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EDITORIAL
CUMPLEAÑOS FELIZ...
El 30 de abril y el 1 de mayo del año 1976, hace ya veinticinco años, tenía lugar un ciclo de conferencias en el campus de Amherst de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo (EE.UU.), organizado por la American Humanist Association, bajo el título The New Irrationalisms: Antiscience and Pseudoscience, fruto de la cual se creaba en los EEUU (con una enorme vocación internacionalista) el CSICOP (The Committee For The Scientific Investigation Of Claims Of The Paranormal), que ya entonces dirigía su actual gerente, Paul Kurtz, profesor de filosofía de la universidad estadounidense donde tuvo lugar esta primera reunión, en la que también estuvieron presentes muchos de los autores que después han colaborado con esta entidad de forma asidua como James Randi, Philip J. Klass, Kendrick Frazier, etc. El encuentro nacía como consecuencia de (al tiempo que se apoyaba en) las Objeciones a la astrología que se habían publicado en la revista The Humanist, en septiembre/octubre del año 1975, con la firma de 186 científicos de renombre, entre los que se encontraban 18 premios Nobel. La controversia que dicha declaración pública había suscitado, y la presencia masiva de lo paranormal en los medios de comunicación, sin una réplica racional organizada, movió a mucha gente procedente de diversos campos del saber y a meros aficionados a la correcta divulgación, a unirse con el ánimo de tratar de investigar de forma crítica las afirmaciones que desde el ámbito de los amantes de lo paranormal se hacían a diario en la televisión, radio y prensa del momento (tal como ahora), así como a poner al descubierto los fraudes que bajo dicha bandera se perpetraban. Ya en el siguiente otoño de ese mismo año salía el primer número de la revista The Zetetic, primer nombre de la publicación de dicha entidad, que posteriormente pasó a denominarse Skeptical Inquirer en abril del año 1978 (vol. 2 núm. 2, primavera/verano), la cual ha sido un referente a nivel mundial a la hora de reunir materiales críticos documentados de calidad sobre pseudociencias y/o ciencia patológica. En este vigesimoquinto aniversario del nacimiento de esta conocida asociación escéptica estadounidense y de su publicación más conocida, no podemos menos que, desde el escéptico, felicitar a sus impulsores y a todos los que a lo largo de este tiempo han colaborado con la misma, por los importantes logros obtenidos en la divulgación del pensamiento crítico.
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Volviendo la mirada ahora hacia ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, se han producido en ella una serie de importantes cambios en su estructura, todos los cuales se hicieron públicos o tuvieron lugar con motivo de la asamblea anual que se celebró el pasado 24 de marzo en Pamplona. Así, la presidencia ha sido asumida por Félix Ares, como ya hiciera en los primeros tiempos de vida de nuestra entidad, fundada en 1985. Javier Armentia, que ocupaba dicho cargo desde hacía varios años, había pedido el relevo dado que sus actuales ocupaciones le impedían el cumplir con sus responsabilidades con la entidad tal como a él le gustaba ejercerlas. También cambiaba de manos en dicha reunión de socios el cargo de director ejecutivo, pasando de mano de Javier Marí, que no se presentó a la reelección, a las de Pedro Luis Gómez Barrondo. Lo mismo puede decirse del anterior equipo de dirección de esta revista, formado por Luis Alfonso Gámez y Carlos Tellería (como codirectores), con José Mª Bello como subdirector. Este cambio, ya anunciado con anterioridad a la asamblea, motivó la elección de un nuevo grupo de responsables que se estrena con esta publicación que el lector tiene en sus manos. El cambio no ha sido drástico ni en los órganos de dirección de ARP-SAPC ni en la revista, como se puede advertir con facilidad, dado que la mayor parte de los miembros de la junta anterior y del consejo de redacción siguen colaborando, pero sí que sigue la línea iniciada hace muchos años de tratar de implicar cada vez más a nuevos colaboradores en el cumplimiento de los fines de nuestra entidad. Como siempre, invitamos a sumar su esfuerzo a todos nuestros asociados y suscriptores que quieran contribuir a esta labor, a través de cualquiera de los diversos sistemas de los que en este momento dispone nuestra entidad para hacer oír su voz, y que van desde los diferentes grupos de apoyo (como el de educadores), hasta los medios basados en Internet, como nuestra página web (tanto la de la sociedad como la de la revista), como del boletín por correo electrónico el escéptico digit@l, con cerca ya de mil suscriptores, o esta misma publicación (con más de 500 suscriptores en la actualidad, si contamos a los socios de nuestra entidad). En estos momentos, en los que sólo cabe agradecer el compromiso y esfuerzo de todos los compañeros que ahora han dejado de estar en alguno de los cargos de nuestra entidad, es cuando de nuevo hace falta seguir llamando a continuar con el trabajo conjunto. Para convencerse de lo mucho que queda por hacer, sólo basta hacer una breve lectura de cualquiera de las cosas sin sentido que se siguen haciendo públicas a través de los diferentes medios de comunicación, ya sean públicos o privados, o desde, incluso, los ámbitos que más respeto deberían tener por la divulgación correcta de la ciencia, como puedan ser, en ocasiones, las mismas universidades. é
el escéptico
otoño - invierno 2000