ARP
LA ALTERNATIVA RACIONAL
BOLETÍN Nº 9
MAYO-88
LA ALTERNATIVA RACIONAL
La Alternativa Racional es el órgano informativo
de la asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias
(ARP).
Depósito Legal: BI.11-1.986.
Editores:
Félix Ares de Blas
Luis Alfonso Gámez Domínguez
Jesús Martínez Villaro
Composición:
Jesús Martínez Villaro
Dibujante:
Aitor Fernández de Quincoces
Impresión:
Librería-Fotocopias Urdangarín; Avda. Isabel
II, 14; 20011 San Sebastián.
Precio de subscripción:
España y Portugal: 1.500 Pta
Resto del mundo: $14.00
ALTERNATIVA RACIONAL A LAS PSEUDOCIENCIAS (ARP)
Apartado de Correos Nº 6.112; 48080 Bilbao.
Nº Registro Estatal: 71.144
Presidente:
Félix Ares de Blas
Vicepresidente:
Álvaro Fernández Fernández
Socio de Honor:
Mario Bunge
Sumario
Número 9 Año III
Mayo de 1.988
Editorial........................ 3
El caso del portentoso
sapo extraterrestre.............. 5
El estallido de la historia
de los platillos estrellados.....15
Fenómenos Paraanormales..........20
Sobre el racionalismo............24
El retorno de Uri Geller.........27
Libros...........................33
Desde el sillón escéptico,
recomendamos:....................35
El Correo del Lector.............36
Portada:
Aitor Fernández de Quincoces
La Alternativa Racional mantiene intercambio de contenidos
con otras publicaciones escépticas de asociaciones
reconocidas por el CSICOP.
Fuera del margen arriba indicado, queda prohibida la reproducción
total o parcial de contenidos sin la previa autorización
expresa de
los editores o de los autores.
La Alternativa Racional no se identifica necesariamente
con las
opiniones de los artículos firmados, que pertenecen
a la exclusiva responsabilidad de los autores.
EDITORIAL
Félix Ares de Blas
Luis Alfonso Gámez Domínguez
Jesús Martínez Villaro
No han sido muchas las noticias que Alternativa Racional
a las Pseudociencias (ARP) ha protagonizado desde la aparición
del número anterior de La Alternativa Racional, pero
sí ha habido algunas significativas de las que vamos
a informar seguidamente.
Como consecuencia de la visita de Uri Geller a nuestro país
en noviembre del pasado año, ARP envió a los
medios de comunicación un extenso informe sobre el
carácter fraudulento de dicho personaje. Que tengamos
conocimiento, se hicieron eco de nuestro comunicado Deia
(15-XI-1.987), El Diario Vasco (15-XI-1.987) y Algo (febrero
1.988).
Mark Plummer, director ejecutivo del Comité para
la Investigación Científica de los Supuestos
Hechos Paranormales (CSICOP), le comunicó a Félix
Ares de Blas el 18 de noviembre de 1.987 que el Consejo
Ejecutivo de dicha asociación había decidido
nombrarle Consultor Científico y Técnico del
CSICOP. Ésta es la primera ocasión en que
un español es elegido para formar parte del reducido
grupo de Miembros y Consultores que conforman el CSICOP.
El 27 de noviembre, Félix Ares de Blas y Luis Alfonso
Gámez Domínguez ofrecieron en Santander en
el Centro Cultural de la Caja de Ahorros de Santander y
Cantabria la conferencia "El gran engaño de
los platillos volantes". El acto clausuró el
ciclo de conferencias titulado "De los platillos volantes
a los ovnis: Cuarenta años de ufología",
organizado por el Centro para la Investigación de
Objetos Volantes Extraterrestres (CIOVE). La disertación
consistió en una detallada exposición del
punto de vista escéptico sobre las apariciones de
ovnis y provocó un animado coloquio e interesantes
intercambios de opinión en la cena que se celebró
después del acto.
Durante la segunda mitad del pasado año, la Junta
Directiva de ARP vio mermada su capacidad de actuación
debido a la imposibilidad de algunos miembros de participar
activamente en la gestión de la asociación.
Esto, junto con la incorporación de nuevos socios
ocurrida después del verano, justificó la
celebración en Madrid el 6 de diciembre de 1.987
de una Asamblea General Extraordinaria. En el transcurso
de dicha reunión, fue elegida la Junta Directiva
que en la actualidad dirige la asociación:
Presidente: Félix Ares de Blas
Vicepresidente: Álvaro Fernández Fernández
Secretario: Luis Alfonso Gámez Domínguez
Vicesecretario: Víctor Javier Sanz Larrínaga
Tesorero: Gabriel Naranjo Fernández
Vocal: José Martorell Soto
Vocal: Mario Bohoslavsky
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A mediados de diciembre, nos llegó desde Montevideo
una carta de Julio Sanjurjo Bugallo, en la que nos informaba
de la intención que tiene un reducido grupo de personas
de dar los primeros pasos de cara a la formación
de una asociación escéptica en Uruguay. Ya
hemos propiciado un primer contacto con nuestros colegas
uruguayos y vamos a hacer todo lo posible por establecer
estrechos lazos de colaboración con estos compañeros
del otro lado del Atlántico.
Desde enero, hemos establecido relación con el Equipo
Central de Investigación sobre Fenómenos Aéreos
(CENAP) de Alemania Federal a través de Werner Walter.
El CENAP, asociado a la Sociedad para la Investigación
Científica de las Paraciencias (GWUP), centra su
atención exclusivamente en el análisis escéptico
del tema ovni. Walter pretende conformar un frente escéptico
ufológico mundial y publica la revista CENAP Report.
En sus interesantes cartas, nos ha pedido que le enviemos
colaboraciones sobre el tema para la publicación
en dicha revista. Si bien en un principio, por dificultades
idiomáticas, las colaboraciones tenían que
estar escritas en inglés; en su última misiva,
Walter nos notificaba que había encontrado una persona
que podía traducir al alemán artículos
escritos en español. Queremos hacernos eco de la
petición de este compañero e invitaros a que
enviéis a nuestra dirección colaboraciones
y noticias sobre el tema ovni que nosotros haremos llegar
a nuestros colegas del CENAP.
Abundando en el tema de las colaboraciones, y dada la estrecha
relación que mantenemos con los Escépticos
Irlandeses, os animamos a que mandéis a nuestra dirección
colaboraciones redactadas en la lengua de Shakespeare. Nosotros
haremos llegar vuestros trabajos a Wendy M. Grossman, editora
de The British & Irish Skeptic, para que considere su
publicación en dicha revista, que día a día
se está revelando como uno de los más interesantes
foros de reflexión crítica sobre los temas
paranormales del mundo.
Además, cualquier información que necesitéis
sobre publicaciones escépticas y sugerencia, idea
o crítica que tengáis, podéis comunicarla
por escrito a nuestra dirección, con la seguridad
de que os responderemos gustosamente.
En este número de LAR, un sapo partero saca a la
luz la ineptitud de algunos ufólogos, Philip J. Klass
nos explica porqué la historia de platillos volantes
estrellados tiene tanta consistencia como un castillo de
naipes, José Martorell Soto reflexiona sobre el racionalismo
y empujamos a Uri Geller a escena sin careta ni maquillaje.
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EL CASO DEL PORTENTOSO SAPO PARTERO EXTRATERRESTRE
Félix Ares de Blas
Luis Alfonso Gámez Domínguez
Jesús Martínez Villaro
En diversas ocasiones durante los últimos años,
los miembros de Alternativa Racional a las Pseudociencias
(ARP) interesados por el denominado fenómeno ovni
nos han llamado la atención a los autores por nuestra
vagancia a la hora de redactar el artículo definitivo
sobre uno de los más llamativos casos ovni ocurridos
en España. Aunque un resumen de nuestra investigación
vio la luz en la revista Cuadernos de Ufología hace
ya casi cuatro años [1], las miradas asesinas de
nuestros compañeros y los nuevos datos que desde
aquel entonces se han sumado al informe nos han obligado
a escribir estas páginas.
La complejidad de la investigación y el hecho de
que en el transcurso de la misma se evidenciaran ciertos
comportamientos y actitudes un tanto "anormales"
pueden servir al lector para hacerse una idea de los inconvenientes
que encuentra en su camino toda persona que quiere estudiar
un avistamiento ovni con rigor. Igualmente, en este caso,
la parcial actitud de algún medio de comunicación
de masas público fue en detrimento de la información
veraz y responsable que el público tiene derecho
a recibir.
De 1.975 a 1.980, la ufología española vivió
una época esplendorosa que se reflejaba en gran cantidad
de obras de autores españoles y extranjeros y la
existencia de numerosas publicaciones periódicas
centradas en el tema o que solían tocarlo habitualmente:
Stendek, Vimana, Contactos Extraterrestres, Mundo Desconocido
o Karma 7, además de un número difícil
de determinar de fanzines. La península estaba plagada
de jóvenes interesados por los ovnis. Las actitudes
de los grupos juveniles se movían entre la demencial
credulidad de quienes invocaban a los extraterrestres mediante
la llamada vasografía y se iban a ver ovnis por las
noches y la moderación de quienes creían que
había que estudiar el tema con un mínimo de
rigor y seriedad. Todas las ciudades españolas contaban
con grupos juveniles de tan dispares
tendencias y Bilbao -para no ser menos- también.
A finales de la década de los setenta, se había
formado en Bilbao un reducido grupo de jóvenes interesados
por el tema ovni, uno de los dos núcleos de la capital
vizcaína que "pasaba" de extraterrestres
salvadores y pretendía dedicarse a analizar el tema
lo más minuciosamente posible. En este grupo estaban
las dos primeras personas que tuvieron conocimiento de los
hechos a los que dedicamos este artículo: José
Ángel Hermosilla y Pedro Javier Gómez, y uno
de los autores: Luis Alfonso Gámez. En 1.979, el
último se acababa de incorporar al grupo, mientras
que los dos primeros llevaban ya algún tiempo trabajando
juntos.
Durante 1.979, José Ángel Hermosilla le comentó
a Luis Alfonso Gámez en repetidas ocasiones que andaba
detrás de una cinta
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grabada en el barrio bilbaíno de Zurbaran en la
que se había recogido el sonido de un presunto ovni.
La intención de José Ángel Hermosilla
-que ya en aquella época daba muestras de escepticismo
ante el tema ovni- era hacerse con la grabación y
remitirla a una serie de laboratorios para su estudio. Sin
embargo, lo más que logra fue entrevistar a los testigos,
puesto que la cinta estaba en manos de otro joven interesado
en el tema: Pedro Javier Gómez. El análisis
proyectado por José Ángel Hermosilla nunca
se llevó a cabo, ya que le fue imposible obtener
una copia de la cinta, y la vinculación de Pedro
Javier Gómez con la Red Nacional de Corresponsales
(RNC) de Sevilla -asociación ufológica de
ámbito nacional- hizo que éste confiara al
grupo ufológico Instituto de Investigación
y Estudios Exobiológicos (IIEE) de Barcelona el análisis
de la grabación [2].
La conclusión a la que llegaron los "expertos"
del IIEE fue la siguiente:
"Esta grabación ha sido efectuada en un magnetofón
de baterías y a una sola pista".
"Evidentemente, el sonido está registrado en
una estancia cerrada, no demasiado grande pues la modulación
acusaría una resonancia de la que carece".
"Las comparaciones que hemos efectuado, nos llevan
a la conclusión de que esta grabación está
efectuada en un buque, probablemente de la Armada, atracado
en muelle. Y que los sonidos que se registran son, probablemente,
los siguientes:
"Sonido Corto de motor: Máquinas de proa amortiguadas
hasta llegar a la estancia donde están grabadas.
"Ruido Intermitente: Aparato repetidor de ´sonar`,
trabajando en vacío.
"Creemos que en estos dos sonidos, fundamentalmente,
se basan los posibles autores de la grabación para
asegurar la presencia de un ovni, ya que los demás
son totalmente normales."
Hay que puntualizar que las conclusiones del IIEE explicaban
el suceso como un fraude perpetrado por los testigos y por
ello no satisficieron a Pedro Javier Gómez, quien
conocía a los testigos lo suficiente como para desechar
tal hipótesis.
A finales de 1.982, Pedro Javier Gómez envió
a diversos ufólogos españoles copia de toda
la documentación que él había recopilado
en su día. Así, Vicente-Juan Ballester Olmos
nos informó a los autores de la existencia del suceso
a principios de 1.983 y durante dos años nos dedicamos
-con la colaboración de Pedro Javier Gómez-
a la investigación del caso.
Al mismo tiempo que a otros ufólogos, le llegó
la documentación al periodista Juan José Benítez,
quien a principios de 1.983 dio a conocer el suceso en los
medios de comunicación. Esto predispuso a los testigos
contra cualquier entrevista posterior, pues lo último
que deseaban era publicidad. Además de emitir la
grabación en un programa que tenía en Radio
Bilbao, el periodista tuvo en el transcurso de dicho programa
un altercado verbal con uno de los testigos, que había
llamado a la emisora para recriminarle por dar publicidad
a los hechos. No deja de ser curioso el hecho de que los
medios de comunicación dijeran a principios de 1.983
que Benítez llevaba estudiando el caso durante un
año, cuando lo cierto es que había tenido
conocimiento del mismo a finales de 1.982,
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y que no mencionaran al investigador original: Pedro Javier
Gómez [3].
Los hechos en cuestión sucedieron en 1.976. Un viernes
impreciso del mes de agosto, en el barrio de Zurbaran (Bilbao),
una familia fue testigo de la presencia y desaparición
de una "luz nocturna" acompañada de un
sonido que pudo ser registrado en una grabadora portátil.
Dicha familia, compuesta por Manuel, su esposa María
del Carmen, su hijo Pablo y la madre de Manuel -que por
razones de salud y edad no quiso su familia que fuese entrevistada-
informó tres años más tarde y de manera
fortuita al investigador Pedro Javier Gómez sobre
los hechos que reconstruimos a continuación.
Habiéndose acostado toda la familia tras ver un programa
de televisión que finalizó sobre las 24 horas,
percibieron un sonido que en principio identificaron como
el goteo de un grifo. Tras una inspección de los
grifos de la casa por parte de María del Carmen,
queda patente que no eran éstos las fuentes de dicho
ruido, por lo que toda la familia se puso en pie para inspeccionar
la casa, determinando finalmente que aquel ruido provenía
del exterior.
Manuel abrió la ventana y descubrió que, sobre
el tejado de un rascacielos situado enfrente -separado 55
metros de la vivienda de los testigos-, flotaba en el aire,
inmóvil, una masa luminosa de gran tamaño,
de forma imprecisa y de color rojo-anaranjado. Mientras
tanto, seguía oyéndose el sonido inicial.
En otro edificio muy próximo al suyo -situado a unos
siete metros aproximadamente-, vieron a una vecina asomándose
al exterior para colgar la ropa, pero sin posibilidad de
presenciar el fenómeno ya que ocurría a sus
espaldas y no disponía de ventanas en aquella dirección.
Más adelante, esta señora dijo a los testigos
haber oído, sin embargo, el peculiar sonido.
El cabeza de familia tomó una grabadora portátil,
introdujo una cinta previamente usada para grabar música
y comenzó a registrar el extraño sonido que
todos habían asociado al fenómeno luminoso.
Mientras él estaba efectuando la grabación
del episodio en la cocina de la vivienda, su esposa y su
hijo hacían continuos viajes entre la cocina y el
dormitorio, donde habían ido a refugiares y de donde
volvían repetidamente para comprobar si "aquello"
continuaba. Según pasaba el tiempo, Manuel situaba
la grabadora a capricho dentro y fuera del recinto, interrumpiendo
la grabación en varias ocasiones porque no apreciaba
cambios en el sonido y también para no grabar el
ruido y los comentarios de su familia. A ello se debe que
sólo consiguiera grabar una cara de la cinta, a pesar
de que el fenómeno se manifestó durante unas
tres horas.
En un momento determinado, de improviso, Manuel oyó
un sonido que calificó de "acelerón",
vio una especie de remolino en el aire y pensó que
"aquello" se había ido, aunque todavía
seguía oyéndose el sonido. Al encaramarse
mejor en la ventana, observó que "aquello"
se había situado sobre su propia casa, a pesar de
que no había podido presenciar desplazamiento alguno.
Si bien se sintió entonces más asustado y
se dispuso a acostarse; lo cierto es que
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se pasó yendo y viniendo de su habitación
al comedor y viceversa hasta que el fenómeno dejó
de manifestarse.
Manuel percibió que, durante todo el suceso, los
perros de una bajera cercana estuvieron ladrando no de forma
agresiva, sino temerosa.
A las 2,30 ó 3 horas, cesó el sonido y, al
asomarse nuevamente, el testigo principal comprobó
que la "luz" había desaparecido.
En posesión del primer informe elaborado por el investigador
bilbaíno Pedro Javier Gómez, procedimos en
1.983 a inspeccionar el lugar del avistamiento y sus inmediaciones.
La vivienda de los testigos está situada en la periferia
del barrio de Zurbaran. Dicho barrio bilbaíno se
encuentra edificado parcialmente sobre la ladera del monte
Archanda, encontrándose el domicilio de los testigos
en un lugar relativamente alto.
En esta zona de la capital vizcaína, la urbanización
es muy deficiente. Se ha construido anárquicamente,
alternándose casas de tres y cuatro plantas de construcción
antigua con otras más recientes de tipo "rascacielos".
Para acceder a la casa de los testigos, puede subirse por
una calle convenientemente asfaltada que le sitúa
a uno más o menos cerca de todo un grupo de viviendas.
Sin embargo, si se desea atajar a pie por entre las viviendas,
hay que sortear terraplenes de tierra y escombros, circulando
por estrechos senderos encementados.
Según nos comentaron en el lugar, esto ha existido
desde siempre y vino a agravarse con motivo de los desprendimientos
de tierra ocurridos en el monte próximo durante las
inundaciones que asolaron la zona a finales del verano de
1.983. En varios rellanos, frente a los portales de las
viviendas, brota agua del terreno y discurre por surcos
practicados en el cemento a tal efecto hasta unos sumideros.
A escasos metros de la vivienda de los testigos -no más
de ocho o diez-, hay un terraplén con una anchura
de unos veinte metros, una pendiente de unos doce y una
inclinación próxima a los 45º, que hasta
las antedichas inundaciones se encontraba poblado de matorrales
y zarzas y que ahora, para evitar nuevos desprendimientos,
se ha cubierto con rocas adheridas entre sí con cemento.
A unos 80 ó l00 metros por encima de esta vivienda,
aparece un tramo de monte agreste. En primer término,
existe gran cantidad de pequeñas huertas rodeadas
de hierba de poca altura, en lo que años atrás
era terreno lleno de maleza. El número de estas pequeñas
huertas ha crecido mucho en los últimos años,
incrementándose al compás de la inestabilidad
laboral de la zona. Poco más arriba, aparece algo
de arbolado con abundante maleza y grandes escarpaduras
sobre terreno arcilloso, la mayoría desprendimientos
ocurridos durante las inundaciones. Subiendo algo más,
vuelve a haber edificios.
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En la parte baja del monte, no lejos de la vivienda de
los testigos, observamos algunos arroyos de pequeño
caudal, así como algunos manantiales.
En dirección opuesta, bajando este barrio y a unos
370 metros de la vivienda de los testigos, se encuentran
las ruinas de la empresa metalúrgica Heva Echevarría,
SA. Está prácticamente demolida, aunque se
apreciaban todavía en nuestra visita algunas chimeneas
en pie y restos de útiles e instalaciones de fundición,
como hornos, cucharas, restos de lingoteras, etc.. A juzgar
por los restos que contemplamos e informaciones posteriores,
el potencial de esta fábrica fue considerable: seis
hornos de carbón, tres eléctricos, taller
de estampación y tren de laminación en caliente
eran lo más destacable. Dejó de producir a
final de la década de los setenta y su demolición
ha sido lenta, no habiendo finalizado todavía. Junto
a estas ruinas, se encuentra una fábrica de gas en
funcionamiento.
El tamaño aproximado del presunto ovni era de 50
metros de diámetro, teniendo una forma ovalada-circular
y bordes indefinidos. Su color era un rojo-anaranjado intenso
visto como a través de humo o bruma. Primero fue
observado en un punto y después en otro; nadie fue
testigo del traslado de un punto a otro. La familia testigo
del suceso atribuyó al ovni unos extraños
"bips" de los que obtuvieron una grabación.
Ante esta descripción, extraída de la declaración
de los testigos, se presentaron varias posibles explicaciones
del fenómeno luminoso:
1ª.- Un foco luminoso instalado en la fábrica
o en sus inmediaciones. La labor de encuesta nos llevó
a la conclusión de que no hubo tales focos.
2ª. El resplandor de la descarga de una colada de hierro
fundido en la fábrica. Hubo que descartar esta explicación,
ya que dicha maniobra nunca se prolonga más allá
de veinte o veinticinco minutos y los testigos hablan de
unas tres horas.
3ª.- Un rayo en bola. Tanto el tamaño como la
duración son excesivos, por lo que desechamos esta
hipótesis.
4ª.- Algún otro efecto luminoso que requería
más investigación. Dado que la fábrica
había dejado de funcionar años atrás
y la observación personal no era posible, no nos
quedó otra solución que llevar a cabo una
encuesta retrospectiva.
El día 3 de marzo de 1.984, nos volvimos a desplazar
al lugar de los hechos y, tomando una zona comprendida entre
las ruinas de la fábrica y los alrededores de la
vivienda de los testigos, realizamos una veintena de encuestas
entre personas elegidas al azar.
En la primera aproximación, hablando con los empleados
de una cafetería acerca de la historia de aquella
fábrica, descubrimos un gran interés y preocupación
de aquella gente por el tema de la contaminación.
Aquello nos proporcionó la idea sobre el modo de
enfocar nuestras preguntas de la manera menos forzada posible:
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desvincular todos los planteamientos del tema ovni, sin
centrarnos ni siquiera en el apartado "luz", dejando
que este último aspecto surgiera esporádicamente
al hilo de la conversación. Así pues, éramos
personas interesadas por el medio ambiente que preguntaban
por cosas como: ¿qué tipo de quejas había
en el barrio cuando funcionaba la fábrica?, ¿qué
aspecto tenían el humo y el polvo que despedía?,
¿molestaban por las noches los ruidos o algunos resplandores?...
De esta manera, nos hablaron de "lo humano y lo divino"
en lo concerniente a esta fábrica, llegando alguno
de los consultados a asegurar que el cierre de la misma
se había decidido debido a las quejas por la contaminación
y las molestias que ocasionaba.
Cada cual expresaba su parecer al respecto, estableciendo
libremente las comparaciones que creía oportunas.
Unificando un poco estas declaraciones, se puede establecer
que durante todo el día -las veinticuatro horas-
se oían muchos ruidos procedentes de los talleres.
Además, de las grandes chimeneas manaba constantemente
un humo marrón muy denso que en ocasiones afectaba
parte del barrio. Algunas veces, se veían asomar
llamaradas procedentes de los hornos de carbón. En
ocasiones, surgían densas nubes de polvo y humo que
resplandecía con una luminosidad rojiza tanto en
la boca de las chimeneas como varios metros por encima de
ellas.
Situándonos en un lugar ligeramente más alto
que la vivienda de los testigos, pudimos observar que su
casa, el rascacielos sobre el que se vio el fenómeno
y una chimenea de la fábrica forman una perfecta
línea recta. Incluso la altura de la chimenea sugiere
que el presunto ovni estaba situado exactamente sobre su
boca. Junto a esta chimenea hay otras varias muy cercanas.
El aparente cambio de posición del fenómeno
luminoso podría explicarse por un cambio de chimenea.
Por último, los testigos hablan de que el fenómeno
dura unas tres horas, tiempo que coincide con el habitual
de una colada.
Desde el primer momento en que escuchamos la grabación,
nos dio la impresión de que podía tratarse
de algo usual: el canto de un pájaro o quizá
de un sapo.
Lógicamente, el siguiente paso en nuestra labor consistía
en identificar tal sonido.
Proporcionamos una copia de la grabación del sonido
del presunto ovni y otra del canto de un sapo partero a
diversos expertos pertenecientes a instituciones científicas.
Ellos no sabían cuál era la cinta que recogía
el canto del sapo y cuál el sonido del presunto ovni,
y nos manifestaron su opinión de que en ambos casos
se trataba del canto de un sapo partero (Alytes Obstetricans).
Concretamente, así lo confirmaron el biólogo
José Luis Caso, los ingenieros de telecomunicaciones
Manuel Báez y Alfredo Bonavida, y la doctora en biología
Ana Omedes. Ésta última envió además
a los autores dos grabaciones y siete sonogramas realizados
en la Fonoteca Zoológica del Museo de Zoología
de Barcelona.
Lo cierto es que el lugar, con huertas próximas,
un terraplén cercano, maleza, arroyos, charcos junto
a las viviendas, etc., constituye un hábitat muy
propicio para los sapos parteros.
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Ruinas de la nave de fundición de HEVA Echevarría,
S.A. Vista de algunas chimeneas sin demoler, durante nuestra
investigación. Se trata del pabellón más
próximo a la vivienda de los testigos.
Situación relativa de la vivienda de los testigos
y la factoría.
En primer plano (A), vivienda de los testigos. Al fondo
(B), algunas chimeneas de la nave de fundición.
Origen de los sonidos grabados: Alytes Obstetricans (Sapo
partero).
Ejemplar situado en una charca próxima a la vivienda
de los testigos. Especie abundante en el lugar.
P-11
Como confirmación adicional, decidimos preguntar
a las gentes del lugar acerca de los sapos.
A unos 100 metros de la vivienda de los testigos, en una
de las huertas encontramos a un hombre trabajando una pequeña
parcela. Al interrogarle acerca de la existencia de sapos
o si había oído sus cantos, nos dijo que sí,
que se oían en el verano y vivían cerca del
riachuelo, en la "vaguada".
Unos metros más adelante, caminando por una carretera
semiasfaltada denominada Vía vieja de Lezama, encontramos
dos jubilados que volvían de un paseo por el monte.
Al preguntarles por los sapos, nos dijeron que se oían
en el verano y que hace unos años se oían
más.
Continuamos avanzando por la citada carretera, deteniéndonos
en un bar situado a unos 300 metros del domicilio de los
testigos y preguntamos al joven Josetxu, que servía
en la barra, acerca de algún lugar en las inmediaciones
en que pudiera haber sapos. Nos respondió confirmando
el testimonio de los dos jubilados y añadiendo que
los animales son pequeños y su canto semeja un "bip-bip".
Regresamos en dirección a la vivienda de los testigos
y accedimos a una de las huertas en la que estaban trabajando
varias personas. Cuando les preguntamos acerca de los sapos,
dieron una respuesta similar a la de los entrevistados con
anterioridad. Pero además, y sin darle mayor importancia,
nos mostraron varias charcas con renacuajos y pudimos fotografiar,
en un depósito de agua, un grupo de tres sapos. Insistieron
en que en el verano había muchos más.
En consecuencia, pudimos comprobar fehacientemente no sólo
la existencia de estos animales en la zona de los hechos,
sino también su generosa abundancia.
La medianoche y la simultaneidad de dos fenómenos,
que no por corrientes habrían sido anteriormente
observados con suficiente detalle, actuaron como caldo de
cultivo idóneo para que los testigos creyesen honradamente
encontrarse ante un acontecimiento excepcional.
Ahora bien, el resultado de nuestras pesquisas no ha sido
en absoluto del agrado del ufólogo Juan José
Benítez, quien ha declarado en varias ocasiones a
la prensa que está convencido de que la cinta contiene
una grabación del sonido de un ovni.
El 21 de marzo de 1.985, en el programa Cara y Cruz de TVE-País
Vasco [4], Juan José Benítez descalificó
la investigación llevada a cabo por los autores por
ser el nuestro un "grupúsculo de aficionados
de los que crecen como hongos". Tenemos que señalar
que el periodista no podía conocer nuestro trabajo,
puesto que el tema surgió en el programa a raíz
de un comunicado de prensa que los autores habíamos
facilitado a la Agencia Efe y ésta había divulgado
aquella misma mañana. Así pues, el juicio
de Benítez se basaba únicamente en su sempiterno
desprecio por la labor de quienes se dedican a investigar
racionalmente la temática paranormal.
A pesar de que Juan José Benítez nos atacó
personalmente y de que los autores nos dirigimos a TVE-País
Vasco exigiendo derecho de
P-12
réplica y ofreciéndonos a presentar todas
las pruebas ante las cámaras y el ufólogo,
los responsables del programa Cara y Cruz dieron la callada
por respuesta.
Para apoyar sus conclusiones extraterrestres, Benítez
ha afirmado que la cinta ha sido objeto de estudio por parte
de la Armada española en los laboratorios de Cartagena
[2, 3 y 4], llegando en una ocasión a afirmar que
la Armada había admitido que el sonido provenía
de un ovni (¡). Cuando los autores hemos consultado
a la Armada sobre el particular, nadie nos ha confirmado
las afirmaciones del periodista.
Quizás algún lector se sorprenda por el hecho
de que alguien tome el canto de un sapo partero por el sonido
de una pretendida nave extraterrestre. Hay ocasiones en
las que la realidad es más sorprendente que la ficción.
En este caso, la evidencia nos lleva a afirmar sin ninguna
duda que el sonido grabado pertenece al canto de un vulgar
sapo. Y nos parece mucho más lógico pensar
que -con las pruebas que hemos aportado- en agosto de 1.976
una familia tomó el canto de un sapo por algo mucho
más misterioso, que pensar que unos pretendidos extraterrestres
se disfracen de sapos parteros para asustar a cuatro personas.
A pesar de que los sonogramas del ruido de Zurbaran y de
cantos de sapos parteros se corresponden perfectamente,
que en la zona hay multitud de sapos parteros, que habitantes
del lugar sostienen que cuando más ruidosos son estos
animales es en agosto...; siempre habrá alguien dispuesto
a hacernos creer que él tiene pruebas del origen
extraterrestre del pretendido ovni de Zurbaran. También
hay personas que dicen vender duros a cuatro pesetas.
AGRADECIMIENTOS
A Manuel Báez, Ingeniero Superior de Telecomunicación,
por la digitalización y tratamiento mediante ordenador
de las diferentes señales en la Escuela Técnica
Superior de Ingenieros de Telecomunicación.
A Alfredo Bonavida, Ingeniero Superior de Telecomunicación
del Instituto Nacional de Acústica, por el análisis
de diversas cintas con sofisticados equipos.
A José Luis Caso, licenciado en Ciencias Biológicas
y profesor de la Universidad de Oviedo, por la audición
de diversas cintas y su opinión técnica.
A Pedro Javier Gómez y José Ángel Hermosilla,
por poner a nuestra disposición los datos recogidos
en sus pesquisas.
A Ana Omedes, doctora en Ciencias Biológicas del
Museo de Zoología de Barcelona, por la búsqueda
en diversas fonotecas zoológicas mundiales de sonidos
parecidos, sus opiniones, consejos y la realización
de diversos sonogramas, tanto de Alytes Obstetricans como
del supuesto ovni.
A Ángel Salaverría, licenciado en Ciencias
Físicas y profesor de la Escuela Superior de Ingenieros
Industriales de San Sebastián, por sus análisis
de las "señales emitidas por el ovni" debidamente
digitalizadas.
A M. Salaverría, director de Radiocadena Española
de San Sebastián, por permitirnos realizar copias
de alta fidelidad de la cinta del supuesto ovni.
P-13
NOTAS
[1] Gómez Pascual, Javier; Gámez, Luis Alfonso;
Martínez Villaro, Jesús; y Ares de Blas, Félix:
"Barrio de Zurbaran. Bilbao 1.976. Una familia ve un
ovni y graba un extraño sonido". -Edita José
Ruesga Montiel.- Cuadernos de Ufología (Sevilla),
Nº 7 (septiembre 1.984).- 8-16.
[2] IIEE: "Análisis de una cinta magnética
(casete) propiedad de la RNC, Sevilla, con probable sonido
de un ovni" .- Barcelona.- Marzo 1.980.
[3] "Graban el sonido de un ovni en Bilbao" .-La
Gaceta del Norte.- 12-III-1.987.
Pérez, Carmen: "La Armada analiza la grabación
del ovni aparecido en Zurbaran"- Tribuna vasca.- 13-III-1.987.
[4] Cara y Cruz.- TVE-País Vasco.- 21-III-1.985.
LES DOSSIERS SCIENTIFIQUES DU PARANORMAL ET DE L´OCCULTE
El doctor Henri Broch, Consultor Científico y Técnico
del CSICOP, ha creado para la Universidad de Niza un nuevo
servicio enmarcado dentro del sistema Minitel. Se trata
de Les Dossiers Scientifiques du Paranormal et de l'Occulte.
El interesado puede consultar este servicio y:
- acceder a la información escéptica sobre
los temas paranormales reunida en numerosos expedientes
científicos;
- hacer todas las preguntas que considere oportunas;
- discutir en tiempo real o diferido sobre la llamada temática
paranormal;
- intentar responder al reto Broch-Majax dirigido a quienes
dicen poseer poderes paranormales por Henri Broch, como
físico, y Gerard Majax, como ilusionista, que cuenta
con un premio independiente de aproximadamente $85.000 ofrecido
por un grupo encabezado por J. Theodor de la Universidad
de Bruselas; o
- conseguir las direcciones de agrupaciones escépticas
y conocer la bibliografía y revistas existentes.
En estos momentos, el servicio contiene más de 3.000
pantallas de información escéptica y más
de 800 referencias.
Les Dossiers Scientifiques du Paranormal et de l´Occulte
Minitel: 36.15/ ZET
P-14
EL ESTALLIDO DE LA HISTORIA DE LOS PLATILLOS ESTRELLADOS
SUS DEFENSORES IGNORAN LAS PRUEBAS EXISTENTES RESPECTO A
LA FALSEDAD DE TAL HISTORIA
Philip J. Klass
Philip J. Klass es presidente del Subcomité Ovni
del Comité para la Investigación Científica
de los Supuestos Hechos Paranormales (CSICOP) y autor de
los libros Ufos: Identified, Ufos: Explained, Ufos: The
Public Deceived y UFO-Abductions: A Dangerous Game.
Una indicación reveladora de la credulidad de muchos
de los actuales líderes del movimiento ufológico
es la aceptación generalizada de la afirmación
según la cual el gobierno de los Estados Unidos recuperó
en 1.947 uno o más platillos volantes estrellados
y los cadáveres de los supuestos ocupantes -un cuento
que ya fue rechazado hace treinta años por los principales
ufólogos del momento-. Al igual que en otros congresos
anteriores organizados por el Equipo de Trabajo Ovni (MUFON),
en la conferencia de 1.985 MUFON, la organización
ufológica más importante de Estados Unidos,
se debatió un informe sobre platillos accidentados.
Las historias de platillos volantes estrellados salieron
por primera vez a la luz en 1.950, sólo tres años
después de que los ovnis hubieran sido "descubiertos",
en un libro de gran éxito de Frank Scully, en aquel
entonces columnista de Variety -la "Biblia del Mundo
del Espectáculo"-. Pero la descabellada historia
de Scully no tardó en ser rechazada incluso por la
revista True, que pocos meses antes había contribuido
al lanzamiento de la era ovni publicando un artículo
de Donald Keyhoe en el que se afirmaba que la Tierra estaba
siendo visitada por naves extraterrestres.
Scully había obtenido su información acerca
de los "platillos
accidentados" de dos hombres que dos años más
tarde serían presentados como estafadores en un artículo
del joven reportero J.P. Cahn aparecido en True. Poco después,
los dos hombres fueron arrestados y condenados por vender
un dispositivo denominado "Doodlebug", que, según
ellos, servía para localizar yacimientos petrolíferos.
Una de las víctimas de la estafa había invertido
más de doscientos treinta mil dólares. Los
dos hombres fueron acusados de fraude.
La historia de platillos volantes estrellados en New Mexico
fue ignorada por los ufólogos serios durante más
de tres décadas. Fue en l.980 cuando el asunto resucitó
de la mano de Charles Berlitz y William L. Moore en su libro
El incidente. Berlitz acababa de alcanzar fama y fortuna
con su libro sobre el Triángulo de las Bermudas,
en el que afirmaba que en dicha zona desaparecían
misteriosamente aviones y barcos -algunos de los cuales
nunca existieron en realidad-. Moore acababa de publicar
un libro titulado El misterio de Filadelfia, en el que contaba
que durante la Segunda Guerra Mundial la Marina de los Estados
Unidos había descubierto una técnica que podría
hacer invisibles sus barcos. Sin embargo, según Moore,
la Marina había decidido no poner en
P-15
práctica tan extraordinaria técnica porque
su utilización causaba
jaquecas a los marineros y en algunos casos les hacía
enfermar.
Con esta herencia, uno -a menos de que esté familiarizado
con la increíble credulidad de muchos ufólogos-
podría esperar que los líderes del movimiento
ovni tomaran las historias de Berlitz y Moore con bastante
escepticismo. Sin embargo, hasta Bruce S. Maccabee, uno
de los ufólogos técnicamente más competentes
y cabeza del Fondo para la Investigación Ovni (FUFOR),
respaldó el libro de Berlitz y Moore en una reseña
crítica del libro publicada en la revista Frontiers
of Science.
No resulta extraño que Berlitz y Moore omitieran
intencionadamente en su libro la importante evidencia que
demostraba la falsedad de la historia sobre platillos estrellados.
Pero, considerando la cantidad de tiempo que los ufólogos
gastan en remover documentos una vez clasificados en una
búsqueda desesperada de pruebas de un masivo encubrimiento
gubernamental, lo que es curioso es que ningún ufólogo
haya sido capaz de advertir, o publicar, cómo tal
evidencia echa por los suelos la hipótesis de los
platillos estrellados.
Según Berlitz y Moore, un platillo volante se estrelló
en el rancho de W.W. Brazel durante la primera semana de
julio de 1.947, y otro lo hizo posiblemente poco después
cerca de Socorro. La posición del Cuerpo de la Fuerza
Aérea (que pronto pasaría a llamarse Fuerza
Aérea de los Estados Unidos) era que los restos encontrados
no pertenecían a otra cosa más que a un reflector
de radar instalado en un globo, un dispositivo semejante
a una cometa forrado con papel de aluminio, empleado para
calibrar los radares terrestres.
Naturalmente, Berlitz y Moore rechazaron esa explicación,
apelando a los recuerdos de treinta años atrás
de los ciudadanos del lugar y a cierto número de
recortes de prensa de 1.947. Una importante noticia de prensa
que omitieron completamente Berlitz y Moore era un despacho
de la Agencia Associated Press (AP) fechado el 9 de julio
de 1.947 y basado en una entrevista con el propio Brazel.
El artículo citaba las palabras de Brazel, que decía
haber descubierto los restos mientras cabalgaba por su rancho
el 14 de junio -más de dos semanas antes de la fecha
en que según Berlitz y Moore se había estrellado
el platillo volante-.
La descripción que hizo Brazel de lo que encontró,
según el citado artículo de la AP, confirmaba
la posición del gobierno de que el objeto era sólo
un reflector de radar instalado en un globo: "gran
cantidad de trozos de papel cubiertos de una substancia
que parecía metálica unidos por pequeñas
estaquillas, como una cometa. Dispersos al lado de estos
materiales sobre un área de unos ciento ochenta metros
había trozos de goma gris. Todas las piezas eran
pequeñas". El artículo citaba a Brazel
diciendo: "Al principio pensé que sería
una cometa, pero no podríamos compararla con ninguna
de las que yo haya visto jamás".
Según Berlitz y Moore, el platillo volante estrellado
desapareció rápidamente en dirección
a la Base de la Fuerza Aérea de Wright-Patterson,
cerca de Dayton (Ohio), donde iba a ser estudiado. Esta
base era el centro neurálgico técnico de la
Fuerza Aérea, incluyendo sus operaciones de inteligencia
en el extranjero. En
P-16
Parte del artículo de 1.947 de la Agencia AP en
el que se informaba de que el ranchero de New Mexico W.W.
Brazel había descubierto los restos el 14 de junio.
Esto quiere decir que los encontró dos semanas antes
de la fecha en que tuvo lugar el accidente del platillo
volante al que se refieren Berlitz y Moore. Brazel describió
los restos como gran cantidad de trozos de papel recubiertos
de una substancia que parecía metálica unidos
por pequeñas estaquillas, como una cometa. Al lado
de estos materiales, había trozos de goma gris.
aquella época, el comandante de la base era el General
Nathan Twining, quien más tarde se convertiría
en jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea.
En septiembre de 1.947, después de la oleada de observaciones
ocurridas en la estela de la que protagonizó el piloto
Kenneth Arnold en junio, el jefe del Estado Mayor del Cuerpo
de la Fuerza Aérea solicitó un informe de
la situación al General Twining, lo que éste
último llevó a cabo en su carta de fecha 23
de septiembre de 1.947. Berlitz y Moore citan en numerosas
ocasiones esta carta, incluyendo la afirmación de
Twining de que "el fenómeno sobre el que se
informa es algo real y no visionario o ficticio". Pero
los autores omiten una frase particularmente importante
de esa carta, en la que Twining advierte que existía
una "ausencia de evidencia física en la forma
de los restos recuperados del siniestro que probara sin
dudas la existencia de tales objetos". Y Twining era
el oficial al mando de la base donde, según Berlitz
y Moore, los científicos más destacados habían
estado analizando los restos del platillo volante estrellado
durante más de dos meses.
Tras omitir esta frase de Twining, los autores añadieron:
"Es comprensible que el memorando de Twining no haga
ninguna referencia al disco de Roswell...". Es comprensible,
si los restos enviados a Wright-Patterson fueran sólo
los pertenecientes al reflector de radar de un globo, y
no a un platillo volante estrellado. La explicación
alternativa es que nadie informaba al General Twining de
los importantes trabajos realizados en la base que éste
mandaba, o que Twining estuviera mintiendo intencionadamente
a su propio oficial superior.
Según palabras de Berlitz y Moore, aunque hubo decenas
de ciudadanos corrientes en New Mexico que, sin ninguna
"necesidad de conocer", se enteraron rápidamente
del accidente del supuesto
P-17
platillo, el hecho fue negado por el jefe del Estado Mayor
del
Cuerpo de la Fuerza Aérea porque "no poseía
las pruebas necesarias". Su nombre: Dwight D. Eisenhower.
Incluso cuando el General Eisenhower llegó a ser
presidente, siempre según estos autores, no fue informado
de la recuperación de los restos de los platillos
estrellados hasta más de un año después,
debido a que "algunos de los que ostentaban el mando
en la inteligencia militar no confiaban en Ike...".
(Hay que recordar que Allen Dulles, director de la Central
de Inteligencia bajo el mandato de Eisenhower, era hermano
del Secretario de Estado John Foster y amigo personal de
Eisenhower.)
A comienzos de 1.953, los altos oficiales del cuartel general
del Comando de Defensa Aérea en Colorado Springs
(Colorado) recibieron un informe del programa de investigación
ovni de la Fuerza Aérea remitido por el Capitán
Edward Ruppelt, que entonces encabezaba el Proyecto Libro
Azul. El informe fue clasificado "Secreto", según
explica Ruppelt, por lo delicado de la información
que contenía, que se refería a la cobertura
de la red de radares dedicada a la defensa aérea
del país levantada en el periodo de la guerra fría.
Posteriormente, el informe de Ruppelt fue desclasificado
y ahora hace diez años que se publicó en el
libro de Brad Steiger Proyecto Libro Azul.
El jefe del Proyecto Libro Azul comunicó a los oficiales
del Comando de Defensa Aérea:
"En este momento puede afirmarse que, en lo que concierne
al estado de la cuestión, no existen indicios de
que los citados objetos sean una amenaza directa para los
Estados Unidos, ni existe prueba alguna de que haya objeto
extraterrestre alguno volando sobre este país o,
hasta donde sabemos, sobre el resto del mundo. Esto siempre
se relaciona con la cuestión de los viajes espaciales...
y la opinión de la mayoría de los científicos
o de gente cualificada es que no resulta imposible que algún
otro planeta esté habitado y que envíe seres
vivos a la Tierra.
"Sin embargo, no hay ninguna -quiero subrayar la palabra
ninguna- evidencia de ello en ningún informe recibido
por la Fuerza Aérea... Nunca hemos recobrado ninguna
"maquinaria". Con ello, me refiero también
a cualquier pieza, fragmento, artículo u otra cosa
que pudiera indicar que nos hallamos ante un material u
objeto desconocido..."
Otra prueba evidente que niega las afirmaciones sobre platillos
volantes estrellados puede encontrarse en el material que
en su día se clasificó como "Secreto",
obtenido de los archivos de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) a finales de 1.978 mediante el Acta de Libertad de
Información. Estos informes de la CIA revelan que
a mediados de 1.952, debido probablemente a la amplia difusión
que se dio a los ovnis detectados por las pantallas de radar
del Aeropuerto Nacional de Washington, la Casa Blanca pidió
a la Agencia que hiciera un informe independiente de la
situación. A resultas de ello, los científicos
más destacados de la CIA se fueron a Dayton para
conseguir un informe de la Fuerza Aérea sobre los
avances que hubiera podido hacer el Proyecto Libro Azul.
Tras ello, a mediados de agosto, aquellos destacados científicos
informaron por escrito al director de la Agencia Central
de Inteligencia.
En uno de aquellos documentos, fechado el 14 de agosto y
originalmente clasificado "Secreto", el informador
exponía la posible explicación para las observaciones
ovni, incluyendo la posibilidad de que alguno pudiera haber
sido ocasionado por naves
P-18
extraterrestres. Pero el informador añadía:
"hasta el presente, no
existe la menor evidencia que apoye esta teoría...".
Otro documento, fechado el 15 de agosto y alguna vez "Secreto",
decía: "Por último, no se ha recogido
nunca ningún resto o evidencia material a continuación
de un avistamiento inexplicado".
Recientemente, gracias al Acta de Libertad de Información,
los ufólogos obtuvieron un informe de la Inteligencia
Aérea fechado el 10 de diciembre de 1.948 que había
sido clasificado "Alto Secreto". Fue considerado
un "hallazgo" tan importante que The MUFON Ufo
Journal dedicó casi por completo su número
de julio de 1.985 a reproducir esta documentación,
confeccionada conjuntamente por la Dirección de Inteligencia
de la Fuerza Aérea y la Oficina de Inteligencia Naval.
El objeto del informe era proporcionar una mejor estimación
del estado de la cuestión ovni en 1.948.
Aunque este documento una vez "Alto secreto" se
confeccionó más de un año después
de cuando Berlitz y Moore señalan que se había
recogido al menos un platillo volante estrellado en New
Mexico por parte de los oficiales de defensa, no existe
ninguna mención de tal hecho. Por el contrario, el
informe centra su especulación en la posibilidad
de que observaciones de ovnis pudieran ser generadas por
vuelos de reconocimiento soviéticos, usando posiblemente
modernos vehículos construidos con la ayuda de científicos
alemanes capturados.
El documento de 1.948 concluye:
"Debe [sic] aceptarse que se ha observado algún
tipo de objetos voladores, aunque su identificación
y origen no ser discernibles. En interés de la seguridad
nacional, sería imprudente no contemplar la posibilidad
de que estos objetos puedan ser de origen extranjero".
Presumiblemente, este informe será estudiado por
el director internacional del MUFON, Walter Andrus, y por
otros destacados
ufólogos. ¿Se darán cuenta de las obvias
deducciones (y las otras
evidencias antes señaladas) que deben hacerse ante
las historias de Berlitz y Moore sobre platillos volantes
estrellados? ¿O continuará Moore contando
sus cuentos en futuras conferencias del MUFON, sugiriendo
a la audiencia que crea que en alguna parte, en algún
secreto sótano propiedad del gobierno, se esconden
restos y quizás hasta cadáveres de alienígenas
que algún día puedan confirmar los deseos
más íntimos de los ufólogos?
En The Skeptical Inquirer (Buffalo), Vol. X, Nº 3 (primavera
1.986), 234-241; bajo el título "Crashed of
the Crashed-Saucer Claim".
Trad. de Jesús Martínez Villaro.
P-19
FENÓMENOS PARANORMALES
Luis Alfonso Gámez Domínguez
La noticia saltaba en las páginas de la revista
Interviú el 25 de noviembre de 1.987: la saga de
libros de Juan José Benítez "Caballo
de Troya es un plagio". Tal afirmación no nos
sorprendió en absoluto a algunos miembros de ARP,
pues los primeros rumores que calificaban la saga del prolífico
reportero de flagrante plagio habían llegado a nuestros
oídos en 1.985.
La publicación de una noticia de ese talante en las
páginas de Interviú nos olió desde
el principio a maniobra gestada en la ribera del Mediterráneo.
Hacía dos años, quien esto firma había
recibido una llamada telefónica en la que se le informaba
de que un conocido ufólogo catalán había
llegado a la conclusión de que Benítez había
copiado en su sagas troyanas buena parte de The Urantia
Book, libro en el que se recogen unos textos pretendidamente
"revelados" en la década de los años
cincuenta por seres extraterrestres a un misterioso personaje.
El artículo publicado en Interviú el 25 de
noviembre de 1.987 mostraba bien a las claras el plagio.
Párrafos completos de The Urantia Book habían
sido traducidos casi literalmente por Benítez e incluidos
en su saga Caballo de Troya y en La Rebelión de Lucifer.
El 13 de enero pasado, Interviú volvió a la
carga afirmando que "El autor de Caballo de Troya fusiló
también dos obras editadas en España",
en concreto Ummo, otro planeta habitado, de Fernando Sesma,
y El misterio de Ummo, de Antonio Ribera. Las obras de Sesma
y Ribera tratan de unos documentos facilitados a ufólogos
españoles desde mediados de la década de los
años sesenta por unos presuntos extraterrestres y
están en la línea clásica de irracionalidad
propia de estos autores. El hecho de que el artículo
del 13 de enero se refiriera a la obra de Sesma reforzó
aún más nuestras sospechas sobre la localización
en la ribera del Mediterráneo de la fuente informativa
de Interviú; dado que el libro de Sesma es prácticamente
imposible de conseguir en la actualidad, la información
tenía que provenir de un ufólogo.
Por fin, el 3 de febrero, el editor Fernando Lara reconoció
en las páginas de Interviú que "ya sabíamos
que había transcrito
P-20
literalmente páginas de Urantia" y que la revista
no había mentido al denunciar el plagio del periodista
navarro. Y salió a la luz el nombre de la persona
que había estado dirigiendo la maniobra desde la
sombra: el ufólogo catalán Antonio Ribera.
Nuestras sospechas las habíamos confirmado ya el
24 de enero en Radio Euskadi, cuando se las comentamos a
uno de los locutores de un programa en el que intervinimos
y éste nos dijo que el propio Benítez le había
dicho que Ribera estaba detrás de todo.
A pesar de reconocer la copia, Benítez y sus editores
se niegan a admitir que las obras del primero sean un plagio
porque, como reconoce Benítez, "la naturaleza
de tales textos, de origen extra-humano, me autoriza a `beber'
o inspirarme en ellos, de la misma forma que podría
hacerlo (y otros muchos lo han hecho) con cualquier libro
sagrado o de inspiración divina. Legal y moralmente,
el asunto del copyripht es, cuando menos, discutible".
¡Sin comentarios!
Parece ser que los reportajes publicados por Interviú
no han sido del agrado de la redacción de la esotérica
Karma.7.
A mediados de 1.985, la revista pseudocientífica
Karma.7 se había hecho eco de las denuncias de Antonio
Ribera y de las consiguientes réplicas del traductor
navarro; aunque lo había hecho sin entrar a analizar
la cuestión a fondo. En el número de febrero
de 1.988 de Karma.7, José Mª Armengou escribió:
"... en la cuestión de la copia masiva y textual
de Urantia, la denuncia tal vez tenga una justificación
en revistas especializadas como la nuestra, pero tal vez
no la tenga a través de semanarios tan populares
como Interviú, siendo que el plagio por parte de
autores se da infinidad de veces aunque se recurra a la
justificación de comillas y cambios de tipo y tamaño
de letra.
"¿Había necesidad de esta `nueva' denuncia,
ahora a un año largo de ya conocerse? ¿Acaso
la denuncia no hará vender más? ¿Cuál
es el verdadero fin de todo este jaleo?...
"Y en última instancia un amigo nos dice que
`pasa' de todo y sólo sabe que gracias a Benítez
se entera de lo que dice Urantia que, a fin de cuentas,
como dice la Editorial, un libro-mensaje de este tipo no
puede comercializarse en exclusiva, y más cuando
es `original´ de extraterrestres. ¡Quizá
tenga toda la razón!"
El primer párrafo de José Mª Armengou
es digno de enmarcar. Además de lo que dice acerca
de la infinidad de plagios existentes, afirmación
que demuestra que Armengou no tiene ni idea de la diferencia
que existe entre una cita y una copia descarada, ¿con
qué derecho puede decirse que no es lógico
que medios de comunicación de la difusión
de Interviú se hagan eco de noticias como la que
nos ocupa? ¿Cree que Karma.7 es una revista con mayor
credibilidad que Interviú? ¿Acaso el consumidor
de libros no tiene derecho a ser informado cuando un éxito
de ventas es en realidad un plagio?
Sí, sí había necesidad de una denuncia
de este tipo; pero no porque haya gente que crea que Caballo
de Troya se basa en hechos reales, porque allá cada
uno con sus creencias y problemas psiquiátricos.
Una denuncia de este tipo ha de servir a la opinión
pública para darse cuenta de la credibilidad que
puede otorgarse a ciertos individuos. Lo que está
muy claro es que este plagio no es más que una significativa
muestra de la ética que guía a los "expertos"
conocedores de lo paranormal.
P-21
Decir que hay que agradecerle a Benítez su labor
por darnos a conocer parte del contenido de The Urantia
Book y que un libro revelado "no puede comercializarse
en exclusiva" es pretender justificar lo injustificable.
The Urantia Book tiene su correspondiente copyright y quien
copia literalmente párrafos y páginas de un
texto registrado sin citar su procedencia y avisar al lector,
está incurriendo en un delito, digan lo que digan
Benítez, sus editores y los cruzados de las pseudociencias.
La actitud conciliadora de Armengou es comprensible desde
el momento en que tanto Juan José Benítez
como Antonio Ribera publican asiduamente colaboraciones
en la revista que él coordina, así que lo
que se diga en Karma.7...
¡Ah!, se me olvidaba. Hace poco encontré en
unos grandes almacenes la novela de Og Mandino Operación:
¡Jesucristo! Y al tercer día..., publicada
por la editorial Diana en México en l.980. Movido
por una malsana curiosidad -"como siempre", dirán
algunos-, se me ocurrió hojear el libro y la casualidad
quiso que diera con las páginas apropiadas para entender
de qué va esta novela. El argumento narra lo que
le sucede a un escritor que viaja en el tiempo a la última
semana de la vida de Jesucristo. Esta idea podrá
parecer poco original a quienes conozcan la trama místico
tecnológica de la saga Caballo de Troya. A mi me
parece totalmente original, sobre todo si tenemos en cuenta
que el libro de Mandino fue publicado varios años
antes que los caballos troyanos de la cuadra de Lara.
El miércoles 3 de febrero amaneció con una
llamada de un colaborador de Radio Euskadi que me informaba
acerca de un extraño fenómeno que se había
presenciado en parte de España al anochecer del día
anterior. Todavía a medio camino entre el reino de
los sueños y el de la realidad, intentaba asimilar
una información que, como mi comunicante reconocía,
era bastante incompleta. En la ducha, tuve oportunidad de
escuchar la opinión de Eduardo Sotillos, director
de Radio Nacional de España (RNE), quien había
presenciado el fenómeno y sostenía que se
trataba de algún tipo de bólido o meteorito.
Así las cosas, entre el gel, el agua y la toalla,
pude hacerme una idea clara de lo que había ocurrido.
Al anochecer del día 2 de febrero una bola de fuego
había atravesado a gran velocidad y altura el cielo
español en dirección Oeste-Este, siendo observada
desde Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava,
La Rioja, Navarra, Toledo, Madrid, Barcelona, Tarragona,
Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Almería.
Desde un primer momento, las características del
fenómeno apuntaban hacia dos posibles explicaciones:
un bólido o una reentrada de algún satélite
artificial o basura espacial.
En el informativo Teleberri de la Televisión Vasca
(ETB), pude conocer la "autorizada" opinión
del ufólogo, miembro del Grupo de Radioaficionados
Ufológicos de Euskadi (GRUE), Ricardo Campo Antoñanzas,
quien no dudó a la hora de afirmar que era evidente
que el fenómeno se correspondía con la observación
de una nave extraterrestre. Ricardo Campo reconoció
ante las cámaras haber observado en varias ocasiones
las evoluciones de este tipo
P-22
de ingenios, lo que ya indica el grado de credibilidad
que pueden tener sus manifestaciones.
Por otro lado, el día 4 de febrero, llegó
a mi conocimiento otra "autorizada" opinión
a través del programa La Otra Orilla de la emisora
Sociedad Universitaria de Radiodifusión-20. En este
caso se trataba de una sanadora, vidente, astróloga,
mística... que se entusiasmó y dio grititos
de alegría ante los micrófonos cuando el presentador
del programa le preguntó sobre el fenómeno.
Lara, que así se llama esta mujer del mundo del espectáculo
que dice ser extraterrestre, estar en contacto directo con
Dios... y ha comido el coco con sus cuentos chinos a buena
parte de la población bilbaína, manifestó
que se había tratado de una nave extraterrestre.
Ése mismo día, me llamó el ufólogo
valenciano Vicente-Juan Ballester Olmos para preguntarme
si el fenómeno se había observado desde Vizcaya.
Estuvimos hablando un rato y coincidimos en la evaluación
de los hechos: la opinión de los astrónomos
parecía confirmar que se había tratado de
un bólido; pero esto no podíamos asegurarlo
hasta que no comprobáramos que no se había
tratado de una reentrada. Los dos nos habíamos dirigido
al comando de Defensa Aeroespacial Norteamericano (NORAD)
para comprobar el segundo punto.
La respuesta negativa del NORAD, respecto a la existencia
de algún tipo de reentrada de satélite o caída
de basura espacial, hizo que volviésemos la mirada
hacia la hipótesis astronómica.
El día 4 de febrero, el diario vasco Deia publicaba
unas declaraciones de Agustín Sánchez, presidente
de la Asociación Astronómica Vizcaína(AAV),
en las que este astrónomo manifestaba que la bola
de fuego probablemente había sido un bólido
o aerolito, que su volumen y velocidad fueron la causa de
su luminosidad y espectacularidad y que entró en
la atmósfera de forma rasante o tangente a la Tierra.
Según informaba la Agencia Efe, la opinión
de Agustín Sánchez coincidía plenamente
con la de otros astrónomos españoles. Además,
también coincidía con la de varios miembros
de la AAV que observaron el fenómeno desde Vizcaya,
con quienes tuve oportunidad de charlar informalmente días
después.
Supongo que Ricardo Campo Antoñanzas y Lara no rectificarán
ante la opinión pública, porque ése
no es su estilo. Ellos salen al escenario, sueltan la incongruencia
de turno reciben los aplausos oportunos y a otra cosa, que
hay muchos incautos en el mundo. Particularmente grave,
me parece el caso de la adivina. Por lo que se ve, sus relaciones
con la divinidad y los extraterrestres no atraviesan un
buen momento y "desde ahí arriba" -como
ella acostumbra a decir- le han tomado vilmente la cabellera.
P-23
SOBRE EL RACIONALISMO
José Martorell Soto
Es más fácil defender el racionalismo que
explicarlo; la referencia al pensamiento y metodologías
científicas es indispensable pero insuficiente. La
ciencia, a pesar de sus logros inmensos, está aún
muy lejos de explicarlo todo, de agotar el conocimiento.
Hay esferas de la realidad en las que la ciencia aún
no ha penetrado y que, al parecer, ofrecen una especial
resistencia a su penetración; por ejemplo, el problema
de la libertad humana, es decir, de la autonomía
del pensamiento y su facultad de decisión, incluso
contra toda lógica. Tal vez sea éste el problema
central y el más difícil de la filosofía,
pero en cualquier caso, y en cualquier esfera, el conocimiento
es siempre limitado, aun cuando esté en continua
expansión. Así, el conocimiento científico
-que es para nosotros el único conocimiento válido
y al que nos referimos siempre al hablar de conocimiento-
está en todo momento definido por fronteras tras
las cuales quedan siempre amplios espacios para toda suerte
de especulaciones y explicaciones anticientíficas.
Por su misma estructura, la mente humana es impaciente y
exige respuestas inmediatas que muchas veces la ciencia
aún no está en condiciones de dar; de ahí
nace la tentación de tomar atajos que frecuentemente
contradicen el espíritu y la metodología científicas.
Pero la principal oposición al racionalismo científico
tiene su origen en actitudes atávicas, en robustos
vestigios de creencias propias del pensamiento antiguo o
mágico. En realidad, el racionalismo científico
es, históricamente hablando, un fenómeno reciente
de escasa y contradictoria implantación; eso explica
que mucha gente "culta", incluso científicos
de reconocido e indudable prestigio, haga de pronto, sobre
determinados temas, declaraciones o afirmaciones en las
que aparecen elementos contradictorios con los criterios
científicos que, por otra parte, son los que en algunos
casos les han dado el prestigio de que disfrutan. Esto demuestra
que la irracionalidad anida aún en lo más
hondo de nuestras conciencias y está siempre presta
a saltar y apoderarse de parcelas de la realidad y el conocimiento.
No es fácil sostener una actitud racional exhaustiva
de un modo permanente y sin fisuras.
El racionalismo es una actitud ante la vida y ante la realidad
y, por consiguiente, también un tema filosófico:
ha de justificarse a sí mismo. Considerados durante
mucho tiempo una creación y un don divinos, la moderna
teoría científica de la evolución natural
elaborada por Darwin niega tal aserto y afirma vigorosamente
que tanto el hombre como el pensamiento son un producto
de la selección natural y de la especialización
de la especie: en un sentido algo más metafórico,
el pensamiento es al hombre lo que las garras al tigre,
sólo que con un poder incomparablemente mayor. El
hombre utiliza el pensamiento para aprehender la realidad
y servirse de ella; es su manera de luchar por su supervivencia
y la de la especie. Lógicamente, el pensamiento no
nace de un sólo golpe como Afrodita de la espuma
del mar, sino que se desarrolla desde un estado incipiente
y, a través de varios estadios, alcanza el nivel
actual o estadio científico. Pero ese nivel está
muy
P-24
lejos de haber sido alcanzado por toda la humanidad de
un modo parejo: hay grandes desniveles según las
distintas culturas y etnias que actualmente coexisten en
el planeta, e incluso dentro de cada cultura existen grandes
diferencias sectoriales o individuales.
Esas diferencias o desniveles se manifiestan en forma de
actitudes distintas ante la vida y la realidad: mientras
el científico se mantiene en el límite del
conocimiento y sus deseos y urgencias no le impelen a transgredir
dicha frontera y embarcarse en explicaciones injustificadas
o escabrosas, son muchas veces las personas que no entienden
de límites o que se dejan llevar por perentorias
necesidades psicológicas las que recurren a explicaciones
irracionales y oscurantistas, tales como la brujería
en sus diversas manifestaciones, o incluso a las revestidas
de un ropaje pseudocientífico como, por ejemplo,
los llamados "fenómenos paranormales".
La lucha contra esas formas de oscurantismo e irracionalidad
no se plantea del mismo modo que, por ejemplo, la lucha
política; mientras ésta última tiene
como principal finalidad el acceso al poder, sin que importen
demasiado los medios y las circunstancias, el éxito
o ascenso del racionalismo dependen de factores mucho más
profundos y difíciles de superar, cuales son hábitos
y niveles culturales. En política, lo importante
es vencer; para el racionalismo, lo importante es convencer.
Eso no significa, ni mucho menos, que el oscurantismo y
cualesquiera formas de irracionalidad no puedan o no deban
combatirse, pero sería ingenuo esperar una victoria
o un éxito a corto plazo. Se trata, según
yo lo veo, de una disputa inacabable, en la que los propios
progresos de esa batalla nos han de conducir hacia metas
que también se alejan y no se alcanzan jamás.
Es una manera de decir que es propio del futuro el permanecer
siempre abierto.
De un modo escueto y sustancial, podemos definir el racionalismo
siguiendo los pasos de Locke y Kant: partiendo de los datos
empíricos proporcionados por los órganos de
los sentidos en contacto con la realidad, tamizados por
la reflexión y el razonamiento suponemos que podemos
hallar la explicación necesaria y suficiente de todos
los fenómenos, sin recurrir en ningún caso
a causas ocultas, instancias superiores o potencias misteriosas.
Aunque se trata de una afirmación avalada por los
incomparables éxitos de la ciencia, no deja de ser
una suposición, ya que teóricamente siempre
es posible que más adelante se produzcan nuevos descubrimientos
que nos obliguen a rectificar el punto de vista expresado.
Y, mientras el futuro siga abierto, esa posibilidad existirá,
por lo que extremando las conclusiones no podemos refutar
totalmente a quienes sostienen que el racionalismo es -como
cualquier otra creencia- un acto de fe. Aunque la expresión
nos parece abusiva, no queremos entrar en una discusión
que se nos antoja inacabable y estéril, pero sí
debemos dejar constancia que aún así el racionalismo
se diferencia de cualquier otra creencia en el sentido de
que todas ellas recurren constantemente a causas extrañas
e irracionales, en tanto que el racionalismo, excluyendo
el acto fundacional, rechaza taxativamente toda afirmación
que no esté basada
en la experiencia, el razonamiento lógico y la prueba
científica.
Los éxitos de la ciencia -que es el fruto más
preciado del racionalismo- no deben ocultarnos los peligros
o posibles excesos
P-25
de un racionalismo excesivo e indiscriminado; porque el
racionalismo aplicado a los seres humanos puede conducir
a excesos intolerables que es preciso prevenir y evitar:
la libertad del hombre, la intimidad del individuo y su
capacidad o derecho a decidir sobre su propia vida y los
valores que puedan presidirla, deben ser preservados de
cualquier injerencia extraña o ajena, incluso de
la tentación de racionalizarlos. La importancia de
este tema es de tal magnitud que bien creo puede merecer
que le dediquemos otro artículo.
LO IMPORTANTE NO ES TENER MUCHA INFORMACIÓN, SINO
SABER QUÉ SE TIENE:
ÍNDICE
(1.976-1.986)
de diez volúmenes de
The Skeptical Inquirer
Este índice de 104 páginas incluye:
ÍNDICE DE MATERIAS - ÍNDICE DE AUTORES
ÍNDICE DE RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS
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P-26
EL RETORNO DE URI GELLER
RETRATO DE UN FARSANTE DENUNCIADO
Luis Alfonso Gámez Domínguez
El 7 de septiembre de 1.975, José María Íñigo
presentó a Uri Geller en España en el programa
Directísimo de Televisión Española
(TVE). Aquella aparición de Geller ante las pantallas
de televisión, hizo del "doblador de cucharas"
un personaje conocido para todos los españoles. Fue
ésa la primera vez que pudimos contemplar los trucos
que ahora Geller repite hasta la saciedad en cuanto tiene
oportunidad. En aquel entonces, Geller y sus pretendidos
"poderes" fueron objeto de la atención
de gran parte de los medios de comunicación y pocos
dudaron de la honradez del joven israelí. Sin embargo,
ya en octubre de 1.975 Ramos Perera, un parapsicólogo
español, publicaba su libro Uri Geller, al descubierto,
en el que demostraba que Geller no tenía poderes
psicoquinéticos, pero a la vez dejaba la puerta abierta
a la posibilidad de que poseyera otros "poderes"
-como todo parapsicólogo que se precie, Perera daba
por supuesto que había "poderes" que estaban
muy extendidos y bien podía poseerlos el pícaro
israelí-.
Nadie duda hoy en día que el "dotado" israelí
Uri Geller, que en los años setenta se hizo famoso
en todo el mundo por doblar cucharas y poner en marcha relojes
averiados y recientemente ha aparecido en la Televisión
Catalana (TV3), la Televisión Vasca (ETB) y la Televisión
Española (TVE) haciendo alarde de sus "poderes",
es un vulgar fraude que ha sido demostrado por escépticos
de diversos países. Sin embargo, la reciente visita
de Geller a nuestro país ha puesto en evidencia por
enésima vez el poder tergiversador de los medios
de comunicación de masas cuando están en manos
de profesionales de dudosa ética.
La aparición de Uri Geller en el programa Íñigo
en directo, dirigido por José María Íñigo
y emitido por ETB el jueves 12 de noviembre, junto con sus
intervenciones en el programa de Ángel Casas y en
el Un, dos, tres..., ha supuesto la vuelta a la actualidad
del pretendido dotado en nuestro país. Por desgracia,
la intención manifestada por miembros de Alternativa
Racional a las Pseudociencias (ARP) de participar activamente
en el programa de José María Íñigo,
ejerciendo un exhaustivo control sobre las actividades de
Geller y mostrando a los televidentes que el "dotado"
utiliza únicamente trucos de ilusionismo, se vio
correspondida por la negativa de los responsables del mismo,
que pusieron como excusa lo precipitado del ofrecimiento.
Nuestra intención era demostrar que Uri Geller no
es más que uno más de los fraudes que tanto
abundan en la llamada temática paranormal; pero una
vez más vimos coartada nuestra libertad de expresión
y el derecho del público a recibir información
fidedigna.
La aparición de Uri Geller en ETB se enmarcó
dentro de una campaña de promoción que desde
otoño de 1.986 está llevando a cabo en diversos
países. Como no existe la versión castellana
de The Geller Effect, durante su viaje a España,
el "terror de las
P-27
cuberterías" se limitó a hacer publicidad
de unos juegos pretendidamente educativos de su creación.
El 29 de septiembre de l.986, Uri Geller fue la estrella
invitada del programa de Terry Wogan de la Sociedad Británica
de Radiodifusión (BBC). El evento supuso el regreso
del Geller que diez años antes había asombrado
a la opinión pública mundial doblando cucharas
y arreglando relojes supuestamente averiados, y que se esfumó
cuando se generalizó el rumor de que en realidad
era tan sólo un ilusionista.
El programa de Terry Wogan fue presenciado por alrededor
de diez millones de espectadores, que vieron como Geller,
ante el asombro de Wogan, doblaba llaves, hacía que
volviesen a funcionar relojes averiados y adivinaba, merced
a sus "poderes telepáticos", el contenido
de un dibujo que había hecho el presentador con anterioridad.
Como había ocurrido años antes en todas las
televisiones del mundo, también en esta ocasión
Geller dijo a los televidentes que en sus casas iban a tener
lugar extraños fenómenos. En efecto, 350 personas
llamaron por teléfono a los estudios de la televisión
británica afirmando que sus cucharas se habían
doblado o sus relojes se habían puesto en marcha.
Y, una vez más, Geller se consagró como el
"dotado" por excelencia, cuando en realidad no
es más que un fraude.
En octubre de 1.986, Iain Walker y John Dale, reporteros
de The Mail on Sunday, después de haber estado durante
tres meses recopilando información acerca de las
actividades de Uri Geller asesorados por el escéptico
británico Michael Hutchinson, publicaron en dicho
periódico tres artículos en los que analizaban
desde un punto de vista escéptico las afirmaciones
de este pícaro contemporáneo [1].
El 5 de octubre, apareció en The Mail on Sunday el
primero de los artículos de Walker y Dale, titulado
"¡Venga, Sr. Geller, a quién se cree que
está engañando!". En el mismo, los dos
reporteros comentaban la aparición de Geller en el
programa de Wogan.
Al reflexionar sobre las llamadas recibidas en los estudios
de televisión, Dale y Walker se dieron cuenta de
que tal número de llamadas no podía considerarse
como significativo. El programa había tenido un público
potencial de diez millones de espectadores, y únicamente
350 habían llamado apoyando las pretensiones de Geller.
Esto quería decir que no había ocurrido nada
en el 99,9965% de los hogares o, lo que es lo mismo, que
sólo en el 0,0035% de los hogares había sucedido
algo pretendidamente anormal. El ilusionista y miembro del
Comité para la Investigación Científica
de los Supuestos Hechos Paranormales (CSICOP) James Randi,
que desenmascaró a Uri Geller cuando saltó
a la fama a mediados de los años setenta, considera
que las llamadas fueron hechas por miembros de la organización
de Geller, personas deseosas de notoriedad o gente perturbada.
En lo que se refiere a la puesta en marcha de relojes averiados,
lo primero que hay que decir es que los relojes que "reparó"
Geller los podía haber puesto en funcionamiento cualquiera.
Todos estaban en condiciones de funcionar, lo que sucede
es que contaban
P-28
con algún cuerpo extraño en el engranaje
o se había solidificado la grasa, y estos inconvenientes
se superan dando ligeros golpes al reloj y/o calentándolo
en las manos.
Doblar una pieza de metal es algo aún mucho más
fácil. Lo que Geller hace es llevar las cucharas
o llaves preparadas de tal manera que den la impresión
de no haber sido manipuladas o, en su defecto, sean de una
dureza que facilite su manipulación. Un poco de teatro
y la cuchara se dobla como por arte de magia. En realidad,
lo que hace Geller es manipular la cuchara mientras entretiene
a su interlocutor. Luego, cuando la cuchara está
preparada de tal forma que no hace falta ejercer fuerza
para doblarla o romperla, tapando con sus dedos el lugar
donde el cubierto está agrietado e invitando al interlocutor
a que sujete la cuchara por los extremos, se produce el
milagro.
¿A qué pudo deberse que Uri Geller no doblara
una cuchara en el programa de José María Íñigo
de ETB? La respuesta es muy simple: Geller se había
dejado sus cucharas en el hotel y se negaba a hacerlo con
otras. Esto nos lo confirmaron a Félix Ares de Blas
y a mí en los estudios de la ETB de Miramón
al día siguiente.
En lo que se refiere a la transmisión telepática
de imágenes, cuando Geller le pidió a Terry
Wogan que dibujase algo, éste dibujó una pequeña
casa con una chimenea de la que salía humo. Geller
adivinó lo dibujado por Wogan, pero ello es menos
sorprendente de lo que parece. Por un lado, Uri tiene la
habilidad de deducir por los movimientos de un lápiz
qué es lo que se está dibujando -habilidad
que tienen muchos ilusionistas-; y, por otro, la mayor parte
de la gente dibuja una casa con una chimenea de la que sale
humo cuando se le pide que dibuje una cosa cualquiera.
En palabras de Wendy M. Grossman, editora de The British
& Irish Skeptic y miembro fundador de los Escépticos
Irlandeses, "en general, Geller puso en escena los
mismos trucos que le hicieron famoso, o infame, hace diez
años, incluyendo el de doblar una llave, poner en
marcha un reloj parado y reproducir un dibujo `telepáticamente'"
[2].
Otro truco que Geller ha incorporado recientemente a su
repertorio consiste en "obligar" a una brújula
a que se mueva. En la televisión estadounidense,
Geller intenta hacerlo en presencia del ilusionista escéptico
Henry Gordon y -como siempre que alguien que conoce sus
manejos está observándole- no lo consiguió,
mientras que Gordon sí lo hizo y el efecto fue bastante
más llamativo que el obtenido por el "dotado"
israelí en ETB. Para que se mueva una brújula,
basta con acercar un imán y lo que hace Geller es
echar su cuerpo sobre la brújula.
Tres de estos "poderes" fueron puestos en escena
por Geller el pasado jueves 12 de noviembre en el programa
Íñigo en directo de la Televisión Vasca
(ETB) y -como hemos visto- se trata de simples trucos.
Uri Geller sólo demuestra sus "aptitudes paranormales"
cuando no hay ningún escéptico que controle
sus movimientos. En el momento en que un ilusionista o alguien
que sabe de ilusionismo le observa con atención,
el "dotado" se muestra incapaz de llevar a cabo
cualquier proeza. Esto sucedió por primera vez cuando
Uri
P-29
Geller fue entrevistado en el más popular de los
programas de la
televisión estadounidense hace más de diez
años.
En 1.976, cuando Uri Geller apareció en el Tonight
Show de Johnny Carson, tuvo el primer tropiezo de su larga
carrera. Carson, que había sido ilusionista, no es
uno de tantos presentadores dispuestos a creer cualquier
cosa con tal de hacerse con una mayor audiencia. Como no
estaba dispuesto a dejarse engañar y sabía
exactamente qué es lo que tenía que buscar,
insistió en la existencia de controles estrictos
y el resultado fue que no ocurrió absolutamente nada.
Uri Geller no fue capaz de doblar una cuchara ni de reparar
un reloj. Fue la primera ocasión en que se mostró
incapaz de demostrar sus "poderes" ante la atenta
mirada de un ilusionista, pero no la única.
El 11 de junio del mismo año, Geller "ignoró"
una propuesta del Comité para la Investigación
Científica de los Supuestos Hechos Paranormales (CSICOP),
que le invitó a demostrar públicamente sus
"poderes" bajo la atenta mirada de un competente
grupo de ilusionistas y escépticos.
El 6 de abril de 1.978, la revista New Scientist publicaba
un artículo firmado por James Randi en el que se
recogían unas manifestaciones de Yasha Katz, ex-representante
de Uri Geller [3].
Randi, que es uno de los mejores ilusionistas del mundo
y uno de los miembros más activos del CSICOP, había
sido capaz tras la presentación pública de
Geller en los Estados Unidos de duplicar todos sus "poderes"
recurriendo a trucos de ilusionismo. Esto, junto con la
publicación del libro de Randi The Truth About Uri
Geller (1), ha hecho de este ilusionista el escéptico
más capacitado a nivel mundial para demostrar que
el "dotado" israelí no es más que
un fraude. Por ello, Geller se niega sistemáticamente
a participar en programas televisivos a los que pueda asistir
James Randi o a demostrar sus pretendidos poderes ante ilusionistas.
En el citado artículo de New Scientist, Randi sacaba
a la luz algunas clarificadoras manifestaciones del ex-representante
de Geller hechas en 1.978 en una emisión televisiva
de la Radiotelevisión Italiana (RAI).
Yasha Katz fue durante años el representante de Uri
Geller y conoce bien los métodos de su pupilo. En
1.978, Katz dijo que Uri Geller había empleado trucos
para asombrar a la prensa y al público. Además,
según lo manifestado por su representante, una vez
que él y Geller visitaron una joyería de alta
categoría y abandonaron el comercio sin comprar nada,
Geller afirmó que había tenido lugar una "teletransportación"
y en su muñeca había un reloj de pulsera.
"Sabía que él lo había robado",
afirmó Katz.
El 12 de octubre de 1.986, vio la luz en The Mail on Sunday
el segundo de los artículos de Walker y Dale, que,
bajo el título de "Cómo Uri dobla la
verdad sobre grandes personalidades",
(1) Randi, James: The Truth About Uri Geller. -Prologado
por Leon Jaroff.- Prometheus Books. -Buffalo 1.982.- VII
235 págs..
P-30
mostraba cuál había sido en realidad la relación
que había existido entre Geller y reconocidas personalidades
del mundo de la política y la industria minera mundial.
En su libro The Geller Effect, el "dotado" sostiene
que leyó la mente de Henry Kissinger, dejándole
impresionado y admirado por sus "poderes". A este
respecto, el ex-Secretario de Estado de los Estados Unidos,
que se encontró con Uri en México, manifestó
a los reporteros del periódico británico que
"no es verdad" que Geller le demostrara sus "poderes"
leyéndole el pensamiento.
También afirma Geller haber trabajado para la Agencia
Central de Inteligencia (CIA), poniendo al servicio de dicha
entidad sus "poderes" para inspeccionar mentalmente,
a partir de fotografías,
edificios soviéticos y leer la mente de Yuri Andropov
y dirigentes del Comité Estatal de Seguridad (KGB).
Mantiene que la CIA deseaba conseguir del entonces presidente
Carter más fondos para dedicarlos a la investigación
psíquica y que cuando él estrechó las
manos de Carter le envió un mensaje psíquico
para que gastara seis millones de dólares en tal
proyecto. La CIA negó a Walker y Dale que Geller
hubiera estado a su servicio alguna vez. Y la portavoz de
Jimmy Carter les dijo -mofándose- que la información
que se refiere al ex-presidente carecía de toda credibilidad
y que Jimmy Carter no quería comentarla porque esto
podía otorgar a las palabras de Geller una verosimilitud
de la que carecen.
Por último, Geller dice haber sido asesor de varias
importantes compañías mineras a la hora de
descubrir depósitos minerales utilizando sus poderes.
Según él, sus servicios fueron contratados
por Rio Tinto Zinc Limited y Anglo-Transvaal Limited. Las
pesquisas llevadas a cabo por los Escépticos Australianos
han puesto en evidencia que Geller nunca fue contratado
por ambas compañías, lo que demuestra que
Uri dobla la verdad con la misma facilidad con que dobla
cucharas.
En el tercero de los artículos publicados en The
Mail on Sunday, Walker y Dale respondieron a Geller, que
retó al periódico a que probara que él
era un fraude. En su número del 19 de octubre de
1.986, The Mail on Sunday aceptó el desafío
y ofreció donar veinte mil para beneficencia si el
"doblador de cucharas" israelí era capaz
de demostrar sus poderes bajo condiciones de observación
científica. El silencio fue la respuesta de Geller
a una oferta dirigida a beneficiar a los más necesitados.
Por otra parte, el 6 de abril de 1.987, el periodista C.
Eugene Emery decidió comprobar personalmente las
habilidades de Geller en el transcurso de una entrevista
que mantuvo con él en Boston [4]. Durante la entrevista,
Geller hizo alarde de sus "poderes telepáticos"
y dobló una cuchara ante la atenta mirada del reportero.
Sin embargo, no fue capaz de demostrar nada, porque Emery
se mantuvo en todo momento atento a lo que estaba sucediendo
y detectó los trucos de que se servía el "dotado".
Quizás piense el lector que es muy difícil
sorprenderse ante una cuchara doblada. Si es así,
es porque jamás nadie ha doblado una cuchara o un
tenedor a un palmo de sus narices cuando menos se lo esperaba.
Eso es lo que le sucedió a quien esto firma en mayo
de 1.987 en el transcurso de una comida que mantuvimos miembros
de ARP con Mark Plummer, director ejecutivo del CSICOP,
y Wendy M.
P-31
Grossman, editora de The British & Irish Skeptic. Mark
Plummer me
pidió que sujetase por los extremos un tenedor que
él estaba sosteniendo con dos de sus dedos. Cuando
lo hice, el tenedor empezó a
doblarse y acabó por romperse. Mi cara de asombro
hizo reírse a los allí presentes. Mi asombro
se debió a que no me esperaba que todo fuera tan
rápido y a que no me había fijado en que Plummer
hubiera manipulado el cubierto con anterioridad -cosa que
evidentemente había hecho-. Desde aquel entonces,
he puesto en práctica el truco en diversas ocasiones,
siempre ante una concurrencia que se reía de mis
"poderes". Algunos todavía estarán
concentrados y diciendo mentalmente: "dóblate,
dóblate..."
NOTAS
[1] Dale, John; y Walker, Iain: "Come On Mr. Geller
Who Do You Think You Are Fooling".- The Mail on Sunday,
5 de octubre de 1.986.
Dale, John; y Walker, Iain: "How Uri Bends the Truth
About Big Names".- The Mail on Sunday, 12 de octubre
de 1.986.
Dale, John; y Walker, Iain: "Shut Up or Put Up Mr Geller".-
The Mail on Sunday, 19 de octubre de 1.986.
[2] Grossman, Wendy: "Geller on Wogan".- En "Hit
and Misses".- The British & Irish Skeptic (Dublin),
Nº 1 (enero-febrero 1.987), 4.
[3] Randi, James: "Geller a Fake, Says Ex-Manager".-
New Scientist (Londres), 6 de abril de 1.978.
[4] Emery, C. Eugene: "Catching Geller in the Act".-
The Skeptical Inquirer (Buffalo), Vol. XII. Nº 1 (otoño
1.987), 75-80.
BOLETÍN DE SUBSCRIPCIÓN
España y Portugal: 1.500 pta (Giro Postal).
Resto del Mundo: $14.00 (Giro Postal o Cheque).
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Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP)
Apartado de Correos Nº 6.112
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P-32
LIBROS
FLIN-FLAN!
Randi, James: Flim-Flam! Psychics, ESP, Unicorns and Other
Delusions.- Prologado por Isaac Asimov.- Prometheus Books.-
Buffalo 1982.- 342 págs.. $11.95
Jesús Martínez Villaro
En Flim-Flam! -curioso título cuyo significado viene
a ser la onomatopeya de la prestidigitación-, James
Randi nos ofrece una incursión didáctica y
amena en el mundo de lo paranormal.
Randi es uno de los veinticinco miembros fundadores del
Comité para la Investigación Científica
de los Supuestos Hechos Paranormales (CSICOP), hecho que
en su día le convirtió en el único
mago prestidigitador en un grupo formado principalmente
por personas con relevantes credenciales académicas.
Como ilusionista profesional con cerca de cuarenta años
de experiencia en su campo, no existe truco o ilusión
para la que no esté preparado.
Isaac Asimov, que prologa esta obra, le define -sin mencionar
los elogios que le dispensa- como una persona que, no teniendo
credenciales académicas, tampoco está sujeta
a las restricciones que éstas conllevan, llamando
a las cosas por su nombre -tal como las ve- y enfrentándose
sin reparos a científicos "pasados de rosca".
Puede decirse que Randi sacrifica las buenas maneras y la
diplomacia en favor de la honestidad.
Randi -The Amazing, como es llamado con respeto no sólo
por el público en general, sino también por
sus colegas del CSICOP- presenta en Flim-Flam! una colección
de presas de su sagacidad que, grosso modo, pueden dividirse
en dos tipos: los fraudes relacionados con trucos, que abarcan
el mayor número de capítulos, y los relacionados
con la manipulación de la información, la
picaresca en general. Ejemplos de esto último pueden
ser el Triángulo de las Bermudas, la astroarqueología
de Erich von Däniken y las historias que involucran
a la Administración Nacional de Aeronaútica
y del Espacio (NASA) en asuntos ovni.
Flim-Flam! está escrito con un estilo ágil
muy peculiar que sitúa al lector en medio de un típico
"show" informativo estadounidense. Es un espectáculo
variado que resulta ameno no sólo por la variedad
en sí, ni por el agudo ingenio de que hace gala Randi,
sino precisamente porque no parte de prejuicios. Cuando
en este "show" salen a escena personajes como
Erich von Däniken, Uri Geller o Charles Berlitz, no
comienza diciendo "he aquí un
P-33
farsante" o "divirtámonos con la última
chorrada mágica", sino que deja hablar a los
hechos, llegando por este camino y de una manera
bastante flemática al hundimiento de pretensiones
y personajes en el absurdo.
Si bien Randi define a quienes se rodean de lo paranormal
en dos categorías: quienes realmente creen poseer
dotes paranormales y quienes creen que nadie descubrirá
sus trucos, tras la lectura de Flim-Flam! hay que destacar
una figura más: la víctima. Así, hay
científicos que dan muestras de excesiva credulidad
en materias ajenas a su especialidad. Tal es el caso de
Russell Targ y Harold Puthoff, que han sido engañados
repetidamente por gente como Ingo Swann, Uri Geller y Charles
Tart, lo que les ha hecho acreedores al título de
los "Laurel y Hardy" de la investigación
psi. También una celebridad como Arthur Conan Doyle
-el creador de Sherlock Holmes- fue engañada por
dos jovencitas que le mostraron fotografías de hadas
y duendes, y un físico como el francés René
Blondot fue capaz de patinar estrepitosamente en su especialidad
con el descubrimiento de los rayos-N.
Randi afirma llevar siempre consigo un cheque por valor
de diez mil dólares para premiar a la primera persona
que demuestre, aceptando ciertas condiciones de control,
poseer cualquier clase de poderes paranormales. Hasta el
año 1.982, cuando apareció la primera edición
de esta obra, se presentaron más de seiscientos aspirantes
a este premio, si bien tan sólo cincuenta y cinco
llegaron a pasar los controles preliminares. De aquéllos
que llegaron hasta la fase final -en la que ninguno se hizo
merecedor del premio-, Randi ofrece en su libro una selección
perfectamente documentada de los más pintorescos.
Afirma no haber recibido jamás reclamaciones por
parte de los perdedores, aunque éstos han apelado
a las más retorcidas razones para justificar su fracaso.
A James Randi se le ha atacado diciendo que lo que pretende
es duplicar mediante trucos los fenómenos paranormales.
Su respuesta, que ilustra perfectamente la idea central
de esta obra, es así de concisa: "Como persona
lógica, nunca he dicho, ni podría hacerlo,
que mi duplicación de los efectos paranormales demuestre
que los psíquicos empleen los mismos trucos. Lo que
pongo de manifiesto es que resulta más racional sospechar
un fraude que adoptar alternativas peregrinas".
Sería bastante complejo detallar el sumario de la
obra. Sólo diré que su presentación
responde a una refrescante anarquía en la que, a
vuelta de página, se pasa de los biorritmos a las
piedras de Ica, a los gurús o a los ovnis, sin que
por ello aparezcan altibajos en la calidad o brillantez
del estilo narrativo.
En suma, considero que Flim-Flam! es un libro muy recomendable
allá donde sea preciso aclarar que escéptico,
en el contexto en que nos movemos, no es precisamente sinónimo
de persona negativa o desconfiada a ultranza, sino de quien
aplica elementales normas de sentido común frente
a "cantos de sirena" que nos invitan a creer en
la sinrazón disfrazada de seriedad. Es una obra que
constituye un ejemplo divertido y estimulante de cómo
se conduce un escéptico.
P-34
DESDE EL SILLÓN ESCÉPTICO, RECOMENDAMOS:
ARTÍCULOS
Baker, Robert A.: "The Aliens Among Us: Hypnotic Regression
Revisited".- The Skeptical Inquirer, vol. XII, Nº
2 (invierno 1987-88), 147-162.- Este trabajo de Robert A.
Baker se centra en el análisis de la hipnosis como
herramienta para recoger testimonios fidedignos y en todos
los factores que juegan un papel importante en los testimonios
hipnóticos. El autor centra su atención principalmente
en las afirmaciones que en sus libros sobre ovnis hacen
Whitley Strieber, Budd Hopkins y Gary Kinder, y observa
que muchos de los hechos sorprendentes recopilados por estos
autores en sus libros pueden explicarse de una manera convencional
recurriendo a la psicología. Así, algunos
de los extraños sucesos que dice haber vivido Whitley
Strieber se identifican con alucinaciones de tipo hipnagógico
o hipnopómpico. Los testimonios de abducciones por
parte de extraterrestres se basan todos en unas mismas características,
conocidas por la opinión pública gracias a
la difusión de este tipo de literatura y la sensación
de "tiempo perdido" se explica como un tiempo
no recordado por haber habido ausencia de hechos que hayan
llamado la atención del sujeto. Concluye el autor
diciendo que la literatura sobre secuestros extraterrestres,
vidas pasadas y regresiones hipnóticas debe ser trasladada
a las estanterías de ciencia-ficción de las
librerías.
Easton, Thomas A.: "Psychics, Computers, and Psychic
Computers".- The Skeptical Inquirer, Vol. XI, Nº
4 (verano 1.987), 383-388.- Creando un programa de ordenador
en el que el azar genera diferentes frases, Thomas A. Easton
demuestra que un ordenador puede formular predicciones de
la misma manera que lo hacen los adivinos. Las frases son
ambiguas y el autor les da un sentido mucho más preciso.
Si falla, el ordenador se mantendrá en silencio;
si acierta, comunicará su proeza al
P-35
mundo. De hecho, además de una reflexión
sobre las predicciones de los psíquicos, este artículo
provoca una reflexión sobre el hecho de que mucha
gente no se haya parado a pensar en que lo que hace una
computadora es hacer con mayor velocidad lo que hace un
hombre y que si el ser humano que la programa comete errores,
la computadora también. Este punto de reflexión
es interesante, en tanto que, por ejemplo, ya se están
generalizando los astrólogos computerizados que pretenden
ser más serios por usar un ordenador personal para
decir estupideces.
Emery, C. Eugene: "Catching Geller in the Act".-
The Skeptical Inquirer, Vol. XII, Nº 1 (otoño
1.987), 75-80.- Ante la afirmación de que Uri Geller
nunca ha sido cogido "con las manos en la masa",
el periodista Eugene C. Emery decidió comprobarlo
personalmente durante una entrevista que tuvo con Geller
en abril de 1.987. Emery vio como Geller adivinaba telepáticamente
unos dibujos que él había hecho y doblaba
cucharas delante de él; pero también fue capaz
de observar los trucos de los que se vale el "dotado"
para realizar tales proezas. Por último, Geller se
negó a participar en una experiencia de localización
de una pieza de oro contenida en una lata de película
situada entre otras diecinueve, cuando él dice poder
localizar yacimientos mineros.
Gould, Stephen Jay: "The Verdict on Creationism".-
The Skeptical Inquirer, Vol. XII, Nº 2 (invierno 1987-88),
184-187.- Stephen Jay Gould reflexiona sobre las tres etapas
que se han sucedido en el transcurso de la batalla legal
sobre la enseñanza de la evolución en las
escuelas públicas estadounidenses. Hasta 1.968, la
enseñanza de la teoría de la evolución
no se ejercía abiertamente. En una segunda fase,
la legislación reconoció la igualdad de derechos
de la teoría de la evolución y el sectario
creacionismo a la hora de incluirlos en los planes de estudios.
Y, por último, los creacionistas decidieron hablar
de "creacionismo científico" para disfrazar
su creencia religiosa y así equipararla a la teoría
de la evolución. El reciente veredicto del Tribunal
Supremo de los Estados Unidos ha sido contrario a las pretensiones
creacionistas; pero esto no quiere decir que haya que bajar
la guardia.
Merino, Juan: "Implacable Randi. Búsqueda, acoso
y derribo de charlatanes".- Algo, febrero 1.988, 18-24.-
Exposición de la táctica seguida por James
Randi para desenmascarar al reverendo Peter Popoff, un predicador
televisivo que decía poseer poderes sanadores de
procedencia divina. En este trabajo se muestra cómo
Popoff se servía de la moderna tecnología
y la picaresca para embaucar a la gente. Randi y los Escépticos
del Área de la Bahía demostraron en el programa
Tonight Show de Johnny Carson que Popoff era un farsante
que, entre otras cosas, era capaz de curar de cáncer
de útero a un hombre disfrazado de mujer, lo que
no deja de tener su mérito.
Reveen, Peter J.: "Fantasizing Under Hypnosis: Some
Experimental Evidence".- The Skeptical Inquirer, Vol.
XII, Nº 2 (invierno 1987-88), 181-183.- Peter J. Reveen
es un hombre del mundo del espectáculo que utiliza
a menudo la hipnosis en sus actuaciones. Su experiencia
le ha demostrado que la validez de
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los testimonios de una persona hipnotizada no son en absoluto
fidedignos, ya que el sujeto tiende generalmente a "agradar
al hipnotizador". Reveen sostiene que es este deseo
de "agradar al hipnotizador" el que hace al hipnotizado
hablar de vidas pasadas cuando el hipnotizador cree en la
reencarnación, de secuestros por parte de extraterrestres
cuando es hipnotizado por una persona relacionada con el
mundo de los platillos volantes, etc..
Spanos, Nicholas P.: "Past-Life Hypnotic Regression:
A Critical View".- The Skeptical Inquirer, Vol. XII,
Nº 2 (invierno 1987-88), 174-180.- Nicholas P. Spanos
muestra como la experimentación ha demostrado que
las denominadas regresiones hipnóticas a vidas pasadas
no son el reflejo de una realidad. Se trata de fantasías
creadas por personas imaginativas, que incorporan al relato
de su pretendida vida pasada información errónea
sobre la época en la que dicen haber vivido y experiencias
personales de su propia vida. Dentro de la misma categoría,
entrarían las regresiones hipnóticas a la
infancia.
LIBROS
Nickell, Joe: Inquest on the Shroud of Turin.- Prometheus
Books.- Buffalo 1.987.- 178 págs..- Versión
actualizada de la obra original de Nickell en la que exponía
en 1.983 como el llamado sudario de Turín podía
perfectamente haber sido obra de un artista medieval. La
investigación de Nickell cubre todos los campos de
estudio necesarios para llevar a cabo un trabajo riguroso
sobre la pretendida reliquia, y su conclusión está
fundamentada en sólidos datos. Obra indispensable
en toda biblioteca escéptica.
Randi, James: The Faith Healers.- Prometheus Books.- Buffalo
1.987.- 250 págs..- James Randi y su equipo de investigadores
han centrado sus miras desde hace unos años en los
predicadores televisivos y todos aquellos que dicen poseer
poderes de curación de procedencia divina. Como es
habitual en él, Randi expone el resultado de sus
investigaciones prácticas sobre predicadores como
Peter Popoff, W.V. Grant, Pat Robertson, Oral Roberts, etc..
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CORREO DEL LECTOR
LA HIPÓTESIS EXTRATERRESTRE
La revista tiene un carácter muy general: temas
como el de la sangre de San Jenaro están mejor explicados
en publicaciones como Algo. Reconozco que no vais a detallar
cada tema porque para eso están los
libros que dais en la bibliografía; pero, como dice
el refrán, "ni tanto, ni tan calvo". Veo
que criticáis muy bien, con un agradable sentido
del humor, pero para llegar a convencer hay que dar datos
científicos. Creo que estáis lo suficientemente
bien informados como para dar ese carácter científico
sin tener que sacrificar esa alegría.
Discrepo en la forma en la que Félix Ares de Blas
intenta demostrar en su artículo "La hipótesis
extraterrestre" la no existencia de los extraterrestres.
Él dice: "Por lo tanto, podemos decir, sin temor
a
equivocarnos, que la hipótesis extraterrestre es
irracional".
Creo que el razonamiento que hace sólo puede tener
una conclusión: la hipótesis extraterrestre
no es científica. Para mí, existe una diferencia
y es que "todo lo científico es racional";
pero "no todo lo
racional es, necesariamente, científico". Por
ejemplo, Félix Ares de Blas dice: "¿Por
qué no puedo hacer el amor con la esposa del vecino
en mitad de la escalera?"
Félix Ares de Blas pretende que ese hecho sea racional.
Realmente, él y la esposa de su vecino pueden hacer
el amor en mitad de la escalera o sobre el suelo de la cocina
salpicado de Colacao, pero lo irracional
está en que esa mujer se haya casado con un hombre
para luego ser feliz con otro.
Un ejemplo más serio: ¿Podéis vosotros
explicar científicamente el hecho de las vacas sagradas
de la India? Yo creo que no. Sin embargo,
Marvin Harris, en su libro Vacas, cerdos, guerras y brujas,
da una explicación racional.
Estoy de acuerdo con Félix Ares de Blas cuando dice:
"las normas cambian de una cultura a otra, de una época
a otra"; pero eso no dice nada acerca de su racionalidad,
aunque sí de su carácter científico.
José Carlos Pérez Arencibia
Arucas (Las Palmas)
Félix Ares de Blas responde:
Lo primero que tengo que hacer es pedir disculpas por no
haber sabido expresar en el título del artículo
lo que yo quería hacer. Yo no pretendía cuestionar,
en absoluto, el carácter científico del estudio
de la posibilidad de que exista vida extraterrestre. Lo
que quería era llamar la atención sobre lo
que en ufología se llama hipótesis extraterrestre
sobre el origen de los ovnis, y en la segunda parte del
artículo digo en varias ocasiones que me refiero
a la hipótesis
extraterrestre respecto al origen de los ovnis.
Salvando el equívoco anterior, creo que las ideas
de José Carlos Pérez Arencibia y las mías
son más o menos las mismas, pero que ambos asignamos
a las palabras un diferente campo semántico.
P-38
En mi artículo, yo identificaba racional con científico.
Lo cierto es que el método científico es la
única herramienta que tenemos para diferenciar lo
racional de lo irracional. Si admitimos que ciencia es aquello
que utiliza el método científico, y el método
científico es lo que nos permite diferenciar lo racional
de lo irracional, debemos concluir que científico
es equivalente a racional -o al menos así lo
utilicé en mi artículo-.
Por supuesto, ello no significa que yo diga que todo lo
que hago es racional. En absoluto.
Mantengo que muchas de las cosas que hacemos son irracionales
y no deben ser de otro modo. A mí, me gusta una mujer
porque me gusta, y punto. No hay que pensar si eso es racional
o no. Simplemente, es. Lo
mismo se puede decir de una obra de arte, etc..
La hipótesis extraterrestre respecto al origen de
los ovnis no es predictiva, no es falsable y no es necesaria
(Occam); por lo tanto, es irracional.
Las conclusiones que podemos sacar de lo dicho son las siguientes:
A) La hipótesis extraterrestre respecto al origen
de los ovnis es irracional.
B) Es normal hacer cosas irracionales. Debemos hacer cosas
irracionales. El problema existe cuando no se reconoce que
son
irracionales y se presentan como científicas.
Luis Alfonso Gámez comenta:
En primer lugar, en nombre de todas las personas que hacen
posible La Alternativa Racional, agradezco a José
Carlos Pérez Arencibia sus críticas, que nos
ayudan a ir mejorando la revista en la medida de nuestras
posibilidades.
En lo que se refiere a la licuefacción de la supuesta
sangre de San Jenaro, toqué el tema en la sección
"Fenómenos Paraanormales" en tanto en cuanto
tiene una gran similitud con la licuefacción de la
española "sangre" de San Pantaleón.
No pretendí explicar el fenómeno pormenorizadamente
porque ése no es el objeto de la sección,
en la que intento tratar en clave de humor ciertas anécdotas
del mundo paranormal, facilitando a la vez al lector las
pistas suficientes como
para que pueda recurrir a fuentes de información
fiables. "Fenómenos Paraanormales" pretende
ser un intermedio informal entre trabajos sin duda mucho
más serios y rigurosos.
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