ARP
La Alternativa Racional.
Boletín No.
22.
LA ALTERNATIVA RACIONAL
Órgano informativo de la asociación Alternativa
Racional las Pseudociencias
(ARP)
Depósito Legal: BI.II-1986.
Editores:
Félix Ares de Blas
Jesús Martínez Villaro
Composición
Jesús Martínez Villaro
Imprenta KOPIAK
C/Máximo Aguirre, 23
48010 BILBAO
Precio de suscripción:
España y Portugal; 2000 Pta.
Resto del mundo: US$ 32.00
Dirección postal:
Apartado de Correos Nº 6.112
48080 Bilbao
Nº Registro Estatal: 71.144
Presidente:
Félix Ares de Blas
Vicepresidentes:
Alvaro Fernández Fernández
Alberto Hidalgo Tuñón
Secretario
Luis Miguel Ortega Gil
Vicesecretario:
Jesús Martínez Villaro
Tesorero:
Gabriel Naranjo Fernández
Vocales:
Félix Rodrigo Mora
Víctor Sanz Larrinaga
Portada:
The Skeptical Inquirer
Dibujos
Aitor Fernández de Quincoces
Antonio Vizcarra
Félix Ares
La Alternativa Racional mantiene intercambio de contenidos
con otras
publicaciones escépticas de asociaciones reconocidas
por cl CSICOP. Fuera del
margen arriba indicado queda prohibida la reproducción
total o parcial de
contenidos sin la previa autorización expresa de
los editores o de los autores.
La Alternativa Racional no se identifica necesariamente
con las opiniones de los
artículos firmados, que pertenecen a la exclusiva
responsabilidad de los
autores.
Socios de Honor
Gustavo Bueno
Mario Bunge
Paul Kurtz
Número 22 / Año VI
Septiembre de 1991
-Editorial.................................. 2
-La historia de la aeronave, 1896-97........ 4
-Un estudio controlado sobre las técnicas
de relajación............................... 13
-Guía de campo del pensamiento crítico......
16
-¿Francia poseída por el ocultismo?.........
23
-Relativismo en la ciencia.................. 25
-Poniendo orden en el caos de la investigación
sobre la supervivencia...................... 29
-Las codornices japonesas, campeonas de telepatía,
desilusionan a los astronautas soviéticos... 35
-Parapsicología 0, ciencia 10............... 36
-Libros..................................... 37
-Desde el sillón escéptico, recomendamos....
41
p- 2
EDITORIAL
TRADUCTOR DE GRIEGO CLÁSICO. Hace varios meses que
la revista italiana Rivista
di storia e letteratura religiosa publicó un trabajo
de Pier Angelo Gramaglia
titulado "La sindoni di Torino Alcuni problemi storici".
Nos pareció un buen
artículo que merecía la pena ser publicado
en LAR. Para conseguirlo pedimos
permiso a la editorial e iniciamos los trámites de
traducción. Ambas cosas ya
están hechas; es decir, tenemos el permiso para su
publicación y tenemos la
traducción del italiano. Pero hay un pequeño
problema, la citada revista va
dirigida a un público que domina el latín
y el griego clásicos, por lo que las
citas en dichos idiomas no las traducen. Para un publico
más lego en la materia,
como somos la mayoría de nosotros, el artículo
cobraría más fuerza si pudiéramos
dar la versión castellana de dichos textos, He aquí
mi petición, si alguno de
los amigos de LAR pudiera traducimos los párrafos
en griego y latín clásico -
sobre todo del griego- le quedaríamos muy agradecidos.
Por favor, los que podáis
ayudarnos hacédnoslo saber. Un abrazo y muchas gracias.
DE INQUISIDORES Y OTRAS YERBAS. Como ya sabéis,
es habitual que nos llamen
inquisidores; sin ir más lejos, en el último
número de la revista de la Sociedad
Española de Parapsicología -a la que por muchos
motivos respeto profundamente-,
nos consideran al CSICOP y a ARP como unos Torquemadas cualesquiera.
Hace años
el tema me molestaba y trataba de defenderme, y decía
cosas como que cuando hay
libertad, la hay incluso para no estar de acuerdo con las
creencias de otros- Y
"no estar de acuerdo" no significa que seamos
"malos" o inquisidores. Por
ejemplo, las asociaciones de consumidores están en
contra de que el etiquetado
sea engañoso. Si la lata de sardinas tiene aceite
de soja, están en contra de
que la etiqueta diga aceite de oliva. Esto parece normal,
y nadie llama
inquisidores a las asociaciones de consumidores. Pero en
cuanto tocamos el tema
"paraciencias" la cosa cambia, o estás
a su lado -es decir te lo crees todo- o
eres un inquisidor. Pero no voy a defenderme, ni voy a defender
al CSICOP.
Simplemente voy a informaros. Preocupado por este tema tuve
un intercambio de
pareceres con Barry Karr, que como sabéis es el director
del CSICOP. Si, el
director del CSICOP es Barry Karr, no James Randi como decía
la revista de la
Asociación Española de Parapsicología.
El problema es que cuando nos piden la
opinión oficial de ARP o del CSICOP sobre los temas
paranormales ¿qué podemos
decir? Tanto una asociación como la otra tienen unos
posicionamientos muy claros
en la última página de sus respectivas publicaciones,
pero parecen muy largos, y
parece que nadie se los ha leído. Pues bien, he aquí
e1 boceto de
POSICIONAMIENTO OFICIAL -breve, para que se lo pueda leer
todo el mundo- al que
hemos llegado:
ARP no rechaza "a priori" ninguna reivindicación
responsable sobre fenómenos
paranormales, y piensa que muchos de ellos necesitan de
un examen paciente para
saber si está ocurriendo algo genuinamente extraordinario.
Podría ocurrir que algún día algunos
de los pretendidos fenómenos fueran
verificados mediante observaciones meticulosas y trabajos
experimentales en
laboratorio. Hasta que esto ocurra, debemos continuar siendo
"escépticos". El
escepticismo es la sangre que da vida a la empresa científica.
Espero vuestras críticas y sugerencias. Se las haré
llegar a Barry.
p- 3
ARP televisivo. Como muy bien sabéis los miembros
de ARP son requeridos de vez
en cuando por los medios de comunicación para que
den sus puntos de vista.
Habitualmente en LAR hacemos referencia sólo a una
minoría de ellos. En esta
ocasión quiero señalar que ha habido bastantes
intervenciones en televisión. Por
ejemplo, Javier Armentia participó en el programa
de Julia Otero hablando de
ovnis; Miguel Angel Lerma estuvo en La Clave de Balbín
en Antena 3; Andrés
Sanjuán, Javier Armentia y Félix Ares han
pasado por la televisión gallega en el
programa Tras o silencio; Gustavo Bueno participó
como testigo en el programa
Tribunal Popular sobre profecías, en el que también
hubo contribuciones de
Javier Armentia y Félix Ares; Félix Ares participó
como testigo en el programa
Tribunal Popular sobre ovnis y hubo aportación de
datos por parte de Javier
Armentia; etc., etc.
+++++++++++++++++++++++++++++++++
Una palabra vale más que 1000 imágenes. Estamos
habituados a oír que una imagen
vale más de 1000 palabras; y tal vez sea cierto;
pero quiero reivindicar la
palabra. Una imagen es muy difícil de explicar con
palabras, pero lo contrario
también es cierto. Hay palabras que son imposibles
de expresarse mediante
imágenes. Por ejemplo, escepticismo, racionalismo.
¿Con qué imágenes podemos
expresar lo que queremos decir con ellos? Son palabras abstractas,
imposibles de
reducirse a unas imágenes.
Los habitantes del Lacio tenían un idioma pobre
en ideas abstractas. Para ellos,
las cualidades eran muy difíciles de expresar verbalmente.
Tras el contacto con
la superioridad del griego introdujeron palabras como "sinceridad",
miel pura:
SIN-CERA. ¿Cómo podemos dibujar la sinceridad,
o la bondad, o la añoranza, o la
simpatía?
Hay palabras que valen más de l000 imágenes,
por ejemplo, escepticismo y
racionalismo.
++++++++++++++++++++++++++++++++++
El CSICOP CUMPLE 15 AÑOS. Se han cumplido 15 años
desde aquel día de la
primavera de 1976 en que aquel profesor de filosofía
de la universidad del
Estado de Nueva York en Buffalo llamado Paul Kurtz organizase
un encuentro entre
filósofos, científicos, periodistas y magos
para discutir las razones del auge
de las creencias irracionales: percepción extrasensorial,
astrología, etc. De
aquel encuentro nació el CSICOP. ¡Feliz cumpleaños!
En nombre de todos aquellos
a los que nos has ayudado a pensar de un modo crítico,
¡gracias Paul!
Paul Kurtz, campeón de la lucha contra la pseudociencia.
p- 4
LA HISTERIA DE LA AERONAVE,1896-97.
Robert E. Bartholomew.
Durante la "Gran Oleada de las aeronaves" que
tuvo lugar en los EE.UU. entre
noviembre de 1896 y mayo de 1897, miles de americanos afirmaron
haber observado
una nave-aérea (1). Descrita generalmente en forma
de cigarro, con alas y/o
propulsores y tren de aterrizaje; aun cuando la sofisticación
tecnológica del
siglo XIX era insuficiente para hacer volar aparatos más
pesados que el aire
(Sanarov, 1981, Klass, 1976: 302). Los hermanos Wright no
alzaron vuelo hasta
1903, y los intentos anteriores con aparatos más
pesados que el aire fueron
erráticos en el mejor de los casos. De acuerdo con
el historiador inglés Charles
Gibbs-Smith (Clark y Coleman 1975: 133):
"Hablando como historiador aeronáutico especializado
en el periodo
anterior a 1910, puedo decir con certeza que los únicos
vehículos aéreos con
pasajeros, que pudieron posiblemente ser vistos en Norteamérica
(...) fueron
globos, y es altamente improbable que estos ingenios pudieran
ser confundidos
con cualquier otra cosa. Ninguna clase de dirigible o aparato
más pesado que el
aire voló en esta época".
Percepciones socioculturales
Durante el periodo del brote, aunque se especuló
con la posibilidad de que el
estímulo se debiera a percepciones equivocadas de
objetos naturales o
artificiales o, incluso, a alucinaciones, la creencia más
extendida fue que un
inventor había desarrollado secretamente un nuevo
tipo de aeronave.
En términos de las expectativas sociopsicológicas
de la época, muchos americanos
tenían una idea general del aspecto que podrían
tener una aeronave y sus
ocupantes. Esta concepción fue moldeada por la literatura
popular de la época,
con gran número de historias sobre los primeros intentos
de vuelo humano, que
resultaban sensacionales y muy demandadas.
En 1895, el explorador sueco Salomon August Andrée
alcanzó las primeras páginas
de los periódicos describiendo sus planes para un
viaje al Artico en globo, que
intentó sin éxito en 1896, justo dos meses
antes del brote. Andrée murió en el
segundo intento al año siguiente. El 6 de mayo de
1896, Samuel Pierpont Langley,
calificado por Gibbs-Smith (1985: 63) como "la primera
figura aeronáutica
importante de los EE.UU.", intentó con éxito
el vuelo con su aeroplano Nº 5. Un
mes antes del brote, el New York Times (septiembre de 1896)
publicó un artículo
con titulares en la primera página describiendo el
fracaso de la aeronave
experimental Albatross: el inventor-navegante William Paul
escapó por poco a
serios daños cuando su nave "cayó rápidamente
y chocó contra unos árboles". El
artículo concluía: "El inventor dice
que el experimento fracasó debido al
viento, y que de no ser por ello habría realizado
un vuelo que hubiese dejado
atónito al mundo".
El interés hacia la invención de artilugios
mecánicos, especialmente máquinas
aéreas, se desarrolló en los primeros años
de la década de los 90 y condujo a
una serie semanal iniciada en 1892 que alcanzaría
un gran número de lectores
(Clarke, 1986: 589).
Los avistamientos tuvieron lugar en dos oleadas separadas:
la primera desde el
17 de noviembre hasta mediados de diciembre de 1896, y la
segunda desde el 22 de
enero hasta mayo de 1897 (Bullard, 1982a: 207-211).
El periodo justo antes de los avistamientos y durante los
mismos se caracterizó
por un periodismo amarillo y sensacionalista, dado que los
diarios ofrecían
frecuentemente historias especulativas (o incluso inventadas)
sobre un amplio
rango de eventos. Uno de los objetivos era crear noticias
en los días "lentos de
noticias", a fin de incrementar las
p- 5
Figura 1. Una representación artística de
la aeronave que vieron cientos de
personas sobre San Francisco el 23 de noviembre de 1896.
(Fuente: San Francisco
Call, 23 de noviembre de 1896, página 1)
--------------
ventas (Hiebert, Ungurait y Bohn, 1982). Una historia en
particular generó una
gran cantidad de artículos en diarios y revistas
especulando sobre la identidad
de un, aparentemente, inventor ficticio a quien se atribuía
haber construido una
nave aérea. Cualquiera que fuese la motivación
de los editores, el l de
noviembre de 1896 el Detroit Free Press informó que
en un futuro cercano un
inventor de Nueva York construiría y haría
volar un "torpedo aéreo". Dieciséis
días después, el Sacramento (California) Bee
recibió un telegrama de un hombre
de Nueva York afirmando que él y dos amigos conducirían
una nave de su invención
hasta California, a donde llegarían en unos dos días.
Casualmente, esa noche se
registraron los primeros avistamientos de la oleada 1896-97,
puesto que cientos
de testigos en Sacramento informaron haber visto una aeronave.
Este informe, y los que le siguieron, pusieron en marcha
el efecto bola de
nieve. Centenares de periódicos (de casi todos los
estados de la Unión)
publicaron especulaciones sobre la posible existencia de
la aeronave, junto con
informes de nuevos avistamientos. Una estimación
conservadora del número de
avistamientos individuales sería de 100.000, basándose
en una colección de T.E.
Bullard (1982b) de más de 1.000 artículos
de periódicos de este periodo
relacionados con aeronaves, considerando que en muchos de
estos avistamientos se
decía que habían implicado a ciudades enteras
(2) Bartholomew (1989) ha
analizado relatos de testigos en periódicos que (normalmente
solos, de noche y
en áreas aisladas), de manera similar a lo que ocurre
en la oleadas de OVNIs
actuales, afirmaron haber conversado con los pilotos. Sin
embargo, a diferencia
de los encuentros actuales, los testigos describían
a los ocupantes "como
ciudadanos americanos ordinarios que afirmaban que su invención
revolucionaría
los viajes y el transporte" (Schas, 1980: 9).
Análisis de la literatura
Un examen de la literatura sobre histerias colectivas revela
la importancia de
tres elementos clave: ambigüedad, ansiedad y la redefinición
de la situación
desde lo general a lo específico. Hall (1972: 216)
resume el papel de estos
elementos:
"La receta es una combinación de alto nivel
de ansiedad o tensión con
alguna clase de suceso ambiguo que es interpretado de manera
que provoque miedo.
El suceso ambiguo es trasformado de tal manera que se convierte
en un suceso que
aparentemente justifica la ansiedad difusa que le antecede".
Hall, partidario de los OVNIs, considera errónea
la sugerencia de que muchos
informes OVNI (pasados o presentes) son debidos a contagio
p- 6
histérico. Uno de sus argumentos centrales es que
los testigos de OVNIs casi
nunca interpretan los incidentes como amenazadores. Lo más
frecuente es que los
testigos se muestren excitados durante un incidente, pero
no asustados. Yo
argumentaría que el contagio puede ocurrir en situaciones
donde la creencia
histérica no sea amenazante. La oleada de 1896-97
puede ser vista como un caso
de "cumplimiento de deseo" colectivo en respuesta
a rápidos avances
sociotecnológicos y a rumores de que alguien había
inventado la primera aeronave
viable del mundo.
Creencia generalizada.
En los años inmediatamente anteriores a los avistamientos,
la posibilidad de que
alguien desarrollase pronto el primer aparato volador más
pesado que el aire fue
tema de especulación en las historias de ciencia-ficción.
Este tema recibió
especial énfasis a medida que el siglo XX se aproximaba.
En la década de los 90
los americanos estaban obsesionados con la ciencia y los
inventos. De cuerdo con
Clarke (1986: 589):
"La colección literaria de Frank Reade fue
diseñada para satisfacer la
insaciable demanda de historias sobre novedades mecánicas,
concentrándose en una
carrera desenfrenada de relatos sobre inventos. La serie
comenzó el 24 de
septiembre de 1892 y se editaron 191 números. Fue
la primera publicación serial
dedicada exclusivamente a historias de ciencia-ficción
y en sus páginas se
trataron ingenios como robots, submarinos, máquinas
volantes..., y el resto de
la imaginería de una época enamorada de las
grandes maravillas de la ciencia".
Bullard (1982a: 203) indica también que desde 1880
hasta los primeros años del
siglo XX, la publicidad difundida en libros y revistas ayudó
a modelar la
creencia popular de que era inminente una nave más
pesada que el aire:
"Las revistas dedicadas a la ciencia y la ingeniería
rivalizaron con el
libro de Julio Verne "Robur el Conquistador" y
otras publicaciones de ficción a
la hora de describir vuelos que pronto tendrían éxito,
y esta literatura
alimentó al público con una dieta regular
de especulación aeronáutica y noticias
preparando a la gente para el cercano día en que
el problema de la navegación
aérea finalmente recibiría una solución".
Tal creencia se vio también alimentada por el creciente
número de noticias sobre
intentos fallidos. Aunque todos esos ensayos resultaron
insatisfactorios en
relación con el perfeccionamiento de una aeronave
viable, durante los "últimos
años de la década de los 90 numerosos inventores
en los EE.UU. obtuvieron
patentes para proyectos de aeronaves" (Brookesmith,
1984: lO7; Jacobs, 1976:
27).
--------------
Figura 2. Aeronave vista sobre Oackland, California, entre
los días 17 y 19 de
noviembre de 1896. (Fuente: San Francisco Call, 19 de noviembre
de 1896, página
1).
--------------
Ambigüedad
El boom de las patentes de aeronaves coincidió con
la oleada. (Para una
reproducción
p- 7
actual de algunas de las patentes originales, ver Lore
y Deneault, 1968: 16-17,
38-39). La competición para ser el primero en registrar
una patente resultó en
una envoltura de secreto, y muchos inventores a menudo ocultaban
datos vitales
sobre sus patentes y naves experimentales. Como hace notar
Brookesmith (1984:
107), la aureola de misterio que rodeaba al estado de desarrollo
aéreo alentó la
creencia pública de que se hubiera desarrollado una
aeronave viable.
Este punto de vista es defendido por el historiador David
M. Jacobs (1976: 27-
28):
"A finales de la década de los 90 muchas personas
en los EE. UU.
obtuvieron patentes para proyectos de aeronaves. La mayoría
de la gente creía
que alguien inventaría pronto una máquina
voladora, y muchos querían capitalizar
la fama y fortuna que adquiriría quien lanzase primero
a un norteamericano por
los cielos. Tan pronto como alguien tenía una idea
sobre el diseño de una
aeronave, solicitaba una patente. Esto colocaba a los inventores
en un estado de
preocupación constante sobre posibles plagios...
(y) la mayoría mantenía en
secreto sus patentes. Dada esta atmósfera y los numerosos
experimentos europeos
y americanos con prototipos, no es sorprendente que los
relatos sobre un
inventor que se mantenía en secreto cautivaran la
imaginación del público y
apareciera como una explicación lógica para
el misterio de la nave aérea."
Algunos factores ambientales aún contribuyeron más
al estado de ambigüedad
durante el episodio. Dado que había, como mínimo,
miles de avistamientos, un
análisis específico de cada caso es irrealizable.
Sin embargo, Bullard (1984,
comunicación personal), comentando los aproximadamente
1.000 artículos
periodísticos que pudo recoger, hizo notar que entre
el 80 y el 90% habían
tenido lugar durante la noche. Otros investigadores han
mencionado también esta
tendencia en las aeronaves a aparecer de noche (Berliner,
1978:2; Sanarov, 1981:
166). Asimismo, la oleada tuvo lugar principalmente durante
los meses de
invierno y terminó bruscamente en primavera, coincidiendo
con la reducción de
horas de sol (sic).
Induciendo aún más ambigüedad se encontraban
los restantes enigmas asociados con
la aeronave. ¿Quién era realmente su inventor?
¿Cómo alcanzó esta proeza? ¿Quién
le ayudó? ¿Dónde se encontraba su base
secreta? ¿Dónde se realizaría la próxima
prueba?
--------------
Figura 3. La aeronave de vapor con la que Heneri Giffard
voló en 1852. (Fuente:
B. Collier, The Airship: A History. Hart-Davis, MacBiggon,
London, 1974, página
29.)
Ansiedad y excitación.
La oleada tuvo lugar durante un periodo de rápido
cambio tecnológico y en medio
de un intenso interés público en el desarrollo
de naves aéreas. Los periódicos
caracterizados por el sensacionalismo y la especulación,
difundieron la creencia
de que alguien había inventado la primera aeronave
p- 8
------
Figura 4. El vuelo circular del La France en 1884. Fuente:
C. H. Gibbs-Smith.
Flight Throughout the Ages. Thomas Y. Crowell, New York
1974. página 76.)
------
viable. William Randolph Hearst apuntó esta idea
en un editorial donde atacaba
dichas informaciones.
"El 'periodismo falsario' tiene mucho de que responder,
pero no puedo
recordar una explotación más evidente en esa
línea que el intento persistente de
hacer creer al público que el aire de nuestra vecindad
está poblado de
aeronaves. Desde hace semanas se ha puesto de manifiesto
que toda la historia de
las aeronaves es puro mito" (Klass, 1976: 314, citando
el San Francisco
Examiner, 5 diciembre 1896).
Bullard (1982a: 224) y Klass (1976: 3l4-15) también
concuerdan con la idea de
que los periódicos ejercieron considerable influencia
en el mantenimiento del
brote.
A. M. Herring, escribiendo en el Scientific American del
26 de junio de 1897,
indicaba la intensa investigación desarrollada y
la difundida creencia de que a
finales de la década existía ya una aeronave
viable, pero "especialmente" en el
periodo de tiempo coincidente con el brote:
"Esta línea de experimentación ha resultado
en un progreso tan grande en
los últimos años (y especialmente en los últimos
seis meses) que la consecución
de vuelos largos y libres para el hombre, que no mucho antes
parecía una
invención para un futuro distante, es algo ahora
cercano, casi a la mano". (403)
Neeley (1979: 68) atribuye el episodio al estrés
social fomentado, en parte, por
los cambios tecnológicos acelerados. Neeley revisó
223 periódicos de Illinois
del periodo en cuestión. Y pretende extrapolar sus
hallazgos al conjunto
completo de informes a todo lo largo y ancho de los Estados
Unidos:
"Consideremos en primer lugar la gente de 1897. Vivieron
tiempos
interesantes. Se asombraban por los logros tecnológicos
de la época. El teléfono
tenía sólo 14 años de vida. La electricidad
se acababa de hacer utilizable para
fines prácticos, los rayos x habían sido descubiertos
dos años antes. El coche
sin caballos estaba a la vuelta de la esquina, como lo estaba
el vuelo. Se las
habían visto con un mal invierno y la primavera había
traído consigo una de las
mayores inundaciones que han golpeado el Medio Oeste. Llovía
constantemente y
sólo la nieve rompía la monotonía.
Un cielo despejado era una rareza. Tras la
Guerra Civil se había vuelto a la normalidad pero
ya se apuntaban guerras en
Grecia y Cuba (...) Julio Verne estaba escribía historias
de (...) una aeronave
eléctrica. Súbitamente los cielos clarearon
y en el noroeste se
p- 9
divisó una luz brillante. Se lanzó el grito
"¡Aeronave!" y una multitud se
reunió a observar. Pero una nube la oscureció
y la aeronave "desapareció". O
quizá pudo verse una luz brillante en el sudeste
y los testigos "siguieron" su
trayectoria tras alguna nube hasta que una volvieron a encontrarla
en el
noroeste. Era indudable que habían visto una aeronave
cruzando el cielo".
Redefinición de la situación.
La oleada de la aeronave tuvo lugar en dos fases separadas:
la primera entre el
17 de noviembre y mediados de diciembre de 1896, y la segunda
entre el 22 de
enero y mayo de 1897. Las oleadas se dieron en paralelo
con noticias de prensa
acerca de dónde aparecería la aeronave. Por
ejemplo, la mayoría de avistamientos
de la oleada de 1896 tuvieron lugar en California, y todos
los avistamientos
ocurrieron en la región de la costa del Pacifico
(Bullard, 1982b). Resulta
interesante que la creencia popular anterior y durante la
propia oleada de los
meses de noviembre-diciembre de 1896, era que un inventor
haría volar una
aeronave hasta California y después volvería
cruzando tranquilamente el
continente hasta Nueva York. Las noticias que circularon
durante la segunda
oleada (aunque hubo variedad de historias) se centraron
en un inventor que
realizaría un vuelo transcontinental. Una historia
hablaba de cómo el inventor
llevaría su aeronave a través del país
hasta Washington D.C., donde la
patentaría. Otra especulaba que el gobierno de los
Estados Unidos estaba
probando secretamente una aeronave haciéndola volar
por todo el país. De forma
coincidente, la segunda oleada comenzó en el oeste
de los EE.UU. y avanzó hacia
el este en un patrón errático pero sistemático,
de forma que en 1897 la oleada
acabaría a principios de mayo con avistamientos en
la costa nordeste:
"Repentinamente, el punto culminante. Se había
alcanzado el final del
extraordinario viaje transcontinental. El 30 de abril de
1897 a las tres de la
madrugada, se vio una gran aeronave sobre Yonkers, Nueva
York... en dirección al
mar.
... Curiosamente, cuando la oleada de 1896-97 terminó,
para todos los
efectos lo hizo de forma brusca. En los años siguientes
habría varios casos
aislados, pero este fenómeno en particular finalizó
en las costas del Atlántico.
... Virtualmente, no volvieron a darse nuevos avistamientos
en las áreas
donde habían sido predominantes. Todo había
terminado." (Flammonde 1977: 115-
117)
Durante ambas oleadas, las expectativas culturales de la
época parecen haber
sido enmarcadas y definidas por los relatos periodísticos
que se verían
reafirmados a continuación por el contenido de los
informes. Parece como si la
conciencia colectiva, tal como se reflejaba y definía
en los artículos de los
periódicos, hubiese creado una opinión consensuada
sobre que la aeronave había
completado su vuelo transcontinental. Esto podría
explicar, no sólo el patrón
general de vuelo oeste-este a través del país,
sino también el abrupto final de
la oleada.
Un estudio de los más de mil informes originales
sobre la aeronave procedentes
de periódicos norteamericanos recogidos por Bullard
(1982b} muestra que la
mayoría de los avistamientos de objetos aéreos
no identificados entre el 17 de
noviembre de 1896 y mayo de 1897 muestran evidentes paralelismos
con las
narraciones de la literatura popular sobre los primeros
intentos de navegación
aérea. El examen de los datos de Bullard muestra
que siempre que se daban
descripciones específicas de las aeronaves, más
allá de esas ambiguas luces
nocturnas en vuelo, los testigos vacilaban entre dos tipos
de naves. El primero
era una estructura en forma ovoidal, con alas parecidas
a las de un ave.
Frecuentemente se decía que las alas "batían"
como las de los pájaros. El otro
tipo también consistía en una gran parte central,
pero con ruedas semejantes a
ventiladores o hélices. Ambos tipos poseían
potentes reflectores y algún sistema
de propulsión motora y a menudo llevaban un fuselaje
suspendido de la estructura
principal. El dibujo de la figura 1 muestra la nave aérea
de la que informaron
cientos de personas el 23 de noviembre de 1896, sobre la
ciudad de San
Francisco. La descripción encaja con las expectativas
culturales de cualquier
ciudadano americano sobre el aspecto que debería
tener una nave de tales
características. Ninguna de estas naves fue descrita
en términos más
contemporáneos como con forma de platillo o disco.
Otros avistamientos durante
estas oleadas si se asemejan a un tipo comúnmente
descrito de OVNI (ver fig.2).
p- 10
Estas descripciones son imitaciones muy cercanas de los
primeros intentos de
vuelos con aeronaves más pesadas que el aire. Así,
el primer vuelo con motor
tripulado que se conoce fue el de la aeronave de vapor de
Heneri Giffard (ver
fig. 3). El gran fuselaje en forma de cigarro puro, con
esa pequeña cesta
debajo, formaba un diseño estructural muy similar
al descrito ampliamente 45
años después durante la oleada de aeronaves
de 1896-97 de EE.UU. La figura 4
muestra un modelo de la primera aeronave que completó
un vuelo circular. El 9 de
agosto de 1894, el La France voló cerca de cinco
millas a una velocidad media de
13 millas por hora. Se informó de un tipo muy similar
de aeronave el 10 de abril
de 1897, sobre la ciudad de Chicago. Cogiendo la cámara
de su hijo, Walter
McCann dijo haber tomado dos fotografías. En la fig.
5 aparece el grabado de la
mejor de ellas, que habría aparecido en la primera
página del Chicago Tribune el
12 de abril. La imagen se tomó supuestamente mientras
la nave sobrevolaba los
suburbios a las 6 de la madrugada. Dichas fotografías
fueron tomadas en el
momento culminante de la oleada, tras un mes con miles de
avistamientos
denunciados en Illinois.
CONCLUSION
En presencia de rumores extendidos sobre aeronaves, que
sostenían la idea de que
este invento estaba a punto de ser perfeccionado, la ambigüedad
del cielo
nocturno, y las emociones intensas compartidas por muchos
americanos de que tan
dramático acontecimiento estaba a la vuelta de la
esquina -y la incitación de
tales emociones a través de las historias periodísticas
especulativas y a menudo
totalmente inventadas- la gente intentó aliviar dicho
estado emocional
observando los cielos para probar o rechazar las historias
sobre la invención de
aeronaves. Esperaban ver aeronaves y las vieron. Mientras
en la actualidad, la
gente colectivamente percibe "platillos volantes"
procedentes del espacio
exterior, los ciudadanos en 1896-97 estaban predispuestos
a través de la
literatura popular de la época a ver naves aéreas.
Las modernas investigaciones
sobre movimiento autocinético podrían ser
aplicables en relación con la dinámica
de resolución de problemas (Turner y Killian 1972:
35). La interpretación de
estímulos ambiguos dentro de una entorno grupal llevará
a que sus miembros
desarrollen una creciente necesidad de definir la situación,
confiando menos en
su propio juicio que en el de los demás a la hora
de validar la realidad
(comprobación de la realidad).
"Cuando en una situación los estímulos
carezcan de una estructura
objetiva, el efecto de las opiniones de los demás
es... importante... En un...
estudio de los factores sociales en la percepción,
utilizando el fenómeno del
movimiento autocinético, un sujeto evaluaba las distancias
entre movimientos
aparentes primero solo y después junto a otros dos
o tres sujetos. Esta
situación desestructurada provocaba una incertidumbre
considerable. Aunque no se
les dijo que se pusieran de acuerdo, e incluso se les previno
para que no se
vieran influenciados, los individuos que actuaron juntos
modificaron sus
opiniones hacia un juicio o norma común... La influencia
de los diversos
individuos era diferente, y la norma común resultante
estuvo en varias ocasiones
por encima o por debajo de la media de los juicios individuales
de la sesión
inicial en la que los sujetos actuaban en solitario (Sherif
y Harvey 1952: 302)
La investigación sobre el "efecto autocinético"
es de mucho interés ya que
muestra como los juicios individuales tienden a coincidir
en una situación de
grupo durante la que se observan estímulos tan comunes
como un punto de luz en
la oscuridad. Este efecto es bien conocido en la psicología
social y el primero
que lo demostró fue Sherif (1936). Los individuos
en situaciones donde carecen
de guías perceptuales estables muestran una sensación
de inseguridad y ansiedad
que genera una creciente necesidad de definir lo que se
ve o dar sentido a la
luz. En situaciones de grupo, los individuos intentarán
reducir las ansiedades
creadas por una situación incierta. Beeson (1979:180)
explica este proceso:
"Un observador en una habitación completamente
oscura que vea un punto de
luz, experimenta un estimulo visual fuera de su contexto
visual normal. Las
relaciones de arriba, abajo, delante, detrás, lejos
o cerca, existen sólo en
relación a otros estímulos y cuando este marco
de referencia se pierde, la luz
queda libre para vagar por nuestro campo perceptual. Es
por esta razón que
alguien observando una luz en tales condiciones percibirá
movimientos aleatorios
considerables en la misma".
En este tipo de situaciones altamente ambiguas, tales como
las de gente
observando el cielo nocturno en busca de una imaginaria
aeronave, "la inferencia
puede suplantar la función de la
p- 11
---------
Figura 5. Pretendida foto de una aeronave sobre Chicago
tomada por Walter McCann
(Fuente: Chicago Tribune, 12 de abril de 1897, página
1).
---------
percepción proporcionando la información que
falta en situaciones donde la
percepción es ineficaz o inadecuada" (Massad,
Hubbard y Newtson. 1979). De
acuerdo con esta idea, las personas con un patrón
mental centrado en las
aeronaves, percibirán aeronaves. Actualmente, dada
la extendida creencia
colectiva en que los extraterrestres surcan los cielos,
normalmente durante la
noche, se ven platillos volantes. Allan Hendry, anterior
editor del
International UFO Reporter, una publicación OVNI
de orientación científica,
proporcionaba un buen ejemplo de este proceso. Pudo comprobar
que en 1978 un
gran número de vuelos de avionetas con paneles luminosos
anunciadores fueron
inicialmente tomados por OVNIs y descritos con forma de
disco o platillo:
"Entre las trescientas llamadas telefónicas
que... (nuestra organización)
ha investigado y que están referidas a vuelos nocturnos
de avionetas
publicitarias confirmados, el 90 por ciento de los testigos
los describieron no
a partir de lo disponible perceptualmente, sino como si
pudiesen ver una forma
semejante a un disco o un platillo giratorio con luces "fijas";
mucha gente
imaginó ver una cúpula encima y cuando se
les presionó llegaron a jurar con
plena confianza que habían visto dicha silueta."
Tomados en su conjunto, los avistamientos parecen haber
funcionado como símbolos
tranquilizadores durante un periodo de gran incertidumbre,
en este final del
siglo veinte, con cambios tecnológicos acelerados.
La gente tiene mucha afición
por estas maravillas tecnológicas que están
cambiando los patrones sociales
existentes desde hace miles de años, pero simultáneamente
están preocupados por
el potencial poder destructivo que estas máquinas
pueden ejercer sobre sus
vidas.
La oleada de la nave aérea sirvió para mostrar
el dominio del hombre sobre el
cielo indomado y previamente sagrado, dejándoles
con la reconfortante creencia
de que un elemento positivo estaba bajo control. En palabras
Clark y Coleman
(1975: 163):
p- 12
"La mayoría de ellos (americanos) vieron las
aeronaves como una muestra
del triunfo final de la tecnología, y algo sobre
lo cual seguramente debían
tener unos sentimientos ambivalentes. Todo lo que se hablaba
sobre bombas y
máquinas aéreas erizadas de cañones,
apuntaban hacia una época en la que no
habría seguridad en ningún sitio, lo cual
debía ser desconcertante en extremo.
Además, el cielo había sido violado, el hombre
había contaminado para siempre el
dominio de los ángeles.
Es importante anotar que, aunque las tensiones sociales
generadas por el rápido
avance tecnológico fueron especialmente importantes
en este periodo, los
americanos que avistaron esta aeronave fantasma no la temían.
Las aeronaves
fueron vistas como una influencia positiva en reacción
a las tensiones negativas
producidas por los rápidos avances tecnológicos
en una gran variedad de campos.
Por lo tanto, la redefinición de los estímulos
aéreos ambiguos, mundanos y,
predominantemente nocturnos (por ej. estrellas, planetas)
sirvieron para crear
una presencia tranquilizante.
Notas.
(1). Quedo en deuda con T.E. Bullard, folklorista, Indiana
University,
Bloomington, Indiana, por haberme permitido el acceso a
los datos originales
sobre la nave aérea.
(2). Resulta aventurado cualquier intento de estimación
precisa. Sin embargo,
esta cifra parece razonablemente precisa como estimación
conservadora del número
mínimo de participantes, en base a los datos de Bullard.
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of a Modern Myth in
the Making. Stone Mountain, Ga.: Arcturus.
Beeson, R. 1979. The improbable primate and the modern
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166-195. Moscow, Idaho:
University Press of Idaho.
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Brookesmith, L. 1984. The Age of the UFO. London: Orbis.
Bullard, T.E. 1982a. Mysteries in the Eye of the Beholder:
UFOs and Their
Correlates. Doctoral dissertation. Indiana University Folklore
Department.
----------------- 1982b. The Airship File: A collection
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Phantom Airships and Other UFOs Gathered from Newspaper
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During Hundred Years Prior to Kenneth Arnold's Sighting.
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Clark, J. and L. Coleman. 1975. The Unidentified: Notes
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Clarke, I.F. 1986. American anticipations. The First of
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August: 584-592.
Flammonde, P. 1977. UFO Exist. New York: Ballantine.
Hall, R. 1973. Sociological perspective on UFO reports.
In UFOs: A Scientific
Debate, ed. by C. Sagan and T. Page. Ithaca, N.Y.: Cornell
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Hiebert, R., T. Bohn and D. Ungurait. 1982. Mass Media
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Jacobs, D. 1976. The UFO Controversy in America. New York:
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Klass, P. 1976. UFO's-Explained. New York. Random House.
Lore, G. and H. Deneault. 1968. Mysteries of the Skies:
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Massad, C.M.; Hubbard, and D. Newtson. 1979. Selective
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Sachs, M. 1980. The UFO Encyclopedia. New York: Perigee.
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Sherif, M., and O.J. Harvey. 1952. A study in Ego Functioning:
Elimination of
stable anchorages in individual and group situations. Sociometry,
15.
Turner, R. and L. Killiam. 1972. Collective Behaviour.
Englewood Cliffs, N.J.:
Prentice-Hall.
-----------
En junio de 1989, Robert E. Bartholomew leyó su
Tesis Doctoral, un estudio sobre
la conducta colectiva, especialmente de los avistamientos
colectivos de OVNIs.
Dirección: University Hall, Room 3421, Flinders University
of South Australia,
Bedford Park, South Australia 5042, Australia.
-----------
Traducción de J. Gutiérrez Maldonado y Mª
J. Bajén.
Original: Copyright de The Skeptical Inquirer
Traducción: Copyright de LAR.
p- 13
UN ESTUDIO CONTROLADO SOBRE LAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN,
O DE CÓMO NO ES TAN
IMPORTANTE RELAJARSE NI MEDITAR TRANSCENDENTALMENTE
Victor Sanz Larrinsga
1.- Introducción.
Aclararemos antes de comenzar que los números (nº)
remiten a la bibliografía y
los asteriscos (*) al glosario, el cual le ayudará
al lector a comprender más
fácilmente el presente artículo.
En un trabajo publicado con anterioridad en LAR (1) analizábamos
el hecho de que
los resultados favorables generados por la técnica
de biofeedback (*) en el
tratamiento de la hipertensión arterial (*) se debían,
más que al propio
biofeedback, a las técnicas de relajación
combinadas con él.
En efecto, los resultados beneficiosos obtenidos con el
biofeedback en la
hipertensión arterial se mostraban sumamente pobres,
puesto que su cuantía era
igual o menor que la obtenida a través de técnicas
de relajación (consistentes
en ejercicios respiratorios, relajación de los músculos
profundos, etc.). Pues
bien, respecto a estas técnicas se nos presentaban,
por aquel entonces, dos
interrogantes:
1) El peligro latente de que los supuestos resultados positivos,
obtenidos en la
relajación, fueran capitalizados por ciertas "medicinas
alternativas" que
propugnan como terapia la Meditación Trascendental
(*) practicada y enseñada por
yoguis dotados de poderes paranormales (de ahí que
se hable de técnicas de
relajación-meditación). Hay que recordar aquí
que algunos de estos
"espectaculares" poderes -también en relación
con su actividad terapéutica en la
hipertensión- han sido claramente refutados en estudios
claramente planificados
y controlados (2).
2) Nos quedaba, asimismo, la razonable duda de si la relajación
sin más o, en su
caso, las imposturas místico-trascendentales, podían
tener algún efecto
terapéutico sobre la hipertensión más
allá de lo que se pueda esperar con una
mínima y racional educación sanitaria, o mejor
aún, con una buena relación
médico/paciente.
Pues bien, el estudio que a continuación paso a
comentar, titulado Terapia de
relajación y presión arterial ambulatoria
continua en la hipertensión ligera:
estudio controlado (3), pone en evidencia lo que ha tiempo
conjeturábamos: que
(la técnica de relajación) es prácticamente
ineficaz, al igual que puede serlo
una serie de consejos inespecíficos. Ni que decir
tiene que al refutar esta
técnica quedan, en consecuencia, invalidados los
fraudes que en ella se
fundamentan o amparan y que brevemente hemos recordado.
2.- Objetivo.
El objetivo del estudio en cuestión era determinar
los efectos a largo plazo de
la terapia de relajación sobre la presión
arterial ambulatoria (*) de 24 horas
en pacientes con hipertensión ligera, no tratada
y sin complicaciones.
3.- Método.
Participaron 35 individuos entre 20 y 60 años, los
cuales, sin tratamiento,
presentaban en tres determinaciones sucesivas una presión
arterial diastólica
(*) de 95-110 mm Hg. No se incluyeron en el estudio los
sujetos que tenían
alteraciones en los órganos diana (*), diabetes mellitus,
hipertensión
secundaria, un colesterol en sangre mayor de 8 mmol/l o
antecedentes de
hipertensión maligna (*).
Tras un estudio de cuatro semanas seguidas, se distribuyeron
los individuos de
forma aleatoria en dos grupos: uno, el sometido al tratamiento
de relajación, y
el otro, el sometido a consejos inespecíficos (grupo
control); ambos grupos
fueron tratados (de la forma dicha) durante un año.
p- 14
Se midió la presión intraarterial ambulatoriamente
antes y después del
tratamiento.
El grupo al que se asignó la terapia de relajación
fue entrenado durante 8
semanas, a razón de una hora por semana, para la
relajación muscular, control
del estrés y ejercicios de yoga y continuó
ejercitándose dos veces diarias
durante un año con una visita mensual a la clínica.
Por su parte, el grupo
control tuvo igual ritmo de visitas pero sin entrenamiento
(sólo se les pidió
que se sentaran y se relajaran dos veces al día).
Por último, a todos los
pacientes se les pidió que no modificaran su dieta
ni su actividad física.
4.- Resultados.
Los podemos compendiar en cuatro puntos:
1) La excreción media de sodio en orina, la concentración
en sangre de
colesterol y el peso corporal no sufrieron variaciones en
ningún grupo.
2) Las presiones diastólicas medidas por pletismografía
(*) fueron 2 y 3 mm Hg
menores en los sujetos de ambos grupos respecto de los valores
iniciales.
3) La presión intraarterial ambulatoria media durante
el día no se modificó al
cabo de una año en ambos grupos, aunque no fue posible
excluir pequeños efectos
del tratamiento; el cambio medio en el grupo de relajación
fue de -1 mm Hg y en
el grupo de control de -O,4 mm Hg.
4) La presión ambulatoria media vespertina tampoco
sufrió variación a lo largo
del año y, asimismo, en ambos grupos la presión
nocturna fue igual para las dos
mediciones correspondientes.
5.- Conclusión.
Así pues, el presente estudio muestra fehacientemente
que la terapia de
relajación es una técnica inoperante para
disminuir la presión sanguínea de 24
horas, puesto que, como hemos visto, no aportó mayor
beneficio que los consejos
inespecíficos, el apoyo y la confianza, todos ellos
ineficaces como tratamiento
de la hipertensión arterial.
GLOSARIO
Ambulatorio, régimen.
Modo de regular o controlar al enfermo sin necesidad de
que éste permanezca en
cama. Se habla entonces de: diagnóstico ambulatorio,
tratamiento ambulatorio,
toma ambulatoria de tensión, etc. Lo contrario de
régimen ambulatorio suele ser
régimen hospitalario.
Biofeedback.
El término bifeedback o biorretroalimentación
(retroalimentación biológica) es
una extensión al campo biológico del concepto
más general de feedback o
retroalimentación. Este último término
designa (en cibernética) un método de
control de un sistema por medio de la reinserción
en el mismo de los resultados
de la ejecución pasada.
Basada en estos fundamentos, la técnica del biofeedback
consiste en aprender a
modificar de forma voluntaria los propios estados mentales
y fisiológicos. En el
fondo, esta técnica lo que pretende es acelerar el
aprendizaje de los métodos de
relajación reforzándolo con el conocimiento
inmediato del propio estado. El tema
es, sin duda, interesante y quien desee más precisiones
deberá acudir al trabajo
mencionado en (1).
Diastólica, presión.
La presión sanguínea en el interior del sistema
arterial varía según el momento
del ciclo cardiaco, alcanzando un máximo en la sístole
ventricular (contracción
cardiaca) y un mínimo en la diástole ventricular
(relajación cardiaca). Por
tanto, presión diastólica es la que existe
durante la diástole; se denomina
también tensión arterial mínima, en
comparación con la tensión sistólica
o
máxima.
Hipertensión arterial.
Se define como la elevación persistente de la presión
(o tensión) arterial por
encima de los límites considerados como normales,
los cuales se establecen por
convenio y se basan en un criterio de riesgo poblacional.
En función de su
etiología o causa, la hipertensión arterial
es de dos clases:
- hipertensión arterial esencial, cuya causa es
desconocida (es la más frecuente
y a la que, generalmente, nos referimos cuando hablamos
de hipertensión arterial
sin más).
- hipertensión arterial secundaria, cuya causa es
una enfermedad conocida (por
ejemplo, la hipertensión arterial que se origina
en determinadas enfermedades
renales).
Hipertensión arterial maligna.
p- 15
Forma (clase) muy grave de hipertensión arterial
esencial cuya evolución tiene
un comienzo súbito y un curso progresivo.
Meditación Trascendental.
Técnica de aprendizaje que tiene como fin suspender
o reducir la actividad
mental. Según los expertos, durante la Meditación
Trascendental se puede
alcanzar un estado do consciencia diferente de las habituales
(vigilia, sueño
profundo y ensueños). Para lograr ese estado la Meditación
Trascendental emplea
una palabra (mantra), un objeto visual o un sonido, como
foco de la atención.
Parece ser que algunos individuas en tal estado de consciencia
participan de la
realidad última y suprema (Meditación mística).
Bajo mi punto de vista tras este ampuloso nombre se esconde
una simple
relajación psicosomática combinada y aderezada
con creencias filosófico-
religiosas orientales, que posiblemente ejerzan una acción
de refuerzo.
Pletismografía.
Hemos de saber previamente que un órgano desprovisto
de sangre posee un volumen
constante durante un determinado periodo; por ello, cambios
del flujo sanguíneo
en dicho órgano modificarán su volumen. Pues
bien, pletismógrafo es,
precisamente, el aparato encargado de medir las variaciones
de volumen de un
órgano por efecto de las variaciones del flujo sanguíneo
en él. Pletismografía
será, en consecuencia, el empleo del pletismógrafo.
BIBLIOGRAFIA
(1) Biofeedback, efecto placebo y medicinas alternativas.-
Quintana Alvarez, M.,
Sanz Larrinaga, V.J..- Monografías LAR nº 1.-
Bilbao 1990.
(2) Paranormal healing and hypertension.- Beutles, J.J.,
Attevelt, J.T.H.,
Schoum, S.A.- Department of Nephrology and Hypertension,
University Hospital,
3511 GV Utrech, NDL - British Medical Journal 1988.
(3) Relaxation therapy and continuous ambulatory blood
pressure in mild
hypertension: a controlled study.- Van Montfrans, G.A.,
Karemaker, J.M.,
Wieling, W., Dunning, A.J. - Department of Cardiology, Academic
Medical Centre,
University of Amsterdam, 1105 AZ Amsterdam, NDL - British
Medical Journal 1990.
-------------
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Francia
p- 16
GUÍA DE CAMPO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
James Lett
Hay muchas razones para la actual popularidad de las creencias
paranormales en
los Estados Unidos, entre las cuales podemos citar: (1)
la irresponsabilidad de
los medios de comunicación, que explotan el gusto
popular por el absurdo, (2) la
irracional concepción estadounidense del mundo, que
defiende insostenibles
afirmaciones tales como la vida después de la muerte
y la eficacia de los
polígrafos, y (3) la inoperancia de la educación
pública, que generalmente no
enseña a los estudiantes las nociones esenciales
del pensamiento crítico. Como
profesor universitario, estoy especialmente implicado en
este tercer problema.
La mayor parte de los estudiantes de primer y segundo año
de mis clases,
simplemente, no saben cómo sacar conclusiones razonables
de los hechos. Como
mucho, se les ha enseñado en la "high school"
qué pensar; pocos de ellos saben
cómo pensar.
Para intentar remediar este problema en mi universidad,
he desarrollado un curso
optativo llamado "Antropología y lo paranormal".
El curso examina el abanico de
las creencias paranormales en la cultura americana contemporánea,
desde la
precognición y la psicoquinesis al "channeling"
y la criptozoología, y todo lo
habido y por haber, incluyendo la astrología, los
ovnis y el creacionismo.
Enseño a los alumnos muy poco sobre teorías
antropológicas, enseñándoles,
indirectamente, todo lo que es el mundo científico.
Esto lo hago mostrándoles
cómo evaluar hechos o evidencias. Les doy seis reglas
simples a seguir cuando se
esté considerando una pretensión y entonces
les explico cómo aplicar esas seis
reglas en el examen de cualquier declaración paranormal.
Las seis reglas del razonamiento evidencial son mi propia
destilación y
simplificación del método científico.
Para que les sea más fácil a los
estudiantes recordar esta media docena de líneas
maestras, he compuesto un
acrónimo con ellas: Ignorando las vocales, las letras
de la palabra inglesa
"FILCHeRS" (1) son las iniciales de Falsability,
Logic, Comprehensiveness,
Honesty, Replicability y Sufficiency (Falsabilidad, Lógica,
Comprensión,
Honradez, Reproductividad y Suficiencia). Aplicad estas
seis reglas sobre las
evidencias ofrecidas por cualquier afirmación, les
digo a mis alumnos, y nadie
será capaz de deslizarse en vuestro pensamiento y
robar vuestras creencias.
Quedaréis a prueba de rateros (2).
FALSABILIDAD
Debe ser posible concebir un hecho que pueda probar que
la afirmación es
rechazable. Puede sonar paradójico, pero para que
cualquier afirmación sea
verdadera, debe ser "falsable". La regla de falsabilidad
es la garantía de que
si una afirmación es falsa, el hecho probará
su falsedad; y si la afirmación es
verdadera, el hecho no probará su falsedad (en cuyo
caso la afirmación puede ser
provisionalmente aceptada como verdadera hasta que a su
vez se consiga otro
hecho que ponga de manifiesto su falsedad). La regla de
falsabilidad,
abreviadamente, dice que son los hechos los que cuentan,
y como tal regla es la
primera y más importante y fundamental del razonamiento
evidencial.
La regla de la falsabilidad es esencial por la siguiente
razón: si no se puede
concebir nada que demuestre la falsedad de una afirmación,
entonces cualquier
hecho que pudiera darse no tendría ninguna importancia;
seria inútil incluso
examinar el hecho, porque la conclusión ya se conoce
-la afirmación es
invulnerable a cualquier posible evidencia o hecho-. Esto
no significaría de
todas formas que la afirmación sea verdadera, en
todo caso querría decir que no
tiene sentido. Esto es así porque es imposible -lógicamente
imposible- para
cualquier afirmación ser verdadera a pesar de que
lo sea. Para toda afirmación
verdadera, siempre se puede concebir un hecho que podría
hacerla falsa -en otras
palabras, toda afirmación verdadera, de nuevo, es
falsable-.
Por ejemplo, la proposición verdadera de que la
vida del ser humano no llega a
los 200 años es falsable; sería falsada si
un solo ser humano tuviera 200 años
de edad. Análogamente la afirmación verdadera
de que el agua se congela por
debajo de los 32ºF es falsable. Sería
p- 17
falsada si encontráramos agua que se congelara,
digamos, a 34º F. Estas dos
afirmaciones están firmemente establecidas como "hechos
científicos" y no
esperamos que una u otra sean alguna vez falsadas; de todas
formas lo importante
es que ambas podrían serlo. Cualquier afirmación
que no pueda ser falsada
estaría carente de cualquier contenido proposicional,
es decir, no estaría
haciéndose una afirmación de hecho -estaría
haciéndose una manifestación
emocional, una declaración de la manera de sentir
del declarante con respecto al
asunto-. Las afirmaciones ínfalsables comunican información,
pero lo que
describen es la orientación del declarante. No comunican
nada que sea de
naturaleza factual, y por tanto no son ni verdaderas ni
falsas. Las
declaraciones infalsables están proposicionalmente
vacías.
Hay dos maneras principales por las cuales puede ser violada
la regla de
falsabilidad -dos maneras, en otras palabras, de realizar
manifestaciones no
falsables-. La primera variedad de propuesta no falsable
es la afirmación
difusa: algo que sea tan general y vago que carezca de todo
contenido de
propuesta. La afirmación difusa es básicamente
ininteligible y consecuentemente,
sin sentido. Considérese, por ejemplo, la afirmación
que dice que los
"cristaloterapeutas" pueden usar trozos de cuarzo
que restablecen el equilibrio
y la armonía de la energía espiritual de una
persona. ¿Qué significa tener un
desequilibrio de energía espiritual? ¿Cómo
se reconoce y diagnostica esta
condición? ¿Qué hechos probarían
que la energía espiritual habría sido -o no-
equilibrada por la aplicación del cristal terapéutico?
La mayoría de los
maravillas New Age (o Nueva Era) de hecho, consisten en
afirmaciones difusas por
el estilo, que se disuelven totalmente cuando se exponen
al disolvente de la
razón.
La afirmación difusa tiene la ventaja de que virtualmente
cualquiera evidencia
que pudiera aducirse, puede ser interpretada como congruente
con la declaración,
y por esta razón es especialmente popular entre aquellos
seguidores de lo
paranormal que dicen tener poderes precognitivos. Jeane
Dixon, por ejemplo,
predijo que 1987 sería un año "lleno
de cambios" para Caroline Kennedy. Dixon
predijo también que Jack Kemp "se enfrentaría
a grandes discrepancias con el
resto de su partido" en 1988 y que el "terror
mundial de las drogas" sería
"desatado por los zares del narcotráfico"
en ese mismo año. Además reveló que
Dan Rather "podría ser" (o podría
no ser) hospitalizado en 1988 y que "un enorme
problema" de Whitney Houston en 1986 sería "equilibrar
su vida privada con su
carrera". Las afirmaciones difusas se reducen a ser
unas afirmaciones que pueden
ser traducidas como "lo que será, será".
La segunda variedad de declaración infalsable que
es aún más popular entre los
seguidores de lo paranormal, es el uso de la "salida
múltiple", es decir, una
interminable serie de excusas que intentan explicar los
hechos que parecen
falsar la afirmación. Los creacionistas, por ejemplo,
afirman que el universo no
tiene más que 10.000 años. Soslayando el hecho
de que podemos observar estrellas
que están a miles de millones de años-luz
de la Tierra, lo que significa que la
luz debe haber dejado esas estrellas hace miles de millones
de años y esto
prueba que el universo debe tener miles de millones de años.
¿Cómo responden
entonces los creacionistas a esta falsación de su
afirmación? Pues sugiriendo
que Dios debe haber creado la luz ya en camino desde las
distantes estrellas en
el momento de la creación, hace 10.000 años.
No es imaginable, desde luego, el
más mínimo hecho que pueda refutar semejante
afirmación.
Otros ejemplos de salida múltiple abundan en el
reino de lo paranormal. Los
amantes de los ovnis se enfrentan a la falta de realidades
físicas o evidencias
fotográficas que avalen sus afirmaciones, señalando
una secreta "conspiración
gubernamental" que está, según dicen,
evitando sacar a la luz los hechos que
apoyarían sus tesis. Los curanderos psíquicos
dicen que pueden curarte si tienes
la suficiente fe en sus poderes psíquicos. Los psicocinéticos
dicen que pueden
doblar cucharas con sus mentes si no están expuestos
a las negativas vibraciones
de los observadores escépticos. Los echadores de
cartas pueden predecir tu
destino si eres sincero en tus deseos por saber. La salida
múltiple significa
hecho: "cara: gano yo; cruz: pierdes tú".
LÓGICA
Cualquier argumento ofrecido como evidencia en apoyo de
una afirmación debe ser
sólido.
Un argumento se dice que es "válido" si
su conclusión procede inevitablemente de
sus premisas; es "sólido" si es válido
y todas las premisas son ciertas. La
regla de la lógica rige de este modo la validez de
las inferencias. Aunque
p- 18
los filósofos han codificado y nombrado las diversas
formas de argumentos
válidos, no es necesario ser un catedrático
en lógica formal para poder aplicar
las reglas de la inferencia de manera consistente y correcta.
Un argumento
inválido puede ser reconocido por el simple método
del contraejemplo: si se
concibe un solo caso por medio del cual la conclusión
no seguiría necesariamente
a las premisas. Incluso si estas fueran ciertas, entonces
el argumento es
inválido. Consideremos el siguiente silogismo que
nos sirve de ejemplo: Todos
los perros tienen pulgas, Javier tiene pulgas, luego Javier
es un perro. Este
argumento es inválido, pues un solo felino pulgoso
que se llame Javier
evidenciaría un efectivo contraejemplo. Si un argumento
es inválido, entonces
es, por definición, endeble. De todas formas, no
todos los argumentos válidos
son sólidos. Consideremos este ejemplo: Todos los
perros tienen pulgas; Javier
es un perro, luego Javier tiene pulgas. Este argumento es
endeble a pesar de ser
válido, porque la primera premisa es falsa: no todos
los perros tienen pulgas.
Determinar cuando un argumento es sólido es frecuentemente
problemático; el
saber si una premisa es verdadera o falsa a menudo necesita
de conocimientos
adicionales sobre tal afirmación y requiere investigaciones
empíricas. Si el
argumento pasa estos dos tests -es decir, si es a la vez
sólido y válido-
entonces la conclusión puede ser aceptada con seguridad.
La regla de la lógica es violada frecuentemente
por los pseudocientíficos. Erich
von Däniken, que en los 70 puso de moda la mitología
paleo-astronáutica,
escribió muchos libros en los que ofrecía
argumentos endebles e inválidos con
entorpecida regularidad (ver Omohundro 1976). En "Recuerdos
del Futuro" no hace
más que dar argumentos que son lógicamente
invalidados y factualmente endebles;
en otras palabras, argumentos que son doblemente inconsistentes.
Por ejemplo,
Von Däniken arguye que el mapamundi hecho hacia el
siglo XVI por el almirante
turco Piri Reis es tan "asombrosamente exacto"
que solamente podría haber sido
realizado a partir de fotografías de satélites.
No sólo el argumento es inválido
(otras numerosas técnicas imaginables pueden dar
como resultado un mapa
"asombrosamente exacto"), sino que además
la premisa es sencillamente falsa -el
mapa de Piri Reis, de hecho, contiene gran cantidad de enormes
inexactitudes
(ver Story 1981).
COMPRENSIÓN
Los hechos ofrecidos en apoyo de toda afirmación
deben ser exhaustivos. Esto es,
debe considerarse toda evidencia disponible.
Por razones obvias, no es razonable considerar sólo
los hechos que apoyan una
teoría y descartar aquellos que la contradicen, esta
regla es inmediata y
evidente por si misma y requiere pocas explicaciones y justificaciones.
No
obstante es una regla que frecuentemente rompen los que
hacen declaraciones
paranormales y quienes se adhieren a creencias de este tipo.
Por ejemplo, los defensores de la teoría de los
biorritmos son bastante
aficionados a señalar los accidentes aéreos
que ocurren en días en que piloto,
copiloto y/o navegante estaban padeciendo punto críticamente
bajos en su ciclo
intelectual, emocional y/o psíquico. Los hechos considerados
por los defensores
de los biorritmos no incluyen por tanto los numerosos aviones
estrellados cuando
los tripulantes estaban experimentando puntos altos o neutros
de sus ciclos
biorrítmicos (Hines 1988:160). Igualmente, cuando
la gente cree que Jeane Dixon
tiene capacidad precognitiva porque predijo en 1988 que
George Bush seria
elegido (lo hizo dos meses antes de las elecciones, cuando
cualquier sociólogo,
equipo de sondeo y muchos ciudadanos hacían el mismo
pronóstico), ignoran los
miles de pronósticos que Dixon había hecho
y que había fallado (tal es el caso
de las predicciones sobre la no elección de J.F.
Kennedy en 1960 o la muerte de
Fidel Castro en 1969). Si usted está dispuesto a
ser selectivo con los hechos
que considere, podría concluir muy razonablemente
que la Tierra es plana.
HONRADEZ
Los hechos ofrecidos en apoyo de toda afirmación
deben ser evaluados sin
autoengaño.
La regla de la honradez es un corolario de la regla de
la comprensión. Cuando se
han examinado todos los hechos, es esencial que se sea honrado
con uno mismo
sobre los resultados del examen. Si el peso de la evidencia
contradice la
afirmación, entonces se está obligado a abandonar
la creencia en tal afirmación.
La observación, por supuesto, también podría
tomarse como válida.
p- 19
La regla de la honradez, como la de la comprensión,
es frecuentemente violada
por los defensores y seguidores de lo paranormal. Los parapsicólogos
violan la
regla cuando concluyen tras numerosos experimentos fallidos
intentando replicar
unos resultados positivos sobre un inicial fenómeno
psíquico, diciendo que tal
fenómeno debe ser un fenómeno huidizo (Aplicando
la Navaja de Occam, la
conclusión más honrada seria que los resultados
positivos del principio se deben
a una coincidencia). También los creyentes de lo
paranormal violan esta regla
cuando, viendo a un "psíquico" que sorprendentemente
dobla una cuchara con las
manos y no con la mente, concluyen diciendo que tal "psíquico"
sólo engaña de
vez en cuando.
En la práctica, la regla de la honradez generalmente
se reduce a una orden
contra la ruptura de las reglas de la falsabilidad por la
vía de la salida
múltiple. De todas formas es algo más que
eso: La regla de la honradez significa
que se debe aceptar la obligación de llegar a una
conclusión racional una vez
hayan sido examinados todos los hechos. Si el peso abrumador
de los hechos falsa
la creencia, se debe concluir que la creencia es falsa y
se debe hacer frente a
las implicaciones de esta conclusión con franqueza.
Frente a unas evidencias
negativas aplastantes, la neutralidad y el agnosticismo
no son mejores que la
credulidad y la fe. La negación, la evasión,
la justificación y los otros muchos
mecanismos de autoengaño constituyen violaciones
de la regla de la honradez.
Desde mi punto de vista, esta regla por si sola invalida
por entero la
disciplina de la parapsicología. Tras más
de un siglo de sistemática
investigación académica, la hipótesis
"psi" permanece totalmente inconsistente e
insostenible; los parapsicólogos no han podido producir,
como observa Ray Hyman
(1985:7), "ninguna evidencia consistente sobre lo paranormal,
que pueda resistir
aceptablemente un escrutinio científico". Según
todos los indicios el número de
parapsicólogos que observa la regla de la honradez,
palidece frente al número de
los que la violan. El veterano investigador psíquico
Eric Dingwall (1985:162)
resume su amplia experiencia en la investigación
parapsicológica con esta
observación: "Después de 60 años
de experiencia y de trato personal con los más
destacados parapsicólogos de este periodo, creo que
no puedo nombrar ni a media
docena de ellos, que pudiera denominar como estudiosos objetivos
y que desearan
descubrir la verdad".
REPR0DUCTIBILIDAD
Si la prueba de una afirmación está basada
en un resultado experimental o si el
hecho ofrecido como apoyo de cualquier afirmación
podría lógicamente ser
explicado como una coincidencia, entonces es necesario que
el hecho sea repetido
en ulteriores experimentos y ensayos.
La regla de la reproductibilidad nos sirve de salvaguarda
frente a la
posibilidad de error, fraude o coincidencia. Un solo resultado
experimental
nunca es adecuado por si mismo, tanto si se refiere a un
experimento para
producir la fusión nuclear, como si se trata de demostrar
alguna habilidad
telepática. Cualquier experimento, no importa lo
cuidadosamente diseñado y
ejecutado que esté siempre está amenazado
con la posibilidad de un sesgo
implícito o de un error no detectado. La regla de
la reproductibilidad, que
requiere observadores independientes que sigan los mismos
procedimientos y que
obtengan los mismos resultados, es un sistema muy efectivo
para corregir
parcialidades y error, incluso si estos permanecen constantemente
irreconocibles. Si los resultados de un experimento son
producto de un fraude
deliberado, la regla de la reproductibilidad asegura que
el experimento será
finalmente llevado a cabo por investigadores honrados.
Si el fenómeno en cuestión pudiera ser producto
de una coincidencia, entonces
debe ser reproducido antes de rechazar la hipótesis
de dicha coincidencia. Si la
coincidencia es de hecho la explicación del fenómeno,
en ulteriores ensayos el
fenómeno no se repetirá, y la hipótesis
de la coincidencia será confirmada; pero
si la coincidencia no es la explicación, el fenómeno
podrá repetirse y deberá
buscarse otra justificación que no sea la casualidad.
Si predigo correctamente
una tirada de dados, se debería exigir que repitiera
la hazaña antes de admitir
que mi predicción no fue pura coincidencia.
La regla de la reproductibilidad es violada regularmente
por los parapsicólogos
que son especialmente aficionados a malinterpretar coincidencias.
El famoso
"sabueso psíquico" Gerard Croiset, por
ejemplo, resolvió según algunos
pretenden, numerosos crímenes desconcertantes y localizó
cientos de personas
desaparecidas, en un periodo que abarca cinco décadas,
desde los 40 hasta su
muerte en 1980.
p- 20
La verdad es que la abrumadora mayoría de las predicciones
de Croiset eran vagas
y no falsables o simplemente falsas. Dado que a lo largo
de su vida Croiset hizo
miles de predicciones, difícilmente sorprenderá
que haya tenido uno o dos
venturosos "éxitos". El fallecido parapsicólogo
holandés Wilhelm Tenhaeff,
cogiendo esos "muy pocos casos exitosos", argumentaba
que Croiset poseía
demostrados poderes psíquicos (Hoebens 1986a: 130).
Había una clara violación de
la regla de la reproductibilidad, y esos "muy pocos
casos exitosos" no debían
ser tomados como prueba de las capacidades psíquicas
de Croiset, aunque hubieran
sido ciertos (De hecho, muchos de los datos de Tenhaeff
eran fraudulentos -ver
Hoebens, 1986b).
SUFICIENCIA
Los hechos ofrecidos en apoyo de una afirmación
deben ser suficientes para
establecer la verdad de la afirmación; con estas
estipulaciones: (1) La tarea de
probar lo afirmado recae en quién la hace; (2) afirmaciones
extraordinarias
precisan evidencias extraordinarias. Y (3), hechos basados
en autoridad y/o
testimonios son siempre inadecuados para cualquier afirmación
paranormal.
La tarea de probar siempre recae en el declarante por la
simple razón de que la
ausencia de hechos que rebatan una afirmación no
es lo mismo que la presencia de
hechos que la confirmen. Esta regla es frecuentemente violada
por los defensores
de las afirmaciones paranormales, los cuales argumentan
que, ya que sus
afirmaciones no han sido refutadas, por eso mismo han quedado
probadas (Los
ufólogos, por ejemplo, argumentan que ya que los
escépticos no han explicado
algunos de los avistamientos de ovnis, entonces éstos
deben ser naves
extraterrestres). Consideremos las implicaciones de este
razonamiento: Si afirmo
que Adolf Hitler está vivo y con buena salud y además
está viviendo en
Argentina, ¿cómo podría usted refutar
mi afirmación? Desde el momento que la
afirmación es lógicamente posible, lo único
que podría hacer (en ausencia de
claras evidencias forenses) es demostrar que el hecho es
altamente improbable -
pero no se refutaría mi afirmación-. El hecho
de que no se pueda probar que
Hitler no está viviendo en Argentina no significa
de todas formas que yo haya
probado lo contrario. Solamente significa que he probado
que podría ser posible
y esto es poca cosa; lógicamente posible no es lo
mismo que realmente
establecido. Si la ausencia de hechos que rebatan una afirmación
fuera prueba
suficiente para acreditar una afirmación, entonces
podríamos "probar" cualquier
cosa que podamos imaginar. La creencia debe estar basada
no simplemente en la
ausencia de hechos refutantes, sino en la presencia de hechos
confirmantes. Es
obligación del declarante aportar estos hechos confirmantes.
Afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias
por una razón
obvia de equilibrio. Si afirmo que llovió el pasado
martes cuando iba a mi
trabajo, estaría justificado aceptar mi afirmación
como cierta basándose sólo en
mi relato. Pero si afirmo que seres extraterrestres me arrastraron
a la cara
oculta de la Luna y realizaron allí extravagantes
experimentos médicos con mi
cuerpo, estaría justificado demandar evidencias más
sustanciales. Las pruebas
ordinarias de mi testimonio son suficientes para declaraciones
ordinarias, pero
no lo son para las extraordinarias.
De hecho, el testimonio es siempre inadecuado para cualquier
afirmación
paranormal, tanto si es ofrecido por una autoridad o si
lo es por un profano,
por la sencilla razón de que los humanos pueden mentir
o equivocarse. Un montón
de experiencia en cualquier campo no es garantía
contra la falibilidad humana, y
la experiencia no excluye las motivaciones para mentir;
por tanto unas
credenciales personales, conocimientos o experiencia no
pueden ser tomados por
si mismos como pruebas suficientes para establecer la veracidad
de una
afirmación. Además la sinceridad de una persona
nunca comunica credibilidad a su
testimonio. Incluso si estas personas cuentan lo que creen
sinceramente que es
verdad, siempre es posible que estén equivocadas.
La percepción es un acto
selectivo, que depende de las creencias, contextos, expectativas,
estados
emocionales y bioquímicos, además de una gran
cantidad de otras variables. La
memoria es notoriamente problemática, y propensa
a una gran variedad de
distorsiones, supresiones, sustituciones y amplificaciones.
Por todo esto el
testimonio que ofrece la gente de lo que recuerda haber
visto u oído debe ser
siempre contemplado como provisional y aproximadamente correcto;
cuando alguien
está hablando sobre lo paranormal sus testimonios
nunca deberán contemplarse
como hechos dignos de confianza por sí mismos. La
posibilidad e incluso
probabilidad de error es de lo más amplia (ver Connor
1986).
p- 21
CONCLUSION
Las tres primeras regias de "FíLCHeRS"
-Falsabilidad, Lógica y Comprensión- son
todas ellas lógicamente necesarias para el razonamiento
evidencial. Si queremos
tener confianza en la veracidad de una afirmación,
sea normal o paranormal, ésta
debe ser proposicionalmente significante, y las pruebas
ofrecidas en su apoyo
deben ser racionales y exhaustivas.
Las tres últimas reglas de "FiLCHeRS"
-Honradez, Reproductibilidad y
Suficiencia- son todas ellas pragmáticamente necesarias
para el razonamiento
evidencial. Debido a que los seres humanos están
a menudo motivados para
justificarse y mentirse a sí mismos, porque también
a veces están motivados para
mentir a los demás, porque también pueden
cometer errores y porque la percepción
y la memoria son problemáticas, debemos pedir que
las evidencias de cualquier
afirmación factual sean evaluadas sin autoengaño,
que sean cuidadosamente
eliminados los errores, fraudes y sesgos y que tales evidencias
sean sólidas e
inequívocas.
Entonces, lo que digo a mis alumnos, es que se puede y
se debe usar "FiLCHeRS"
para evaluar los hechos ofrecidos para cualquier afirmación.
Si la afirmación
falla en alguna de estas seis reglas, debe se rechazada,
pero si pasa las seis
entonces está justificado tener una considerable
confianza en ella.
Pasar los seis tests, por supuesto, no garantiza que la
afirmación sea cierta
(sólo porque se hayan examinado todas las pruebas
disponibles hoy en día no
garantiza que se puedan encontrar nuevas pruebas contrarias
en un futuro), pero
sí da garantías para tener buenas razones
para creer en la afirmación. Garantiza
que se ha vendido la creencia a un buen precio y que no
ha sido hurtada.
Ser un adulto responsable significa aceptar el hecho de
que casi todo
conocimiento es provisional, y aceptarlo de buena gana.
Es posible que sea
necesario cambiar de creencias mañana, si la evidencia
lo justifica, y se debe
estar dispuesto y ser capaz de hacerlo. Esto es en esencia
lo que significa ser
escéptico: creer, sí y solo sí, la
evidencia lo justifica.
NOTAS
(1) Filcher, en inglés, es ratero, ladrón
(N. del T.)
(2) El autor hace un juego de palabras con el acrónimo
"FilCHeRS" (rateros), el
verbo "to steal" (robar) y "filch-proof"
(a prueba de robos o a prueba de
rateros) (N. del T.)
BIBLIOGRAFIA
Connor, John W. 1984. Misperception, folk belief, and the
occult: A cognitive
guide to understanding. SKEPTICAL INQUIRER, 8:344-354, Summer.
Dingwall, E.J. 1985. The need for responsibility in parapsicology:
My sixty
years in psychical research. En A Skeptic's Handbook of
Parapsicology, 161-174,
ed. por Paul Kurtz. Buffalo, N.Y.: Prometheus Books.
Hines, Terence. 1988. Pseudoscience and the Paranormal.
Buffalo, N.Y.:
Prometheus Books.
Hoebens, Piet Hein. 1981. Gerard Croiset: Investigation
of the Mozart of
"psychic sleuths". SKEPTICAL INQUIRER, 6(1):17-28,
Fall.
------. 1981-82. Croiset and Professor Tenhaeff: Discrepancies
in claims of
clairvoyance. SKEPTICAL INQUIRER, (2): 21-40, Winter.
Hyman, Ray. 1985. A critical historical overview of parapsicology.
En A
Skeptic's Handbook of Parapsicology, 3-96, ed. por Paul
Kurtz, Buffalo, N.Y.:
Prometheus Books.
Omohundro, John T. 1976. Von Däniken's chariots: primer
in the art of cooked
science. SKEPTICAL INQUIRER, 1(1): 58-68, Fall.
Story, Ronald D. 1977. Von Däniken's golden gods,
SKEPICAL INQUIRER, 2 (1): 22-
35, Fall/Winter.
Traducción: Luis Angulo Suardiaz y Pablo Angulo Suardiaz
Original: Copyright de Skeptical Inquirer
Traducción: Copyright de LAR
p- 22
===============
James Lett es profesor asociado de antropología
en el Departamento de Ciencias
Sociales del Indian River Community College, 3209 Virginia
Avenue, Ft. Pierce,
FL 34981. Es autor de "The Human enterprise" (La
empresa Humana) y de "A
Critical Introduction to Anthropological Theory" (Una
introducción crítica a la
teoría antropológica).
==============
PARAPSICOLOGÍA O, CIENCIA 10
(Viene de la página 36)
ella, con las manos sobre las sienes de la joven, con su
sonrisa encantadora, su
pequeño diamante en la oreja y su cruz berebere al
cuello. Pero lo importante
son sus ojos azules. Miran fijamente a Régine durante
unos instantes y a una
sola palabra del telépata ésta se duerme,
o al menos es lo que parece.
Comienza la función
Lentamente, titubeando, con un mohín infantil en
la cara, se va a su despacho,
tras una caja Faraday, que impide el paso de ondas electromagnéticas.
El
habitáculo es una protección para el caso
de que Chris consiguiera engañar a
todo el mundo y comunicar con su amiga gracias a un emisor
de radio que hubiera
escapado a los ojos de los médicos. "¿Estás
lista, Régine?, le dice amablemente.
Ella asiente con la cabeza, como una niña. Entonces
él, tranquilo, se marcha al
laboratorio para ir a instalarse al otro lado de la avenida,
en un despacho
igual de triste, igual de feo.
El combate puede empezar, bajo el ojo frío de la
cámara de Jacques Théodor. Al
azar, el ordenador va extrayendo números. Cada uno
corresponde a una carta de un
juego de tarot azteca. Chris los coge. A unos metros de
allí, una llamada
telefónica avisa a la médium de que el telépata
se concentra y trata de
transmitirle la imagen.
Régine tiene calor en su jaula metálica.
Está muy colorada y se frota la frente,
como si al mensaje le costara pasar. Se apodera del juego
de tarot que tiene
delante. Las cartas se deslizan entre sus dedos; las palpa,
les da la vuelta,
las baraja. Bruscamente la joven coloca tres cartas delante
de ella, para
terminar posando el índice sobre una: el cóndor.
Lo que Chris tenía entre sus
manos era otra figura.
La hora de la derrota
A las 12.07 horas comienza la segunda prueba. Segundo fracaso.
12.30 horas:
décima prueba; décimo fracaso. Fin del primer
round. Ventaja para la ciencia.
¡Que por eso no quede! Ni Chris ni Régine pierden
la moral. Están dispuestos
para la segunda manga que se desarrollará con uno
de los testigos por cada lado.
Una hora más tarde llega al fin del segundo tiempo:
fiasco completo. Un directo
demoledor. Lo paranormal queda mal parado.
Quizá este día las facultades de Chris son
deficientes. Salida del ring del
telépata. Sólo queda en la pista Régine
X. Según Chris, la médium tiene dotes de
clarividencia. Puede reconocer una carta encerrada en un
sobre sólo con
palparla. A pocos pasos de allí, Henrí Broch
y Jacques Théodor deslizan una
carta en un grueso sobre blanco. Se la tienden a la joven.
Ella la tritura, la
huele, le da golpecitos, se la frota contra la cara. "Se
cansa", susurra Chris.
Cinco minutos más tarde, en voz baja, anuncia una
dama de picas. Fallo. Era el
as de trébol. Las manipulaciones se repiten diez
veces más. Diez fallos.
Chris promete que volverá a intentarlo cuando haya
perfeccionado su método.
Aparentemente le queda mucho trabajo por hacer. La telepatía
y la clarividencia
se declaran vencidos por K.O. absoluto, cercano al coma.
¿Queda algún aficionado
más?
p- 23
¿FRANCIA POSEIDA POR EL OCULTISMO?
L Rosner
Realmente, mi buzón no tiene el valor de un sondeo,
y un sondeo tampoco tiene
valor científico indudable. ¿Por qué
reflexionar entonces sobre el contenido de
mi buzón, que me reporta muy a menudo la sorpresa
del anuncio de la salud y la
felicidad? (Esto por supuesto, a condición de recurrir
a los servicios de un
mago, un hechicero o un astrólogo, cuya dirección
y horas de consulta vienen
bien detalladas). Pues porque mi buzón me da al menos
un elemento claro y
utilizable; si se invierte en publicidad de este tipo significa
que es eficaz,
que estas técnicas cazabobos son capaces de llenar
el despacho de un campeón en
ciencias ocultas.
Puede replicárseme que se trata de un fenómeno
limitado a mi barrio, o con rigor
a mi ciudad. ¿Con qué derecho puedo extrapolar
esto a toda Francia?
Pero héte aquí que mi ciudad tiene 100.000
habitantes y que Daniéle Gilbert ha
vendido 450.000 ejemplares de su anillo medicinal. Así
que el fenómeno no se
limita sólo a mi ciudad. Puede uno preguntarse si
de no haber sucedido la
querella por estafa que disparó el escándalo
de los anillos, no habría llegado a
una cifra de ventas de 2.800.000 copias. ¿Por qué
esta cifra? No es un fantasma;
es el número de volúmenes vendidos del libro
de la Sra. Zaraï "Mi medicina
natural". La base científica del libro de la
Zaraï no es más sólida que la de
las promesas del anillo maravilloso...
En el salón anual de medicinas suaves los stands
de prácticas mágicas hacen buen
conjunto con el resto de las formas. ¿Significa esta
pacífica vecindad que de
hecho las medicinas suaves son mágicas o bien que
se dirigen a los mismos
clientes? ¿Y si valen ambas explicaciones?
El Sr. Claude Evin ha declarado no hace mucho que las medicinas
suaves no pueden
ser consideradas como especialidades médicas (por
primera vez -y una vez no hace
costumbre- estoy de acuerdo con él) y afirma que
hay ¡unas 52!. Nos podemos
preguntar si realmente se trata de medicinas. Si la verdad
está del lado de las
medicinas suaves, ¿por qué tiene que haber
52 verdades? ¿Hay menos oportunidades
de equivocarse si uno se compromete con una vía única,
racional y verificable o
si toma una de las 52 vías no verificadas jamás
ni confirmadas en condiciones
rigurosas?
No es difícil, leyendo una revista, ignorar la página
astrológica, pero ¿cómo
evitar, saliendo pronto de casa, escuchar antes de las noticias
en cualquier
emisora, el "boletín" astrológico?
Millones de personas escuchan cada mañana los
efluvios astrológicos vertidos por la radio de su
coche. ¿Cuántos se dejarían
convencer, pues le gustaría que las alegaciones que
escuchan fueran verídicas?
Incluso el Estado se preocupa de la suerte de los ciudadanos
fanáticos de la
astrología: en Minitel (2) hay disponible un servicio
astrológico, y asegura
beneficios confortables a la administración del Estado.
¿Cuándo tendremos la
dicha de podernos echar las cartas con la ayuda del Minitel?
Para una carta astral individualizada se debe introducir
el día y la fecha de
nacimiento. Hoy en día se dispone de sustancias capaces
de precipitar o retrasar
el parto. ¿Se debe señalar al astrólogo
la administración de prostaglandinas o
de aspirina a la madre, o bien todo estaba previsto por
la conjunción de los
planetas? Si la administración de estas sustancias
es capaz modificar el
carácter o la suerte de las personas ¿no se
debería crear una astrofarmacología?
Incluso sin disponer de una respuesta clara a estas preguntas
metafisicas, hay
40.000 astrólogos que declaran sus impuestos y ejercen
serenamente su trabajo.
Preguntas: ¿No es la astrología una medicina
suave? ¿No se deberían reconvertir
a la astrología los más de 20,000 médicos
de Francia? Al menos, su diploma les
guardaría de acusaciones por ejercicio ilegal de
la medicina. ¿Y por qué no?
¿Pueden las otras 52 medicinas suaves proporcionar
argumentos más racionales que
la astrología?
El título de un artículo en un periódico
norteamericano me ha indignado.
"Francia,
p- 24
poseída por el ocultismo" (1). ¡Qué
calumnia dirigida a la patria de Descartes!
La lectura del artículo, en el cual el autor mete
en el mismo saco a la
astrología, brujería, medicinas suaves, etc...,
me ha dejado estupefacto: he
debido reconocer muy a mi pesar que mi indignación
sólo era un reflejo
chauvinista. La cascada de cifras que proporciona el autor
es desgraciadamente
más que preocupante.
¿Por qué este fenómeno está
tan desarrollado en Francia? Creíamos haber
encontrado la explicación al entusiasmo por las medicinas
suaves, al aislarse de
la medicina. Puede ser que nos hubiéramos equivocado.
La misma atracción se
manifiesta hacia la brujería, la astrología
y otras prácticas irracionales. En
definitiva, el fenómeno no se limita a las medicinas
suaves, sobrepasando las
competencias del modesto autor de estas líneas. La
palabra la tienen los
sociólogos o los psicólogos.
Desde hace bastante sé que toda Francia no está
donde se concentran las luces,
en la orilla izquierda.
Nunca he pensado que todos los que creen en la magia, bajo
cualquier forma que
ésta tome sean imbéciles. Pero desde luego,
no dudo que todos los imbéciles
creen en la magia...
NOTAS:
(1) B. James, International Herald Tribune, 30-X-1990,
p.6.
(2) El Minitel es un servicio telemático francés,
parecido al videotex español
(Ibertex), que permite el acceso a correo electrónico
y muchas bases de datos
con un barato terminal que se llama Minitel. (Nota de los
editores).
Original aparecido en AFIS, Nº 184
Traducción: Javier E. Armentia
Veamos... La llanura de Marte, la línea de la fortuna...
¡Sí!, ¡Sí!, ¡ahora veo
claro!, usted va a desenmascarar a un estafador dentro de
poco.
p- 25
RELATIVISMO EN LA CIENCIA
Martin Gardner
En las últimas décadas ha existido una creciente
tendencia entre un pequeño
grupo de sociólogos y profesores humanistas, incluso
entre unos pocos
científicos y filósofos, a negar que la ciencia
se mueve más y más cerca de la
"verdad" objetiva. Esta rara opinión está
estrechamente unida a una corriente
anti-realista que ha sido fomentada por las paradojas y
misterios de la mecánica
cuántica. Las propiedades de las partículas
y de los sistemas cuánticos son, en
cierto sentido, no "reales" hasta que son medidas.
Las medidas pueden ser
realizadas mediante aparatos, pero estos mismos son un sistema
cuántico, así
pues, el sistema parece encontrarse en un estado "indefinido"
hasta que ha sido
observado por una persona. Lástima que el observador
es también un sistema
cuántico. ¿Se encuentra indefinida esta persona
hasta que alguien la observa?,
¿cómo podemos escapar de esta aparente regresión
sin fin?
Unos pocos físicos, entre los que destaca Eugene
Wigner, sostienen que el mundo
cuántico, el cual por supuesto es todo el universo,
no tiene realidad hasta que
es observado por una mente consciente. Esta opinión
choca con graves
dificultades sobre la pregunta de a qué altura de
la escala evolutiva debe estar
una mente para hacer real un objeto. Como a Einstein, a
quien le repugnaba este
tipo de solipsismo social, le gustaba preguntar: ¿Es
la luna inexistente hasta
que un ratón la observa?. ¿y si es una mariposa
quien la observa? La evolución
parece imponer, para personas como Wigner, que la realidad
es cuestión de rango:
a medida que la vida evolucionó en (por lo menos)
la Tierra, el universo se
desarrolló lentamente desde algún tipo de
niebla sin interés al complicado
mecanismo que es hoy en día. ¿Y qué
le ocurriría al universo si toda la vida se
extinguiera?, ¿desaparecería en la oscuridad?
Si el universo no tiene realidad sin observadores humanos,
es fácil suponer
entonces que somos nosotros quienes damos forma a la estructura
del mundo
exterior. Si tú y yo somos los creadores de sus leyes,
se deduce fácilmente que
la ciencia seria considerada similar al arte, la poesía,
la música, la filosofía
y otros productos de la cultura humana. Ya que las culturas
cambian con el
tiempo y varían de unas a otras y dado que la ciencia
es claramente parte de la
cultura, uno puede considerar la historia de la ciencia
del mismo modo que uno
considera la historia de la moda. En una década la
minifalda está de moda, en
otra ya no, luego vuelve a estar de moda. La altura de una
falda es una
preferencia cultural. No podemos decir que cierta altura
en particular sea
"verdadera" y las otras, "falsas".
Es difícil creer que gente inteligente no sólo
vea la historia de la ciencia
como una serie de preferencias culturales, sino que incluso
escriba libros sobre
ello. El astrónomo de Harvard Bruce Gregory, por
ejemplo, presentó recientemente
un volumen titulado "Inventing Reality: Physics as
a Language" (Wiley, 1989). Su
insensato tema central es que los físicos no descubren
las leyes de la
naturaleza: las inventan. Newton no descubrió la
ley de la gravitación; la
inventó. J.J. Thompson no descubrió el electrón;
lo hizo, al igual que uno
compone una melodía. "El universo está
hecho de historias", escribe Gregory,
citando al poeta Muriel Rukeyser, "no de átomos".
Las opiniones de Gregory están en la tradición
de los pragmatistas que sitúan la
experiencia humana en el centro de lo que es "real".
Ellos no niegan que exista
un mundo exterior con el cual interactuamos; pero debido
a que no podemos
conocer nada sobre él excepto lo que experimentamos,
ellos son incapaces de
tomar seriamente cualquier declaración sobre estructuras
"allá afuera"
independientes de la mente humana. Siguiendo los pasos de
pragmatistas tales
como Karl Pearson y Benjamin Lee Whorf, Gregory considera
el lenguaje humano
(incluyendo por supuesto el lenguaje de las matemáticas)
como el principal
moldeador de lo que a los científicos les gusta pensar
que está allá afuera. "La
irreductible naturaleza física del mundo que encontramos
cada día es obvia",
escribe, "Al minuto que comenzamos a hablar sobre este
mundo, con todo, éste
llega a ser de algún modo transformado en otro mundo,
un mundo interpretado, un
mundo delimitado por el lenguaje...".
Si el mundo del que hablamos es el único que podemos
conocer, resulta que
"conforme nuestro vocabulario cambia, así lo
hace el mundo". De
p- 26
otra manera: "Cuando creamos una nueva forma de hablar
sobre el mundo, estamos
virtualmente creando un nuevo mundo". Los libros son
reales "no debido a
conexión mística alguna entre el lenguaje
y el mundo, sino debido a que tú
puedes pedirme que publique un libro y mi acción
puede satisfacer tus
expectativas".
Consideremos los unicornios. El común de la gente
diría que no son reales porque
no existen tales animales. Pero Gregory afirma que "los
unicornios no son reales
debido a que nuestra comunidad no tiene expectativas sobre
unicornios vivos o
muertos que puedan ser satisfechas...". Más
aún, nuestro lenguaje puede incluso
alterar el pasado. Cuando dejamos de hablar sobre los unicornios,
cesaron de ser
reales. "La historia no es tan inmutable como podríamos
pensar; el lenguaje
puede aparentemente transformar el pasado tan fácilmente
como se modela el
presente y el futuro". Como en la obra de Orwell, 1984,
en la que los
historiadores comunistas reescribían continuamente
la historia.
Sólo hay un pequeño paso desde este arrogante
orgullo homocéntrico a la creencia
de Shirley MacLane y otros adeptos a la Nueva Era, de que
tenemos el poder de
crear nuestras propias realidades. Puede haber alguna clase
de mundo eterno allá
afuera; pero si es así, tal y como Kant sostenía,
su estructura última está para
siempre más allá de nuestra comprensión.
"Las leyes de la física", escribe
Gregory obstinadamente, "son nuestras leyes, no las
de la naturaleza". Nosotros
somos los dioses que configuran la realidad.
No es sorprendente enterarse de que Gregory es un devoto
del reciente culto de
la Nueva Era del "ser". "Debo mi apreciación
del inmenso poder del mito del
'ser'", escribe, "al implacable compromiso de
Werner Erhard para establecer un
cambio en mi vida. Sin sus sostenidos esfuerzos en revelar
el papel del lenguaje
en la experiencia modeladora, este libro nunca habría
sido escrito".
Tratemos de despejar algunas confusiones relacionadas con
el subjetivismo y el
relativismo. Primeramente, la noción de que la ciencia
es siempre falible es
antigua, hábilmente defendida por los escépticos
griegos, de manera que ningún
científico o filósofo de hoy la niega. El
propio término falibilismo fue acuñado
por el filósofo americano Charles Pierce para acentuar
la manera en que difieren
las afirmaciones científicas de los teoremas basados
en las matemáticas y en la
lógica formal. En lógica y matemáticas
existen pruebas acorazadas dentro de los
sistemas formales. Por ejemplo, uno puede probar el teorema
de Pitágoras dentro
del sistema de geometría euclidiana del espacio-tiempo.
Dados los axiomas de la
geometría euclidiana, el teorema es verdad en todos
los mundos posibles. La
ciencia, por otra parte, no tiene demostraciones infalibles.
Si bien todas las afirmaciones científicas son corregibles,
no se sigue que no
puedan ser situadas en un continuo de probabilidades cuyo
rango se extienda
desde una virtual certeza hasta casi una segura falsedad.
No hay duda, por
ejemplo, de que la Tierra es redonda, que gira alrededor
del sol, que rota, que
posee un campo magnético y que tiene una luna que
describe círculos alrededor de
ella. Es casi cierto que el universo tiene miles de millones
de años y que la
vida en la Tierra evolucionó durante millones de
años desde las formas más
simples a las más complejas. El big bang como origen
del universo no es del todo
tan cierto. El modelo expansionista del universo es todavía
menos cierto. Y así
sucesivamente. La ciencia actual carece de alguna técnica
para aplicar valores
probabilísticos precisos, o como a Rudolf Carnap
le gustaba llamar "grados de
confirmación", a sus afirmaciones. Esto no quiere
decir, sin embargo, que un
científico no esté justificado al decir que
la evolución ha sido fuertemente
confirmada o que la Tierra plana ha sido fuertemente desconfirmada.
El título del libro de Nancy Cartwright "Now
the Laws of Physics Lie" (Oxford
University Press, 1983) parece sugerir que está de
acuerdo con Gregory, pero una
cuidadosa lectura deja ver lo contrario. Lo que ella mantiene
-¿y quién no puede
estar de acuerdo?- es que las leyes fenomenológicas
de la física (leyes basadas
en la observación directa) tienen un grado mucho
más alto de confirmación que
las teorías. Podemos estar seguros de que todos los
elefantes poseen trompa ya
que podemos verificar esta afirmación mediante observación
directa. Cartwright
dice que "cree" en las leyes fenomenológicas,
y también en entidades teóricas
tales como los electrones, incluso aunque sus observaciones
sean indirectas. ¿Si
no son electrones los que dejan sus rastros en una cámara
de niebla, quiénes los
dejan?, se pregunta. Mas cuando uno vuelve a las leyes teóricas
tales como las
de la relatividad y de la mecánica cuántica,
ella no "cree" en estas de la
p- 27
misma manera, ya que están demasiado lejos de una
confirmación clara, y
demasiado sujetas a cambiar. Es en este sentido en el que
la ciencia miente.
¿Dónde nos deja esto? Seguramente no nos
deja con un relativismo en el que las
teorías científicas contendientes sean "inconmensurables",
esto es, sin normas
mediante las cuales puedan ser clasificadas. La ciencia
es como una región que
se expande con un sólido núcleo de verdades
muy cercanas a la certeza. Así que
conforme uno se mueve hacia afuera de dicho núcleo,
las afirmaciones comienzan
progresivamente a tener un carácter más hipotético.
De ninguna forma puede uno
negar que la ciencia progresa de manera bien diferente a
como "progresan" la
música, el arte o la moda en la ropa.
Como casi todos los científicos, filósofos
y gente corriente, Pierce fue un
firme realista. La ciencia, escribió, es un método
"mediante el cual nuestras
creencias son resueltas no por algo humano, sino por alguna
permanencia externa,
algo sobre lo cual nuestro pensamiento no tiene efecto".
Veamos cómo el eminente físico de Harvard,
Sheldon Glashow dijo lo mismo en un
pequeño ensayo en el New York Times (22 de octubre
de 1989):
"Nosotros creemos que el mundo es cognoscible, que
existen unas reglas
simples que gobiernan el comportamiento de la materia y
de la evolución del
mundo. Afirmamos que existen unas verdades eternas, objetivas,
extrahistóricas,
socialmente neutras, externas y universales, y que el ensamblaje
de las mismas
es lo que hoy llamamos la ciencia física. Las leyes
naturales pueden ser
descubiertas, son universales, invariables, inviolables,
sin sexo y
verificables. Pueden ser descubiertas por hombres o por
mujeres o por
colaboraciones mixtas de cualesquiera proporciones obscenas.
Cualquier
alienígena inteligente, en cualquier lugar, habría
dado con el mismo sistema
lógico con el que tenemos que explicar la estructura
de los protones y la
naturaleza de las supernovas. Esta afirmación no
la puedo probar, esta
afirmación no la puedo justificar. Esta es mi fe."
Es importante entender que cuando una teoría va
siendo fuertemente confirmada
por repetidas observaciones y experimentos, puede trasladarse
desde un borroso
límite a hacerse reconocida como hecho por toda la
comunidad científica. Que los
planetas giran alrededor del sol constituyó una vez
la teoría copernicana. Hoy
día es un hecho. Que los objetos materiales están
constituidos por moléculas fue
una vez una conjetura. Ésta, por cierto, fue ridiculizada
por muchos físicos y
químicos durante varias décadas. Hoy día
es un hecho. En tiempos de Darwin había
una teoría de la evolución. Hoy sólo
los ignorantes creacionistas rechazan
calificar la evolución de hecho. Es importante entender
que las así llamadas
revoluciones en la ciencia no son revoluciones en el sentido
de derrocamientos
de una primitiva teoría. Son refinamientos benignos
de teorías anteriores.
Einstein no echó a un lado la física newtoniana,
añadió modificaciones a la
misma.
"La historia de la física hace difícil
no sostener la idea de que estamos cerca
de decir que 'la naturaleza es el propio lenguaje'",
escribe Gregory
ingenuamente. Por el contrario, la historia de la física
lo hace fácil. ¿Quién
excepto los académicos chalados por el relativismo
puede negar que la ciencia
mejora constantemente su capacidad de explicación
y predicción? La verdad
absoluta puede ser, en efecto, inobtenible para siempre,
pero si las teorías no
están consiguiendo acercarse más a descripciones
exactas del universo, ¿por qué
trabajan tan asombrosamente bien? ¿cómo es
que podemos construir rascacielos,
bombas de hidrógeno, televisores, vehículos
espaciales y otras maravillas de la
tecnología moderna? ¿por qué la mecánica
cuántica es capaz de predecir con la
precisión de muchos decimales el resultado de miles
de sofisticados
experimentos?
Seguramente es insano suponer que el enorme poder predictivo
de la ciencia no es
nada más que el poder de predecir el comportamiento
de un mundo fabricado dentro
de nuestros diminutos cráneos. Por supuesto, todas
las predicciones son
examinadas por la experiencia humana, pero ya que todo lo
que hacemos es
experiencia humana, decir esto es decir algo obvio y trivial.
Wigner escribió un
famoso ensayo sobre "The Unreasonable Effectiveness
of Mathematics". A aquellos
que crean en un universo estructurado matemáticamente,
independiente de ti y de
mí, ¿qué puede resultar más
razonable que el que los métodos matemáticos
se
ajusten al universo?
p- 28
Nadie niega que la ciencia es una herramienta humana, o
que su historia está
influida por corrientes culturales de muy diferentes e interesantes
maneras.
Nadie niega que los científicos inventan teorías
por actos creativos similares a
los de los poetas y artistas. Pero una vez que una teoría
es formulada, es
examinada por un proceso que, a la larga, es singularmente
libre de prejuicios
culturales. Las falsas teorías no son derribadas
por cambios en el lenguaje,
sino por el universo.
James Trefil en su estimulante libro "Reading the
Mind of God" (Scribner 1989),
rememora una conferencia dada por una joven socióloga
sobre la historia de la
recientemente popular conjetura de que los dinosaurios fueron
exterminados por
los cambios climáticos que siguieron al impacto de
un objeto extraterrestre que
chocó con la Tierra. Ella se alegraba al describir
la lucha entre los geólogos,
pero no tenía ningún interés siquiera
en la evidencia en pro o en contra, desde
su perspectiva su única tarea era describir el conflicto
como si fuera una
batalla entre dos críticos de arte rivales, sin ningún
mecanismo para decidir
alguna vez quién tenía razón. Un contrariado
paleontólogo de la audiencia
explotó finalmente diciendo: "¿Es realmente
novedoso para los sociólogos que la
evidencia cuenta?".
Al final, Trefil concluye: "la gravitación
actúa sobre el bosquimano igual de
bien que sobre el europeo". Leyendo a Shirley MacLane
uno podría decidir crear
su propia realidad saltando al vacío desde un edificio
alto y volar a gran
altura como Superman. ¿Acaso no nos aseguran los
meditadores trascendentales que
con entrenamiento uno puede suspender la gravedad y levitar?
¿acaso Jesús, el
gran superpsíquico, no caminó sobre las aguas?
El año pasado un psíquico ruso se
situó sobre una vía de tren y trató
de suspender la Ley del Momento Lineal (masa
por velocidad) parando un tren. El pobre hombre ya no está
con nosotros. Veamos
cómo Stephen Crane, en uno de sus cortos poemas,
nos recuerda que no somos la
medida de todas las cosas:
Un hombre dijo al universo:
"Señor, ¡yo existo!"
"Sin embargo", contestó el universo, "tal
hecho no ha creado en mí un
sentimiento de obligación".
Traducción de Alfonso Navarro López
Original: Copyright de Skeptical Inquirer
Traducción: Copyright de LAR.
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PONIENDO ORDEN EN EL CAOS DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE
LA SUPERVIVENCIA
Arthur S.Berger
Pocas semanas antes de que muriera Joseph B. Rhine en 1980,
le hice una visita
en su viejo caserón de Durham, Carolina del Norte.
Según hablábamos,
encontrándose su esposa en la estancia, silenciosa
pero atenta, era evidente que
a pesar de su sordera y encontrándose casi ciego,
su mente estaba aún activa.
Durante nuestra conversación, habló de su
deseo de entrar en acción durante la
1ª Guerra Mundial y de cómo trató de
alistarse en el ejército. Fue rechazado
entonces por su oído defectuoso y su pobre visión.
Intentó luego alistarse en la
Marina pero fue nuevamente rechazado. Cuando el Cuerpo de
Marines le echó atrás
objetando que tenía pies planos, desafió al
médico a una carrera, tras lo que se
hizo con un uniforme.
Cuando escribí mi biografía de Rhine (Berger,
1988a), incluí esta historia ya
que para mí ilustra su enorme determinación,
así como su férrea voluntad,
cualidades que necesitó para introducir la parapsicología
en América. Rhine
otorgó a la parapsicología sus términos,
sus conceptos, sus teorías y sus
procedimientos de ensayo, y procuró, en contra de
una gran incredulidad y
escepticismo, revestir su trabajo de un estatus científico.
Gracias a Rhine, la
parapsicología se ha convertido en una término
corriente en los Estados Unidos,
siendo malentendida y erróneamente interpretada e
intercambiada con el término
investigación psíquica, incluso con preferencia
de este último. Este uso denota
un error en diferenciar que cada disciplina ocupa un campo
de investigación
diferente.
Para impresionar a los científicos, Rhine estableció
la parapsicología como una
indagación experimental y cuantitativa de la psique
(o psi) en el laboratorio.
Por otro lado, la investigación psíquica es
una indagación cualitativa e incluye
la recolección y evaluación de informes de
casos espontáneos, abarcando también
los casos de médiums. Hoy día los sucesores
de Rhine, quienes comparten su deseo
de impresionar a la ciencia con experimentos de laboratorio
y estadísticos, han
ignorado ampliamente su vertiente cualitativa. Y no debe
ser ignorada. Los casos
espontáneos proporcionan un campo natural de estudio
sobre casos supuestos de
telepatía o fenómenos relacionados con ella,
en comparación con los obtenidos
bajo condiciones artificiales de laboratorio. Y tan sólo
los casos espontáneos -
como las apariciones, sueños, encantamientos, experiencias
extracorpóreas,
médiums y supuestas reencarnaciones- permiten considerar
la cuestión,
intrigante, altamente emocional y absolutamente pendiente
de solución, de si la
conciencia humana continua más allá de la
muerte del cuerpo en una forma
descarnada o reencarnada.
Por otro lado, es importante que los informes sobre casos
espontáneos sean
investigados y evaluados, pero con la condición de
que tal investigación y
evaluación se haga de forma que ponga de manifiesto
si dichos casos proporcionan
evidencias convincentes sobre la supervivencia de la conciencia,
o la
reencarnación, en una persona fallecida. La palabra
clave es convincente.
Precisamente porque este elemento esencial ha sido olvidado,
es por lo qué
existe una amplia diferencia de opiniones respecto al verdadero
valor de las
investigaciones y evaluaciones realizadas hasta la fecha.
La mayoría de las
principales investigaciones realizadas que parecen haber
arrojado evidencias, o
al menos que son sugestivas de ello, en casos de supervivencia
tras la muerte o
reencarnación, han sido conducidas principalmente
por personas aisladas. El
pasado está lleno de ejemplos y abundan también
hoy en día: las investigaciones
de Sir William Crooke sobre los médiums psíquicos
Florence Cook y D.D. Home; las
de Richard Hodgson sobre la médium Leonora Piper;
las de James H. Hyslop sobre
las médiums mentales, señoras Chenoweth y
Smead; las sesiones del reverendo C.
Drayton Thomas con la médium mental Gladys Osborne
Leonard; los experimentos de
Gustav Geley con el médium psíquico Franz
Kluski; la investigación
p- 30
de Harry Price sobre la Rectoría de Borley, llamada
"la casa más encantada de
Inglaterra".
La Edad de Oro de los médiums terminó hace
más de 50 años, y las casas
encantadas como la Rectoría Borley ya no están
muy de moda. Sin embargo,
continúa el desfile de investigadores modernos así
como sus diferentes
pretensiones de proporcionar evidencias: L. Stafford Betty
escribió sobre una
investigación de un caso de poltergeist, concluyendo
que una persona fallecida
era el agente de tal fenómeno (Betty 1984); yo informé
sobre un experimento del
tipo de correspondencia cruzada sugerente de supervivencia
(Berger 1987b);
Karlis Osis dijo que los experimentos sobre experiencias
extracorpóreas apoyaban
la hipótesis de que los seres humanos poseen un aspecto
somático susceptible de
separarse del cuerpo y de operar independientemente fuera
de él (Osis y
Mccormick 1980); George Meek dijo poseer pruebas electrónicas
de supervivencia
más allá de la muerte basadas en una comunicación
instrumental con los muertos
(Meek 1982); D. Scott Rogo mantenía que se habían
recibido llamadas telefónicas
de personas muertas (Rogo y Bayless 1980). Todos estas historias
están
relacionadas con la supervivencia del alma descarnada.
Gracias a los trabajos de Ian Stevenson, algunas personas
creen que existen
pruebas de otro tipo de supervivencia: la reencarnación.
La creencia en la
reencarnación es un elemento vital del Hinduismo
y es aceptada por la gran
mayoría de los hindúes; y aunque aparentemente
se ha informado de casos de
reencarnación en ese país desde hace siglos,
nunca habían sido empíricamente
investigados hasta esos esfuerzos pioneros desarrollados
por Stevenson. Como
resultado de sus estudios sobre niños en la India
y otros países que aseguran
recordar sus vidas pasadas, Stevenson afirma que la explicación
más probable de
la mayoría de estos casos no es la telepatía
o la posesión, sino la
reencarnación.
Ahora bien, aunque cada uno de estos investigadores difiere
de los otros en los
métodos que emplea y en los tipos de fenómenos
que analiza, todos tienen una
cosa en común. En efecto, todos ellos nos piden que
aceptemos y creamos
implícitamente en sus afirmaciones y que confiemos
en sus procedimientos,
observaciones y conclusiones. Pero lo que no sabemos es
si dicho investigador en
cuestión es cuerdo, honesto, objetivo o competente,
o si por el contrario está
cometiendo un fraude o si ha sido engañado.
La historia de la parapsicología y de la investigación
psíquica está repleta de
capítulos en los que se han desenmascarado la auténtica
catadura de los
investigadores. En parapsicología, Walter J. Levy,
a quien Rhine hizo director
de su Instituto de Parapsicología, fue descubierto
falsificando datos (Rhine
1975). S.G. Soal, un matemático respetado y experto
experimentador, fue también
descubierto al manipular sus datos (Markwick 1985). En investigación
psíquica,
Crookes, el eminente científico, fue acusado de emplear
las fraudulentas
sesiones espiritistas de Florence Cook como tapadera para
ocultar su relación
sexual con ella (Hall 1962). Oeley, un doctor en medicina,
fue acusado de
ocultar el fraude de la médium Eva C. (Lamben 1954).
Harry Price fue pillado
cometiendo un fraude deliberado en la investigación
de la Rectoría Borley
(Dingwall, Goldney y Hall 1956). Incluso Holdson, a quien
yo había apoyado como
un excelente ejemplo de investigador critico y cuidadoso
(Berger 1988a), ha sido
acusado de apoyar animosamente las evidencias que apoyaban
sus conclusiones y de
menospreciar aquellas que no lo hacían (Thouless
1968). En el caso de Stevenson
no se ha hecho jamás ninguna acusación de
mal proceder. Sin embargo pueden haber
influido en sus investigaciones algunos sesgos personales:
puede haber realizado
una prudente selección y presentación de sus
datos positivos al objeto de apoyar
una creencia personal en una vida tras la muerte. Pero también
existen otros
defectos en sus investigaciones (Berger, en prensa).
Parece claro que ninguno de los fenómenos maravillosos
descubiertos mediante el
trabajo de cualquier investigador es aceptable hasta que
se haya realizado una
verificación por parte de otros investigadores independientes.
La repetición o
confirmación de un fenómeno o conclusión
puede proporcionar la capacidad de
convencimiento que se ha ido perdiendo en medio de las crecientes
consideraciones estadísticas de que tal fenómeno
sea válido e impoluto.
Aunque Rhine puso todo de su parte para hacer la ESP y
la PK (Percepción
extrasensorial y Psicokinesis, respectivamente. N. del T.)
aceptables por la
ciencia, admitió ante mí haber fracasado.
De hecho la situación hoy en día es
peor que cuando hablé con él de esto, debido
a que los ataques contra la
parapsicología se han consolidado desde la fundación
del Comité para la
Investigación Científica de los Supuestos
Hechos Paranormales (CSICOP, N. del
T). Yo he escrito en otra parte que la parapsicología
es "una avanzadilla en
plena batalla" (Berger 1988a). Se encuentra en un estado
caótico y confuso,
enfrentándose simultáneamente tanto a críticas
externas, principalmente las de
C.E.M. Hansel (1966; 1980) y Ray Hyman (1986), como a críticas
internas, tales
como las de Charles Akers y Susan Blackmore (1986), que
critican los
experimentos sobre percepción extrasensorial y psicoquinesis
en términos que van
desde fallos metodológicos a errores estadísticos
y la incapacidad de evitar que
los sujetos de experimentación obtengan pistas sensoriales
que les permitieran
engañar a los experimentadores.
p- 31
Y tienen buenas razones para la sospecha y el escepticismo.
Un ejemplo destacado
son los experimentos de Soal con Basil Shackleton entre
1941 y 1943. Fueron los
más famosos jamás realizados en suelo británico
y se contemplaron durante
décadas como a prueba de fraude así como la
evidencia más convincente a favor de
la ESP que jamás se hubiera producido. Hasta que
se descubrió la evidencia de
que Soal manipulaba fraudulentamente los datos. La lección
aquí es que no existe
ni experimento en laboratorio ni investigación de
campo a prueba de fraude, y
que tenemos que ser escépticos cuando se afirman
cosas, a no ser que
experimentadores o investigadores independientes sean capaces
de confirmarlas.
Dado que en círculos científicos y académicos
no se malgasta tiempo en temas
como la supervivencia o la reencarnación, apenas
se ha dicho nada del hecho de
que en la investigación psíquica la situación
no es menos caótica y confusa que
en la Parapsicología. La confusión y un sinfín
de discusiones sin sentido medran
sin ningún control. Caso tras caso, antiguos o modernos,
los críticos de
gabinete que los revisan encuentran toda clase de defectos
en la forma en que
los investigadores han llevado a cabo su labor, desde una
metodología débil
hasta una presentación de informes pobre, distorsionada
o deshonesta.
Incluso cuando dos investigadores trabajan juntos investigando
los mismos hechos
en un mismo caso del tipo de reencarnación, son incapaces
de ponerse de acuerdo.
Por ejemplo, Rakesh Gaur nació en 1969 en Rajasthan,
India. Cuando tenía cinco
años les dijo a sus padres que había vivido
una vida anterior como carpintero en
un lugar llamado Tonk, a unos 225 kilómetros de allí,
que había estado casado
con una mujer llamada Keshar y que había muerto electrocutado.
Cuando el niño
fue llevado a Tonk, reconoció a la viuda y al hijo
de Bithal Das, un carpintero
que murió electrocutado en 1955. Dos investigadores
entrevistaron al niño, a los
padres y a los testigos cercanos, tomando notas de todo
lo manifestado, que
luego contrastaron con el testimonio de todos los que dijeron
haber conocido al
carpintero fallecido. Pero al final, ambos investigadores
discreparon
enormemente sobre la forma en que debía interpretarse
el caso (Pasricha y Barker
1971) (1).
Aún no se ha logrado establecer una base común;
no existe consenso sobre ningún
caso o sobre la base de datos existente acerca de la supervivencia
y la
reencarnación. Después de cien años
de investigación, la situación está
perfectamente descrita en una serie emitida hace algunos
años por la televisión
inglesa y americana, llamada "The Long Search"
(La Larga Búsqueda). En uno de
los programas, grabado en Jerusalén, se preguntaba
a un rabino si los judíos son
personas dadas a la discusión, a lo que respondió:
"Donde se encuentren dos
judíos, hallará tres opiniones". De forma
análoga, entre aquellos investigadores
psíquicos que se interesan por la supervivencia y
la reencarnación existen tres
opiniones. Una es que las investigaciones en estas áreas
carecen en absoluto de
pruebas; la segunda es que, como mínimo los investigadores
adornan o enfatizan
las evidencias positivas; una tercera opinión, manifestada
a menudo por Gardner
Murphy, es que uno puede ni creer ni no creer, lo que deja
todo el asunto en un
punto muerto.
Poniendo orden en el caos.
Con la idea de que ha llegado la hora de intentar desenmarañar
este entramado y
establecer alguna clase de orden, el International Institute
for the Study of
Death (IISD), una organización multidisciplinar y
multicultural creada para
arrojar luz sobre muchos aspectos de la muerte, incluyendo
la posibilidad de la
supervivencia y la reencarnación (Berger 1987), ha
formado un grupo de
investigación y otro de evaluación para considerar
ambos la coherencia de dichos
casos de supervivencia y reencarnación.
Equipo de Investigación.- Un grupo especial de investigadores
llevará a cabo
indagaciones independientes e imparciales en todos aquellos
casos que "sugieran
o aporten evidencias sustanciales sobre la supervivencia
y la reencarnación". El
IISD pedirá a los investigadores que remitan sus
casos a este grupo especial,
tanto para una investigación conjunta como para su
reinvestigación. El IISD
también investigará aquellos casos recibidos
directamente y merecedores de
investigación. El objeto del grupo especial será
determinar si los fenómenos
sobre los que se ha informado ocurrieron realmente, si fueron
descritos de forma
correcta y si pueden explicarse mejor mediante la supervivencia
o la
reencarnación o bien mediante una teoría alternativa
sea normal o paranormal.
Solamente podrá darse a un caso una interpretación
sugestiva de supervivencia o
reencarnación cuando se hayan descartado otras interpretaciones
normales o
p- 32
paranormales. Las premisas para tales evaluaciones críticas
(Berger l986b)
incluirán el examen del testimonio de los testigos,
de documentos escritos y de
todas las circunstancias que rodeen el caso, e imponen un
examen cruzado de los
testigos y la corroboración a su vez por testigos
u otras fuentes. Tras la
conclusión de sus investigaciones, el grupo especial
presentará sus conclusiones
a un panel de jueces, de una forma equilibrada, recogiendo
claramente argumentos
y contraargumentos.
Panel de evaluación: Tras la finalización
de las indagaciones y la presentación
de los hallazgos al tribunal por parte del grupo especial,
habiéndose dado todas
las oportunidades al investigador cuyo caso es analizado
para que presente su
versión, el panel de jueces examinará todos
los casos espontáneos de aparente
supervivencia y reencarnación presentados ante el
mismo. El tribunal decidirá de
una forma imparcial y autorizada todas los cuestiones concernientes
a los casos,
al objeto de ofrecer al mundo una interpretación
justa de los hechos. El panel
estará constituido por un grupo de científicos
eminentes e independientes y de
eruditos que apoyan los propósitos del tribunal y
que han sido invitados a esta
labor por el IISD. Algunos de sus miembros provienen de
la comunidad de
investigadores psíquicos, y algunos otros, como Paul
Kurtz, de la comunidad de
escépticos y críticos ajenos a tales investigaciones.
Pecaría de cándido si no confesara que el
concepto de un tribunal ha sido
atacado por algunas personas. Estos modernos Santos Tomases
creen que es una
ilusión infantil el pensar que alguna vez pueda resolverse
la perenne
controversia sobre la hipótesis de la supervivencia.
Esta objeción no hace sino
corroborar nuevamente que el tema de la supervivencia está
altamente cargado de
emociones, deseos y miedos, y puede hacer que incluso personas
racionales actúen
de manera irracional, creando dogmas o argumentos tras los
que esconderse al
objeto de evitar enfrentarse a la cuestión.
No veo cómo o por qué el papel o función
del tribunal organizado por el IISD
para decidir la disputa sobre la supervivencia y/o reencarnación
tiene que ser
de algún modo distinta a las funciones de otros muchos
tipos de cuerpos
judiciales y extrajudiciales, que manejan y deciden cada
día sobre todo tipo de
materias complejas en los tribunales civiles y criminales,
en agencias
administrativas y en el arbitraje comercial y laboral.
Supongamos que algún día futuro se presenta
un caso cuya evidencia sobre la
realidad de la supervivencia o reencarnación fuese
suficiente para convencer al
tribunal. La suposición occidental, ampliamente compartida,
de que al morir nos
extinguimos como lo haría una vela se vendría
entonces abajo. William James dijo
una vez: "Si quieres deshacer la ley por la cual todos
los cuervos son negros no
deberás buscar lo que los cuervos no son; basta con
que pruebes que un sólo
cuervo es blanco". Tal caso resultaría ser el
cuervo blanco de la supervivencia.
Pero en previsión de que pueda haber malentendidos
o errores, no es tarea del
tribunal el buscar semejante caso para apoyar la hipótesis
de la supervivencia.
Si no se producen casos convincentes, el tribunal así
lo manifestará, y si sus
decisiones son negativas y no confirman esa hipótesis,
tales datos negativos
añadirán algunos clavos más al ataúd
de la hipótesis.
Conclusión: Tras haber sido investigado un caso
por el grupo especial, y tras
haberse presentado al tribunal los datos positivos y negativos,
las criticas y
contracríticas por parte de los abogados y fiscales
y tras haber decidido e1
tribunal sobre el mismo, esperamos alcanzar el más
alto nivel de evidencias que
puede aplicarse a un caso, así como lograr la opinión
más experta posible. Las
determinaciones efectuadas por el panel de jueces tendrán
que ser contempladas
en la confianza de que éstas son la limpia y justa
exposición de un caso y
deberán poseer una obligada autoridad. Serán
merecedoras de más atención y
respeto que todos los informes y hallazgos de los investigadores
aislados y
todas sus correspondientes críticas puestas juntas.
Las decisiones sobre el particular que se produzcan durante
la próxima década,
bien nos aportarán evidencias sobre la supervivencia
o reencarnación,
convenciendo así al mundo científico y académico
para que no las ignoren, o por
el contrario nos mostrarán llanamente que nuestros
actuales métodos de
investigación no han proporcionado ninguna base empírica
para la hipótesis de la
supervivencia o reencarnación. En cualquier caso
ambos grupos habrán contribuido
a poner más orden y a conseguir más progresos
en un área donde tales objetivos
hasta la fecha ni tan siquiera existen.
p- 33
NOTA:
(1) En este caso, Pasricha creía que Rakesh Gaur
sabía muchísimo acerca de
Bithal Das antes de que visitase Tonk y que probablemente
había adquirido esta
información de forma paranormal, aunque no se tratase
necesariamente de un caso
de reencarnación. Por su parte, Barker no apreció
en absoluto nada paranormal,
pensando que el caso era fruto de la creencia, ampliamente
extendida en la
India, en la reencarnación. Si bien Rakesb Gaur,
había hecho algunas vagas
declaraciones sobre su vida anterior antes de visitar Tonk,
los tests de
reconocimiento así como lo que hizo y dijo allí
pudieron haberle proporcionado
pistas. De cualquier modo pienso que el caso es extremadamente
débil. Adolece
del defecto de que los padres del chico no conservaban ningún
documento escrito
con las declaraciones de éste sobre su vida anterior,
quedando el caso en manos
de la fiabilidad de los recuerdos de los testigos.
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Parapsychology, 4:112-164, ed. por S. Krippner. Jefferson,
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Springfield, III.: Charles C. Thomas.
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Report" on Madame
Blavatsky by Adlai E. Waterman. Journal of the Society for
Psychical Research,
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p- 34
Arthur S. Berger es director del International lnstitute
for the Study of the
Death, PO Box 8565, Pembrokw Pines, FL 33084. USA. Es abogado,
tanatólogo y
educador y es coeditor de Perspectives on Death and Dying
(Charles Press. 1989).
Trad. de J. Martínez Villaro
Original: Copyright de The Skeptical Inquirer
Traducción: Copyright dc LAR.
THE SKEPTICAL INQUIRER
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Estados Unidos
p- 35
LAS CODORNICES JAPONESAS, CAMPEONAS DE TELEPATÍA,
DESILUSIONAN A LOS COSMONAUTAS
SOVIÉTICOS.
Redacción de la revista AFIS
Casi no se oye hablar ya de Yves Lignon, ese profesor de
matemáticas de
Toulouse-Le Mirail que colocó un día sobre
la puerta del despacho una placa con
la inscripción "Laboratorio de Parapsicología",
lo que le valió una feliz
carrera en emisiones de radio y televisión sobre
los "fenómenos paranormales".
Como tuvimos la ocasión de revelar, su afición
le había venido de que, por
entonces, su esposa se ocupaba de una variedad de ave denominada
"codorniz
japonesa". Lignon había descubierto en esas
aves un poder paranormal de
percepción a distancia.
Sin embargo, parece que en otros campos, estas aves decepcionan
a los
experimentadores. Ocho huevos de codornices japonesas, colocados
en
incubación, dieron lugar a pollos a bordo de la estación
orbital soviética Mir.
Pero los pajarillos no tenían visiblemente un pie
espacial...
Sin embargo todo había comenzado bien. Después
del periodo previsto para la
incubación, los dos astronautas soviéticos
Anatoly Soloviev y Alexander
Balandine, que permanecían a bordo de la estación,
pudieron conmoverse a gusto
delante de los polluelos -aparentemente normales- que, uno
a uno, salían del
cascarón. Pero rápidamente se torcieron las
cosas: animados de movimientos
desordenados, incapaces de agarrarse a su pajarera, "los
pájaros, en estado de
fatiga habían perdido el reflejo de sujetarse con
sus garras", precisa Hanna
Melechko, directora científica de este experimento
ruso-checoslovaco.
Concebido para estudiar la adaptación de las codornices
a la ingravidez, el test
se quedó corto. Antes del desarrollo total de las
aves, los astronautas se
vieron obligados a sacrificarlas, bajo anestesia.
¡Ay, si los cosmonautas hubieran pensado en embarcar
con ellos al "profesor"
Lignon!...
Traducción: Javier E. Armentia
Original de AFIS, NO.184
p- 36
PARAPSICOLOGÍA O,
CIENCIA 10
LOS CIENTÍFICOS VENCEN EN EL PRIMER COMBATE CONTRA
EL MUNDO DE LO IRRACIONAL.
Del periódico El Independiente (25 de febrero de
1990)
¡Suspense, Suspense! El primer combate de la ciencia
contra el mundo de lo
irracional va a comenzar. A mi derecha Jacques Théodor,
de nacionalidad belga,
60 años, doctor en Ciencias y partidario de la razón
pura. A mi izquierda,
Christian Chris, 40 años, de profesión hipnólogo,
telépata aficionado y adepto a
los poderes del espíritu. El ring, el parque Valrose,
un lugar majestuoso en la
zona alta de Niza, que alberga los locales de la Facultad
de Ciencias. La
apuesta, un cheque de 500.000 francos.
Encuentro en Niza
Volvamos hacia atrás, Octubre de 1985. Henri Broch,
profesor de Física,
investigador en Biofísica, autor de "Paranormal"
(Editions du Seuil), miembro
del muy serio CSICOP (Commitee for the Scientific lnvestigation
of Claims of
Paranormal) conoce, durante la preparación de un
programa de televisión, a
Gerard Majax, ilusionista. Tienen dos puntos en común:
ambos son de Niza y
combaten, cada uno por su lado, las supercherías
relacionadas con lo
sobrenatural. Eso crea lazos entre ellos.
Unos meses más tarde, durante un coloquio, Henri
Broch se encuentra con Jacques
Théodor, un investigador que estudia las paraciencias
en la universidad libre de
Bruselas. Un trío nacido para entenderse. Precisamente,
el profesor tiene una
idea en la cabeza: informar "científicamente"
sobre los fenómenos inexplicados a
través del Minitel. A su vez el mago tiene un proyecto:
Lanzar un desafío a
todos aquellos que pretenden adivinar el futuro, comunicar
a través de las
paredes, doblar cucharillas, o hacer bailar a los objetos.
Théodor tiene
posibilidades de reunir una importante suma de dinero.
De este modo, en marzo de 1987 nace el desafío Majax-Broch-Ihéodor.
Las reglas
del juego son muy sencillas: el médium, el mago de
lo oculto, el vidente del
pasado o del futuro, el astrólogo, el curandero o
cualquier otro superdotado del
más allá que se atreva a realizar una experiencia
paranormal, sea cual sea, bajo
el ojo experto y vigilante del equipo de Henri Broch recibirá
un cheque de
500.000 francos, y conseguirá además una importante
celebridad.
Desde hace tres años, cerca de 70 personas han hecho
amagos de aceptar el
desafío. Ninguna ha llegado hasta el final. Los controles
impuestos han
desanimado a los más audaces adeptos de lo sobrenatural.
Excepto Christian
Chris, que no duda en subir al ring para combatir contra
la ciencia.
En este domingo soleado de enero va a intentar probar sus
dotes telepáticas.
Aprovechara para ver al mismo tiempo los poderes de clarividencia
de su socia,
Régine X, de 30 años, una médiun que
exige permanecer en el anonimato. Ninguno
de los dos tiene miedo de nada, a pesar de que el combate
se desarrollara en
territorio enemigo, en los locales de la universidad. Aceptan
que dos médicos
les hagan una revisión, y cambian sus trajes por
las batas que trae el profesor.
Tampoco ponen impedimentos a que los filmen durante el experimento.
Finalmente,
se acuerda que permanezcan en dos edificios diferentes,
bajo la mirada
inquisitorial de dos testigos.
Son cerca de las diez cuando los combatientes Théodor
y sus amigos por una
parte, Chris y los suyos por otra, entran en la arena. Una
arena muy triste,
como suelen ser los laboratorios de Física de la
facultad: cristales sucios y
sintasol gris, mesas de madera y fluorescentes macilentos.
Una hora más tarde, Regine se instala en un feo
taburete de pino. Chris está
delante de
(continúa en página 22)
p- 37
LIBROS
Título: Les mysteres de la memoire de l'eau.
Autor: Michel de Pracontal
Editorial: Eds. La Découverte, coll. Enquetes. París,
227 págs. 95 FF.
Año de edición: 1990
LA MEMORIA DEL AGUA Y SUS MISTERIOS: CREER PARA VER
Javier Pereda Suberbiola
La "memoria del agua" sigue presentándose
a la discusión. La polémica suscitada
ha servido para animar numerosos debates tanto en foros
científicos como
populares. Si algo llama la atención es la extraordinaria
publicidad que se le
ha concedido a través de los medios de comunicación,
desatando el entusiasmo o
la indignación. Para quienes creen que ya se ha dicho
todo sobre el "affaire
Benveniste", ediciones Le Decouverte acaba de publicar
un volumen titulado "Los
misterios de la memoria del agua" (1). Su autor es
Michel de Pracontal,
periodista del semanario L'Evénement du Jeudi, más
conocido en círculos
racionalistas por su excelente "La impostura científica
en diez lecciones"
(1986), publicado por la misma editorial.
La encuesta llevada a cabo se anuncia exhaustiva en la
contraportada del libro.
El autor describe de entrada el test TDBH utilizado durante
las experiencias de
"alta dilución", para después recoger
el desafío lanzado por el Dr. Benveniste y
su equipo: "La transmisión de una información
biológica puede realizarse sin
soporte molecular". Dicho de otra manera, el agua es
capaz de guardar recuerdo
de una molécula en ausencia de ésta. Pracontal
establece el paralelismo entre la
hipótesis de la "memoria del agua" y una
célebre novela de Gaston Leroux: bien
el fenómeno es natural o explicable, con lo cual
las observaciones realizadas
son erróneas, o bien el fenómeno escapa a
toda explicación racional. Problema
básico: ¿existe el "efecto molecular
sin molécula"? ¿Estamos ante un
descubrimiento revolucionario o se trata simplemente de
un camelo?
En la primera parte del libro, Pracontal aporta una serie
de testimonios
decisivos sobre las experiencias realizadas en la unidad
200 del INSERM francés.
Siguiendo un orden cronológico, el 30 de junio de
1988 aparece publicado el
artículo del equipo Benveniste en la revista Nature.
John Maddox, director de la
misma, acepta su publicación con la condición
de que otros laboratorios repitan
de forma independiente las experiencias y que una comisión
de encuesta
investigue los hechos. Esta comisión está
formada por el propio Maddox, el
"increíble" James Randi y Walter Stewart,
un conocido desenmascarador de fraudes
científicos. Los resultados de la investigación
son publicados en Nature a
finales de julio. Conclusión: las experiencias de
Benveniste no son
sistemáticamente reproducibles. Lo que equivale a
decir que el debatido efecto
no existe. Sobre un total de siete experiencias, las cuatro
primeras,
controladas o sometidas a un control parcial,
p- 38
arrojan resultados positivos. Por el contrario, las tres
experiencias realizadas
bajo un control de "doble ciego" fracasan por
completo. En el artículo de
contraencuesta, Maddox explica que los resultados positivos
son "demasiado
buenos" para no infundir desconfianza. La sospecha
de que "algo raro" sucede en
el laboratorio del Dr. Benveniste no es infundada: un cebo
ideado por Randi
sugiere que el fraude no debe ser descartado como explicación.
Sin embargo,
Michel de Pracontal prefiere no rendirse a la evidencia
y decide invertir los
términos; así, nos presenta a Randi como un
ilusionista autoilusionado que ve
fraude donde desea verlo, y a Stewart como alguien incapaz
de aportar la más
mínima prueba que demuestre que los resultados han
sido fabricados. Una vez más,
son los escépticos los acusados. Ya no se trata de
que el Dr. Benveniste pruebe
que sus afirmaciones extraordinarias son conformes a la
realidad científica sino
de que los escépticos demuestren que se equivoca
y dónde y cómo se equivoca.
Pracontal opina que la comisión de encuesta se dejó
guiar por su apriorismo para
obtener lo que buscaba. A saber, adaptar los hechos a la
interpretación y no a
la inversa. Con su juicio de opinión, el autor toma
partido implícitamente en la
polémica y se sitúa del lado de los defensores
de Benveniste.
¿Qué hay de las experiencias desarrolladas
en otros laboratorios? El autor
intenta demostrar que se obtuvieron resultados positivos
y, lo que para él es
más importante, sin contar con la participación
de Elisabeth Davenas,
investigadora del INSERM en quién -según dice-
recaen las sospechas de Randi. No
obstante, no incide sobre el hecho de que los laboratorios
consultados cuentan
con un personal que realiza habitualmente prácticas
homeopáticas y está
relacionado de alguna manera con el Dr. Benveniste. Dicho
claramente, no son
laboratorios independientes, condición exigida por
Maddox. El laboratorio de
Israel obtuvo resultados positivos bajo circunstancias no
aclaradas y contó con
la presencia, en buena parte de las experiencias, de Elisabeth
Davenas. Por su
lado, el éxito del laboratorio italiano no ha sido
explicado en detalle, por lo
que su valor es muy relativo. Finalmente, el laboratorio
canadiense no pasó de
hacer experiencias preliminares. Lo que es evidente es que
todas las
experiencias realizadas bajo un control de "doble ciego"
han sido negativas. Es
más, la revista Science et vie ofreció un
millón de francos a Benveniste y su
equipo si lograban demostrar la realidad del fenómeno
de la "memoria del agua".
Benveniste respondió cesando toda comunicación
con la revista.
Pracontal considera que la encuesta de los "ghostbusters
de Nature" es la más
rocambolesca de la historia de la ciencia (sic) porque "ha
complicado las cosas
más de lo que las ha aclarado" (¡). Y
concluye: "La explicación no reside ni en
un fraude ni en un error evidente". A uno se le ocurre
pensar ¿entonces por qué
fracasaron todas las experiencias rigurosamente controladas?
El autor pone la
respuesta en boca de uno de los firmantes del polémico
articulo: "Las láminas
eran preparadas por Stewart bajo el control de un técnico.
Puede ser que el
depósito sobre la lámina estuviera mal hecho".
Creer para ver.
"Eliminado el fraude", Michel de Pracontal se
dedica a buscar otra posible
solución. Tres posibilidades son exploradas;
a) "Travesuras moleculares": Las diluciones no
son realmente homogéneas; un
fenómeno de absorción podría favorecer
la presencia de algunas moléculas más
allá del umbral teórico (catorceava dilución
a la décima), del mismo modo que
los restos del tapón de corcho de una botella de
vino pueden ser trasvasados
repetidas veces de un recipiente a otro durante una serie
de diluciones.
Refutación: durante las experiencias se realizaba
un filtrado para evitar
posibles contaminaciones. Al menos que, hipótesis
audaz donde las haya,
"moléculas fantasmas" sean las causantes
del efecto comentado, con lo que
entraríamos en el terreno de la "metabiología"...
b) Respuesta aberrante de los glóbulos blancos sobre
los que se realiza el test:
las células reaccionarían de manera independiente
al efecto estudiado.
Refutación: ¿debemos creer en células
caprichosas que reaccionan cuando los
escépticos utilizan el procedimiento de "doble
ciego"? (ni más ni menos que el
socorrido "efecto simpatía" de los parapsicólogos).
c) Un esquema intermedio, esto es, la hipótesis
de la memoria del agua.
Pracontal critica el método utilizado por Benveniste
y su equipo, más
preocupados por seguir un proceso homeopático que
por asegurar la asepsia de las
experiencias. Según el autor, hay otros métodos
para probar la validez de la
hipótesis "efecto molecular sin molécula".
Un examen cualitativo no es
suficiente, es preciso recurrir a la estadística
para diferenciar un posible
efecto real de
p- 39
fluctuaciones de tipo aleatorio. Una nueva serie de experiencias
ha tenido lugar
en los laboratorios de Benveniste bajo el control de Alfred
Spira, director de
la unidad 292 del INSERM. El ensayo de contraencuesta señala
que los resultados
no pueden explicarse por un sesgo experimental grosero.
"El fenómeno existe en
las condiciones del laboratorio". Sin embargo, recalca
Spira -apoyando
indirectamente la opinión de John Maddox-, los resultados
no presentan la
dispersión que debieran (¡lagarto, lagarto!).
Para quienes pudieran pensar que
esta nueva serie de experiencias apoya los resultados publicados
en Nature, hay
que decir que el Dr. Spira ha defendido incondicionalmente
a Benveniste desde el
inicio de todo este "affaire". Por su parte, los
malpensados pueden seguir
acumulando sospechas: E. Davenas estuvo presente durante
las sesiones de
experimentación...
Para Pracontal, la principal innovación de Benveniste
no ha sido la proposición
de la teoría de la "memoria del agua" sino
introducir la homeopatía en los
laboratorios y apostar por ella publicando sus resultados
en revistas de
prestigio contrastado. De hecho, la primera versión
presentada a Nature difiere
bastante en su forma de la definitiva. El fondo, sin embargo,
es siempre el
mismo; dar validez a la práctica homeopática,
tratando de venderla en círculos
científicos internacionales.
Los apuntes sobre el fenómeno sociológico
inspirado por la "memoria del agua" se
cuentan entre los más interesantes del libro. Tras
el escándalo inicial, la
enorme publicidad que ha recibido el caso ha provocado reacciones
en cadena. Una
comisión especializada del INSERM hizo público
en abril de 1989 un comunicado en
el que señalaba que "la polémica permanente
asociada al problema... oscurece la
imagen del INSERM y, de forma más general, la imagen
de la comunidad científica
francesa". Según el autor, ciertos investigadores
franceses con aspiraciones al
Nobel se quejan de que la actitud de Benveniste puede perjudicar
a sus intereses
(léase credibilidad científica). Otros investigadores
critican la postura
adoptada por John Maddox al decidirse a publicar un artículo
como el de
Benveniste en una revista de reconocido prestigio como es
Nature. Benveniste,
mientras tanto, se siente martirizado y pronuncia en vano
el nombre de Galileo.
Finalmente, de manera sorprendente (y contraria a toda lógica),
Philippe Lazar,
director del INSERM, decide mantenerle al frente de su unidad
durante los
próximos tres años.
Mientras la comunidad científica ha sido unánimemente
contraria, mucha gente ha
admitido sin problemas la hipótesis "efecto
molecular sin molécula". La actitud
favorable de cierta parte del público revela un problema
sociológico: la imagen
de la ciencia en la sociedad actual. Pracontal explica que
la divulgación
científica diaria de los medios de comunicación
está basada en el
sensacionalismo comercial. No es de extrañar que
un público "entrenado" no
alcance a diferenciar entre fantasía y realidad.
El "affaire Benveniste" es un
ejemplo bien ilustrativo.
Llegado el momento de la recapitulación, Pracontal
propone dos posibles
soluciones: creer en la palabra de Benveniste, o creer en
la de sus detractores.
Pero, añade, "ambas posiciones son irracionales"
(¡). La tesis del autor puede
resumirse en esta frase: "afirmar que la memoria del
agua es una frivolidad no
es dar muestra de racionalismo ni de realismo, sino ponerse
del lado de los
detractores". ¿Por qué no la inversa?:
afirmar que la memoria del agua no es una
frivolidad no es dar muestra de racionalismo ni de realismo
sino ponerse del
lado de Benveniste. La postura de Pracontal no deja de ser
una pirueta
salomónica, utilizada para hacer pasar su razonamiento
como imparcial, luego
racional. ¿Cómo sino explicar su crítica
hacia los incrédulos de la "memoria del
agua", en especial, Michel Rouzé y la revista
Science et vie, a los que acusa de
maniqueistas?
La "imprevisible solución" que reza la
cubierta del libro no es otra que
intentar vendernos en 220 páginas que no existe una
explicación clara de los
resultados. O, dicho con sus propias palabras, "no
existe una teoría
satisfactoria de la memoria del agua".
"Los misterios de la memoria del agua" es un
libro de lectura fácil, bien
documentado. Los aficionados a "los verdaderos misterios",
a quienes el autor
dedica el libro, seguramente no se sentirán decepcionados.
Sin embargo, quienes
buscan una aproximación crítica y comprometida
al problema no la hallarán aqui.
A estos últimos les será sin duda de mayor
utilidad dirigirse a los artículos
publicados por AFIS. Science... pseudo-science y Science
et vie. Aún a riesgo de
ser acusado de leer información "apriorista
y maniquea", podrán darse cuenta de
que los
p- 40
misterios de la "memoria del agua" están
únicamente en la mente de quienes
prefieren ver lo que creen.
NOTAS
(1) Michel de Pracontal (1990): "Les mysteres de la
memoire de l'eau", Eds. La
Découverte, coll. Enquetes, París, 227 páginas,
95 FF.
LA ALTERNATIVA RACIONAL
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Sin otro particular, reciba un cordial saludo,
Firma:
En , a de de 199 .
Nombre y apellidos:
Dirección:
Nº de cuenta:
Sucursal:
p- 41
DESDE EL SILLÓN ESCÉPTICO RECOMENDAMOS:
ARTÍCULOS
Fermoselle, Angel F. "Un grupo de exploradores cree
haber resuelto uno de los
misterios que provocaron este mito. Otra vez el "Triángulo
de las Bermudas".
Encuentran cinco aviones militares desaparecidos en la zona
hace 45 años". El
Mundo. 18 de mayo de 1991.
En este trabajo se explica que un grupo de investigadores
que buscaban restos de
galeones españoles hundidos han encontrado uno de
los aviones TBM Avenger que
formaban parte del famoso Vuelo 19, uno de los pilares básicos
del mito del
"triángulo de las Bermudas". El artículo
es interesante en cuanto que nos dice
que se ha encontrado, pero verdaderamente nos deja con muchas
ganas de saber
más. Un dato básico que falta es saber el
lugar dónde han aparecido. Si la
hipótesis de Larry Kusche fuera la correcta -que
es lo que nosotros nos
inclinamos a creer- el hallazgo tendría que haber
ocurrido ligeramente al norte
de Fort Lauderdale. ¿Ha sido así? Si algún
lector tiene más datos le rogamos que
nos lo haga saber. ¿Servirá esté descubrimiento
para acabar con el mito o, como
es habitual, el mito proseguirá sin que haya ninguna
prueba capaz de convencer a
los creyentes?
Post, Tom y Reiss, Spencer. "The Mystery of the Lost
Patrol. This time, the
Bermuda Triangle gives one back. Newsweek, 27 de mayo de
1991. Página 25.
En este trabajo los autores nos dan algunos datos sobre
el encuentro por parte
de unos buscadores de antiguos galeones españoles,
a diez millas de Fort
Lauderdale, de los restos de cinco aviones Avengers iguales
a los que se
perdieron en el famoso vuelo 19 -uno de los puntales del
mito del Triánguio de
las Bermudas-. Probablemente se trate de los mismos cinco
aviones que se
hicieran célebres en la película "Encuentros
cercanos en la tercera fase".
Redacción de Time. "Lost Squadron. An old Bermuda
Triangle mystery may be
solved". Revista Time. 27 de mayo de 1991. Página
41. Más datos sobre el
hallazgo de los cinco Avengers.
Hernandez, Abelardo y Ariza, Luis Miguel, "Toda la
verdad sobre los fenómenos
paranormales". Conocer. nº 101, junio 1991. Páginas
6-12. Se trata de una visión
no del todo escéptica, pero bastante equilibrada,
de los fenómenos paranormales.
En un pequeño recuadro titulado "El Club de
los escépticos" hay una pequeña nota
sobre ARP, escrita por Félix Ares.
LIBROS
Skrotzky, Nicolas. Science et communication. L'homme multidimensionnel.
Editorial Belfond. Colección Sciences. 98 FRF. El
autor es un conocido
divulgador de la ciencia que ha colaborado en la prensa
escrita, en agencias de
noticias y que ha sido el productor de grandes series televisivas:
Visa pour
l'Avenir, Les Grandes Enigmes y A la poursuite des Étoiles.
En esta obra hace
una reflexión sobre el modo en que hay que comunicar
la ciencia al público.
Bensaid, Norbet. Le sommeil de la Raison. Seuil. París
19B8. Aproximación
racionalista al nuevo esoterismo/oscurantismo de nuestros
días
p- 42
Lequevre, Fréderic. Astrologie science, art ou imposture?.
Editorial L'Horizon
Chimérique. Colección Zetétique. Burdeos
1991. 220 páginas. 108 FRF.
Un nuevo libro de la colección dirigida por Henri
Broch con prefacio de Jean-
Claude Pecker, miembro de la Academia de Ciencias Francesa.
Se trata de un
análisis de la astrología teniendo en cuenta
todos los puntos de vista. La obra
tiene dos partes, en la primera se dan las nociones básicas
para situar a la
astrología en su contexto histórico y filosófico:
"El hombre en el universo";
"Historia de la astrología"; "El tema
astral". En la segunda parte se discuten
las preguntas planteadas por la astrología y las
preguntas planteadas a la
astrología: "Insuficiencias de la astrología";
"Trazos arbitrarios";
"Contradicciones internas"; "¿Por
qué tal éxito?"; ¿Conclusiones:
Ciencia, arte
o impostura?"; "Glosario de astronomía
y de astrología"; "Tabla de
Constelaciones"; "Figuras, tablas y cuadros".
Podéis pedir la obra a la propia
editorial: L'Horizon Chimérique. 7-8, rue Leyteire;
33000 Bordeaux, Francia.
Cordón, Faustino. Tratado evolucionista de biología.
Parte segunda. Vol. I.
Origen, naturaleza y evolución de la célula.
Editorial Aguilar Maior. Madrid
1990. 450 páginas. 3.500 pesetas.
En esta obra, el conocidísimo evolucionista Faustino
Cordón continúa con la
descripción de su teoría. La primera parte
de la obra, hoy agotada, apareció en
1977 en Ediciones Alfaguara, bajo el título "La
alimentación, base de la
biología evolucionista (Historia natural de la acción
y la experiencia) Volumen
I: Origen, naturaleza y evolución de los individuos
protoplásmicos y sus
asociaciones", donde se planteaba el marco general
metodológico de su teoría de
niveles, que más menos viene a decir que en la evolución
biológica que lleva
desde la materia inorgánica hasta los mamíferos
superiores hay varios niveles
cada uno de ellos con su propia "experiencia"
y forma de comportarse. "...las
células, -nos dice el autor- en cuanto que son unidades
de integración de nivel
directamente suprabasibiónico, poseen un modo de
acción y experiencia peculiar
de ellas, esto es, cualitativamente distinto del basibiónico
y del molecular".
En el nivel más bajo estarían las moléculas
y después sus agrupaciones capaces
de reproducirse, que en la obra de 1977 llamaba protoplásmicos
y que en esta
segunda obra llama basibiones (seres vivos básicos,
proteínas globulares); otro
nivel es el de la célula y sus agrupaciones y otro
más elevado el de los
animales. Cada nivel se basa en el anterior, pero tiene
sus propias
características propias. En esta segunda parte se
trata de la evolución de la
célula y de sus agrupaciones. Siendo Faustino Cordón
consciente de que la
Primera Parte está agotada, en las primeras páginas
de esta obra hace un resumen
de ella. También nos informa de que próximamente
aparecerá una reedición
actualizada de la Primera Parte, es decir del origen y evolución
de los
basibiones. El volumen I de esta Segunda Parte estudia el
origen y naturaleza de
la célula y los volúmenes II y III estudian
su evolución hasta el surgimiento
del primer animal.
REVISTAS
ALLIAGE "ALLIAGE CULTURE, SCIENCE, TECHNIQUE".
En el otoño de 1989 apareció el
número 1 de esta revista dirigida por el profesor
de física de la Universidad de
Niza Jean-Marc Lévy-Leblond. Entre los objetivos
de la revista está el de
encontrar un lugar a la ciencia y a la técnica entre
la cultura. "La culture -
dice su director en este primer número- es une et
indivisible... A la science et
à la technique d'y trouver une place." Otros
objetivos son la discusión sobre el
lugar que debe ocupar la divulgación científica
en los espacios televisivos, la
posibilidad -o imposibilidad fundamental- de vulgarizar
el saber, etc. Alliage
está coeditada por Z'Éditions y la Asociación
Anais, 78, route de Saint-Pierre
de Féric, 06000 Nice. Francia. Cada número
cuesta 69 Francos Franceses (FRF). El
abono a cuatro números para el extranjero tiene un
precio de 270 FRF. Se puede
enviar un giro postal a: ANAIS. Difusion libraires. Éditions
du Seuil, 27, rue
de Jacob, 75006 París. Francia.
EL OJO ESCÉPTICO. Publicación oficial del
Centro Argentino para la Investigación
y Refutación de la Pseudociencia (CAIRP). Revista
en la que nuestro grupo
hermano argentino muestra la otra cara de la moneda ante
el auge de las
pseudociencias. La suscripción anual de 4 ejemplares
cuesta US $ 20. La podéis
pedir a: Casilla de Correos 26. Sucursal 25, (1425) Buenos
Aires. Argentina.
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ALTERNATIVA RACIONAL A LAS PSEUDOCIENCIAS
La asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias
(ARP) trata de fomentar
la investigación crítica de las supuestas
manifestaciones de lo paranormial y
los hechos presuntamente situados más allá
de los límites de la ciencia siempre
desde un punto de vista racionalista, científico
y responsable, y dar a conocer
los resultados de tales investigaciones a la comunidad científica
y al público
en general.
Para alcanzar estos objetivos, la asociación:
1. Mantiene un equipo de personas interesadas en examinar
criticamente las
supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos
situados más allá de los
límites de la ciencia.
2. Está en contacto con asociaciones similares de
todo el mundo, estableciéndose
para cada caso el tipo de relación que se estima
conveniente.
3. Propicia y encarga investigaciones a estudiosos objetivos
y neutrales de las
áreas que sea necesario.
4. Prepara bibliografías de materiales publicados
que analizan cuidadosamente
los temas objeto de estudio.
5. Publica artículos, revistas, monografías
y libros que examinan las supuestas
manifestaciones de lo paranormal y los hechos presuntamente
situados más allá de
los límites de la ciencia.
6. Organiza conferencias y simposios, y asiste a los medios
de comunicación para
ponerse en contacto con la opinión pública.
7. No rechaza los hechos a priori, antes de investigarlos,
sino que los examina
objetiva y cuidadosamente antes de manifestase al respecto.
Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP) es una
entidad cultural y
científica sin ánimo de lucro, La Alternativa
Racional es el órgano informativo
oficial de la asociación.
ALTERNATIVA RACIONAL A LAS PSEUDOCIENCIAS