ARP
La Alternativa Racional.
Boletín No.
28.
LAR 28, La Alternativa Racional. Primavera 1993. PVP: 500
Pts.
-Agostinelli. New Age: El talismán a transistores.
-Huber. Lo paranormal y las paradojas cuánticas.
-Toca. Educación y pseudociencias.
-Gámez. Costa Rica deniega asilo político
a dos cienciólogas españolas.
-Gray. El ecologista escéptico.
p-1
La Alternativa Racional.
Órgano informativo de la asociación Alternativa
Racional a las
Pseudociencias (ARP).
-Depósito Legal: BI. 11-1986.
-Edición y maquetación: Ares de Blas, Félix;
Martínez Villaro, Jesús.
-Impresión: Imprenta KOPIAK. c/ Máximo Aguirre,
23. 48010 Bilbao.
-Precio de Suscripción: España y Portugal:
2.000 Pta.
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Sabadell Melado, Miguel A.
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Pedro;
Fernández Ferndz., Álvaro; Sanjuán
López, Andrés;
Sanz Larrínaga, Víctor; Toharia Cortés,
Manuel.
-Asesor jurídico: Gómez Reimóndez,
Alberto.
-Dibujos: Ares, Félix; Armentia, Javier; Fernández
de Q., Aitor;
Vizcarra, Antonio.
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responsabilidad de los autores.
Socios de honor: Benski, Claudio (físico, estadístico);
Broch, Henri (físico); Bueno, Gustavo (filósofo);
Bunge, Mario (físico, filósofo); Kurtz, Paul
(filósofo).
Número 28, año VIII, marzo de 1993.
-Editorial.......................................................
3.
-El talismán a transistores......................................
4.
-La ciencia transformadora.......................................
9.
-Lo paranormal y las paradojas cuánticas.........................
10.
-Educación y Pseudociencias......................................
18.
-La homeopatía mata a 21 personas en Argentina...................
21.
-Costa Rica deniega asilo político a dos cienciólogas
españolas.. 22.
-El ecologista escéptico.........................................
30.
-Desde el sillón escéptico recomendamos..........................
34.
-Milagro en la televisión francesa...............................
39.
-Astrología, ¿Ciencia o creencia?................................
41.
-Ovnis en el Parlamento Europeo..................................
41.
-Correo del lector...............................................
42.
p-2
Editorial. España: un triste record. Félix
Ares.
En el número de Otoño de 1992 del Skeptical
Inquirer están los
indicadores de Ciencia y Tecnología para 1991, que
publica en
National Science Board de Estados Unidos (1). En ellos se
muestra el
interés por la ciencia de los ciudadanos de catorce
países occidentales.
Entre ellos España tiene un récord. Más
del 45% de los españoles están
de acuerdo con la afirmación de que "en mi vida
diaria no es importante
para mi conocer sobre ciencia". Somos los campeones,
seguidos muy de
cerca por Grecia y por Bélgica. En Estados Unidos,
sin embargo, sólo
están de acuerdo con esta frase aproximadamente el
12%.
Sólo el 68% de los españoles estamos de acuerdo
en que "la ciencia y la
tecnología están haciendo nuestras vidas más
saludables, más fáciles, y
más confortables". Aquí no somos campeones,
pero tenemos un honorable
segundo puesto; sólo nos superan en menosprecio a
la labor científica
los portugueses. En Estados Unidos son algo más del
82% los que están de
acuerdo.
¿Qué ceguera lleva al 32% de los españoles
a pensar que la ciencia y la
tecnología no están haciendo su vida más
saludable, más fácil y más
confortable? ¿Alguien les ha dicho alguna vez que
la esperanza de vida
de nuestros conciudadanos de hace un siglo no era superior
a los 45
años? ¿Alguien les ha dicho que en el París
de la revolución francesa,
en los barrios pobres, llegar a los 30 años era muy
difícil? ¿Alguien
les ha hecho ver las enfermedades y sufrimientos que padecía
una
humanidad sin una medicina científica, sin alimentos
suficientes y sin
una calefacción adecuada en los fríos inviernos?
No quiero caer en un panegírico acrítico
de la Ciencia y la Tecnología,
pero me preocupa que en el cuerpo social vaya calando la
idea de que la
ciencia y la tecnología no aportan nada digno de
mención.
Me preocupa nuestra ceguera histórica; por ejemplo,
el olvido de los
grandes avances de la medicina. En 1928 Alexander Flemming
descubrió la
penicilina y con ella empezó toda una nueva familia
de fármacos que nos
han hecho la vida infinitamente más llevadera. En
muchos lugares del
mundo, incluyendo España, se levantaron monumentos
a Flemming. Me da la
sensación de que se admiraba a la ciencia y se reconocían
sus
aportaciones al bienestar de la humanidad. ¿Hoy haríamos
una estatua a
algún científico famoso?
Recientemente la Organización Mundial de la salud
ha dado por
desaparecida la gran plaga que fue la viruela. ¿Alguien,
en nuestro
país, ha levantado un monumento a Jenner para celebrar
el hecho?
Que yo sepa no ha sido así. No he visto gran interés
en este hecho
trascendente. Más bien he leído reacciones
en contra, como la de algunos
autollamados ecologistas que se lamentaban de la desaparición
de la
enfermedad porque disminuía la variedad genética.
Obviamente no todos los movimientos ecologistas son iguales,
pero me
inquietan algunos de ellos por lo que tienen de fanáticos,
de
anticientíficos, y de soñadores acríticos
del buen salvaje. Me da la
sensasación de que en éste, como en otros
muchos casos, se convierte en
verdad indiscutible, aquello que se repite muchas veces.
(1)-National Science Board, Science & Engineering Indicators
-1991.
Washington D.C. U.S. Government Printing Office. 1991 (NSB
91-1).
p-3
¿Ciencia humanizada o charlatanismo? El Talismán
a transistores.
Alejandro Agostinelli (* Periodista especializado en divulgación
científica. Es directivo del CAIRP y asesor editorial
de la revista
El Ojo Escéptico. Dirección postal del CAIRP:
C. de C. 26, suc. 25,
1425, Buenos Aires.)
¿Qué trae de nuevo la conspiración
de Acuario para la ciencia? ¿Es
verdad que necesita renovarse entrando en la variante light
de la onda
new age? El anticipo de Tiempo extraño, el libro
de Andrew Ross
extractado en Futuro el 24 de octubre, debió sorprender
a los lectores
que siguen de cerca el sostenido crecimiento de la subcultura
de la
Nueva Era en la Argentina, que se aleja cada vez más
del under para
acercarse a ciertas superestructuras, copando por los cuatro
costados
los medios de difusión y colocando en entredicho
la capacidad del hombre
por sobrevivir a las supersticiones que va sembrando en
el camino. Si
bien Ross centra sus reflexiones en los Estados Unidos,
donde la
conducta de la intelectualidad de Acuario se ha vuelto más
previsible,
el impacto social del fenómeno ya entró de
lleno a nuestro país. La
cultura de los horóscopos computerizados, el ecologismo
visualizado como
terapia de un planeta humanizado que agoniza "aplastado
por el progreso"
(como si la ciencia tuviera propiedades morales, y no los
políticos que
deciden sus aplicaciones), la psicología del Yo Soy
como eje de
doctrinas que endiosan al individuo o el Control Mental
instituido como
práctica "avalada por la ciencia", son
sólo algunas puntas de una
estrella fugaz made in USA que se importó mecánicamente,
sin otro ajuste
que su traducción al español. De todos modos,
quienes ignoran a qué
compartimento corresponden estas disciplinas (ciencia/esoterismo/
religión/charlatanismo) no dudan en sentarse a escribir
verborrágicos
ensayos donde no dudan en encerrar a la palabra pseudociencia
entre
comillas. Con todo, los auténticos espíritus
científicos saben que
ciertas vacilaciones, a veces, pueden determinar que enfermos
con
dolencias graves renuncien a sus tratamientos para viajar
a la India a
hacerse bendecir por un sanador que, en realidad, es un
gurú que
materializa rolex de oro que regala a adeptos adinerados
en un país con
cientos de miles de pibes con las barrigas hinchadas por
el hambre.
El conocimiento imaginario.
Andrew Ross cree que la comunidad new age -bautizada así
en los 60 por
los afluentes esotéricos y orientalistas del hippismo-
ofrece a nuestros
contemporáneos interesantes estímulos a la
sociedad y a la cultura,
excepción hecha del lenguaje claustrofóbico
del individualismo,
atributo inadmisible para cualquiera que postule su progresismo
ante la
admiración general, máxime en tiempos donde
cuesta tanto diferenciarse
de la chatura ideológica media. Ingrato, odioso como
debe ser, el avance
ominoso, del racionalismo -celoso guardián del purismo
ortodoxo-contrarrevolucionario- condena a la Nueva Era a
la
marginalidad, al ostracismo, a la oscuridad. Así
se explica por qué los
impulsivos newagers no tardan en asumir ciertos rasgos paranoicos.
p-4
"Es el resentimiento del excluido", interpreta
Ross. No, claro: no es
que él los justifique. Pero a partir de esa sensación
ellos se
convertirán en cruzados de una nueva fe; en soldados
luchando contra las
presuntuosas ínfulas de la ciencia oficial, su tempestuosa
carga de
poder y autoridad y su ceñudo donaire de rigor y
objetividad. Por eso es
que el nuevaerismo "es empujado a emular el discurso
dominante del
racionalismo", única estrategia posible en un
mundo donde la última zona
franca -un reducto al que todavía no se había
despojado de cierta cuota
de credibilidad- era el ámbito científico.
El abundante detritus de
logias que pulula en el movimiento sin nombre tiene un eficaz
poder
corrosivo, que no cesa de transvasar pseudoconocimientos
a las nuevas
generaciones. ¿Es posible convencer a la cultura
de mercado de que se
abstenga de picotear el cerebro de los adolescentes? En
nombre de la
ciencia, que presta sin querer sus credenciales a la Nueva
Era, la
racionalidad de la sin razón participa de una embestida
desde varios
frentes, uno de los cuales es la mitad más una de
las revistas que
proclaman dedicarse a la divulgación científica.
El negocio, como
siempre, consiste en atraer al público y transformarlo
en adicto al
misterio. Volverlo un ente acrítico, fascinado por
esas ciencias y esas
tecnologías que se presentan como indistinguibles
de la magia, en un
penoso remedo de la tercera ley de Clarke.
De la tecnocracia a la chantociencia.
"Emular el discurso dominante del racionalismo"...
Pero esa ansiedad
imitativa ¿no obedecerá a que el conjunto
de actividades que procuran el
desarrollo científico están entre las pocas
del trajín humano que -al
menos por ahora- no fueron seriamente envilecidas por la
mentira, la
corrupción y el fraude? Esa manifiesta vocación
por arrimarse a
expresiones usuales en ciencia, entonces, ¿no responderá
a que las
disciplinas que se anidan en la new age han encontrado el
refugio más
conveniente, que logra mimetizarse vistiendo ropajes vistosos
y un
lenguaje que se presume tan científico que el potencial
consumidor casi
no percibe los graves matices que separan lo trucho de lo
científicamente comprobado? Llama la atención
que el "descubrimiento"
que más entusiasma al joven especialista de la Universidad
de Princeton
sea que la ciencia tiene mucho que aprender de la Nueva
Era o, lo que es
lo mismo, que ésta contribuye al avance de la ciencia.
Por ahora, la
novedad apenas alude a la crisis cultural que activó
el despertador,
siendo el colapso de la educación científica
uno de los indicadores más
alarmantes. En este marco, queda flotando la sensación
de que la new age
y sus derivados emergen como el síntoma de una carencia.
Más bien lo
contrario de una respuesta.
Hasta la llegada de Ross, los amigos de la Nueva Era se
contentaban con
verse a sí mismos integrando una alegre caravana
ecológico-pacifista que
se disponía a tocar el planeta con una liberadora
varita mágica sin
necesidad de normas a postular ni principios generales que
respetar; que
se declaraba renuente a dejarse embrujar por falsos profetas;
que podía
seguir deambulando de esquina a esquina de la galaxia sin
encontrar la
definición que le calce en la horma. Pero el eterno
problema de las
definiciones es que con ellas podemos correr el riesgo de
dejar algo
importante afuera del negocio... perdón, del movimiento.
Ross parece ser
la excepción. Porque arriesga una definición
("es una formación
contracultural en una era de crisis tecnocrática"),
le endilga objetivos
específicos ("se alimenta del deseo popular
de tener un control más
democrático sobre la información y los recursos")
y ensaya un
diagnóstico ("reconstruye una ciencia con cara
humana"). Defender lo que
sea en nombre de cierto tipo de contracultura todavía
conserva cierta
aureula de prestigio. Ergo, nivelar pensamiento científico
con el
establishment al que se desea derrocar es una de las tácticas
más
astutas de los pseudointelectuales de Acuario.
p-5
Multiculto S.A.
En realidad, la new age es un movimiento sincrético
en el que una
mixtura de disciplinas ocultistas ha ido creciendo hasta
cobrar
dimensiones comparables a las de una religión de
masas. Curiosamente, se
da la paradoja según la cual necesita elevar el prestigio
de su idea de
espiritualidad adornando sus doctrinas con conceptos que
toma prestados
de las disciplinas científicas aceptadas, a las que,
sin embargo,
condena por "su falta de sensibilidad". ¿Que
los disparates son
excepcionales porque en todos los gremios hay chantas? En
nuestro país,
los profesores Fabio Zerpa, Antonio Las Heras o Lotito son
los primeros
en advertir que en su ramo "también hay chantas".
Ocurre que el negocio
de la new age es más un señuelo para enganchar
a la clase
media/media-alta (segmentos de un mercado que raramente
asistiría a una
misa de sanación del pastor Giménez) que una
búsqueda social o cultural
renovadora; es una superstición tecnificada donde
una nueva generación
de embaucadores necesita disfrazar su discurso con neologismos
que
apelan más al corazón que a la razón.
Y es heterogénea porque hace
flamear, ante todo, las banderas del universalismo. ¿Tendrá
esto algo
que ver con la libertad de creencias? No; lo que en realidad
quieren
decir es que si no te consiguen vender un curso de Control
Mental, a lo
mejor puede interesarte una pirámide energetizada
en el cerro Uritorco.
En ese todo vale absorben cuanta creencia moderna anda dando
vueltas por
ahí porque "todo forma parte de una misma toma
de conciencia
planetaria". Esa pretensión universalista es
el plafón de los patriarcas
de varias sectas destructivas que vienen tostando la píldora
de Acuario
mucho antes de que surgieran las primeras revistas onda
new age, algunas
de las cuales se han convertido en verdaderas máquinas
de fabricar
liderazgos alienantes. ¿Alguien dijo insensibilidad?
Ahora bien, si las imprecisas fronteras del movimiento
dificultan el
abordaje del apólogo, el crítico no está
mejor ubicado. Ross avisa que
las transgresiones del nuevaerismo introducen cambios positivos
en la
percepción interior de la ciencia porque cuestiona
sus estrictas
demarcaciones y promueve una mayor apertura mental frente
a los nuevos
paradigmas que se avecinan. Pero... ¿es cierto que
"las disciplinas del
Tercer Milenio" aportan ideas novedosas? Hay preguntas
que urgen
respuesta. Por ejemplo, ¿qué ha hecho por
el bienestar de la humanidad
la astrología? ¿Qué aportó al
conocimiento de la Historia la Psicología
Transpersonal, que ofrece viajar en el tiempo a fin de revivir
encarnaciones pasadas? ¿Cuántos secretos de
Estado fueron develados por
telépatas contratados por conspiradores duchos en
psicotrónica? En más
de cien años de existencia, ¿en qué
ayudó la parapsicología no ya en la
lucha contra el cáncer sino como paliativo de un
resfrío? ¿Qué han
enseñado de nuevo los hombres-antena (es decir, los
médiums que
incorporan seres extraterrestres)? ¿Dónde
están los estudios
estadísticos con que los homeópatas demuestran
que su doctrina no es un
prolijo engaño basado en el efecto placebo? ¿Alguien
vio a un
profesional de la salud recomendando flores de Bach a un
depresivo que
acaba de anunciar su próximo intento de suicidio?
¿Qué dicen los
médicos de la visualización o de los cursos
de Control Mental donde el
único elemento activo de la terapia son distintas
estrategias de
sugestión? ¿Son realmente inocuas las esencias
de eficacia desconocida
que apartan al paciente de los tratamientos de eficacia
probada?
Demasiadas preguntas que se pueden resumir en una: ¿No
será que, en
definitiva, la Nueva Era está allanando el camino
al abuso de la
p-6
credulidad pública cuando promueve que a cambio
de mucho, poco o nada la
gente sea malentretenida (para no decir estafada en su buena
Fe) con
talismanes, cámaras kirlian, tratamientos bioenergéticoholísticos
o
cristales de cuarzo?
Véase el caso del mentalista Carlos Warter, que
de estrella newager de
la farándula local fue desenmascarado cuando se supo
que ante sus
seguidores se presenta como un maestro multidimensional
y su prédica
era, en realidad, el ejemplo vivo del gurú yuppie
que vive a costa de la
ingenuidad de sus adeptos. O véase, si no, cualquier
variante del
Control Mental. ¿Puede levantar el ánimo de
quien no encontró alivio ni
contención psicológica entre las alternativas
muchas veces menesterosas
que ofrece la psicología universitaria? Puede que
sí, como puede que no.
¿Y esto significa que sirve de algo, pese a que no
se rige por la
metodología de la ciencia? No necesariamente. A lo
mejor, está diciendo
que el conocimiento científico se tiene que traducir
en respuestas
prácticas y concretas. Las promesas mágicas
de las falsas ciencias son
exitosas porque ocupan lugares que tanto la praxis como
los discursos
científicos van dejando vacantes. El tobogán
por el que desciende la
popularidad de las religiones tradicionales es el mismo
al que suben,
por la escalerita de atrás, los apóstoles
de la Nueva Era; pero sólo en
parte, ya que los recursos pseudotecnológicos de
la new age ofrecen
soluciones que no siempre atañen al ámbito
espiritual. Otra vez, el
talismán a transistores refresca mejor.
¿Quiénes son los inquisidores?
Si el catedrático de Princeton considera que la Nueva
Era propone una
ciencia con cara de hombre, ¿cómo describiría
Ross el semblante de la
ciencia moderna evitando proferir los sambenitos que habitualmente
disparan los enemigos del progreso científico? Así
como en su retórica
confunde a los impulsores de Acuario con los "nuevos
soñadores de la
ciencia", a los intelectuales, científicos y
desconfiados, con o sin
título, los hace bailar con la más fea, sobre
todo si ellos denuncian
que en la new age han detectado tendencias falsamente científicas
que
cultivan el absurdo o promueven creencias potencialmente
perjudiciales.
Ross no pierde el tiempo con sutilezas. Trata a los escépticos
de
"tempranos cazadores de rojos", llama al CSICOP
una "inquisición
internacional de académicos cazafantasmas" o
pontifica que "los
racionalistas (se creen) una raza superior". Ni el
CSICOP (Committee for
the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal)
ni su
equivalente nacional, el CAIRP (Centro Argentino para la
Investigación y
Refutación de la Pseudociencia), sostienen que, porque
provenga de la
new age, toda nueva idea deba ser rechazada. Esa posición
es ridícula y
quien la adopte demuestra que suscribe los postulados pseudocientíficos
que condena. Es evidente que estos organismos no apelan
a la negación en
bloque ni se arrogan el derecho de asumir una actitud de
vigilancia
policial respecto de los límites de ciencia. Pero,
como todo
reduccionista, Ross trata de arrinconar al adversario caricaturizándolo
en el grotesco con la intención de hacerlo vulnerabie
a la crítica.
Ciertamente, la acción de la ciencia es ilimitada,
en el sentido de que
no existe problema que no pueda ser objeto de investigación.
En los
casos controvertidos, como ocurre con las propuestas exóticas
que
presenta la new age, la primera cuestión a dirimir
es si han sido
abordadas con escepticismo (que no consiste en negar a priori
sino en no
pronunciarse respecto de la existencia de un fenómeno
nuevo, a menos que
se presenten evidencias de lo contrario) y, segundo, si
se ha aplicado
el método científico para llegar a ciertas
conclusiones.
El escepticismo científico activo representado por
el CSICOP, el CAIRP y
otras 70 entidades con objetivos similares que funcionan
en todo el
mundo, aspira a ofrecer una herramienta para limar las aristas
más
filosas del pensamiento mágico y difundir al público
p-7
investigaciones imparciales de unos fenómenos que
se pretenden ignorados
por la comunidad científica. Como con frecuencia
tales resultados
desilusionan a quienes se rinden ante las proclamas maravillosas
de la
pseudociencia, los refutadores, en el mejor de los casos,
son empujados
al rincón de los aguafiestas. En el peor, al de los
inquisidores
irrecuperables. Esta acusación suele ser una reacción
dogmática que
busca anular la crítica (por supuesto, invocando
el derecho a la liberad
de expresión... -justo cuando los medios abren la
pantalla de par en par
a los discursos rápidos, atrayentes y digeribles
de la pseudociencia!).
Lo cierto es que, históricamente, los cazadores
de brujas han sido
quienes han fomentado la creencia en lo irracional, y no
los escépticos.
Para cometer sus crímenes, la Iglesia primero tuvo
que abonar la
creencia en el aquelarre, un infierno imaginario donde las
brujas,
montadas en sus escobas voladoras, viajaban para sellar
sus pactos con
el demonio. Las brujas fueron torturadas hasta confesarse
brujas por
verdugos que creían en sus poderes de bruja, y las
arrojaban a la
hoguera ante un pueblo que terminaba siendo convencido de
que con eso
resolverían sus problemas. El macartismo inició
su campaña cuando logró
convencer a los norteamericanos de que el comunismo era
una amenaza
peligrosa para la sociedad. ¿Cuál es la actitud
más preocupante? ¿La de
quien advierte sobre la proliferación del oscurantismo
o la del pícaro
que se prepara para capitalizar la cosecha? Dicho de otro
modo, ¿quién
se parece más a un inquisidor: Ladislao Márquez,
un ilusionista
profesional empeñado en demostrar lo fácil
que es confundir trucos de
magia con poderes paranormales, o Antonio Las Heras, que
invita a
conjurar la magia negra con los amuletos Personalizados
que "energiza"
en su Instituto?
En última instancia, entristece la debilidad de
los argumentos de
tantos intelectuales que, como Andrew Ross, eligen abrazar
los nuevos
rostros de la superchería para manifestar su descreimiento
de la
"ciencia racionalista". Deberá pasar por
lo menos una década para
evaluar las secuelas culturales del fenómeno con
la suficiente
perspectiva histórica. Pero persiste una duda inquietante.
¿Quiénes
realizarán esa investigación? ¿Sociólogos
o los discípulos del pai
Luconi? Por suerte, la "ciencia irracionalista"
fundada por los
Conspiradores de Acuario tiene todo el aspecto de ser una
moda pasajera,
a diferencia de la ciencia, que crece y evoluciona en cada
descubrimiento nuevo, en cada destello de la inteligencia.
Algunos
vaticinan que, a más tardar, la Nueva Era se agotará
cuando la humanidad
se recupere de la fiebre de fin de siglo. Lo que no deja
de ser una
buena noticia.
p-8
La Ciencia transformadora.
(A.C.A.) El método científico también
tene sus gurúes; personajes
odiosos, oscuros o simpáticos con sus seguidores
y sus detractores.
Tanto como para que el debate no se corra de foco, tomemos
dos
científicos argentinos paradigmáticos, que
ocupen un lugar dentro de las
ciencias humanas: los epistemólogos Mario Bunge,
más conocido por sus
combativas críticas al psicoanálisis que por
sus notables aportes a la
filosofía de la ciencia, y Gregorio Klimovsky, un
matemático que, a la
vez, nunca ha ocultado su proximidad con el pensamiento
freudiano. La
fecunda tarea intelectual de ambos los hizo acreedores de
una
considerable atención pública. En un sentido
lato, son científicos que
operan sobre la realidad respetando la misma metodología.
Sin embargo,
no acuerdan completamente en todo: Bunge rebaja al psicoanálisis
al
nivel de una ciencia oculta mientras que Klimovski se esfuerza
en hallar
el sustento científico que los incondicionales de
Freud o Lacan siguen
buscando.
Los baches que separan sendos compartimentos dicen varias
cosas sobre la
naturaleza de la ciencia: que tenga un método no
implica que sea el
entramado de creencias indiscutibles, dogmáticas
y absolutas del que se
aferran ciertos hombres de poder con la mezquina misión
de preservar el
establishment científico. Si bien nunca falta algún
carcamán que
confirma la regla, la comunidad académica aspira,
ante todo, a producir
conocimiento. Por lo tanto, es permeable a lo nuevo. Es
por eso que la
ciencia, antes que esclerosante, es un conjunto de actividades
que dará
frutos en la medida que desarrolle sus ideas en ámbitos
abiertos a la
reflexión, donde la creación nazca del debate
entre pares, la
especulación multiplique las vías de acceder
a la realidad y promueva el
quehacer intelectual liberando al hombre de ciencia del
prejuicio, uno
de los peores enemigos del progreso. Y si antes la ecuación
debió ser
alpargatas sí, libros también, hoy es ciencia
+ compromiso social.
Está claro que Klimovski y Bunge no son los sacerdotes
de una religión
que tenga por estandarte el delantal blanco, la probeta
y el
microscopio. Sin embargo, ellos no sólo suscriben
los objetivos del
CAIRP, la primera organización sudamericana dedicada
a desmitificar los
alegatos del charlatanismo, el engafo y el fraude en que
incurren los
cultores de la pseudociencia que hoy se expresan a través
del movimiento
new age, sino que también son dos de sus más
activos consultores
científicos. ¿Entonces? Fácil: dos
notables de la ciencia argentina,
pese a sus diferencias, perciben que el reflujo nuevaerístico
tiene más
de charlatanismo que de nueva racionalidad.
Los amanuenses del Tercer Milenio son las muletas intelectuales
del
movimiento, y siempre estarán prestos a blanquear
el trabajo sucio de
los videntes, los astrólogos, los quiromantes, los
tarotistas, los
extraterrestrólogos y los esoteristas nuestros de
cada día. Reconocerlos
es fácil: van por la vida ensayando un lenguaje ampuloso,
criptocientífico, saturado de expresiones herméticas
pero con
pretensiones renovadoras. El escepticismo científico
invita a sacarles
la careta y a apostar al pensamiento racional como agente
de cambio.
p-9
Lo Paranormal y las paradojas cuánticas. Gerald
E. Huber.
El autor es estudiante de matemáticas en la Universidad
de Regensburg
(Alemania). Esta es su primera colaboración para
LAR, revista de la que
es asiduo lector.
Entre los parapsicólogos es normal citar la mecánica
cuántica (MC, en
adelante) para sustentar afirmaciones como la interconexión
holística
total, la PQ&PES, la superioridad de la mente sobre
la materia y, en
general, lo inapropiado del método científico,
ya que no existe una
realidad objetiva (1). Mi intención es mostrar que
estas ideas surgen
principalmente a raiz de libros divulgativos de escritores
como
Gribbin (2) o Nick Herbert (3), cuya interpretación
de la MC actual,
aunque no se la pueda llamar esotérica, conduce a
grandes errores.
Estos escritores dan la impresión de que la mayoría
de los físicos se
desentienden de los problemas que no pueden resolver, afirmando
que
éstos son puramente filosóficos. Pero la impresión
que este autor obtuvo
de sus contactos con físicos es que la mayoría
de ellos considera que no
existe tal problema, que éste es una simple cuestión
filosófica que en
la ciencia ha surgido antes un centenar de veces y que,
para su
satisfacción, ha sido resuelta con una metodología
estándar (4). El
"problema" tiene que ser desechado -al igual que
sucede, por ejemplo,
con la pregunta "¿por qué la nieve es
verde?"- puesto que las premisas
son erróneas. Dado que es un asunto puramente filosófico
es posible
explicarlo sin tener que recurrir a cosas extrañas
tales como
hamiltonianos, espacios de Hilbert y similares.
La cuestión fundamental se centra en la realidad,
pero antes de nada
quiero aclarar que lo que en este contexto se entiende por
"no realidad"
no es que no exista un mundo objetivo ante nuestros sentidos,
sino que
el mundo ha de describirse en términos que no se
conrresponden
exactamente con nuestras impresiones sensoriales. Esto no
debería
sorprendernos. ¿O acaso pensaban que la Naturaleza
había estado
esperando a la Humanidad para que ésta la clasificara
en categorías?
Si agitamos una moneda dentro de una caja cerrada, es de
esperar que
antes de mirar si ha salido cara o cruz la moneda se encuentre
ya en uno
de esos dos estados. Sin embargo, el formalismo de la MC
se simplifica
si suponemos que, antes de mirar, la moneda se encuentra
en un estado
intermedio, llamado superposición de estados o función
de onda sin
colapsar. Antes de abrir la caja (es decir, de interferir)
para ver la
moneda, ésta la podemos representar por medio de
una película en la que
los fotogramas pares muestran la cara de
p-10
la moneda y los impares, la cruz. Al proyectar la película
veríamos las
imágenes superpuestas de dos monedas. Si abrimos
la caja la película se
para mostrando o cara o cruz. A esto se llama "colapso
de la función de
onda". Hasta aqui no hay ningún problema porque
uno puede afirmar
cualquier cosa sobre algo que no está sujeto a observación.
En la llamada paradoja de Einstein, Podolsky y Rosen (EPR)
tenemos en
otra caja una segunda película acoplada a la primera
de forma que,
siempre que en una sale cara en la otra sale cruz. Si miramos
dentro de
una de las cajas, inmediatamente la película de la
otra caja se para
también. Pero supongamos que llevamos la segunda
caja a años luz de
distancia, entonces la señal de parada que viaja
desde una película
hasta la otra tendría que superar la velocidad de
la luz (para
"colapsar" al mismo tiempo), en contradicción
con la relatividad
especial. ¿Cómo puede ocurrir esto? Porque,
de hecho, no ocurre nada.
Aunque es fácil de imaginar, la noción de
la película que se detiene es
un sinsentido. Tan sólo hay un cambio de Lenguaje.
Por ejemplo,
acordemos que, a partir de ahora, intercambiamos los significados
de las
palabras "rojo" y "azul" (ver fig. 1).
Inmediatamente entonces, a las
lejanas estrellas que previamente llamábamos estrellas
rojas las
llamamos estrellas azules. Instantáneamente empiezan
a emitir luz azul
en vez de luz roja. La diferencia con la MC es que en el
ejemplo
anterior podemos entender intuitivamente ambos lenguajes,
pero el
lenguaje de la MC es contrario a la intuición; en
él no se le puede
asignar una posición definida a un objeto.
-Cualquier niño puede producir una no-localidad
abstracta (fig. 1).
Definamos al lenguaje ordinario (LO) un segundo lenguaje
(SL) igual que
el primero, sólo que en éste las palabras
"rojo" y "azul" han
intercambiado su significado.
Frases verdaderas en LO Frases verdaderas en SL
ej. "El cielo es azul" ej. "El cielo es rojo"
p-11
-Experimento: Pasamos de LO a SL. Instantáneamente
todas las estrellas
rojas de la galaxia pasan a ser estrellas azules.
planeta Tierra eje x (hace muchos añosluz)
muy lejos
Cielo azul *Estrella roja emitiendo luz roja
eje t, pasamos de LO
a SL en t=s Esttella
Cielo rojo *Estrella azul emitiendo luz azul
Se puede ver fácilmente que, a causa de esto, no
se puede enviar un
mensaje
LO _|¯|_|¯¯|_|¯|_|¯|_|¯¯¯¯|__|¯¯¯¯¯|___|¯¯|_______|¯
input binario
SL
estrella roja
_|¯|_|¯¯|_|¯|_|¯|_|¯¯¯¯|__|¯¯¯¯¯|___|¯¯|_______|¯
"output"
estrella azul (no visible realmente)
Hasta ahora esto funciona bien. Pero, ¿cómo
sabe un amigo
extraterrestre, que quiere descifrar el mensaje, qué
lenguaje estamos
usando? Deberíamos enviar esta información
por medios normales, es
decir: a velocidades menores que la de la luz. Lo mismo
vale, si
intentamos enviar un mensaje usando un colapso de la función
de onda.
El lenguaje que utilizamos en este caso no es LO ni SL,
sino el de la
mecánica cuántica y el de la mecánica
clásica.
Sin embargo, es frecuente que tengamos que describir el
mundo físico en
términos que no podamos "sentir" inmediatamente.
Si observamos un color
podemos describirlo como la suma de los tres colores básicos:
rojo, azul
y verde; éste es el fundamento de la televisión
en color. Pero en el
mundo físico no hay colores básicos, sino
un espectro continuo de
fotones con energías diferentes. Esto hace que nuestras
sensaciones sean
inexactas. Por ejemplo, no podemos distinguir si un rayo
de luz es
amarillo monocromático o es una mezcla de rojo y
verde (ver fig. 2).
Podríamos, eso sí, trazar una gráfica
de la luz emitida por un objeto
amarillo tras analizarla con un espectroscopio, pero eso
dejaría de ser
una sensación directa. Incluso si la gráfica
mostrase que la luz es
amarilla pura, la sensación que se
p-12
tendría al mirar la gráfica sería
distinta de la que se tendría al mirar
la luz. Tratar, pues, de imaginar la superposición
de estados de la
moneda tiene tanto sentido como tratar de imaginar colores
distintos a
los que conocemos. Nótese que esto no depende sólo
de la ausencia en el
ojo de fotoreceptores para, digamos infrarrojos, sino que
es una
propiedad intrínseca de la percepción. Si
reemplazamos en un ojo los
receptores del rojo por recptores del infrarrojo, simplemente
veremos
cosas rojas distintas con un ojo que con el otro, pero no
veremos un
color nuevo misterioso. El que nunca veamos una función
de onda sino
objetos ocupando lugares concretos no debe ser motivo de
preocupación.
¿Existe algún aparato con el que podamos
ver la superposición de estados
de la moneda, del mismo modo que vemos la luz a través
del
espectroscopio? Durante algún tiempo se pensó
que una teoría en la que
la moneda estuviera realmente apoyada sobre uno de los lados
antes de
mirarla, era tan válida como la MC, sólo que
más complicada -Einstein
así lo creía-. Pero entonces llegó
el Teorema de Bell diciendo que
existía una diferencia medible entre los dos tipos
de teoría. Las
pruebas experimentales realizadas muestran que la MC es
correcta y que
las llamadas teorías de variables ocultas están
equivocadas. Por
supuesto, uno siempre puede decir que las premisas del experimento
son
incorrectas y como una de las premisas es la relatividad
especial, los
adivinos afirmarán que ésta es incorrecta
y que de este modo se prueba
la interconexión universal instantánea. Si
nos aferramos a una teoría
que es absurda fácilmente podremos inventarnos más
absurdos, y
normalmente tendremos que hacerlo, para que la teoría
concuerde con los
hechos. Cuando el objeto extirpado del vientre por un "cirujano"
filipino resulta ser un trozo de pollo, eso prueba que se
ha producido
un verdadero milagro. Porque, ¿cómo, si no,
se explica que la carne
humana se haya transformado en carne de pollo mientras observábamos
atentamente la operación?
E.H. Walker parece que cree en tales cosas. Interpreta
la MC bajo una
teoría de variables ocultas para replicar a una crítica
de
Martin Gardner: "¿Realmente intenta decir Gardner
que la prueba del
Teorema de Bell demuestra que la MC es local?... ¿Realmente
intenta
decir Gardner que para el problema de la medida en MC dispone
de una
solución que nos libera de la necesidad de admitir
que la conciencia (el
observador) existe? En todo esto Gardner apoya lo que se
ha demostrado
ya que es falso" (5). Pero el asunto que Walker no
parece entender es
que no se ha demostrado que la MC no sea local, es decir,
que permita
transmitir señales a velocidades mayores que la de
la luz; lo que se ha
demostrado es que las variables ocultas no son locales,
con los que o
contradicen la relatividad especial o no existen.
p-13
Se necesita la ayuda de un instrumento para saber lo que
son dos haces
de luz que parecen iguales (fig. 2)
-amarillo>> rojo y verde.
-amarillo>> amarillo.
Sin la ayuda de un prisma, uno no puede decidir si un rayo
de luz es
amarillo monocromático o no.
No hay razón por la que la percepción humana
debería ser capaz de
decidir por si misma, si una cosa (p.ej. un gato) está
en un estado de
superposición o no.
Este es el asunto. Pero como en la mayoría de teorías
contrarias a la
intuición, no sólo podemos construir una "paradoja"
sino un montón de
ellas. Para disfrute del lector nos gustaría añadir
un breve comentario
sobre la conocida paradoja del gato de Schrödinger
(ver fig. 3).
p-14
En principio, no necesitamos describir una moderna en términos
de la MC,
ya que contiene tal cantidad de sistema mecanocuánticos
que los efectos
cuánticos se compensan entre sí y desaparecen.
Pero podríamos
preguntarnos qué pasaría si conectásemos
un objeto normal a un sistema
monocuántico por medio de algún sofisticado
mecanismo que impidiera la
compensación de los efectos cuánticos. Así,
junto con la moneda
monocuántica, ponemos en la caja un gato y un mecanismo
que mate al gato
si sale cara. En este caso, antes de mirar dentro de la
caja, no sólo la
moneda estaría en una superposición de cara/cruz,
también el gato
estaría en una superposición de muerte/vida.
Esto puede sonar raro, pero
no hay ninguna contradicción con ningún hecho
medible. Por otra parte,
¿no está el gato mirando la moneda? Si es
así, entonces ésta tendría que
mostrar un lado concreto y el gato estar muerto o vivo (es
decir, en un
estado definido). Así pues, el gato está en
una superposición de estados
y al mismo tiempo no lo está. Ciertamente aquí
tenemos una
contradicción.
El gato de Schrödinger (fig. 3). DeWitt loc. cit.
Recuérdese lo que significa "mirar". Pasamos
del lenguaje de la MC al de
la vida diaria cuando describimos el colapso de la función
de onda. Como
prueba una demostración debida a Von Neumann, podemos
provocar el
colapso a voluntad, siempre que estemos lo suficientemente
lejos del
sistema monocuántico, pues de otro modo perderíamos
exactitud. Pero si
tomamos una decisión no podemos cambiarla sin cambiar
todos los demás
datos del modo apropiado. Es decir, podemos elegir el colapso
del
sistema con el gato que observa, o el del sistema con el
observador que
abre la caja, pero no ambos. Es la misma situación
que cuando, por
definición, colocamos los O° de longitud en Greenwich
y a partir
p-15
de aquí le asignamos una longitud a un punto cualquiera
de la Tierra.
¿Por qué Greenwich? Podríamos tomar
cualquier otro punto como origen y
medir la longitud del mismo lugar que antes: evidentemente
obtendríamos
un valor distinto. ¡Menuda contradicción! Tendríamos
aquí también un
lugar que ocupa dos posiciones al mismo tiempo, pero lo
cierto es que no
existe tal contradicción, pues se trata de un cambio
de punto de vista.
Es la misma situación que en el caso del gato, sólo
que ahí nos cuentan
que es una paradoja.
La cuestión filosófica que plantea la MC
es que, por un lado, tenemos
una teoría monstruosa, llena de hadas y con un montón
de leyes y poderes
secretos para hacer a las hadas irreconocibles para siempre.
Por el otro
tenemos una teoría sencilla, con igual poder predictivo,
pero que no
satisface nuestra necesidad emocional de entender el mundo
intuitivamente. ¿Qué teoría elegimos?
Volvamos la vista hacia la
"energía vital", los epiciclos y el éter
y allí encontraremos la
respuesta de la ciencia (6).
Notas:
(1) Gardner, M.: "Science: Good, Bad and Bogus".
Prometheus Books,
Nueva York, 1981. Existe edición española:
"La Ciencia. Lo Bueno, lo
Malo y lo Falso". Alianza Editorial, Madrid, 1988.
Colección "El libro
de Bolsillo". n° 1366.
(2) Gribbin, J.: "In Search of Schrödinger's cat".
Bantam Books,
Nueva York, 1984. Existe edición española:
"En busca del Gato de
Schrödinger". Salvat Editores, Barcelona, 1986.
Colección "Biblioteca
Científica Salvat", n°26.
(3) Herbert, N.: "Quantum Reality, Beyond the New Physics".
Anchor/Doubleday, Nueva York, 1985.
(4) Compárese, por ejemplo, con: Greiner, W.: "Quantummechanics
Volume 1". Springen, Berlín, 1989, p. 332. Lvy-Leblond,
J.M.: "A Quantum
Credo", en: Physyca B Vol.151, 1988, pp.378-380. Kellet,
B.H.: "The
Physics of the Einstein-Podolsky-Rosen Paradox", en
Foundations of
Physics Vol.7(9/lO), 1977, pp.735-757.
(5) Walker, E.H.: "A Review of the Criticism of the
Quantum Mechanical
Theory of Psi Phenomena", en Journal of Parapsychology,
Diciembre 1984,
Vol.48 (4), pp.277-332.
(6) Quizá K. Popper piense de modo distinto.
Trad. de Jonathan Bustos Contell, Copyright de LAR.
El Vaticano reconoce que la Tierra gira alrededor del Sol.
Luis Alfonso Gámez.
"Ciencia y fe no pueden volver a recaer en aquella
trágica y recíproca
incomprensión que hace cuatro siglos dio origen al
caso
Galileo Galilei".
La noticia saltó a las primeras páginas de
los periódicos el pasado 1 de
noviembre. Podemos comprender, pero nunca olvidar. El recuerdo
es la
única arma que tenemos para evitar desmanes como
los de la Inquisición.
p-16
Boletín de suscripción a la Alternativa Racional.
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P-17
Educación y Pseudociencias. Ángel Toca Otero.
El autor es profesor de bachillerato en un Instituto de
Torrelavega
(Cantabria) y socio de ARP.
En nuestros días asistimos, no sin cierta preocupación,
al renacimiento
de la irracionalidad como forma de pensamiento. Los fines
de nuestra
Asociación son claros, la búsqueda de respuestas
racionales a toda la
parafernalia pseudocientífica que inunda la sociedad.
Sin embargo,
existen determinadas situaciones que abonan el nacimiento
de
explicaciones irracionales y que de alguna manera deberían
de ser
combatidas con igual energía.
Dejamos claro desde el principio que estas líneas
no pretenden ser un
análisis filosófico de las causas que provocan
la irracionalidad; para
ello existen voces autorizadas dentro de nuestra Asociación
que podrían
diseccionar el problema con más rigor. Se trata pues
de una llamada de
atención sobre ciertas prácticas sociales
(de las cuales somos a veces
responsables indirectos) que habría que comenzar
a atajar.
Una primera clasificación nos permitiría
discernir dos grupos bien
definidos: el de las actividades relacionadas con la educación
científica de los ciudadanos, y el de las opiniones
de personajes
destacados a través de los medios de comunicación.
1.-Educación Científica.
Aquí caben de nuevo dos subgrupos bien definidos;
a saber, el de la
educación académica por una parte, y por otra,
el de la educación que
reciben los ciudadanos como información propuesta
por las revistas de
divulgación.
La Educación Académica.
Aunque no es posible introducir en el mismo saco a las tres
etapas
educativas que reciben los ciudadanos, sí podemos
esbozar defectos
comunes a las tres y a continuación indicar algunos
que sean
pertenecientes a cada etapa.
a) En primer lugar destaca e1 dogmatismo con el que se
imparten las
disciplinas científicas en nuestra educación;
la sensación del
estudiante ante el hecho científico es la de encontrarse
ante un
conocimiento misterioso, regulado por mecanismos matemáticos
de difícil
traducción en términos de hechos cotidianos.
Detrás de este fenómeno
subyace o bien un completo desconocimiento, o bien una filosofía
muy
simple del hecho científico.
b) En segundo lugar, la identificación que se produce
entre ciencia y
técnica desde los niveles más bajos de nuestro
sistema. Esta
identificación provocará más tarde
la idea de la ciencia como algo
perverso en sí mismo (como ejemplo, leemos en el
suplemento de
Ciencia y Tecnología de La Vanguardia del 05/09/92
el siguiente titular
de una encuesta realizada en la que se pedía la opinión
que le
p-18
merece la ciencia al público: "El daño
al medio ambiente, lo peor de la
ciencia").
Característico de cada etapa es:
1.- De la EGB (obligatoria para todos los ciudadanos) destaca
el
desconocimiento de la asignatura, debido fundamentalmente
al hecho de
que los profesores de esta etapa no son especialistas en
ciencias.
Pretender que a lo largo de 2-3 asignaturas científicas
que se estudian
en 3 años, se puedan obtener especialistas que dominen
los entresijos de
estas materias no deja de ser algo que produce perplejidad.
En este
punto conviene revisar lo que serán los nuevos estudios
de Magisterio;
estudios en los que se refuerzan más si cabe los
conocimientos de tipo
psicopedagógico y se abandonan más los conocimientos
específicos de
asignaturas concretas, entre ellas las científicas.
2.- De las Enseñanzas Medias (futura Enseñanza
Secundaria y
Bachillerato) cabe destacar el pronunciado desinterés
por la carrera
docente que sufren los protagonistas directos del hecho
educativo. Es un
fenómeno agudizado en las asignaturas científicas,
ya que los futuros
licenciados en estas ramas poseen unas expectativas muy
altas con
respecto a su futuro laboral (económicas, de prestigio
social, etc.),
expectativas que se ven truncadas ante la competencia de
ingenieros y
peritos; y que por tanto encaminan a frustrados a las aulas
a impartir
unos conocimientos que no sienten como suyos.
3.- De la Universidad podríamos destacar muchas
cosas. Pienso que lo
realmente importante es esa exacerbación del dogmatismo,
reflejado en
la inexistencia del debate durante el aprendizaje académico.
Este hecho
provoca una ausencia total de análisis por parte
del estudiante que
admite todo como algo establecido sin contraste. Este dogmatismo
es
capaz de transformar el trabajo práctico del laboratorio
en simple
recetario; desaparece la formulación de hipótesis
y su posible
contrastación experimental. No es raro, por tanto,
que el futuro
profesor que pasa por este ambiente refleje en su aula algo
que no se
aproxime ni de lejos al hecho científico.
De la Educación recibida a través de revistas
de divulgación.
En este aspecto no creo que sea necesario extenderme mucho.
Todos
sabemos el tipo de divulgación científica
que se hace en España;
mientras que Muy Interesant, Conocer y otras baten récords
de tirada,
Investigación y Ciencia y Mundo Científico
se mantienen en la parte baja
de esas tiradas. La razón es obvia a la luz de la
educación recibida; el
conocimiento científico no se digiere en dos lecturas
rápidas mientras
se oyen las noticias y se ojea el periódico.
El hombre de hoy en día necesita estar informado,
aunque esta
información sea superficial y subjetiva. Dentro de
estas condiciones las
revistas de divulgación cumplen muy bien su cometido.
2.-De las opiniones de personajes a través de los
medios de
comunicación.
Es evidente que los medios de comunicación ofrecen
lo que la sociedad
les demanda; si esta quiere conocer lo que opinan sus personajes
favoritos sobre cualquier tema los medios no hacen más
que atender a esa
súplica. El problema surge cuando este personaje
pretende opinar más
allá del campo que le dio la fama; y esto es un mal
endémico de nuestra
sociedad, una distorsión de la idea de democracia
según la cual al ser
todos iguales ante la ley eso implica automáticamente
que cualquier idea
que se tenga, por absurda que parezca, es igualmente válida
ante el
tribunal de la razón (¿democracia intelectual?).
Y muy reciente tenemos el ejemplo de nuestra Reina, que
se permite la
frivolidad de identificar cultura con su interés
por lo esotérico
(reciente entrevista en El País
p-19
05/09/92). Como resumen final recojo parte de una entrevista
a
Raimon Panikkar en La Vanguardia del 29/08/92, y que demuestra
parte de
los argumentos aquí presentados (subrayados, paréntesis
y alguna que
otra ironía, míos). La pregunta del entrevistador
pretende recoger la
opinión del personaje sobre la presunta relación
entre la física
cuántica y las grandes religiones orientales:
Mi tesis es que la ciencia moderna es perversa porque
epistemológicamente ha pervertido al conocimiento
(Buena definición: la
mar es salada porque tiene sal). En primer lugar, ha pervertido
el
sentido de los grandes conceptos: espacio, masa o energía,
(estudio
defectuoso de los conceptos científicos durante su
etapa de aprendizaje)
que se han considerado parámetros científicos,
cuando no lo son (¿?).
Segundo, la ciencia moderna es cálculo, no conocimiento
(ideas
equivocadas adquiridas a través de revistas de divulgación.
Confunde
objetivos con métodos). La ciencia moderna es perversa
porque cree que
se puede conocer sin amor (confunde amor con pasión).
Por otra parte, estoy maravillado de que la física
contemporánea se
haya abierto, de que se problematice y esté dispuesta
a reconocer al
misterio. Pero de ahí a decir que ciencia e intuición
hinduista es lo
mismo hay un gran trecho (en esto estamos de acuerdo).
Skeptical Inquirer. Si crees que el creacionismo tiene
tanta base
científica como los personajes de Walt Disney. Si
piensas que el
horóscopo no predice tu vida. Si dudas de que detrás
de los ovnis haya
algo sólido. En ese caso eres un escéptico
y Skeptical Inquirer es tu
revista. La revista de más prestigio entre los escépticos
de todo el
mundo. Suscripción por tres años (12 números)
US $77.00 (incluyendo
envío).
Skeptical Inquirer, P.O. Box 703, Buffalo, NY 14226-99703,
USA.
p-20
La Homeopatía mata a veintiún personas en
Argentina.
Veintiún personas perdieron la vida en Argentina
a causa de la
ingestión de un fármaco homeopático
contra la gripe en el verano de
1992, informó la agencia Colpisa. La mayor intoxicación
del siglo en el
país sudamericano tuvo su origen en un jarabe elaborado
a partir de
propóleos comercializado por el laboratorio Huilen,
líder en el campo de
la medicina y cosmética naturista. El envenenamiento
sacó a la luz un
dato escalofriante: el 3O% de los medicamentos que se consumen
en
Argentina pueden ser falsos, según las autoridades
sanitarias.
El propóleos es una materia resinosa que usan las
abejas en el interior
de las colmenas para taponar las fisuras, fijar los radios
y barnizar
las paredes. Las abejas extraen el propóleos, que
tradicionalmente se ha
utilizado para la fabricación de barnices, de los
brotes y cortezas de
diversos árboles. Para el consumo humano, los laboratorios
naturistas
diluyen el producto en alcohol común. Desgraciadamente,
en el caso
argentino, la firma Huilen sutituyó el alcohol inocuo
por uno letal.
Los fanáticos de los productos naturales y los ecologistas
afirmaron
que se trataba de un ataque al sector. Culparon a una mano
negra de
haber sustituido el alcohol común por el mortal dietilenglicol,
pero
carecían de pruebas. Antonio Somaini, presidente
del Colegio de
Farmacéuticos de Buenos Aires, hizo causa común
con los naturistas y se
convirtió en un abanderado del propóleos.
"Hay que dejar bien claro que
la intoxicación no fue por propóleos, sino
por el dietilenglicol", dijo.
El farmacéutico, representante de un colectivo que
obtiene pingües
beneficios de la explotación de la credulidad del
público, también se
inclinaba por la hipótesis del sabotaje. "Las
partidas del laboratorio
-indicó- son de cuatro mil a seis mil frascos y si
hubiera sido un error
involuntario, deberían estar contaminados todos esos
miles de envases y
no sólo unos cincuenta, como se detectó".
Miedo.
La Fundación Latinoamericana de Terapias Naturales
(Fultena) intentó
desvincularse del asunto y culpó al laboratorio Huilen
por utilizar
agentes químicos para diluir el propóleos.
"Dentro de las terapias
naturales, no podemos considerar a aquéllas que permitan
aditamentos
químicos sintéticos en su planteamiento metodológico",
afirmaron
representantes de Fultena. "Los miedos -reconocieron-
dejan huellas
profundas y llevará tiempo recuperar la confianza
del público en la
inocuidad de los remedios naturales".
Las farmacias homeopáticas de Buenos Aires registraron
un descenso del
20% en las ventas de miel y derivados poco después
de que se hizo
público el envenenamiento masivo. "La gente
no quiere saber nada con la
colmena", explicó el gerente de un establecimiento
dedicado
exclusivamente a la venta de estos productos.
p-21
Costa Rica deniega asilo político a dos cienciólogas
españolas.
"El Estado español no garantiza nuestra libertad
religiosa", argumentan
las sectarias. Luis Alfonso Gámez.
La embajada de Costa Rica en España denegó,
el pasado 4 de febrero, el
asilo político a dos jóvenes integrantes de
la Iglesia de la
Cienciología, que afirmaban ser víctimas de
persecución debido a sus
creencias religiosas. El Gobierno centroamericano rechazó
la solicitud
de las sectarias porque "no tiene presunción
de que en España exista
persecución política o religiosa" [Efe.
1993].
Miren Karmele Landaribar, de 27 años, y Raquel Justicia,
de l9, habían
pedido asilo en la legación de Costa Rica, "un
país con una democracia
estable y fama de ser muy respetuoso con los derechos humanos",
porque
"el Estado español no garantiza nuestra libertad
religiosa". "Esto es
demasiado. Lo que aquí se están cuestionando
son nuestros derechos
humanos", manifestó Miren Karmele después
de conocer la decisión del
Gobierno costarricense. La joven ondarresa niega que la
Iglesia de la
Cienciología sea una secta destructiva. "Es
una religión como la copa de
un pino", dice.
La Audiencia de Vizcaya archivó, a finales de diciembre
de 1992, una
denuncia por presunta detención ilegal que Miren
Karmele había
presentado contra Pro Juventud en el Juzgado de Gernika
cuatro años
antes. En aquella ocasión, la joven acusó
a varios integrantes de la
asociación especializada en desprogramar sectarios
de haberla mantenido
secuestrada durante cinco días para obligarla a abandonar
la Iglesia de
la Cienciología.
El 17 de diciembre de 1987, la joven fue a comer con sus
familiares a un
asador de Durango, para celebrar su cumpleaños. Una
vez en el caserío,
su padre y el novio de su hermana se levantaron de la mesa
para ir a por
la comida. Cuando volvieron, lo hicieron acompañados
de dos hombres, que
se presentaron como integrantes de Pro Juventud. Con el
consentimiento
de los padres de la joven, los dos individuos agarraron
a Miren Karmele
y la condujeron al interior de la vivienda.
Cinco días de "secuestro".
Los desprogramadores informaron a Miren Karmele de que iba
a permanecer
en su compañía varios días o semanas
y le advirtieron que le iban a
llevar "a Barcelona, donde sería guardada por
un tiempo en la casa de un
periodista americano" [Vasco Press, 1988]. Durante
los días siguientes,
le leyeron "papeles difamatorios sobre lo que ellos
consideran sectas
diabólicas". Al cuarto día, la joven
hizo creer a los miembros de
Pro Juventud que aceptaba sus argumentos y consiguió
que la trasladaran
a un piso de Lekeitio, donde había un jesuita.
Mientras, Alasne, hermana de la sectaria y también
integrante de la
Iglesia de la Cienciología, amenazó con presentar
una denuncia por
secuestro. Entonces, los padres le pidieron a Miren Karmele
que
p-22
llamara a su hermana para tranquilizarla. La conversación,
que las
sectarias mantuvieron en euskera, le sirvió a la
retenida para informar
a su hermana de su intención de fugarse al día
siguiente.
A las ocho y media de la mañana del quinto día,
la joven abandonó la
vivienda en la que se encontraba secuestrada, aprovechando
que el único
miembro de Pro Juventud que había en el piso estaba
en la ducha. Su
padre y el sacerdote, que se encontraban en el interior
de un coche
estacionado en las inmediaciones, se apercibieron de los
hechos y
emprendieron la persecución de la joven, que echó
a correr.
Al final, el integrante de Pro Juventud capturó
a la muchacha, que se
resistió, lo que hizo que se concentraran a su alrededor
unas quince
personas. "Yo decía a la gente que estaba alrededor
que me llevara a la
Policía vasca -explicó Miren Karmele a la
Prensa-, que había sido
raptada por esa gente que me forzaba a entrar en el coche
y que
necesitaba ayuda. Estuve cinco o diez minutos con esto,
hasta que un
chico se adelantó y me dijo que iba a llevarme a
la Policía". Poco
después, la joven presentaba una denuncia contra
los integrantes de
Pro Juventud en el Juzgado de Gernika.
Enrique Sagnier Sagues, representante de la organización
de asistencia a
sectarios, aseguró en 1988 que habían sido
contratados por los padres de
la joven para desprogramarla. Cinco años después,
María Rosa Doladera,
actual directora Pro Juventud ha señalado que lo
que pasó en el caso de
Miren Karmele es que la muchacha había aceptado someterse
a tratamiento,
pero cambió de opinión en el último
momento.
En su día, la madre de la joven afirmó que
"la secta, a través de mi
hija Alasne, nos sacó casi dos millones de pesetas.
Ahora, con Miren,
les hemos entregado alrededor de 200.000 pesetas, que, según
ella nos
comentaba, eran para unos cursillos" [Villasante, l988].
Los padres
reconocieron que habían entregado dinero a la Iglesia
de la
Cienciología por miedo, "ya que, de lo contrario,
nuestra hija se habría
ido a Florida". "Lo que están haciendo
ellos con mi hija sí que es un
auténtico secuestro", sentenció la madre
de la joven.
"Operación Rocío".
El juez José María Vázquez Honrubia
ordenó, el 20 de noviembre de 1988,
la detención de setenta y un dirigentes de la Iglesia
de la
Cienciología, que celebraban un congreso en Madrid.
El titular del
Juzgado de Instrucción número 21 de la capital
de España investigaba a
los responsables de la secta por delitos contra la libertad
y la
seguridad en el trabajo, contra la salud pública,
amenazas y coacciones
a los adeptos, asociación ilícita, falsedad
en documento público, estafa
y delitos fiscales y monetarios.
Aquel domingo, la Asociación Internacional de Cienciólogos
celebraba en
el hotel Meliá Castilla, en Madrid, una Convención
de las actividades en
el campo para Iberia, a la que asistían responsables
españoles y
extranjeros de la secta. Por el módico precio de
20.000 pesetas, los
adeptos tuvieron oportunidad de participar en un seminario
sobre Cómo
manejar la propaganda negra, impartido por Heber Jentzsch,
presidente de
la Iglesia de la Cienciología. Según Pepe
Rodríguez, el encuentro trató
de las técnicas de intoxicación informativa
y desprestigio público que
emplea la secta para atacar a
p-23
instituciones y personas que ponen en peligro sus intereses
[Rodríguez. 1988].
Cuando los asistentes al seminario estaban comiendo en
un salón del
citado hotel, diez inspectores y cuarenta agentes del Cuerpo
Nacional de
Policía entraron en acción y detuvieron a
setenta y una personas.
Simultáneamente, se registraban en la capital de
España diecinueve
locales de la secta, y la Brigada Policial de Madrid cursaba
las
instrucciones oportunas para que se hiciera lo mismo en
otras ciudades.
Días después, Vázquez Honrubia ordenaba
la expulsión de España de diez
diriegentes extranjeros de la secta y el ingreso en prisión
de once
personas, entre ellas, Heber Jentzsch, el máximo
dirigente de la
organización. El magistrado ordenó intervenir
las cuentas corrientes de
la iglesia, que arrojaban un saldo cercano a los 200 millones
de
pesetas. En la sede de la secta, la Policía se incautó
de cinco kilos de
documentos y un programa informático con datos de
las quinientas
empresas más importantes de España. "¿Qué
hace una organización
religiosa con estos datos?", se preguntó el
juez [Catalán, 1988].
Jentszch, por su parte, optó por representar el
papel de mártir,
exculpar a las autoridades españolas y presentarse
como víctima de una
conspiración internacional. "Esta es la nueva
versión de la Inquisición
española -advertía el 23 de noviembre, cuando
iba a declarar ante el
juez-. Creo que Interpol ha mandado gran cantidad de información
falsa,
que trata de destruir la libertad. La culpa no es tanto
del Gobierno
español como de Interpol, que es una organización
de criminales". El
boletín correspondiente a diciembre de 1988 de Freedom
-el panfleto de
la secta- se dedicó al descrédito de la Interpol
y la defensa de
Narconón.
El dirigente de la Iglesia de la Cienciología consiguió
la libertad bajo
fianza el 10 de diciembre de 1988, previo pago de 75 millones,
y las
autoridades españolas le permitieron regresar a su
país tres meses
después. Una vez en Washington, Jenstch centró
sus ataques en la
Interpol, organización a la que acusó de estar
relacionada con el
narcotráfico [Montagut, 1989].
"Agentes muertos".
Entre tanto, se supo que, por órdenes de la secta,
una agencia de
detectives privados de Barcelona poseía datos reservados
del juez
José María Vázquez Honrubia, la diputada
Pilar Salarrullana y el
periodista Pepe Rodríguez. Los autores de los informes
se referían a los
tres investigados como "agentes muertos". Uno
de los abogados defensores
de la secta, José Manuel Gómez Benítez,
indicó que "estas palabras no
significan, ni mucho menos, que haya que matar a estas personas,
sino
que es una descalificación moral sobre unos individuos
que consideran
contrarios a los intereses de la Iglesia de la Cienciología"
[Pardo, 1989]. El letrado no explicó, sin embargo,
que significaba que
la iglesia catalogara a Pilar Salarrullana como "persona
a destruir,
grado de peligrosidad número 6".
¿Qué objeto tenían las más
de mil páginas de información sobre los tres
"agentes muertos", redactadas en inglés,
holandés y español? "Allí, se
encuentran datos sobre mis teléfonos, domicilio y
movimientos -explicó
la diputada a los periodistas-. Y, debajo de los mismos,
la firma de la
persona que ha contratado el servicio y el precio pagado.
Las
cantidades para dar información van desde las 25.000
hasta las 100.000
pesetas. Cuando vi en el informe el nombre de mis padres
y los
movimientos de mis hijos, se me puso carne de gallina"
[Cascó, 1989].
A mediados de julio de 1989, el juez Vázquez Honrubia
remitió la causa
contra los dirigentes de la Iglesia de la Cienciología
a la Audiencia
Nacional. El auto citaba trece posibles delitos de la secta,
implicaba a
cien personas y valoraba en
p-24
más de 250 millones la cantidad de dinero defraudado
a particulares y a
la Administración. La investigación demostraba,
en palabras del
magistrado, que la Iglesia de la Cienciología "es
una multinacional
dedicada a la venta de bienes y servicios que promete la
salud física y
mental, basada en teorías completamente acientíficas,
para obtener de
los captados sumas crecientes de dinero, que, conforme a
algunos
perjudicados, asciende hasta los 17 millones de pesetas".
[Mercado, 1989].
Cuatro años después de la Operación
Rocío, nada se sabe del proceso
judicial contra la Iglesia de la Cienciología. "Desde
los más poderosos
gabinetes jurídicos del país, contratados
por la secta, y mediante
letrados muy próximos al Gobierno, se ha ejercido
presión directa contra
el juez José María Vázquez Honrubia...
para que el Consejo General del
Poder Judicial le retire del caso y así puedan anular
el rigor
investigador que caracteriza a este inflexible juez. Y en
el Juzgado de
Instrucción número 21, del que es titular,
se han recibido presiones a
favor de la secta desde las instancias más insospechadas
[Rodríguez, 1989; 253].
Los cieneciólogos vascos.
Un error en las direcciones que figuraban en los mandamientos
judiciales
libró a los dos locales que la Iglesia de la Cienciología
tenía en el
País Vasco de los registros ordenados por el juez
Vázquez Honrubia el
20 de noviembre de 1988. El duro golpe que asestó
el titular del Juzgado
de Instrucción número 21 de Madrid a la secta
relegó a segundo plano
periodístico las conmemoraciones fascistas en memoria
del dictador
Francisco Franco y el líder radical Santiago Brouard.
Sin embargo, en
Vizcaya, cuando la Policía se dispuso a registrar
las oficinas de
Dianética de Bilbao y Ondarroa, se encontró
con que las direcciones de
los mandamientos judiciales no eran las de los locales de
la secta. La
Brigada Judicial de Madrid había facilitado al Juzgado
direcciones
erróneas y los dos centros vascos de Cienciología
se libraron de la
visita policial. Aunque el error no fue enmendado en días
sucesivos,
para la Policía, la Operación Rocío
"había sido un éxito".
"Si lees el libro, verás cómo Ron, el
fundador, llegó a Cienciología y
qué es Dianética", me aconsejaba Reyes
Vidal, relaciones públicas de la
secta en Bilbao, días después de que el comodoro
Jentzsch ingresó en la
cárcel [Gámez, 1988]. El libro era Dianética,
de Hubbard. Un Pase usted
sin llamar y la curiosidad periodística me habían
animado a franquear la
puerta del local bilbaíno de la Iglesia de la Cienciología
y penetrar en
el mundo creado por Lafayette Ronald Hubbard. Durante la
conversación
que mantuvimos en la sede de la secta, situado en el número
5 de la
calle Buenos Aires, la joven me habló de la organización
como de un
grupo religioso y negó cualquier carácter
sectario.
Ante mi negativa a adquirir el voluminoso Dianética,
Reyes Vidal me
obsequió una cinta basada en la obra de Hubbard.
En la grabación que
comercializa New Era Publications, editorial vinculada a
la Iglesia de
la Cienciología, una agradable voz asegura que "Dianética
es la ciencia
de la mente", que "obtiene resultados predecibles
y exactos".
La Iglesia de la Cienciología, que se instaló
en la bilbaína calle
Buenos Aires en 1984, se ha trasladado recientemente a un
municipio de
la margen derecha del
p-25
Nervión. En los últimos nueve años,
multitud de jóvenes vizcaínos fueron
abordados por adeptos de la secta e invitados a subir a
sus locales para
someterse a un test de personalidad. En la mayoría
de los casos, los
resultados de la prueba revelaban la conveniencia de que
el interesado
se sometiera a la terapia ofrecida por Dianética.
Y eso, para algunos,
supuso un largo y caro peregrinar de curso de superación
en curso de
superación. "El adoctrinamiento -explica Pepe
Rodríguez- se realiza a
través de una casi infinita serie de cursillos, cada
uno más caro que el
anterior, que acaban incapacitando al individuo para vivir
al margen de
la secta, ya sea económica o psíquicamente"
[Rodríguez, 1985; 89-90].
Respecto a los precios de estos servicios, en su día,
Reyes Vidal se
negó a facilitarme cifras concretas, "ya que
hablar de caro o barato
depende de lo que la persona obtenga a cambio. Si alguien
paga cinco
duros por algo que no vale para nada, eso es carísimo.
Pero si paga un
millón por algo que le está salvando la vida,
es diferente". La
responsable de la secta se sabía bien la lección.
"Una vez realizado el
primer test, el alumno recibe una primera solución
con un cursillo de un
precio de unas 4.000 pesetas -asegura el juez Vázquez
Honrubia-, pero
tras él se convence al alumno de que no es más
que el primer paso para
subir por el camino de la felicidad" [Mercado, 1989].
En la actualidad, los cienciólogos han abandonado
la capital vizcaína.
Ahora, tienen su cuartel general en un municipio de la margen
derecha
del Gran Bilbao. Localizarlos es fácil. Un sectario
instala todos los
domingos un tenderete en la Plaza Nueva bilbaína,
lugar en el que se dan
cita coleccionistas de sellos y monedas, criadores de pájaros...
Basta
detenerse unos segundos a ojear el clásico libro
de Hubbard, para que la
vena proselitista del joven salga a la luz.
"Desde que te he visto, me he dado cuenta de que eres
una persona con
una sensibilidad especial", dirá mientras invita
al curioso a adentrarse
en el conocimiento de la Dianética. En mi caso, para
escabullirme,
argumenté que no tenía tiempo la lectura;
pero que tenía una cinta sobre
el tema. El muchacho me sonrió y me facilitó
el teléfono de la nueva
responsable de la secta en Vizcaya. "Si tienes algún
problema o duda,
sólo tienes que llamarla. Ella es auditora",
me dijo. Apunté el nombre
de la joven y el número de teléfono y me despedí
del sectario con un
apretón de manos.
El negocio de la droga.
La Operación Rocío tuvo su origen en una
querella por estafa que un
extoxicómano, José Carlos Navacerrada,
presentó contra Narconón, una
organización dedicada a la rehabilitación
de drogadictos, dependiente de
la Iglesia de la Cienciología. Santiago Vadillo,
director del centro de
Narconón de Cercedilla (Madrid), en el que Navacerrada
se había sometido
a tratamiento, le había recomendado el ingreso en
Dianética si quería
dejar las drogas.
Después de pagar a la secta más de dos millones
y medio de pesetas por
seguir diversos cursos, el joven decidió abandonar
la organización.
Entonces, le advirtieron que siempre sería un toxicómano
y le pidieron
cuatrocientas mil pesetas por darse de baja en Dianética.
Navacerrada se
querelló contra la secta, que le amenazó con
hacer públicas las
declaraciones que había efectuado conectado al Emetro,
una especie de
detector de mentiras ante el que el adepto o paciente se
confiesa
periódicamente.
Narconón utiliza "la tecnología de rehabilitación
descubierta y
desarrollada por el famoso investigador americano L. Ronald
Hubbard" y
muchos de sus internos acaban ingresando en la secta. Pepe
Rodríguez
p-26
sostiene que la Iglesia de la Cienciología capta
buena parte de sus
adeptos entre drogadictos, "a los que pasa a hacer
depender
psíquicamente de la secta y usa como mano de obra
gratuita".
En el caso español, la Iglesia de la Cienciología
ha encontrado en el
problema de las toxicomanías el caldo de cultivo
apropiado para echar
raíces en el país y recibir el apoyo de conocidos
personajes.
Paco de Lucía, Quique San Francisco y Antonio Flores
son algunos de los
famosos que han utilizado los servicios de los centros de
rehabilitación
de Narconón [Rivas y Lefor, 1988]. Lola Flores no
sólo manifiesta su
apoyo a Dianética en la contraportada de El camino
de la felicidad, una
de las obras de Hubbard, sino que, además, era la
propietaria del chalé
de Los Molinos (Madrid) sede de Droganón, otra de
las tapaderas de la
secta.
El centro de rehabilitación de Narconón en
el Norte de España está
situado en Cadagua de Mena (Burgos). En marzo de 1987, el
médico titular
de Vivanco de Mena, Agustín Salazar, abrió
un expediente contra el
centro por las deficientes condiciones higiénicas
de las instalaciones;
pero las autoridades sanitarias de Castilla y León
archivaron la
denuncia.
Narconón-Norte abandonó Bilbao en agosto
de 1988. La organización
mantuvo abierta una oficina en el número 64 de la
calle Iparraguirre
desde 1985, poco después de que los cienciólogos
hicieron acto de
presencia en la capital vizcaína. Vecinos del inmueble
me informaron de
que, en varias ocasiones, habían encontrado jeringuillas
hipodérmicas en
el baño de la entreplanta, donde estaba el local
de Narconón. Cuando, a
mediados de octubre de 1988, miembros de la secta cargaban
en una
furgoneta los enseres que tenían en la delegación
vizcaína, dejaban sin
pagar el alquiler de los últimos meses, además
de otras facturas.
Sin embargo, Narconón es una empresa muy rentable.
La cuota mensual que
paga cada interno ronda las 200.000 pesetas; aunque la organización
no
cuenta con médicos ni con personal especializado
en la rehabilitación de
toxicómanos. Del total de sus ingresos, Narconón
sólo gasta alrededor
del 17% en la atención de los drogadictos y tiene
unas gananacias netas
que superan los 100 millones al año.
"El imperio de Ron".
En 1947, Lafayette Ronald Hubbard, un escritor de ciencia
ficción de
segunda fila, mandaba una carta a la Asociación de
Veteranos de
Los Angeles, en la que reconocía su inestabilidad
mental y su deseo de
recibir atención psiquiátrica. Un año
después, Ron, como le llaman sus
seguidores, escribía su primer tratado sobre la Dianética.
Fue en 1950 cuando el escritor creó la Iglesia Internacional
de la
Cienciología, ya que, al inscribirse como un grupo
religioso, la
institución evitaba el pago de impuestos. Hubbard
se convirtió así en el
profeta de una nueva religión basada en sus pretendidos
descubrimientos
sobre el funcionamiento de la mente humana.
Adorado por sus adeptos, gustaba de presentarse como físico
nuclear y
héroe de guerra, cuando la verdad es que nunca obtuvo
una titulación
académica ni participó en batalla alguna.
Sin embargo, él decía haber
sobrevivido a graves heridas de combate gracias a la Dianética.
La más demoledora síntesis biográfica
sobre Hubbard es obra de un
observador de lo marginal. "Fue un hombre profundamente
perturbado, un
mentiroso patológico que degeneró constantemente,
pasando de ser un
sinvergüenza encantador a un paranoico egomaníaco
'incapaz de distinguir
-en palabras de [Rusell] Miller, [autor de The True Story
of
L. Ronald Hubbard]-', entre los hechos y sus propias fantásticas
ficciones" [Gardner, 1988; 369-376].
p-27
Con el paso del tiempo, la locura del profeta fue a más.
"Durante años,
la Org del mar, que así llamaba él a su flota,
erró por el Atlántico
oriental, convencido su comodoro como lo estaba de que los
nazis y los
rojos le perseguían. Se llevaron a cabo burdos intentos
ridículamente
cómicos de hacerse con Rhodesia y Marruecos. Una
prueba de que Hubbard
-ahora gordo, de cara flácida, impotente, con pelo
en la espalda y los
dientes podridos- había llegado a creerse su mitología
es que su
tripulación gastase meses enteros buscando los tesoros
que recordaba
haber enterrado en reencarnaciones anteriores". [Gardner,
1988: 372].
La doctrina pseudocientífica de Hubbard dio lugar
a un próspero negocio
de venta de libros, cintas y cursillos, que alcanzó
dimensiones
mundiales. Pero en 1977 la Oficina Federal de Investigaciones
(FBI)
descubrió en los archivos de la secta documentos
secretos de la CIA y
otros organismos públicos y privados. En octubre
de 1979, ocho miembros
de la Iglesia de la Cienciología fueron condenados
y encarcelados por la
Corte Federal de los Estados Unidos, acusados de conspiración.
A partir
de ese momento, empezaron los problemas para la secta.
En Alemania, la Iglesia de la Cienciología vio denegada
su inscripción
en el Registro de Sociedades en 1981. Dos años después,
el Tribunal
Supremo británico prohibió la entrada y residencia
en el país de
miembros extranjeros de la secta, ya que el artículo
48 del Tratado de
la Comunidad Económica Europea los consideraba pertenecientes
"a un
grupo o a una organización cuyas actividades son
consideradas por el
Estado miembros constitutivas de un peligro social, sin
estar, por otra
parte, prohibidas". En 1984, un tribunal británico
calificó a la secta
de "corrompida, maléfica y peligrosa" [Rodríguez,
1985; 88].
Las investigaciones realizadas en España en 1988
revelaron que la
Iglesia de la Cienciología es algo más que
una multinacional de la
espiritualidad. La autoridad judicial intervino 200 millones
de pesetas
en diversas cuentas corrientes de la organización,
que, paradójicamente,
se había registrado como una asociación sin
ánimo de lucro. Además, la
secta disponía de información sobre las quinientas
empresas más
importantes del país, había cometido numerosos
delitos, investigado a
personas e infiltrado topos en la Administración.
La prestigiosa revista económica estadounidense
Forbes estima que,
sumando todos los ingresos de cada una de sus ramas, la
Iglesia de la
Cienciología se sitúa entre las cuatrocientas
empresas más importantes
del mundo por volumen de negocio. El imperio de Ron es una
rentable
compañía multinacional, que ha sobrevivido
a su creador, fallecido en
1986, gracias a que la estupidez humana no tiene límites.
p-28
Notas:
-Catalán, Gustavo [1988]: "El jefe internacional
de la secta de la
Cienciología ingresó en prisión".
Diario 16 (Madrid), 24 de Noviembre.
-Efe [1993]: "Embajada Costa Rica niega asilo miembros
Iglesia
Cienciología". Efe (Madrid), 4 de Febrero.
-Gámez, Luis Alfonso [1988]: "Iglesia de la
Cienciología. SA". El Correo
Español-El Pueblo Vasco (Bilbao). 11 de diciembre.
-Gardner, Martin [1988]: La nueva era. Notas de un observador
de lo
marginal. |The New Age. Notes of a Fringe Watcher|. Trad.
de Juan Pedro
Campos Gómez. Alianza Editorial (Col. "EL Libro
de Bolsillo", Nº 1.463).
Madrid 1990, 396 páginas.
-Gascó, J.I. [1989]: "Persona a destruir".
El Correo Español-
El Pueblo Vasco (Bilbao). 21 de Febrero.
-Mercado, Francisco [1989]: "La Iglesia de la Cienciología,
acusada de
perturbar al Parlamento y defraudar más de 250 millones".
El País
(Madrid), 13 de Julio.
-Montagut, Albert [1989]: "El líder de Cienciología
acusa a Interpol de
estar relacionada con el narcotráfico". El País
(Madrid), 24 de Julio.
-Pardo, Francisco [1989]: "Los abogados de la Iglesia
de la Cienciología
se querellan contra la diputada Pilar Salarrullana".
El Correo Español-
El Pueblo Vasco (Bilbao). 21 de Febrero.
-Rivas, Álvaro; y Lefor, Óscar [1988]: "El
escándalo de la Iglesia de la
Cienciología. Implicados magistrados, artistas y
profesionales". Tiempo
(Madrid). Nº343 (5-11 de Diciembre). 8-18.
-Rodríguez, Pepe [1985]: Las sectas, hoy y aquí.
Ediciones Tibidabo
(Col. "Conocer a Tiempo"). Barcelona. 191 páginas.
-Rodríguez, Pepe [1988]: "Narconón ganaba
más de 100 millones de pesetas
al año". Interviu (Barcelona). Nº655 (29
de Noviembre-5 de Diciembre).
16-26.
-Rodríguez, Pepe [1989]: El poder de las sectas.
Prologado por
Joan Manuel del Pozo. Ediciones B (Col. "Reporter".
N°43). Barcelona.
290 páginas.
-Vasco Press [1988]: "Una joven de Ondarroa denuncia
haber sido
secuestrada por especialistas en 'desprogramar' a miembros
de sectas".
El Correo Español-El Pueblo Vasco (Bilbao), 18 de
Mayo.
-Villasante, Óscar [1988]: "La madre de la joven
miembro de un grupo
religioso les acusa de tenerla secuestrada". El Correo
Español-
El Pueblo Vasco (Bilbao), 19 de Mayo.
Copyright © Luis Alfonso Gámez, 1993.
p-29
El Ecologista Escéptico. Vincent Gray.
El Dr. Vincent Gray es asesor sobre temas de energía
en Wellington
(Nueva Zelanda). Este artículo apareció publicado
en New Zealand Skeptic
(March 1992, nº23), órgano de difusión
de New Zealand CSICOP Inc (150
Dyers Pass Road, Christchurch 2, New Zealand). Se reproduce
en LAR con
su autorización.
Resumen: Las afirmaciones exageradas y alarmistas que nos
hablan de
"crisis" tales como el calentamiento del planeta,
los residuos tóxicos y
las especies en peligro de extinción, pueden suponer
una pérdida de
credibilidad para los propios ecologistas que las defienden.
Nuestra vida es una sucesión de prioridades. Las
necesidades relativas
al alimento, el vestido, la seguridad y el empleo han de
estar
satisfechas antes de que podamos dedicar grandes esfuerzos
a mejorar el
ambiente que nos rodea. En repetidas ocasiones se ha demostrado
que la
gente prefiere un trabajo sucio, peligroso y mal pagado,
a no trabajar
en absoluto.
El deterioro ambiental no es sólo una consecuencia
de la prosperidad
económica; es causado, de una forma general, por
el deseo de conquistar
y la exigencia de libertad. Y aunque el cuidado ambiental
puede ser una
prioridad mínima en las mentes de muchos, no se descuida
normalmente ni
en las comunidades más pobres. Muchos pueblos primitivos
sabían que su
estrategia de supervivencia a largo plazo dependían
de mantener un
equilibrio adecuado con sus fuentes de alimento y, por tanto,
con el
ambiente.
Durante este siglo la demanda de seguridad ha tendido a
dominar la
política. Las dos guerras mundiales y los numerosos
conflictos locales
han situado el miedo a la muerte imprevista por encima de
cualquier
otro, sobre todo a partir del desarrollo del armamento nuclear.
Pero con el retroceso de este miedo nuclear, la consiguiente
reducción
de la probabilidad de hambrunas y el aumento general del
nivel de vida
se ha hecho posible dedicar más atención a
la mejora de nuestro medio
ambiente. Así ha surgido la "revolución
ecologista", animada por la
formación de grupos políticos
p-30
preocupados principalmente por cuestiones ambientales.
Sin embargo, esto no ha sido tanto una revolución
como un cambio de
énfasis. Todavía existen personas sin alimento
suficiente y gente que
sigue muriendo en las guerras. En las ciudades occidentales,
el
desempleo y la falta de vivienda están aumentando
y es poco probable que
las políticas "verdes" ayuden a resolver
estos problemas. Más bien,
pueden agravarlos.
Crisis ambiental.
La escasa prioridad que le da gente con problemas más
importantes a los
asuntos ambientales ha llevado a los ecologistas a adoptar
un lenguaje
alarmista que pretende llamar la atención. Cada problema
se convierte en
una "crisis".
Reiteradamente se nos dice que es necesario y urgente tomar
medidas
drásticas para evitar el desastre. Tenemos un "planeta
arrasado" o unos
"recursos agotados". Todos los productos químicos
son "tóxicos". El
mundo está lleno de "especies en peligro".
El incremento poblacional es
una "explosión". Nos enfrentamos a un "holocausto
ecológico". Cada
cambio en nuestro agua o aire sugiere un "agente contaminante".
Por otra parte, nada de lo que hacemos es correcto. No
podemos evitar el
impacto ambiental y cuando lo hacemos es siempre para peor.
Uno se
siente culpable tomando agua, azúcar o sal, por no
mencionar el alcohol.
De acuerdo con su inventor, Ernst Haeckel, la ecología
es la ciencia de
la interacción de unos organismos vivos con otros
y con el mundo inerte,
pero la nueva ecología considera al animal humano
como un ser egoista
que estropea permanentemente el ambiente "natural".
En todas partes
tenemos ecosistemas, desarrollados como asociaciones de
organismos, que
resultan amenazados por la actividad humana.
Los programas de televisión sobre la vida salvaje
enfatizan
continuamente la influencia maligna de los seres humanos,
incluso en el
contexto de un parque o una reserva natural, fruto de la
intervención
humana. Algunos ecologistas dan la impresión de que
el mundo sería un
sitio mejor si no hubiera personas. Un continente intacto
y enormes
espacios de bosque, desiertos, ciénagas y estepas,
son, todos ellos,
candidatos para la completa extinción de la especie
humana.
Control poblacional.
Como la población humana mundial aumenta, es inevitable
que se
incremente la posición de los seres humanos en el
balance ecológico y
que otras especies desaparezcan. Este hecho parecen ignorarlo
muchos
ecologistas que creen que podemos subsistir manteniendo
aparte el
ambiente "natural", incluyendo las especies en
peligro de extinción,
mientras incrementamos el número de seres humanos.
Las ideas de Thomas Malthus todavía se aplican en
la misma línea cuando
se dice que el mundo, o un país concreto, sólo
soportará felizmente el
nivel de población que pueda alimentar satisfaciendo
sus necesidades
vitales. Un cambio por encima de este nivel, conllevará
el hambre y la
emigración.
Pero la "revolución verde" ha incrementado
enormemente la producción y
la eficacia de los cultivos en los últimos 50 años.
Hemos tenido un
mundo saturado de alimentos durante varias décadas,
acompañado de bajos
precios para las cosechas y un aprovechamiento nuevo de
terrenos, antes
marginales, para el cultivo. Mucha gente podría ser
alimentada al
existir una tecnología de gran rendimiento en la
agricultura, por tanto
no hay "crisis". Las guerras, las sequías,
las inundaciones y la
incompetencia política todavía causan penurias
locales, pero el
problema, normalmente, es la distribución.
Hay un tema que afecta a la política de control
poblacional y su
ignorancia es el mayor fracaso del movimiento ecologista.
¿Qué
resultados pueden conseguirse cuando se persigue un objetivo
fácil,
p-31
pero afectado por un problema que no ha sido abordado -el
crecimiento
poblacional no planificado-?
No es fácil controlar la conducta sexual, la vida
de una comunidad o las
costumbres familiares, pero China ha demostrado que se puede
hacer. La
mayoría de los chinos están convencidos que
su futuro crecimiento
económico, con sus limitadas tierras de cultivo,
depende de la política
de "un niño para cada pareja". La libre
disponibilidad de
anticonceptivos, la planificación familiar y el aborto
totalmente
asistidos, han provocado una reducción significativa
del crecimiento
poblacional.
Los chinos son afortunados al no padecer los prejuicios
religiosos de
otros países en los que la anticoncepción
y el aborto siguen siendo
temas en discusión. La Iglesia Católica es
el principal culpable, pero
la razón principal por la que se hacen tan pocos
esfuerzos por controlar
la población en África es la actitud norteamericana
ante el aborto. La
epidemia del SIDA, al menos, nos ha demostrado el tabú
de los
preservativos. En un futuro próximo es probable que
se desarrollen otros
métodos anticonceptivos masculinos y que la la píldora
del día después
acabe por superar la oposición a la que se enfrenta
hoy día.
Pero ¿cuándo estará preparado el movimiento
ecologista para implicar a
sus detractores en la defensa de una política sensible
al control
poblacional?
Futuro imperfecto.
"El fin del mundo está cerca". Este es
un slogan familiar y siempre ha
tenido sus partidarios. Pero últimamente los profetas
se han hecho más
"científicos", usando las técnicas
de la extrapolación y el
exponencialismo.
Recuerdo haber escuchado hace algunos años una conferencia
sobre la
población en la Universidad Victoria en la que el
responsable del
Departamento de Electricidad demostraba que la demanda de
electricidad
en Nueva Zelanda seguía una curva exponencial, que
terminaba por
alcanzar el infinito. La realidad se demuestra de otro modo.
El ministro de Energía mantuvo durante algunos años
un equipo de
profetas cuyo trabajo era anticipar los cambios futuros
en el precio del
petróleo. Sus predicciones aparecían normalmente
en los informes anuales
y todas se equivocaban de una forma cómica: predecían
un alza cuando
había una caída. Por fortuna, el equipo ha
sido deshecho.
Una clase de científicos a quienes se reclama continuamente
para hacer
predicciones sobre el futuro son los meteorólogos.
Hasta no hace mucho,
la predicción del tiempo era poco más que
una especie de magia negra. Un
estudio mostró que, en vez de los meteorólogos,
se podían obtener
mejores resultados prediciendo el tiempo de mañana
como el mismo que el
de hoy.
Incluso ahora, a pesar de todos los satélites y
computadoras que hay,
los informes del tiempo están llenos de términos
cualitativos o
equívocos, como "aguaceros", tiempo "variable",
temperaturas "moderadas"
y vientos "frescos".
No obstante, los meteorólogos se han lanzado recientemente
a predecir
las condiciones del tiempo de forma amplia, no sólo
para mañana o la
próxima semana, sino para los próximos 50
ó l00 años.
Se han visto animados por el desarrollo de modelos climáticos
realizados
por computadora. Tales modelos han tenido sólo un
éxito muy limitado
para las predicciones a corto plazo, aunque esto no ha disminuido
el
entusiasmo por las predicciones a largo plazo.
Los partidarios de estos modelos recibieron una gran atención
por parte
del público en 1982, con éxitos algo relacionados,
cuando predijeron que
una guerra nuclear podría dar
p-32
lugar a un "invierno nuclear", un periodo de
luz solar reducida que
podría matarnos de hambre a todos. Los ecologistas
cambiaron el "podría"
o "quizá", y convencieron a la mayoría
de nosotros de que así sería.
Esta era una predicción que, esperamos, nunca pueda
ser verificada,
aunque últimamente se ha dicho que fue exagerada
y modelos más actuales
y refinados no han mostrado ninguna evidencia de un posible
invierno
nuclear.
Efecto invernadero.
Ahora nos encontramos con el efecto invernadero, popularizado
recientemente a pesar de que fue predicho por Svante Arrhenius
en 1903.
Los modelos por computadora del clima de la Tierra predicen
grandes
incrementos de la temperatura media del globo como consecuencia
de otra
predicción relativa al aumento de los gases de invernadero.
La "mejor"
estimación, que se acepta normalmente es un incremento
de 0.3ºC por
década para los próximos 80 años. Por
contra, el incremento medio por
década durante los pasados 130 años había
sido menor de 0.05ºC.
Desde 1940 hasta hoy, que es el periodo durante el cual
los gases de
invernadero han aumentado, el incremento medio por década
era de 0.06ºC
y durante el periodo 1979-1990, con tres métodos
diferentes de media
(superficial, radiosonda y satélite), se ha demostrado
que el incremento
por década oscila entre 0.03 y 0.17ºC (media,
0.11ºC). El método más
seguro, que es la medida por satélite, da una cifra
todavía más baja,
sobre 0.03ºC.
Todo esto está más allá de la simple
extrapolación. Las predicciones son
de 3 a 10 veces más de lo que está sucediendo
actualmente. Se ha
persuadido a la gente y a los gobiernos de todo el mundo
a creer estas
cifras, y a adoptar políticas económicamente
perjudiciales que, hasta
los meteorólogos lo admiten, es poco probable que
tengan algún efecto
sobre la situación.
El gobierno de Nueva Zelanda se ha comprometido con el
objetivo de
reducir un 20% las emisiones de dióxido de carbono
para el año 2000, una
política que agudizará la actual depresión,
creará más desempleo, e
inhibirá el crecimiento de las exportaciones. Afortunadamente,
al igual
que otras promesas electorales, no dan ninguna señal
de seguir
actualmente esta política.
No hay realmente ninguna prueba contundente de que el efecto
invernadero
esté causando un calentamiento global. El moderado
calentamiento que
está ocurriendo es debido más probablemente
a la variabilidad climática
natural que a una variación en la radiación
solar. Si hay un efecto
invernadero no será tan grande como las predicciones
nos dicen y no se
debería tomar la extrapolación a partir de
otras tendencias como base
para hacer política. El modesto aumento de la temperatura
que se da
actualmente afecta a las temperaturas nocturnas y es casi
totalmente
beneficioso.
Las afirmaciones exageradas, el lenguaje alarmista y la
falta de
atención sobre el bienestar humano, cuando éste
se enfrenta con el dogma
ecológico, ha motivado la pérdida de credibilidad
del movimiento
ecologista y de los propios científicos ecologistas.
Esto es lamentable
por que necesitamos un mundo más agradable y confortable,
y deberíamos
ajustar nuestras actividades al ambiente que nos rodea de
una forma
armoniosa.
El movimiento ecologista ha despertado la conciencia de
mucha gente
sobre estos asuntos, pero sería más eficaz
si fuera más cuidadoso con
los hechos y las afirmaciones.
-Trad. de Mercedes Quintana.
-Original: Copyright de New Zealand Skeptic.
-Traducción: Copyright de LAR.
p-33
Luis Alfonso Gámez. Desde el sillón escéptico,
recomendamos:
Libros:
-Moncada, Alberto: Historia oral del Opus Dei. Editorial
Plaza & Janés.
Barcelona 1992. 175 páginas. Ex-miembro del Opus
Dei y sociólogo,
Alberto Moncada declaró ante el tribunal de Madrid
en la causa de
beatificación del marqués de Peralta, José
María Escrivá de Balaguer.
Sin embargo, los jueces anularon su testimonio, al igual
que se negaron
a escuchar los testimonios del arquitecto Miguel Fisac y
María del Carmen Tapia, ex-secretaria personal de
El Padre, entre otros.
En la Historia oral del Opus Dei, Moncada recoge los testimonios
de
Fisac y Tapia, junto con los de Antonio Pérez, Raimundo
Panikkar y
Francisco José de Saralegui, y explica las relaciones
de la Obra con la
Iglesia, los negocios, la política y la educación.
De fácil lectura, el
libro retrata a la secta española más universal
desde el punto de vista
de algunos de sus más destacados exmiembros.
Artículos:
-Fernández Ardanaz, Santiago: "Juan Pablo II
afirma que en el Paraíso no
habrá placer sexual ni matrimonios". El Correo
Español-El Pueblo Vasco
(Bilbao), 10 de Noviembre de 1992. Diez días después
de rehabilitar la
figura de Galileo, Karol Wojtyla decidió dar una
vuelta de tuerca más en
su lucha contra los placeres sexuales. El papa aseguró
que en el paraíso
de los cristianos no hay ni sexo ni matrimonio. El tema,
de máxima
importancia en un mundo sacudido por el hambre y la guerra,
suscitó
reacciones entre los fieles. Cristianos viejos advirtieron
que si en el
cielo no había sexo, ellos preferían no ir.
Supongo que otros abogarán
porque, ya que una vez muerto se acaba el placer sexual,
se aprovechen
todas las oportunidades mientras se esté en forma.
-J., F.: "Doctor Letona: 'Los naturistas forman parte
de la familia de
los magos y adivinos'". Abc (Madrid), 9 de Noviembre
de 1992. El doctor
Juan Martínez López de Letona,
p-34
catedrático de Patología Médica y
jefe de servicio de la Clínica
Puerta de Hierro, afirma que "los naturistas forman
parte de la familia
de adivinos y magos". "Es obvio -dice- que, cuando
el médico deja de
ejercer de acuerdo con las normas aceptadas por la comunidad
científica
mundial, ya no hace práctica médica, sino
que se mueve en la esfera del
curanderismo. La sentencia del Tribunal Supremo no podía,
por tanto, ser
otra que excluir a la charlatanería del ámbito
de la práctica médica.
Los naturistas forman parte de la familia de adivinos y
magos y serán
responsables de las consecuencias de sus actos ante los
tribunales". Si
abundaran los profesionales de la medicina con una cabeza
tan bien
amueblada como la de Juan Martínez López de
Letona, otro gallo nos
cantaría.
-Lamet, Pedro Miguel: "Y sin embargo, se mueve".
Diario 16 (Madrid),
1 de Noviembre de 1992. Juan Pablo II rehabilitó
a Galileo Galilei 359
años después de condenarle. El papa polaco
tomó la decisión para disipar
los recelos que aún existen "hacia la concordia
de la ciencia y la fe,
de la Iglesia y el mundo". Once años necesitaron
los sabios del Vaticano
para dar con una salida airosa al caso. Los expertos no
pretendieron
poner las cosas en su justo término, sino encontrar
"una solución
honorable, honesta y leal". Por eso, durante su discurso
en la
Academia Pontificia de Ciencias, Wojtyla se refirió
al asunto Galileo
como a un "doloroso malentendido", consecuencia
de "una trágica
incomprensión recíproca entre la fe y la ciencia",
y absolvió a la
Inquisición del crimen. Toda una campaña de
imagen.
-Rodríguez, Alex: "La lectura del horóscopo
puede ser pecado en unos
países y en otros no, afirma el arzobispo Estepa".
El País (Madrid),
2 de Octubre de 1992.
-Rodríguez, Isabel: "El monstruo iNESSistente".
Diario 16 (Madrid),
1 de Noviembre de 1992. Un informe de la Sociedad Geográfica
Real
reconoció que, durante los trabajos del Proyecto
Urquart, se detectó
"algo largo y grande", de naturaleza desconocida,
moviéndose en las
profundidades del lago Ness. Bob Manson, uno de los participantes
en el
estudio, ha reconocido que "podría tratarse
de un banco de peces... el
problema es que no hay bancos de peces en el lago Ness".
La leyenda de
Nessie sigue viva.
-Ruiz de Elvira, Malen: "EE UU inicia una polémica
y ambiciosa búsqueda
de inteligencia extraterrestre". El País (Madrid),
8 de Octubre 1992.
-Semir, Vladimir de: "¿Estamos solos en el
universo?" Ciencia y
Tecnología. Suplemento de La Vanguardia (Barcelona),
Nº142 (l0 de
Octubre de 1992), 2. "Una de las más apasionantes
investigaciones
científicas de la humanidad comienza exactamente
500 años después del
descubrimiento del Nuevo Mundo. ¿Llegaremos a saber
algún día si
efectivamente no estamos solos en el universo?" La
pregunta que se hace
Vladimir de Semir permanecerá en el aire hasta que
se detecte alguna
señal de inteligencias extraterrestres. Mientras
tanto, hay que decir
que, por ahora, estamos solos o, por lo menos, aislados.
-Semir, Vladimir de: "Una isla surgida del fondo del
mar rodeada de
fuego y de truenos". Ciencia y Tecnología. Suplemento
de La Vaguardia
(Barcelona), Nº148 (21 de Noviembre de 1992), 6-7.
El director del
suplemento científico de La Vaguardia nos sirve de
guía en un viaje a la
isla de Santorini, una tierra sacudida por el fuego volcánico,
que bien
pudo ser la mítica Atlántida.
-Toharia, Manuel: "Curanderos legales". Diario
16 (Madrid),
15 de Noviembre de 1992. "Flaco favor le hace el Tribunal
Supremo a
p-35
la sociedad, ya bastante inerme ante la charlatanería
de unos
desaprensivos, al autorizarles la práctica médica
paralela. Desde luego
-indica Manuel Toharia-, pronunciar unas palabras cabalísticas
o bien
ingerir unas pildorillas homeopáticas supuestamente
depositarias de
virtudes curativas no tiene por qué hacer daño
a nadie. Y la
autosugestión hace que hasta se sienta alivio en
determinados casos.
Pero que por seguir estos u otros tratamientos paralelos
ahora
legalizados se muera un paciente de una urgencia que en
un hospital
hubiera sido remediada con facilidad es todo un crimen de
lesa
humanidad que recaerá sobre las conciencias de los
jueces que dictaron
la sentencia". Quizás, el Tribunal Supremo sí
nos ha hecho un favor al
establecer que cualquiera puede practicar las medicinas
alternativas, ya
que eso quiere decir que de medicina y de ciencia no tienen
nada. La
proliferación y aceptación de estas prácticas
no es culpa de los jueces,
sino de los colegios de médicos, sólo preocupados
por aumentar las
posibilidades de lucro de sus asociados. Ahora, la Justicia
ha
establecido que no hace falta ser un matasanos para pinchar
con unas
agujas, diagnosticar a través del iris y otras lindezas.
Y es que para
matar a alguien sano no hace falta ser médico. Los
verdugos nunca han
tenido necesidad de una carrera universitaria.
-Toharia, Manuel: "Homeopatía y curanderismo".
Diario 16 (Madrid), 22 de
Noviembre de 1992. "La homeopatía (como la astrología)
-escribe Toharia-
carece del más mínimo fundamento científico
porque no sigue ni ha
seguido nunca las reglas de juego del método científico".
El periodista
respondió así a quienes criticaron que comparara
la homeopatía con el
curanderismo. Es comprensible. Si la identificación
homeopatía=curanderismo fuera aceptada por los profesionales
de la
salud, la lucrativa estafa homeopática se vendría
abajo. Cada vez son
más los médicos que recetan pócimas
homeopáticas y más los farmacéuticos
que, sin ningún pudor, las expenden en sus despachos.
-Torres, Carles de: "A la caza de la vida". Ciencia
y Tecnología.
Suplemento de La Vanguardia (Barcelona), N° 142 (1O
de Octubre de 1992).
3.
-Torres, Carles de; y Bernabeu, Manuel: "Discos protoplanetarios,
estrellas casi planetas y la búsqueda de la vida".
Ciencia y Tecnología.
Suplemento de La Vanguardia (Barcelona) N° 142 (1O de
Octubre de 1992),
4-6. "El grado actual de nuestros conocimientos no
nos permite afirmar o
negar si la vida es un proceso común del universo;
es decir,
consecuencia de las leyes físicas y químicas
que rigen su evolución",
dicen los autores. El problema reside en que la existencia
de vida es
sólo el primer paso hacia la inteligencia. Algo que
los exobiólogos no
suelen tener en cuenta es que existe un tan largo proceso
evolutivo
biológico y sociológico desde que surge la
vida hasta que se consolida
una civilización tecnológica que es muy difícil
no ser pesimista. La
lectura de Estamos solos en el cosmos, la obra de Heinrich
K. Erben,
puede resultar turbadora para los más optimistas;
pero presenta la
cuestión en su justo término.
-Torres, Carles de: "Cómo buscar una aguja
en un pajar". Ciencia y
Tecnología. Suplemento de La Vanguardia (Barcelona),
N° 142 (1O de
Octubre de 1992), 7. "No es probable -reconoce el autor-
que entremos en
contacto con otras civilizaciones galácticas. Pero,
no obstante, no
debemos abandonar el estudio de la posible vida extraterrestre.
Sería
traicionar el principio básico de la ciencia, que
es ir siempre un poco
más allá de lo probable".
-Troià, Helena: "Visita el eterno mito de la
Atlántida". Ciencia y
Tecnología. Suplemento de La Vanguardia (Barcelona),
N° 148 (21 de
Noviembre de 1992), 5. "Ante la visión del espectacular
paisaje
p-36
que ofrece la isla de Santorini, por la huella que han
dejado en ella
los movimientos violentos de tierra y mar, no extraña
en absoluto que se
haya asociado con la desaparecida Atlántida",
escribe Helena Troià. La
autora realiza un breve recorrido por la historia del mito
atlante y se
pregunta si fue Atlas, el rey de los atlantes, el primer
monarca de la
isla de Santorini.
-Ubarretxena, Aitor: "Félix Ares: No hay que
descartar la posibilidad de
que exista vida fuera de la Tierra". Deia (Bilbao),
11 de Septiembre de
1992. El presidente de ARP se muestra más pesimista
que optimista
respecto a la posibilidad de que no estemos solos en el
cosmos. "No digo
que existan ni que estemos solos -advierte. Ambas
opciones cuentan con
posibilidades; pero lo cierto es que ha habido un cierto
optimismo hasta
la fecha, y no hay que descartar que no haya planetas habitados
con
civilizaciones avanzadas fuera de la Tierra".
-Ventosa, Javier R.: "Levantado el tabú sobre
Los ovnis". Ya (Madrid),
14 de Octubre de l992, 2-4. Javier R. Ventosa es el autor
de tres
páginas de información sobre la desclasificación
del tema ovni en
España, noticia que el diario Ya consideró
el tema del día el pasado
14 de octubre.
-"Medicos naturistas". Abc (Madrid). 24 de Octubre
de 1992. El periódico
discrepa en su editorial del contenido de la sentencia que
establece que
cualquiera puede practicar la medicina alternativa. "Acatada
la
sentencia -dice el diario-, habrá que añadir
de inmediato nuestra
discrepancia ante el temor cierto de los profesionales de
la medicina de
que sirve como excusa legal para que por ese hueco se cuelen
curanderos
e intrusos". El problema es que, a la mayoría
de los médicos, no les
preocupa si estas prácticas llamadas alternativas
son científicas o no;
lo único que les importa es que su práctica
quede limitada a los
profesionales de la sanidad para que sirva como destino
de parados y
fuente de copiosos recursos. El médico que practica
la acupuntura,
homeopatía... me merece el mismo respeto que el curandero
o sanador
espiritual de turno; es decir, ninguno, porque sólo
les diferencia la
posesión de un título.
-"E pur, si muove... ma non troppo". El Mundo
(Madrid), 1 de Noviembre
de 1992. "La rehabilitación eclesial de Galileo
Galilei es,
paradójicamente, una muestra del atavismo que atenaza
a las más altas
instancias de la Iglesia de Roma. No tiene sentido decir,
a estas
alturas, que la Inquisición no le hizo justicia a
Galileo, como si lo
propio de la Inquisición hubiera sido hacer justicia
y ahora se trate
sencillamente de determinar en qué casos erró.
Lo que parece exigible es
que el Vaticano repruebe, de una vez y en su conjunto, las
prácticas
siniestras de aquellos tribunales que se servían
de la tortura para
juzgar las conciencias en nombre de Dios y que dictaban
qué se podía y
qué no se podía pensar, castigando la discrepancia
con toda suerte de
atrocidades, incluida la hoguera. Es ésta la injusticia
histórica que
sigue pendiente". La Iglesia no va a censurar un tipo
de comportamientos
que utiliza para silenciar a quienes discrepan de ella en
temas como la
teología de la liberación. La Inquisición
sigue siendo una herramienta
útil. Torquemada Ratzinger, que recibió a
disgusto la rehabilitación de
Galileo, es el encargado de dar la vuelta al potro.
Vídeos
-El triángulo de las Bermudas. [The Bermuda Triangle].
Geofilms, 1992.
Producido por Martine Benoit y John Simmons; dirigido por
John Simmons;
guión de John Simmons; música de Tony Royden.
Narradora:
Juliet Stevenson. Duración 50 minutos. Interesante
documental sobre uno
p-37
de los misterios manufacturados más rentables de
nuestro tiempo. Emitido
por Canal+, El triángulo de las Bermudas toma como
punto de partida los
testimonios de Charles Berlitz -el charlatán por
antonomasia-, la medium
inglesa Marian Dampier-Jeans y el ufólogo Lionel
Beer, vicepresidente
del Bufora. El contrapunto racional lo aportan Bilal U.
Haq, de la
Fundación Nacional de la Ciencia de Estados Unidos;
Colin Summerhayes,
director del Instituto de Ciencias Oceanográficas
de Gran Bretaña;
David Roberts, Redactor-jefe del Marine & Petroleum
Geology Journal;
Richard Selley, geólogo de la Escuela Imperial de
Londres; Norman Hooke,
de la compañía Lloyd's; y James Howe, guardacostas
de los
Estados Unidos. La opinión de los científicos
y técnicos es que "el mar
es poderoso por si solo" (Summerhayes), "hay que
descartar a los
hombrecillos verdes de Marte" (Selley), "podemos
afirmar categóricamente
que las desapariciones se deben a condiciones meteorológicas
severas y
no se registran más que en otras zonas" (Hooke)
y "se trata de gente que
se mete en problemas a causa de condiciones meteorológicas
o por no
estar preparados" (Howe). El documental se dedica,
seguidamente, a
exponer una teoría del geólogo norteamericano
Richard McIver, según la
cual los depósitos de hidrato de metano existentes
en el lecho marino
serían los culpables de algunas de las desapariciones
del triángulo de
las Bermudas. La teoría es interesante, se apoya
en datos y hechos
verídicos y podría explicar algunas desapariciones.
p-38
Milagro en la Televisión Francesa. Igor Ziegler
(*).
Los gurús, videntes, curanderos y otros farsantes
campan a sus anchas en
la primera cadena de la televisión francesa (TF1).
Lo "paranormal" se ha
convertido en la guinda del pastel de los programas de variedades
de
esta cadena. Nada nuevo que reseñar si no fuera porque
en una emisión
reciente del programa de los martes "Ciel mon Mardi",
presentado por
Christophe Dechavanne, se ha podido presenciar una desmitificación
inesperada y agitada.
Primer episodio. El 28 de enero, el equipo de Dechavanne
presenta en
exclusiva a un tal Zadreg. Este joven se propone realizar
en directo una
experiencia de "viaje astral". Con los ojos vendados
y la cabeza
cubierta con una capucha opaca, se concentra unos momentos
a fin de
"hacer salir su espíritu del cuerpo". Una
vez que el espíritu flota en
el estudio, Zadreg puede ver y describir todo lo que se
pasa a su
alrededor aun a pesar del disfraz. Incluso es capaz de montar
en
bicicleta sobre el escenario. Enorme éxito entre
el público. Dechavanne
confiesa estar alucinado con la proeza.
Desde luego, nadie se encarga de verificar el material
utilizado ni de
proponer a Zadreg una prueba más sutil, como por
ejemplo describir lo
que ocurre detrás suyo (cosa que debería poder
hacer sin mayores
problemas).
Una semana mas tarde se emite el segundo episodio. Dechavanne
anuncia:
"Hace ocho días, una persona vino a este programa
para presentar algo
extraordinario. Le hemos pedido que volviera..." Zadreg
reaparece
delante de las cámaras con todo su equipo. Señala
de pasada que posee un
don natural y que, en su vida normal, se dedica a preparar
animaciones
para los supermercados. Zadreg repite su actuación.
Un nuevo triunfo.
¿Quién habría podido adivinar lo que
viene a continuación? Antes de que
Zadreg abandone el escenario, uno de los animadores de la
emisión
anuncia: "Esta noche está con nosotros alguien
que pretende hacer algo
todavía más extraordinario". Dos nuevos
personajes aparecen ante los
espectadores. Uno de ellos repite exactamente la proeza
de Zadreg (esta
vez Dechavanne y miembros de su equipo verifican que la
capucha es
opaca) añadiendo al "viaje astral" una
"comunicación telepática" con su
colega.
Una vez el espectáculo concluido, uno de los cómplices
declara al
público: "En realidad, somos prestidigitadores.
Nuestra intención era
demostrar que cualquiera..." El resto de la frase se
pierde entre los
abucheos y las vociferaciones de los asistentes. ¿Están
furiosos por
haber sido engañados por dos impostores? O, más
bien, ¿no estarán
decepcionados porque se les obliga a dudar de los maravillosos
poderes
psi? El demoledor de ilusiones no se deja desconcertar por
el alboroto.
Alza la voz y logra explicar que, con el material adecuado
cualquiera
puede hacer el "número" sin necesidad de
recurrir al viaje astral. Y
añade dirigiéndose a Zadreg: "es casi
seguro que vuestro equipo y el mío
provienen del mismo almacén parisino, espcializado
en material de
prestidigitación". Protestas de Zadreg y silbidos
del público, que
protege a los honrados parapsicólogos y fustiga a
los malvados
escépticos. En ese momento, se produce un nuevo milagro.
Christophe Dechavanne, presentador del programa, se apodera
de la venda
y de la capucha del "viajero espacial", se las
coloca y se da un paseo
en bicicleta por el estudio, al tiempo que advierte a un
Zadreg cada vez
más angustiado que su material es translúcido.
El presentador le sugiere
repetir la experiencia con una capucha realmente opaca en
posesión de
los dos magos sacrílegos. Zadreg se zafa como puede:
"Cuando quiera,
Christophe, pero no esta noche, visto el ambiente que hace
imposible mi
concentración..." A lo que Dechavanne responde:
p-39
"Hace diez minutos el ambiente era poco más
o menos el mismo y eso no le
ha molestado". Zadreg abandona finalmente el plató
entre el silencio
turbado del público.
¡Un milagro en la primera cadena de la televisión
francesa! Los
escépticos, colaboradores del presentador del programa,
se han atrevido
a coger en la trampa a un charlatán en el curso de
la emisión.
(*)Ziegler, Igor (1992): "Ciel mon pouvoir psi!".
Cahiers AFIS Siente...
et pseudo-sciences, nº198 (Julio-Agosto 1992), p. 1617.
Traducción de Javier Pereda Suberbiola.
Chiste: Nostredóminus, el último vidente!
-Lo logré! He vendido mi método de relajación,
concentración ydesarrollo
personal a un equipo de baloncesto... Me reuno con ellos
antes de cada
partido para meditar y...
-Ahora tiene nómina por el equipo rival.
p-40
Astrología. ¿Ciencia o Creencia? A continuación
reproducimos la crítica
de libros aparecido en el diario El País del día
20 de enero de 1993, en
el suplemento de Ciencia, Técnica e Informática
(Futuro).
Manuel Toharia. Serie McGraw-Hill de divulgación
científica. Madrid,
1992; 204 páginas.
Raros son los periódicos, incluso los más
serios, que no publican el
horóscopo del día o el de la semana. Tampoco
las revistas, la radio o la
televisión escapan al embrujo de este tema. El problema,
advierte en
este libro Manuel Toharia, periodista y escritor, es cuando
"los
astrólogos y demás practicantes de estas supuestas
artes adivinatorias
pretenden otorgarle a su actividad una carta de naturaleza
decididamente
científica". Con numerosos argumentos, el libro
es una negación continua
de la relación entre ciencia y astrología.
Toharia marca una diferencia
básica entre ambos grupos: los astrónomos
aplican con rigor la
racionalidad, mientras los astrólogos explotan la
credulidad de las
gentes. "Los problemas actuales nacen del momento en
que, por razones
difíciles de determinar, la astrología se
ha querido revestir, sobre
todo en estos últimos años, de un ropaje falsamente
científico,
adoptando una terminología y unas formas de elaborar
los mensajes que
pueden confundir a muchas personas". El autor no discute
en ningún
momento que la astrología forme parte de la cultura
del hombre, pero
igual que ocurre con la superstición. El objetivo
del libro es situar a
cada uno en su lugar: las ciencias por una parte, las creencias
por
otra. Y reta a los astrólogos a que sigan un método
científico para
demostrar sus afirmaciones y argumentos. "Ninguno ha
conseguido hasta
ahora hacerlo", sentencia.
Última hora: OVNIS en el Parlamento Europeo.
Se acaba de presentar una propuesta para la creación
de un Centro
Europeo de Investigación de los OVNIS. En la misma
se dicen cosas
absolutamente erróneas como, por ejemplo, que "el
36% de los OVNIS no
tienen explicación racional." En la misma sesión
parlamentaria también
se habló de homeopatía. Trataremos de informar
con mayor amplitud en el
número 29 de LAR.
p-41
Correo del lector. ARP apartado 17.026, E-20080 Madrid.
Ignacio Fernández Bayo: el autor es Jefe de Ciencia
en un periódico de
ámbito nacional y socio de ARP.
He leído con interés el primer ejemplar de
LAR que cae en mis manos y lo
he encontrado interesante e instructivo. Mi felicitación
a todos los
responsables y mi deseo de que el ejemplo de defensa de
la racionalidad
en todos los campos del conocimiento se extienda.
Quiero, sin embargo, realizar algunos comentarios al firmado
por
Mercedes Quintana y titulado ¨25 números, siete
años de historia¨,
especialmente dos párrafos que en cualquier otro
contexto y medio de
comunicación me habrían parecido menos inadecuados
pero no son, a mi
entender, un buen ejemplo de racionalidad, ese bisturí
que debería ser
el instrumento cortante y diseccionador de los contenidos
de una revista
escéptica y racional como ésta.
El primero es esa insólita declaración ideológicopolítica
que dice
textualmente ¨ahora que a todos los yuppies y nuevos
ricos
(ex-comunistas, ex-ateos, ex-túpidos) les da por
leer Año Cero, imagino
que LAR puede convertirse en una especie de Mundo Obrero,
capaz de
marcar diferencias, no sólo ideológicas e
intelectuales sino también
sociales, y con el mismo atractivo de aquellas causas -estadísticamente,
al menos- perdidas (¿Será por eso que caemos
tan bien a los nostálgicos
de la revolución pendiente...?)¨.
Y yo que pensaba que me había metido en una asociación
para promover las
actitudes racionales y denunciar las meramente emotivas
y desligada de
una línea política determinada... ¿Se
puede ver con buenos ojos las
posturas de Sartorius o hay que aferrarse a la ortodoxia
de Anguita para
ser un buen escéptico? Se puede, incluso, ser más
bien socialista o
incluso socialdemócrata? Y, perdón por el
atrevimiento, ¿se puede apoyar
a un partido claramente de derechas como el PP o eso ya
definitivamente
no cabe en los esquemas de la asociación?
Afortunadamente conozco muchas personas que cabrían
perfectamente en la
primera de las características que al parecer tienen
los ¨nuevos ricos¨:
son ex-comunistas. Pero no por ello parece haberles ensanchado
la mente.
Requiere un proceso racional, en duro conflicto con la propia
emotividad, el ser capaz de reconocer que buena parte de
los ideales de
uno, por los que se jugó el tipo en diferentes ocasiones
y defendió con
ahínco durante años, se basaban en un sistema
inoperante
p-42
y en muchas ocasiones aberrante. ¿Hay que seguir
cerrando los ojos a la
realidad que explica el derrumbamiento del sistema político
vigente en
los países del este europeo hasta hace poco? ¿Hay
que aferrarse al
comunismo aunque los hechos muestren (ya se sabe que en
ciencias
sociales no hay demostraciones pero no por eso los resultados
de la
experiencia dejan de ser válidos) los fallos e incoherencias
de esa
postura?
No fue precisamente el sistema soviético un defensor
a ultranza de la
racionalidad. Más bien al contrario, sometió
la investigación científica
a un molde repleto de prejuicios políticos e ideológicos
que tuvieron
enormes repercusiones en el propio avance de la ciencia
soviética. La
mecánica cuántica y la genética nacida
a partir del descubrimiento de la
estructura en doble hélice del ADN fueron consideradas
ciencia
¨burguesa¨ y prohibidas por decreto. Una fórmula
ésta que no fue
privativa de los comunistas como prueba el que la
Cámara de Representantes de Indiana (EE.UU.) fijara
por ley el valor de
Pi en 1897 o las prohibiciones legales de enseñar
el darwinismo en
muchos estados del coloso americano.
Los comunistas, sin embargo, fueron más allá
pues sometieron a las
famosas purgas estalinistas a quienes se dejaban seducir
por las
¨engañifas¨ occidentales. La Teoría
de la Relatividad sólo fue aceptada
a mediados de los cincuenta (varios años después
de la muerte de Stalin)
y la expansión del universo y la mecánica
cuántica debieron esperar un
poco más (puede consultarse alguno de los escritos
de Martin Gardner
sobre el tema: entre ellos uno en castellano incluido en
¨La Ciencia: Lo
bueno, lo malo y lo falso¨, de Alianza Editorial). La
genética del ADN
fue aceptable, al parecer, bien entrados los sesenta.
Volviendo a las posiciones políticas, para mí
la gente puede evolucionar
o quedarse donde está; es cosa de cada uno y no me
permito adosar
epítetos al estilo del ¨ex-túpidos¨
a ninguno por ello, pero no entiendo
que la asociación y la revista se permitan esa toma
de postura política,
en forma de guiño, que de alguna manera afecta a
todos sus componentes,
y menos que lo haga desde actitudes claramente emotivas
y por ello mismo
poco racionales.
Y un último comentario: cada cual, más o
menos, tiene su revolución
pendiente. Ignoro cuál es la de Mercedes Quintana
aunque me puedo hacer
una idea; sin embargo, dicho así, sin concretar ¨La
revolución
pendiente¨ tiene un significado determinado utilizado
al menos en la
ciencia histórica y me imagino que en el resto de
las ciencias sociales
y se refiere a la revolución burguesa que la mayor
parte de los países
europeos tuvieron durante el siglo XIX (algunos incluso
antes) y España
no. ¿Es esa la revolución añorada en
el artículo objeto de comentario?
El otro párrafo a comentar, el último del
texto, dice ¨Otra variable que
muestra diferencias altamente significativas y que no puedo
dejar de
comentar es el sexo. Con una aplastante mayoría se
refleja la diferencia
a favor de los hombres: el 92.6 de los socios y el 95.6
de los
suscriptores. Como es lógico, las razones que explican
esta diferencia
son las mismas que originaron -entre otras cosas- la escasa
presencia de
mujeres en carreras científico-experimentales, consideradas
tradicionalmente 'de chicos'. No son causas ligadas a ningún
misterio de
la biología, simplemente lo que se enseña
a unos y a otras desde que
nacen¨.
Pocas veces he visto despachar con semejante desparpajo
un dato
incómodo. Parece que la autora (que cita luego bibliografía
en la que
ampararse) ha resuelto un misterio que ni la psicología
ni la biología
ni la pedagogía dan por concluido. Existen teorías
para todos los gustos
para explicar las tradicionales y persistentes (a pesar
de la evolución
que educativamente se ha producido) diferencias de actitudes
entre ambos
sexos y probablemente no llegue a explicarse nunca. Pero
pretender que
en ello no puede haber ninguna causa biológica, ni
siquiera de forma
parcial, me parece poco racional y objetivo. Está
bien establecido que
ni genética ni constitucional ni hormonalmente
p-43
son iguales el hombre y la mujer, ¿no hay pues causas
ligadas a ningún
misterio de la biología? La rotundidad de la afirmación
de
Mercedes Quintana deja poco resquicio para la duda pero
yo,lo lamento,
sigo teniendo muchas; es más, estoy convencido de
la influencia de
cuestiones biológicas.
Pero veamos qué nos dicen los datos para ver si
hay algún apoyo a la
tesis de la autora. En el curso 1989/90, el último
del que he podido
obtener datos, las mujeres suponían el 50.72% de
la población
universitaria española. Es cierto que en el grupo
de carreras más
cercano a las denominadas por Mercedes científico-experimentales,
que en
informe figuran como Exactas y Naturales (Matemáticas,
Físicas,
Químicas, Biológicas, Geológicas) el
porcentaje desciende a un 41.93%
pero en ningún caso de forma tan abrumadora como
los datos de la
asociación reflejan. Es más, si añadimos
los datos de carreras que bien
pueden incluirse en el mismo apartado, reflejadas en mi
estadística como
Ciencias de la Salud (Medicina, Farmacia, Veterinaria...),
donde las
mujeres suponen el 64.13% de los matriculados, la situación
se invierte
y en el conjunto, las mujeres suponen el 52.60% de los alumnos
de todas
esas carreras: ¡Más que la media de participación
global en la
universidad!
¿Es esto una novedad reciente en nuestro país?
De acuerdo con los datos
que poseo, desde el curso 85/90 la variación es ínfima
y siempre con
mejores datos respecto a las mujeres que cursan Exactas
y Naturales. Así
en el curso 85/86, en que las mujeres suponían sólo
el 49.46% de la
población total universitaria, las que cursaban Exactas
y Naturales
suponían el 43.72% del total.
Respecto a datos más antiguos sólo me ha
sido posible obtener los
correspondientes al curso 1975/76, en el cual la población
universitaria
femenina suponía el 36.20% del total y en el grupo
de Exactas y
Naturales era incluso superior: 36.74%.
Queda pues desmontado el razonamiento que bajo el insólito
encabezamiento de ¨Como es lógico...¨ propone
la autora. Y ello no obsta
para que se puedan dar explicaciones relacionadas de alguna
manera con
su línea argumental (estoy convencido de que, lamentablemente,
muchas
mujeres no llegan a acabar su carrera o truncan sus perspectivas
profesionales posteriores a la licenciatura por decidir
dedicarse a
¨crear¨ y mantener una familia) pero, por favor,
hay que hacerlo con más
solidez y proporcionando, si se considera oportuno y suficientemente
probable, hipótesis de explicación sin ese
tono asertivo y tajante.
Como socio y suscriptor de ARP y LAR respectivamente confío
en que tanto
la asociación como la revista (y Mercedes Quintana,
quien espero que no
se moleste demasiado por esta carta) reflexionen sobre la
escasa
aplicación de la racionalidad en estos dos textos.
Sería deseable que
nos aplicásemos con cuidado lo que predicamos en
el exterior y ser
ejemplo de la actitud que demandamos de la sociedad en su
conjunto.
Reproducimos a continuación la respuesta de Mercedes
Quintana,
Directora Ejecutiva de ARP.
El Sr. Fernández Bayo está en lo cierto al
suponer que ARP es una
asociación ¨desligada de una línea política
determinada¨ y no creo que
el comentario al que él alude haya pretendido dejar
clara alguna otra
cosa. Apuntaba bien en él al hablar de ciertos exateos,
excomunistas
y ex-túpidos que ahora leen ¨Año Cero¨
¿O acaso el fenómeno
Sánchez Dragó le parece poco significativo...?
Alguien, por cierto que
hasta hace no mucho tiempo escribía como columnista
en el periódico
para el que Vd. trabaja, contra el aborto, el materialismo,
y otras
señas de identidad de aquella ideología que
en otro tiempo defendía. Si
éste no es un caso claro de reconversión
ideológicopolítica-irracionalista, yo
no sé qué es. Puede pensar que se trata de
un caso aislado, no de un fenómeno social, pero mi
experiencia
me dice otra cosa y hasta hay referencias para citar (¨La
crisis del
'yuppie' pone de moda lo oculto¨, Magazine de El Mundo,
pp. 43-44, 15 de
marzo de 1992).
p-44
ARP es ideológicamente neutra, pero la práctica
dice que, en efecto,
¨caemos mejor¨ a unos que a otros, y esto, que yo
sepa, no significa que
lo recíproco también sea verdad. Aún
llegan al apartado revistas de la
ULM-L, también hay un preso del GRAPO que colabora
con artículos y
dibujos para LAR; por otra parte, hay quien tiene una botella
de champán
esperando la caída de Fidel Castro, y también
quien disfruta a lo grande
con Jesús Gil. Para mí, esto son anécdotas
y así las tomo y las cuento.
No me parece malo decir qué es lo que hay, al margen
de la teoría. Y si
alguien quiere ver en esto un ¨mensaje¨ con más
pretensiones que lo que
digo, se equivoca.
Creo que las versiones del socialismo son bastante numerosas.
La que Vd.
nos cuenta del materialismo dialéctico y sus consecuencias
en la URSS me
parece una y sólo una. Siento mucho que no haya entendido
el significado
de ¨revolución pendiente¨ en el contexto
empleado, aunque a mí me parece
bastante trillado. Huelga hablar de revoluciones pendientes
personales y
mucho me temo que también aquí fallaría
al intentar entenderlas o
incluso ¨hacerse una idea¨ de ellas; por lo tanto,
no contesto, ni por
alusiones.
El segundo tema que cita en su carta merece más
extensión de la que,
creo, puedo dedicarle en este espacio, pero intentaré
abreviar.
Es verdad que ¨existen teorías para todos los
gustos¨ y precisamente por
ello yo lamento más que nadie que todas las revistas
de divulgación
científica recojan y aplaudan siempre la misma: esa
en la que cree el
Sr. Fernández Bayo. Dada la difusión de estas
revistas, la facilidad con
que el sentido común asimila la explicación
esencialista -o
biologicista- y lo bien que justifica el statu quo, no es
de extrañar
que se convierta en la ¨teoría más votada
entre los profanos¨, pero es
muy discutible que esta mayoría se encuentre, por
ejemplo, en los Departamentos de Psicología Diferencial
que, creo yo, son los que tienen
competencia y capacidad para hablar y discutir sobre él.
¿A qué diferencias biológicas alude
el Sr. Fernández Bayo? Antes, se nos
decía, teníamos el cerebro demasiado pequeño;
ahora, según nos cuentan,
lo que pasa es que estamos poco lateralizadas -cerebralmente-.
Pero la
hipótesis de la lateralización hemisférica
para explicar las diferencias
psicológicas entre los sexos es cuestionable de principio
a fin. No
pretendía llevar al lector a un nivel de documentación
crítica como para
discutir académicamente, pero es bueno que se aprovechen
las pocas
oportunidades que hay para recomendar bibliografía
divulgativa de una
hipótesis que, no es casualidad, vende mucho menos
que la biología.
El Sr. Fernández Bayo cae en un error muy típico
(¿o acaso no es un
error, sino una forma semideliberada de introducir elementos
de
confusión para favorecer ciertos prejuicios?). Nos
presenta estadísticas
que poco tienen que ver con la distribución de preferencias
en la
población total (no sólo universitaria) e
inrerpreta mal mis
afirmaciones. Pero correlación no es causación,
y constatar la
existencia de diferencias no nos dice nada sobre el origen
de tales
diferencias. Decir esto en un ambiente docto puede ser algo
trivial,
pero fuera de ahí, parece que hay que repetirlo hasta
la saciedad. Dije
que las razones que explican la aplastante mayoría
masculina en ARP son
las mismas que originan, entre otras cosas, la escasa presencia
de
mujeres en carreras científico-experimentales, no
que la escasa
presencia en estas carreras fuera la causa de su baja presencia
en ARP.
Los estudios aún escasos- en la línea
de aislar variables ambientales
que puedan explicar las diferentes tendencias de unos y
otras (p.ej., la
tendencia a estudiar Ingeniería Técnica de
Topografía o a asociarse a un
colectivo de carácter científico, pero crítico
y polémico), sugieren que
paca cada tendencia hay implicadas varias dimensiones y
no hay razón
para pensar que la constitución biológica
es una de ellas, mientras ésta
misma pueda ser el resultado del aprendizaje. A esto me
refería cuando
digo que las causas, por lógica, son las mismas:
AMBIENTALES.
Para terminar, permítame unas reflexiones. ¿Por
qué entre los
esquimales no se dan diferencias en tests visoespaciales
y, sin embargo,
éstas son muy acusadas en la India, con un sistema
social mucho más
discriminatorio para la mujer en aspectos de independencia
espacial?
¿Por qué las diferencias en habilidades verbales
se han reducido en
p-45
los últimas 20 años de forma significativa
en el área occidental? ¿Por
qué las excepciones tienden a aumentar paralelamente
a cambios sociales
menos discrimininatorios para la mujer...? Si la evolución
cultural se
basta para explicar las diferencias de tipo psicológico
o
comportamental, la evolución biológica tiene
poco que decir, a menos,
claro está, que nos muestren un gen capaz de mutar
su frecuencia al
tiempo que la sociedad cambia sus esquemas. Si no hacen
esto, la
explicación que busca causas biológicas me
seguirá pareciendo una
mezcla bastante irracional de estereotipo cultural y prejuicio,
por más
que derivados modernos de la frenología sigan haciendo
furor entre
divulgadores y científicos nostálgicos que,
a lo mejor, con suerte,
hasta han llegado al manual de Maccoby y Jacklin para intentar
entender
por qué cada vez somos más las que nos negamos
a permanecer bonitas y
calladas, como Barbie.
Respuesta de Ignacio Fernández Bayo.
Antes de nada, quiero agradecer a Mercedes que me enviara
su
contestación para mi conocimiento y réplica
si fuese menester. Es una
práctica lógica y justa (para que quien interviene
en la edición de una
revista no se otorgue el derecho a decir siempre la última
palabra) pero
que rara vez se lleva a la práctica.
Sólo quiero con estas líneas aclarar algunos
puntos quizá algo confusos
de mi carta y no seguir alimentando una polémica
que vaya más allá de
las razones que me impulsaron a escribir aquélla.
1)El caso Sánchez Dragó me parece, efectivamente,
poco significativo
aunque preocupante. No creo, sin embargo, que entre los
lectores de
Años Ceros, Karmas Sietes y similares se encuentre
un número
significativo de ex-comunistas.
2)Me parece lógico e intachable que ARP y LAR sean
neutras
ideológicamente y por eso mismo sigo diciendo que
cuando su
directora ejecutiva, explicando el origen y situación
actual de ambas,
escribe que LAR puede convertirse en una especie de Mundo
Obrero me
parece que no cumple con la neutralidad.
3)Creo de mal gusto indicar al lector que allí donde
yo trabajo escribió
tal o cual señor impresentable (quiero pensar que
la inevitable
asociación de ideas no se hace de mala fe). No soy
responsable de las
firmas que aparecen en ese periódico (excepto de
dos que llegaron a él
por mi intervención, uno de ellos asesor de LAR/ARP),
ni mucho menos de
sus opiniones.
4)Cuando hablo de ex-comunistas me refiero a una gran masa
de antiguos afiliados o votantes (miles a juzgar por la
disparidad de resultados obtenidos por el PCE en las elecciones
de los años 70 en comparación con
las últimas a pesar de presentarse dentro de una
coalición más amplia)
¨sin nombre¨ que han evolucionado hacia posturas
más o menos cercanas (y
generalmente críticas) a las del PSOE o a las del
IU en su versión
renovadora, que creo constituyen la inmensa mayoría
de los que cabrian
en esa definición) de ex-comunistas. Es inevitable
que también quepa
aplicar el término a los ¨notables¨ que abandonaron
el comunismo y
fueron recibidos con los brazos (léase cargos) abiertos
en el PSOE y
personas de talante similar al de Sánchez Dragó.
Puede que a algunos de
estos les cuadre el calificativo de ¨nuevos ricos¨
o el de ¨yuppies¨,
pero me parece INJUSTO Y VEJATORIO tratar a aquella otra
mayoría anónima
con esos términos y echarlos a ese saco que forman
los paréntesis junto
a ex-ateos y ex-túpidos.
5)Creí que la presentación de datos sobre
la población universitaria
tenía en sí misma el valor de explicar su
traída a colación. Veo que no
era así. Mercedes vuelve a explicarme su argumento
pero no se atiene a
lo que los datos aportan. Veamos:
-Tenemos un fenómeno A (la escasa presencia de mujeres
en ARP-LAR) para
cuya explicación buscamos una causa X a la que identificamos
como la
misma que explica el fenómeno B (la escasa presencia
de mujeres en
carreras científico-experimentales). Pero resulta
que el fenómeno B no
existe (esto es precisamente lo que los datos venían
a demostrar)
p-46
y por tanto no puede existir esa presunta causa X. En conclusión,
seguimos sin saber la causa del fenómeno A. Y dado
que, evidentemente,
se ha dado por supuesto que B existía sin mayor comprobación,
creo que
se ha actuado con poca racionalidad, que es lo que yo, en
definitiva,
quería señalar.
6)No era mi intención entrar en el debate del papel
de la mujer en la
sociedad actual (y mucho menos en el de sus capacidades
comparadas con
las del hombre) pero si es preciso realizar una declaración
explícita
ahí va la mía: reconozco que en la sociedad
actual existe una
injustificada discriminación de la mujer y abogo
por la adopción de
cuantas medidas contribuyan a eliminar esta situación.
Lo que no puedo admitir es que para evitar argumentos y
coartadas a
quienes se oponen a la equiparación plena de la mujer
se deban silenciar
hipótesis, investigaciones y opiniones de ningún
tipo. La eliminación de
la discriminación no vendrá de la argumentación
sobre las causas de las
diferencias entre hombres y mujeres sino sobre la desvinculación
entre
estas diferencias y la discriminación. Esto es, porque
ninguna
diferencia (haya o no haya tal cosa) debe justificar ninguna
discriminación.
En fin, lo que me preocupa es que parece haber, con mucha
frecuencia,
cierto miedo a admitir siquiera la posibilidad de que elementos
biológicos cooperen a explicar las diferencias de
comportamiento
(tendencias, actitudes, motivaciones y deseos y no aptitudes
ni
capacidades) de mujeres y hombres. Y sobre todo que con
la finalidad de
no dar coartadas al enemigo se den por definitivamente resueltas
cuestiones que siguen siendo objeto de opinión y
discusión. Sería
anteponer la ideología y los fines a los hechos y
la realidad y eso es
lo que caracteriza, precisamente, a los prejuicios.
En todo caso, este debate no es el que yo planteaba y toda
la
argumentación que realiza Mercedes en su contestación
no viene al caso.
Lo que considero incorrecto es el modo en que se presentaba
la cuestión;
y sobre todo por hacerlo en una revista que debería
ser absolutamente escrupulosa en la diferenciación
entre hipótesis y certezas universales
y donde las opiniones deberían expresarse como tales
y no se ofrezcan
como casos definitivamente cerrados. Mercedes puede argüir
razones bien fundamentadas, avaladas y convincentes para
apoyar su tesis pero no
debería nunca olvidar que la comunidad científica
no ha dictado
sentencia al respecto y por tanto no debería expresar
su ¨opinión¨ como
si fuera indiscutible.
---
¨Los autores de esta interesante discusión, Ignacio
Fernández y
Mercedes Quintana se han cruzado una carta más (en
poder de esta
redacción) donde por ambas partes se puntualizan
y concretan las ideas
inicialmente expresadas. Sin pretender restarles valor,
hemos decidido
omitir esta parte atendiendo exclusivamente a su extensión,
en la idea
de que las dos cartas iniciales se bastan para arrancar
el debate por
parte de nuestros lectores. Asi pues, aprovechamos esta
ocasión para
recabar vuestras opiniones sobre éste o cualquier
otro tema que
consideréis en la línea de lo que LAR trate
o deba tratar¨
p-47
----
La asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias
(A.R.P.) trata
de fomentar la investigación crítica de las
supuestas manifestaciones de
lo paranormal y los hechos presuntamente situados más
allá de los
límites de la ciencia siempre desde un punto de vista
racionalista,
científico y responsable, y dar a conocer los resultados
de tales
investigaciones a la comunidad científica y al público
en general.
Para alcanzar estos objetivos, la asociación:
1. Mantiene un equipo de personas interesadas en examinar
críticamente
las supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos
situados
más allá de los límites de la ciencia.
2. Está en contacto con asociaciones similares de
todo el mundo,
estableciéndose para cada caso el tipo de relación
que se estima
conveniente.
3. Propicia y encarga investigaciones a estudiosos objetivos
y neutrales
de las áreas que sea necesario.
4. Prepara bibliografías de materiales publicados
que analizan
cuidadosamente los temas objeto de estudio.
5. Publica artículos, revistas, monografías
y libros que examinan las
supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos
presuntamente
situados más allá de los límites de
la ciencia.
6. Organiza conferencias y simposios, y asiste a los medios
de
comunicación para ponerse en contacto con la opinión
pública.
7. No rechaza los hechos a priori, antes de investigarlos,
sino que los
examina objetiva y cuidadosamente antes de manifestarse
al respecto.
Alternativa Racional a las Pseudociencias (A.R.P.) es una
entidad
cultural y científica sin ánimo de lucro.
La Alternativa Racional es el
órgano informativo oficial de la asociación.
A.R.P. Apartado de correos 17.026, E-28080 Madrid. España.
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