Número 13 /
Año IV
Julio de 1989
HELP!
Félix Ares de Blas
Tenemos muchas ideas que no nos atrevemos a poner en práctica
porque no tenemos infraestructura suficiente para mantenerlas
a lo largo del tiempo. Realizar una acción puntual
es sencillo, pero su mantenimiento suele ser muy costoso,
por eso pedimos vuestra ayuda en todo aquello que podáis
colaborar. Hoy os voy a pedir vuestra colaboración
para la sección "desde el sillón escéptico".
Os recuerdo que dicha sección tiene varios objetivos.
Uno de ellos es informar de las últimas novedades,
pero hay otro, tan importante o más; se trata de
que todos los artículos -y la mayor parte de los
libros- que allí aparecen los tenemos en San Sebastián
a disposición de quien nos los solicite. Cuando estéis
interesados os podremos enviar una fotocopia. Dada nuestra
penuria de medios administrativos, lo único que os
pedimos es paciencia. Lo haremos cuando podamos.
Uno de los proyectos que hemos tenido, desde siempre, ha
sido el hacer una base de datos con todo el material documental
del que disponemos y ofrecérselo a los socios. Lamentablemente,
no tenemos capacidad administrativa suficiente. De todos
modos queremos empezar. Algunos de entre nosotros disponemos
de una pequeña base de datos donde se reflejan los
artículos que poseemos. Si tú eres uno de
ellos y estás dispuesto a que algún otro socio
te pueda pedir un artículo de vez en cuando, mándanos
tu base de datos. La uniremos a la nuestra. Nosotros usamos
un ordenador personal compatible, sistema operativo DOS
3.3 y como base de datos el dbaselll Plus.
Por favor, si leéis un artículo que creáis
que puede merecer la pena, enviadnos una fotocopia, haremos
una mención al mismo en "desde el sillón
escéptico" para que los socios lo conozcan y
nos lo puedan pedir. Si, además, nos enviáis
unas pocas líneas, haciendo un resumen de lo que
trata, nos ahorrareis mucho trabajo.
Algo parecido hay que decir de los libros. La única
diferencia respecto a los artículos es que no hace
falta que nos enviéis una fotocopia del mismo. Nos
basta con saber quien lo tiene y que podemos recurrir a
él en caso de necesidad.
Cambiando de tema: Estoy muy orgulloso de poderos decir
que el filósofo Gustavo Bueno ha aceptado ser socio
de honor de nuestra agrupación. Como casi todos sabréis,
en la convocatoria de este año de los Premios Príncipe
de Asturias, Gustavo Bueno ha sido uno de los nominados
para el Premio de Humanidades. Lamentablemente no lo ha
ganado, como hubiera sido nuestro deseo, pero no cabe duda
de que el haber quedado finalista para el mismo también
es un éxito importante. Desde estas páginas
tanto Alberto Hidalgo como yo mismo y todo el equipo directivo,
queremos dar las gracias a todos los miembros de ARP que
enviaron, al Jurado de los Premios, sus cartas apoyando
la candidatura de G. Bueno. De verdad, muchas gracias.
* * * * *
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
BIORRITMOS Y RITMOS BIOLÓGICOS
"...En el contexto de los ritmos biológicos
y sus aplicaciones prácticas se ha desarrollado en
los últimos años una teoría llamada
'biorrítmica'. Muy sintéticamente, esta teoría
propone que todo lo que ocurre a una persona, tanto física
como psicológicamente, está fuertemente influenciado
por la relación de tres ritmos, universales e invariables,
que empiezan en el momento del nacimiento y que continúan
hasta la muerte. Los tres ritmos son: el físico de
veintitrés días, el emocional de veintiocho
días y el intelectual de treinta y tres. Estos ritmos
Interactúan entre sí, apareciendo fases positivas
y negativas en cada ritmo, y días críticos
cuando coinciden momentos negativos en varios ritmos Estas
teorías no poseen aparentemente ninguna base científica
que las sustente y responde a la misma efectividad predictiva
que los horóscopos. No deben confundirse tales biorritmos
con los ritmos biológicos y psicológicos descritos,
cuya influencia en el conductor parece más que probada!
por numerosas investigaciones".
Dr. Luis Montoro González
Dr. Francisco Tortosa Gil
Dr. José Soler Pérez
(Unidad de Investigación en Psicología y Seguridad
Vial. Facultad de Psicología. Universidad de Valencia)
[Publicado en la revista "Tráfico", nº
43. Página 43]
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
EL COROLARIO DE ASIMOV
ISAAC ASIMOV
En el libro de mi colega inglés Arthur C. Clarke
"Perfiles del Futuro" (Harper & Row, 1962,
edic. revis. 1972), se adelantaba lo que el autor denomina
"Ley de Clarke". Que dice:
Cuando un distinguido pero anciano científico afirma
que algo es posible, casi siempre está en lo cierto.
Cuando determina que algo es imposible, probablemente está
equivocado.
Arthur continúa explicando lo que pretende decir
con la palabra "anciano". Dice: "En física,
matemáticas y astronáutica es cuando se tienen
más de treinta años; en otras disciplinas
la decadencia senil suele posponerse a los cuarenta."
Sigue dando ejemplos de "distinguidos pero ancianos
científicos" que han repateado y ridiculizado
toda clase de cosas que han venido a suceder casi inmediatamente.
El distinguido británico Ernest Rutheford rechazó
la posibilidad de la energía nuclear, el distinguido
americano Vannevar Bush consideró una patraña
los misiles balísticos intercontinentales, etcétera.
Pero naturalmente cuando leo frases como esas y conociendo
a Arthur como yo lo conozco, empiezo a preguntarme si, entre
todos los demás, se está refiriendo a mí.
Después de todo, soy un científico. No soy
exactamente un científico "distinguido"
pero los no científicos en algún sitio han
adquirido la noción de que lo soy, y no estoy por
la labor de castigarles con la desilusión, de manera
que no lo niego. Además, finalmente, estoy ligeramente
por encima de la treintena desde hace bastante tiempo, de
modo que reúno la cualidad de "anciano"
según la definición de Arthur. (Dicho sea
de paso -ja, ja- él tiene tres años más
que yo.)
Bien, entonces, como científico distinguido pero
anciano, ¿acaso he afirmando que algo sea imposible
o, en cualquier caso, que algo no tenga conexión
con la realidad? ¡Por supuesto que sí! De hecho,
raramente me conformo con decir que algo esté "equivocado",
dejándolo así, sin más. Yo suelo utilizar
profusamente términos y frases como "sin sentido",
"chaladura", "locura estúpida",
"idiotez pura" y muchas otras pertenecientes al
lenguaje amable y romántico.
Entre las aberraciones populares mas frecuentes, nunca he
escatimado enfrentarme con el Velikovskianismo, la astrología
o los platillos volantes, por citar algunas.
Sin haber tenido aún la ocasión de tratar
en detalle esas materias, mi opinión sobre las observaciones
del suizo Erich von Däniken acerca de los "astronautas
del pasado" es que se tratan de una basura absoluta.
Similar opinión me merece la ampliamente asumida
convicción (citada, pero sin la corroboración
de nadie, por Charles Berlitz en "El Triángulo
de las Bermudas") de que el "Triángulo
de las Bermudas" es el terreno de caza de alguna inteligencia
alienígena.
Entonces, ¿Me tiene que inquietar la Ley de Clarke?
¿No me da a entender que seré citado ampliamente,
y con burla, en algún libro escrito dentro de un
siglo por algún sucesor de Arthur?
La respuesta es no. Aunque acepto la Ley de Clarke y pienso
que Arthur está en lo cierto con su sospecha de que
los pioneros vanguardistas de hoy serán los conservadores
nostálgico-retrógrados del mañana (1).
No me lo reprocho. Yo soy muy selectivo con las herejías
científicas que denuncio, para lo cual me guío
por lo que he denominado Corolario de Asimov para la Ley
de Clarke. Este es el Corolario de Asimov:
Cuando, a pesar de todo, el público se agrupa en
torno a una idea denunciada por distinguidos aunque ancianos
científicos y apoya esa idea con gran fervor y emoción,
esos distinguidos aunque ancianos científicos, a
pesar todo, probablemente tienen razón.
Pero, ¿Por qué tiene que ser esto? ¿Por
qué yo, que no soy un elitista sino un liberal a
la antigua y un igualitario (ver "Thinking About Thinking"
en "The Planet That Wasn't", Doubleday, 1976)
proclamaré así que la infalibilidad de la
mayoría, conlleva infaliblemente lo erróneo?
La respuesta es que los seres humanos tienen el hábito
(quizá malo, aunque inevitable) de ser humanos, lo
cual les conduce a creer en aquello que les conforta.
Por ejemplo, hay muchos y grandes inconvenientes y desventajas
en el universo tal como es. No puedes vivir eternamente,
no puedes obtener algo a cambio de nada, no puedes jugar
con cuchillos sin cortarte, no puedes ganar siempre, y así
sucesivamente (ver "Knock Plastic", en "Science",
"Numbers, and I", Doubleday, 1968).
Naturalmente, entonces, quien prometa eliminar esos inconvenientes
y desventajas será creído ávidamente.
Los inconvenientes y desventajas seguirán ahí,
pero ¿qué ocurre entonces?
Tomemos el inconveniente mayor, más universal e inevitable:
la muerte. Diga a la gente que la muerte no existe y conseguirá
que ésta le crea y aplauda con gratitud sus buenas
noticias. Realice luego un escrutinio para comprobar la
cantidad de seres humanos que cree en la vida tras la muerte,
en el cielo, en las doctrinas espiritualistas, en la transmigración
de las almas. Tengo la absoluta convicción de que
encontraría una amplia, e incluso rotunda, mayoría
en favor del esquinazo a la muerte mediante su negación
con una u otra estrategia.
Hasta donde alcanza mi conocimiento, no he hallado el menor
atisbo de evidencia de que la muerte sea otra cosa que la
permanente disolución de la personalidad, y tras
ello, en lo concerniente a la conciencia individual, no
hay nada.
Si quiere rebatirme este punto, presénteme la evidencia.
No obstante le adelantaré que no voy a aceptar algunos
argumentos.
No aceptaré ningún argumento de autoridad
("La Biblia lo dice.")
No aceptaré ningún argumento que provenga
de convicciones internas. ("Tengo fe en que es así.")
No aceptaré ningún argumento que suponga abuso
hacia la persona. ("¿Qué es usted, un
ateo?")
No aceptaré ningún argumento irrelevante.
("¿Acaso piensa que se nos ha traído
a la Tierra solamente para existir un momento en el tiempo?")
No aceptaré ningún argumento anecdótico.
("Mi prima tiene una amiga que estuvo con un médium
y habló con el espíritu de su difunto marido.")
Y cuando todo esto (además de otras variantes de
falsa evidencia) haya quedado eliminado, nos encontraremos
sin nada de que hablar (2).
Pero entonces, ¿por qué cree la gente? Porque
lo desea. Porque en las masas el deseo de creer genera una
presión social a la cual resulta difícil (y
en la mayoría de lugares y ocasiones, peligroso)
hacer frente. Porque poca gente ha tenido la oportunidad
de ser educada en la comprensión del significado
de la evidencia o en la argumentación racional.
Pero en mayor medida porque lo desean así. Y es por
lo que un fabricante de pasta de dientes considera insuficiente
decirle que su producto limpiará sus dientes casi
tan bien como lo haría un cepillo de dientes a secas.
Por el contrario, le sugerirá más o menos
indirectamente que esa marca en concreto le convertirá
en un acompañante sexual muy deseable. La gente,
de algún modo más deseosa de sexo que de limpiarse
los dientes, estará más que dispuesta a creerle.
Además, la gente también adora creer en historietas,
y la falta de verosimilitud de éstas no es óbice
para la creencia, sino que por el contrario resulta una
ayuda positiva.
Seguramente todos nosotros reconocemos esto en una era en
que al conjunto de las naciones puede ocurrírsele
creer en cualquier clase de estupidez concreta, que afecte
a sus gobernantes y que, además, sirva para que se
esté dispuesto a morir por ella. (Sin embargo, esta
era tan solo difiere de otras anteriores en que el perfeccionamiento
de las comunicaciones hace posible esparcir estupidez con
una mayor velocidad y eficiencia.)
Respecto a su pasión por las historietas, ¿es
acaso sorprendente que millones de personas estén
dispuestas a creer, bastando que simplemente se lo digan,
que las naves extraterrestres estén zumbando alrededor
de la Tierra y que exista una amplia conspiración
de silencio por parte del gobierno y los científicos
para ocultar los hechos? Nadie ha explicado jamás
qué es lo que esperan ganar gobierno y científicos
mediante semejante conspiración o como ésta
puede sostenerse, cuando todos los demás secretos
se han expuesto con todo detalle. Pero, entonces, ¿a
qué puede deberse esto? La gente siempre está
dispuesta a creer en cualquier conspiración sobre
cualquier asunto.
La gente está también dispuesta y deseosa
de creer en historietas tales como la supuesta capacidad
de llevar a cabo conversaciones inteligentes con las plantas,
en supuestamente misteriosas fuerzas que se tragan barcos
y aviones en una particular zona del océano, en la
supuesta partida de píng-pong de la Tierra y Marte
con Venus y en la supuestamente precisa descripción
de sus consecuencias en el Libro del Exodo, la supuesta
proliferación de visitas de astronautas extraterrestres
en la prehistoria y su legado de artes, técnicas
e incluso de algunos genes.
Para hacer estos asuntos aun más excitantes, a la
gente le gusta sentirse rebelde contra alguna poderosa fuerza
opresiva -en tanto la cosa resulte segura-. Rebelarse contra
el poderoso sistema policial, económico, religioso
o social resulta muy peligroso y muy pocos se atreven a
ello, excepto, algunas veces, como integrantes anónimos
de una corriente. Rebelarse contra el "sistema científico",
sin embargo, es lo más fácil del mundo, y
cualquiera puede hacerlo y sentirse enormemente bravo, sin
arriesgarse a tanto como la horca (3).
De esta manera, la vasta mayoría, creyendo en la
astrología y pensando que los planetas no tienen
mejor cosa que hacer que formar un código que nos
diga si mañana será o no un buen día
para cerrar un negocio, se vuelven más excitados
y entusiastas con la patraña cada vez que a un grupo
de astrónomos se les ocurre denunciarlo.
Y, en efecto, cuando unos pocos astrónomos denunciaron
al americano de origen ruso Immanuel Velikovsky, sin saberlo
proporcionaron a este hombre (y de rebote, a sus seguidores)
un aura de mártir, la cual fue asiduamente cultivada
por él (y por ellos), si bien ningún mártir
en el mundo fue dañado tan levemente o ayudado tanto
por las denuncias.
De hecho, yo solía pensar, que fueron íntegramente
las denuncias científicas las que colocaron a Velikovsky
en la cima y que, si el astrónomo americano Harlow
Shapley tan sólo hubiera tenido la sangre fría
de ignorar la locura velikovskiana, ésta habría
perecido de muerte natural.
Pero dejé de pensarlo. Ahora tengo una fe mayor en
el saco sin fondo de credulidad que los seres humanos llevan
a espaldas. Después de todo, considere a Von Däniken
y sus astronautas de la antigüedad. Los libros de Von
Däniken son incluso menos razonables que los de Velikovsky
y están mucho peor escritos (4), y a pesar de ello
funcionan bien. Además, hasta donde conozco el tema,
ningún científico se ha dignado a rebatir
a Von Däniken. Quizá esto se deba a que los
científicos piensen que semejante actitud le proporcionaría
demasiado honor, ocurriendo lo mismo que con Velikovsky.
De esta manera, Von Däniken ha sido ignorado, y debido
a ello es incluso más afortunado que Velikovsky,
y obtiene más dinero.
Ya ven, pues, cómo elijo mis "imposibles".
Yo decido que ciertas herejías son ridículas
e indignas de crédito, no tanto porque la palabra
de la ciencia diga "¡Esto no es así!",
sino porque la palabra de la no-ciencia dice "¡Lo
es!" con tanto entusiasmo. No es tan grande la confianza
que me merece el buen hacer de los científicos como
la del mal hacer de los acientíficos.
Dicho sea de paso, admito que mi confianza en el acierto
de los científicos, es en cierta manera débil.
Los científicos se han equivocado incluso estrepitosamente,
muchas veces. Ha habido herejes que han desafiado al sistema
científico, siendo perseguidos por ese motivo (tan
lejos como es capaz de perseguir el sistema científico),
y resultando finalmente que era el hereje el poseedor de
la razón. Esto no ha sucedido una vez, insisto, sino
muchas.
Incluso esto no ha modificado la confianza que esgrimo cuando
arremeto contra las herejías que denuncio, dado que
en aquellos casos ganados por los herejes, el público,
casi siempre, se ha mantenido al margen.
Cuándo en la ciencia se introduce algo nuevo, cuando
remueve las estructuras, cuando ello finalmente debe ser
aceptado, normalmente es algo que excita a los científicos
-¡ciertamente que sí!- pero que sin embargo
no provoca ninguna ansiedad entre el público en general
-a no ser para pedir la cabeza del hereje-.
Para comenzar tomemos a Galileo, dado que es el santo patrón
(¡pobre hombre!) de todos los excéntricos autocompasivos.
Ciertamente, Galileo no fue inicialmente perseguido por
los científicos por sus "errores" científicos,
sino por los teólogos, debido a sus muy reales herejías
(que por cierto fueron suficientemente reales para las normas
del siglo XVII).
Pues bien, ¿creen acaso que el público en
general apoyó a Galileo? Por supuesto que no. No
hubo ningún grito en su favor. No hubo ningún
gran movimiento en favor de que la Tierra girase en torno
al Sol. No hubo ningún movimiento "Sol-centrista"
que denunciara a las autoridades acusándolas de conspiración
para ocultar la verdad. Si Galileo hubiese sido quemado
en la hoguera, como lo fue Giordano Bruno una generación
antes, la acción probablemente habría ganado
popularidad, al menos entre aquella parte del público
que presenciaba los castigos en primera fila.
O consideren el caso de herejía científica
mas impresionante desde Galileo, el del naturalista inglés
Charles Robert Darwin. Darwin recogió evidencias
en favor de la evolución de las especies mediante
selección natural, y lo hizo cuidadosa Y pacientemente
durante décadas, tras lo que publicó un libro
meticulosamente razonado que establecía el hecho
de la evolución hasta un punto en que ningún
biólogo racional puede negarlo (5), aunque se polemice
acerca de los detalles del mecanismo evolutivo.
Bien, ¿creen acaso que el público general
se puso al lado de Darwin y su pintoresca teoría?
Esta era ciertamente conocida. Su teoría causó
tanto impacto en su día como el causado por Velikovsky
un siglo después. Resultaba ciertamente pintoresco
-¡imagínense las especies desarrollándose
mediante mutaciones completamente aleatorias, y seres humanos
arrancando do criaturas de aspecto simiesco!-. Ningún
escritor de ciencia ficción imaginó jamás
algo tan rotundamente asombroso, dado que la gente, desde
su primerisima infancia había tomado como verdad
absoluta el hecho de que Dios creó todas las especies
tal como son, en el plazo de unos pocos días, y que
el hombre en particular fue hecho a semejanza divina.
¿Suponen que el público en general apoyó
a Darwin de forma entusiasta, convirtiéndole en alguien
rico y respetable, y denunciando al sistema científico
por la persecución de que era objeto? Bien saben
que no. El apoyo hacia Darwin provino de los científicos.
(El apoyo de cualquier herejía científica
racional proviene de los científicos, aunque normalmente,
al principio, de una minoría).
De hecho, no sólo entonces estuvo el público
en general contra Darwin, sino que lo está ahora.
Me consta que, si ahora mismo se pidiera votar en los Estados
Unidos sobre si el hombre fue creado repentinamente a partir
del barro o si por el contrario éste es consecuencia
de complejos mecanismos de mutación y de selección
natural durante millones de años, una gran mayoría
votaría por el barro.
Existen otros casos, menos celebres, donde la gente no llegó
a sumarse a los perseguidores simplemente porque desconocía
el mínimo argumento.
En 1930 el más eminente químico en vida era
el sueco Jöns Jakob Berzelius. Berzelius elaboró
una teoría sobre la estructura de los compuestos
orgánicos, basada en la evidencia disponible hasta
entonces. El químico francés August Laurent
reunió una evidencia adicional que mostraba que la
teoría de Berzelius no resultaba correcta. El mismo
sugirió una nueva teoría propia que resultaba
mas precisa y que, en su esencia, todavía hoy posee
fuerza.
Berzelius, que además de anciano era muy conservador,
fue incapaz de aceptar la nueva teoría. Su respuesta
fue un duro ataque y ningún químico mínimamente
bien considerado de la época tuvo el valor de enfrentarse
al gran sueco.
Laurent no se retractó y continuó acumulando
evidencias. Por ello se le premió siendo vetado en
los laboratorios más famosos y haciéndole
permanecer en provincias. Se cree que contrajo tuberculosis
a resultas de trabajar en laboratorios fríos e insanos,
muriendo en 1853 a la edad de cuarenta y seis.
Una vez muertos Laurent y Berzelius, la nueva teoría
de Laurent comenzó a ganar terreno. De hecho, un
químico francés que inicialmente había
apoyado a Laurent, pero que se retractó ante el descontento
de Berzelius, aceptaba ahora esta teoría y lo que
es más, la intentaba hacer pasar por suya propia.
(Los científicos son, además, humanos.)
Pero esto no es lo más triste a que ha podida llegarse.
El físico alemán Julius Robert Mayer, por
su liderazgo en la ley de conservación de la energía
en 1840, fue llevado la locura. A Ludwig Boltzmann, el físico
austríaco, por su trabajo en la teoría de
la cinética de los gases a finales del siglo pasado.
se le empujó al suicidio. El trabajo de ambos hoy
en día está aceptado y considerado a toda
prueba.
¿Qué es lo que el público hizo frente
a todos estos casos? Nada. ¿Por qué nada?
Nunca se enteró de su existencia. Nunca les preocupó.
Ello no concernía a ninguno de sus grandes intereses.
Y aún más, si quisiera adoptar una postura
totalmente cínica, diría que los herejes acertaron
y que el público, de alguna manera enterado de ello,
bostezaba mientras tanto.
Esta clase de cosas también suceden en el siglo veinte.
En 1912 un geólogo alemán, Alfred Lothar Wegener,
presentó al mundo sus ideas sobre la deriva continental.
Imaginaba que todos los continentes inicialmente habían
constituido un sólo bloque de tierra y que este bloque,
que denominó "Pangaea", se fragmentó
en porciones que flotaron por separado. Sugirió que
la tierra flotaba sobre un lecho de roca blanda y semisólida,
que permitía separarse a los fragmentos continentales
por su flotación.
Desgraciadamente, la evidencia parecía sugerir que
el lecho rocoso era muchisimo más rígido y
duro como para permitir la deriva de los continentes, y
las nociones de Wegener se rechazaron y fueron incluso objeto
de burla. Durante un cuarto de siglo, la poca gente que
apoyó la ideas de Wegener tuvo dificultades para
lograr concesiones académicas.
Luego, tras la Segunda Guerra Mundial, nuevas técnicas
de exploración del fondo marino permitieron descubrir
las grietas terrestres, el fenómeno de expansión
tierra-agua, la existencia de placas superficiales, y ello
hizo obvio que la corteza terrestre era un conjunto de grandes
fragmentos en constante movimiento y que los continentes
se desplazaban subidos en estos fragmentos. La deriva continental,
o las "placas tectónicas" como más
propiamente se denomina, se convirtió en la piedra
angular de la geología.
Yo personalmente puedo dar testimonio de este cambio. En
las dos primeras ediciones de mi "Guide to Science"
(Basic Books, 1960, 1965), mencioné la deriva continental,
rechazándola con todo convencimiento en un sólo
párrafo. En la tercera edición (1972) dediqué
varias páginas a ello y admití mi equivocación
por haberla rechazado con tanta ligereza. (De hecho, esto
no supone ninguna desgracia. Si siguen las evidencias, deberán
cambiar su convencimiento según vayan llegando evidencias
adicionales que invaliden a las anteriores. Son aquellos
quienes apoyan ideas por razones emocionales los que no
pueden cambiar. La evidencia adicional no afecta a las emociones.)
Si Wegener no fuera un verdadero científico, podía
haberse hecho a sí mismo rico y famoso. Todo lo que
tendría que haber hecho sería tomar el concepto
de la deriva continental y echarlo por tierra haciéndole
que sirviera de explicación a los milagros de la
Biblia. La expansión de Pangaea podría ser
la causa, o el efecto, del Diluvio Universal. La formación
de la Gran Grieta Africana podría haber ahogado Sodoma.
Los israelitas cruzaron el Mar Rojo porque sólo tenía
media milla de ancho en aquellos días. Si él
hubiera dicho todo eso, el libro habría sido devorado
y podría haberse retirado gracias a los derechos
de autor.
En concreto, si cualquier lector desea hacer esto ahora,
está aún a tiempo de hacerse rico. Cualquiera
de los temas señalados en este artículo como
inspiración de ese libro será aceptado sin
reparos por la masa de "verdaderos creyentes,"
se lo aseguro.
A tal objeto presento una nueva versión del Corolario
de Asimov, que puede servirles para decidir qué creer
y que rechazar:
Si una herejía científica es ignorada o rechazada
por el público, existe alguna posibilidad de que
sea correcta. Si una herejía científica es
apoyada emocionalmente por el público en general,
casi seguro que está equivocada.
Habrán advertido que en mis dos versiones del corolario
de Asimov, he deslizado cuidadosamente una cuestión.
En la primera decía que los científicos estarían
"probablemente acertados". En la segunda, que
el público estaría "casi con seguridad
equivocado". No soy absoluto. Adivino algunas excepciones.
Obviamente, no sólo la gente es humana, ni lo son
solo los científicos, sino que yo también
soy humano. Yo quiero que el universo sea como a mi me gusta
que sea, y ello me parece de lo más lógico.
Yo quiero que las tonterías, los juicios emocionales
estén siempre equivocados.
Desgraciadamente, no puedo tener un universo de la forma
que yo quisiera, y una de las cosas que me convierten en
un ser racional es el darme cuenta de ello.
En alguna parte de la historia se han dado contados casos
en los que la ciencia dijo "no" y el público
en general, por razones completamente emocionales, "si",
estando en lo cierto el público. A propósito
de esto, expongo un ejemplo en medio minuto.
En 1978, el médico inglés Edward Jenner, guiado
por habladurías de vieja, basadas en el tipo de evidencia
anecdótica que desprecio, indagó para ver
si una leve enfermedad de las vacas podría efectivamente
conferir inmunidad a los seres humanos contra la mortal
y temida enfermedad de la viruela. (No sé contentó
con la evidencia anecdótica, entiendan, él
experimentó.) Jenner encontró que las viejas
estaban acertadas e introdujo la técnica de la vacunación.
El sistema científico de la época reaccionó
ante la nueva técnica con el mayor de los recelos.
De haber estado en sus manos, esta técnica habría
quedado sepultada.
Sin embargo, la aceptación popular de la vacunación
fue inmediata y completa. La técnica se extendió
por toda Europa. La familia real inglesa fue vacunada; el
Parlamento inglés otorgó a Jenner diez mil
libras. De hecho, a Jenner se le dio un estatus semidivino.
Resulta fácil ver el porqué. La viruela fue
una enfermedad increíblemente terrible, ya que cuando
no producía la muerte, desfiguraba para siempre.
Por otro lado, el público en general estaba casi
histérico por el deseo de creer que un simple pinchacito
de aguja pudiera evitar semejante enfermedad.
Y en este caso ¡el público tenia la razón!
El universo fue como éste quería que fuese.
A los dieciocho meses de introducirse la vacunación,
por ejemplo, el número de muertos por la viruela
en Inglaterra se redujo a un tercio de los que antes se
daban.
De modo que, ciertamente, hay excepciones. La imaginación
popular algunas veces es correcta.
Sin embargo a menudo no lo es, y debo decirles que no me
quita el sueño la posibilidad de que cualquiera de
los entusiasmos populares de hoy día tengan alguna
posibilidad de ser científicamente correctos. No
me quita una hora de sueño, ni tan sólo un
minuto.
Trad. de Jesús Martínez Villaro.
[Existe una versión española de la obra de
Arthur C. Clarke a la que se refiere Asimov: "Perfiles
del futuro". Lamentablemente, en mi biblioteca solo
figura la edición francesa: "Profil du futur",
Editorial Denoel. Encyclopodie Planète. París
1964. De aquí podemos deducir que la edición
española es de la editorial Plaza y Janés
en la colección Horizonte, dirigida por Antonio Ribera.
Su lugar de publicación es Barcelona y el año
lo podemos situar en torno a 1970]
(1) Einstein mismo encontró inaceptable el principio
de incertidumbre y, como consecuencia de ello, se pasó
los últimos treinta años de su vida como un
mero monumento viviente. La física siguió
adelante sin él.
(2) Recientemente se han ofrecido informes detallados de
lo que la gente supone haber visto durante su "muerte
clínica." Yo no creo una palabra de ello.
(3) Un lector me escribió una vez diciéndome
que el sistema científico podía hacer que
no consiguieras becas, promociones y prestigio, que podía
destruirte la carrera y cosas por el estilo. Esto es bastante
cierto. Por supuesto, esto no es tan desagradable como ser
quemado en la hoguera o encerrado en un campo de concentración,
cosa que podría hacer un sistema real. Pero eso sólo
ocurre en el caso de científicos. Si no lo eres,
el sistema científico no puede hacerte otra cosa
que muecas.
(4) Velikovsky, para hacerle justicia, es un escritor fascinante
y posee un aura de cultura de la que carece absolutamente
Von Däniken.
(5) Por favor, no me escriba contándome que existen
creacionistas que se autodenominan biólogos. cualquiera
puede llamarse a si mismo biólogo.
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
LA CONVERSIÓN DE J. ALLEN HYNEK
Philip J. Klass.
El hombre que fue titulado el "Galileo de la urología",
el Dr. J. Allen Hynek, ofreció una atudescripción
mucho más modesta en una entrevista aparecida en
la publicación británica "New Scientist"
el 17 de Mayo de 1973. Hynek dijo: "Cuando miro atrás
en mi carrera, veo que he hecho bien poca cosa que fuese
original. Parece que he poseído la habilidad de apreciar
el valor de una idea y de reunir a otras personas para abordarla.
Nunca he lanzado ninguna teoría nueva; ni he realizado
ningún descubrimiento prominente. Creo que no soy
un innovador".
Una descripción ciertamente cándida para un
científico, entonces a sólo varios años
para su retiro como jefe del departamento de astronomía
de la Universidad de Northwestern. Pocos meses después,
crearía su "Center for UFO Studies" (CUFOS),
abierto sólo para poseedores de un doctorado, con
lo que dar la talla de una "Academia Nacional de la
eUFOria", y Hynek emergió pronto como líder
espiritual del movimiento OVNI, cuando tan sólo una
década antes su nombre había sido anatema
para los defensores de ese movimiento.
Pronto, su cara de barba cuidada y su voz profesoral comenzó
a verse y oírse en los shows-coloquio de televisión,
a veces en relación con la campaña de publicidad
masiva empleada por la Columbia Pictures como promoción
del thriller de Steven Spielberg "Close Encounters
of the Third Kind" (1), para el cual Hynek era el asesor
técnico.
Esta considerable metamorfosis es referida demasiado brevemente
en su reciente libro (2) "The Hynek UFO Report"
(ver reseña en el "SKEPTICAL INQUIRER",
winter 1978), publicada a finales de 1977 y coincidiendo
con la película de Spielberg. Allí decía:
"Mi transformación fue gradual, pero a finales
de los 60 fue completa. Hoy día no emplearía
un instante más en materia de OVNIs si no creyera
seriamente que el fenómeno es real, y que los esfuerzos
para su estudio y comprensión, y eventualmente para
su solución, podrían tener un profundo efecto
-quizá incluso podría ser el punto de partida
de una revolución en el concepto humano del universo".
Hynek entró en el campo de la ufología en
febrero de 1940 después de que la U.S. Air Force
crease una oficina en la base de la Fuerza Aérea
de Wright-Patterson en Dayton, Ohio, para investigar los
informes sobre OVNIs. Cuando la USAF encontró que
muchos de los informes sobre OVNIs correspondían
a avistamientos de Venus y otros cuerpos celestes brillantes,
decidió contratar a un astrónomo como asesor.
Hynek estaba enseñando astronomía bastante
cerca, en la Ohio State University, en Columbia. Desde 1948
hasta 1969, Hynek funcionó como asesor del Proyecto
Blue Book en la Oficina de la USAF para la investigación
OVNI.
El "Journal of the Optical Society of America"
de Abril del 53 publicó un artículo de Hynek
sobre el tema de los OVNIs, en el que se describía
un incidente en el que un piloto militar "persiguió
un objeto brillante multicolor que al efecto había
sido brevemente observado en una pantalla de radar. Tras
investigar el incidente, Hynek escribió: "Parece
que nuestro combativo piloto estuvo persiguiendo (la estrella)
Capella". A continuación decía: "Desgraciadamente,
ni Capella ni cualquier otra estrella puede servir de explicación
a los otros muchos avistamientos de luces noctumas errantes.
Pero no me cabe la menor duda, para dejar bien claro este
punto, de que existe una explicación natural y relativamente
sencilla para ello, quizá hasta pueda tratarse de
aviones corrientes bajo condiciones especiales de prueba".
Después de más de una década de la
investigación de los más desafiantes informes
OVNI remitidos a la USAF, Hynek resumió sus impresiones
en una carta fechada el 17 de febrero de 1960. La carta,
remitida al comandante de la recién formada "Air
Force Research Division", sugería que la responsabilidad
de la investigación de los informes OVNI debía
ser transferida del "Aerospace Technical Intelligence
Center" de la USAF, al nuevo "Geophisics Research
Directoriate", cercano a Boston.
Hynek escribió: "Pienso que por ahora está
completamente claro, que aquellos relativamente pocos avistamientos
aún pendientes de solución, están relacionados
con fenómenos de la atmósfera superior y puedan
aportar ejemplos interesantes sobre fenómenos meteorológicos
y sobre fenómenos ópticos atmosféricos
que, como tales, son dignos de estudio por si mismos...
Creo que con su equipo de científicos (en la investigación
geofísica), muchos de los casos de avistamiento que
permanecen como "desconocidos" y que se transforman
en jaquecas políticas para la Fuerza Aérea...
podrán ser rápidamente solucionados..."
A finales de abril de 1964, la USAF destacó a Hynek
a Socorro, Nuevo México, para investigar el informe
de un solitario policía que había visto aterrizar
un OVNI en forma de huevo en las afueras de la ciudad, a
plena luz del día. Allí había señales
en el terreno y arbustos ligeramente quemados, sugiriendo
que había aterrizado un OVNI que produjo estas señales
por otro lado habituales en los clásicos casos de
siempre. (Las marcas también podrían haberse
hecho con una pequeña pala, y las ligeras quemaduras
en los matorrales mediante la brasa de un cigarrillo.)
Tras permanecer un día en Socorro, concluyó
que el incidente posiblemente no era un engaño, catalogándolo
como el caso OVNI más impresionante de la historia
del fenómeno.
Hynek determinó que el objeto en forma de huevo que
el Policía dijo haber visto, pudo haberse tratado
de un aparato militar realizando pruebas, e instó
a que fuera localizado, devuelto a Socorro y que se mostrara
a los medios de comunicación, para, según
sus palabras, "desmantelar el mito de los platillos
volantes".
EI 5 de abril de 1966, durante unas breves alocuciones concertadas
por la "House Armed Services Committee", a resultas
de una reciente oleada de informes OVNI, Hynek declaro:
"No conozco a ningún científico competente
que pueda decir que esos objetos vengan del espacio exterior".
Durante ese mismo año se publicó un libro
escrito por el íntimo amigo de Hynek, Jacques Vallée.
Este incluía un prólogo de Hynek, en el que
decía: "En mis cerca de veinte años de
relación con la investigación de informes
(OVNI), aún tengo por escribir un libro sobre el
tema, principalmente porque no hay ninguna evidencia física
que lo respalde". (subrayado del autor)
En el verano de 1966, la USAF procedió a dar respuesta
a las ampliamente extendidas críticas sobre su manejo
de la controversia OVNI, donde se le acusaba de ocultar
pruebas, y se ocupó de buscar alguna universidad
importante que llevara a cabo una investigación independiente
e imparcial. Se sabía que Hynek estaba dispuesto
para este trabajo en la Universidad de Northwestern, pero
su reputación de escéptico hizo descartar
su candidatura.
Otro científico disponible para el trabajo era el
Dr. James E. McDonald, un físico atmosférico
de la Universidad de Arizona. Pero McDonald fue descartado
porque, también, ya había adoptado una posición
pública sobre los OVNIs, afirmando que estaba convencido
de que eran vehículos extraterrestres en misiones
de reconocimiento.
La USAF sondeó cierto número de prestigiosas
universidades y no encontró ninguna dispuesta para
este compromiso. Por último, a finales de 1966, aceptó
la tarea la Universidad de Colorado, la cual se efectuaría
bajo la dirección del Dr. Edward U. Condon, un físico
mundialmente conocido que previamente había dirigido
la "National Bureau of Standards".
Apenas dos meses después de la elección de
la Universidad de Colorado, Hynek redactó un artículo
sobre los OVNIs en el "Saturday Evening Post",
publicado el 17 de diciembre de 1966. Este artículo
mostraba que Hynek había empezado a modificar sus
opiniones iniciales. "Estoy de acuerdo con la Air Force"
-decía-. "No existe ninguna evidencia incontrovertible,
hasta donde sé, para afirmar que tengamos visitantes
del espacio exterior. Pero seria estúpido descartar
absolutamente la posibilidad".
Durante los dos años siguientes, el equipo de estudio
de la universidad de Colorado se convirtió en el
punto focal de la investigación OVNI y Condon, en
un "experto en OVNIs", a quien los medios de información
se dirigían pidiendo declaraciones sobre el tema,
en vez de pedírselas a Hynek, quien ahora estaba
en el aire.
Simultáneamente, McDonald emergió rápidamente
como líder espiritual de los defensores de los OVNIs,
en parte por el prestigio de sus credenciales académicas
y en parte por su infatigable cruzada dialéctica
por todo el país para promover el interés
por el tema. MaDonald también se convirtió
rápidamente en la querida de los periodicuchos sensacionalistas,
donde se lo caracterizó típicamente como la
"mayor autoridad mundial sobre OVNIs".
(Continúa después del recuadro)
LA CANCION DE SWANN Y HYNEK
El "psíquico" Ingo Swann, que afirma haber
realizado exploraciones "extra-corpóreas"
de los planetas Mercurio y Júpiter, dijo haber descubierto
que Mercurio poseía atmósfera y un campo magnético
tres semanas antes de que la nave Mariner 10 de la National
Aeronautics and Space Administration orbitara en torno al
planeta. Más adelante Swann predijo que la nave de
la NASA Pioneer 10 encontraría en su misión
a Júpiter una atmósfera desagradablemente
fría "de múltiples colores" y "vientos
con velocidades terroríficas", así como
"poderosas fuerzas magnéticas".
Respecto a las predicciones de Swann y los hallazgos de
las misiones espaciales de la NASA, a Hynek se le citó
en el National Enquirer (9 de sept. de 1975) diciendo: "Esas
son cosas que el señor Swann no podría haber
imaginado ni leído. Sus impresiones sobre Mercurio
y Júpiter no se pueden rechazar".
Carl Sagan, astrónomo del planetario de la Universidad
de Cornell, ofrecía una descripción bastante
diferente en su libro "Other Worlds" (Bantam,
1975): "Recientemente, dos intrépidos místicos
americanos hicieron un viaje mediante 'proyección
astral' a Júpiter, describiendo la naturaleza del
planeta antes de la llegada del Pioneer 10. Se me pidió
que estimara la precisión de su relato. Si sus informes
hubieran pasado por mi clase de astronomía elemental,
los hubiera calificado con la clave 'D' (Suspenso). Sus
informes no eran nada mejor que lo que podría extraerse
de la peor vulgarización de la astronomía
planetaria..."
Menos de un año tras el comienzo del trabajo de Colorado,
el proyecto se vino abajo por disensiones. Dos de los científicos
que favorecían la hipótesis extraterrestre
descubrieron un memorando escrito antes de que la misión
se les encomendara, donde se afirmaba que el coordinador
del Proyecto, Robert J. Low y el propio Condon estaban sesgados
y compinchados en un informe que rechazaba los OVNIs. Estos
dos científicos enviaron copias del memorando a McDonald
y otros líderes del movimiento OVNI, quienes a su
vez lo remitieron a los medios de comunicación.
Esto llevó al diputado Edward Rush (Dr. Ing.), sumamente
interesado en los OVNIs y estrechamente relacionado con
McDonald, a programar un "Simposio OVNI" el 29
de julio de 1968 bajo los auspicios de la "Hause Committee
of Science and Astronautics", de la que Rush era miembro.
Rush pidió a McDonald que eligiera un científico
a quien invitar para testificar y McDonald optó por
no invitar a ningún escéptico experimentado
en OVNIs. La persona elegida fue Hynek, dada su reputación
previa y porque a McDonald no le disgustaba el testimonio
de Hynek: "...El peso creciente de los continuos informes
de grupos de personas de todo el mundo, de cuya competencia
y honradez no tengo razones para dudar, que hablan de naves
inexplicables, con efecto sobre animales sobre motores de
vehículos, sobre el crecimiento de las plantas y
sobre el terreno, me ha llevado a desgana a la conclusión
de que o bien estamos ante una materia científicamente
válida o que poseemos una sociedad mundial integrada
!
por personas de claras ideas, cuerdas y respetables en todo
tipo de materias excepto en informes de OVNIs".
El informe de la Universidad de Colorado, hecho público
a comienzos de 1969, recomendaba que el gobierno abandonara
el terreno de los OVNIs, ofreciendo así a la USAF
la justificación que ésta había esperado
largamente para poder dar por terminado el proyecto Blue
Book, cerrándose la oficina del proyecto a finales
de ese mismo año. A partir de ese momento la USAF
dejaba de necesitar un consultor contratado para el tema
OVNI, y Hynek se fue al paro -ufológicamente hablando-.
El 15 de junio de 1971 se suicidó McDonald junto
a su casa de Tucson. El movimiento OVNI perdía de
este modo a su auténtico líder espiritual,
así como la respetabilidad académica ofrecida
por sus credenciales. Hynek poseía credenciales académicas
comparables, pero su metamorfosis en ese momento se hallaba
en la fase de criticar las conclusiones del informe Condon,
como a menudo se denomina al estudio de Colorado.
En la primavera de 1972 apareció el primer libro
de Hynek sobre OVNIs, titulado "The UFO Experience",
cuyo tono general podría calificarse como "ambiguo"
respecto a la cuestión de los OVNIs. Por ejemplo,
refiriéndose a los dos científicos destituidos
por Condon por airear el "memorando secreto",
Hynek explicó que estos científicos habían
"apoyado la HET (Hipótesis Extraterrestre o
de Inteligencia Extraterrestre) como la solución
central que debía contrastarse. Esto fue ciertamente
la cosa más espectacular que se abordaba incluso
sin que existiera ninguna evidencia real de que constituyera
el problema básico."
Entre los últimos días del verano y finales
del 73, los Estados Unidos experimentaron una importante
oleada de informes OVNI, Uno de los incidentes más
espectaculares ocurrió el 11 de Octubre, cuando dos
trabajadores de un astillero de Pascagoula, Mississippi,
informaron haber sido abducidos por criaturas de aspecto
extraño con manos en forma de pinza, "levitados"
al interior de un platillo volante, donde sufrieron un examen
físico.
Hynek rápidamente voló a Pascagoula para entrevistarse
con los dos hombres. En una conferencia de prensa celebrada
allí, Hynek realizó el siguiente comentario
sobre el caso: "No albergo la menor duda de que esos
dos hombres han tenido una experiencia muy terrorífica."
Y el 23 de Octubre, durante una aparición en la compañía
de televisión NBC, Hynek dijo: "Por lo que a
mí concierne, esos dos hombres han tenido una experiencia
muy real y muy terrorífica... No creo que hayan perpetrado
un fraude. (Mi propia investigación me condujo justo
a la conclusión contraria, por las razones que expongo
en el capítulo 27 de mi libro "UFOs Explained".)
Ya en el siguiente año, Hynek comenzó a ser
citado de manera complaciente en la prensa sensacionalista,
como lo fue McDonald pocos años atrás. Por
ejemplo, en la edición del 27 de Julio de 1974 del
"National Star", se le denominaba "la principal
autoridad mundial en platillos volantes". El "National
Tattler" del 4 de Mayo de 1975 lo citaba como "la
autoridad mayor de América en OVNIs". En un
recuadro de lujo, la revista "Oui" de Abril de
1977 le llamaba "el Galileo de los estudios sobre OVNIs".
Esto sería luego confirmado por "Newsweek"
en el número del 21 de Noviembre de ese mismo año,
donde se decía que era "el Galileo de la Ufología".
Menos de cinco años antes de esto, la auto-descripción
de Hynek había sido: "...Nunca he lanzado ninguna
teoría nueva; ni he realizado ningún descubrimiento
prominente. Creo que no soy un innovador." La metamorfosis
había trastocado ya todo esto.
Según fue deslizándose desde una postura escéptica
hacia otra entusiasta por los OVNIs, a comienzos de los
70, fue siendo acogido cálidamente por los líderes
de otros grupos OVNI que inicialmente le habían dedicado
las más duras críticas. Pero cuando Hynek
comenzó a extender el ámbito de su CUFOS en
1974, y públicamente acusó a otros grupos
OVNI de estar más interesados en la publicidad y
la captación de socios que en resolver la cuestión
de los OVNIs, esta romántica situación comenzó
a enfriarse.
En años más recientes, el estatus ambivalente
de Hynek acerca de lo que este pensaba que serían
los OVNIs, había confundido y a veces irritado a
los líderes de otros grupos OVNI, que apoyaban la
idea de que estos eran vehículos extraterrestres.
En alguna de sus afirmaciones, Hynek sugirió que
él también consideraba los OVNIs como naves
extraterrestres. Pero en otras parecía estar mas
inclinado hacia la idea de que estaban relacionados con
el concepto de ciencia-ficción de los universos cruzados.
En otras, llegó a sugerir que los OVNIs estaban de
alguna forma relacionados con los "poderes" dobla-cucharas
de Uri Geller y con otros fenómenos psíquicos.
Por ejemplo, en el número de la revista "People"
del 16 de Agosto de 1976, se hacía la siguiente cita
de Hynek: "Existen demasiadas evidencias sólidas
(de los OVNIs como naves espaciales) ¿Cómo
pueden explicarse las cosas que se ven en el radar? ¿Cómo
pueden explicarse las improntas en el terreno? ¿Cómo
puede explicarse algo que aparece y desgarra las copas de
los árboles? ¿Cómo puede explicarse
que reboten las balas contra lo que quiera que sea esto,
en el aire?"
Pero en una entrevista publicada el mismo mes en la revista
"UFO Report", se le citó diciendo: "Ultimamente
he ido desechando, cada vez más, la idea de que los
OVNIs sean naves espaciales 'con pelos y señales'
de otros mundos. Simplemente, existen demasiadas cosas que
contradicen dicha teoría... parece ridículo
que una superinteligencia viajase inmensas distancias para
hacer cosas relativamente estúpidas como detener
coches, recoger muestras del suelo y asustar a la gente".
En la entrevista publicada en "People", a Hynek
se le preguntó sobre "La gente que dice haber
estado a bordo de una nave espacial". A ello respondió:
"Francamente, me cuesta un gran esfuerzo evitarlos.
Casi me avergüenzo de esos informes. Ninguna de esas
personas ha sido jamás capaz de aportar nada fidedigno.
¡Se trata de baratijas, baratijas y baratijas!"
Pero en la entrevista publicada el mismo mes en "UFO
Report", Hynek ofrecía un punto de vista bastante
diferente: "Los encuentros cercanos del tercer tipo...
se refieren a ocupantes humanoides. Actualmente disponemos
en archivo de unos 800 avistamientos de ese tipo... cuando
oí hablar por primera vez de tales episodios, mis
propios prejuicios naturales me dijeron que los rechazara...
siempre he pensado que ningún científico debería
descartar datos simplemente porque estos no le agraden...
Me decanté hacia una actitud positiva (hacia los
casos de ocupantes) cuando John Fuller, el conocido escritor...
me contó la fascinante historia de Betty y Barney
Hill... Mis ideas se alteraron completamente cuando fui
llamado por el Dr. (James) Harder, de la Universidad de
California, para interrogar a los dos trabajadores del Mississippi...
que insistían en haber sido 'secuestrados' y llevados
a la fuerza al interior de una nave... la historia relatada
por esos dos rudos trabajadores del a!
stillero se sostuvo en pie pese a un exhaustivo examen cruzado."
A finales de 1977, la Columbia pictures suministró
la tan sonada película "Close Encounters of
the Third Kind" ("Encuentros en la Tercera Fase"),
cuyo título se tomó de la terminología
acuñada por el propio Hynek para referirse a los
supuestos encuentros con tripulantes de OVNIs. Simultáneamente,
Dell publicó una versión paper-back de la
película con un epílogo escrito por Hynek
que ofrecía la siguiente valoración de los
incidentes relatados allí: "Dejamos así
'Close Encounters of the Third Kind'... ¿Son tan
sólo fantasías? Decididamente, no, si damos
crédito a los muchos informes... resultará
sorprendente para la mayoría de los lectores el saber
que existe una catálogo con algo más de 1.100
casos donde se informa de contactos con tripulantes de los
OVNIs..."
A pesar de los más de 30 años de experiencia
de Hynek en la investigación de los OVNIs, y a su
afirmación de que es relativamente fácil de
identificar los fraudes, todavía no ha precisado
si él se cree o no que tan sólo uno de esos
más de 1.100 caos de UFOnautas podría aceptarse
como un hecho.
Quizá la mejor caracterización del papel de
Hynek en la ufología, la ofreció Patrick Huyghe,
un ayudante de la revista "Us", en un artículo
escrito para la revista "New Age" a raíz
de la película "Close Encounters of the Third
Kind" y del libro de Hynek más reciente: "cualquiera
que sea el desenlace final del fenómeno, el nombre
de Hynek está destinado a ir ligado a los OVNIs,
como Darwin a la evolución, Freud a los sueños
y Nixon al Watergate."
Durante las primeras entrevistas a Hynek, publicadas en
"New Scientist", el entrevistador lan Ridpath
le sugirió que sería recordado no como astrónomo,
sino como el hombre que hizo "respetables" a los
OVNIs. A ello, Hynek contestó: "No me importa."
Tras repetir varias veces la idea de Ridpath, Hynek añadió:
"siempre es bonito añadir una piedra a la estructura
total de la ciencia."
(1) En España se tituló "Encuentros
en la Tercera Fase".
(2) Reciente respecto a la publicación de este artículo
en "THE SKEPTICAL INQUIRER", Primavera de 1979.
Trad. de Jesús Martínez Villaro.
Copyright de la revista "Skeptical Inquirer".
Publicado con autorización de la misma.
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
INFORME DE LA ESTANCIA DE JAMES RANDI EN ESPAÑA
Pablo Angulo
DIA 21 NOV. 88
- LLEGADA de Randi a Barajas a primera hora de la tarde,
donde es recogido por Alvaro Fernández y conducido
al hotel Convención.
- RUEDA DE PRENSA en el mismo hotel previa entrevista informal
por parte de una periodista de la agencia EFE. Asisten el
redactor jefe de la entonces futura revista MAS ALLA, Enrique
de Vicente, de MUY TNTERESANTE, Y representaciones de ABC
y PANORAMA (esta última se larga al considerar que
el tema no tiene relación con el artículo
que prepara sobre las brujas, meigas y demás fauna).
Por parte de ARP asisten Alvaro Fernández, Carlo
Fabretti, Mercedes Quintana y Luís y Pablo Angulo;
además, unas cuantas (bastantes) sillas vacías,
vasos y bolígrafos. A pesar de comenzar una hora
más tarde de lo previsto no acudió nadie mas.
Randi entonces, tras Alvaro, se presentó, comenté
sus ideas, su trayectoria, los objetivos del CSICOP y su
relación con nosotros; también aludió
de pasada al experimento de Benveniste. Enrique de Vicente
se interesó mucho por el tema, invitándosele
a que realizara una entrevista sobre el asunto (pero posteriormente),
para la cual no debía disponer de mucho tiempo, así
que se contentó con hacer un par de preguntas más,
contamos un poco su vida y escribir lo que le dio la gana
para su revista (que para eso es suya). Randi poco después
reiteró su apuesta sobre todo aquel que demostrase
sus poderes, y al redactor de MÁS ALLÁ se
le encendieron los ojitos; manifestó que él
encontraba 50 "auténticos" videntes en
un par de semanas, por lo que quedamos en avisarle sobre
una próxima visita de Randi. Este entonces pasó
al espectáculo y dobló una cucharilla, ante
lo cual Enrique de Vicente y su colega de MÁS ALLÁ
de la mesa intuyeron la posibilidad de que nuestro pretendido
prestidigitad!
or fuera un psíquico mentiroso, y no sólo
lo intuyeron sino que además lo manifestaron abiertamente
ante nuestros atónitos oídos. Como por lo
visto no teníamos nada más que decimos dimos
por concluido el acontecimiento y nos retiramos a nuestras
casas.
DIA 22 NOV. 88
- CONFERENCIA en la E.T.S.I. de Caminos. Tras un bonito
día en que Alvaro acompañó a Randi
en su estancia madrileña se llegó a la hora
prevista para el comienzo de la charla. Se reunieron unas
60 personas en la Sala Verde (efectivamente lo era) de la
Escuela, ante las que Randi comentó nuevamente los
respetos que le merecen algunas pseudociencias y explicó
en extenso el asombroso caso de la memoria del agua y sus
peripecias para desencerrar el gato de Benveniste (prácticamente
vino a decir lo mismo que puede leerse en el SKEPTICAL INQUIRER,
en el número correspondiente a winter 89). Una vez
finalizada la charla Randi dobló cucharillas, atrasó
y adelantó relojes, y extrajo agua de la superficie
de la mesa (que era de madera bien prensada y barnizada).
Los alumnos de Caminos hicieron unas cuantas preguntas y
nos fuimos a cenar.
En el transcurso de la cena Randi hizo algún que
otro truco para divertimos, alguno de ellos con cigarrillos
(nuestros cigarrillos) para hacernos desistir de la idea
de fumar, e incluso de beber. Hablamos un rato y nos fuimos
a la cama.
DIA 23 NOV.88
- CONFERENCIA en la Facultad de Ciencias Físicas.
Teníamos previsto acudir por la mañana temprano
a un programa de radio de Antena 3, así que madrugamos
a una hora intempestiva para buscar a Randi al hotel. Una
vez allí recibimos una llamada de esta emisora anulando
la cita, pues acababa de producirse unas horas antes un
atentado terrorista contra la Dirección General de
la Guardia Civil y el asunto requería toda su atención.
Así pues, desayunamos alegremente y nos fuimos con
Randi a ver tiendas de antigüedades, que por lo visto
son una de sus mayores aficiones. Pasamos así la
mañana y fuimos hacia la Facultad de CC. Físicas,
donde, esta vez sí, nos esperaba un gran numero de
personas.
La conferencia empezó puntualmente con el aula a
rebosar (unas 250 personas); un público compuesto
mayoritariamente de alumnos y algún que otro profesor.
Randi expuso nuevamente los temas citados en las jornadas
anteriores, pero ampliados y revisados y sacó a relucir
sus dotes de showman, repitiendo sus trucos del día
anterior ante los pasmados asistentes. Debido a la insistencia
del público accedió a "explicar"
el truco de los relojes. Tomó una vez más
el reloj de su última víctima, sin tocar la
esfera en ningún momento y sujetándolo firmemente
con los dedos de cada mano por las correas, haciendo que
el dueño tomase el reloj de manera que la esfera
quedara pegada y oculta en la palma de la mano, mientras
que con un dedo el asustado interfecto debía presionarlo
por la parte posterior contra ella. Mientras hacía
esto le explicaba al atónito asistente abstrusos
y veloces manejos. Después de una intensa concentración
y de unos cuantos pases mágicos, el aprendiz de mago
pudo comp!
robar que el reloj se había adelantado 10 minutos,
mientras Randi sostenía el reloj con los dedos por
las hebillas. Cuando el infortunado hizo gesto de comprender,
Randi le entregó su reloj, prendido como lo tenía
por los dedos, pero de modo que no podía (el dueño
del reloj) ver la parte superior de la esfera. Una vez en
su poder se le desencajó la mandíbula al comprobar
que las manecillas se habían adelantado otras cuatro
horas sin permiso. Una vez más, tras algunas preguntas,
se terminó el show.
- PROGRAMA DE RADIO en Antena 3.
Pese a la anulación del programa de la mañana
teníamos concertado otro por la tarde, así
que nos dirigimos hacia la calle Oquendo con el tiempo justo
para comer. Salimos al aire en el programa de Miguel Angel
García Juez a las cinco de la tarde junto con dos
astrólogos invitados y la asistencia de James Randi
y Alvaro Fernández. Como espectadores sin micrófono
estábamos Miguel Angel Sabadell, Luis y Pablo Angulo.
El programa no tuvo mucha historia; fue una sarta de estupideces
a las que resultaba prácticamente imposible poner
un poco de orden y lógica. Personalmente pude observar
dos tipos de astrólogos: el primero defendía
visiblemente nervioso su negocio, y aunque hay que reconocer
que pose la una portentosa habilidad demagógica dudo
que creyese mucho lo que decía. El segundo era una
mujer de unos sesenta años que cuando Alvaro le desmontaba
sus incongruencias buscaba la forma de envolverías
en tonterías aún mayores. Esta, me temo, si
creía en lo que decía, seguramente se !
habría dado a cuenta de sus poderes observando que
la mayoría (no todas) las patatas que tocaba producían
electricidad.
La intervención de Randi se limitó, por el
problema de la traducción de sus palabras, una vez
más a doblar cucharillas ante el estupefacto presentador
y la mirada atónita de todas (o casi todas) las personas
de la emisora que se aglomeraban en la cabina del técnico,
dificultándole enormemente su misión. La verdad
es que verlos apretujarse de aquella forma era todo un espectáculo.
Una vez más, nuestra iluminada llegó a la
conclusión de que Randi era un psíquico irredento,
y así lo anunció al país sin temor
alguno. A veces la venerable ancianita asustaba a su colega
con aseveraciones de este calibre.
Acabado el programa, la portentosa vidente se empeñó
en adivinarle el pasado y pronosticarle el futuro a Randi.
Este, ligeramente molesto, la invitó a descubrirle
un problema de salud en el pasado. Rápidamente, la
transgresora del tiempo descubrió "un problema
de corazón o circulación, o quizás
algún tipo de accidente"; lamentablemente, a
pesar de haber citado las dos principales causas de muerte
en nuestro país, nuestra amiga falló en su
visión. No contenta con esto le pronosticó
roturas de piernas, trazos, dedos e incluso del rabo de
mi gato. Visiblemente temerosos abandonamos la emisora y
nos despedimos de Randi, quien poco después debía
tomar un avión hacia Munich.
* * * * *
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
LA "RECONVERSIÓN" DE PRISCILIANO EN EL
APÓSTOL SANTIAGO
¿Rezará Juan Pablo II sobre los huesos de
un hereje?
Rogelio Vázquez Gómez
Los resortes psicológicos y fraudes de que se vale
la moderna parapsicología para embaucar a personas
de buena fe, pero poco informadas, no son nada nuevo. Todas
las religiones, la católica seguramente más
que ninguna, tienen una larga experiencia en todo tipo de
milagros, visiones, revelaciones...; la tan traída
y llevada Sábana Santa de Turín es un ejemplo
de sobra conocido por los lectores de ARP. Pero no hace
falta salirse de España para encontrar milagros inexplicables,
sólo comprensibles gracias a la fe ciega del dogma,
tras los cuales sólo es necesario escarbar un poco
para descubrir imposturas de grueso calibre; por ejemplo,
la reconversión de la tumba del hereje Prisciliano
en la del Santo Apóstol Santiago, Patrón de
las Españas.
Santiago de Compostela se ha convertido en uno de los tres
mayores centros de atracción de la cristiandad -la
Jerusalem de occidente según algunos- desde que en
el siglo IX los poderes eclesiástico y civil lo "descubrieran"
como lugar donde reposarían los huesos del apóstol
Santiago. La confluencia de mitos y leyendas en torno al
Camino, el Finis Terrae, etc. es de tal cantidad y tan diversos
orígenes culturales, que sólo hacer una referencia
a todos ellos llenaría un volumen.
Dado que el Papa Wojtila visitará la ciudad a mediados
de agosto, entre otras razones para dar realce a la IV Jornada
de la Juventud organizada este año por la Iglesia
en Santiago, se hace urgente dar a conocer algunos datos
importantes en torno al origen de este centro religioso,
aunque esa misma urgencia obligue a no ser muy prolijos.
Por ello, este escrito se centrará en desmontar,
aunque sólo sea de forma parcial, el mayor fraude
de todos los realizados por la Iglesia para hacer "creíble"
el mito. Será necesario, en primer lugar, echar un
vistazo a la vida de uno de los más famosos herejes
del siglo IV, cuyas ideas influyeron profundamente en la
población hispana durante varios siglos.
El joven "Lutero" y la vieja Inquisición.
A mediados del siglo IV de nuestra era nace en Iria Flavia
(cerca del actual padrón, en la provincia de La Coruña)
un personaje que, injusta e interesadamente olvidado por
la historiografía oficial, es una figura clave en
la historia del noroeste peninsular y de España:
Prisciliano. Pertenecía a una familia adinerada y
era de mente inquieta, incluso se le atribuye la práctica
de la "brujería" -posiblemente algún
tipo de druidismo, por entonces bastante arraigado en la
Gallaecia romana- en su juventud temprana. No es de extrañar
que pronto viajase a Burdeos para recibir enseñanzas,
entre otros, de Elpidio, quien a su vez había aprendido
de maestros tan insignes y herejes como Ambrosio, Jerónimo
o Martín de Tours, gnósticos famosos que más
tarde serían ascendidos a los altares católicos
como santos.
Por entonces, el imperio romano estaba en plena decadencia,
y no hacía mucho que el cristianismo había
sido adoptado como religión oficial. La efervescencia
de diferentes ideas en el seno de la Iglesia era enorme,
pero ya esta religión empezaba a "poner orden"
en su teología y multitud de corrientes que aparecían
en su seno eran rechazadas y perseguidas como heréticas,
según el talante cada vez más conservador,
y el creciente apego a las ventajas del poder temporal,
por parte de los Papas y de la curia romana. Una de estas
corrientes recién tachadas de heréticas era
el gnosticismo, cuya máxima central, la búsqueda
de la liberación a través del conocimiento,
se oponía abiertamente a la tesis fundamental de
la teología eclesiástica ya por entonces:
la salvación a través de la fe.
En este primer periodo, Prisciliano, Elpidio, su mujer Agape
y otros fundan un grupo ascético en la ciudad gala;
pronto fueron denunciados y expulsados. Prisciliano vuelve
a Hispania y da refugio a sus compañeros; en el 379
comienza sus predicaciones a la tierra de origen, y pronto
encuentra la oposición de personajes de la Iglesia
como el obispo Ithacio, quien le denuncia por herejía
y convoca un Concilio en Zaragoza al que no asisten ni el
acusado ni la gran mayoría de los prelados convocados.
Ithacio escribe a Roma reiterando sus acusaciones contra
Prisciliano, pero la denuncia no encuentra ningún
tipo de apoyo. Poco después, Prisciliano es promovido
"desde la base" y elegido obispo de Avila. Sus
ideas y puntos de vista se extienden entre todas las capas
de la población y son aceptadas de forma amplia.
La lucha que se librará entre esta corriente gnóstica
y la Iglesia oficial será breve pero intensa. Idacio
desde Mérida excomulga a los priscilianistas por
indisciplina; Prisciliano se presenta en la catedral de
esta ciudad en un momento en que Idacio está oficiando
y le reta a debatir públicamente las diferencias.
Es arrojado a la calle. Ese mismo día el excomulgado
redacta un escrito que coloca en la puerta de la catedral,
adelantándose más de mil años al gesto
de Lutero. Después, envía el documento a todos
los obispos españoles.
Casi de forma inmediata, Idacio e Ithacio denuncian a Prisciliano
por maniqueísmo ante el poder civil. Los priscilianistas
son desterrados y llevan su propuesta a Roma; allí
encuentran el apoyo del corregente Graciano, aunque no el
del Papa. Idacio e Ithacio son procesados; éste último
se refugia en Tréveris. A Prisciliano le es derogado
el destierro y vuelve a su obispado en Avila en el punto
culminante de su triunfo. A partir de aquí, el gnóstico
defenderá sus ideas sin medias tintas: cuando la
Iglesia prohibe a los apócrifos -evangelios "heterodoxos"-,
Prisciliano reaccionará abiertamente contra tal medida;
en contra de los dogmas cada vez más asentados, defenderá
como principio el "libre examen".
En el 383, el general Máximo se rebela en Galia -justo
después de haber pasado por el requisito previo del
bautismo- y derrota a Graciano, gran valedor de Prisciliano
hasta entonces. El nuevo corregente se instala en Tréveris,
donde entra en relación con el exiliado Ithacio.
El principal enemigo de Prisciliano consigue convocar un
sínodo en Burdeos, a donde es reclamado éste.
Finalmente, no son condenados ni él ni sus seguidores,
pero de forma extraña -no hay que olvidar que se
trata de una disputa en el seno de la religión cristiana-,
el caso pasa a los tribunales imperiales.
En el invierno del 384, se realiza en Tréveris el
juicio. Ithacio se emplea a fondo: se aplica tortura a Prisciliano
hasta que se confiesa culpable de brujería y de diversas
"anomalías" sexuales en los actos litúrgicos
que practicaba; la acusación de brujería se
refiere a la época cuando ni siquiera se había
bautizado, y en cuanto a la segunda acusación, el
hecho es que los priscilianistas solían celebrar
sus actos litúrgicos en desnudez, hombres y mujeres
juntos, pero esto, lejos del significado que hoy podría
dársele, era considerado como un símbolo de
sinceridad y pureza ante la divinidad. En realidad, la acusación
que más pesó fue la de brujería, por
la cual fueron condenados, y decapitados en la primavera
del 385, Prisciliano y cuatro seguidores suyos. Fue un anticipo
de los modos que más tarde generalizaría la
Inquisición.
De forma inmediata, Máximo envía dos emisarios
a Hispania con la misión de procesar, condenar a
muerte o desterrar a los priscilianistas, además
de confiscar todos sus bienes. Pero éstos, en su
mayor parte, "desaparecen" en las brumas del hermetismo
y la clandestinidad, algo todavía no olvidado por
los seguidores de una religión que apenas hacía
un siglo abandonara las catacumbas. Cuatro años más
tarde, y ya derrotado Máximo, un grupo de gallegos
consigue el permiso para llevarse los cadáveres de
los ajusticiados en Tréveris. La expedición
pasa de vuelta por París, Orleans, Tours, Burdeos...
Dice el historiador galo de la época, Sulpicio Severo,
nada sospechoso de simpatía con los herejes: "Por
lo demás, muerto Prisciliano, no sólo no se
reprimió la herejía, que había brotado
por obra suya, sino que, fortalecida, se propagó
más ampliamente... Los cuerpos de los ejecutados
fueron llevados a España y sus funerales fueron celebrados
con grandes exequias. Es más, incluso el proferir
juramento en nombre de Prisciliano se consideraba de la
mayor respetabilidad". El mártir comienza a
ser venerado en un santuario gallego.
Todos los testimonios indican que durante los revueltos
siglos de la historia hispánica que van desde el
V hasta la expansión musulmana por la península,
e incluso hasta mas tarde, el priscilianismo perduró
profundamente arraigado en buena parte de España,
sobre todo en el noroeste. Las épocas de persecución
que, excepto durante la dominación de los suevos
(arrianos y por lo tanto también "herejes"),
fueron todas, no pudieron desarraigar una corriente herética
que, al propugnar la vuelta a los ideales comunitarios y
ascéticos del cristianismo primitivo, al criticar
a las jerarquías eclesiásticas por su apego
a las riquezas y al poder temporal, se erigió en
aglutinante de la protesta y el descontento popular.
Una "revelación" muy oportuna y conveniente.
A principios del siglo IX, el asceta Pelagio, asiduo de
los valles que recorre el río Sar, "ve lenguas
de fuego y escucha cánticos" en un lugar deshabitado
que hoy conocemos con el nombre de Compostela; corre junto
al obispo más Cercano con su historia y éste
-de nombre Teodomiro-, basándose en la inspiración
divina, de inmediato declara que allí está
la tumba de Santiago. Con las mismas prisas, el rey Alfonso
ordena levantar una iglesia en el lugar. Asombra la urgencia
con que se mueve la burocracia eclesiástica y de
la monarquía para resolver un asunto que, en las
condiciones normales de la época, habría exigido
largos años de tramites y "pruebas milagrosas".
No se puede afirmar categóricamente -al menos mientras
las pruebas permanezcan celosamente ocultas- que todo fuese
un montaje previamente preparado, pero no cabe duda que
las conveniencias políticas -impulsó a la
ideología de lucha "contra el moro infiel",
expansión de la cristiandad por el flanco sudoeste
europeo- y r!
eligiosas -asimilación de las creencias heterodoxas,
en este caso el priscilianisino- forzaron los acontecimientos
al máximo: sólo hacía falta un hecho
insignificante como la "visión" de Pelagio
para que todo se echase a rodar.
En cuanto a la multitud de Crónicas y Cronicones
en apoyo a la leyenda de Santiago ("Cronicon Iriense",
"Tumbo A", "Codex Calistinus"..., todos
del siglo XII), la totalidad de los historiadores de hoy,
incluidos los eclesiásticos más serios, aseguran
que son falsos.
Autores como Prudencio, Braulio, Ildefonso, Leandro de Sevilla,
etc., cristianos de las épocas romana y goda, mantienen
un absoluto silencio en cuanto al pretendido último
viaje a Galicia del apóstol Santiago; un asunto que,
por su importancia, es imposible que se les pase por alto.
Un autor como San Julián de Toledo hace una referencia,
quizás debido a que ya existía algún
rumor "temprano", afirmando en el 686 que ningún
Jacobo (Santiago) vino jamás a España, ni
vivo ni muerto.
En el Seno de la Iglesia, las discrepancias en torno al
mito de Santiago continuaron, al menos mientras no se instituyó
el dogma oficial correspondiente. Entre otros, el arzobispo
García de Loaysa divulgó un documento del
Concilio de Letrán que desautorizaba las tradiciones
jacobeas; también el padre Mariana se mostró
contrario a ellas en sus escritos. Las disputas en la Iglesia
sobre este tema se sucedieron hasta 1630, año en
que el Papa Urbano VII consagró a Santiago como Patrón
de España.
Por otro lado, la posición de los historiadores españoles
en torno al tema siempre ha sido muy respetuosa con las
versiones oficiales de la Iglesia y el Estado, y es que,
como se sabe, la historia es un asunto muy delicado y más
cuando se pueden poner en entredicho "principios"
de la Patria tan fundamentales como su Unidad, Grandeza
y demás. En fechas recientes, y tras el sonrojo producido
por el hecho de que algunos historiadores extranjeros investiguen
con seriedad un tema tan español y tan "olvidado",
ya empiezan a aparecer estudios más serios por estos
pagos. En realidad, casi todo lo que se dice aquí
está en los libros desde hace tiempo; sólo
que en muy poquitos, y todos ellos "perdidos"
en los rincones oscuros de las bibliotecas.
Ironías de la historia.
Para cualquiera que intente estudiar la historia acerca
del origen del culto compostelano, existen tal cantidad
de pistas que, desde un punto de vista simplemente neutral,
es imposible no empezar sospechando y acabar deduciendo
el fraude.
La misma palabra Compostela es ya una pista significativa:
se sabe ahora con certeza que este nombre no tiene su origen
ni en "campo" ni en "estrella", como
la mayoría creía y aún se supone que
cree; la lingüística histórica ha demostrado
que Compostela es una evolución a partir de "compositum"
(lugar de enterramiento) y "stela" (inscripción
funeraria). Lo cual parece indicar que el "campo de
la estrella" es la interpretación interesada
de un topónimo que ya existía para nombrar
el lugar, con un significado completamente diferente al
que, tras el "descubrimiento" de Pelagio, le han
querido dar.
También existen en el desarrollo del mito santiagués
hechos curiosos o coincidencias que están entre la
ironía y quizás el cinismo intencionado. Es
difícil saber si Santiago fue escogido para Compostela
por la forma en que murió, pero el "hecho"
es que su cadáver llega a Iria Flavia sin cabeza,
exactamente igual que el de Prisciliano. Otro ejemplo de
este tipo es lo que describe el "Libro de Santiago",
escrito en 1137, haciendo una referencia a un maestro, amigo
y correligionario de Prisciliano, de la siguiente forma:
"Como se hace en Compostela para la tumba de Santiago
(la catedral se empezó a construir en 1075; nota
del autor), se construye sobre la tumba de San Martín,
en Tours, una inmensa basílica que llegará
a ser objeto de veneración en honor de este santo".
Cabe preguntarse, aunque esto ya sea entrar en especulaciones,
por el origen y el sentido verdadero de un acertijo-juego
de palabras tan peregrino y en apariencia inocente como
el siguiente, conocido por todo el mundo: "¿De
qué color es el caballo blanco de Santiago?"
En los dichos populares hay a veces, tras una superficie
de simpleza, una profunda sabiduría oculta. Si el
dicho fue inventado por los habitantes del noroeste, tan
dados a la sorna o "retranca", uno ya no puede
estar seguro de que no estén burlándose del
caballo blanco y también del que, oyendo tal "simpleza",
puede estar cayendo en lo que atribuye al que se lo dice.
Se trataría, en tal caso, de una venganza del oprimido,
que se sirve del arma de la inteligencia disimulada para
mantener una idea de la única forma que puede cuando
todas las otras le han sido negadas: en el fondo, un homenaje
póstumo a Prisciliano.
Como es de suponer, la Iglesia no sólo pasa encima
de todas estas consideraciones, sino que las falsea y oculta
intencionadamente; hasta el punto de que Wojtila, el Papa
polaco, rezará en agosto en Compostela aunque sea
sobre unos huesos que todas las evidencias apuntan como
pertenecientes al gran hereje. Y lo más curioso es
que nadie está en mejor posición que él
para conocer los entresijos de esta historia; por algo "es
más difícil que un camello entre por el ojo
de una aguja" que un infiel consiga acceder a los archivos
del Vaticano.
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
OVNIS... PERO ¿HAN EXISTIDO ALGUNA VEZ?
REFLEXIONES SOBRE EL MUNDO DE LOS OVNIS, VAMPIROS, HOMBRES
LOBO...
Luis Alfonso Gámez Domínguez
Parece existir un tácito acuerdo entre los ufólogos
que aconseja no cuestionar públicamente la propia
existencia de los ovnis. "Una cosa está clara:
los ovnis existen", dicen autores de todas las corrientes
ufológicas. Pero ¿se ha demostrado su existencia?,
¿han existido alguna vez?, ¿son los ovnis
realmente necesarios para la ufología?
Partamos de un presupuesto aceptado tanto por ufólogos
como por escépticos: la inmensa mayoría (95%)
de los casos ovni denunciados tiene una explicación
convencional. Esto quiere decir que, después de una
investigación minuciosa, la mayor parte (95%) de
los presuntos ovnis se desvanece; pero también que
queda un residuo (5%) de casos que permanece inexplicado.
En la consideración que este residuo merece a ufólogos
y escépticos, estriba el quid de la cuestión.
Los ufólogos hacen del residuo el objeto de estudio
de la ufología; los escépticos consideran
que el residuo responde a la misma realidad que la inmensa
mayoría (95%) de los casos ovni, con la salvedad
de que los sucesos agrupados en el residuo no se pueden
clarificar debido a dificultades insalvables.
La reinvestigación cuidadosa del residuo lleva a
explicar muchos presuntos ovnis, y eso que se cuenta con
medios muy limitados. ¿Qué ocurriría
si se dispusiera de más medios y conocimientos? Lo
más probable es que el residuo disminuyera hasta
límites sorprendentes. De todos modos, se utilizaran
los medios que se utilizaran, siempre quedaría un
mínimo residuo de inexplicados, inevitable por muchos
motivos: falta de datos, desconocimiento de ciertos hechos
o fenómenos naturales testigos pocos fiables o contaminados,
etc.
En 1969, Hudson Hoagland, filósofo de la ciencia,
sintetizó claramente la explicación de la
'falacia del residuo':
"La dificultad básica inherente a cualquier
investigación sobre fenómenos tales como los...
ovnis es que resulta imposible para la ciencia probar una
negación universal. Siempre existirán casos
que permanecerán inexplicados debido a falta de datos,
ausencia de repetibilidad, testimonios falsos, ilusiones,
observadores engañados, rumores, mentiras y fraudes.
Un residuo de casos inexplicados no es una justificación
para continuar una investigación después de
la abrumadora evidencia que ha echado por tierra las hipótesis
sobrenaturales, tales como naves de seres procedentes del
espacio exterior... Los casos inexplicados son simplemente
casos inexplicados. No pueden constituir nunca evidencia
para una hipótesis (1)."
Del mismo modo que existen pretendidos casos ovni inexplicados,
existen asesinatos inexplicados, desapariciones inexplicadas,
accidentes inexplicados, etc. ¿Acaso alguien se ha
puesto a buscarle sentido a esos otros sucesos inexplicados?
No, porque la existencia de ausencia de explicación
no supone evidencia para nada. Si los ufólogos piensan
que los ovnis entran dentro de una categoría especial
de inexplicados; ante eso, lo único que puede decirse
es que su punto de vista carece de fundamentación
objetiva y, por tanto, sería inútil seguir
discutiendo.
Los ufólogos mantienen que existe un residuo mínimo
de casos inexplicados que soporta la evidencia ovni; los
escépticos consideran que hace años que casos
que forman parte del residuo inicial salen del mismo después
de detenidas investigaciones, y que los casos que se incorporan
al residuo son los que aún no han sido estudiados
todo lo profundamente posible. La experiencia indica que
cuanto más se profundiza en un suceso más
fácil resulta explicarlo.
Llegado este punto, está claro que la hipótesis
objeto de estas líneas defiende la inexistencia del
fenómeno ovni como algo real. La hipótesis
cero sostiene que todos los avistamientos de presuntos objetos
volantes no identificados tienen su explicación convencional,
aunque en algunos casos no se pueda dar con ella.
Pero podemos ir más lejos. Consideremos las repercusiones
que esta hipótesis puede tener, y si tiene o no fundamento.
Hagámonos la siguiente pregunta: ¿qué
habría pasado si los ovnis en realidad nunca hubieran
existido?
Los escépticos afirman que si los ovnis nunca hubieran
existido, habría pasado lo mismo: habrían
tenido y tendrían lugar casos similares a los que
se han dado hasta el momento, existirían los mismos
grupos ufológicos, los periódicos y revistas
publicarían las mismas noticias, etc. Nada en la
historia de la ufología habría cambiado.
Si se echa una ojeada a la historia de la ufología,
llama la atención el hecho de que todos los sucesos
sobre los que se ha asentado el mito ovni han resultado
explicados con el paso del tiempo: la oleada de "misteriosas
aeronaves" de 1897, el avistamiento de Kenneth Arnold,
el suceso de isla Maury, las fotografías de Barra
da Tijuca, el desgraciado accidente de Thomas Mantell, la
abducción de Betty y Barney Hill, el "caso perfecto"
de San José de Valderas, los avistamientos efectuados
por astronautas, los ovnis observados por Jimmy Carter,
la abducción de Travis Walton, los aterrizajes de
Gallarta, el extraordinario espectáculo ufológico
de Canarias de 1979, el incidente de Manises. Además
de las historias que se relacionan con hombres de negro,
platillos estrellados, contactados...
Si los sucesos sobre los que ha cimentado sus bases la ufología
no tienen nada de enigmáticos, parece evidente que
la ufología no ha tenido necesidad de que existieran
ovnis. Es decir, la ufología puede prescindir de
ellos. Luego si los ovnis nunca hubieran existido, nada
habría cambiado.
Los escépticos piensan que los ovnis no han existido
nunca como objetos volantes no identificados y no identificables,
y consideran que la hipótesis cero es la única
que encuentra respaldo en la historia de la ufología.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los ufólogos
siguen haciendo referencia a los casos clásicos que
un día estuvieron en el residuo y ahora están
en las carpetas de explicados, y los siguen empleando como
casos-tipo, resulta que se están usando casos explicados
para definir los inexplicados. Esto demuestra que, para
hablar de ovnis, no es necesario que estos existan en la
realidad; basta con creer que un caso explicado es inexplicado.
Si la ufología hiciera uso de la herramienta fundamental
de la ciencia: la Navaja de Occam, plantearía el
estudio del tema desde un punto de vista cultural, que es
el que puede explicar la evolución que ha vivido
el tema desde 1947.
Respecto al fenómeno ovni, dice Paul Davies en su
obra "El universo desbocado":
"Es indudablemente uno de los fenómenos sociológicos
más intrigantes de la moderna sociedad industrial.
Podría ser muy bien que estuviéramos presenciando
el uso del lenguaje tecnológico para describir lo
que es, en realidad, el mismo sistema de creencias básicas
que caracterizan los primeros años en que se formaron
las grandes religiones del mundo [2]."
Parece evidente que el proceso evolutivo del tema ovni
está íntimamente ligado a las creencias propias
de la segunda mitad del siglo y a los adelantos científicos.
¿Por qué hasta ahora nunca se ha hablado en
la historia de la humanidad de ingenios voladores originados
por una tecnología superior cuyos cultivadores secuestran
seres humanos? ¿Por qué hasta ahora nunca
se ha hablado de ingenios que aterrizan en los campos para
asustar a cuatro aldeanos? Todo indica que el fenómeno
ovni se ha desarrollado como un mito perfectamente adaptado
a la segunda mitad del siglo XX. Antes aparecían
las hadas, los gnomos...,.ahora, cuando gozamos de una civilización
tecnológica, aparecen unos ingenios en el cielo que
dejan nuestros conocimientos en ridículo.
Los ufólogos justifican la existencia de los ovnis
en la existencia de un residuo (5%) de inexplicados. La
hipótesis cero se fundamenta en la existencia de
un enorme porcentaje (95%) de casos explicados, mientras
que la hipótesis ovni para continuar investigando
el residuo se fundamenta en un reducido y poco significativo
número (5%) de casos inexplicados. La evidencia ha
demostrado que más de nueve de cada diez casos ovnis
pueden explicarse después de una investigación
mas o menos profunda. La hipótesis escéptica
cuenta con bastantes evidencias.
El residuo ovni, los pocos casos inexplicados, puede equipararse
con el residuo de crímenes y delitos inexplicados,
y tiene tanto fundamento formular hipótesis que hablen
de universos paralelos, extraterrestres,... respecto a los
ovnis como hablar de vampiros, hombres lobo,... para explicar
los crímenes no resueltos.
NOTAS
[1] Oberg, James E.: "The Failure of the 'Science
of Ufology'".- New Scientist (Londres), Vol. 84. No
1.176 (11 octubre 1979), 102-105.
[2] Davies, Paul: "El universo desbocado. Del Big
Bang a la catástrofe final". Trad. de Robert
Estalella.- Editorial Salvat (Col. "Biblioteca científica
Salvat" No. 1).- Barcelona 1988.- 205 pags.
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
NAPOLES Y SAN GENARO
"[La sangre de San Genaro) es una sustancia mágica
y misteriosa cuya fórmula poseo yo y que he conseguido
después de muchas investigaciones. La revelo en el
libro [Nápoles] y la verdad es que a muchos no les
gustará ver que el tal milagro no lo es. Puedo demostrarlo,
como lo demostré en su día en el Escorial...
Es una historia muy larga, pero cuando obligué a
un fraile [a] que se licuara la sangre en una fecha que
no era la del santo, él se negó. Pero ante
mis amenazas el "milagro" ocurrió fuera
de fecha. Y el frailecillo aseguró que había
sucedido porque el santo quiso salvarle a él, con
un milagro intemporal, ante mi violencia. En fin, dejémoslo
estar, pero la fórmula sale en el libro."
José Manuel Alonso Ibarrola. Escritor. En una entrevista
realizada por Carmen Torres Ripa aparecida en el Correo
Español, El Pueblo Vasco. 16 de abril de 1989. página
96.
El libro al que se refiere es "Nápoles",
de la editorial Destino, Colección Las Ciudades.
En cuanto lo leamos lo comentaremos.
F. Ares
_____________________________
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
LIBROS
Félix Ares de Blas
Titulo: A Skeptics Handbook of Parapsychology
Recopilador: Kurtz, Paul
Editorial: Prometheus Books. BuffaIo. New York 1985. 750
páginas.
En esta obra, el presidente del CSICOP. ha reunido un impresionante
conjunto de artículos, tanto a favor como en contra
de la existencia real de los fenómenos parapsicológicos.
La obra se ha dividido en cuatro partes, a saber:
Parte 1.- Revisión histórica. Con artículos
en los que se trata de dar una visión global de lo
que ha sido la parapsicología, desde mediados del
pasado siglo hasta el presente. El primer trabajo es de
Ray Hyman y lleva por título "Una revisión
crítica de la parapsicología", se trata
de 90 páginas en las que se pasa revista desde las
"seances" con mesas giratorias hasta los actuales
experimentos del S.R.l. Al final hay una valiosisima bibliografía.
El segundo trabajo es de C.E.M. Hansel y lleva por título
"La búsqueda de una Demostración de la
ESP". En él se analizan, desde la óptica
escéptica de su autor, los trabajos clásicos,
de aquellos autores que, habiendo entendido el método
científico, han tratado de dar a sus experimentos
las características de repetibilidad y falsabilidad
indispensables a la ciencia. Se analizan los trabajos de
Charles Richet, de J.B. Rhine, de Helmut Schmidt y los experimentos
"gandfel". La bibliografía final es sumamente
interesante.
En el tercer artículo, Edward Girden y Eilen Girden
nos hablan de "Psicokinesis: Cincuenta Años
Después". En él hacen especial hincapié
en los trabajos de Rhine, en la universidad de Duke, y en
los de su sucesor como director del Instituto, A. Levi.
Recuerdo que hace muchos años quede maravillado por
aquellos libros que venían de la universidad de Duke,
en los que se hablaban de "que estaba científicamente
demostrado" que existía la telepatía,
la precognición, la clarividencia y la psicokinesis.
También recuerdo que me llamaron mucho la atención
los supuestos poderes paranormales de las palomas, capaces
de orientarse durante cientos de kilómetros, de un
modo "paranormal". En su trabajo, los Girden,
nos cuentan cómo "los pájaros privados
del sol y equipados con barras magnéticas [para eliminar
la referencia al campo magnético terrestre] ... se
desorientan". Un misterio menos. Y para mi, la explicación
es bastante más maravillosa que la parapsicológica:
Las palomas se orientan por el sol y por el campo magnético
terrestre. En el cerebro de las palomas se ha aislado magnetita,
y ésta parece la responsable de su orientación
"parapsicológica". También se ha
aislado magnetita en el atún. ¿Qué
es más maravilloso, la explicaci!
ón de fuerzas misteriosas parapsicológicas
o la realidad que implica una orientación solar y
magnética? Yo, personalmente, me quedo con la segunda.
El cuarto trabajo es la reproducción de un artículo
de Simon Newcomb, titulado "Ocultismo Moderno"
que fue publicado por primera vez en enero de 1909, en la
revista "Nineteenth Century". Magnífico.
Su lectura ha sido una cura de humildad. Hace muchos años
que mucha gente había llegado a conclusiones similares
a las mías.
Parte 2.- Los argumentos para el fraude. En esta parte
hay magníficos argumentos a favor de que la parapsicología
es poco más que un gran fraude. Entre otros, hay
un artículo de Margaret Fox Kane, confesando su fraude,
publicado originalmente en el "New York World",
del 21 de octubre de 1888. Hasta cierto punto, su lectura
me ha corroído las tripas. No hace mucho, en la revista
"Conocer", nuestro ínclito Dr. televisivo,
Jiménez del Oso, todavía decía que
tras las hermanas Fox podría haber algo de realidad.
¿Que ocurre en el mundo de la parapsicología,
que ni siquiera la confesión del autor de un fraude
sirve para admitir el fraude?
Los argumentos expuestos en esta parte son decisivos. Casi
son el mayor golpe en contra de la realidad de los fenómenos
paranormales que yo he leído nunca. Y digo casi por
una razón que para algunos será sorprendente.
Mucho más contundente que los argumentos en contra,
expuestos en esta segunda parte, son los argumentos a favor
de la parte 3.
Parte 3.- La Respuesta de los Parapsicólogos. En
esta tercera parte, varios notables parapsicólogos,
entre los que se encuentran John Beloff y Douglas M. Stokes,
se defienden de las críticas. Decisivo. En sus defensas,
hay tal cantidad de fe y tal cantidad de creencia en que
la existencia del alma puede demostrarse por la parapsicología,
que para mi ha sido decisivo. Con esa carga ideológica
es muy difícil -por no decir imposible- que hagan
ciencia en este campo. Su lectura ha sido un revulsivo.
Yo he perdido mucho tiempo leyendo -y tratando de reproducir-
las experiencias de Rhine y de Pratt. Pensaba que eran personas
honradas tratando de analizar un fenómeno natural.
Resulta que no, que lo que ellos -y sus sucesores- pretenden
es demostrar la inmortalidad del hombre. Si las experiencias
apoyan su meta final, se publican, sino se desprecian. Todavía
el fenómeno no esta claramente establecido, todavía
no hay un cuerpo de hipótesis explicativas, pero
ellos ya han llegado a su !
conclusión: Se trata de un fenómeno sobrenatural.
¡Y a eso lo llaman ciencia! Quiero aclarar que no
tengo nada en contra de que alguien estudie la posibilidad
de la supervivencia del alma, o de cualquier otra cosa;
pero sí estoy en contra de una investigación
sesgada, apriorística y dogmática en la que
sólo se admite una posible solución.
No me queda más remedio que insistir. La defensa
de los parapsicólogos es el mayor ataque a su "ciencia".
Parte 4.- Parapsicología: Ciencia o pseudociencia.
Un conjunto de artículos en los que se discute si
la parapsicología es una ciencia o se trata simplemente
de una pseudociencia.
Parte 5. - Algunos aspectos metodológicos y teóricos.
Los títulos de los artículos dicen todo al
respecto de lo que trata: "problemas estadísticos
en la investigación Esp", por Persi Diaconis;
"Parapsicología y mecánica cuántica",
por Martin Gadner; "¿Puede el meta-análisis
resolver la controversia en torno a la Percepción
Extrasensorial?", por C. Akers.
Parte 6.- Otras críticas. En esta parte Piet Hein
Hoevens, Gerd H. Hovelmans y Leonard Zusne, aportan más
datos a la controversia.
En resumen. Para mi la obra ha sido esclarecedora. He aprendido
muchas cosas; pero, como he dicho antes, lo mejor de todo
ha sido leer las defensas de los parapsicólogos.
Para mi, ahí es donde han perdido la batalla. Jamás
pensé que un científico se atreviera a decir
por escrito ese cumulo de majaderías.
* * * * *
Número 13 / Año IV
Julio de 1989
DESDE EL SILLÓN ESCÉPTICO, RECOMENDAMOS:
ARTÍCULOS
A.C.F.: "O Triángulo das Bermudas: un mito
actual". Revista Espiral IX-X-1983. Pagina 8. Este
articulo no es nuevo. Pero nos lo acaba de enviar nuestro
compañero Andrés Sanjuán. Se trata
de una breve -brevísima- desmitificación del
tema del triángulo de las Bermudas. Si queréis
una copia, ya sabéis que nos la podéis pedir.
Juan Arias: "Jesús llevaba el pelo corto, afirma
un catedrático de Patrología de Turín".
El País del 10 de abril de 1989. Este artículo
aporta algunos datos interesantes en torno a la estúpida
polémica que se ha desatado sobre la autenticidad
de la "Sábana Santa de Turín" tras
la publicación de los resultados del C-14. El catedrático
de Patrología -poco sospechoso de ateísmo
o de tener motivos inconfesables para estar en contra de
la autenticidad de la "Sábana"- dice que
no es posible que sea verdadera pues Jesucristo no pudo
llevar el pelo corto, y aporta unas cuantas razones de peso
para defender su argumentación.
San Juan, Andrés: "A realidade evanescente
das armas psicotrónicas". Faro de Vigo, domingo
23 de abril de 1989. Páginas 16 y 17. En este trabajo
se analiza el tema de las armas psíquicas. Se exponen
las conclusiones a las que llegó el Consejo Nacional
de Investigación (NRC), de la Academia Nacional de
Ciencias, sobre los fenómenos paranormales, a petición
del gobierno de Estados Unidos. Ya, para acabar, destacamos
una frase de dichas conclusiones: "El comité
no encuentra en la investigación realizada en los
últimos 130 años, justificación científica
alguna de la existencia de fenómenos parapsicológicos.
Por tanto no hay razón alguna para que actualmente
el Ejercito se implique directamente..."
LIBROS
Elliott Friedman, Richard: "¿Quién escribió
la Biblia?" Editorial Martínez Roca. Colección
Enigmas de la Historia. Traducción Joseph N. Apfelbäume.
256 páginas. Barcelona 1989. En este trabajo el profesor
Friedman, de la Universidad de California, afronta el tema
de la autoría de la Biblia. Tras una análisis
de los propios textos bíblicos y de los diversos
momentos históricos de importancia para los mismos,
llega a la vieja conclusión de que la Biblia fue
escrita por diversos autores, con una edición final
por parte de Esdras. Aunque la conclusión no es nueva,
Sí lo son, al menos para mí, que no soy especialista,
los argumentos para llegar a ella. En muchas ocasiones había
leído datos sobre las diversas versiones del Génesis
-textos J, E, D y P- pero nunca había visto la evidencia
de ello. En esta obra se nos ofrece una versión del
diluvio, en la que los textos J están en un tipo
de letra y los textos en otro. El resultado es auténticamente
revelador.
Ministerio de Cultura: "Directorio de Bibliotecas
Españolas". Editado por el Ministerio de Cultura,
Dirección General del Libro y Bibliotecas. Madrid
1988. 529 páginas. Se trata de un catálogo
de todas -o casi todas- las bibliotecas existentes en España
con una indicación de los fondos editoriales que
posee y de los servicios que ofrecen -préstamo, microfilmación,
búsquedas bibliográficas, etc.-. Puede ser
muy útil para el investigador. Se puede pedir al
propio Ministerio y cuesta 1.000 Pts. Esta obra también
es accesible desde los Puntos de Información Cultural
(PIC) -red informatizada de dicho Ministerio, distribuida
en toda España y cuyo acceso es gratuito-.