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Jose Mª Iñigo presenta a Uri Geller en el programa Directísimo de TVE.
Claro, pero eso es trampa, no es una cuchara de verdad. No se preocupe, de momento, el programa informático, desarrollado por el Korea Research Institute, la dobla en una pantalla de computador. Sin embargo, no hay ningún problema en poner una cuchara real en las manos de un robot y que éste, al verle a usted relajado, doble la cuchara. Como usted sea una persona tranquila ¡vaya gasto en cucharas! BIBLIOGRAFÍA Perera, Ramos (1975). Uri Geller al descubierto. Sedmay Ediciones. Randi, James (1982). The truth about Uri Geller. Prometheus. (la edición revisada es de 1982). (F.A.de B.) Félix Ares de Blas, doblacucharas aficionado y autor de esta nota, ha doblado cucharas por supuesto, diciendo que era un truco: el mismo que emplea Uri en varios programas de ETB, en Teledonosti y en Loacalia Guipúzcoa. También ha arreglado relojes estropeados por radio, colapsando la centralita de Radio San Sebastián, etc. PARA MÁS INFORMACIÓN sobre el Korea Research Institute en http://ard.etri.re.kr/eng/main.htm y http://www.time.com/time/interactive/technology/brai n_np.html.
ARCHIVO
pública TVE1 que vuelve a traer a Uri Geller 26 años después, tras haberse publicado cómo se hacen sus trucos? ¿Qué pensar de un presentador José María Iñigo que tras 26 años vuelve a traer al mismo mago y vuelve a decir que no hay truco, después de haber leído el libro de Ramos Perera? Les recuerdo que en ese libro se ven las fotos con el truco al descubierto tal como se emitió en el programa de Iñigo. ¿Qué Iñigo no ha leído el libro? Lo dudo. Yo mismo le envié una copia y me conocía perfectamente pues había estado en sus programas. ¿Qué pensar de los responsables de los medios de comunicación públicos subrayo públicos a los que sólo preocupa la audiencia y hacen caso omiso de la calidad de los programas que emiten? ¿Qué pensar de un parlamento que tolera una televisión pública con programas de este estilo y sigue financiándola con nuestro dinero? ¿Cómo justifican dicho dinero? ¿Si hacen los mismos programas basura que el resto de televisiones, el tener doble financiación pública y privada, no es competencia desleal? ¿Qué dicen nuestros gobernantes?... Mis reflexiones siguen y siguen pero no quiero aburrirles. Además no quiero ser fraudulento, el título era "Doblar cucharas con la mente" y todavía no les he enseñado a hacerlo. Para doblar cucharas con la mente usted necesita el intermedio de un ordenador. La máquina lee su electroencefalograma y aprende cómo diferenciar las señales que usted produce cuando está activo y cuando se encuentra en reposo. La máquina le pide que se relaje y cuando usted lo logra, una cuchara virtual, representada en el monitor del computador, se dobla. Sí, así, tal cual, usted dobla la cuchara con el poder de su mente cuando ésta está relajada. La relajación, tal como dicen los parapsicólogos, ya ven ustedes que resulta fundamental.
¿QUIERE USTED SER MILLONARIO?
Para conseguirlo no necesita ir a ningún concurso. Sólo tiene que demostrar eso que predica allá donde va: sus poderes paranormales. Si es capaz de encontrar agua en el desierto, de comunicarse con otras personas, de adivinar el pasado de los demás, o "simplemente" mover un autocar con el poder de su mente, el laboratorio Zetetics está dispuesto a premiarle con 200.000 euros (33.277.200 pesetitas). Claro, que antes deberá demostrarlo, porque los señores H. Broch, G. Majax, y J. Theodor, responsables del premio, no están dispuesto a dárselo a cualquiera.
primavera- verano 2001
el escéptico
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PRIMER CONTACTO
La historia del "desafío Zetetics" se remonta a 1982 cuando el doctor Henri Broch ofreció un premio de 10.000 dólares a la primera persona que demostrase tener un poder paranormal. Posteriormente, en 1987, se unieron al reto el también doctor J. Theodor y el prestidigitador Gérard Majax. Con la adhesión también se incrementó la cuantía del premio hasta llegar a los 500.000 francos franceses. Esta cantidad se duplicó en 1992 para conmemorar la candidatura nº 100 al desafío. Finalmente, aprovechando la cercana unión monetaria, los organizadores han "redondeado" la cifra hasta los 200.000 euros. Con tal recompensa, aquella persona que afirme tener poderes paranormales no tiene excusa alguna para no presentarse. Para convencer al profesor Broch y a sus colaboradores hay que pasar una prueba en las condiciones mínimas para demostrar que no hay fraude ni error posible. Todo empieza con lo que se denomina un "protocolo", que es un acuerdo entre ambas partes sobre qué poder se pretende demostrar y cómo se va a comprobar. Este primer paso ya es una criba importante de candidatos, pues muchos de ellos ni siquiera saben describir cuál es su supuesto don. Una vez concretados todos los detalles, se acuerda una fecha para realizar el experimento, preferiblemente en el laboratorio Zetetics de la Universidad de Niza, (Francia). Si quedara demostrada la presunta facultad, el dinero se entregaría de forma inmediata; en caso contrario el participante tiene derecho a permanecer en el anonimato, aunque los resultados sí han de exponerse en público. Philippe Boit es uno de los participantes más testarudos del desafío. Tras llegar a un acuerdo con el laboratorio, decidió probar su capacidad para encontrar agua. El experimento consistía en proporcionar al zahorí cajas de cartón opacas que contenían en su interior un vaso. Este vaso podía estar lleno de agua o vacío (el líquido elemento procedía indistintamente del grifo o de una envasadora). Para demostrar sus poderes adivinatorios, Boit debía acertar en qué cajas estaban los vasos vacíos y en cuáles estaban los vasos llenos con un porcentaje mayor al que se obtiene pronosticando al azar. Como era de esperar fracasó. Pero eso no le amilanó lo más mínimo, y poco tiempo después ha firmado un protocolo para demostrar que es capaz de cambiar el sabor del vino. Para justificarlo, deberá probar que es capaz de cambiar el pH del mismo a través de la "magnetización". Como Boit, otros zahoríes han caído derrotados en el intento. Pero la lista de portentos paranormales no queda ahí: R. Gefflot fracasó en el afán de mover un lingote de oro situado en Bruselas (Bélgica) desde una localidad de Gran Bretaña mediante "telekinesia". L. Fiore no fue capaz de comunicarse con su familia a través de su péndulo y una fotografía. Y la señora K. Fitos,
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que con la ayuda de "extraterrestres" adivinaba el color de cualquier carta, no fue capaz de acertar más que cualquier otro terrícola. Como bien dicen los organizadores ni siquiera ha aparecido una mínima muestra de estos supuestos poderes que hagan pensar que existan. ¿Qué impulsa, entonces, a estas personas a presentarse? Aparte del suculento premio o la fama, parecen estar tan convencidos de sus cualidades; de hecho llevan mucho tiempo "demostrándolas", con cantidad de testimonios que lo arropan. Sin duda todo un castillo de naipes que se desmorona en el momento en que se hace una simple prueba. Porque Broch y sus colaboradores procuran diseñar experimentos sencillos y claros. Si un psíquico posee el arte de la adivinación, debería ser capaz de acertar el color de una simple carta, y si un zahorí es capaz de hallar agua en el desierto, no existiría ninguna traba para que la encontrara dentro de una caja de cartón. Visto los demoledores resultados, a la cita "afirmaciones extraordinarias requieren demostraciones extraordinarias" se le podría añadir la coletilla: "con experimentos simples". Así que ya sabe: si no tiene duda alguna sobre sus poderes paranormales, adelante, no tiene nada que perder. Si aún requiere de alguna pruebecilla, cerciórese de que no hay ningún detalle que haya pasado por alto. El desafío Zetetics ha arrojado la pelota a su tejado. Y recuerde: ¡el cheque con los 200.000 euros aún no se ha entregado! (J.J.F.P.)
¿ES BENÍTEZ UN EXTRATERRESTRE CAMUFLADO?
Ya es hora de que los científicos dejen de perder el tiempo buscando rastros de vida alienígena en meteoritos, enviando sondas exploradoras a otros mundos o intentando captar emisiones de radio inteligentes procedentes de lejanos sistemas estelares. Mejor que escuchen a los que `saben', como el ufólogo Juan José Benítez (Pamplona, 1946), quien ha anunciado que "más de 3.000 tipos distintos de seres extraterrestres" visitan la Tierra a bordo de platillos y que "la mayoría alrededor del 80% tiene forma o aspecto humano". Ahí es nada. Lo dijo en la presentación de su última obra, Mis ovnis favoritos (Planeta, 2001), un producto cuidadamente editado en el que Benítez demuestra una vez más que la vena ufológica se ha secado. Porque el volumen no es más que una recopilación de fotos y de breves y absurdas respuestas del autor a un centenar de preguntas de niños.
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