LAR NÚMERO 10
Tras el artículo sobre el "avistamiento colectivo",
he añadido las "apostillas" que aparecen
en el número 11.
En el artículo sobre "Simploké"
he corregido la errata que se menciona en el número
11.
LAR Numero 10 / Año III
Agosto de 1988
EDITORIAL
¿POR QUE SOMOS ESCÉPTICOS?
Mario Bohoslavsky
Mario Bohoslavsky es redactor-jefe de la revista de divulgación
científica "Algo" y vocal de Alternativa
Racional a las pseudociencias (ARP). Escéptico activo,
se define como "un 'viejo cazador' solitario en la
noble cruzada de combatir la estupidez y la superstición".
Este artículo fue concebido por su autor como documento
explicativo de la labor de ARP destinado a personas interesadas
en recibir información sobre la asociación
y el movimiento escéptico en general. Sin embargo,
cuando llego a nuestras manos con unas líneas del
autor, no pudimos evitar exclamar "¡Eureka!,
he aquí un buen editorial para el próximo
número". Solo esperamos que nuestro amigo reprima
sus instintos primarios -irracionales- y nosotros vivamos
para ver el próximo número de esta revista.
PRIMERO FUE LO PRIMERO
Hasta hace relativamente poco tiempo, digamos un millón
o dos de años, nuestros antepasados eran seres completamente
irracionales, a pesar de que su inteligencia ya era bastante
mayor que la de los otros monos y muchísimo más
grande que la de cualquier otro animal. Sin embargo, su
relación con las cosas era aún puro afecto,
pura emoción: si un coco no se dejaba romper con
facilidad, se enfurecían con el coco, como si el
pobre fruto lo estuviera haciendo a propósito para
fastidiarles; si en medio de una noche fresca se largaba
una fuerte lluvia que los dejaba ateridos, pensaban que
el cielo era malo porque los mojaba y que, a juzgar por
los rayos que echaba sobre la jungla, debía estar
furioso. Deseo, temor, ira: ésa era la sencilla constelación
de impulsos que llenaba sus cerebros, y por analogía
atribuían las mismas propiedades a los cocos y a
las nubes, a las piedras y a las plantas.
Pero una serie de circunstancias adversas -especialmente
las alteraciones del clima, que hicieron retroceder la jungla
en favor de la sabana, obligándole a caminar sobre
dos patas, cambiar de dieta, asociarse en grupos más
numerosos y comunicarse mediante sonidos cada vez más
diferenciados-, fueron cambiando su naturaleza y su conducta.
Se hizo más social, desarrolló un lenguaje
verbal complicado y eficiente, organizó la tribu
repartiendo el trabajo según especialidades, y como
resultado de todo eso -y ayudado por una dura selección
natural que no perdonó a los menos listos- desarrolló
enormemente la capacidad de su corteza cerebral.
Poco a poco, y de manera muy incipiente, ese cerebro fue
adquiriendo la capacidad de observar la realidad como algo
que tenía propiedades en sí misma, más
allá de los sentimientos que suscitara. Ya no se
trataba de que el coco fuera bueno o malo: nuestro mono
aprendió que el coco era "duro". y que
no se rompía si e le pegaba con algo blando, pero
sí si se le golpeaba con algo sólido. No servía
de nada enojarse: había que buscar una piedra o quedarse
con hambre.
Esa nueva manera de pensar, que podía abstraer propiedades
generales, ligar recuerdos afines mediante cierta lógica
elemental y separarse por un momento de las emociones primarias
para analizar objetivamente la realidad, resultó
una novedad absoluta en la historia de la Tierra. Para simplificar,
en estas páginas la llamaremos Razón, y en
homenaje a la importancia que tuvo en la historia de nuestra
especie escribiremos siempre su nombre con mayúscula.
Ese animal, que ya estaba dejando de ser mono para empezar
a ser hombre, podía caminar sobre dos patas, era
inteligente, se comunicaba mediante sonidos con sus semejantes,
vivía en una pequeña comunidad organizada,
era omnívoro, tenía una mano prensil que le
permitía aferrar cosas para usarlas como armas o
como instrumentos, y lentamente empezaba a poder razonar.
Todas esas condiciones fueron importantísimas, indispensables,
para hacer de él un ser excepcional, y todas juntas
constituyeron la clave para que pudiera comenzar esa larga
andadura que algún día lo llevará a
las estrellas. Pero una sola de ellas le pertenece en exclusividad,
una sola es específicamente humana: la Razón.
Los canguros también caminan sobre dos patas, pero
no son humanos. Los delfines son muy inteligentes, pero
no son humanos. Muchos pájaros se comunican mediante
un complejo lenguaje sonoro, pero no son humanos. Las hormigas
o los lobos viven en comunidades muy organizadas, los osos
son omnívoros y los monitos tienen manos prensiles,
pero ni hormigas ni lobos ni osos ni monitos son humanos.
Sólo la Razón nos hace hombres, aunque ser
hombre sea algo más que gozar de Razón.
CABEZA Y CORAZON
Para bien o para mal -quizás para bien y para mal-,
los seres humanos somos en parte racionales y en parte irracionales.
Quizás no seamos tan racionales como creemos, y probablemente
no somos ni siquiera tan racionales como necesitaríamos
ser, pero podemos razonar. La Razón nos permite comprender
la realidad objetivamente, dominar la Naturaleza, controlar
nuestro entorno, satisfacer nuestras necesidades biológicas
y medrar bastante bien sobre el planeta: después
de todo, y aunque muchas personas aún pasan hambre,
el solo hecho de que hayamos podido llegar a ser más
de cinco mil millones -por asfixiante que nos parezca la
superpoblación- ya constituye un rotundo éxito
de nuestra especie.
En cuanto a nuestra Irracionalidad (que por razones de equidad
también escribiremos con mayúscula), es el
territorio de los instintos, la imaginación y el
placer / dolor, el lugar portentoso donde crecen la poesía
y el amor, las artes y la moral, gran parte de la filosofía
y casi toda la ideología, la fe religiosa (o antirreligiosa)
y la solidaridad, el sexo y la amistad. No podríamos
ser hombres muy raros si no fuéramos, en parte, racionales,
pero seríamos unos hombres muy raros si no fuéramos
también bastante irracionales.
La Razón y lo Irracional se equilibran y complementan,
y a veces luchan y otras veces se ayudan, pero la Razón
puede pensar en lo Irracional mientras que lo Irracional
no puede comprender a la Razón. Aunque sólo
fuera eso, la conducta más humana es la que, en caso
de conflicto, privilegia a la Razón y le da el gobierno
de las cuestiones más importantes. Quizás
la verdadera sabiduría consista en poder armonizar
la convivencia de esos dos habitantes de nuestra mente,
porque lo que uno sueña el otro lo realiza: nuestro
corazón quería ir a la Luna, por ejemplo,
y nuestra cabeza nos dijo cómo ir a ella finalmente,
EL JUEGO DE LA RAZON
Puesto que la Razón y lo Irracional -la cabeza y
el corazón, por decirlo así- viven juntos
dentro de nosotros, ¿cómo podemos saber si
nos está hablando uno o el otro? Cuando chocan, y
lo hacen con frecuencia, ¿Cómo puede distinguir
nuestra voluntad las "razones de la Razón"
de las razones del corazón (algo indispensable si
creemos en que la Razón es más humana, más
confiable y menos engañosa, aunque a veces se equivoque)?
Con los años desarrollarnos cierta experiencia que
nos permite ir conociendo el estilo de uno y otro, pero
además hay otro modo de reconocerlos. La Razón
es tan ordenada que, aunque su curiosidad y buen humor la
llevan a inventarse juegos uno tras otro, sólo le
interesan los juegos con leyes y reglas claras, los juegos
que se juegan según ciertos reglamentos, como la
lógica y la matemática. El mayor y más
importante de todos esos juegos es, sin duda, el Jueqo de
Comprender la Realidad Externa, también llamado Ciencia,
y el reglamento que lo rige -llamado Método Científico-
es un dechado de sentido común. Ese reglamento es
un poco largo para transcribirlo aquí, pero es seguro
que cualquier humano, en tanto ser (parcialmente) racional,
lo ha utilizado sin saberlo más de una vez en su
vida.
Una de las reglas del hermoso juego de la Ciencia pone que
la Razón no ha de aceptar algo como cierto sólo
porque lo diga mucha gente, o porque lo diga gente muy importante,
y que siempre ha de detenerse, ante una afirmación
cualquiera, y dudar sobre si es o no cierta. Naturalmente
eso obliga a ir mucho más despacio, sopesando cada
aparente verdad, caminando con desconfianza, como la mula
en la montaña, que nunca apoya su peso sobre una
piedra hasta estar segura de que es lo bastante firme. El
filósofo y matemático francés René
Descartes elogió en su obra las ventajas de esa saludable
desconfianza, y por eso en su homenaje solemos llamar a
ese dudar de todo "duda cartesiana".
En griego, "observador" se dice "skepticós",
por lo cual a la persona partidaria de la duda cartesiana
se la llama también "escéptico",
que sólo quiere decir "inclinado a la duda":
el escéptico no es, como suele pensarse, una persona
amargada y pesimista, sino simplemente alguien que no acepta
ninguna verdad aparente hasta que la ha observado con bastante
detenimiento. Por lo demás, los escépticos
son personas del todo normales, que tienen sus convicciones
morales, sus preferencias irracionales, sus creencias religiosas
o antirreligiosas. Pero respetan una norma: la de no entremezclar
las cosas. "A Dios lo que es de Dios y al César
lo que es del César" es posiblemente la mayor
afirmación escéptica de toda la Biblia. A
la Razón lo que es de la Razón (el conocimiento
objetivo de la realidad, la diferenciación entre
afirmaciones verdaderas y falsas sobre el mundo real) y
a lo Irracional lo que es de lo Irracional (los juicios
de valor, las preferencias éticas y estéticas,
el art!
e y las convicciones metafísicas). Cuando quieren
saber si lloverá mañana, los escépticos
se lo preguntan a un meteorólogo; si quieren saber
cuál fue el crepúsculo más triste,
se lo preguntan a un poeta. En ese sentido los escépticos
actuales tienen poco que ver con los ultrarracionalistas
del siglo pasado (y algunos de este siglo) que soñaban
con sofocar por completo lo Irracional.
LOS ENEMIGOS DE LA RAZON
Lo contrario del escepticismo es la "credulidad",
y consiste en aceptar como ciertas, con ligereza, las afirmaciones
más habituales, sin analizar antes su consistencia,
sólo por pereza intelectual, falta de preparación,
respeto a la autoridad de ciertas personas u otras razones.
En la etapa actual de la Humanidad la gran mayoría
de las personas son bastante crédulas, sobre todo
debido a su ignorancia y falta de entrenamiento en el método
científico y en las prácticas racionales en
general; casi todas esas personas actúan de buena
fe, es decir por convicción, y no por intereses espurios.
Los verdaderos enemigos de la Razón no son, necesariamente,
las personas crédulas, sino aquellas personas que
se benefician personalmente de que los demás sean
crédulos. Incluso algunos de estos embaucadores son,
en su fuero interno, incrédulos, escépticos,
pero promueven la credulidad ajena para obtener más
dinero con sus libros, tener sus consultas llenas de personas
con problemas, vender sus curas mágicas o cobrar
por su participación en radio, televisión
y prensa.
Los escépticos, que han luchado tenazmente a lo largo
de los siglos para sostener el reinado de la Razón
-algunos al precio de sus vidas; los más a costa
de la burla ajena, el perjuicio económico, la soledad-,
ven con desesperación cómo, una y otra vez,
gente poco escrupulosa negocia con la credulidad ajena.
Bien es verdad que la ciencia ha avanzado, y que la gente
ya no cree en algunas viejas patrañas que otrora
fueron aceptadas por casi todos, pero cada día nacen
nuevas mentiras, tonterías que son aceptadas sin
pensárselo dos veces. Y lo que es peor: los modernos
charlatanes, sabedores de que la Razón es más
fuerte que ninguna otra cosa en el Universo, se disfrazan
a veces de científicos, visten sus patrañas
de un lenguaje exterior que remeda los modales, el lenguaje
científico. Pero eso no es Ciencia: es pseudociencia.
UNA ALTERNATIVA RACIONAL
Hay dos clases de escépticos los pasivos y los activos.
Los escépticos pasivos se limitan a sonreír
socarronamente cuando ven cómo los crédulos
tragan el anzuelo que les ofrecen los charlatanes. Con desdén
por esas masas ignorantes, a veces poco instruidas y otras
veces aquejadas de "ignorancia relativa" de todo
lo que es ajeno a su especialidad o profesión, los
escépticos pasivos se encogen de hombros y en todo
caso se duelen de que "la gente sea tan tonta",
pero consideran inútil enfrentarse con los charlatanes
y embaucadores.
Otros escépticos, en cambio, se sienten horrorizados
por la supervivencia de tantas tonterías de la Edad
de Piedra en plena Era Atómica, y piensan que si
no actúan en la medida de sus fuerzas, estarán
colaborando con los ejércitos del oscurantismo. Creen,
también, que la gente no es tonta, sino que está
desinformada, y que alguien ha de desafiar a los profesionales
de la mentira para que las personas crédulas tengan
la oportunidad de confrontar dos puntos de vista distintos,
uno de ellos racional y el otro pseudocientífico.
Estos son los escépticos activos, reunidos en las
asociaciones escépticas de todo el mundo, y entre
ellos se cuentan celebridades mundiales corno los divulgadores
Isaac Asimov o Carl Sagan, científicos famosos (incluso
una buena media docena de premios Nobel), filósofos
como el epistemólogo argentino Mario Bunge (premio
Príncipe de Asturias) y muchas de las personas más
brillantes de Occidente.
En España los escépticos activos nos reunimos
alrededor de una asociación con sede central en el
País Vasco y ramificaciones en prácticamente
todo el territorio peninsular: Alternativa Racional a las
Pseudociencias (ARP), que edita esta revista más
o menos trimestral titulada "La Alternativa Racional".
NI ARP ni LAR tienen dinero suficiente para llevar a cabo
-como hacen nuestros hermanos escépticos norteamericanos,
reunidos en torno al poderoso comité para la Investigación
Científica de los Supuestos Hechos Paranormales (CSICOP)-
una investigación sistemática, objetiva y
científica de todos los supuestos hechos "sorprendentes"
o "carentes de toda explicación posible",
como suele decirse, ni pueden salir al paso de todas las
afirmaciones temerarias que se oyen cada día por
radio o televisión o que se publican en diarios,
revistas y libros. Pero tampoco se limitan a la investigación
documental y bibliográfica (que brinda gratuitamente
a toda persona que manifieste tener dudas !
sobre determinado fenómeno supuestamente fuera de
lo normal): en los puntos de España donde los socios
de ARP -que en alguna ocasión han sido bautizados
"los cazafantasmas"- son más numerosos,
se están poniendo en marcha constantemente nuevas
investigaciones, a veces con resultados sorprendentemente
exitosos. Como es natural y comprensible, los charlatanes
y embaucadores profesionales tienen una pésima opinión
de ARP y de sus asociados.
¿ERES UNO DE LOS NUESTROS?
Algunos pocos miembros de ARP fueron escépticos
toda su vida, pero la mayoría empezaron siendo bastante
crédulos hasta que alguna cosa les hizo tener las
primeras dudas. No creas que para acercarte a nosotros debes
estar de acuerdo en todo: basta con que esté de acuerdo
en que lo mejor, ante una afirmación cualquiera,
es sopesarla con cuidado antes de darla por cierta. Si piensas
de este modo, quizás te convenga empezar por leer
nuestra revista, "La Alternativa Racional", donde
encontrarás artículos de autores locales y
otros traducidos de todas las revistas escépticas
del mundo con las que mantenemos un fraternal intercambio.
Si ya te sientes escéptico y quieres acercarte de
un modo más activo, puedes contactar con los delegados
locales de ARP en tu comunidad autónoma, para lo
cual en la segunda página encontrarás una
lista con sus nombres y direcciones. Ellos tendrán
mucho gusto en conversar contigo personalmente y aclararte
cualquier duda.
España, como todo el mundo occidental, está
viviendo en esta época un cierto retroceso de la
Razón, un avance de posiciones y creencias que no
son irracionales sino antirracionales. No te cruces de brazos,
porque un avance del oscurantismo puede llegar a afectar
el futuro de tus hijos de un modo muy negativo: hace poco
se reveló que el presidente del país más
poderoso de la Tierra tomaba sus decisiones previa consulta
astrológica, como en la Babilonia de hace cincuenta
siglos. Seguro que no es ésa tu imagen de un futuro
deseable, pero ha pasado ahora y puede volver a pasar. A
menos que hagamos algo de nuestra parte.
Muchos de nuestros centros locales son aún tan pequeños
que no pueden afrontar tareas hacia afuera, y están
dedicados solamente a crecer-. Si hoy decides unirte a nosotros,
quizás mañana podamos, juntos, desenmascarar
una mentira. Pero sea hoy o mañana, piénsatelo.
No podemos tirar dos millones de años a la basura.
* * * * * * * * * * * * *
LAR Numero 10 / Año III
Agosto de 1988
CRÓNICA DE UN AVISTAMIENTO COLECTIVO
Manuel Borraz Ayrnerich
En las primeras horas del 30 de abril de 1975, la localidad
burgalesa de Peral de Arlanza y sus alrededores fueron escenario
de un misterioso episodio. Al parecer, numerosos testigos
pudieron observar un insólito fenómeno luminoso
que durante su larga permanencia en la zona llegó
a "escoltar" repetidas veces el vehículo
en que viajaban tres vecinos de una finca próxima.
A un observador atento, los detalles del suceso le sugerirán
la visita de una extraña nave tripulada. Sin embargo,
como se intenta demostrar a continuación, este juicio
podría ser demasiado precipitado.
DESARROLLO DE LOS HECHOS
Aquí nos atendremos a la versión del suceso
publicada por el periodista y escritor navarro Juan José
Benítez, quien ese mismo año llevó
a cabo una investigación sobre el terreno.
[Benítez, Juan José: 100.000 kilómetros
tras los ovnis. - Editorial Plaza & Janes (Col. "Otros
Mundos"). - Barcelona 1978. - PP. 104-110. La misma
exposición del caso puede encontrarse en la revista
"Lecturas" del 12 de marzo de 1.976, PP. 80-81,
que incluye alguna foto del lugar y de los testigos.]
Aunque la Guardia civil realizó una encuesta del
caso, no ha hecho público ningún informe ni
ha divulgado conclusión alguna.
Benítez tuvo oportunidad de entrevistar a numerosos
testigos presenciales -consta el nombre de al menos nueve
de estos testigos-, gentes sencillas, dedicadas a las tareas
del campo, con residencia en Peral de Arlanza -que contaba
con cuatrocientos habitantes- o en Pinilla -pequeña
localidad situada a unos tres kilómetros de la anterior-.
La mayor parte del relato gira en torno a las vicisitudes
de tres de los testigos, los que vivieron más intensamente
el avistamiento. Eran tres vecinos de Pinilla de dieciocho,
diecinueve y veintidós años de edad, que,
según manifestaron, no se habían interesado
antes por la cuestión de los ovnis ni habían
leído nada sobre el tema, siempre según la
versión de Benítez-
Se ha subdivido la exposición en pequeños
apartados para facilitar más tarde la discusión
del caso- todas las indicaciones horarias aparecen subrayadas.
Primera salida hacia Pinilla
Hacia las 0,30 horas, los tres jóvenes abandonaban
Peral de Arlanza en coche para dirigirse de regreso a la
finca Pinilla después de haber acudido a un pequeño
circo recién instalado en Peral. Cuando habían
recorrido unos trescientos metros, les llamó la atención
una luz blanca muy potente a la derecha de la carretera.
Aquella luminosidad, que al principio confundieron con los
faros de un coche, procedía de un pequeño
altozano -sin acceso por carretera ni por camino- muy próximo
a las bodegas del pueblo y a no más de doscientos
metros de la carretera. La luz era tan intensa que llegaba
a deslumbrar e impedía determinar si estaba posada
en el suelo, si bien daba la impresión de encontrarse
a uno o dos metros de altura.
El conductor paró el motor al tiempo que uno de los
presentes señalaba la luz gritando. "¡Eh,
mirad! ¡Parece un hombre!" En medio de aquella
luz deslumbrante había observado fugazmente un ser
muy alto y con el pelo muy largo, sin que sus compañeros
llegaran a vislumbrarlo.
Todo sucedió muy rápido. El ovni comenzó
a ascender lentamente y en silencio, haciéndose más
grande. La luz blanca se confundió con otras amarillas
y azules, como una "nube" en medio de luces de
colores. Entretanto, el coche -que tenía el motor
parado- experimentó algunas vibraciones y movimientos,
como si "el vehículo fuera atraído por
alguna fuerza...". Asustados, los observadores dieron
media vuelta y regresaron al pueblo.
Avistamiento desde Peral de Arlanza (I)
Una vez en Peral, los tres corrieron a casa del alcalde
muy excitados. Eran sobre las 0,30 ó 1 horas. El
ovni se había elevado a unos cien o doscientos metros
y permanecía inmóvil sobre el pueblo en medio
de un impresionante silencio. Su luz lo llenaba todo, y
podía verse como si fuera de día. Durante
la encuesta, el alcalde describiría el fenómeno
como un resplandor blanco-amarillento de una intensidad
sorprendente que iluminaba el pueblo y sus alrededores "como
un gigantesco faro en el cielo". Alertados por el griterío
y por el insólito resplandor, muchos vecinos salieron
de sus casas a observar el fenómeno. El ovni siguió
allí durante más de medía hora.
Segunda salida hacia Pinilla
Cuando, entre la 1 y las 1,15 horas aproximadamente, los
tres jóvenes emprendían viaje hacia Pinilla,
la luz comenzó a desplazarse, alejándose del
pueblo. No se habían distanciado más de un
kilómetro cuando el ovni apareció a su derecha,
a unos ciento cincuenta o doscientos metros de la carretera
y a unos cien metros de altura. Presos del pánico,
apuraron el acelerador pero el objeto les siguió
a su misma velocidad sin que pudieran dejarlo atrás
en ningún momento. Su luminosidad seguía siendo
tan intensa que podían ver gran parte de la carretera
o de los campos próximos, e incluso distinguir perfectamente
las hojas de los árboles.
De repente, cuando se encontraban a poco más de un
kilómetro de la finca Pinilla, el ovni giró
y comenzó a acercarse al vehículo, cruzando
vertiginosamente ante los testigos, a unos veinte metros
de distancia y a escasa altura (quizás unos diez
metros). Aquel "huevo" enorme y luminoso cruzó
la carretera de forma fulgurante, cegándolos al pasar,
y se perdió entre los sembrados. Según uno
de los observadores, el ovni llevaba detrás "algo
raro y tenso, como una red". Frenaron como pudieron
y tras dar media vuelta emprendieron una loca carrera en
dirección a Peral de Arlanza. La "esfera"
los siguió de nuevo por el lado derecho, aunque esta
vez a mayor altura.
Avistamiento desde Peral de Arlanza (II)
Una vez más, el ovni se cernió inmóvil
sobre las casas del pueblo, pidiendo ser contemplado durante
más de media hora.
Tercera salida hacia Pinilla
Cuando los tres jóvenes, ya algo más tranquilos,
intentaban de nuevo llegar a Pinilla en coche, pudieron
comprobar que el objeto volvía a seguirlos y poco
faltó para que desistieran de una vez por todas de
su empeño. Pero esta vez el ovni no se acercó
y se mantuvo a unos quinientos metros de distancia, siempre
a su derecha. Finalmente, a pocos metros de la puerta de
entrada de la finca, el conductor -más animado que
sus acompañantes, que le instaban a que siguiera-
paró el coche y apagó las luces. El ovni también
se había detenido. Los otros dos testigos tuvieron
que obligar "casi a puñetazos" al conductor
a que entrara en casa. Eran sobre las 2,30 horas.
Avistamiento desde Pinilla
Sin perder tiempo, los tres llamaron a sus respectivas
familias que acudieron alarmadas a observar aquella "cosa"
luminosa, inmóvil a pocos metros sobre la escuela,
que lo llenaba todo con una luz intensa blanco-azulada.
El fenómeno sería descrito posteriormente
como un círculo, con rayos y colores azules, amarillos
y rojos, comparándose su resplandor al de un millar
de focos de tractor.
El ovni pudo ser observado también a través
de unos gemelos que permitieron discernir "algo así
como figuras que se movían dentro de la luz"
cuando el aparato bajó hasta unos cincuenta metros
sobre la escuela (los testigos no supieron decir si el objeto
poseía ventanillas, debido a la fuerte intensidad
de la luz).
Más tarde, pasadas las 3 horas, en vista de que no
se producía ninguna novedad, los presentes decidieron
irse a dormir. El ovni permanecía en el mismo lugar
pero por la mañana ya no estaba.
Avistamiento de un tractorista
Hacia las 3 horas, un vecino de Peral de Arlanza, que habla
estado viendo la luz sobre las casas, subió a su
tractor y se encaminó a la finca Pinilla con intención
de utilizar su escopeta de caza contra el intruso. Al tratar
de acercarse, quedó cegado por el resplandor y el
tractor quedó colgado sobre un puentecillo. El vehículo
tuvo que ser retirado con ayuda de una grúa.
Investigación de la Guardia Civil
Por la mañana, se comunicó el caso a la Guardia
civil y se produjo la visita de un capitán y un brigada
de dicho cuerpo.
Aproximadamente dos semanas después, llegarían
un coronel y un comandante de la Guardia Civil.
Se mantuvieron conversaciones con los testigos y se realizó
una inspección de la zona próxima a las bodegas,
sin encontrarse ninguna huella sospechosa.
[AQUÍ DEBEN INCLUIRSE LOS MAPAS DE LA ZONA (PÁGINA
12)]
ANALISIS DEL SUCESO
Si hay algo que parece claro en esta insólita historia
es que no debió ser simplemente el fruto de una invención
periodística o de una broma colectiva perpetrada
por los vecinos de Peral y Pinilla. Algo inhabitual debió
ocurrir aquella noche de abril de 1.975, pero ¿qué
exactamente? Aunque los testimonios parecen apuntar en uno
u otro momento a la presencia de una nave tripulada de tecnología
y procedencia desconocidas, es obligado considerar antes
otras posibilidades de explicación más ordinarias.
Supongamos que el avistamiento fue real y, por ende, que
había realmente algo que podía ser avistado.
Una confrontación del caso con los estímulos
astronómicos observables en el día en cuestión
entra dentro de las modestas posibilidades de un estudio
a distancia como éste y será abordada seguidamente.
Las efemérides para la fecha de la observación
permiten constatar que eran Venus y la Luna los astros que
más podían atraer la atención del observador.
Ahora bien, Venus se ocultaba al principio del incidente,
y además lo hacía prácticamente en
la dirección opuesta a la indicada por los testigos.
Por el contrario, parece haber más de un punto de
contacto entre el presunto ovni y la Luna. A continuación
se reseñan los paralelismos más destacables:
1º) Los observadores describían en síntesis
un objeto circular o, más precisamente, en forma
de huevo, que desprendía una fuerte luminosidad blanca.
La Luna mostraba un 80% del disco iluminado (plenilunio,
el anterior día 25) y su aspecto era comparable al
de una aceituna luminosa.
La luminosidad multicolor que se menciona en algunas partes
del relato podría haberse debido a algún efecto
atmosférico. El candidato más verosímil
es quizás un fenómeno de corona lunar, que
suele mostrar un diámetro equivalente a unos pocos
diámetros lunares (dimensión aparente) y se
produce por difracción de la luz del astro al atravesar
una nube formada por gotas de agua de tamaño bastante
uniforme. Este fenómeno óptico puede presentar,
junto a una aureola blanquecina o amarillenta rodeando el
astro, una serie de anillos coloreados (azul, verde, rojo).
La descripción del ovni es demasiado vaga como para
poder confirmar la presencia de este efecto particular.
2º) El satélite hacía su aparición
no mucho después de medianoche y seguía su
andadura cuando los testigos dieron por terminada la velada
de observación.
En realidad, el orto lunar tenía lunar hacía
las 1,15 horas, lo que pone en entredicho que la Luna tuviera
algo que ver con el presunto ovni, al menos en la primera
fase del incidente. Volveremos después sobre este
importante punto.
3º) El relato contiene algunas indicaciones sobre
la dirección del avistamiento en distintos momentos
del incidente:
a) al principio, el ovni fue observado en las proximidades
de las bodegas desde la carretera, a la salida del pueblo;
b) durante los restantes viajes en coche, acompañó
a los testigos por la derecha; y
c) permaneció sobre la escuela cuando era observado
desde Pinilla.
Si se consulta un mapa detallado de la zona se advierte
que estas indicaciones corresponden a una dirección
sur o sudeste. La única excepción es el avistamiento
durante la segunda salida, ya que los testigos mencionan
que el ovni volvía a seguirlos por la derecha también
durante el regreso a Peral, Entra dentro de lo posible que
esta información sea errónea y que el ovni
permaneciera siempre al mismo costado de la carretera.
Durante la segunda salida en coche, a poco más de
un kilómetro de Pinilla, el ovni cambió de
dirección y cruzó frente a los testigos. Puede
constatarse que aproximadamente a un kilómetro de
Pinilla la carretera cambia de dirección de tal manera
que un objeto fijo situado hacia el sudeste pasa de estar
delante y algo a la derecha del observador a estar justo
enfrente o incluso ligeramente a la izquierda del mismo.
Obsérvese además que no hay ningún
otro punto del trayecto que reúna estas condiciones
si consideramos dicha dirección de avistamiento.
Efectivamente, la Luna era visible por término medio
en dirección sudeste, en buena concordancia con las
indicaciones recién mencionadas. La Luna no se habría
vuelto a "cruzar delante del coche de los testigos
en la última salida puesto que entretanto se habría
desplazado algo más al sur.
4º) La Luna apenas comenzaba su trayectoria por el
firmamento, siendo su elevación angular máxima
durante el período de avistamiento del orden de 15º.
En caso de confusión, la proximidad del satélite
al horizonte habría dado pie a considerar un objeto
próximo y asimismo a sobrestimar su tamaño
aparente. Por otra parte, para un observador en movimiento,
la impresión de "acompañamiento"
debida a la paralaje habría sido muy acusada.
5º) Los testigos atribuyeron algunos movimientos al
ovni. En particular, su ascensión inicial y los desplazamientos
acompañando al vehículo durante las salidas.
Estos movimientos son compatibles con la hipótesis
lunar que estamos contrastando.
La ascensión inicial habría tenido una base
objetiva. Considerando un pequeño intervalo de tiempo,
el desplazamiento del astro cuando se encuentra a gran altura
sobre el horizonte pasa desapercibido, pero es apreciable
si el astro se encuentra muy próximo a algún
punto de referencia fijo del paisaje, como cuando sale o
se oculta.
Los "desplazamientos" en paralelo con el coche
de los testigos serían explicables por la percepción
engañosa que puede suscitar la paralaje. También
entraría en esta categoría el "cruce"
del ovni frente al vehículo, que podríamos
situar en una curva de la carretera, como ya se ha comentado.
Como sería de esperar, el ovni se detuvo cuando
lo hicieron los testigos al llegar a Pinilla. Por otra parte,
permanecía inmóvil mientras era observado
desde Peral de Arlanza y desde Pinilla. Cabe preguntarse
hasta qué punto fue cierto que el ovni comenzara
a desplazarse cuando los tres testigos principales abandonaron
Peral de Arlanza durante la segunda salida, tal como se
indica eh el relato. Si la hipótesis lunar es acertada,
el ovni habría permanecido inmóvil sobre las
casas de Peral para los observadores que se encontraban
en el pueblo... al tiempo que "perseguía"
a los tres jóvenes por la carretera.
6º) Por último, hay que destacar el hecho de
que no se menciona la presencia de la Luna, que habría
estado situada en las proximidades del ovni. La identidad
lunar del presunto ovni debe ser pues considerada seriamente.
Piénsese que de haber sido observados ambos objetos
simultáneamente habrían sido casi inevitables
comparaciones del estilo de "el objeto era tres veces
mayor que la Luna" o "el ovni se encontraba encima
y algo a la derecha de la Luna".
Como se ha visto, no faltan razones para sospechar del
protagonismo de nuestro viejo satélite en el suceso.
Sin embargo, el horario atribuido al primer avistamiento
plantea un serio problema a esta interpretación del
incidente. Aunque el ovni habría sido observado por
primera vez hacia las 0,30 horas del día 30, en todo
caso antes de las 1,00 horas, la Luna se encontraba en su
orto hacia las 1,15 horas y, teniendo en cuenta la obstrucción
del horizonte debido al relieve de la zona, debió
comenzar a ser visible al menos un cuarto de hora más
tarde.
[En primera aproximación, puede considerarse que
la visibilidad estaba bloqueada en los primeros 2º
ó 3º sobre el horizonte, como mínimo,
según se desprende del mapa del lugar consultado
(Escala 1:5O.COO / Curvas de Nivel cada veinte metros).]
Quizás la explicación se encuentre entre
las siguientes posibilidades:
1º) La observación dio comienzo hacia las 1,30
horas del día 30 y no hacia las 0,30 horas como se
ha indicado. Esta posibilidad, sin duda la más evidente,
no puede descartarse a priori.
2º) El horario es esencialmente fidedigno, pero la
fecha correcta es el martes 29 y no el miércoles
30 de abril. En un suceso que tuvo lugar cerca de la medianoche,
prácticamente a caballo de dos días sucesivos,
no sería inverosímil un error de fecha de
este tipo.
Las figuras adjuntas incluyen datos acerca de las condiciones
de observación de la Luna para el día 29 a
las mismas horas. Los comentarios que se han hecho anteriormente
siguen siendo aplicables a esta otra fecha con la particularidad
de que la Luna era ya visible desde aproximadamente las
0,45 horas. No obstante, hay que matizar los siguientes
puntos:
La Luna aparecía algo menos ovalada;
No llegaba a "cruzarse" frente a los testigos,
aunque sí se situaba ostensiblemente delante en el
tramo de carretera ya mencionado; y
c) La elevación angular final de la Luna era en
este caso del orden de 20º y no de 15º.
En caso de que efectivamente exista un pequeño error
de fecha pero el horario sea correcto, la hipótesis
lunar sólo se sostiene para el día 29 y no
para otras fechas más alejadas del día 30
o posteriores al mismo.
3º) La fecha y el horario son correctos, habiéndose
manifestado la Luna prematuramente debido a condiciones
atmosféricas de refracción anómala,
como las que se dan en presencia de una inversión
de temperatura. Esta posibilidad, aunque improbable, merecería
un estudio detallado que tuviera en cuenta las condiciones
meteorológicas de aquella noche
[Dado que el día 30 de abril a las 0,30 horas la
Luna estaba más de 5º bajo el horizonte, no
pudo haberse tratado de un efecto atmosférico local.
Al considerar el efecto de curvatura en los rayos de luz
procedentes del astro, las condiciones meteorológicas
relevantes habrían sido las de la porción
oriental de la Península y el Mediterráneo
Occidental.]
A falta de más información, la cuestión
queda abierta. Otros detalles que han quedado por comentar
parecen fáciles de explicar como posibles interpretaciones
erróneas de ciertos estímulos presentes en
la escena pero confusos o fugaces. Así, las figuras
y el presunto ser pudieron ser ilusiones basadas en determinados
juegos de luces y sombras asociados a la Luna, favorecidos
quizá por factores meteorológicos (nubes,
bruma). Algunos de los rasgos rememorados, corno la extraordinaria
luminosidad del ovni, podrían contener una buena
dosis de exageración. Otros, como las (posiblemente)
incorrectas estimaciones de distancias, son simplemente
coherentes con la interpretación del estímulo
como objeto próximo, interpretación asumida
por los observadores durante el incidente.
Entre los puntos oscuros que todavía subsisten, ateniéndonos
a la hipótesis lunar, están las pretendidas
"vibraciones" del coche al comienzo del episodio.
Tampoco está claro, teniendo presente el acimut de
la Luna, por qué uno de los vecinos de peral de Arlanza
se dirigió con su tractor hacia Pinilla -como se
indica en la encuesta- si lo que pretendía era "perseguir"
al ovni.
[AQUÍ DEBEN INCLUIRSE LAS GRAFICAS DE ACIMUT Y ELEVACION
DE LA LUNA Y APARIENCIA DEL SATELITE (PÁGINA 17)]
Considerado fríamente, parece absurdo que tantos
observadores llegaran a verse tan desconcertados por un
estímulo tan común como nuestro viejo satélite.
Pero eso es lo que parecen sugerir los hechos. Si realmente
fue así, ¿cuáles habrían sido
los factores más determinantes? Si pensamos en los
tres testigos principales, en primer lugar pudieron verse
sorprendidos por la salida del astro al principio del incidente,
que no habrían sabido interpretar adecuadamente.
En segundo lugar, es posible que determinados efectos meteorológicos
distorsionaran el aspecto familiar de la Luna, aunque las
descripciones que aparecen en el relato tampoco dejan pensar
que el aspecto del ovni fue muy espectacular. Los observadores
ponen más bien especial énfasis en la potente
luminosidad y en el silencio que presidía la escena.
En tercer lugar, el "efecto acompañamiento"
habría reforzado más adelante los temores
y expectativas de los testigos en sus desplazamientos.
La situación es algo distinta para el resto de los
testigos y, si aceptamos que el aspecto de la Luna no llegó
a ser radicalmente insólito, debemos admitir que
fueron los tres testigos anteriores quienes contribuyeron
a difundir tanto en peral de Arlanza como en Pinilla el
clima emocional de sugestibilidad y expectación que
condujo a considerar aquello corno algo que nada tenía
que ver con la Luna.
Si la hipótesis lunar es correcta, el avistamiento
ovni de Peral de Arlanza no fue un fraude ni tampoco nada
extraordinario. La encuesta del caso de la que procede la
información utilizada aquí ha descuidado detalles
(acimuts de observación, estimaciones angulares de
elevación y tamaño, por citar algunos) que
permitirían confirmar o descartar de forma tajante
la hipótesis lunar y presumiblemente ha dado preferencia
y ha potenciado los detalles más fantásticos
suministrados por los testigos. Paradójicamente,
estos últimos detalles, en apariencia los más
característicos, podrían terminar siendo los
más anecdóticos e irrelevantes en el marco
de una interpretación objetiva del suceso encaminada
a identificar positivamente lo observado o a buscar indicios
de algún fenómeno anómalo desconocido.
Desde este punto de vista, el caso ha perdido todo su atractivo.
¡Las observaciones de los astrónomos aportan
infinitamente más información sobre la Luna
que la que puede extraerse de los ex!
travagantes recuerdos de los protagonistas del caso!. Pero
desde el punto de vista de una interpretación objetiva
de los hechos centrada en la conducta de los testigos, y
desde el punto de vista de las ciencias humanas en general,
éste y tantos otros casos similares no dejan de ser
fascinantes.
* * * * * * * * * * * *
LAR Número 11
Diciembre de 1988
APOSTILLAS A UNA CRONICA DE UN AVISTAMIENTO COLECTIVO
Manuel Borraz Aymerich
La siguiente información completa lo publicado en
el numero anterior de "La Alternativa Racional",
Por su interés, hemos creído oportuno publicar
esta información complementaria, que resulta bastante
esclarecedora respecto a la actitud de la Guardia civil.
INFORMACIÓN DEL CASO EN LA PRENSA
A continuación, se transcribe la nota de prensa
original, dando cuenta del caso, aparecida en "La voz
de Castilla" el 3 de mayo de 1975. Al parecer, esta
información sirvió de base para el escueto
despacho de la agencia Europa Press, que publicaron varios
rotativos de la prensa nacional en los días siguientes:
¿Un "OVNI" sobre Peral de Arlanza?
"Un extraño objeto sobrevoló la zona,
atemorizando a un grupo de jóvenes"
"En la noche del 29 al 30 del pasado mes de abril,
alrededor de la una de la madrugada, fue divisado un objeto
volador no identificado a la altura de Peral de Arlanza.
Tres muchachos que se desplazaban del pueblo a una finca
en coche, vieron cómo un objeto, de forma redonda,
color blanco con tonalidades amarillas, se acercaba a ellos,
llegando a situarse a una distancia de tres o cuatro metros
en algunos momentos. Sobresaltados por la impresión,
decidieron regresar al pueblo, poniendo sobreaviso al alcalde,
don José Antonio Martinez, y varios vecinos más,
quienes pudieron contemplar a lo lejos el fenómeno
ya indicado, que emitía un resplandor de fuerte intensidad.
El 'ovni' iba y venía hacia el grupo continuamente,
llegando a impedir el paso por colocarse delante. El fenómeno
duró aproximadamente dos horas, pudiendo ser contemplado
por una decena de personas. El tamaño aproximado,
según se ha podido constatar, era el de un coche
de gran tamaño, dentro de su forma redonda. El!
objeto volante no identificado eludía la presencia
cercana cuando existían árboles en la carretera,
acercándose únicamente en los descampados."
SOBRE LA ACTITUD DE LA GUARDIA CIVIL
No se ha dado a conocer ninguna evaluación oficial
del incidente por parte de la Guardia Civil. En cualquier
caso, puede ser interesante reproducir aquí los sensatos
comentarios del Comandante Jefe del Gabinete de prensa y
Relaciones Públicas de la Dirección General
de la Guardia Civil, Angel Luis Ruiz Yravedra,
en una carta dirigida a J. Plana Crivillén (28/9/84):
"En el caso de Peral de Arlanza he encontrada gran
profusión de datos pero, incluso en ése, se
llega a la conclusión que, si bien el objeto no fue
identificado por quienes lo vieron, no se puede afirmar
que no se tratara de algo perfectamente identificado para
expertos en astronomía o aeronáutica, por
ejemplo."
El Sr. Ruiz Yravedra añade:
"(...) no puedo, oficialmente, informar sobre una
cuestión de la que no tenemos datos suficientes para
demostrar que los hechos carezcan de explicación
científica natural o que las pruebas se escapen al
análisis científico de los investigadores.
"Una cosa es que un objeto no sea identificado por
un testigo, y otra muy distinta que dicho objeto sea no
identificable."
* * * * * * * * * * * * *
LAR Numero 10 / Año III
Agosto de 1988
EL ANALISIS DE RADIOCARBONO DEL SUDARIO DE TURIN
Luis Alfonso Gámez Domínguez
A principio de 1986, el cardenal Anastasio Ballestrero,
arzobispo de Turín y Custodio pontificio del sudario,
hizo público un documento en el que informaba de
la decisión tornada por el papa Juan Pablo II de
autorizar que fragmentos del sudario fueran sometidos al
análisis del radiocarbono, método químico
por el que se puede establecer la edad del sudario. Tras
el fallecimiento de Umberto de Saboya en 1983, el Vaticano
había heredado el sudario de Turín.
En el documento, se daban a conocer las conclusiones y el
protocolo que se había acordado seguir para la realización
del análisis durante un seminario sobre La datación
del sudario de Turín por el método del radiocarbono,
que se había celebrado en la Universidad de Turín
del 29 de septiembre al 1 de octubre de 1986.
En el transcurso de dicho seminario, los representantes
del arzobispado de Turín, la Academia Pontificia
de Ciencias y diversos laboratorios de todo el mundo decidieron
utilizar en el análisis un mínimo de tela
suficiente como para asegurar un resultado científicamente
fidedigno y la credibilidad pública del experimento.
Por estas razones, fueron siete los laboratorios designados
para llevar a cabo el experimento: los laboratorios estadounidenses
de la Universidad de Rochester, la Universidad de Arizona
y el Laboratorio Nacional de Brookhaven; el Laboratorio
Saclay francés; el Laboratorio del Instituto Federal
de Tecnología de Zurich (Suiza); y el Laboratorio
de Medición de Isótopos de Harwell y el de
la Universidad de Oxford en Gran Bretaña.
Los investigadores críticos de todo el mundo, que
se habían dirigido en varias ocasiones al Vaticano
pidiendo que se realizara el análisis del radiocarbono
sobre muestras del sudario de Turín, recibieron la
noticia con agrado. Pero, desde un principio, manifestaron
su deseo de que la recogida de muestras del sudario la llevaran
a cabo investigadores neutrales no vinculados a la Iglesia
o a grupos defensores de la autenticidad de la pretendida
reliquia. Y también hicieron pública su preocupación
por el hecho de que en un principio se decidiera que se
iban a dar a conocer los resultados del experimento en Pascua
de 1988.
Para evitar una posterior controversia sobre la validez
de las pruebas de datación, el comité para
la investigación científica de los Supuestos
Hechos Paranormales (CSICOP) dirigió varias cartas
al arzobispo de Turín. En dichas cartas, el CSICOP
proponía que las muestras a analizar fueran recogidas
en presencia de observadores neutrales e independientes,
se hicieran pruebas de doble ciego... para asegurar la validez
científica del experimento. Además, recomendaba
que en el desarrollo de las diversas fases del análisis
estuvieran presentes representantes de la Iglesia Católica,
de los grupos defensores de la autenticidad del sudario
de Turín y del CSICOP o las asociaciones de diversos
países vinculadas al mismo.
El 10 de octubre de 1987, el arzobispo de Turín decidió
modificar unilateralmente el protocolo acordado un año
antes. Las modificaciones que Ballestrero hizo en el protocolo
inicial fueron las siguientes: redujo el número de
laboratorios de siete a tres, decidió no designar
ningún experto textil para tomar las muestras del
sudario y no permitir observadores de los laboratorios durante
la recogida de las mismas, y no aseguró la participación
de los laboratorios en el análisis de los datos finales
ni la participación oficial de miembro alguno de
la Academia pontificia de ciencias durante las diferentes
fases del examen.
Representantes de los siete laboratorios designados en un
principio para llevar a cabo el análisis manifestaron
públicamente su desagrado respecto a la modificación
del protocolo realizada unilateralmente por el arzobispo
de Turín. Así, los directores de los siete
laboratorios se dirigieron a Ballestrero durante el pasado
mes de diciembre en un documento conjunto en el que afirmaban
que, dado el carácter del análisis, el abandono
del protocolo inicial y la decisión de contar sólo
con la participación de tres laboratorios hace que
pueda ponerse en duda fácilmente la validez del experimento.
Los directores de los laboratorios le indicaron al arzobispo
de Turín que si participando únicamente tres
laboratorios, uno cometiera un error y diera un resultado
extremadamente divergente, todo el experimento carecería
de validez.
Por su parte, German Harbottle, químico del Laboratorio
Nacional de Brookhaven (Estados Unidos), manifestó
el pasado mes de enero que, como prueba preliminar, el Museo
Británico había facilitado a seis de los siete
laboratorios fibras procedentes de la mortaja de una momia
egipcia de tres mil años de antigüedad. Cinco
laboratorios dataron la muestra correctamente, pero el Laboratorio
del Instituto Federal de Tecnología de Zurich, uno
de los tres elegidos definitivamente por el Vaticano, cometió
un error de mil años debido a que la muestra había
sido preparada incorrectamente. Esto demuestra que la designación
de sólo tres laboratorios para llevar a cabo el análisis
hace que si uno de los tres laboratorios comete un error,
ningún resultado sea convincente; mientras que la
participación de siete instituciones asegura, aún
en caso de error, unos resultados fiables.
El hecho de que el Vaticano haya modificado unilateralmente
el protocolo de experimentación y haya hecho oídos
sordos a las advertencias de científicos de todo
el mundo acerca de la validez científica del análisis
que en la actualidad se está llevando a cabo en suiza,
Gran Bretaña y Estados Unidos, demuestra el poco
interés de la Iglesia por esclarecer de una vez por
todas y de una manera científica el caso del sudario
de Turín.
En estos momentos, los tres laboratorios elegidos por el
Vaticano están llevando a cabo el análisis
del radiocarbono sobre muestras del sudario de Turín.
La incógnita flota en el ambiente: ¿Qué
seguridad podernos tener de que se estén analizando
realmente fragmentos de la pretendida reliquia cuando no
ha habido investigadores neutrales presentes en la toma
de muestras?
* * * * * * * * * * * * *
LAR Numero 10 / Año III
Agosto de 1988
FENOMENOS PARAANORMALES
Luis Alfonso Gámez Domínguez
El domingo 13 de marzo, una vez hube llegado a casa, encendí
la radio. Eran las 3,00 horas de la madrugada. Estaba cansado;
pero aún tenía fuerzas para coger una cinta
y disponerme a escuchar y a grabar el programa de Radio
Euskadi "Más Allá en la Noche".
El sábado que acababa de terminar había resultado
ser un día interesante y agotador. A la mañana,
nos habíamos reunido unos miembros de Alternativa
Racional a las Pseudociencias (ARP) en Bilbao y a media
tarde Gabriel Naranjo Fernández y quien esto firma
se habían acercado a San Sebastián a visitar
a Félix Ares de Blas. El cansancio se supera con
descanso y acostarme dos horas más tarde podía
merecer la pena, si el programa de radio se iba a desarrollar
como me imaginaba. Lo que no alcanzaba a imaginar era que
la curiosidad iba a hacer que una semana después
me hallara exactamente en la misma situación. Y es
que tenía ganas de conocer a través de sus
declaraciones al miembro del Grupo de Radioaficionados Ufológicos
de Euskad!
i (GRUE) Ricardo Campo Antoñanzas. Y me hice una
idea... ¡vaya que si me la hice!
En un lugar del País Vasco, de cuyo nombre no quiero
acordarme, ha mucho tiempo que vive un ufólogo de
los de visita nocturna a la montaña, credulidad ciega,
proselitismo militante e imaginación galopante. Ricardo
Campo Antoñanzas es uno de esos exóticos personajes
que uno pensaba existían sólo en los libros
de platillos volantes o en los de caballerías. Y
es que, una persona que dice mantener contactos con extraterrestres
y que ve naves alienígenas por todas las esquinas,
parece que sólo puede existir en la ficción.
A título ilustrativo, ofrezco seguidamente una transcripción
de la llamada a los extraterrestres que Campo hace de viva
voz al cielo nocturno:
"Sabéis perfectamente que nos encontramos en
el Puerto de Vitoria y quisiéramos que dejaseis vuestra
señal típica de un paso de nave por pequeña
que fuere: la clásica forma metalizable o la clásica
luz instantánea."
Don Quijote contaba con su fiel Sancho, que intentaba hacerle
comprender que una cosa es la ficción y otra la realidad.
Campo está rodeado por una hueste de caballeros que
-como él- también toman los molinos por gigantes.
Al igual que otros adoradores de los extraterrestres, Campo
se limita a decir que se remite a las pruebas, y las pruebas
que muestra este perseguidor nocturno de platillos volantes
son luces en el cielo, luces en el cielo, luces en el cielo...
y, sobre todo, hace gala de mucha fe.
Sin querer, he vuelto a demostrar mis dotes clarividentes
-¡temblad escépticos!-. Ya dije en el número
anterior de esta revista que personajes como Campo jamás
reconocen sus errores y se aprovechan de la gran cantidad
de incautos que hay en el mundo. A pesar de que todas las
pruebas indican que el pretendido ovni que sobrevoló
España el pasado 2 de febrero fue un bólido,
Campo y sus colegas del GRUE no dudan en afirmar que se
trató de algo mucho más misterioso.
Para apoyar sus débiles argumentaciones, los miembros
del GRUE recurren a manifestaciones de "expertos"
como Juan José Benítez -el que tomó
el canto de un sapo partero por el sonido de una "portentosa
nave extraterrestre", entre otras "hazañas"-
y se permiten el lujo de descalificar la opinión
de profesionales de la astronomía corno Agustín
Sánchez, presidente de la Agrupación Astronómica
vizcaína (AAV), al que Campo calificó de pseudocientífico
ante los micrófonos de Radio Euskadi.
Mientras los más "progres" salen al campo
por las noches a encontrarse con los extraterrestres; los
más tradicionales preferimos pasar la velada con
extraterrestres como el de la película de Ridley
Scott, siempre que estén acompañados en el
reparto por Sigourney Weaver. Encendemos la televisión,
apagamos las luces, nos acomodamos en el sofá...
¿no habéis visto una sombra en el pasillo?
************************************************
Se dice, se comenta, se rumorea... la poca formalidad de
la Virgen a la hora de aparecer en los lugares en los que
previamente se ha citado.
El más reciente de los "plantones marianos"
sucedió en la localidad italiana de Pescara el domingo
28 de febrero. Después de ser víctimas de
una amplia campaña publicitaria que anunciaba la
presencia en el lugar de esta importante figura del Olimpo
cristiano, los allí reunidos se quedaron compuestos
y sin Virgen.
Todo comenzó cuando la vidente María Antonella
Fioritti empezó a decir en la segunda mitad de 1987
que se le aparecía la Virgen. Pronto atrajo la atención
de miles de devotos. A principios del presente año,
María Antonella Fioritti anunció apariciones
marianas y signos celestiales que tendrían lugar
en la ciudad de Pescara durante todo el domingo 28 de febrero.
Por su parte, preocupado por el cariz que estaban tomando
los acontecimientos, el arzobispo de Pescara encargó
a Vicenzo Diodati, un sacerdote de su diócesis, la
investigación del caso. Diodati sometió a
la vidente a una serie de "pruebas" y se unió
pronto a su séquito de seguidores. También
conocido como "el futbolista de Dios", Diodati
es un místico de cuidado que organiza peregrinaciones
a las apariciones marianas de Medjudgorije (Yugoslavia),
atrae a jóvenes a su parroquia y los tiene orando
de rodillas durante horas...; así que no es extraño
que se haya convertido en el principal promotor de las apariciones
de Pescara.
Llegado el día, cien mil personas se trasladaron
a Pescara para presenciar in situ el magno acontecimiento.
Sin embargo, el espectáculo no fue en absoluto asombroso.
Algunas personas sufrieron conjuntivitis por estar con la
vista fija en el sol, una mujer de 61 años falleció
de un ataque al corazón y la mayoría no vio
nada. Obviamente, no faltaron los que dijeron ver el sol
de diferentes colores, verlo moverse, hablar con la Virgen
invisible, etc. No obstante, ni estos privilegiados espectadores
se pusieron de acuerdo acerca de las características
del milagro. Así, dos novios abrazados entraron en
éxtasis, y mientras ella veía al sol acercarse
él lo vela alejarse.
A pesar de que puede que el único móvil del
montaje de Pescara sea el propio fanatismo religioso, no
hay que descartar ocultos intereses económicos. Un
diputado socialdemócrata católico manifestó
el 29 de febrero que aquellos terrenos eran de un amigo
de la vidente, que él mismo contaba allí con
una serie de propiedades y que no se descartaba la posibilidad
de levantar en aquellas tierras un santuario, hoteles y
restaurantes.
A este respecto, se comentaba irónicamente en "El
País Imaginario" ("El País semanal",
20 de marzo de 1988):
"La Virgen María elige cuidadosamente el terreno
para sus apariciones, y lo hace siempre en fincas que pertenecen
a fervientes católicos y que generalmente han merecido
la calificación de zonas rústicas no edificables.
El primer milagro que realiza siempre la señora es
la multiplicación del precio del metro cuadrado en
la zona elegida para sus apariciones."
Días después del "plantón mariano",
la vidente y el sacerdote fueron llevados a los tribunales
italianos acusados de "abuso de la credulidad popular
y difusión de noticias falsas y tendenciosas capaces
de turbar el Orden público". La causa había
sido promovida por una de las propietarias de los terrenos,
que había visto sus posesiones dañadas por
la visita de los miles de personas que esperaban presenciar
el milagro. Los acusados no asistieron a su primera cita
con la justicia por hallarse "de meditación".
************************************************
Y ya que estamos hablando de citas cósmicas -o cómicas-,
durante los días 11 y 12 de junio, se celebró
en Barcelona el "I Simposio Nacional de Ufología"
organizado por la revista Karma-7:
No voy a entrar a juzgar la categoría científica
de los participantes ni del simposio, ya que ésta
puede deducirse de lo anunciado en el programa de actos
para la tarde del día 11:
"Salida en autocar hacia Montserrat para realizar
avistamientos in situ y analizar en directo la cuestión
contactos-Grifol. (Salida opcional)
"(Previamente se realizará una gran invocación
cósmica."
Hace años, los congresos ufológicos podían
ser más o menos irracionales, pero jamás incluían
en el programa de actos algo tan folklórico como
una peregrinación para observar el paso de las portentosas
naves. Ahora, los cónclaves ufológicos son
otra cosa.
*****************************************************
Desde que apareciera "Caballo de Troya", Juan
José Benítez ha afirmado en numerosas ocasiones
ante los medios de comunicación que Steven Spielberg
está estudiando la posibilidad de hacer una película
a partir de su libro. Así, decía a unos periodistas
del "Heraldo de Aragón" el 21 de noviembre
de 1.984:
"... cada libro que publico se lo voy enviando (a
Steven Spielberg). Al poco de recibir 'Caballo de Troya',
contestó diciéndome que el tema le había
fascinado y que era muy interesante desde el punto de vista
cinematográfico. También me comunicó
que había dado a su equipo de colaboradores y guionistas
los capítulos correspondientes al Jueves y Vienes
Santo, que son dos días claves, para ver las posibilidades
cinematográficas que había. Pienso que desde
un punto de vista técnico el proyecto es viable,
siempre y cuando se tengan los medios de Spielberg."
Durante el pasado mes de marzo, visitó nuestro país
el director cinematográfico Steven Spíelberg.
En una entrevista publicada en la revista Semana (Nº
2.512, 6 de abril de 1988), Spielberq manifestaba respecto
a las declaraciones de Benítez:
"- Un escritor español -le comentaba el periodista.
Juan José Benítez, autor de varios "best-seller",
entre ellos "Caballo de Troya", parece ser que
albergaba la pretensión de que esa última
obra la llevara usted al cine.
"- Siento decepcionarla -respondió Spielberg-,
pero yo debería conocer tal proyecto de mi productora
y no sé nada de lo que me pregunta."
Como puede comprobarse, es tan grande el interés
de Spielberg por la obra de Benítez que ni siquiera
conoce el proyecto que según el escritor está
estudiando desde hace años.
****************************************************
El pasado mes de marzo aparecía en los quioscos la
nueva revista de divulgación científica "Respuesta
1" que, naciendo con el propósito de "difundir
los fundamentos de la ciencia y sus avances", incluye
entre sus secciones una titulada "Lo que dicen las
estrellas", en la que se comenta la situación
astrológica del mes y se facilita el horóscopo
para los doce signos del zodíaco, y publicó
en su tercer número un artículo sobre el tarot
como herramienta apropiada para que uno llegue a conocerse
a sí mismo.
No menos esperpéntico es el caso de Muy Interesante.
Aunque lo cierto es que ya estamos acostumbrados a ver pasar
fantasmas entre sus páginas, en el Nº 63 (abril
1988), Manuel Velasco, el director de la revista, demuestra
cuan fácil resulta para algunos confundir la velocidad
con el tocino. Así, escribe que hay "hechos
y situaciones no contrastadas al cien por cien [que] son
objeto de investigaciones rigurosas. Tal es el caso del
nuevo y apasionante libro de Charles Berlitz sobre el Arca
de Noé, de inminente publicación, del que
ofrecemos un extracto en exclusiva". Y, seguidamente,
Berlitz nos lleva de su mano a un extraño escenario
en el que la más absurda de las hipótesis
se convierte en hecho comprobado.
¡Curioso es el concepto de divulgación científica
que tienen algunas publicaciones denominadas de "divulgación
científica"
* * * * * * * * * * * *
LAR Numero 10 / Año III
Agosto de 1988
RACIONALISMO Y EMPIRISMO, ESCEPTICISMO Y CIENTIFICISMO:
¿ALTERNATIVAS O COMPLEMENTOS?
Mario Bunge
Mario Bunge ha sido profesor de física teórica
y filosofía en Buenos Aires, Pensilvania y Montreal.
En la actualidad desempeña su actividad en la McGill
University de Montreal (Canadá). Entre sus obras
destacan: "La causalidad", "Intuición
y ciencia", "Teoría y realidad", "Filosofía
de la Física", "Treatise on Basic Philosophy",
"Epistemología", "Materialismo y Ciencia",
"La Investigación Científica", "El
problema mente-cerebro", Seudociencia e ideología"
y Racionalidad y realismo". En 1982, fue galardonado
con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación
y Humanidades. Es miembro del Comité para la Investigación
Científica de los Supuestos Hechos Paranormales (CSICOP)
y Socio de Honor de Alternativa Racional a las Pseudociencias
(ARP).
Cuando optamos por la alternativa racional no solemos preguntarnos
en que consiste la racionalidad ni a qué se opone.
Este es un error, porque el término "racional"
es multívoco. En efecto, en el lenguaje ordinario
"racional" se opone a "irreflexivo",
infundado, admitido sin examen previo, o incluso opuesto
a la experiencia o a la razón. En la tradición
laica, lo racional son el agnosticismo y el ateísmo,
por oponerse a la fe religiosa, que es ciega o dogmática.
En la economía neoclásica y en algunas teorías
politológicas, "racional" es sinónimo
de "egoísta" o "maximizador de beneficios".
En la tradición filosófica, la razón
se opone, ya a la empiria, ya a la intuición. Finalmente,
en epistemología se entiende que es racional todo
cuanto se base, ya en la experiencia razonada, ya en la
argumentación rigurosa (lógicamente válida),
y al mismo tiempo incluya una dosis de escepticismo, esto
es, la admisión de la posibilidad de error.
Si adoptamos una actitud racional, ¿somos racionalistas?
Sí, según el lenguaje ordinario. No, en otros
contextos, en los que se puede ser racional o razonable
sin ser racionalista en sentido filosófico. En efecto,
es posible ser a la vez racionalista y empirista, así
como se puede ser a un tiempo escéptico y cientificista.
Por ejemplo, Voltaire y Hume eran escépticos, pero
mientras el primero era racionalista, el segundo era empirista;
y ambos eran racionalistas en el sentido vulgar del término,
porque no creían en fantasmas, personas divinas,
adivinos, ni astrólogos. Nuestros contemporáneos
Martin Gardner e Isaac Asimov colaboran en The Skeptical
Inquirer, donde critican las creencias pseudocientificas,
y son al mismo tiempo racionalistas y empiristas.
Lo anterior sugiere que, de cara al fundamentalismo religioso
y a la pseudociencia, cualquiera de los cuatro epítetos
anteriores -racionalista, empirista, escéptico y
cientificista- puede ser adecuado: los cuatro grupos están
unidos contra el camelo y el autoengaño. Pero no
están unidos en otros respectos. Por ejemplo, se
puede ser racionalista y empirista sin ser escéptico
ni cientificista, como lo muestra el caso de Martin Gardner,
crítico de la pseudociencia y deísta (aunque
no teísta). Y se puede ser cientificista sin ser
racionalista, empirista o escéptico de modo radical,
esto es, con exclusión de las demás posiciones.
Esto sugiere que, aunque las cuatro posiciones mencionadas
se solapan parcialmente, no son idénticas. Esto se
comprende mejor cuando se las define y se compara entre
sí las definiciones. Propondremos las definiciones
siguientes sugeridas en obras anteriores [1, 2]:
Racionalismo: Confianza en el poder de la razón.
Racionalismo radical o extremo: la razón basta para
conocer la realidad. Racionalismo moderado: la razón
es necesaria pero no suficiente para conocer la realidad;
para esto último debe unirse con la experiencia (racioempirismo).
Empirismo: Confianza en el poder de la experiencia. Empirismo
radical la experiencia es suficiente para conocer la realidad.
Empirismo moderado: la experiencia (en particular la experimentación
científica y el ensayo técnico) es necesaria
aunque no suficiente para conocer la realidad; para esto
último debe unirse con la experiencia (empirioracionalismo,
idéntico al racioempirismo).
Escepticismo: Desconfianza en el poder de la razón
y de la experiencia. Escepticismo radical o de principio:
el conocimiento verdadero es imposible. Escepticismo moderado
o metodológico: el conocimiento definitivo es ilusorio,
salvo en casos triviales, pero la investigación (científica,
técnica o humanística) es capaz de aprender
mañana lo que ignoramos hoy (escepticismo meliorista).
Cientificismo. Confianza vidente (no ciega o dogmática)
en el poder de la síntesis de la razón, experiencia
y escepticismo, que se da en la investigación científica
y en la técnica. Cientificismo radical: la investigación
científica es la mejor vía de acceso (aunque
no es la única ni es perfecta) a la realidad, sea
natural o social. Cientificismo moderado: la investigación
científica, aunque es el mejor modo de conocer la
naturaleza, no ayuda a conocer la sociedad.
La cuatro posiciones o doctrinas son racionales en el sentido
más amplio del término, que es también
el popular: las cuatro rechazan el oscurantismo y el charlatanismo.
Es racional el racionalista que busca o exige argumentos
válidos, tanto como el empirista que busca o pide
datos firmes. Es racional el escéptico que pone en
duda datos y critica hipótesis, tanto como el cientificista
que busca verdades mejores (aunque rara vez definitivas).
Sin embargo, tanto el racionalismo como el empirismo y el
escepticismo, al subrayar sendos aspectos de la búsqueda
de la verdad a expensas de los demás, dan imágenes
parciales y por lo tanto sólo parcialmente verdaderas
de la realidad. El cientificismo une las tres vertientes
en una doctrina única aunque trilateral: a la vez
racionalista, empirista y escéptica. Pero el racionalista
moderado, que cree en las ciencias naturales y no en las
sociales, se queda a mitad de camino; más aun, desconoce
la existencia de ciencias híbridas, tales como la
antropología, la demografía y la bioeconomía,
que refutan la dicotomía idealista entre las ciencias
de la naturaleza y las ciencias del espíritu (o morales).
Sólo el cientificista radical es consecuente al ignorar
tal barrera imaginaria y al tener confianza en el poder
de la investigación científica para desvelar
paulatinamente los presuntos misterios del alma humana y
de la sociedad. Además, apuesta a los valores en
alza -en alza por do!
quier salvo en los baluartes del oscurantismo filosófico
e ideológico-.
NOTAS
[1] Bunge, Mario: Seudociencia e ideología.- Alianza
Editorial (Col. Alianza Universidad, Nº 440).- Madrid
1985
[2] Bunge, Mario: Intuición y razón.- Técnos.-
Madrid 1985
* * * * * * * * * * * * *
LAR Numero 10 / Año III
Agosto de 1988
A PROPÓSITO DE STMPLOKÉ
UNA REFLEXIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN CIENTÍFICA
Y FILOSÓFICA
Victor-Javier Sanz Larrinaga
INTRODUCCIÓN
"Simploké", el libro de Gustavo Bueno,
Alberto Hidalgo y Carlos Iglesias [1], destinado a estudiantes
de 3º de BUP (Bachillerato Unificado Polivalente),
nació con polémica y, seguramente, seguirá
engendrándola. Las líneas que a continuación
aparecen fueron destinadas en un principio a criticar la
injusta y dura prohibición de que fue objeto por
parte del Ministerio de Educación y Ciencia. No haber
obrado así hubiera supuesto para el actual Gobierno
un baldón intelectual imborrable. Las dictaduras
intelectuales son, indefectiblemente, principio y causa
de las demás dictaduras que de sobra conocemos.
Pero a pesar de haberse superado el "incidente académico",
las reflexiones que entonces surgieron pueden todavía
ser interesantes para los lectores de "La Alternativa
Racional" -entre otras razones, está la de que
una de las finalidades de Alternativa Racional a las pseudociencias
(ARP) se orienta a la promoción de la educación
científica sustentada en una filosofía racional,
única manera de superar y desenmascarar a las pseudociencias
y sus artífices-.
Ante todo, la primera lección que se ha de aprender
es que para proscribir un libro de Filosofía nunca
existen razones; sólo cabe inventarlas. En Filosofía
-sabiduría, decían los antiguos-, el decreto
unilateral se autodescalifica, puesto que va contra la propia
esencia de filosofar: libertad, diálogo crítico
y confrontación racional. La imposición, el
acriticismo y la aceptación irracional son propios
de la pseudofilosofía, la pseudociencia y los credos
sectarios.
Más lamentable aún es el hecho de que existan,
en el panorama educativo, libros de texto atiborrados de
inexactitudes y argumentaciones pseudocientíficas
que, sin embargo, no llaman siquiera la atención
de nuestras siempre vigilantes autoridades ministeriales;
seguramente porque son más "sencillos"
y "pedagógicos". Véase, p.ej., el
caso comentado por Luis Alfonso Gámez en esta misma
revista acerca de un texto de Religión de 1º
de BUP en el que se aducen como pruebas de fe los fraudes
científicos del sudario de Turín [2] y el
ayate de la Virgen de Guadalupe [3] refiriéndose
a autores tan competentes filosófica y científicamente
como Juan José Benítez [4].
"SIMPLOKÉ" Y EL PROBLEMA DE LA DIFICULTAD
DE COMPRENSIÓN EN FILOSOFÍA Y CIENCIA
Volvamos al libro en cuestión. Pero antes quiero
dejar bien claro que aunque defienda y justifique los aciertos
de "Simploké", ello no significa que asuma
todas y cada una de sus tesis, más aún, de
algunas disiento abiertamente. Pero esto último por
ahora no tiene mayor importancia, porque lo que me propongo
no es hacer critica de un libro concreto, sino defensa de
la auténtica filosofía -comulgue o no con
ella- y de la auténtica ciencia -ejemplificadas ambas
en "Simploké"-.
Es indudable que el texto de Bueno, Hidalgo e Iglesias,
tiene defectos didácticos y de comprensión,
ningún libro está exento de ellos. Mas si
realmente es tan inalcanzable para los alumnos como en principio
pensó el responsable del Ministerio, tampoco hay
que asustarse, los propios profesores y alumnos se encargarán
de relegarlo al anonimato, porque, como veremos más
adelante, la filosofía no se reduce a un sumario
o listado de definiciones, demostraciones y teorías,
sino que se trata además de algo operativo, creativo
y formador de actitudes, construyéndose todo ello
en la relación alumno / profesor.
Así pues, según las noticias aparecidas en
la prensa, el motivo principal de la suspensión de
"Simploké" parece ser que radicaba en la
dificultad de comprensión que el libro suponía
para el alumno de 3º de BUP. Marginamos de esta discusión
los posibles motivos burocráticos, así como
la carga ideológica que el libro conlleva.
Ahora bien, decir que "Simploké" escapa
a la comprensión del alumno de 3º de BUP es
algo inexacto y parcial, pues tan difícil es, para
un alumno de dicho curso, comprender temas aparentemente
más sencillos, p.ej., "el principio de individuación"
o "las propiedades trascendentales del ente" en
filosofía tomista -la prueba es que aún no
hay acuerdo general-, o el "Dasein" en Heidegger,
que entender "los grados de materialidad" o el
"cierre categorial" de Bueno. Incluso fuera del
ámbito estrictamente filosófico podemos preguntarnos
si un alumno de 3º de BUP o de COU (Curso de Orientación
Universitaria) es, asimismo, capaz de comprender cabalmente
los rudimentos de la Mecánica Cuántica que
estudia -por vez primera- en Física o los Fundamentos
Lógicos de la Matemática, por poner sólo
dos ejemplos elementales y básicos que figuran en
algún temario de las asignaturas citadas. En ambos
casos, el alumno suele limitarse generalmente a memorizar
-que no a entender- los datos que se le o!
frecen ayudándose de algún esquema o modelo
imaginativo. Sin embargo, la intrínseca dificultad
de estos temas no es óbice para poner al alumno en
contacto con ellos durante el bachillerato, aunque sólo
sea de modo rudimentario. Y, desde luego, a nadie en su
sano juicio se le ocurre prohibirlos. En consecuencia, si
la dificultad de un campo de conocimientos fuese motivo
de abandono o prohibición, los alumnos de COU a duras
penas hubieran tenido ocasión de conocer la tabla
de multiplicar.
Esta controversia nos da pie para examinar los factores
que determinan la "dificultad de comprensión"
en filosofía y en ciencia.
En primer lugar, y casi como axioma, hemos de afirmar que:
nunca la dificultad en la comprensión de un objeto
de estudio puede ser -en filosofía o en ciencia-
motivo de prohibición. Y ello porque la dificultad
es el motor intrínseco del saber y porque la dificultad
de comprensión es siempre relativa.
La dificultad es el motor intrínseco del saber,
sea este filosófico o científico.
En efecto, la dificultad es inherente al propio quehacer
científico o filosófico; es, en otras palabras,
el aguijón o acicate imprescindible para cualquier
investigación o para cualquier proceso educativo.
Por el contrario, cuando algo es conocido completamente,
despejándose la dificultad, nos resulta ya "fácil"
y el interés cognitivo decae hasta desaparecer.
Por otra parte, es cierto que en el proceso educativo la
comprensión está en relación directa
con el didactismo o las dotes pedagógicas del libro
o del maestro. Pero didactismo no consiste, en el caso del
libro, en páginas con esquemas en cuatro tintas diferentes
y fotografías a todo color, eso es complementario
y muchas veces accesorio. Además, los esquemas son
engañosamente fáciles, puesto que ayudan a
memorizar pero no a entender. Y esto es así porque
el proceso correcto que lleva a la comprensión de
un objeto de conocimiento exige, en principio, un texto
más o menos denso y extenso según la categoría
del propio objeto, para final mente "apuntalar"
en la memoria con ayuda de esquemas aquello que se ha comprendido
previamente. Es por eso que algunos manuales de filosofía
o de ciencia incluyen, con muy buen criterio, al final de
cada capítulo "denso" y "extenso"
un resumen/esquema para recordar y "repasar" lo
que previamente se había estudiado y entendido. Pero
hoy en día cu!
ando lo que prima, tanto en el bachillerato como en la universidad,
es la competitividad memorística -la nota brillante-
sobre la reflexión y la profundización intelectuales
-actos perfeccionadores de la persona-, libros como "Simploké"
se hacen desagradables y fuera de lugar. Esto me recuerda
un pasaje autobiográfico de Pío Baroja en
el que relataba cómo, mientras tenía interés
por la carrera de medicina -que por entonces cursaba- e
intentaba comprender sus asignaturas, no conseguía
aprobar. Sin embargo, una vez perdida la ilusión
-según él por la incompetencia de los profesores-,
decidió terminar la carrera por la expeditiva vía
de estudiar mecánicamente los programas. "Desde
que tomé el procedimiento -dice-, no me falló
ni una vez." [5] Y así fue, pues en dos cursos
aprobó dieciséis asignaturas.
En suma, y volviendo a lo comentado poco ha, didactismo
pedagógico no consiste primariamente en esquemas
o envolturas vistosas que originan facilidades aparentes,
ni, por supuesto, en evitar dificultades. Didactismo es
claridad, distinción, profundidad y dominio de aquello
que se habla -se piensa-. Y eso, hay que reconocerlo, lo
poseen abundantemente los autores de "Simploké".
Además, quien a la postre hace o no didáctico
un libro de texto es, como veremos después, el profesor.
La dificultad de comprensión es siempre relativa.
Con ello queremos decir que la dificultad en la comprensión
-o buen entendimiento- de un objeto o tema de estudio, está
en relación -depende- de tres elementos:
A) El grado de actividad racional con que se aborde el
estudio de un objeto
En efecto, la dificultad radica no sólo en el propio
objeto, sobre todo en su novedad, sino también en
la profundidad de la pregunta y en el grado mismo de comprensión
que el sujeto se autoexija (generalmente en el bachillerato
es, como ya hemos dicho, una simple y lamentable memorización).
Así, p.ej., se cuenta de Bertrand Russell que a los
once años ponía en tela de juicio los axiomas
de Euclides, y dudaba si las cosas iguales a una tercera
serian iguales entre sí. Es bien sabido que esas
dudas dieron como fruto en la edad adulta una revolución
llamada "Principia Mathematica". Obviamente, éste
es sólo un ejemplo extremo de un genio que nada daba
por bien comprendido hasta llegar a las últimas consecuencias.
Aún hay más; la actividad de la razón
no sólo es difícil, sino que incluso asusta
y aburre cuando se carece de preparación e interés
para ejercitarla, o, mejor dicho, cuando a uno no le han
preparado e incentivado para tal ejercicio. Siempre es más
fácil memorizar tópicos, justificar creencias
arraigadas o propalar "didácticamente"
temas pseudocientificos, pues todos ellos son más
taxativos, más "ciertos", más atractivos
y, por ende, nos liberan del arduo proceso de investigar.
Por el contrario, la actividad de la razón, el estar
continuamente sometida a su propia autocrítica y
a la atenencia de los hechos reales -su objeto-, resulta
incompleta, discontinua, penosa y repleta de obstáculos
en el análisis de sus objetos. Pues bien, la filosofía
es el ámbito natural de este ejercicio; ella perfecciona
al hombre y humaniza a las ciencias que él conoce.
Peno, si al hombre se le prohibe, o él mismo renuncia
a su actividad filosófica y racional, ¿qué
queda de él?
B) El hábito científico
En toda esta discusión de lo fácil y lo difícil,
de lo didáctico o lo abstruso, se esconde también
una cuestión que podíamos llamar de hábito
psicológico -fundamental en el proceso educativo-.
En efecto, es un hecho comprobable por introspección
que los problemas científicos o filosóficos,
a fuerza de ser repetidos, llegan a comprenderse más
adecuada y fácilmente. Es por eso que las teorías
o los descubrimientos novedosos nos sorprenden e, inconscientemente,
los rechazamos por parecernos difíciles o "antinaturales"
-es el caso de la teoría de la relatividad, la mecánica
cuántica, la evolución o el inconsciente-,
pero una vez que alguien nos aclara y repite su sentido
llegan a resultarnos "habituales". Esto que digo
no es nada nuevo, puesto que ya Aristóteles consideraba
a la ciencia -en un sentido muy general- como un hábito
o virtud intelectual que se adquiere pacientemente con el
uso de la razón. Crear y fomentar este hábito,
perfeccionador y facilitador de la actividad dis!
cursiva, es finalidad de la educación filosófica.
Algo de esto ha sucedido con "Simploké",
que al ser una nueva experiencia didáctica, rigurosa
y original, es tomada con recelo. Ahí queda el reto;
es ahora cuestión de que los educadores crear el
hábito capaz de asimilar ese proyecto y remover mentalidades.
C) El profesor y el proceso educativo
En el apartado A) hemos analizado la actividad de la razón
con relación a su objeto de conocimiento, y en el
apartado B) el hábito necesario para su comprensión.
Nos falta ahora saber cuál es la causa generadora
de ese hábito. Tal causa, como puede deducirse con
facilidad, es el maestro, cuya actividad se extiende durante
todo el proceso educativo ante esta inmensa y fundamentalísima
labor hemos de preguntarnos ¿están ellos -los
profesores- suficientemente preparados para abordar y hacer
viable tal empresa? Por mi parte carezco de datos con los
que responder. Pero lo que nunca debe hacerse es prohibir
o abandonar por miedo, aunque, sin duda, esas son las maneras
más sencillas y directas de solventar los problemas
tanto al alumno como al profesor.
En el proceso educativo el libro es sólo uno de sus
elementos constitutivos; mientras que vencer los escollos,
hacer comprensible el propio libro y crear el hábito
científico que antes comentábamos, son el
resto de los elementos que deberán resolverse en
la relación alumno / profesor. No hay que olvidar,
aunque sea ya un tópico, que no se enseña
filosofía, sino a filosofar -y puede añadirse,
parafraseando, que no se enseña ciencia, sino a investigar
científicamente-. De la misma opinión es Pedro
Ortega Campos:
"En filosofía nada hay que aprender, salvo aprender
a filosofar. Lo cual no significa que no contenga información
-contenidos-, pero su misión es la de enseñar
a juzgar, lejos del fundamento de nuestras convicciones
de automatismos y de toda suerte de convencionalismos; nos
conduce al examen de prejuicios y creencias. La clase de
filosofía no es un recitado de lecciones que hay
que memorizar, sino la articulación de un pensamiento
operativo, desde los textos de autores, de problemas planteados
y seleccionados; buscar el sentioc de una discusión,
canalizar un debate general para lograr la participación
activa del alumnado: que se sienta implicado por encima
de las exigencias estrictamente académicas... La
filosofía no es primordialmente una asiganatura sino
una existencia, no un aula sino un taller." [6]
SIMPLOKÉ Y LAS PSEUDOCIENCIAS
En la Feria del Libro de Frankfurt-87, se quejaba Umberto
Eco de que en las librerías donde hace veinte años
encontrábamos "El asalto a la razón"
de Lúkacs, ahora se venden manuales de adivinación,
astrología, magia negra y alquimia. En efecto, si
echamos una mirada a nuestro entorno cultural nos encontramos,
p.ej., con muchas revistas que se autocalifican de divulgación
científica, pero en sus páginas hallamos todo
lo que Eco antes enumeraba: horóscopos, numerología,
etc. También periódicos que se consideran
"serios" como, v. gr., "El País"
dedican, de modo absolutamente acrítico, planas enteras
a individuos dotados de poderes paranormales, o se incluyen
en el apartado de "ciencia" temas de ovnis o de
ficción científica, etc. Igualmente, la "Medicina"
es invadida por las mal llamadas "medicinas alternativas",
como el curanderismo, quiropráctica, homeopatía,
etc. Incluso en la propia universidad comienzan a oírse
las voces de los charlatanes; así, mientras escribo
estas línea!
s tengo noticia de que un conocido pseudocientífico
hispano [7] tiene anunciada su esotérica disertación
en un foro de la universidad del País Vasco. Por
último, la "Filosofía" se ve invadida
por una ola de sofística llamada pensamiento débil
-"lo verdadero", dice o. Vattimo, "no posee
una naturaleza metafísica o lógica, sino retórica"-,
conviene sin embargo no confundir "pensamiento débil"
[8] con "debilidad de pensamiento", a pesar del
parecido lingüístico.
Por lo tanto, el panorama no puede ser mas preocupante.
Y es por ello que libros de "pensamiento fuerte"
como "Simploké" se hacen necesarios no
sólo en el bachillerato, sino también en la
universidad y en la propia calle.
"En efecto, para los que integramos ARP, el gran acierto
de "Simploké" consiste en mostrarnos qué
son las pseudociencias y sus consecuencias, y esto es algo
de lo que carecen los demás libros de texto al uso.
Ya en las primeras páginas del libro se fustiga a
la pseudociencia, proponiéndose criterios de discriminación.
Para los autores de "Simploké", la pseudociencia
proviene de la transformación -conversión-
que sufre la magia -en cuanto saber práctico precientítico-
bajo la presión de los saberes críticos o
racionales; Y
"puede definirse como un conjunto de creencias y prácticas,
cuyos cultivadores desean, ingenua o maliciosamente, hacer
pasar por ciencia, sobre la base de un acceso privilegiado
a ciertos fenómenos y fuentes secretas de poder que
les escapan al común de los mortales. Sólo
los "iniciados" (y los bobos) pueden aspirar a
entrar en contacto con los espíritus descarnados
y las fuerzas "extranaturales" sobre las que se
asienta tan extraordinario poder." [1]
Inmediatamente después se matiza aún más
en "Simploké":
"A semejanza de la magia, la pseudociencia posee "objetivos
primariamente" prácticos, no cognitivos, pues
pretende influir en las cosas y en los seres humanos mediante
practicas rituales, esencialmente confusas y mistificadoras;
al igual que la magia, se perpetúa en el seno de
comunidades de "creyentes" o intenta ampliar el
círculo de "adeptos", exigiendo actos de
fe irracional mediante el engaño e, incluso, la extorsión.
Aunque Se niega a fundamentar racionalmente sus doctrinas
se aprovecha hábilmente de las limitaciones fácticas
del conocimiento racional [8] para hacer pasar especulaciones
desenfrenadas, y datos no controlados, por resultados de
la investigación científica. Como la ciencia
genuina es difícil, exige mucho esfuerzo y paciencia
y la generalización masiva de una alta educación
cultural que, dada la estructura actual de los sistemas
productivos, sólo está al alcance de una pequeña
minoría, la pseudociencia prospera en las sociedades
industrializadas con más faci!
lidad que el conocimiento desinteresado y que el escepticismo
organizado... Los "medios de comunicación"
de masas, guiados muchas veces por una presunta "neutralidad"
axiológica, otras por sensacionalismo y snobismo
y otras por una simpatía deliberada, contribuyen
a hacer accesible la pseudociencia a millones de personas,
favoreciendo negocios multimillonarios que explotan la credibilidad
del público y ponen en peligro el bienestar físico
y psíquico de mucha gente. Por ejemplo, raro es el
medio de prensa que no incluye entre sus secciones fijas
un horóscopo, o que se niegue a anunciar las virtudes
mágicas de la famosa pulsera magnética "curalotodo",
o que no se haga eco de las profecías de visionarios."
A continuación se pasa revista a los criterios de
discriminación. Cita, p.ej., los criterios formalistas
de Mario Bunge [10] y los psicosociológicos de Martin
Gardner que, aunque importantes y necesarios, no son suficientes,
puesto que:
"Hacen falta criterios gnoseológicos más
rigurosos y precisos que conciernan al propio contenido
material de las ciencias para demarcar las ciencias de las
peudociencias. Esta exigencia, que sólo puede llevarse
a cabo desde una perspectiva filosófica materialista
y crítica, justifica por sí sola la necesidad
de un curso de filosofía obligatorio." [1]
Sobre los criterios gnoseológicos, que son los auténticamente
demarcadores de la ciencia respecto a sus falsificaciones,
hablaremos en su momento al analizar alguna pseudociencia.
Por ahora, y a la par que comentamos las ideas de "Simploké",
nos contentaremos con señalar su importancia discriminadora.
En efecto, muchas pseudociencias son capaces incluso de
formalizar sus conocimientos -teorías-. El caso más
característico es la astrología, que ha conseguido
matematizar sus pseudoteorías físico-naturales
de modo tan efectivo que da la falsa apariencia de una auténtica
físico-matemática- Lo mismo que con la formalización
sucede con el método científico; así,
múltiples pseudociencias, como, p.ej., la homeopatía,
la acupuntura tradicional china, la parapsicología,
etc., se jactan de aplicar a sus "investigaciones"
dicho método, pero, sin embargo, siguen siendo pseudociencias.
El error en este caso consiste en tomar la parte -el método
científico- por el todo -la ciencia-, es deci!
r, en reducir la ciencia a su método y en aplicar
ese método a objetos y explicaciones incompatibles
con la ciencia. De todo esto podemos ya deducir que tanto
la formalización (matemática o no) como el
método científico son utilizados por los pseudocientificos
como coartada o escudo protector para hacernos pasar por
genuino lo que sólo es un fraude bien urdido. He
ahí, pues la importancia de los criterios gnoseológicos
-o sea, el análisis filosófico del contenido
material de la ciencia-, porque ellos no pueden escamotearse
ni usarse de pantalla encubridora, a diferencia de los criterios
formalistas.
FUNCIÓN DE LA FILOSOFIA EN EL BACHILLERATO
Retornemos ahora al párrafo últimamente citado,
el cual nos da pie para analizar sucintamente otra cuestión:
la función de la filosofía en el bachillerato.
La labor de la filosofía en el BUP -y fuera de él-
consiste, aunque no exclusivamente, en dar unidad y coherencia
a ese conglomerado de saberes y técnicas que de modo
disperso al alumno ha ido adquiriendo a lo largo del bachillerato.
Raramente el profesor de física, matemáticas,
biología o lenguaje, p.ej. desentraña al alumno
qué cosa es su ciencia, es decir, su objeto formal,
sus fundamentos, su metodología y las relaciones
con otras ciencias; o lo que es análogo: sus implicaciones
ontológicas, epistemológicas y éticas.
Estas nociones son tan importantes que de no exponerse adecuadamente,
el alumno puede quedar a merced de cualquier charlatán
pseudocientífico, cualquier pseudofilósofo
o, lo que es peor, caer en un escepticismo radical y beligerante
respecto a la ciencia y la técnica. Por lo tanto,
para evitar estos erróneos extremos se hace necesario
-hoy más que nunca- un curso de filosofía
en el bachillerato -además del de historia de la
filosofía y de las ciencias-, sobre todo si tenemos
en cuenta que en la universidad es excepcional que se vuelva
a estudiar o a reflexionar sobre estos temas -salvo si se
elige como carrera universitaria la propia filosofía-.
No me resisto a citar un pasaje, quizás extenso,
de un interesante artículo de Matthew Lipman:
"No hay duda de que la crisis actual de las disciplinas
proviene de su pertenencia a un universo explosivo cuyos
miembros van avanzando por separado en una especie de "cambio
rojo". El problema, sin embargo, no esta en su expansión
-que es algo constructivo y recomendable- sino en el hecho
de que se despojan del tejido filosófico que normalmente
debería mantenerlas unidas. Cuando una disciplina
considera que su más profunda especificidad consiste
en desembarazarse de sus dimensiones epistemológicas,
metafísicas, estéticas, éticas y lógicas,
entonces se convierte en un simple cuerpo de conocimientos
y de procedimientos alienados. No se puede olvidar, no obstante,
que las disciplinas de que consta la filosofía, y
que acabamos de mencionar (epistemología, metafísica,
estética, ética, lógica y otras), son
igualmente vulnerables. Pueden llegar a alienarse (dejar
de ser ellas mismas) si se las enseña al margen de
la disciplina original que es la filosofía, porque
sólo en el context!
o humanístico de la filosofía pueden experimentar
los estudiantes la relevancia cultural y el rigor metodológico
que echan de menos cuando se les ofrecen, por ejemplo, cursos
de "pensamiento crítico" por parte le profesores
que no son filósofos." [11]
Conviene aclarar que, debido al contexto a que se mueve
ARP, sólo hemos hecho hincapié en los aspectos
epistemológicos de la filosofía -ya que nuestra
meta primordial es, como diría Bunge, "desenmascarar
falsos científicos"-. Pero tanto o más
importantes que los aspectos epistemológicos son
los aspectos éticos / morales, es decir, todas aquellas
cuestiones englobadas dentro de la denominada "filosofía
moral" [12]. En efecto, en la actualidad es la propia
ciencia la que genera nuevas y polémicas situaciones
éticas. Es el caso, p.ej., del conjunto de problemas
que configura la bioética: aborto, eutanasia, ingeniería
genética, control de embriones humanos etc. Incluso
Jacques Monod llega a hacer de la aceptación del
"principio de objetividad" -principio de orden
cognoscitivo- un postulado ético [1e]. También
había que meditar -cosa que aún no hemos hecho
en ARP- sobre la responsabilidad moral que tienen los propagadores
de la pseudociencia, puesto que se trata de actitudes que
c!
onllevan un fraude o engaño.
Pero tampoco la labor de la filosofía en el BUP/COU
se termina en lo que acabamos de decir. Efectivamente, el
ya citado Lipman considera la filosofía -en el proceso
educativo- como la materia que perfecciona la técnica
del pensar y, además, genera pensamiento:
"...no podemos confiar la promoción del pensar
a las disciplinas no filosóficas, sino solo a la
filosofía. Lo mismo cabe pensar con respecto al aguzamiento
y reforzamiento de las técnicas para pensar... Dado
que las técnicas que deben utilizarse en las demás
disciplinas tienen que perfeccionarse con anterioridad,
la filosofía tiene que dejar de ser exclusivamente
una materia de los institutos y universidades para llegar
a ser también un componente de la escuela elemental;
la disciplina cuyo objetivo es fomentar el pensa en las
demás disciplinas." [11]
Entonces, podemos preguntarnos, al igual que Ortega Campos:
"¿Por qué no abrir esos programas existentes
[precisamente, los que algunos quieren cerrar], tan denostados
por extensos, pero cuya riqueza de contenido, distribuible
por trienios, es tan innegable como poco explotada? ¿No
será que falla la metodología de su enseñanza
en cuanto a diversificación, cuestionario, actualización
y acoplamiento de la temática a las vivencias actuales?"
[6]
Todo esto ha sido precisamente lo que ha intentado "Simploké":
abrir un extenso e intenso programa y actualizar un cuestionario.
Queda aún, como dice nuevamente Ortega campos, la
gran pregunta:
"¿Por qué esos conatos disimulados por
relegar o escamotear la filosofía en BUP o en COU?
La respuesta pertenece a la categoría de utilidad:
la ciencia y la técnica aseguran los conocimientos
matemáticos y físicos que facilitan la especialización
profesional. Se olvida que los alumnos reciben el gusto
por la reflexión personal y las ideas, la iniciación
a la cultura, la disciplina del pensamiento, el método
para afrontar y expresar los problemas gracias a la filosofía."
[6]
¿Podemos inferir que "el caso 'Simploké'"
ha sido un ejemplo frustrado de tal acoso y relegación?
Pero quien piense que la filosofía debe abandonarse
por falta de "utilidad" -en beneficio de la ciencia/técnica-
está muy equivocado, y ni sabe qué es ciencia
ni tiene somera idea de qué pueda ser filosofía.
En efecto, es imposible hacer ciencia sin filosofar, puesto
que, si la ciencia es útil al desarrollo del hombre
a través sobre todo de la técnica, la filosofía
también es útil e imprescindible para la ciencia,
ya que le da unidad, comprensión -inteligibilidad-,
fundamentos, demarcación, capacidad de disciplinar
la mente, de engendrar nuevos problemas y una base ética
de actuación. Es un tópico que siempre hay
que recordar, pues demuestra lo que aquí decimos,
que muchos de los grandes filósofos -Aristóteles,
Descartes, Leibniz, Russell, etc.- han sido grandes científicos;
y viceversa, como es el caso de Newton, Einstein, Bernard,
Poincaré, etc.- La complementariedad es tal que resulta
difícil saber si son filósofos que hacen ciencia
o científicos que filosofan. Por eso ten!
go como norma práctica desconfiar de todo filósofo
que no hace ciencia, o de todo científico que no
filosofa. Sin filosofía, la ciencia es ciega; sin
ciencia, la filosofía se extravía.
ULTIMAS CONSIDERACIONES
Ni que decir tiene que del libro de Bueno, Hidalgo e Iglesias,
sólo hemos enumerado un par de motivos que pueden
interesar a los lectores de LAR y que, además, no
figuran en otros manuales destinados a mismo uso. Pero la
cantidad de temas que componen "Simploké"
es enorme y de gran originalidad.
Ante todo hay que resaltar que no se trata de un texto ecléctico
ni tampoco escolástico, sea de orientación
tomista o marxista, sino de un manual basado en un materialismo
filosófico crítico y racional capaz de absorber
en su seno otras tendencias filosóficas. Precisamente,
uno de sus grandes méritos es que no hace tabla rasa
de la filosofía anterior, sino que la incorpora y
asimila [14] Además, sus tesis filosóficas
conjugan y fundamentan la ciencia actual de una manera que
un materialismo obsoleto sería incapaz de hacerlo.
En efecto, todo el libro descansa sobre dos pilares básicos:
la ontología materialista de Bueno y su teoría
epistemológica del cierre categorial; ambas se aplican
sucesivamente a lo largo del libro a todas las regiones
de la filosofía.
Cabe destacar, en primer término, la estructuración
de la ciencia según el modelo semiótico de
Morris -aspectos sintácticos, semánticos y
pragmáticos-, la "idea ontológica del
lenguaje" -con sus respectivos "campos ontológicos"-
y el concepto de "materialismo formalista" en
lógica -en donde la lógica formal es considerada
como "ciencia con referente material", y no como
un mero formalismo sintáctico tautológico
y vacío-. En antropología destacan las nociones
de "Espacio Antropológico" y "Ceremonia".
Es interesante, asimismo, la distinción entre ética
y moral desde la perspectiva del "materialismo trascendental",
pero aún más lo es la teoría materialista
de la religión -distinguiendo religión de
teología-, sobre el concepto de "religación"
y sus géneros -en donde se entabla una diferenciación
esencial con la religación según Zubiri-.
Y dentro de este capitulo, otra idea que puede interesar
sobremanera a los lectores de LAR es el tratamiento que
en "Simploké" se hace del tema de los extraterrestres
-ovnis, etc.-. Para Bueno, los extraterrestres son los sustitutos
modernos de los "númenes" de las religiones
positivas. Sin embargo, dado el escaso espacio que dedica
al tema -cosa ló
Sin embargo, dado el escaso espacio que dedica al tema -cosa
lógica por otra parte-, el lector interesado deberá
acudir a otra obra de Bueno [15] en la que trata más
detenidamente dicha cuestión. Por nuestra parte,
la relaci6n de transferencia religión / extraterrestres
ya ha sido analizada varias veces en LAR, aunque todavía
se necesitan precisiones futuras. Lo que sí conviene
dejar bien claro es que las teorías pseudocientíficas
sobre extraterrestres son meras "creencias" -fe-
justificadas mediante hechos falsos o ambiguos e hipótesis
"ad hoc", que nada tienen que ver con el tratamiento
científico de la exobiología; ya sea, p.ej.,
estudiando la estructura de los cometas -buscando el origen
bioquímico de la vida-, proyectando un viaje a Marte
o intentando captar señales de hipotéticas
civilizaciones extraterrestres gracias a la radioastronomía.
Es como un sarcasmo que, mientras unos auténticos
científicos se afanan por inferir y verificar conclusiones
rigurosas, otros indivi!
duos -por dinero o por ser simples paranoicos- nos ofrezcan
relatos fantásticos y fraudulentos sobre alienígenas
como reales o científicos -tal y como se ha demostrado
en LAR desde el número experimental-.
Y, volviendo nuevamente a "Simploké", sólo
nos resta decir que dicho libro es el sedimento de muchos
años de investigación y, como toda auténtica
filosofía, no es un manual para leerlo mientras se
toma el sol en la playa, sino que es un texto para meditar
y pelear con él, y sobre todo, como dicen sus autores,
para transformar actitudes:
"En este momento, en el que los aires de reforma de
las Enseñanzas Medias, colocan a la Filosofía
en la tesitura de adaptarse a la nueva situación,
proponer una alternativa radical ante tanta entropía
oficial y medioambiental, resultaba excitante, pero poco
oportuno. En realidad, no se trata tato de cambiar los enunciados
como de transformar los contenidos, las estructuras, las
perspectivas." [1]
NOTAS
[1] Bueno, Gustavo; Hidalgo, Alberto; e Iglesias, Carlos:
"Simploké".- Ediciones Jucar.- Madrid 1987
Quién desee comprender "Simploké"
a fondo deberá recurrir a la obra del profesor Gustavo
Bueno, desgraciadamente dispersa y en ocasiones difícil
de encontrar. Algunos de los títulos más característicos
son:
Ensayos materialistas.- Editorial Taurus.- Madrid 1972
Ensayo sobre las categorías de la economía
política.- La Gaya Ciencia.- Barcelona 1972
La Metafísica Presocrática- Ediciones Pentalfa.-
Madrid-Oviedo 1974
El animal divino. Ensayo de una filosofía materialística
de la religión.- Ediciones Pentalfa.- Oviedo 1985
Etnología y utopía.- Ediciones Júcar.-
Madrid 1987
Por último, conviene citar una importante serie de
artículos de Gustavo Bueno aparecidos en la revista
"El Basilisco", que en la actualidad no se edita.
[2] Quien quiera comprobar el fraude del sudario de Turín
puede consultar las siguientes fuentes:
Nickell. Joe: "Inquest on the shroud of Turin".-
Prometheus Books.- New York 1983.
Mueller, Marvin M.: ""The Shroud of Turin".-
"The Skeptical Inquirer" (Buffalo), vol. 9, nº
3 (primavera 1982)
Sanz, Víctor-Javier; Ares Félix; Martínez,
Jesús; y Gámez, Luis Alfonso: "En defensa
de la razón: el fraude de la sábana santa".-
El Medico (11 de septiembre de 1987}.
[3] Nickell, Joe: y Fischer, John: "Image of Guadalupe:
A Folkloristic and Iconographic Investigation".- "The
skeptical Inquirer" (Buffalo) vol. 9 Nº 3 (primavera
l985)
[4] Gámez Domínguez Luis Alfonso: "La
religión católica, el diablo y las pseudociencias.
Tres ejemplos de como la Iglesia Católica recurre
a la superstición y las pseudociencias cuando conviene
a sus intereses." - "La Alternativa Racional"
(Bilbao). Nº 8 (Marzo 1988), 32-35.
[5] Baroja, Pío: "Juventd, egolatría".-
Editorial Taurus.- Madrid 1977.
[6] Ortega Campos, Pedro: "Filosofía y bachillerato:
reformar el miedo".- "Estudios Filosóficos"
(Valladolid), vol. 36, Nº 101 (1987)
[7] Me refiero al polifacético pseudocientífico
Fernando Jiménez del Oso, que el pasado 19 de mayo
dio una charla titulada "Coloquio en torno a lo insólito",
enmarcada en los Cursos de Extensión Universitaria
de la Universitaria del País Vasco.
[8] Vattino, Gianni, y Rovati, Pier Aldo (Eds.): "El
pensamiento débil".- Ediciones Cátedra
(Colección "Teorema").- Madrid 1988
[9] Por nuestra parte limitaciones de este tipo las hemos
estudiado en un artículo anterior:
* Sanz Larrinaga, Víctor Javier: "Ciencia sin
creencia".- La Alternativa Racional (Bilbao), Nº
6 (julio 1987)
[10] Ciertamente, dichos criterios formalistas son los
fundamentales en Mario Bunge, que usa e incluso abusa de
ellos. Pero en sus últimos libros incluye, aunque
de modo discutible, criterios gnoseológicos. Véase:
* Bunge Mario. "Seudociencia e ideología".-
Alianza Editorial (Col. "Alianza universidad",
Nº 440, Madrid, 1985.
[11] Lipman, Matthew: "El papel de la filosofía
en la educación del pensar".- "Diálogo
Filosófico" (Madrid), Nº 9 septiembre-diciembre
1987.
[12] Precisiones muy importantes al respecto pueden leerse
en:
Bueno, Gustavo: "Reflexiones sobre la función
de la filosofía moral en el bachillerato".-
El Basilisco (Oviedo). Nº 14.
La inclusión de la Moral en la asignatura de filosofía
implica que debe ser liberada del lastre teológico
y religioso -que en ocasiones llega a ser exclusivo-, provocando
sus fundamentos racionales y críticos. Obviamente
está responsabilidad le corresponde al profesor de
filosofía y no al clérigo de turno.
[13] Monod, Jaques: El azar y la necesidad.- Barral Editores.-
Barcelona 1972
He aquí un ejemplo de hombre de ciencia que se ve
impelido a filosofar -véase más adelante en
el texto-. Estas son sus palabras:
"Resulta imprudente hoy en día, por parte de
un hombre de ciencia, emplear la palabra "filosofía"...
No tengo más que una excusa, pero la creo legítima:
el deber que se impone, hoy más que nunca, a los
hombres de ciencia de considerar a su disciplina dentro
del conjunto de la cultura moderna, para enriquecerla no
solo de conocimientos técnicos importantes, sino
también de las ideas salidas de su ciencia, que puedan
considerarse humanamente significativas... asumo la total
responsabilidad de los desarrollos de orden ético
y hasta tal vez político que no he querido evitar
por peligrosos que fuesen o por ingenuos o demasiado ambiciosos
que pudiesen parecer: la modestia conviene al sabio, pero
no a las ideas que posee y que debe defender."
[14] Esta incorporación y asimilación afecta
no sólo a la filosofía moderna, contemporánea
o la de más reciente investigación, sino también
-y en gran manera- a la filosofía griega y escolástica,
de las cuales el profesor Bueno se siente deudor en algunos
aspectos:
"Señalaré ante todo -dice Bueno- la
influencia del método escolástico (dialéctico,
argumentativo, que recogía a su ver de la tradición
griega) que estudié sobre todo en Suárez,
Araujo y Juan de Sto. Tomás; asimismo la de los métodos
axiomático-constructivos propios de las ciencias
matemáticas o físicas; por supuesto, la tradición
filosófica "gremial" (Leibniz, Kant, Hegel,
Husserl) y muy particularmente la tradición ilustrada
del siglo XVIII incluyendo al Espinosa del "Tratado
teológico político"). En cuanto a Marx:
me admiró, sobre todo, en un principio, su exposición
de la dialéctica de la economía capitalista
a través de la cual se percibía la existencia
de una legalidad interna (histórico-cultural y social
equidistante de una visión indeterminista o psicológica
como de una visión determinista pero exterior a los
procesos mismos."
[15] Me refiero a "El animal divino". Un resumen
y precisiones muy importante sobre este libro pueden verse
en:
Hidalgo Tuñon, Alberto: "El ser necesario como
animal divino".- "Los cuadernos del Norte"
(Oviedo), Nº 35 (enero-febrero 1986)
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LAR Numero 10 / Año III
Agosto de 1988
LIBROS
¿ESTA USTED DE BROMA, SR. FEYNMAN?
Feynman, Richard P.: ¿Está usted de broma,
Sr. Feynman? Aventuras de un curioso personaje.- Trad. de
Luis Bou.- Alianza Editorial.- Madrid.- 1985.- 403 págs.
Félix Ares de Blas
Mi primer contacto con Richard Feynman tuvo lugar hace más
de veinte años, cuando yo estudiaba mi primer curso
de electromagnetismo en la Escuela Técnica Superior
de Ingenieros de Telecomunicación. Los profesores
nos recomendaron el libro de Feynman titulado "The
Feynman Lectures on Physícs". Casi todos lo
compramos. Unas semanas después, la Academia sueca
le concedía el premio Nobel, y así supimos
que habíamos comprado una obra de alguien científicamente
importante.
El libro estaba encuadernado en tela roja. En las primeras
páginas, había una foto de Feynman -todo un
premio Nobel- tocando el bongo. Aquello me gustó.
También me agradó muchísimo que en
algunas páginas del libro aparecieran en los márgenes
notas escritas a mano por el propio Feynman -por supuesto
impresas, pero no con tipos de imprenta-. La obra me pareció
muy pedagógica. Me enteré de que la editorial
-Addison Wesley- también había publicado un
apéndice con las soluciones a los problemas planteados
en el libro. Intenté que me lo consiguieran en alguna
librería española, pero todo fue inútil.
Lo pedí directamente a Estados Unidos y, a los pocos
meses, lo recibí. Se trataba de un librito escrito
a mano. ¡Un premio Nobel mandaba a la imprenta cosas
a mano! Me hice casi todos los problemas. Creo recordar
que deje de lado los referentes a la teoría de fluidos
-que no me interesaba lo más mínimo- y a la
magnetohidrodinámica.
Feynman, ya entonces, me dio la sensación de ser
un personaje muy poco engolado, excelente profesor y accesible.
El libro que hoy presento demuestra que mi primera impresión
fue correcta.
En "¿Está usted de broma, Sr. Feynman?",
se describe de un modo ágil y divertido la aventurera
vida de Feynman. Sus travesuras, muchas veces te hacen reír.
Pero lo más interesante ha sido comprobar que Feynman
era una persona polifacética: reparador de radios,
camarero, dibujante al que le encargaron dibujar una mujer
torera desnuda, "revienta cajas fuertes" en Los
Alamos en el transcurso del proyecto Manhattan, tocador
de la "frigideira" en una escuela de samba brasileña,
intérprete de bongo en una compañía
de ballet, premio Nobel, subnormal según los psiquiatras
del ejército estadounidense, etc.
Ultimamente, me estoy encontrando reiteradamente con el
polifacetisino y la amplitud de intereses como una característica
recurrente de las personas que han hecho nuevos descubrimientos
en la ciencia. Feynman recibió el premio Nobel por
su reformulación de la teoría cuántica
para calcular las interacciones entre la radiación
electromagnética y las partículas elementales.
¿Será la hibridación de las ideas de
un campo de conocimiento con otras de otros campos una condición
que ayude a la creatividad científica?
Siempre había pensado que, salvo raras excepciones,
los descubrimientos científicos los hacían
personas monotemáticas, obsesas, que no vivían
más que para un único tema. Veo que estaba
equivocado, y me alegro. Me alegro enormemente.
Me alegro de que nuestro sistema educativo -con todos sus
enormes defectos- insista en una formación amplia
con diversidad de temas y que todavía no haya caído
en la "superespecialización" de otros países.
Quizás, para muchos de los lectores de "La Alternativa
Racional", lo más interesante del libro de Feynman
sean dos breves escenas.
En la primera, describe la muerte de su mujer. A la misma
hora que se murió, se paró un reloj que él
le había regalado. Otros habrían encontrado
en el suceso una extraña coincidencia, y estaríamos
a un paso de un nuevo caso de fenómenos paranormales.
Él, Feynman, recurrió al método científico
y trató de buscar otra explicación. La encontró.
Recordó que en el momento del fallecimiento había
entrado una enfermera a certificar la muerte y que, para
poder escribir la hora, había cogido aquel reloj.
Era un reloj viejo que al moverse se paraba. La verdad era
muy simple.
La otra escena particularmente interesante para el lector
de esta revistas está al final del libro. Se titula
"Adorar a los aviones" y es un extracto de la
conferencia inaugural del curso 1975-76 en el Instituto
Tecnológico de California. ¡Ya en 1975 había
personas que decían muchas de las cosas que defendemos
desde estas páginas!
En no muchas palabras, Richard Feynman nos explica porqué
el estudio de los ovnis o la parapsicología no son
ciencia. En su típico estilo ágil Y desenfadado,
no desprovisto de humor, insiste en los criterios del método
científico. la falsabilidad -que él no llama
así-, la repetibilidad de los experimentos, etc.
Para mí, fue una sorpresa descubrir algunas de las
ideas anticientíficas de J.B. Rhine, uno de los fundadores
de la "parapsicología científica"
y a quien, en su día, yo consideré un científico
de altura.
El caso Rhine me ha hecho meditar en el tiempo que he perdido
por el engaño a que he sido sometido y por la información
sesgada hacia el lado de lo crédulo que he recibido,
que es la única que se nos ofrece en España.
Yo leía las obras de Rhine publicadas por una editorial
seria -paidós, creo recordar-, bajo el criterio de
que estaba leyendo la obra de un científico competente
de una universidad competente ¡Qué chasco!
Tardé años en darme cuenta de que Rhine era
un chapucero de la ciencia, que se había precipitado
al publicar sus resultados y que había caído
en errores infantiles. Feynman confirma y refuerza esta
idea. Algunos de los libros que leí, cuando creía
e "investigaba" en parapsicología, eran
de Gaiter Prats, el que fuera e segundo de a bordo en el
laboratorio de Rhine. Yo pensaba que era un científico
como Rhine, un auténtico científico. Así
lo demostraba la universidad en la que trabajaba -Duke-
y los prólogos de Rhine. Tardé años
en descubrir que Prats no buscaba !
la verdad científica, sino que se trataba de un clérigo
cuya pretensión con la parapsicología era
demostrar la existencia del alma y la inmortalidad.
Resumiendo, "¿Está usted de broma, Sr.
Feynman?" es un bonito libro, que merece la pena leer,
en el que se cuenta la vida de un escéptico -en el
mejor sentido de la palabra-.
* * * * * * * * * * * * *
LAR Numero 10 / Año III
Agosto de 1988
DESDE EL SILLÓN ESCÉPTICO, RECOMENDAMOS:
ARTÍCULOS
Gardner, Martin: "The Trhird Eye". En "Notes
of a Fringe-Watcher".- The Skeptical Inquirer, Vol.
XII, Nº 1 (otoño 1987) 29-32.- (Edición
Española: "El Tercer Ojo" en "La Nueva
Era. Notas de un observador de lo marginal".- Alianza
Editorial.- Colección El Libro de Bolsillo Nº
1463.- 1988).- Martin Gardner se ocupa de los perennes fraudes
de lo paranormal: el del pretendido lama tibetano Tuesday
Lobsang Rampa y el "tercer ojo". Este artículo
debe su existencia al empeño de las editoriales de
todo el mundo de seguir presentando los libros de un fontanero
inglés como si se trataran de obras biográficas
de un lama tibetano.
Gardner, Martin: "The obligation to Disclose Fraud".-
En "Notes of a Fringe- Watcher".- The Skeptical
Inquirer, Vol. XII, Nº 3 (primavera 1988), 29-32.-
(Edición Española: "La obligación
de descubrir el fraude" en "Extravagancias y disparates"
[On the wild side].- Editorial Alcor -Martínez Roca
S.A.- Colección Campo de Agramante.- 1993).- Centrándose
en la trayectoria del célebre parapsicólogo
Joseph B. Rhine, Martin Gardner llama la atención
sobre algo que se da con frecuencia en el mundo de lo paranormal:
la no denuncia del fraude. En contra de lo que pasa en la
investigación científica, en el estudio de
lo paranormal el fraude descubierto no se tiene en cuenta
a la hora de juzgar la personalidad de una "autoridad".
Así, las revistas paranormales rara vez publican
artículos denunciando fraudes manifiestos y los fraudes
de un "investigador" no hacen que con posterioridad
sus colegas no se refieran a él como a una "autoridad"
en el tema.
Klass, Philip J.: "Intruders of the Mind".- En
"Book Reviews".- The Skeptícal Inquirer,
vol. XII, Nº 1 (otoño 1987), 85-89.- Crítica
de Klass - Crítica de Philip J. Klass al libro de
Budd Hopkins "Intruders. The Incredible visitations
at Copley Woods". Recientemente traducido al español,
"Intrusos" es un libro dedicado por entero a la
divulgación de los secuestros de seres humanos por
parte de visitantes extraterrestres.
Martínez, Juan Carlos: "Un puñado de
escépticos impulsa la Alternativa Racional a las
Pseudociencias. No es ovni todo lo que reluce - El correo
Español - El pueblo Vasco, 15 de mayo de 1988.- Entrevista
a Luis Alfonso Gámez Domínguez en la que se
exponen los objetivos de Alternativa Racional a las pseudocíencias
y se muestran algunos ejemplos de actitudes anticientíficas.
Sagan, Carl: "The Burden of Skepticism". The
Skeptical Inquirer, Vol. XII Nº 1 (otoño 1987)
38-46. - Texto de la conferencia inaugural de la Conferencia
del Comité para la Investigación Científica
de los supuestos Hechos paranormales (CSICOP) de 1987. En
este trabajo, Carl Sagan reflexiona sobe la importancia
que tiene mantener una actitud crítica no sólo
ante las pseudociencias, sino también ante la publicidad,
la política, etc.
Vinacua, Rodolfo: "La Ciencia y el Monstruo",-
Algo, julio-agosto 1988, 4-10.- Artículo crítico
sobre criptozoología, la búsqueda de animales
"ocultos" o extinguidos que analiza la posibilidad
que hay de que exista alguno de los grandes monstruos: el
Yetí, Nessie, Ogopoqo, etc. Rodolfo Vinacua advierte
que "es curioso, pero cuando parece que algo se ha
logrado, que el misterio... está por aclararse, y
nos acercamos a él, sucede una de estas cosas: no
hay más información, o falló la máquina
fotográfica, o se veló la película".
Lo cierto es que hay muchos monstruos y ninguna prueba.
LIBROS
Ribera, Antonio; y Beorlegui, Jesús: "El secreto
de Urantia. (Ni caballos ni troyanos)- Ediciones Obelisco.-
Barcelona 1988.- 129 págs.- Antonio Ribera y Jesús
Beorlegui pretenden demostrar en este libro que Juan José
Benítez ha cometido plagio en su saga "Caballo
de Troya" y en "La Rebelión de Lucifer".
Los autores muestran una serie de pruebas a favor de su
tesis y lo hacen en un estilo llano y a veces humorístico.
Sin embargo, el libro se hunde cuando Ribera decide sacar
a los ummitas sin que venga a cuento. Claro ejemplo de libro
que decepciona al lector y que lo único que persigue
es sacar tajada de una polémica.
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