general, bastante populares, algo que todavía no es el pan nuestro de cada día en España. Sirva esto último para que reflexionemos sobre lo que todos tenemos claro, pero que nunca está de más recordar: la importancia de la presencia social de ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Tener una asociación, una revista, canales para comunicarnos entre nosotros, organizar congresos... son sin duda cosas importantes, pero, si no se nos oye en la sociedad, ¿todo esto para qué?
CARLOS J. ÁLVAREZ
Umberto Eco apoya a los escépticos italianos
El semiólogo y escritor Umberto Eco, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, ha manifestado al CICAP, la organización escéptica italiana, su apoyo expreso a través de una breve, pero entusiasta, carta que puede leerse en la web. Eco lamenta en la misiva no haber podido asistir, por problemas de agenda, al último congreso nacional del CICAP, ya que la actividad de dicha asociación es, en su opinión, un "acto civil y moral necesario".
Umberto Eco.
El autor de El nombre de la rosa considera que la del CICAP es, "por desgracia", una "batalla perdida", pero, al mismo tiempo, afirma que no hay que abandonar la lucha, aunque "no se pueda convencer al crédulo" de su error. A su juicio, se puede "mantener el problema dentro de unos límites" si se dirige el esfuerzo escéptico a que "los periódicos, los semanarios y la RAI
(Verano 2000)
el escéptico
7
primer contacto
no incrementen la credulidad y no favorezcan a los que yo llamo mercaderes de lo absoluto". Eco reconoce que cree que "es muy difícil derrotar a la credulidad, porque es una válvula de seguridad para la mente humana. La gente necesita creer en algo, y yo siempre recuerdo aquella frase de Chesterton: `Cuando la gente ya no cree en Dios, no es que no crea en nada, es que cree en todo'. Ésta me parece una buena definición de lo que es la Nueva Era", indica.
L.A.G.
no especificó las razones de su renuncia "No pienso quedarme", se limitó a decir, pero el consenso fue total en la lectura del hecho que hicieron sus colegas: Thomas no quiere estar al servicio de los intereses de la secta Moon.
JAVIER MARÍ
El reverendo Moon y su esposa.
La secta Moon adquiere la agencia de noticias UPI
La secta Moon, conocida popularmente por sus ceremonias nupciales multitudinarias, adquirió en mayo la agencia de noticias United Press International (UPI) por una cantidad que no ha trascendido. El colectivo, fundado en 1954 por el ingeniero norcoreano Sun Myung Moon, realizó la operación a través de su empresa News World Communications, propietaria de las cabeceras del ultraconservador The Washington Times y el sensaNoticias del cionalista Mundo , entre otras publicaciones. UPI, que llegó a contar en su mejor época con más de 1.500 reporteros, 200 corresponsalías y ganó 10 Pulitzer, se encontraba en manos de empresarios saudíes y su plantilla se había reducido a apenas un centenar de periodistas repartidos entre Washington y Nueva York, principalmente.
8
La Iglesia de la Unificación nombre oficial de la secta posee en Estados Unidos hoteles, periódicos, academias de baile y artes marciales, emisoras de televisión, y fábricas de armas, y se ha hecho con la otrora influyente agencia de noticias con la intención, según los portavoces de Moon, de transformarla en un medio especializado en noticias de Internet. Este colectivo pseudorreligioso, de marcado carácter ultraconservador y considerado cómo una de las sectas más peligrosas, tiene como objetivo arrebatar todo el dinero que, según ellos, "está en manos de Satán" y "devolverlo a las manos de Dios". El reverendo Moon, destinatario de todos esos bienes, es, según sus adeptos, "el Mesías encargado" de propiciar "la instauración en la Tierra del reino celestial", que llegará "tras una Tercera Guerra Mundial". El golpe a la libertad de prensa dentro de UPI que supone su inclusión en el entramado mediático moonie lo dejó claro Helen Thomas, decana de los periodistas destinados en la Casa Blanca, cuando decidió abandonar la agencia nada más hacerse publica la noticia de quién iba a ser su nuevo patrón. La veterana informadora, de 79 años y auténtica figura de referencia en el periodismo político,
Más firmantes del `Manifiesto Humanista 2000'
El Manifiesto Humanista 2000, publicado en el número 7 de EL ESCÉPTICO, ha sido suscrito desde entonces por: Julián Arroyo Pomeda (catedrático de Filosofía de instituto y secretario de redacción de Paideia , Madrid); Lourdes Gordillo Alvarez-Valdés (profesora titular de Filosofía de la Universidad de Murcia); Francisco Maeso Fernández (profesor de la Facultad de Economía en la Universidad de Murcia); Tulio G. Mejías A. (ingeniero de sistemas, Valencia, Venezuela); Manuel L. Royo-Villanova y Pérez (catedrático de Medicina. Hospital Morales Meseguer, Murcia, España); Agustín Sánchez Lavega (profesor de la ETS de Ingenieros Industriales y Telecomunicación de la Universidad del País Vasco, Bilbao); Fernando Savater (catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid) y José Antonio Vera González, (funcionario, Universidad de Murcia). Estos apoyos se suman a los ya recogidos en su momento en esta revista, entre los que, por error, fue incluido el de David Alvargonzález, quien no ha subscrito el Manifiesto Humanista 2000.
el escéptico
(Verano 2000)