ARP
La Alternativa Racional.
Boletín No.
30.
p- 1a
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de Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP)
ARP
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LA ALTERNATIVA RACIONAL
Nº 30 - OTOÑO 1993
SUMARIO
Editorial 3
ARTÍCULO ESPECIAL
¿Está escrito en las estrellas? 5
Miguel Ángel Sabadell
CRITICA
Objeciones a la Astrología 23
Texto íntegro del manifiesto
Historia de un manifiesto 25
Javier E. Armentia
INVESTIGACION
Pon una Luna en tu vida
Capítulo I 29
Barry Williams
Capítulo II 31
John Smyrk, Roslyn Fekitoa
Capítulo III 35
Drew Meek
Capítulo IV 37
Eduardo Giménez González
DEBATE
Ciencia y Astrología
Josep Rosell 39
Pablo A. Bermejo 41
Desde el sillón escéptico 43
L.A. Gámez, M.A. Sabadell
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EDITORIAL
Una de nuestras pretensiones en esta nueva etapa de LAR
es la de dedicar cada cierto tiempo un número a un
tema monográfico; sin ninguna periodicidad salvo
la que pudiera marcar el número y calidad de los
artículos. Este número que tienes entre las
manos representa el inicio de esta idea.
Revisando los distintos números de la revista, descubrimos
que sobre astrología y temas afines hemos publicado
pocos artículos. Siendo uno de los principales caballos
de batalla de los escépticos pensamos que ya iba
siendo hora que los lectores de la revista tuvieran munición
para esos debates que, muchas veces sin querer, surgen en
la sobremesa de una amigable comida o en esa tertulia improvisada
alrededor de una botella de ponche, que se prolonga hasta
altas horas de la madrugada. Y cómo no, cuando debamos
defender nuestros puntos de vista en otros foros más
o menos públicos. Éste es el espíritu
que nos anima a continuar con esta idea de las 'monografías'.
Esperamos que os guste
El estudio histórico de la astrología puede
damos muchas pistas acerca de la evolución de la
pseudociencia en el pensamiento humano. Como cualquier otra
actividad humana, no podemos deslindarla del entorno cultural,
sociológico y político en el cual se desarrolló
(y se desarrolla). Esta pseudociencia no sólo fue
importante durante la época clásica, sino
que vivió momentos de gloria hasta la llegada del
Renacimiento. Regiomontano, Brahe, Kepler, Servet, lord
Brounker (primer presidente de la Royal Society) y otros
muchos conocidos científicos no consideraban repugnante
la idea de que el Sol, la Luna y los planetas influyeran
sobre nosotros. Ni mucho menos las distintas religiones
occidentales se encontraban totalmente en contra de ella.
Pablo III pidió que le hicieran un horóscopo
de Martín Lutero y éste pensaba que "la
astrología es correcta. Sin embargo, su práctica
es incierta". De forma marginal la astrología
contribuyó a impulsar materias tales como las matemáticas
y la astronomía. Por otro lado, en una época
en que primaba la búsqueda del mecanismo que hace
funcionar el Universo no es de extrañar que la "ciencia"
astrológica tuviera seguidores. Era una prueba más
de un universo estructurado. Es más, en los horóscopos
compartían la idea determinista tan en boga entonces.
Por otro lado, al hombre de la calle le proporcionaba una
explicación mucho más cercana y creíble.
Le daba seguridad en aquello que no podía
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controlar y la consideraba superior a todas las otras mancias.
La astrología era una ciencia. ¿Por qué
entró en decadencia a fines del siglo XVII? Señala
Pierre Thuillier que podríamos caer en la tentación
'racionalista: se demostró lo absurda que resulta.
Cuando un saber se encuentra tan fuertemente ligado a la
cultura no basta con criticarlo duramente para derribarlo
ni señalar sus errores en las predicciones ("¿no
se equivocan los médicos?". Este argumento se
ha convertido en un clásico' y debemos estar
preparados para contestarlo rápida, demoledora y
lapidariamente). Y, ya se sabe, "donde dije digo, digo
Diego"... Podemos afirmar que dejó de haber
demanda social porque cesó de interesar, "porque
la mentalidad mágica estaba en regresión y
dejaba lugar a una mentalidad más preocupada por
la eficacia, más racional en el sentido moderno de
la palabra" (Pierre Thuillier).
Evidentemente, hoy en día no podemos dudar de la
nula validez científica de la astrología.
Nuestros conocimientos astronómicos y psicológicos
no dejan el menor resquicio para la duda. La ciencia no
se ha quedado anclada en tiempos de Newton y las corrientes
de pensamiento y culturales han cambiado. El determinismo
se ha revelado un fantasma y la que fuera el adalid de esta
forma de pensar, la física, ha negado su valor. Lo
que posiblemente no haya cambiado es la motivación
de las personas a creer en ella. Muchas veces los astrólogos
recriminan a los astrónomos renegar de sus orígenes.
Totalmente falso. Primero, porque no es cierto que la astronomía
sea hija de la astrología. Segundo, porque son ellos
los que han renegado de sus orígenes. Han renegado
de la ciencia, de la metodología científica
que usaron sus antecesores y se han aliado con videntes,
médiums y psíquicos. El astrólogo ya
no estudia astronomía ni matemáticas: se ha
convertido en una quimérica sombra de lo que fue.
EN PORTADA:
El gráfico de nuestra portada es, como todos habréis
adivinado, una Carta Astral. Pero no es una Carta Astral
cualquiera sino la de ARP -más o menos- según
hemos podido averiguar después de duras investigaciones.
Cualquier astrólogo avezado podrá contamos
a partir de aquí cuál es nuestro carácter
y qué nos depara el futuro. Nosotros no hemos tenido
mucho tiempo para analizarlo, pero al menos si sabemos que
es CAPRICORNIO: responsable, perfeccionista, trabajador,
serio, obstinado... la mente rige
el corazón...
Quizá por eso mismo no somos muy proclives a que
sean los hados quienes rijan nuestros pasos, y nos fiamos
más del trabajo cotidiano. Eso si, bañado
con unos gotas de ironía para no desesperarse ante
tanto ingenuo credulón, y tanto sinvergüenza
dispuesto a sacarle los cuartos a aquel.
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ESPECIAL
¿ESTÁ ESCRITO EN LAS ESTRELLAS? Una revisión
crítica de la astrología.
El autor es astrofísico y coordinador en Aragón
de A.R.P. Fue, junto con Javier E. Armentía, promotor
del manifiesto 'Objeciones a la Astrología'. Es además
ilusionista aficionado y secretario de la Asociación
Mágica Aragonesa.
Miguel Angel Sabadell
"El hombre dejará de cometer barbaridades,
cuando deje de creer en absurdidades" VOLTAIRE
Para aquellos que nos dedicamos a la astronomía,
es bastante frecuente que nos pregunten acerca de la influencia
de los cometas en el destino de los países, o si
sabemos hacer cartas astrales, o si durante la carrera nos
enseñan a hacer horóscopos. Muy pocos conocen
la diferencia entre astronomía y astrología.
Así, el presidente francés François
Mitterrand alabó los descubrimientos de la astrología
en un congreso de astrónomos celebrado en Francia
hace algunos años. Esta confusión entre ciencia
y pseudociencia se ha venido extendiendo debido al auge
que ha experimentado todo lo relacionado con el ocultismo,
la parapsicología y los extraterrestres en los últimos
años. La diferencia entre ambas es notable. Según
la definen los propios astrólogos, "La astrología
es la ciencia que estudia la acción de los cuerpos
celestes sobre los objetos animados e inanimados y la reacción
de éstos ante esas influencias. Estudia también
los ángulos entre planetas y sus efectos visibles
sobre la humanidad." (March y McEvers, 1989)
La astronomía no tiene tales pretensiones. Se conforma
con describir el Universo, intentar determinar su origen
y su final y el de los objetos que en él existen:
planetas, estrellas, galaxias... Difícilmente se
podría encontrar a un astrónomo profesional
o aficionado que crea que las posiciones relativas de los
planetas determinan el carácter y el destino de las
personas (astrología natal), o que influyan sobre
la economía (astroeconomía) o la política
de un país (astrología mundial). Por algo
muy sencillo. El mayor logro de la ciencia, y en particular
de la astronomía, es el haber descubierto que todo
el universo se rige por las mismas leyes y está hecho
con los mismos elementos químicos que los encontrados
en la Tierra. La caída de una hoja, el movimiento
de los planetas y el de las galaxias están recogidos
por una única ley. El hidrógeno del Sol, la
limonita de Marte o el anhídrido carbónico
de Venus son idénticos a los encontrados aquí.
Así que, ¿por qué el amoniaco de Júpiter
puede influir en nuestro carácter y el que tenemos
guardado en el armario de la cocina no?.
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La astrología se basa en opiniones y en creencias
más que en evidencias. Es consecuencia del pensamiento
mitológico de las primeras culturas. Es consecuencia
de una forma de ver el mundo, de una cosmología completamente
diferente a la real. Resulta edificante repasar la historia
de la astronomía, pues en ella encontraremos las
razones por las cuales la astrología es indefendible.
EL ORIGEN DE LA ASTROLOGÍA
"Ahora que hemos tratado de la ciencia de los números,
de la constitución de los cielos, pasamos a la astrología;
y es una ciencia a los ojos de la mayoría de las
personas, por más que nuestra opinión nos
sitúe dentro de la minoría."
AL BIRUNI (el más eminente astrónomo árabe)
Desde el comienzo de la civilización los hombres
han mirado hacia e1 cielo. Descubrieron la existencia de
determinados ciclos celestes que se superponían a
otros ya conocidos como las estaciones, el día y
la noche, la siembra y la cosecha, los movimientos migratorios
de los animales... Por tanto, usaron esos ciclos celestes
como vehículo para predecir, entre otras cosas, las
épocas en las cuales debían cazar y recolectar.
La existencia de muescas en huesos de animales del Paleolítico
Superior revelan que los antiguos pobladores llevaban un
registro de observaciones lunares que usaban para preparar
la caza (ver Marshack, 1964). Idéntico uso de las
fases lunares se han encontrado en China, India, Egipto,
Babilonia, América Central... Junto con otros, este
hecho invalida el conocido argumento, repetido hasta el
aburrimiento, de que la astronomía es hija de la
astrología. El prestigioso historiador de la ciencia
Neugebauer (1957) afirma: "Normalmente se dice que
la astronomía se originó de la astrología.
No he encontrado ninguna evidencia para esta teoría".
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INSERTO
Los sucesos realmente relevantes sólo podían
predecirse mirando al cielo
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El origen de la astrología occidental debemos buscarlo
en Mesopotamia, en la Babilonia y Asiria de hace 4000 años.
Era ésta una civilización floreciente, y como
todo pueblo que ha desarrollado un grado cultural suficiente,
creó una mitología para explicar el mundo
intentando dar respuesta a las eternas preguntas ¿Quienes
somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde
vamos? Inventaron dioses como Marduk para explicar tanto
la caída de una hoja como el movimiento del Sol y
las estrellas alrededor de la Tierra, centro del Universo.
Residían en el único lugar para ellos inalcanzable:
el cielo. Así que trasladaron toda su religión
a la bóveda celeste. En ella encontraron ciertos
cuerpos, los planetas (del griego "errantes"),
que se movían por el firmamento. Identificaron al
Sol, la Luna, Mercurio, Venus. Marte, Júpiter y Saturno
con sus dioses y les atribuyeron características
en función de su aspecto. Es el conocido razonamiento
por analogía clásico del pensamiento mágico
y mitológico. Marte (Nergal), de color rojo brillante,
era el dios de la guerra; Venus (Ishtar), luminaria del
atardecer y del amanecer, era la diosa de la fertilidad;
Júpiter (Marduk), de color blanco, era el padre de
los dioses. Que los planetas influyeran en los acontecimientos
terrestres era algo evidente pues ¿no estaba acaso
la Tierra en el centro del Universo?, ¿no influye
el Sol en todos nosotros, marcando cuándo debemos
levantarnos, cuándo debemos sembrar?
Los registros más antiguos que se conservan sobre
los conocimientos matemáticos y astronómicos
de los babilonios corresponden al reinado de la dinastía
Hammurabi (del 1800 al 1600 a.C.). Los sacerdotes caldeos,
depositarios de estos sabores, observaban cuidadosamente
el cielo anotando las posiciones relativas de los planetas
y la Luna, necesarias para el establecimiento del calendario
lunisolar base de su cultura. Después de siglos de
paciente observación, registrando minuciosamente
todos los sucesos acaecidos en el reino, las posiciones
de los planetas y la Luna, y de todos los fenómenos
meteorológicos destacados (como puede ser la presencia
de un halo alrededor del Sol) se comenzaron a dar las primeras
predicciones. Curiosamente, no estaban
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referidas al carácter o el comportamiento de las
personas, sino que los primitivos informes se referían
a predicciones sobre el tiempo meteorológico, inundaciones,
cosechas y el futuro del reino: "Si el Sol poniente
parece el doble de grande que de costumbre y tres de sus
rayos son azulados, el rey del país está perdido"
"Si la Luna es visible el décimo día,
hay buenas noticias para la tierra de Akkad, malas noticias
para Siria" (predicciones de Sargón el Viejo
hacia el 2400 a.C.).
Para los sacerdotes babilonios el arte de la predicción
era una parte fundamental de su quehacer diario. Usaban
todos los métodos imaginables para ello: la interpretación
de los sueños, el análisis de las vísceras
de los animales sacrificados, el vuelo de las aves, los
nacimientos anormales... Sin embargo, los sucesos realmente
importantes sólo podían predecirse mirando
al cielo. Únicamente el destino de los países
y sus gobernantes podía ser obtenido interpretando
los fenómenos astronómicos y meteorológicos
(los caldeos no hacían distinción alguna entre
ellos). Esta primitiva astrología no daba importancia
a las constelaciones en que se encontraban los planetas,
sino únicamente al brillo y posiciones relativas
de éstos, a los eclipses de Luna y de Sol, a la aparición
de estrellas fugaces... Fue hacia el 700 a.C. cuando nació
la idea del Zodiaco. Como alguien dijo una vez, "si
los planetas son las agujas del reloj, el Zodiaco proporciona
los doce números de la esfera". La primera tablilla
de una serie llamada Mul Apin menciona 'las constelaciones
del camino de la Luna' que, traducidos a nuestros propios
grupos de estrellas, son: Pléyades, Tauro, Orión,
Perseo, Cochero, Géminis, Cáncer, Leo, Spica,
Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario,
Piscis, Pegaso, Piscis más la parte media de Andrómeda
y Aries. 18 signos en total. Los doce signos aparecieron
hacia el 400 a.C., después de un periodo donde su
numero había sido reducido a once. La constelación
faltante era Libra, que se construyó a expensas de
las pinzas del vecino Escorpión. El por qué
a un conjunto de estrellas se la llamó Capricornio
o Sagitario tiene su origen en diversos motivos: la muy
vaga apariencia con algún animal (Tauro o Leo), las
características climáticas de la región
cuando el Sol se encontraba en esa constelación (Acuario,
cuyo significado es el portador del agua porque Enero era
el mes más húmedo en Mesopotamia) o algún
otro tipo de razonamiento lógico.
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INSERTO
Los dioses vivían en el cielo y enviaban señales
a sus representantes
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Es evidente que los sacerdotes caldeos encontrasen 'correlaciones'
entre los eclipses lunares (objetivo prioritario de sus
observaciones) y otros sucesos astronómicos con momentos
relevantes de su historia. Igualmente las podrían
haber hallado con el ciclo reproductor del escarabajo pelotero
o con el de la metamorfosis de la rana. Hoy sabemos que
esas relaciones aparentes son absolutamente casuales y conllevan
un alto grado de componente psicológico (eliminar
los errores y ensalzar los aciertos). Sin embargo, para
ellos era una clara consecuencia de su propia cultura. Los
dioses vivían en el cielo y, conocedores del futuro
de los hombres enviaban a sus representantes (los sacerdotes)
señales sobre los próximos acontecimientos
que debían interpretar. Esta filosofía se
encontraba sumergida en la idea de un tiempo cíclico,
donde la historia siempre se repite. El pastel resultante
es obvio: la predicción del futuro mirando las estrellas.
A partir del año 300 a.C. empiezan a aparecer algún
tipo de predicciones particulares. El deseo que cada persona
tiene de conocer su futuro hace que el negocio se amplíe.
Todavía los horóscopos babilónicos
no son como los que conocemos actualmente ni como los que
conocían los griegos y romanos. La colección
de predicciones astrológicas babilónicas traducidas
por Sachs (1952) no mencionan ni el signo ni las posiciones
planetarias secundarias de tanta importancia en el horóscopo
grecorromano, aunque su estructura sigue siendo la misma
(incluidas las clásicas afirmaciones banales y generales):
"Júpiter en 18º Sagitario. El lugar de
Júpiter significa: su vida será regular, buena;
será rico, llegará a viejo". "Venus
en 4º Tauro. El lugar de Venus significa: dondequiera
que esté todo le irá bien; tendrá hijos
e hijos. (Horóscopo de un nacido el 3 de Junio del
234 a.C.)
Con las conquistas de ALEJANDRO MAGNO (300 a.C.), toda
esta tradición astrológica pasa al mundo griego.
El camino
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había sido preparado por las ideas de PLATON y PITAGORAS.
Ambos habían unido matemáticas y misticismo,
habían hecho una religión de las matemáticas.
Enseñaban la unicidad entre el cielo y la tierra,
la perfección de los cuerpos celestes, con los planetas
moviéndose en esferas de cristal perfectamente transparentes
("la música de las esferas"). Con semejante
bagaje filosófico no es difícil entender la
rápida aceptación de la astrología:
era la prueba palpable de esa unión mística
con el universo.
La astrología llegó a Grecia por dos caminos:
Babilonia y Egipto. Desde Babilonia gracias al sacerdote
BEROSO que la enseñaba en la isla griega de Cos hacia
el año 280 a.C. Allí escribió su monumental
Babyloniaca, obra en tres volúmenes donde expone
sus conocimientos y la información traída
de su país. Beroso, muy interesado en los trabajos
del médico griego HIPOCRATES, se cree que fue el
fundador de la medicina astrológica, práctica
perniciosa que relaciona cada parte del cuerpo con un signo
astrológico. En pocas palabras, la culpa de las enfermedades
la tienen los planetas.
La astrología egipcia tiene su base en los llamados
decanos, periodos de l0 días, cada uno de los cuales
se hallaba bajo la protección de un dios representado
por una estrella o grupo de estrellas. En total había
36 decanos y se usaban esencialmente para seguir el ciclo
de Sirio (Sothis), cuyo levantamiento helíaco daba
comienzo al año egipcio. El levantamiento helíaco
del resto daba comienzo a distintas partes del año,
las décadas. Como es natural, lo que comenzó
siendo una forma de medir el tiempo se tornó en un
sistema predictivo relacionado, además, con otros
campos como la alquimia, las piedras y plantas mágicas...
Esta escuela culminó en un libro escrito por dos
personajes llamados PETOSIRIS y NEQUEPSO (probablemente
legendarios) sobre el año 160 a.C. Sin embargo, los
griegos las adoptaron a sus propias creencias.
Definitivamente la influencia de los astros se extiende
a todos los seres humanos sin excepción (¿quizá
porque no había reyes en Grecia y veían peligrar
el negocio?); las acciones atribuidas a los planetas se
hacen más humanas, pues los mismos dioses griegos
tenían atributos humanos: cobraron importancia las
constelaciones del Zodiaco pues no era lógico que
la esfera de las estrellas fijas no sirviera para nada cuando
el resto tenían un significado preciso.
ELEMENTOS DE UN HORÓSCOPO
"Es ilógico que tal planeta, al ver a otro
se alegre. mientras que tal otro, al ver al primero, le
sucede lo contrario. Porque, ¿qué hostilidad
cabe entre ellos o sobre qué?"
PLOTINO
Los griegos, como matemáticos que eran, sistematizaron
y geometrizaron la astrología. Dividieron el círculo
zodiacal en doce partes iguales reemplazando los irregulares
signos babilonios. ¿Por qué doce? Sin duda
fue por razones estéticas: el once es un número
primo y no divide exactamente los 360º de una circunferencia.
Como enamorados de la geometría, la introdujeron
en la astrología (ver figura 1). Unieron los distintos
signos con triángulos y cuadrados. Los cuatro triángulos
que así se obtienen los identificaron con los cuatro
elementos clásicos o humores: tierra, aire, agua
y fuego. Los tres cuadrados dan origen a la clasificación
ternaria o cualidades, que divide a los signos en cardinales,
fijos y mutables. Finalmente introdujeron las polaridades
(negativa y positiva, o femenino y masculino) de
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manera alternada en todo el espectro zodiacal. Las relaciones
entre las posiciones angulares de los planetas (aspectos
y su influencia reside en el concepto místico-geométrico
de ángulos armónicos (60º, 120º),
disarmónicos (90º, 180º) o neutros (0º).
Aún se introdujo una complicación más.
Se subdividió la superficie terrestre en doce husos
horarios (casas terrenales) que proyectados sobre la esfera
celeste dieron origen a doce sectores de 30 grados llamados
casas celestes. Tenemos pues a los signos recorriendo las
casas, inmóviles en el cielo astrológico,
y cada signo tiene una influencia determinada dependiendo
de la casa en que se encuentre. A los arcos que dividen
las casas se les llama cúspides. La cúspide
de la primera casa, que coincide con el horizonte Este se
denomina ascendente. La cúspide en el horizonte Oeste
se llama descendente. Ambas son de una importancia crucial
a la hora de realizar un horóscopo. A todo esto deberíamos
añadir que los planetas tienen influencias especiales
según los signos con los que tienen una relación
particular: éstas son las dignidades. Tendremos entonces
el domicilio, el exilio o detrimento, la exaltación
y la caída. Con todo esto se construye una carta
natal o estudio astrológico.
PTOLOMEO, el gran astrónomo alejandrino del siglo
2 d.C. recogió todas estas reglas y las escribió
en el libro que es base de toda la astrología moderna:
el TETRABIBLOS. Nada sustancial ha cambiado desde entonces.
CONTRADICCIONES INTERNAS
"Cuando mueren los pobres no aparecen cometas. Los
cielos centellean por la muerte de los príncipes"
WILLIAM SHAKESPEARE (en su obra "Julio Cesar")
Desde su origen la astrología ha tenido distintas
escuelas. Incluso en la actualidad cada una tiene su propia
interpretación. En 4000 años los astrólogos
han sido incapaces de ponerse de acuerdo en aspectos fundamentales.
La primera se encuentra en la propia definición de
astrología. Para unos, la astrología nos muestra
la tendencia futura, pero que puede ser cambiada por nuestros
propios actos. Para otros lo dictado por las estrellas es
inmutable y sucede irremisiblemente. Después de tantos
siglos de investigación astrológica. ¿aún
no han podido dirimir esta cuestión fundamental?
La segunda es que no saben si la astrología es una
ciencia. Para unos es un arte (p.ej., Leonor Alazraki) y
las estrellas y los planetas les hablan. Para otros es una
ciencia (p.ej.: José S.M. de Pablos). ¡Claro
que si! ¿Acaso no usan el ordenador y las tablas
de posiciones planetarias de la NASA para realizar sus trabajos?.
Bastedo (1978) ha puesto de manifiesto que los astrólogos
ni siquiera se ponen de acuerdo en las características
propias de cada signo solar. De las ¡catorce! escuelas
astrológicas consultadas en la zona de la bahía
de San Francisco reunió un total de 2375 adjetivos,
de los cuales sólo 30 eran citados por dos o más
escuelas.
-------
FIGURA 2: El movimiento del sol a través de las constelaciones
permite a los astrólogos elucubrar sobre pasado,
presente y futuro.
-------
Pero la contradicción esencial dentro del mundo
astrológico es si se debe tener en cuenta la llamada
precesión de los equinoccios que ha hecho que los
signos no coincidan con las constelaciones. Unos astrólogos
dicen que una persona es Leo porque en el momento de su
nacimiento el Sol se encontraba en el signo de Leo. Pero
en realidad estaba en la constelación de Cáncer.
A este tipo de astrología se la conoce como astrología
tropical y es la que aparece en todas las revistas y periódicos.
¡Qué absurda resulta! Esta astrología
coloca los distintos planetas en un cielo IMAGINARIO, un
cielo de hace 2000 años que nada tiene que ver con
el actual, y desde ahí, sin saber cómo ni
porqué, los planetas influyen sobre las personas.
Sin
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embargo hay otros astrólogos mas congruentes que
si tienen en cuenta la precesión. A ésta se
la conoce con el nombre de astrología sidérea.
Así, quien haya nacido el 29 de Julio será
un idealista, orgulloso, ambicioso, arrogante y jactancioso
Leo para un astrólogo tropical, pero será
un doméstico, sensible, autocompasivo y demasiado
cauto Cáncer para un astrólogo sidéreo.
¿Quién tiene razón? Ni ellos lo saben.
No extrañaría nada encontrar a alguien que
explique así los problemas de doble personalidad.
Si una persona nacida en una ciudad situada a a altas latitudes
geográficas decide hacerse una carta astral puede
encontrarse con serios problemas. En estos casos, el Medio
Cielo (punto en la que el primer vertical corta al Zodiaco
por encima del horizonte) y el Cielo Inferior (el otro punto
debajo del horizonte) no coinciden con las cúspides.
Este importantísimo problema se ha intentado solucionar
a lo largo de la historia. Se fueron proponiendo diversos
sistemas, llamados domificación. Entre ellos destaca
el de PORFIRIO del siglo III mejorado por AL KABISI en el
siglo XI. El sistema REGIOMONTANO aparece en el XV y en
el siglo XVII PLACIDUS TITUS propone el que se convertiría
en el más usado. Y en 1939 KOCH desarrolló
un nuevo sistema. Aún hoy, no existe consenso sobre
cuál es el mejor. Y como ello repercute sobre la
definición de los límites de las casas, no
se puede estar seguro de cuál es el ascendente, de
importancia vital a la hora de hacer el estudio astrológico.
¿Y qué ocurre con los lapones, esquimales
y todos los nacidos por encima de los dos círculos
polares? Allí la eclíptica no se encuentra
en ninguna casa; el cielo se ve privado de planetas durante
muchos meses, pues se encuentran todos por debajo del horizonte.
Es una tierra de hombres sin horóscopo. ¿Quiere
decir que todos los nacidos en esas latitudes son hombres
con personalidad poco desarrollada, apáticos e incapaces
de tales logros? Evidentemente no.
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INSERTO
En 4.000 años los astrólogos han sido incapaces
de ponerse de acuerdo en aspectos fundamentales
-------
Otro importante punto en el que los astrólogos no
están de acuerdo es en el valor de los orbes de los
distintos aspectos. Esto hace cambiar el resultado de una
carta natal radicalmente. Por otro lado, el orbe mínimo
aceptado por algunas escuelas para algún aspecto
es de un grado (para la mayoría es de tres, pero
tomemos el valor más conservador). Por tanto, la
variación de un grado en la posición de un
planeta en el cielo no modifica sustancialmente un horóscopo.
Esto equivale a unos cien kilómetros de longitud
geográfica y a unos diez minutos de tiempo. Esto
quiere decir que los nacidos en los hospitales de Madrid
y alrededores dentro de ese espacio de tiempo tienen todos
el mismo horóscopo. Da igual que sean de familia
pobre o rica, todos tendrán el mismo destino y el
mismo carácter. Mas obvio es el caso de los gemelos.
Nacidos al mismo tiempo, deben tener horóscopos idénticos.
Sin embargo, sus destinos pueden ser totalmente distintos.
¿Y las guerras? En ellas mueren muchos hombres,
cada uno con una fecha de nacimiento distinta. La astrología
no puede explicar por qué todos ellos tienen el mismo
destino e igual ocurre con los muertos en accidentes. ¿Tenían
los seis millones de judíos asesinados por Hitler
cartas astrales confluentes?
PREGUNTAS SIN RESPUESTA
"La obstinación por la astrología es
una orgullosa extravagancia. Creemos que nuestros actos
son lo bastante importantes como para merecer estar escritos
en el gran libro del cielo"
MONTESQUIEU
Las objeciones a la astrología han sido siempre
las mismas, desde que el filósofo griego CARNEADES
las planteara por vez primera. Con el avance del conocimiento
se han ido añadiendo algunas, que si bien no son
cuestiones definitivas, nos enseñan lo absurdo del
planteamiento astrológico: no es otra cosa que convicciones
personales y pensamiento mágico. Nada hay de realidad
objetiva. Veamos algunas de estas preguntas embarazosas,
no exentas de cierto sano humor escéptico.
p- 11
Si suponemos que las columnas astrológicas
que aparecen en periódicos y revistas son ciertas,
¿quiere decir esto que la doceava parte de los habitantes
del planeta (unos 400 millones) tienen todos el mismo tipo
de día, cada día?
"Sagitario: Anímicamente te mostrarás
muy nervioso y ansioso. Procura rodearte de gente apacible
o busca una buena lectura. Cuidado con los viajes".
Bogdanich (1993)
"Virgo: Buen momento para poner en claro una situación
personal, que desde hace mucho tiempo se encuentra en estado
de confusión. Va a sentir la necesidad de comprender
acerca del fundamental propósito de su vida y elevar
el nivel de conciencia." Vicente (1990)
------
ILUSTRACION
Mareas. La influencia de la Luna sobre ellas siempre se
ha utilizado como argumento para justificar la astrología.
------
Este es el tipo de predicción clásica en
astrología totalmente vacía de contenido y
de carácter predictivo. Se trata más bien
de consejos aplicables a multitud de personas independientemente
de su signo. Esta astrología de opereta es denostada
por los que se califican como astrólogos serios,
aunque muchos de ellos tengan su propia columna en algún
periódico o revista.
¿Qué les hace suponer a los astrólogos
occidentales que nuestra astrología es la buena?.
Las culturas hindú, china y japonesa tienen una tradición
astrológica tan impresionante como la nuestra pero
basada en un conjunto de estrellas totalmente diferentes.
Así, una de las astrologías chinas consta
de 26 signos. Si una es cierta, las otras tienen que estar
equivocadas.
¿Qué tipo de influencia, de fuerza,
es la que ejercen los planetas sobre nosotros? La única
fuerza conocida que podría influir de alguna manera
es la gravitatoria. Sin embargo, la atracción que
ejerce la enfermera o el médico sobre el recién
nacido es mucho mayor que la que puedan ejercer los planetas.
Por ejemplo, la fuerza gravitatoria del médico es
400.000 veces mayor que la de la Luna. Incluso las fuerzas
de marea a las que siempre aluden son también despreciables.
La fuerza de marea ejercida por la madre es 12 millones
de veces mayor que la ejercida por la Luna. Luego debe tratarse
de una fuerza desconocida ¿qué tipo de fuerza
es? ¿Por qué sólo la percibe el cerebro
humano y es inaccesible para cualquier aparato de medida?
¿Por qué manifiesta sólo en la astrología?
Los descubrimientos hechos en física no contradicen
a los realizados en química o en biología
o en geología. Todos ellos están relacionados
Es más, se considera un fuerte espaldarazo a la validez
de una teoría el que, además de explicar ciertos
hechos conocidos y predecir otros desconocidos, no entre
en contradicción con ninguna otra firmemente asentada.
Pero la astrología está en contra de todo
lo que conocemos. Es incapaz de explicamos por qué
esa misteriosa influencia no se presenta en ninguna otra
disciplina científica. ¿Depende esta fuerza
de la distancia? Parece ser que no, ya que los planetas
tienen la misma influencia sobre nosotros tanto si están
cerca como si están lejos de la Tierra. Entonces
¿por qué la astrología no tiene en
cuenta el efecto de otros objetos celestes que emiten muchísima
más energía que cualquier planeta como los
púlsares, novas, supernovas, galaxias activas o cuásares?
¿por qué no tienen en cuenta la existencia
de otros planetas en otras estrellas o en otras galaxias?
¿Por qué sólo influyen los nueve planetas,
la Luna y el Sol? ¿Por qué no lo hacen los
más de 2000 planetoides y asteroides que se encuentran
dentro del Sistema Solar?. Para soslayar este tremendo problema
los astrólogos hablan ahora de sincronicidad, mal
interpretando el conocido término jungiano ¿Cómo
justifican que la sincronicidad se dé con un cielo
de hace 2.000 años, y no por ejemplo, con el de hace
50.000 años?
p- 12
¿Por qué es el momento del nacimiento
y no el de la concepción clave para la astrología?
Por la medicina sabemos que es la concepción el momento
clave para la existencia de un nuevo ser humano, y no el
momento del nacimiento. Las características del individuo
quedan determinadas mucho tiempo antes de nacer aunque para
la astrología esto no tiene ninguna importancia.
¿Quiere decir que el vientre de la madre apantalla
el efecto de los planetas? ¿Qué fuerza es
capaz de viajar cientos de millones de kilómetros
de frío espacio y es incapaz de atravesar unos insignificantes
centímetros de carne? ¿Podremos vernos libres
del influjo planetario si forramos nuestra habitación
con filetes de ternera? Aún suponiendo que es el
momento del nacimiento, ¿cuándo empiezan a
influir los planetas, cuando sale la cabeza o cuando salen
los pies? ¿O cuando cortan el cordón umbilical?
¿Qué ocurre con las cesáreas? ¿Cuando
podemos decir que es el momento del nacimiento? ¿Y
si se cae la madre y el nacimiento es prematuro? ¿Estaba
escrito en las estrellas? ¿Por qué los astrólogos
son incapaces de predecir este suceso? ¿Qué
pasa con la fecundación "in vitro"? Aquí
no hay cuerpo de la madre que apantalle a los planetas.
¿O el cristal del tubo de ensayo también es
capaz de impedir la acción de los planetas? La respuesta
a estas preguntas es sencilla: es más fácil
conocer el momento exacto del nacimiento que el de la concepción,
aunque los astrólogos hablen de destinos compartidos
de madre e hijo, o de influencia espiritual en el momento
de la concepción y física en el del nacimiento.
------
INSERTO
¿Tenían los seis millones de judíos
asesinados por Hitler cartas astrales confluyentes?
------
¿Son erróneos todos los horóscopos
anteriores a 1930? Plutón, el último planeta
(hasta ahora) fue descubierto en 1930. ¿Por qué
los astrólogos de siglos pasados no se dieron cuenta
de que sus predicciones estaban parcialmente equivocadas
y dedujeron la existencia de nuevos planetas? La astronomía
descubrió otros planetas por el efecto gravitatorio
que tenían sobre el resto del Sistema Solar. Pero
la astrología, como toda superstición , ha
ido añadiendo a su bagaje los distintos descubrimientos
científicos sin aportar absolutamente nada. Actualmente,
algunos astrónomos postulan la posible existencia
de un décimo planeta. ¿Qué nos dice
la astrología al respecto? ¿es capaz de predecir
si existe ese planeta y dónde se encuentra en estos
momentos? Como siempre, obtenemos la callada por respuesta.
Los signos tienen su origen en las constelaciones
del Zodiaco. Pero éstas son 14 y no 12. Las dos que
faltan son Cetus (la Ballena) y Ophiucus (Ofiuco). ¿Por
qué los astrólogos no las tienen en cuenta?
Durante mucho tiempo no fueron 12 los signos del Zodiaco
¿Cómo hacen los astrólogos actuales
para construir la carta astral del rey babilonio Asurbanipal?
¿Por qué los signos tienen todos la
misma extensión si las constelaciones que los originaron
no son iguales?
Las casas celestes están referidas al horizonte
terrestre. ¿Qué relevancia tienen en el comportamiento
de los astronautas en la Luna?
Pronto mandaremos astronautas a Marte. ¿Qué
efecto tendrá la Tierra sobre ellos? Cuando nazcan
niños en otros planetas, ¿saldrán a
la luz nuevas e inimaginables personalidades? Si realmente
la Tierra ejerce algún efecto, ¿pos qué
los astrólogos no la tienen en cuenta en sus horóscopos?
¿Por que si alguien se encuentra sobre la superficie
de un planeta éste no influye para nada?.
p- 13
LAS PRUEBAS A LA ASTROLOGÍA
"Los astrólogos debemos aprender a contrastar
nuestras propias prácticas. La mayoría no
sabe hacerlo..., la mayoría de los astrólogos
desconocen por completo los aspectos básicos sobre
la investigación en la astrología"
ROBERT HAUD (astrólogo)
Muchas son las preguntas que la astrología deja
sin responder. Aun con todo, puede ocurrir que la hipótesis
astrológica sea cierta. Para verificarla basta con
diseñar una serie de pruebas y ver si realmente funciona.
El análisis debe hacerse de tres formas. Una, estudiando
características generales o particulares de cada
signo y ver si responden a la realidad en una muestra extensa
de personas. Dos, viendo si las predicciones hechas por
los astrólogos se han cumplido en un porcentaje elevado,
comprobando así el carácter predictivo de
la astrología. Y tres, analizando si las cartas natales
describen realmente la personalidad del individuo.
Comencemos por la primera. Según la astrología
las personas van a tener unas características físicas,
psicológicas, sociológicas, filosóficas....
en función del signo bajo el cual hayan nacido. Por
ejemplo, los Leo son líderes por naturaleza, luego
deberíamos encontrar un mayor número de ellos
en puestos de responsabilidad en empresas, países,
etc. que de Virgos, signo poco proclive para el liderazgo.
R. W. Bastedo (l978) analizó 31 características
distintas (liderazgo, liberalismo, inteligencia, creencia
en el ocultismo, empleo, altura, forma física....)
en una población de 955 personas del área
de la bahía de San Francisco buscando si existía
una distribución no casual entre éstas y los
signos a los que pertenecía cada una de ellas. No
encontró ninguna correlación entre ambos.
Noblit (1978) en su tesis doctoral, estudió las relaciones
angulares entre los planetas y aspectos de la personalidad
de los sujetos. No encontró la relación pretendida
por la astrología. Mechler, McDaniel y Mulloy (1980)
intentaron reproducir el resultado obtenido por la revista
sensacionalista National Inquirer (1980) con una muestra
de 26Z estudiantes utilizando el mismo cuestionario que
el del National. Los resultados obtenidos fueron los esperados
por el azar.
------
INSERTO
El 54% de los consultados se identificaba con la carta astral
del asesino.
------
Roger Culver (1981) estudió la relación entre
el signo de 300 personas y sus características físicas
(forma de brazos, grupo sanguíneo, color de pelo...)
Karl G. Jung (1983) estudió la suposición
astrológica que, para las parejas, la posición
del Sol en el momento de nacimiento de una de ellas corresponde
a la de la Luna cuando nació la otra. Ninguno de
estos estudios encontró las relaciones que la astrología
afirma que existen. Tyson (1980) analizó las carreras
escogidas por 10313 graduados. Por ejemplo, según
la astrología los signos de Acuario, Sagitario, Aries,
Géminis y Virgo son más propensos al estudio
científico y racional. No encontró ninguna
relación entre los signos y las carreras escogidas.
Se han realizado gran cantidad de estudios en esta línea.
Snell, Dean y Wakefield estudiaron dos conjuntos de 1500
líderes. Si la hipótesis astrológica
era correcta, se deberían encontrar menos Virgo que
los esperados por el azar. Sin embargo no se encontraron
diferencias significativas respecto a los otros signos.
Farnsworth recogió las fechas de nacimiento de 2000
músicos para ver si encontraba alguna relación
con el signo o el ascendente; Silverman, psicólogo
de la Universidad de Michigan, estudió la compatibilidad
e incompatibilidad zodiacal en 2978 parejas casadas y 478
divorciadas; también estudió las características
de los signos de 600 estudiantes de psicología; Bennett
y Barth, economistas de la George Washington University,
analizaron estadísticamente la supuesta relación
astrológica entre los signos regidos por Marte y
los militares norteamericanos; el físico John McGervey
de la Case Western Reserve University, estudió la
relación entre el signo solar y la profesión
de 6475 políticos y 6534 científicos. Ninguno
de ellos encontró la pretendida relación astrológica.
p- 14
Para finalizar debemos mencionar los trabajos del fallecido
psicólogo francés Michel Gauquelin que durante
años se dedicó a estudiar la astrología
y ver si en ella encontraba alguna traza de credibilidad.
Así estudió 15560 personas de lO profesiones
diferentes y buscó si en realidad había alguna
asociación con los signos, posiciones planetarias,
ascendente...; también estudió lo que se conoce
como herencia astrológica (los hijos tienden a nacer
con iguales factores astrológicos que sus padres)
sobre un total de 7964 y 3923 parejas padre e hijo; en ningún
caso apareció el pretendido efecto astrológico.
También puso a prueba a los astrólogos en
su "experimento de destinos opuestos". Consistió
en proporcionarles las fechas completas de nacimiento de
cuarenta personas, veinte delincuentes conocidos y otras
veinte personas que vivieron largas y pacíficas vidas,
y ver si eran capaces de diferenciarlos. El resultado fue
el esperado por azar. Igualmente intentó reproducir
los resultados de las investigaciones de Paul Choisnard
(Pruebas y bases de la astrología científica,
l92l). Este astrólogo fue uno de los promotores de
la astrología científica. Así se expresaba
al hablar de los astrólogos tradicionales: "...
esos coleccionistas de reglas que siempre hablan de la experiencia
pero nunca la definen".
Choisnard estudió los aspectos de Marte respecto
al Sol en el momento de la muerte de 200 personas encontrando
que en un 36,5% ambos cuerpos estaban mal aspectados mientras
que el cálculo probabilístico daba un valor
del 22%. Gauquelin tomó una muestra de 7482 casos
encontrando una proporción de 22,6%. Analizadas por
otros autores las estadísticas de Choisnard (como
Paul Courdec, entre otros), se ha visto que sus resultados
se ajustan a las leyes del azar. Siguiendo con el planeta
Marte, Gauquelin estudió su efecto negativo (rige
las armas, la guerra, las heridas, la violencia) sobre 623
asesinos franceses, seleccionados como los más peligrosos.
El número de las supuestas posiciones que debería
ocupar el planeta para que este efecto se diera era inferior
al esperado por el azar.
También estudió la vida de varios cientos
de gemelos, los cuales deberían tener el mismo destino,
y no encontró prueba alguna que apoyara la hipótesis
astrológica. Después de todos estos estudios
Gauquelin (1967) afirmó:
"Todos los esfuerzos de los astrólogos por
defender su postulado básico han fallado. (...) Las
estadísticas han demostrado la falsedad de los viejos
argumentos de una vez para siempre. (...) Quienquiera que
se diga capaz de predecir el porvenir consultando las estrellas
se está engañando a sí mismo o está
engañando a los demás".
PREDICCIONES ASTROLÓGICAS
"Para juzgar acerca de la veracidad o falsedad de
tales predicciones habría que recoger una cincuentena;
entonces se vería que son casi las mismas frases,
que unas veces fallan y otras aciertan; pero que de las
primeras no se habla y de las otras se habla mucho"
LUIS XV
El segundo paso que debemos dar consiste en analizar las
predicciones hechas por los astrólogos. Ellos siempre
afirman que consiguen un alto porcentaje de aciertos y como
prueba de ello presentan una serie de predicciones que se
cumplieron. Sin embargo, lo fundamental es conocer el número
de predicciones realizadas y el número de aciertos.
Evidentemente siempre habrá algunos. Nadie tiene
el "don" de equivocarse siempre.
Hunter y Derr (1978), comprobaron las predicciones sobre
terremotos de astrólogos y videntes estadounidenses.
De las 240 hechas por 27 astrólogos, los aciertos
fueron inferiores a los esperados por el azar. Culver e
Ianna (1984) analizaron 3011 predicciones hechas por astrólogos
de los EE.UU entre 1974 y 1979 en revistas de astrología.
Sólo 338 (el 11%) fueron correctas. Cualquier persona
medianamente informada puede lograr un porcentaje de aciertos
del 20%. Châtillon (1985) comprobó 30 predicciones
hechas para Norteamérica en 1984 por HUGGETTE HIRSIG,
una de las astrólogas canadienses más famosas.
Sólo 2 fueron correctas. Reverchon (1973) estudió
las predicciones hechas entre 1958 y 1963 en la revista
Les Cahiers Astrologiques por el renombrado astrólogo
francés ANDRÉ BARBAULT. Este astrólogo,
considerado de los mejores de todos los tiempos, predijo
por ¡11 veces! el final de la guerra Francia-Argelia,
que Kennedy sería reelegido en 1964 (fue asesinado
p- 15
en 1963), que Krushchev estaría en el poder hasta
1966 (fue depuesto en 1964) que De Gaulle dimitiría
en 1965 (fue reelegido) Stearn (1972) estudió las
predicciones hechas por astrólogos americanos en
1970. Los aciertos fueron mínimos. Entre otras cabe
resaltar la siguiente predicción: "Nixon alcanzará
lo cota máxima de popularidad en 1975" (El asunto
Watergate fue en 1973 y dimitió en 1975).
Sobre astrólogos y videntes españoles hay
un limitado estadio de Luís Angulo (1988). Aunque
ellos afirmen que poseen un porcentaje de acierto del 90
ó 95% la realidad es bien distinta: solamente suelen
acertar de un 20 a un 25%. Y apuesto que si se hiciese un
estudio más amplio se vería bajar este valor
de manera escandalosa.
Nos queda por recordar la famosísima Gran Catástrofe
de 1983, debido a la "superconjunción planetaria".
Se predijeron miles de desastres naturales, políticos,
económicos... Fue el astrólogo Boris Cristoff
(1979 y 1981) el profeta de la catástrofe. Otros
dos libros nos informaban sobre la hecatombe: Katerina Colosimo
(¿la conocen?) en "¿Sobreviviremos a
1982?" basado en los trabajos del mencionado Barbault,
y Joaquín Lizondo en "El fin del mundo para
1985". Pese a tener el cielo en contra, seguimos aquí.
También es importante resaltar que hechos recientes,
como la caída del muro de Berlín, la revolución
de la Europa del Este o la crisis del Golfo Pérsico
han pasado completamente desapercibidos para los astrólogos.
Aunque haya algunos que afirman haberlas predicho (Pablos
(1990) y Greene (1989) -la crisis del Este-), algo de tal
magnitud debería haber sido detectado por todos los
astrólogos que se dedican a la astrología
mundial. No ha sido así. Incluso el astrólogo
de la revista Más Allá recientemente fallecido,
Helio Zendael (1989), escribió:
"Será este un mes (Noviembre) sin grandes sobresaltos
a nivel internacional"
El día 9 caía el muro de Berlín.
¿SON LAS CARTAS ASTRALES CORRECTAS?
"Dado el modo sibilino en que se redactan las predicciones,
lo raro es que no se cumplan con mayor frecuencia"
CHARLES NODIER
Un último aspecto que podemos comprobar es si las
cartas astrales de los individuos reflejan realmente su
personalidad. Normalmente la gente que cree en la astrología
se ha visto reflejada en la carta astral realizada por el
astrólogo. Ve que se ajusta a su personalidad. Sin
embargo, lo importante es que esa persona sea capaz de distinguir
entre la carta astral propia y otra que no lo es. Si una
persona ve reflejado su carácter en una carta cualquiera,
entonces la capacidad de predicción que se supone
tiene la astrología es nulo porque las afirmaciones
vertidas son tan generales que se pueden aplicar a multitud
de personas.
TABLA 1
MUESTRA Nº CARTAS ACIERTOS ESPER. AZAR
Cummings et al 12 3 4 4
Neher 18 6 3 3
Lackey 38 2 19 19
Dwyer y Grange 34 3 10 11
Tyson 15 5 2 3
Carlson 83 3 28 28
Dwyer 30 2 15 15
Se han hecho diversos test que demuestran este extremo.
Dean (1987) entregó la carta astral a 22 personas,
pero donde había sustituido diversos frases por sus
opuestas. Aún así, el 95% de las veces daban
estas predicciones como correctas. La capacidad de discernir
entre la carta buena y la errónea ha sido analizado
en 7
p- 16
estudios diferentes realizados por Cummings et al (1978),
Neher (1980), Lackey (1981), Dwyer y Grange (1983), Tyson
(1984), Carlson (1985) y Dwyer (1986) (ver tabla 1), dando
como resultado que las personas son incapaces de distinguir
entre su propia carta astral y otra completamente diferente.
El psicólogo y astrólogo Niehenke (1984) entregó
a 3150 alemanes un cuestionario para comprobar las afirmaciones
de la astrología respecto a los aspectos planetarios.
Un nuevo fracaso. Aunque la astrología afirma que
las personas con más de cuatro aspectos de Saturno
deben presentar una mayor tendencia a la depresión,
Niehenke no encontró tal relación.
Carlson (1985), físico de Berkeley, introdujo un
aporte original al experimento que condujo para comprobar
si la posición de los planetas en el momento del
nacimiento determina la personalidad: diseñó
un test de doble ciego. Para ello dividió el experimento
en dos partes. En la primera, entregó a los voluntarios
tres cartas astrales hechas por astrólogos seleccionados
por el National Council for Geocosmic Research, organización
muy respetada por los astrólogos del mundo entero.
De ellas, seleccionaron la que les pareció que mejor
se ajustaba a su personalidad, además de decidir
a cuáles les daban la segunda y tercera plazas. Los
científicos pensaban que la elección de la
carta correcta seguiría una distribución totalmente
aleatoria: un 33% de acierto. Los astrólogos afirmaban
que al menos acertarían la mitad. En la segunda parte
fueron los 28 astrólogos quienes fueron puestos a
prueba. Debían seleccionar entre tres perfiles psicológicos
el que más se aproximaba a la carta del sujeto. De
nuevo, los valores de acierto esperados eran por parte de
los científicos el 33% y por parte de los astrólogos
el 50% (realmente, poco confiaban en ellos mismos). El resultado
fue demoledor: los datos obtenidos eran consistentes con
la hipótesis científica. Sbawn Carlson concluye:
"La conexión entre la posición de los
objetos celestes en el momento del nacimiento y la personalidad
de los sujetos no existe."
Dean (1985) también puso a prueba a los astrólogos.
Dirigió un experimento donde debían decidir
si al sujeto era extrovertido o introveriido, una característica
de la personalidad fácil de determinar mediante test
psicológicos y estudios astrológicos. Cuarenta
y cinco astrólogos estudiaron las cartas astrales
de los sujetos (se empleó un conjunto de 1198 personas)
indicando, además, el nivel de confianza que daban
a su juicio. Por otro lado, otros 45 decidirían si
e1 sujeto era o no introvertido por simple azar. El resultado
fue desastroso. Los astrólogos acertaron incluso
menos veces que las predicciones hechas por simple conjetura.
Es más, el experimento reveló lo escasamente
de acuerdo que están los astrólogos en sus
predicciones. Estadísticamente se estima que una
correlación media de 0,7 es buena, 0,4 pobre y 0,24
o menos.., penosa. Pues bien, el acuerdo en los juicios
hechos por los astrólogos fue del 0,1 y en el nivel
de confianza de 0,03. Curiosamente aparecía mayor
acuerdo entre los astrólogos principiantes que entre
los expertos (toda una revelación).
Otros experimentos han destacado este punto. Clark (1961)
obtuvo un valor de 0,12 para 30 de los considerados mejores
astrólogos del mundo, que intentaron decidir sobre
la inteligencia de los sujetos: Macharg (1975) halló
un 0,17 para los astrólogos que estudiaron la tendencia
al alcoholismo; Ross (1975) encontró un valor de
0,23 entre dos astrólogos que habían recibido
un entrenamiento similar, que habían enseñado
en la misma escuela astrológica y que habían
seguido un curso de especialización del famoso astrólogo
Rudhyar, al analizar 5 características de la personalidad.
Steffert (1983) obtuvo 0,03 para 27 astrólogos que
debían decidir sobre la felicidad matrimonial de
20 parejas.
Como muy bien dice Den (1987) en un excelente articulo:
"Si los astrólogos no están ni siquiera
de acuerdo en lo que la carta indica, entonces ¿qué
valor tiene la astrología?
¿POR QUÉ SE CREE EN LA ASTROLOGÍA?
"La astrología es la ciencia por la que un
imbécil llega a creer que es imbécil por culpa
de las estrellas"
ANÖNIMO
p- 17
Las objeciones a la astrología demuestran la poca
coherencia que presentan frente a conocimientos profundamente
asentados y las múltiples pruebas que se le han hecho
evidencian que la astrología no funciona. Sin embargo,
la mayoría de la gente sigue creyendo en ella. ¿Por
qué? Diversos son los mecanismos psicológicos
que toman parte, pero quizá el principal es porque
ven que la astrología (como otras artes adivinatorias)
funciona en ellos mismos. Dean (1987) señala una
serie de factores psicológicos que intervienen en
el convencimiento interno de la validez de la astrología:
La lectura fría: por las reacciones involuntarias
del sujeto el astrólogo obtiene la información
que desea (ver Hyman (1977); para un ejemplo curioso ver
Feynman (1988))
La validación ilusoria: si los argumentos
están a favor de algo, aunque los datos apunten en
dirección contraria, el sujeto se queda con lo que
le parece mejor o correcto.
El "efecto procusteano": forzar al sujeto
a ajustarse a la carta.
La memoria selectiva: acordarse únicamente
de los aciertos.
El efecto placebo: es bueno lo que el sujeto cree
que es.
El efecto Barnum: se aceptan como válidas
afirmaciones aplicables a todo el mundo.
El efecto del Dr. Fox: cegar el espíritu critico
del sujeto con ciencia y humor.
El efecto de proyección: encontrar significado
a aquello que no lo tiene.
------
INSERTO
Los astrólogos acertaron incluso menos veces que
las predicciones hechas por simple conjetura
------
Un ejemplo clarísimo donde se demuestra la realidad
de estos y otros mecanismos psicológicos lo encontramos
en el experimento llevado a cabo por Gauquelin. En la primera
parte de la prueba Gauquelin realiza el horóscopo
del conocido doctor MARCEL PETIOT, que asesinó a
cerca de 30 exiliados alemanes del nazismo y que fue guillotinado
en 1946, según un programa preparado por el vicepresidente
del Centro Internacional de Astrología (Santos, 1990).
Al igual que ocurrió con otros asesinos, su horóscopo
fue incapaz de revelar los rasgos criminales de su carácter.
Posteriormente Gauquelin puso un anuncio en el periódico
Ici-Paris donde ofrecía el horóscopo gratis
a quien lo deseara. Junto con él adjuntaba un cuestionario
donde el interesado debía comentar si el estudio
astrológico (de diez páginas) se ajustaba
a su carácter, si algún familiar o amigo compartía
su opinión y si la carta acertaba a la hora de predecir
los periodos buenos y malos. De las 135 contestaciones recibidas
el 94% respondió afirmativamente a la primera pregunta,
el 90% a la segunda y el 80% a la tercera. Conclusión:
el 94% de los consultados se identificaban con la carta
astral del mayor asesino francés de todos los tiempos.
Tales mecanismos han sido confirmados en los experimentos
realizados por Sayder (1974) y Stachnik y Stachnik (1984),
donde demuestran un extremo altamente elocuente: si presentamos
un texto cualquiera bajo la afirmación de que ha
sido escrito teniendo en cuenta la fecha de nacimiento precisa
del sujeto, es mucho mejor aceptado y "acierta muchísimas
más cosas" que si se presenta simplemente como
una descripción de su personalidad.
¿Por qué los astrólogos creen en la
astrología? Esencialmente, todos sus argumentos pueden
reducirse a los siguientes razonamientos:
Para los astrólogos científicos, la
suya es una ciencia porque utiliza el ordenador y tablas
de posiciones planetarias de la N.A.S.A. (Aladrén
y Bogdanich (1990)).
La astrología ha sobrevivido al paso del tiempo,
luego algo debe tener de verdad (Pablos 1990), Zapater (1990)).
Sólo los astrólogos son los únicos
capaces de juzgar la validez de la astrología (Pablos.
(1990), Aladrén y Bogdanich (1990), Cassanya (1990),
Alazraqui (1990), Aladrén (1990), Bogdanich (l990b),
J. Cadena (1990)).
Está probada la influencia de los planetas
sobre la Tierra, por ejemplo, la Luna y la lluvia, las manchas
solares y las enfermedades cardiovasculares... (sic) (Aladrén
y Bogdanich (1990), Áladrén (1990), Santos
(1990))
p- 18
La astrología trabaja. No se acepta ningún
experimento salvo el que se hace con el propio astrólogo
(Pablos (1990), Aladrén y Bogdanich (1990b), Cassanya
(1990)).
Esta última afirmación no deja de ser curiosa.
En cualquier debate que se sostenga con cualquier astrólogo,
éste afirmará que es de los pocos que se dedican
seriamente a la astrología, que probablemente los
experimentos realizados fueron hechos con pseudoastrólogos.
Por eso, no aceptarán ninguna prueba (de resultados
negativos, por supuesto) si no se realiza con ellos. Después
de muchas discusiones uno se pregunta dónde diablos
se encuentran esos pseudoastrólogos. Es evidente
que cada cual tiene de sí muy alta estima.
El ataque personal también suele ser utilizado por
el colectivo de astrólogos, como desgraciadamente
han podido comprobar el autor y su colega Javier E. Armentia.
Baste como muestra el manifiesto de los astrólogos,
publicado parcialmente por el desaparecido periódico
El Independiente (1990). He aquí alguno de los párrafos:
"... habría que ver cual sería el futuro
profesional si se mostrasen reticentes al firmar y, tal
como se está llevando a cabo la campaña, las
posibilidades de promoción de los más jóvenes
y poca pagados promotores."
"... queremos introducir por nuestra parte algunas
matizaciones. Entre otras cosas, querríamos ver a
los astrónomos, cuya mayor parte son funcionarios
y tienen los garbanzos asegurados, tratando de investigar
en un medio hostil y buscándose las fuentes de financiación
para ello."
O también las declaraciones de uno de los más
afamados astrólogos españoles, Vicente Cassanya,
en una entrevista publicada en el número de Octubre
de la revista Año Cero (1993):
"En España, un par de elementos que querían
alcanzar notoriedad fueron pasando un manifiesto contra
la astrología a diversos científicos, para
que lo apoyasen"
Sobra todo tipo de comentario.
------
INSERTO
El aumento de irracionalismo pasa por la claudicación
del espíritu crítico
------
¿DEBEMOS CREER EN LA ASTROLOGÍA?
"Si encuentro a una persona muy tranquila y apacible
con cinco planetas en Aries, ello no me hará dudar
que Aries significa agresión. Puedo comentar que
su ascendente es Piscis, o que su Sol está en conjunción
con Saturno, o que tiene su regente en la duodécima
casa. Si ninguna de estas excusas es posible, puedo comentar
que aún no ha desarrollado su potencial Aries...
Pero si al día siguiente me encuentro con un hombre
muy agresivo que también tiene cinco planeas en Aries,
cambiaré mi rollo: diré que debía ser
así debido a esta configuración."
D. HAMBLIN (ex-presidente de la Asociación Astrológica
Británica).
La cita anterior extraída del Astrological Journal,
una de las revistas más prestigiosas sobre astrología,
nos muestra la verdadera naturaleza de la predicción
astrológica.
Hemos visto contradicciones fundamentales en el seno de
las distintas corrientes astrológicas. Hemos visto
las objeciones que nos muestran la estructura arbitraria
de la astrología. Hemos visto las numerosas pruebas
a que ha sido sometida con resultados invariablemente negativos.
Hemos visto, en fin, que la astrología no funciona.
¿Por qué los medios de comunicación
no se han hecho eco de estos experimentos? ¿Por qué
siguen siendo cajas de resonancia de creencias pseudocientíficas?
Una posible razón es que la pseudociencia vende,
el gusto por lo misterioso y lo fantástico que todo
hombre lleva en su interior; el abandono de las religiones
tradicionales junto con la búsqueda de otras vías
que intentan explicar los porqués y el sentido del
Universo de forma mágica y supersticiosa; la mala
enseñanza de la ciencia que hizo de ella 'la varita
mágica arreglalotodo' capaz de solucionar nuestros
problemas, y lo que ha provocado es un desencanto hacia
ella. Éstas son algunas de las causas del ascenso
de todas estas creencias.
p- 19
Thomas (1978) presenta otra posible respuesta al ascenso
(y descenso) de las prácticas mágicas: son
una forma de enfrentarte a situaciones en las cuales los
métodos usuales no ofrecen ninguna posibilidad de
éxito. Así, la astrología no es eficaz
en el sentido estricto del término, pero proporciona
seguridad y una sensación de control sobre el desarrollo
de los acontecimientos futuros. "La magia prevalece
cuando el control ejercido sobre el entorno es escaso"
afirman G. y M. Wilson. De todas formas, no podemos separar
los componentes sociológicos, culturales, históricos
y tradicionales cuando queramos hacer un análisis
sobre las motivaciones por las cuales aumentan las creencias
pseudocientíficas. Como muy bien señala Pierre
Thuillier en su estudio sobre la decadencia de la astrología
durante el
Renacimiento (ver Thuillier, l990), "esta supuesta
ciencia no llegó a refutarse: sencillamente cayó
en desuso". No podemos convencer a nadie con argumentos
racionales si no quiere convencerse racionalmente. El aumento
del irracionalismo pasa por la claudicación del espíritu
crítico. Se fuerza a que el mundo sea como nos gustaría
que fuera y nos negamos a aceptarlo tal y como es. Por eso,
en 1990 los científicos españoles se adhirieron
a la declaración que en el año 1975 firmaron
sus colegas estadounidenses. Una declaración que
invita a que pensemos por nosotros mismos, a que analicemos
las cosas antes de aceptarlas, a que comprendamos la ciencia
y cómo trabaja. No se trata de imponer ninguna forma
de pensar, sino todo lo contrario.
La astrología es una grave enfermedad. Hace a las
personas conformistas y apáticas, sin capacidad de
reacción y decisión. Es una excelente excusa
cuando las cosas salen mal o se tuercen. "Está
escrito en las estrellas y no puedo luchar contra el destino".
Con ella podemos justificarlo todo, incluso las mayores
atrocidades.
"Si nuestra sociedad necesita de toda su capacidad
racional para resolver los importantes problemas que tiene
planteados, ¿Qué ocurrirá si empresarios,
economistas y políticos confían el destino
de empresas, capitales y naciones a los oscuros designios
de los dioses-planetas?" (Armentia, Sabadell, Zamorano,
Aragón y Montesinos. 1990).
La astrología hace a las personas manejables por
charlatanes y visionarios. Pretenden que volvamos 4000 años
atrás, cuando se creía que la Tierra era el
centro del Universo y los dioses gobernaban hasta la caída
de una hoja.
Puestos a elegir prefiero soñar leyendo El Señor
de los Anillos
LA JETOLOGIA
Una forma de hacer ver la completa irrelevancia del planteamiento
astrológico es mediante la creación de otra
ciencia sin el bagaje histórico de la astrología.
Franknoi (1989) propone la JETOLOGIA: el destino y carácter
de las personas puede conocerse a partir de la posición
de los aviones jumbo en el cielo. Evidentemente, los jumbos
más cercanos al bebé en el momento de su nacimiento
influirán más que los lejanos.
Podemos crear relaciones entre ángulos, alturas...,
de los aviones y por la forma en que están pintados
atribuirles unas características determinadas. Con
ayuda de un potente ordenador que archive todos esos datos
le damos la envoltura de ciencia necesaria para estos menesteres
y ya estaremos en condiciones de lanzar este "arte"
al mercado
JURAMENTO HIPOCRÁTICO DEL ASTRÓLOGO
No podía dejar pasar sin transcribir este juramento
para los lectores de LAR (como reza en la carta astral del
Observatorio de Greenwich realizada por el astrónomo
John Flamsteed, "contened la risa, amigos míos"):
1. No practicaré la adivinación ni la predicción
para satisfacer los mórbidos anhelos de los curiosos.
2. No intentaré sorprender ni jugar con la credibilidad
de otro, únicamente daré satisfacción
a las consultas de aquellos que tengan un problema que no
puedan resolver ellos solos y busquen ansiosamente ayuda;
en lugar de avanzar un propósito, me esforzaré
por estimular el pensamiento recto, que contribuya a evitar
y mitigar una condición desfavorable que vea en actividad,
interpretándola en términos de influencia,
antes que en términos de hechos; enseñando
p- 20
siempre una doctrina de libre albedrío y autocontrol
emocional que sea antítesis de fatalismo o predestinación
implacable.
3. No daré consejo a persona alguna que contribuya
a perjudicar a terceros, o que se aproveche o pretenda aprovecharse
injustamente de ellos.
4. Nunca efectuaré manifestación o interferencia
que vaya en detrimento de cualquier manera, de otro astrólogo.
5. Si un astrólogo me llamase a consulta le ayudaría
con la plenitud de mi saber.
6. Siempre trabajaré por enriquecer mis conocimientos
y por enseñarlos a quien considere digno de seguir
mis pasos.
7. Consagraré mis energías sin escatimarlas
a mejorar la comprensión humana y las relaciones
de las personas, en beneficio de un mejor entendimiento
y servicio de la sociedad.
8. Quiera el Creador que colocó los planetas en
sus órbitas para guiar los destinos del hombre, preservarme
proporcionalmente a la fidelidad en que yo siga las leyes
que se me han ordenado enseñar.
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NOTAS
1- También llamado principio de correspondencias
se mantiene vivo hoy día como eje vertebrador de
toda corriente ocultista que se precie. Baste con leer,
por ejemplo el Tratado Elemental de Magia Práctica
de Papus (seudónimo del Dr. Encausse) (Ed. Humanitas.
1985), Dogma y ritual de Alta Magia de Eliphas Levi (Ed.
Humanitas, 1985) o El Mago de W E. Butler (Luis Cárcamo
Editor, 1985). Tal 'principio' es producto exclusivamente
de la mente humana y no existe ninguna base física
que lo apoye. En la magia ritual es la voluntad del mago
la encargada de 'transportar' las propiedades del amuleto
al objeto correspondiente, pero en la astrología
el paso es automático.
2- Mencionados por primera vez en el documento VAT 4924
(419 a.C.).
3- Quizá la mejor traducción fuera decanatos,
pero eso llevaría a error al confundirse con un concepto
del mismo nombre de la astrología moderna con el
que no guarda relación alguna. Esto no deja de ser
curioso ya que los decanos son la razón actual para
la división en doce horas de la noche, y de aquí
de nuestro día de 24 horas. Ver Neugebauer (1957)
y Pannckock (1961).
4- Salida de una estrella cuando el Sol se pone.
5- Desplazamiento que el punto vernal (que marca el comienzo
de la primavera) sufre debido al efecto gravitatorio combinado
del Sol y la Luna, que intenta poner al eje terrestre perpendicular
a la eclíptica. Debido a esto el eje terrestre describe
un movimiento cónico con un periodo de 26.000 años.
Actualmente la estrella polar se encuentra en la constelación
de la Osa Menor, pero en el 2800 a.C. estaba en el Dragón
y para el 4000 d.C. estará en Cefeo. Así,
la Tierra se comporta dinámicamente igual que una
vulgar peonza y por eso los signos, definidos a partir de
la posición del punto vernal hace 2000 años,
no coinciden hoy con las constelaciones que les dieron nombre.
La tan manida Era de Acuario es debida a que el punto vernal
ha atravesado la constelación de Piscis y se encuentre
a punto de entrar en Acuario.
6- El astrónomo aficionado Ben Mayer ofreció
un premio de 10.000 dólares al astrólogo que
le mostrase una fotografía sin ningún tipo
de trucaje donde se viera el Sol en Cáncer en lugar
de en la constelación de Géminis (donde realmente
se vio) durante el eclipse de Julio de 1991.
7- El orto es el error máximo admitido para poder
afirmar que dos o más planetas se encuentran aspectados.
Cuando un astrólogo dice que dos planetas se encuentran
en oposición (un ángulo de 180 grados) es
cierto dentro de un arco de 7 grados (March y McEvers, 1989).
8- Un discípulo de Beroso llamado Archinapolo propuso
que fuera la concepción el dato clave para la construcción
de la carta astral. Parece ser que el pobre
p- 22
no tuvo mucha suerte.
9- Gauquelin es usado por los astrólogos como prueba
estadística de sus creencias. Lo que en realidad
hizo fue crear lo que llamó Cosmobiología
o, ya hacia el final de sus días, Neoastrología,
basada en una serie de estadísticas altamente sesgadas
y que contradecían las posturas tradicionales de
la Astrología. Para una discusión de este
nuevo tipo de creencia pueden verse la serie de artículos
aparecidos en la revista Skeptical Inquirer vol. 4 nº
2 o bien Pecker (1983), Kelly (1981) o Toharia (1993).
10- Vicuña (1993) ha realizado un análisis
más reducido sobre un grupo de predicciones realizadas
por videntes españoles. El resultado sigue siendo
el mismo: negativo. Sin embargo, introduce una modificación
muy original: el uso de un grupo de control integrado en
su mayoría por miembros de ARP. El resultado es que
aciertan muchísimo más los escépticos
que los videntes.
11- Incluso dos astrofísicos, Gribbin y Plagemann
(1974) profetizaron la tragedia debida a que las fuerzas
de marea de los planetas provocarían un aumento en
la actividad solar. Su libro, claro ejemplo de prosa pseudocientífica,
se vendió como rosquillas y los astrólogos
lo usaron como "prueba" de su "ciencia".
No perderse los sabrosos comentarios de Gardner (1987).
Para un corto análisis del 'efecto Júpiter'
ver Tempesti (1982).
p- 23
CRÍTICA
Transcribimos a continuación íntegro el manifiesto
"Objeciones a la Astrología", proclamado
por numerosos científicos en 1976, y promovido en
España hace tres años por nuestros compañeros
Javier E. Armentia y Miguel Angel Sabadell.
OBJECIONES A LA ASTROLOGÍA
Científicos de diversos campos estamos preocupados
por el incremento en la acogida de la astrología
en muchas partes del mundo. Nosotros, los abajo firmantes,
-astrónomos, astrofísicos y científicos
de otras ramas del saber- queremos prevenir al público
sobre la aceptación incondicional de las predicciones
y consejos dados privada o públicamente por los astrólogos.
Aquellos que quieran creen en la astrología deberían
saber que no existe fundamento científico para su
creencia.
En la antigüedad las personas creían en las
predicciones y consejos de los astrólogos porque
la astrología formaba parte de su visión mágica
del mundo. Veían los objetos celestes como moradas
y presagios de los dioses, y por tanto íntimamente
conectados con los sucesos que ocurrían aquí
en la Tierra: No tenían idea de las grandes distancias
que nos separan de los planetas y las estrellas. Ahora que
estas distancias pueden ser y han sido calculadas, podemos
ver lo infinitamente pequeñas que son las influencias
gravitacionales y de cualquier otro tipo producidas por
los lejanos planetas y las aún más lejanas
estrellas. Es simplemente un error imaginar que las fuerzas
ejercidas por las estrellas y los planetas en el momento
del nacimiento pueden de alguna forma determinar nuestros
futuros. Tampoco es verdad que la posición de los
objetos celestes haga que ciertos días o periodos
del tiempo sean más favorables para emprender algún
tipo de acción, tales como negocios, trabajos, viajes...,
o que el signo bajo el cual uno ha nacido determine la compatibilidad
o incompatibilidad en su relación con otras personas.
p- 24
¿Por qué cree la gente en la astrología?
En esta época de incertidumbres es muy reconfortante
tener quien dirija la toma de las propias decisiones. Gusta
creer en un destino predeterminado por fuerzas astrales
más allá de cualquier control. Sin embargo,
somos nosotros los que debemos enfrentarnos al mundo, debemos
darnos cuenta que nuestros futuros dependen de nosotros
mismos, y no de las estrellas.
Imaginábamos, en estos días en que la cultura
y la educación se encuentran muy difundidas, que
sería innecesario desenmascarar creencias basadas
en la magia y la superstición. Con todo, la aceptación
de la astrología es cada vez mayor en la sociedad
moderna. Estamos especialmente inquietos por la continuada
proliferación de cartas astrales, predicciones y
horóscopos por los medios de comunicación
social tanto visuales como escritos. Esto sólo puede
contribuir al crecimiento del irracionalismo y el oscurantismo.
Creemos que ha llegado el momento de rechazar vigorosamente
las afirmaciones pretenciosas de los astrólogos charlatanes.
Es claro que esas personas que continúan teniendo
fe en la astrología lo hacen a pesar de que no hay
ninguna base científica para sus creencias, y sí
hay una fuerte evidencia de lo contrario.
EL OJO ESCÉPTICO.
Revista del Centro Argentino para la Investigación
y Refutación de la Pseudociencia (CÁIRP).
4 números US $ 20.00. Podéis subcribiros enviando
un cheque a nombre de Alejandro Jorge Borgo, a la siguiente
dirección:
Casilla de Correos 26, Sucursal 25
1425 Buenos Aires
República Argentina.
p- 25
HISTORIA DE UN MANIFIESTO...
Javier E. Armentia
Vicepresidente de ARP y director del planetario de Pamplona.
Junto con Miguel Ángel Sabadell fue promotor del
manifiesto "Objeciones a la Astrología"
El 23 de mayo de 1990 un grupo de científicos, en
su mayoría astrónomos que investigan o educan
en nuestro país, lanzó a los medios de comunicación
un manifiesto titulado "Objeciones a la Astrología".
Se trataba de aquel famoso comunicado de 1976, que había
sido entonces suscrito por casi doscientos científicos
estadounidenses. incluyendo 20 premios Nobel. En la versión
española no había grandes laureados, pero
los 258 firmantes equivalían a la virtual totalidad
de la Astronomía española. Más de tres
años después, puede ser un momento adecuado
para ver qué ha sucedido desde entonces.
Pero permítaseme antes comentar que todo ello no
hubiera sido posible sin el coraje del astrofísico
Miguel Ángel Sabadell y el apoyo de muchos astrónomos,
en especial del Departamento de Astrofísica de la
Universidad Complutense de Madrid, donde Miguel Ángel
y yo trabajábamos por aquella época.
Revisando lo publicado sobre el tema, al menos lo que he
ido almacenando de manera un tanto caótica, podemos
señalar dos épocas diferenciadas. La primera
abarca los dos meses siguientes a la aparición en
EL PAÍS de la noticia. Hago la mención de
este diario por su amplia difusión. Al día
siguiente, ya estábamos colapsados por requerimientos
de todos los medios de comunicación: habíamos
creado una noticia.
En honor la verdad, en aquella iniciativa, aunque Miguel
Ángel y yo éramos ya miembros de ARP, procuramos
que -en un principio- no fuera ARP la responsable directa,
sino que se presentara al público como lo que era,
el aviso preocupado de los científicos. De hecho,
los permisos de reproducción del manifiesto se habían
gestionado directamente con Paul Kurtz, del CSICOP.
------
INSERTO
En general, los astrólogos se defendían como
gato panza arriba
------
Aparte de la noticia, aparecieron columnas de opinión
en muchos diarios, incluso algunas a favor... La mayoría
de los debates que se promovieron en aquella primera época
en radio y televisión incluyeron tanto a astrónomos
como a astrólogos, en la típica idea de algunos
medios de conceder igualdad de opiniones cuando un escéptico
se queja. Pero, hay que reconocerlo, en aquella época
casi nunca aparecía un escéptico en los medios,
así que creímos que era un buen comienzo.
Sobre las críticas, y aun a riesgo de ser injustos
por la generalización, cabe comentar su escaso peso.
En general, los astrólogos (y otros adivinadores
que se vieron puestos en el mismo saco) se defendían
como gatos panza arriba, pues al fin y al cabo estaban defendiendo
sus lentejas. Pero no había grandes argumentos: el
principal se refería al consabido dogmatismo de los
científicos oficiales. Nada especial que comentar
al respecto, pues era algo esperado. A veces se comentaba
que además de dogmáticos, los españoles
eran tan poco imaginativos que habían copiado el
manifiesto a los americanos. A este respecto, obvia decirse
que no se trataba de una copia, sino exactamente del mismo
manifiesto, traducido al castellano. Si lo habían
dicho tan bien tantos científicos, no creíamos
necesario cambiar ni una palabra.
Otro argumento, aunque realmente sea un abuso del término,
era que los astrónomos no
p- 26
sabían nada de astrología, y por lo tanto,
sólo quienes sabían de ella, es decir, los
que viven de ella, estarían capacitados para su crítica.
Gran aforismo, que equivale a decir que sólo los
violadores de púberes pueden juzgar o criticar a
quien viola a una niña. Por otro lado, en nuestro
lado teníamos unos cuantos grandes conocedores de
la astrología. De hecho, cualquier estudiante de
astronomía puede levantar una carta astral, cualquier
lego puedo hacerlo si dispone del programa informático
adecuado, pero además el astrónomo sabe a
qué se refiere eso... Vamos, una completa estulticia,
que mostraba una vez más el bajo nivel intelectual
de muchos videntes y comerciantes de futuros.
Estaban aquellos que se desmarcaban de la crítica
diciendo que lo suyo, la astrología no era una ciencia,
sino un arte, o que era más dominio de la psicología
jungiana. El hecho de que mostráramos una y mil veces
cómo sistemáticamente todos los tests correctamente
realizados sobre las afirmaciones astrológicas fallaban
en contra de esta adivinación, digo yo, lo considerarían
un cruel castigo de la sincronicidad o un fallo en los registros
akhásicos.
Todos los críticos eran, a su modo de ver, unos
galileos o brunos luchando contra la nueva inquisición.
¿Megalomanía? Incluso algunos comentaron que
los autores de la idea habíamos coaccionado a nuestros
colegas para que suscribieran el manifiesto. Miguel Ángel
Sabadell en esa época luchaba por conseguir una beca
de investigación, yo gozaba (es un decir) de un contrato
temporal como ayudante LRU; por decirlo de otra forma, éramos
quizá los menos capaces de influenciar a doctores.
catedráticos y directores de instituto de todos los
astrónomos españoles. Da igual, porque tras
unos años, me he visto acusado de manipulador, agente
de la CIA y demás cosas inimaginables sin más
que ponerme en frente de tanto charlatán.
MUY Interesante, en aquella primera época, se posicionó
claramente a favor de la razón, y por lo tanto, frente
a la adivinación. CONOCER fue algo más tibio:
daba una de cal y otra de arena, en la habitual línea
del periodista que firmaba la crónica, Abelardo Hernández.
Tribuna de Astronomía también nos dejó
un hueco. Ni qué decir tiene que Más Allá
o Año Cero se alinearon del otro bando. No podría
ser de otra forma en revistas con sección fija de
astrología.
-------
INSERTO
Todos los críticos eran, a su modo de ver, unos galileos
luchando contra la nueva inquisición
-------
En aquella época iba a nacer Espacio y Tiempo. A
pesar de que las cabezas visibles del invento eran bien
conocidas por su irracional apoyo a todo lo "para"
(el Dr. Jiménez del Oso y el escritor Benítez),
se nos propuso hacer un artículo crítico sobre
el tema. Ya que voy citando nombres fue el Dr. Manuel Berrocal
quien lo intentó. Ni que decir tiene que el artículo
nunca apareció en E&T, aunque fue incluido por
Berrocal en PSI-Comunicación.
Por su parte, los astrólogos, en sus congresos llegaron
a mencionarnos y comentar el tema. Para muchos de estos
creyentes fue quizá la primera vez que llegó
a su conocimiento que había gente que opinaba que
la astrología era insustancial.
Animados por el eco, estuvimos tentados de promover entre
los astrónomos aficionados y demás amantes
de la astronomía, la idea de un segundo manifiesto:
en las Jornadas Nacionales de Astronomía del 90 en
Murcia se incluyó una ponencia crítica, aunque
al final tal manifiesto no llegó a realizarse. El
texto de esta ponencia apareció en LAR, aunque los
hados de la autoedición le condenaron a perder la
división de párrafos.
Pero eso era el comienzo de la segunda época, que
dura más o menos hasta nuestros días. Desde
entonces, las publicaciones críticas de la astrología
no han abundado, salvo -claro- en LAR. Quizá la excepción
más importante es la del libro de Manuel Toharia
(Astrología ¿Ciencia o creencia?) y un artículo
sobre el tema en CONOCER el año pasado, motivados
ambos por la sorprendente decisión de una editorial
francesa de temas científicos de retirar del mercado
un maravilloso libro crítico de la astrología
de Paul Couderc y sustituirlo por uno claramente defensor
de los postulados ptolemaicos.
El libro de Toharia merece más espacio del que le
voy a dedicar aquí, como obra única en nuestro
país, proveniente de un gran divulgador y, sobre
todo, muy clara. De todas formas, considero que los lectores
ya lo conocerán, y si no es así, no entiendo
qué hacen sin correr a por
p- 27
un ejemplar. A mi modo de ver, es obligatorio disponer
de uno...
En la segunda época ha habido un cierto interés
sobre el tema, pero de manera esporádica, por parte
de diversos medios de comunicación. La difusión
de la postura racional en esta segunda época ha recaído
más en ARP, que ha aportado -cuantas veces ha sido
necesario- una voz experta y una opinión contundente
sobre el tema. Aunque la astrología ha seguido siendo
el tema principal de debate, se han incorporado también
las demás mancias. Y ello ha conseguido que unos
y otros nos hayamos visto muchas veces las caras, conllevando
la lógica -es un decir- radicalización de
nuestros oponentes.
Ya lanzamos la primera piedra...
Un caso a este respecto clarificador es el de la tarotóloga
(perdón por el palabro) Leonor Alazraqui. En un reciente
debate televisivo (Rifi-Rafe, ETB) cada vez que intentaba
hablar, la pitonisa me insultaba... Que si yo no era nadie,
que si no había hecho ningún bien por el mundo...
¿Patético? Creo que sí, pero evidencia
un desquiciamiento sólo inteligible porque les hemos
dado donde más les dolía. A esta señora,
y a todos los espectadores del programa, les recordé
el seguimiento de sus predicciones realizado por Luis Angulo
(LAR, No. 11) y otras famosas metidas de pata posteriores.
Eso, digo yo, tiene que doler un poco, aunque el efecto
sobre la clientela de la vidente sea nimio.
Comentaba recientemente Toharia que desde que se metió
a principios de año con Rappel en su columna dominical
del Diario 16, éste se ha hecho más famoso.
Sin querer aplicar una relación causa-efecto, es
cierto que en estos tres últimos años hemos
visto cómo estas (y otras) irracionalidades han aumentado
en popularidad, en vez de disminuir.
La verdad es que cuando se lanzó el manifiesto ya
sabíamos que era muy difícil que el público
se hiciera más crítico de la astrología.
Al menos, como ya contenté en una columna en LAR,
hemos conseguido que se oyera la voz racional. Si esto ha
servido para que una sola persona se lo piense dos veces
antes de caer en las garras de estos sacacuartos, creo yo
que mereció la pena.
He de terminar, pero no quiero hacerlo sin dejar antes
unas palabras escritas para que el posible lector se anime,
que esta pequeña llama no decaiga. Con estas y otras
acciones, ARP empieza a ser conocida un poco más
allá de esa pequeña catacumba que formamos
sus socios y suscriptores. Eso es bueno, no porque se puedan
conseguir más socios, sino porque al menos desde
algunos medios de comunicación se empieza a valorar
la opinión racional. Aunque al conectar la telebasura
cualquiera pueda pensar que estoy siendo demasiado optimista,
les aseguro que algo ha ido cambiando.
Como decíamos en el manifiesto, seguimos preocupados
por el incremento en la acogida de la astrología,
y hemos intentado que se sepa nuestra opinión. Ya
lanzarnos una primera piedra...
p- 28
BOLETÍN
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INVESTIGACIÓN
PON UNA LUNA EN TU VIDA
Capítulo 1: Luna llena y cabezas vacías
Harry Williams
Es creencia común que diversos fenómenos
sociales están asociados con las fases de la Luna.
Es tal su fuerza, inmersa en el folklore de muchas sociedades,
que es aceptada sin ningún tipo de crítica,
especialmente por los medios de comunicación.
Por lo menos hay dos posibles razones por las que esta
creencia se encuentra tan arraigada: puede que sea cierta,
o puede que haya algún otro factor en juego que la
haga aparecer como cierta. Han sido realizados diversos
estudios para comprobar la realidad del fenómeno,
algunos de los cuales dan a entender que existe cierta relación
entre las fases de la Luna y los nacimientos, suicidios,
accidentes e inestabilidades emocionales. Muchos otros son
incapaces de mostrar que existe esta pretendida conexión.
Sobre estos últimos puede consultarse "The Moon
and the Maternity Ward" (Abel y Greenspan) en Paranormal
Borderlands of Science (Prometheus, 1981) y "The Moon
is Aquitted of Murder in Cleveland" (N. Sanduleak)
en Science Confronts the Paranormal (Prometheus, 1986) y
en diversos números del The Skeptical lnquirer.
Sondeos informales realizados entre la plantilla de trabajadores
del servicio de urgencias de diferentes hospitales, han
revelado que se encuentra muy extendida la creencia de que
si hay Luna Llena se incrementa el número de accidentes
y durante las operaciones los pacientes sangran más.
Otras encuestas muestran que muchas de las personas consultadas
(al igual que la mayoría de la población)
desconocen cuál es la fase de la Luna en un momento
determinado. Esto hace sospechar que ante un incremento
de actividad, la tradición popular culpa a la Luna
Llena, sin saber si la Luna se encuentra en esa fase. Si
esto es así, la pretendida influencia de la Luna
sería simplemente un mito automantenido, que no necesita
de ningún hecho para sobrevivir. Aunque no sería
fácil probarlo, hay fuertes indicios de que esta
explicación tan simple pueda dar cuenta de la mayoría
del folklore asociado a la supuesta "Influencia Lunar".
Antes de buscar si es una suposición razonable considerar
el efecto de la Luna, debemos tener en mente algunos hechos
sobre la Luna y su relación con la Tierra.
La Tierra es el único de los cuatro planetas interiores
(rocosos) que tiene un satélite grande. Mercurio
y Venus no lo tienen y Marte tiene dos muy pequeños.
Los cuatro planetas gigantes gaseosos tienen un séquito
de satélites grandes y pequeños, y a Plutón
se le ha descubierto tan sólo uno. Nuestra Luna tiene
un tamaño respetable, mayor incluso que el planeta
Plutón.
La Luna describe uno órbita elíptica alrededor
de la Tierra, o para ser más exacto, la Tierra y
la Luna orbitan alrededor de un punto llamado baricentro,
situado en la línea que une los centros de los dos
cuerpos y aproximadamente a un tercio de la distancia entre
la superficie de la Tierra y su centro. El punto de máxima
aproximación de la Luna (perigeo) está a 354.000
km del centro de la Tierra y el más lejano (apogeo)
a 404.000 km. La Luna rota sobre su eje y da una vuelta
a la Tierra cada 27,3 días, pero debido al movimiento
de la Tierra alrededor del Sol, una lunación (1)
es de 29,53 días.
p- 30
La órbita de la Luna esta inclinada 5 grados con
respecto a la eclíptica (2) lo que es una suerte
para los amantes de la Luna Llena. Si esto no fuera así
con cada Luna Llena tendríamos un eclipse lunar y
con cada Luna Nueva un eclipse solar.
La luz de la Luna es reflejo de la luz del Sol. La Luna
no tiene luminosidad propia, y es tal su albedo (3) que
sólo refleja aproximadamente el 7% de la luz solar
incidente como 'luz de luna.
Todos conocemos el efecto de marea de la Luna sobre los
océanos de La Tierra debido a la atracción
gravitacional entre los dos cuerpos. Este efecto es directamente
proporcional a la masa de los cuerpos e inversamente proporcional
al cubo de la distancia que los separa. Efectos menos conocidos
causados por la fuerza de marea son la sincronización
o movimiento de captura de la Luna, que supone que presenta
siempre la misma cara hacia la Tierra, y que la disipación
de la energía de marea signifique que el periodo
de rotación de la Tierra decrezca 0,02 segundos por
siglo. Esta deceleración de la velocidad de rotación
de la Tierra es transferida (por conservación del
momento angular) a la Luna, lo que causa una aceleración
y un alejamiento de la Tierra de 4,5 cm. por año.
Este es el principal efecto físico de los dos cuerpos.
No menciono aquí el efecto psicológico de
la luz de la Luna en los más románticos habitantes
de Tin Pan Alley, que queda fuera de la órbita de
este articulo.
En el contexto de los hechos mencionados anteriormente,
¿qué significa el término 'Luna Llena'?
Como la luz de la Luna es reflejo de la luz del Sol, cuando
el Sol, la Tierra y la Luna se encuentran alineados con
la Luna entre los otros dos cuerpos, tendremos Luna Llena,
ya que la luz del Sol incide directamente sobre la cara
que vemos de la Luna. Cuando el Sol brilla sobre la cara
de la Luna que no vemos tendremos Luna Nueva, y entonces
se hace invisible a nuestros ojos. Otras veces vemos una
tenue luz en la Luna debido a la luz reflejada por la Tierra
(4). Las otras fases se encuentran entre estos dos extremos
y dependen de los ángulos que forman los tres cuerpos.
------
INSERTO
No hay que malgastar el tiempo explicando un fenómeno
si todavía no se ha comprobado que suceda
------
Sólo hay un efecto en el cual sea claro que la Luna
afecta a la Tierra: la altura de mareas. Cuando el Sol,
la Luna y la Tierra están alineados, ya sea Luna
Llena o Nueva, nosotros tenemos las mareas de primavera,
más altas de lo normal. Esto ocurre porque las influencias
del Sol y de la Luna se suman.
Mientras que el efecto de marea entre la Tierra y la Luna
puede ser importante, en una persona es insignificante y
esto es lo que debemos pensar cuando investigamos la influencia
de la Luna en las personas. El efecto marea como fue mencionado
al principio es una consecuencia gravitacional. La gravedad
en la Tierra sobre cada uno de nosotros es tan débil
que podemos levantarnos, saltar, subir una escalera, a pesar
de la masa de la Tierra que trata de evitarlo. La Luna sólo
es 1/81 de la masa de la Tierra y está seis veces
más lejos de nosotros que el centro de la Tierra,
no olvidemos que la gravedad va con el inverso del cuadrado
de la distancia, mostrando que el efecto gravitacional de
la Luna es despreciable. Hay que añadir a esto que
el efecto de marea de la Luna es aumentado cuando los tres
están en línea, entonces si la gravedad tiene
algo que ver, sería más fuerte en Luna Nueva
que en Luna Llena. Deberíamos tener también
un "Efecto Solar" porque mientras el efecto marea
del Sol es menor que el de la Luna, no es despreciable.
Y no debemos olvidar el hecho de que algunas veces la Luna
está 50,000 km más cerca de nosotros (perigeo)
que otras (apogeo). El perigeo y el apogeo no tienen nada
que ver con las fases de la Luna. Esta diferencia en la
distancia (recordemos la regla del inverso del cuadrado
de la distancia), verdaderamente debería tener un
efecto mayor que las diferentes fases. ¿Por qué
el 'Efecto Perigeo' no forma parte de nuestro folklore?
Pienso que porque nadie, excepto unos pocos astrónomos,
tiene idea de cuándo la Luna está en perigeo
(o incluso que algo como el perigeo exista), mientras que
cualquiera ha experimentado el efecto mitológico
de la Luna Llena, y sólo hemos de mirar el cielo
por la noche para ver cuando la hay.
A menos que aceptemos misteriosos energías desconocidas
para la ciencia, lo cual ya ha sido discutido anteriormente
en esta revista (Vol 10, nº 1) y de las cuales no hay
evidencia externa,
p- 31
salvo en la calenturienta imaginación de aquellos
que postulan una visión paranormal del mundo, debemos
afirmar que ni la gravedad ni la radiación electromagnética
pueden provocar este supuesto efecto. La gravedad, tal como
mostramos anteriormente, sería un pobre candidato
y la radiación electromagnética sería
aún peor. La única variación en el
flujo de radiación electromagnética recibida
de la Luna durante sus distintas fases es la cantidad de
luz solar reflejada que podemos ver. Si la luz solar es
capaz de producir tal efecto, deberíamos experimentar
una mayor influencia durante el día que por la noche.
Es más, recibimos una cantidad de luz solar reflejada
por nuestro propio planeta durante cualquier día
del año varios órdenes de magnitud superior
a la trémula luz que podamos recibir de la Luna,
sin importar si es o no Luna Llena.
A pesar de lo irracional que esta idea pueda parecer, si
de hecho existe una influencia lunar de alguna manera deberíamos
ser capaces de encontrar su causa. Los hombres hemos conseguido
resolver problemas mayores que éste, y cualquiera
que no sea científico y haya leído algo de
relatividad y física cuántica estará
de acuerdo. Pero, como tantas veces se ha repetido en esta
revista, no hay que malgastar el tiempo buscando e1 origen
de cierto fenómeno si todavía no se ha establecido
que suceda realmente. Mientras no haya evidencia de que
hay un efecto de la Luna, tenemos perfecto derecho a considerar
que no es más que "Brillo de Luna".
NOTAS.
(1) El periodo de tiempo que transcurre entre dos lunas
llenas.
(2) La proyección de la órbita de la Tierra
sobre la esfera celeste o el desplazamiento del Sol sobre
el fondo de las estrellas.
(3) La fracción de luz incidente reflejada.
(4) Llamada luz cenicienta (N. de los T.)
------
Aparecido originalmente en The Skeptic (Otoño, 1991),
órgano de difusión de Australian Skeptic Inc.
Se reproduce en LAR con autorización.
Traductores: Eva Mª García y Miguel Ángel
Sabadell.
------
FOTOGRAFIA
La Luna durante el eclipse de Noviembre de 1992 (Eduardo
Bayona)
------
Capítulo II
Influencia de las fases lunares en el empleo de sangre en
un hospital de Sidney.
John Smyrk y Roslyn Fekitoa
ANTECEDENTES
Existe la creencia ampliamente extendida de que la luna
llena está asociada con fenómenos de todo
tipo.
OBJETIVO
Los autores decidimos estudiar las evidencias de un mayor
trauma asociado a la luna llena, a través de la distribución
del empleo de sangre en un hospital metropolitano de Sidney.
Se obtuvo información sobre el consumo sanguíneo
diario (en bolsas) del hospital Homsby & Kuringgai durante
el periodo transcurrido entre el 1º de Julio de 1989
y el 30 de Junio de 1990. Si, como se asegura, los accidentes
tienden a ocurrir con mayor frecuencia, o los pacientes
sometidos a intervenciones quirúrgicas tienden a
sangrar con más facilidad, durante la luna llena,
es de suponer que ello se vería reflejado en los
niveles de consumo sanguíneo.
p- 32
El hospital escogido es uno de los mayores de la región
metropolitana de Sidney. Situado junto a la autopista del
Pacífico, en las afueras de la ciudad, dicho hospital
atiende a las víctimas de un gran número de
accidentes de tráfico.
PLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO
Se confeccionó una sencilla hoja de cálculo
en Excel para la gestión de todos los datos y la
realización de las operaciones estadísticas
necesarias. Se crearon cinco columnas donde almacenar los
datos de interés primario:
Fecha/Día de la semana: identificados de
"Lunes" hasta "Domingo".
Consumo de sangre: Muestra el consumo total diario
expresado en número de bolsas.
Indicador de luna llena: Comprende una única
secuencia de "1" y "0" donde los "1"
indican los días en que tiene lugar la luna llena.
Consumo sanguíneo total en semanas de luna
llena: Contiene doce totales, cada uno asociado a un periodo
de siete días contados a partir de luna llena. Cualquier
impacto de los traumas inducidos por la luna llena, debería
evidenciarse en estos períodos como un incremento
de consumo.
Consumo sanguíneo total en semanas sin luna
llena: Contiene doce totales, cada uno de ellos asociado
a un periodo de siete días contados desde quince
días antes de la luna llena. Se seleccionó
dicho periodo de forma que empezase media lunación
desfasado con la luna llena. Dichos intervalos deberían
quedar libres de efectos lunares.
OBSERVACIONES
Entre las características reveladas por la hoja
de cálculo destacaremos las siguientes:
De hecho, el consumo semanal promedio de los periodos "sin
luna llena" fue superior al mismo valor calculado durante
los períodos "con luna llena" (61,08 contra
57,83 bolsas por semana).
Los días iniciales de las semanas de luna llena
se distribuían aceptablemente al azar entre los posibles
días de la semana: (Lunes = 1, Martes = 2, Jueves
= 3, Viernes = 2, Sábado = 1, Domingo = 2).
Existe un consumo inferior, significativo estadísticamente,
durante los fines de semana (6,21 contra 9,14 bolsas diarias).
Dicho efecto (denominado estacionalidad intrasemanal) puede
atribuirse a la programación de las operaciones de
cirugía facultativas durante los días laborables.
Para la segunda fase de nuestro análisis se escogieron
aquellos periodos de siete días que minimizasen dicho
efecto estacional.
INTRODUCCION A LA TOMA DE DECISIONES ESTADISTICAS
Nos encontramos frente a una situación habitual
a la hora de la verificación de una hipótesis.
¿Hasta qué punto son coherentes nuestros resultados
con la propuesta de que el consumo de sangre tiende a ser
superior debido al trauma asociado con la luna llena?. El
procedimiento estadístico convencional nos ofrece
el siguiente método de respuesta:
Formúlese la propuesta a verificar como dos afirmaciones
mutuamente excluyentes. La primera de ellas, denominada
"Hipótesis nula" afirma la no existencia
de diferencias en los dos conjuntos de datos que se investigan.
La segunda sería una "Hipótesis Alternativa"
que afirmase que sí existe alguna diferencia subyacente.
Empléense entonces los datos para comprobar la credibilidad
de la hipótesis nula. Para ello bastará con
asumir que la hipótesis nula es correcta y preguntarse
por la coherencía entre los resultados obtenidos
y dichas hipótesis.
Si no aparece ninguna sorpresa, y los resultados encajan
a la luz de la hipótesis nula, entonces no tendremos
ninguna razón para abandonarla en favor de otra,
y deberemos aceptarla como una explicación adecuada
de los datos disponibles.
Si por el contrario, los resultados observados resultan
inesperados dentro de la hipótesis nula, deberemos
rechazarla en favor de la hipótesis alternativa,
considerando esta última como una mejor explicación
para los datos existentes.
Nosotros escogimos como valor estadístico sobre
el que aplicar dicho procedimiento, el promedio semanal
tanto en "luna llena" como "sin luna llena".
Y adoptamos las siguientes hipótesis a comprobar:
# Hipótesis nula: No existe diferencia entre el
consumo sanguíneo promedio durante las semanas "en
luna llena" y "sin luna llena".
p- 33
# Hipótesis alternatíva: El consumo promedio
durante las semanas "en luna llena" y "sin
luna llena" es diferente.
Nótese que nosotros no afirmamos en ningún
momento haber probado alguna de ambas hipótesis.
Lo más que podemos afirmar es si una u otra hipótesis
está apoyada por los datos. En el caso de que fuera
la hipótesis alternativa la favorecida, aquellos
que promueven un efecto "luna llena" deberían
cumplir dos requisitos más:
- Encontrar nuevos datos que puedan utilizarse para replicar
el resultado inicial.
- Ofrecer un modelo que describa la naturaleza del mecanismo
causa-efecto que explique el fenómeno observado.
ANÁLISIS Y CONCLUSIONES
Para evaluar la coherencia de nuestros resultados con la
hipótesis nula, utilizamos el método de valor
t para comprobar la igualdad de las medias calculadas en
muestras obtenidas de poblaciones con unas varianzas desconocidas.
Ello nos permite determinar lo inesperada que es la diferencia
observada entre los dos valores de consumo promedio de sangre
(61,08 - 57,83 = 3,25) si la hipótesis nula fuera
cierta. Si nosotros definimos "sorpresa" como
una ocurrencia de cada 20, entonces necesitaríamos
una diferencia de consumos alrededor de 14,5 antes de poder
rechazar la hipótesis nula.
En consecuencia, debemos concluir que no existen pruebas,
a partir de los consumos sanguíneos en el hospital
Hornsby & Kuringgai, que apoyen la idea de que existe
un mayor trauma asociado a un supuesto Efecto Luna Llena.
APENDICE A
Para el beneficio de aquellos lectores con conocimientos
de estadística, adjuntamos el resumen formal de nuestra
prueba de hipótesis.
Hipótesis:
NULA Promedio (Luna Llena) = Promedio (No Luna Llena)
ALTERNATIVA Promedio (Luna Llena) <> Promedio (No
Luna Llena)
Donde: Promedio (LL) = (Verdadero) promedio de consumo
sanguíneo durante las semanas siguientes a la luna
llena.
Promedio (NLL) = (Verdadero) promedio de consumo sanguíneo
durante las semanas iniciadas 15 días antes de la
luna llena.
Nivel de Significación: 0,05
Test Estadístico:
t = (promedio (LL) - promedio (NLL)/s(d) t(22)
Donde:
Promedio (LL) = estimación del promedio (LL)
Promedio (NLL) = estimación del promedio (NLL).
s(d) = estimación de la desviación estándar
de la diferencia entre los dos promedios.
t(22) = distribución "t" de Student con
22 grados de libertad.
Normas de decisión:
Aceptar la Hipótesis Nula y rechazar la Hipótesis
Alternativa si -2,704 > t > +2,704.
Aceptar la Hipótesis Alternativa y rechazar la Hipótesis
Nula si -2,704 < t < +2,704.
Cálculos:
Estimación de la varianza conjunta = 17,18
s(d) = 7,01
Razón crítica t = 0,46
Decisión:
El resultado obtenido requiere la aplicación de
la primera regla de decisión y por tanto aceptamos
que los datos son coherentes con la Hipótesis Nula.
APENDICE B
Se realizó una prueba adicional sobre el denominado
"Efecto Marea". Se afirma que ciertos fenómenos
sociales estarían influidos por la colinearidad del
Sol, la Luna y la Tierra. Según dicho modelo, los
efectos marea serían significativos, llevando a un
incremento en sucesos tales como accidentes, durante la
Luna Llena y la Luna Nueva. Comprobamos esta hipótesis
examinando cuatro grupos de datos: los dos usados para el
estudio primario y otras dos series de "cuarto de ciclo".
Estas últimas se obtuvieron tomando dos períodos
de siete días
p- 34
que comenzaban respectivamente, nueve días antes
("ciclo 3/4") y siete días después
("ciclo 1/4") de la Luna Llena. Las cuatro series
resultantes corresponden aproximadamente a la Luna Llena,
Cuarto Menguante, Luna Nueva, Cuarto Creciente.
En esta segunda investigación decidimos comprobar
la hipótesis de que el consumo medio de sangre sería
igual para las cuatro series, frente a la alternativa de
que fuesen diferentes.
Indicaremos que los promedio de consumo para nuestras dos
nuevas series de siete días eran respectivamente
57,08 para el "ciclo 1/4" y 58,00 para el "ciclo
3/4".
En esta ocasión, se trataba de aplicar un análisis
de varianza usando el test F para la igualdad de procesos
muestrales. Como antes, los datos son consistentes con la
Hipótesis Nula, por la que todos los promedios (verdaderos)
de cada serie serían iguales.
En consecuencia, debemos concluir que no existen pruebas,
a partir de los consumos sanguíneos en el hospital
Homsby & Kuringgai, que apoyen la idea de que existe
un mayor trauma asociado a un supuesto Efecto Marea.
Nuevamente, facilitamos el planteamiento formal de nuestro
procedimiento estadístico:
Hipótesis Nula
Promedio(LL) = Promedio(NLL) = Promedio(H1) = Promedio(H3)
Hipótesis Alternativa
Los cuatro promedios son distintos.
Donde: Promedio(LL) = (verdadero) promedio de consumo sanguíneo
durante las semanas siguientes a la luna llena.
Promedio(NLL) = (verdadero) promedio de consumo sanguíneo
durante las semanas iniciadas 15 días antes de la
luna llena.
Promedio(H1) = (verdadero) promedio de consumo sanguíneo
durante las semanas iniciadas 7 días después
de la luna llena.
Promedio(H3) = (verdadero) promedio de consumo sanguíneo
durante las semanas iniciadas 9 días antes de la
luna llena.
Nivel de Significación: 0,05
Test Estadístico F = MSC/MSE F(3,44)
Donde: MSC = promedio de variación entre series.
MSE = promedio de variación dentro de cada serie.
F(3,44) = distribución "F" de Student con
3,44 grados de libertad.
Normas de decisión:
Aceptar la Hipótesis Nula y rechazar la Hipótesis
Alternativa si F < 2,80.
Aceptar la Hipótesis Alternativa y rechazar la Hipótesis
Nula si F > 2,80.
Cálculos:
MSC = 37,50
MSE = 218,13
F(3,44) = 0,1719
Decisión:
El resultado obtenido requiere la aplicación de la
primera regla de decisión, y por tanto aceptamos
que los datos son coherentes con la Hipótesis Nula.
------
Traducción: Luis R. González
SKEPTICS SOCIETY
El papel del escepticismo en la cultura actual; las diferencias
entre ciencia y pseudociencia; el uso y abuso de la teoría
y la estadística en las pseudociencias; las limitaciones
de la ciencia y la tecnología; fraudes científicos;
la vida después de la muerte y la búsqueda
de la inmortalidad...
Todo esto y mucho más en
SKEPTIC
2761 N. Marengo Ave.
Altadena, CA 91001
USA
p- 35
Capítulo III
Un examen de los efectos de la Luna en los tiempos y rendimientos
de germinación de cultivos
Drew Meek
El grupo "Canberra Skeptics" ha completado recientemente
el análisis de los supuestos efectos de la Luna y
las estrellas en el crecimiento de las plantas. Empezamos
a interesarnos en este asunto cuando el "Canberra Times"
comenzó a informar, en su columna de jardinería
sobre las mejores épocas para plantar verduras según
las fases de la Luna y su paso aparente por los signos del
zodiaco. La Sociedad de Cultivadores Orgánicos de
Canberra, COGS, aportaba la información. Nuestra
presidenta respondía, en una carta al director del
periódico sugiriendo que eso eran tonterías
y entonces aparecieron varias cartas más atestiguando
la veracidad de las "plantaciones lunares" (Moon
planting). Esta correspondencia condujo a Betty Cornhill
(presidenta) y a David Evans de COGS, a discutir la teoría
en una reunión del grupo Skeptics.
En el decenio de 1920, Rudolph Steiner desarrolló
el Método Biodinámico de agricultura. Plantar
de acuerdo a las fases lunares y a la posición del
zodiaco forma parte de esta teoría. Steiner también
es conocido por su pertenencia a la sociedad teosófica
y como fundador de la desaparecida Sociedad Antroposófica.
La asociación de los signos del zodiaco con los
cuatro elementos (tierra, aire, fuego y agua) y el movimiento
de la Luna, en varias fases y atravesando los signos, fue
utilizado para explicar, de manera diferenciada, los mejores
momentos para plantar, abonar y recolectar hojas, raíces
y frutos. Plantar en los "buenos" momentos, se
decía, incrementaba la cosecha, provocaba un mayor
crecimiento y proporcionaba productos de mejor calidad.
"Buenos" y "malos" momentos podían
estar separados por menos de 24 horas.
Con la ayuda de la COGS, de Greg Tanner (un bioquímico
que tenía un invernadero) y de Warren Mueller (un
estadístico especialista en estudios biológicos),
los "Canberra Skeptics" pusieron en marcha un
estudio sobre este asunto.
MÉTODO
Al principio se proyectó seleccionar 14 pares de
momentos de plantación, cada par con un periodo favorable
y otro desfavorable, determinado por la COGS. Así,
la comparación podría hacerse dentro de cada
par y cualquier efecto de retraso en los tiempos de plantación
quedaba minimizado.
Desafortunadamente, debido a circunstancias incontrolables,
este plan no fue seguido y sólo se hicieron 22 plantaciones,
con patrones irregulares de "buenos" y "malos"
momentos. En este caso, un análisis estadístico
permitía estar tranquilos en cuanto a minimizar los
efectos de plantaciones tardías.
Debido a su rápido crecimiento, fueron seleccionados
rábanos para hacer este experimento. La COGS proporcionó
las semillas y los pajotes. Greg Tanner, que plantó
y controló el crecimiento, dispuso de una lista con
los momentos para plantar, pero no sabía cuales eran
"buenos" o "malos". Esa información
se le dio a Warren Mueller, nuestro estadístico,
una vez que hubo procesado los datos en bruto.
Las plantas crecieron en un invernadero con los parámetros
ambientales controlados. Catorce semillas fueron plantadas
en cada momento indicado. Las plantaciones fueron hechas
siguiendo un patrón de tablero de ajedrez para minimizar
los efectos de sombra y de la localización de cambios
ambientales.
De cada planta se obtuvo la siguiente información:
Tp = momento de plantación (momento del día
y fecha)
Tg = día en que la planta germinó (sólo
fecha)
Th = momento de recogida (momento del día y fecha)
R = peso y cosecha de raíz fresca
L = peso y cosecha de hoja fresca
La cosecha se recogió, aproximadamente, en torno
a los 35 días después de la plantación.
Los pesos fueron determinados a los 35 días para
simplificar la comparación.
Peso ajustado = 35 x peso/(tiempo de crecimiento)
p- 36
RESULTADOS
Las investigaciones estadísticas incluyen: primero,
análisis de todos los datos, después eliminación
de afloramientos (resultados individuales anormales) y por
último análisis covariado. Los "Canberra
Skeptics" disponen de una descripción completa
de estos análisis. Las figuras que se presentan abajo
están basadas en un resumen de los datos obtenidos
después del análisis covariado.
PESOS MEDIOS DE RAICES Y HOJAS
El cuadro muestra los pesos medios de las raíces
y las hojas ajustados a un tiempo de crecimiento uniforme
de 35 días.
Pesos Medios (gm) Buenos Malos
Raíces 37,7 41,1
Hojas 10,02 10,30
Total 47,7 51,4
No hay diferencias estadísticas significativas en
la media de pesos entre los "buenos" y los "malos"
momentos de plantación. Para la cosecha se puede
argumentar que en la producción total puede ser más
importante la variación de los pesos medios. Por
tanto, fue comparada la producción total de hojas
y raíces. Los resultados revelan que no hay evidencia
de que la fase de la Luna y los signos del zodiaco, en el
momento de la plantación tengan efectos sobre el
peso en fresco de los rábanos cosechados. La distorsión
del proyecto original, por no haber plantado en los momentos
escogidos por COGS, no puede ser usada razonablemente como
posible explicación del resultado, especialmente
cuando los pesos medios y totales de los días "malos"
fueron mayores (pero no significativamente) comparados con
los de los "buenos".
TIEMPO DE GERMINACION
Hay una tendencia general de descenso en los tiempos de
germinación según el mes avanza. Esto enfatiza
la necesidad de los análisis covariados para corregir
los efectos del crecimiento tardío.
El estudio de los tiempos de germinación produjo
algunos resultados significativos en torno al 5 por l00.
Sin embargo, esto debe ser tratado con cuidado por dos motivos.
Primero, los datos de algunas plantas no fueron recogidos
debido a una enfermedad y una plantación ocurrió
en un momento que no fue definido ni como "bueno"
ni como "malo". Usando sólo estos datos
restringidos, y considerando la plantación desconocida
como "mala", la diferencia se aproxima significativamente
(P=0,063). Segundo, la germinación fue controlada
sólo una vez por día, cuando el periodo de
germinación dura entre 2 y 3 días. Este periodo
de observación era insuficiente para establecer diferencias
adecuadas entre distintos grupos. Si se realizaran más
estudios sobre los posibles efectos astrológicos
en la germinación, deberían hacerte observaciones
más frecuentes, entre 4 y 6 horas.
CONCLUSION
En este experimento no hubo una diferencia significativa
en el tiempo de germinación o en el peso de los productos,
aunque las semillas fueron plantadas en "buenos"
y "malos" momentos de acuerdo a la supuesta influencia
astrológica.
ANALISIS ESTADISTICO
Warren Mueller explica como analizó los datos: el
análisis de varianza es una técnica mediante
la cual los datos son examinados para determinar si factores
conocidos han variado causando diferencias observables en
los datos. La hipótesis nula se establece con la
afirmación de que no existe diferencia entre los
aspectos comparados, en este caso "bueno" y "malos"
momentos para plantar. El análisis, entonces, examina
esta hipótesis para determinar la probabilidad, o
casualidad, de que los datos obtenidos puedan deberse al
azar sin que haya diferencias reales entre los aspectos
comparados. Si la probabilidad es muy baja, por convención
menos de 0,05, entonces la hipótesis nula se rechaza
y se acepta que los aspectos son "significativamente
diferentes". En este experimento, la probabilidad significativamente
baja indicaría diferencia entre "buenos"
y "malos" momentos para plantar.
p- 37
El análisis de la covarianza funciona de manera
similar al de la varianza, pero con una complicación
adicional. La hipótesis nula se sigue manteniendo,
pero después de probar para diferentes aspectos el
efecto de alguna otra variable, generalmente poco relevante,
sin mucho interés para el experimento, se elimina.
En este experimento, la variable poco relevante o covariable
es la fecha de plantación; en las plantaciones tardías
tendería a proporcionar mayores pesos después
de 35 días independientemente de si las fases de
la Luna o los signos del zodiaco son favorables o desfavorables.
Del análisis de la covarianza se deduce la importancia
de la covariable en la variación eliminada por poco
relevante y la diferencia entre los aspectos comparados.
------
Traducción: Antonio Calvo Rey
------
ILUSTRACION
Sempiternos sobre nuestras cabezas, los astros pretenden
guiar nuestros destinos.
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Capítulo IV
¿Les gusta a los niños nacer los días
de Luna Llena?
Eduardo Giménez González
Si hay un cuerpo celeste (aparte del Sol) cuya influencia
sobre la Tierra nadie duda, ese es la Luna. Discutiendo
sobre astrología es habitual oír algo parecido
a esto: "Si la Luna influye sobre los océanos
y provoca las mareas, ¿cómo no va a afectamos,
si estamos compuestos por un setenta por ciento de agua?".
La respuesta correcta (y negativa) nos la da la Ley de
la Gravitación Universal de Newton, puesto que no
sólo hay que contar el sistema Luna-Humano, sino
el sistema Luna-Tierra-Humano-Casa en lo que vive-Camión
que pasa por allá-etc. Objetos pequeños pero
cercanos superan la influencia de la Luna, masiva, pero
lejana.
A pesar de ello, una tradicional afirmación sobre
astrología lunar dice que se producen más
nacimientos durante la fase de Luna llena. Pues bien, eso
es algo fácil de confirmar; y a pesar de haber leído
sobre estudios similares decidí verificarlo por mi
cuenta. Mi intención no era hacer una investigación
estadísticamente rigurosa. Sólo pretendía
ver si era cierto que se producían más nacimientos
en alguna fase lunar o si había alguna clase de relación.
Ignoro si en otras comunidades lo harán, pero en
uno de los diarios de mi tierra, el "Heraldo de Aragón",
se publican ciertos datos estadísticos, entre los
que figuran los nacimientos registrados el día anterior.
Así que fui a una hemeroteca y busqué los
datos de todo el año 1990. Encontré algunos
pequeños inconvenientes: en algunos ejemplares aparecía
el dato acumulado de dos días, por haber sido festivo
el anterior. En ese caso tomé la decisión
de usar la media para ambos días, lo que no afectaría
al total de nacimientos en torno a la fase correspondiente.
El obvio resultado fue que el número de nacimientos
no dependía para nada de la fase lunar. Por ejemplo,
durante la fase de Luna llena, únicamente se produjeron
máximos de nacimientos en tres ciclos lunares de
los doce anuales. Por contra, entre esos doce ciclos, se
produjeron cuatro mínimos; es decir, que hubo más
nacimientos en creciente, menguante o nueva que durante
la luna llena. No se observa predominio en cuanto a número
de nacimientos en ninguna de las fases lunares con respecto
a las otras.
p- 38
Lo que me sorprendió fue encontrar ¡un ciclo
semanal!. Muchas de las semanas siguen una curva de lunes
a domingo, similar a una M, y cuyos picos coinciden con
el martes, y el jueves o viernes. ¿Algún fenómeno
astrológico? Claro que no. No hay ningún ciclo
celeste que dure exactamente una semana. Ni siquiera esto
sirve para apoyar la tesis del ciclo lunar, cuyo periodo
es de 29,53 días, lo que supone que la luna llena
puede coincidir tanto con un máximo como con un mínimo
del ciclo semanal.
¿La explicación? Pues que los médicos
hoy pueden controlar ligeramente la fecha del parto, y por
cuestiones obvias los reservan para la semana laboral, y
no para el fin de semana. Curiosamente, hay algunas semanas
en que este ciclo no sigue la norma antes descrita; pero
no es difícil explicar también este fenómeno,
si descubrimos que coincide con momentos destacados del
calendario, como la Semana Santa... En estas fechas se observa
un mínimo pronunciado Jueves y Viernes, y un máximo
el Domingo siguiente.
Como veis, comprobar esta afirmación concreta es
algo fácil de hacer. Animo a los lectores a realizar
pruebas similares y a comunicarnos sus resultados.
Quiero terminar con algo importante: se puede leer sobre
pruebas y estadísticas probando la astrología,
pero cuando es uno quien las hace, aun en este caso tan
sencillo, el escepticismo crece de forma es-pec-ta-cu-lar.
p- 39
DEBATE
Astrología y Ciencia
dos opiniones
Reproducimos a continuación dos cartas, publicadas
anteriormente en la revista Tribuna de Astronomía,
expresando dos puntos de vista antagónicos acerca
de la astrología. Quizá no sea, como podréis
juzgar, lo más representativo de la munición
usada en esta vieja contienda, pero a juicio de LAR, supone
al menos una pincelada sobre el actual estado de las cosas,
tras el manifiesto promovido por nuestros compañeros
Javier Armentia y Miguel Ángel Sabadell contra la
astrología, que fue firmado por 258 astrónomos,
astrofísicos y altos científicos españoles
en mayo de 1990.
Agradecemos la cortesía de Tribuna de Astronomía
por permitir su publicación en estas páginas.
UN DEFENSOR DE LA ASTROLOGÍA
Josep Rossell (La Coruña)
Distinguidos Sres.:
Me ha causado uno cierta satisfacción el artículo
"Por qué combatir la astrología",
pero también me ha causado lástima. Lo mismo
que el manifiesto de los 258 firmantes (el manifiesto es
"científico", mientras que el artículo
es pasional). Ciertamente, se puede y se debe desenmascarar
la miseria humana, la ilusión y el engaño.
Y es de agradecer este "rechazar vigorosamente las
afirmaciones de los astrólogos charlatanes".
Aparte de que "Vox populi, vox dei", dejemos que
hable la ciencia.
El animal intelectual -asimismo llamado hombre- no conoce
lo que está más allá de los sentidos,
los afectos y la mente. Y lo que es peor, ignora que ignora.
Este es el estado lamentable del común de los seres
humanos. Y para más inri, cada quién cree
tener la razón. Sólo la ciencia, en su vocación
de iluminar la existencia humana, tiene la palabra. En boca
del científico... aquel intelectual superior que
primero ha reconocido que no sabe, que es receptivo a los
hechos que su observación registra. Y por lo tanto
primero ha hecho e vacío en sus prejuicios para no
alterar la percepción de sus observaciones (...).
Esta "limpieza" tiene que llevarnos naturalmente
a la ciencia "materialista", pues los hechos concretos
y más fácilmente observables son los sensibles,
los materiales. Y las observaciones siempre pasan por los
sentidos físicos. No valen, absolutamente, a la hora
de concluir su trabajo, la imaginación o la intuición;
aunque si, podemos decir que siempre, haya sido el arranque
de una investigación. Pero un hecho connatural a
esta ciencia -a estos científicos, mejor dicho- de
la materia es haber dado por no cierto o no real, inexistente,
todo aquello que no ha sido demostrado por ella. Y esto
es un grave error, trágico. Los hechos hablan.
A causa de limitarse a los sentidos y no tocar para nada
aquello que es propiamente lo que caracteriza al ser humano,
el "pneuma", su "psiquis" ha perdido
a todos los diablos que se justifican en la mente del animal
intelectual, usar la ciencia para su interés y beneficio.
El resultado es lo presente.
Hasta ahora, lo que ha hecho la ciencia es habernos dado
más poder sobre la materia. Sin haber ayudado a que
el ser humano resuelva sus conflictos de siempre; lo trascendente,
el sentido de su existir, de su ser. Así, podemos
decir que aún ha colaborado a la decadencia moral
y espiritual de nuestra cultura, si bien de forma indirecta,
como consecuencia. Al pretender como único cierto
lo que la ciencia reconoce como tal -ciencia materialista
porque no puede ser otra cosa- se ha caído con firmeza
en la civilización de los valores materiales, la
gratificación de los sentidos, la cultura del ego,
la satisfacción inmediata, la hipoteca de cualquier
otra valoración que por no ser material no puede
ser reconocida por la "ciencia".
p- 40
Reconocemos a la ciencia en su absoluto valor, absolutamente
relativo a lo material. Por lo tanto, si hablan de lo que
forma parte de la llamada ciencia oculta -como la Astrología
o la Cábala- deben ser circunspectos, absolutamente.
Se podría caer en el error de la atrevida ignorancia.
Y si hablan en contra de los "astrólogos charlatanes"
aduciendo abusos y deshonestidad, les damos las gracias,
eso también lo firma un servidor y "astrólogos
graves"... pero dense cuenta de que si hablan de estos
valores, como honestidad, moral, religión... están
hablando de un tema que se escapa de su ciencia, que por
ser limitada es sólo "material".
En este tiempo que la Astrología nos presenta como
un eje de la Historia, el final de la Era de Piscis y el
inicio de la Era de Acuario, es precisamente la "ciencia
material" -necesariamente estricta y limitada a los
hechos demostrables y por lo tanto tan fiable- la que nos
sirve los indicios de la ciencia oculta. Indicios paralelos,
que nos hablan del Todo y de todo, como Unidad Múltiple
Perfecta, el "súmmum" de la Ciencia Oculta.
Quizá sea ahora, en el final -inicio del ciclo Urano-Neptuno-
que la ciencia de la tercera dimensión -la ciencia
oficial- pueda informar con su insólita precisión
de la existencia probada de otra dimensión y, en
definitiva pueda entrar en lo "oculto" (...)
De la Astrología, lo que dificulta su conocimiento
en profundidad es que requiere del estudioso un conocimiento
que no es sólo de datos acumulables, es decir erudición,
sino de comprensión de la simbología, profunda
comprensión de estas energías personificadas
en los astros. La Astrología es difícil, muy
difícil, en tanto que nos habla de la vida de una
persona y cada persona, al tiempo que forma una masa anónima
que es lo social, también es única en su conciencia.
De manera que un astrólogo será tanto mejor
cuanto mejor se conozca a si mismo. No me refiero al "adivino",
al "showman", sino al que realmente puede ayudar
a una persona a orientarse en sus coordenadas de existencia,
a encontrarse y a aceptarse (...).
Y esto a su vez es lo que hace que la Astrología
perviva en los siglos. No solamente -y mínimamente-
como posibilidad de diversión; no solamente -aunque
si mayoritariamente y por desgracia de la condición
humana- como posibilidad de proyección de las ilusiones
y compensaciones egóticas. A pesar de los charlatanes
y los horóscopos de los periódicos (que tienen
el valor de la tira cómica), la Astrología
pervive porque entronca en la inquietud íntima del
ser humano.
Y como siempre, es lo humano lo que condena lo divino,
el científico, no la ciencia quien yerra (...), es
el astrólogo quien hace Astrología, la que
sabe o la que puede, siempre la que conviene y siempre,
seguro, a imagen y semejanza de lo que es él. Si
no hay una facultad, si no hay código ético,
se crea una situación que llega a justificar estas
"objeciones de los 258 firmantes... y más que
encontraríamos. Pero estos firmantes están
errados en su concepto de astrología (...). Una ciencia,
arte, religión, filosofía o síntesis
de todo ello, tan antigua como la humanidad (...). La inteligencia
dice que se puede hacer algo mejor que condenar o prohibir.
Lo más serio, quizá lo único serio,
es estudiar, investigar (...).
El cientifismo y los cientifistas, ¿no será
que están atrapados en su propia erudición?
Atrapados mirándose el ombligo. ¿No tienen
crítica mejor que hacer en estos campos? ¿No
ven la decadencia en que hemos entrado como civilización?
Y no tiene culpa la Astrología.
------
ILUSTRACION
Grabado de Robbert Rudd (1617) Correspondencia entre signos
del Zodiaco y partes del cuerpo.
------
p- 41
EL PROBLEMA DE LA ASTROLOGÍA
Pablo A. Bermejo (Gijón)
Es algo archisabido que España no es un país
de gran erudición científica, todos lo sabemos.
Sin embargo, y precisamente por esta razón, ya iba
siendo hora de que se expusiesen alegatos como el publicado
en el número Julio/Agosto de Tribuna. Me refiero
al artículo "¿Por qué combatir
la Astrología?"
Para desgracia de la ciencia, y del conocimiento humano
en general, el fenómeno de la pseudociencia (astrología,
parapsicología, ufología, quiromancia, etc.)
está cobrando nuevos bríos en los últimos
tiempos, tal vez el final del milenio sea algo propiciatorio,
aunque desde luego es algo que no arranca de ahora sino
que ha estado siempre presente a lo largo del desarrollo
cultural humano.
Quizás muchos piensen que por este motivo esa supuesta
rama de la cultura merezca ser respetada.
En mi opinión, tal vez desde un punto de vista antropológico
o histórico es algo que deba ser estudiado. Cuando
la pseudociencia amenaza con retrasar, no sólo el
avance científico y tecnológico, sino el desarrollo
social y político, el asunto se torna muchísimo
más grave.
La pseudociencia no es en absoluto inocua, como vemos,
sino que es un auténtico negocio que está
moviendo millones en todo el mundo (pensemos únicamente
en las sectas cuyos principios se basan en doctrinas paracientíficas).
Los curanderos y chamanes, los echadores de cartas y brujos
adivinadores no sólo estafan sino que, en ocasiones,
por negligencia y sugestión ponen en peligro vidas
humanas. Es el mundillo que rodea a la pseudociencia y no
la pseudociencia misma lo que debe preocuparnos, ya que
ésta no tiene méritos propios para alzarse
por encima de la razón.
La humanidad, la sociedad, no puede, no debe quedar apática
bajo ninguna circunstancia frente a la amenaza de lo que
algunos sociólogos señalan como nueva Edad
Media en la que el saber quede reducido a una elite y los
dragones, los duendes y las profecías vuelvan a estar
a la orden del día.
Los astrónomos españoles ya han lanzado su
voz de protesta. Su aviso. Desde estas líneas, modestamente
y con sinceridad, quisiera enviar un ferviente apoyo a tal
acción. Probablemente muchos astrófilos y
amantes de la ciencia en general se unirán a mi,
y para que conste ahí va mi firma; estoy seguro de
que le seguirán muchas más.
p- 42
COMO COLABORAR EN LAR
Si quieres colaborar en la edición de LAR, te recibiremos
con los brazos abiertos. Queremos hacer de esta revista
algo vivo y dinámico. Por eso estamos esperando tu
artículo, dibujo, cómic, fotografía...
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en este mundo plagado de fraudes. Puedes enviar también
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que creas interesantes -ya sea por agudos o por absurdos-.
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además de en papel, en disquette de 3 1/2 ó
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en un fichero de texto en ASCII.
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que no se puedan enviar en disquette, adjuntar siempre los
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para la reseña en la revista.
Los que quieran colaborar con dibujos, que envíen
los originales a tinta china negra sin doblar,
Los comentarios de libros y artículos no deben
sobrepasar los dos folios, detallando al comienzo todos
los datos del texto objeto de recensión.
---------
THE SKEPTICAL INQUIRER
Si quieres estar al día de lo que hacen los escépticos
de todo el mundo.
Si quieres conocer los trabajos publicados en la revista
escéptica más importante.
Si quieres acceder a las opiniones e investigaciones de
los prestigiosos Paul Kurtz, Martin Gardner, James E. Alcock,
Kendrick Frazier, Ray Hyman...
The Skeptical Inquirer
PO Box 703
Buffalo NY 14226-9973
USA
p- 43
DESDE EL SILLÓN ESCÉPTICO, RECOMENDAMOS:
Luis Alfonso Gámez y Miguel Ángel Sabadell
LIBROS
Cabria, Ignacio: Entre ufólogos, creyentes y contactados.
Una historia social de los ovnis en España. Edita
Cuadernos de Ufología. Santander 1993. 306 páginas.
No existía ninguna historia de la ufología
española, e Ignacio Cabria (Santander, 1955) se puso
a trabajar en ella a mediados de la década pasada.
Entre ufólogos... no es un trabajo dirigido al público
en general, sino una obra para iniciados en el tema de los
platillos volantes en la que el autor intenta mostrarse
crítico y, al mismo tiempo, no granjearse enemigos.
Ufólogos, chalados y escépticos son blanco
de los comentarios de este antropólogo que cree que
"han sido los ufólogos quienes han generado
la creencia en los ovnis" y que "no hay que mirar
a lo alto para ver aparecer ovnis, sino que hay que dirigir
lo vista a nuestro alrededor para ver cómo se producen
socialmente los ovnis". El mensaje no es nuevo; es
el que defendemos desde hace años los integrantes
del movimiento escéptico español, algunos
de los cuales también aparecemos en e1 libro. Cabria,
que fue antes ufólogo que antropólogo, ha
escrito una obra interesante y polémica, que inexplicablemente
incluye un apéndice bibliográfico que no aporta
nada. Javier Sierra hace una lista de más de 200
libros sin entrar en ningún tipo de valoraciones,
quizá porque la palabra basura es el único
calificativo apropiado para la mayoría de los trabajos
reseñados (cuando digo la mayoría, quiero
decir que de 224 títulos sólo tres o cuatro
merecen ser abiertos).
Carandell, Luis: Vida y milagros de Monseñor Escrivá
de BaIaguer, fundador del Opus Dei. Deriva Editorial. Barcelona
1992. 262 páginas.
Sabrosa biografía del marqués de Peralta,
editada por primera vez en 1955 y actualizada con motivo
de la beatificación del sacerdote aragonés
que fundó el Opus Dei y se convirtió en 1968
en el único clérigo en la historia de la Iglesia
que ha reivindicado un titulo nobiliario. La obra de Carandell,
la única biografía objetiva de Josemaría
Escrivá es de fácil lectura, está bien
documentada y cargada de ironía. Todo lo contrario
que Camino, el texto de un autor español que ha alcanzado
una mayor difusión y el libro de cabecera del franquismo.
Como dice la escritora Lourdes Ortiz, el cura de Barbastro
"es el santo por antonomasia del nuevo orden mundial.
Escrivá fue el profeta de los 'yuppies' y el Opus
Dei es una organización que persigue el poder. Por
eso, la lectura del trabajo de Carandell es imprescindible
para todos aquéllos que quieran conocer las entretelas
de la vida del creador de la secta española más
universal.
Manuel Toharia. ASTROLOGIA ¿Ciencia o creencia?
MacGraw Hill (Madrid, 1993) xiii + 204 pags.
Este es el primer libro escéptico escrito por un
español. La sequía de libros escépticos
suministrados con cuentagotas por parte de nuestras editoriales,
es, cuando menos, llamativa. Aunque parece que eso va a
cambiar un poco. Tengo noticias de que cierta editorial
(déjenme que me guarde el nombre) va a lanzar
p- 44
al mercado algunos libros dedicados al tema OVNI escritos
por Philip J. Klass y Robert Sheaffer, publicados inicialmente
por Prometheus. Por lo menos, esas son las noticias que
poseo, ha comprado sus derechos. Esperemos que no se echen
atrás (siendo mal pensado, ¿quizá compran
los derechos para impedir su publicación en castellano?).
Nuestro asesor y amigo Manuel Toharia ha escrito un libro
precioso sobre la tomadura de pelo que es la astrología.
Escrito con el agradable estilo al que nos tiene acostumbrados,
no exento de cierto humor irónico, recorre la historia
de la astrología cuando caminó junto a la
astronomía, examina el origen del Zodiaco y compara
las distintas suposiciones astrológicas con nuestros
conocimientos actuales. Pero donde he disfrutado realmente
es en aquellos momentos en los que, de manera absolutamente
maravillosa desmonta los clásicos argumentos pro-astrológicos
y revisa las barbaridades que han dejado escritas para la
posteridad nuestros más insignes astrólogos.
La revisión de las pruebas estadísticas se
me antoja algo breve y creo que en ese punto podría
haberse extendido más. Sin embargo, me parece perfecta
la crítica realizada a los experimentos de Gauquelin.
Debemos prestar atención a este punto: los astrólogos
hacen uso de sus experimentos como "prueba" de
que la astrología funciona, cuando en realidad "estos
datos son absolutamente contrarios a las doctrinas astrológicas
porque aparecen influencias allí donde no debería
haberlas" (pag. 136).
Los capítulos finales están dedicados a analizar
la presencia de la astrología en la sociedad moderna
y marcar la diferencia entre la ciencia y la no ciencia.
En un breve capítulo describe su presencia en los
medios de comunicación escritos nacionales y en la
conclusión defiende una tesis con la que muchos estamos
de acuerdo. La astrología ni es ciencia ni es arte,
es simple impostura.
El origen de este libro es debido, según declara
Toharia, a la publicación por la importante editorial
PUF francesa de un librito titulado "L'Astrologie"
por Suzel Fuseau-Braesch, bioquímica y aficionada
a la astrología. Anunciado como una revisión
mejorada del conocido libro del astrónomo Paul Couderc,
totalmente crítico con la astrología, es en
realidad una apología de la misma. Los que hemos
tenido la desgracia de leerlo no podemos más que
lamentar su publicación. Pienso que los responsables
editoriales franceses o tuvieron una pesadilla el día
que decidieron lanzarlo al mercado o decidieron que "la
pela es la pela". Yo apuesto por lo último,
aunque siempre queda eso de lo que tan poco tenemos los
escépticos: "mente abierta".
Como me comentaba el editor de MacGraw Hill, Antonio Garcia
Brage, el libro de Manuel Toharia ha escocido mucho a los
astrólogos y le han dedicado diferentes lindezas
en su revista Mercurio-3. Seguro que no han aprendido nada
de su lectura, claro, como Toharía no es astrólogo
no sabe lo que dice... Pero los escépticos tenemos
un libro básico para nuestra biblioteca. Aún
diría más: NO DEBE faltar en ninguna biblioteca.
ARTÍCULOS
Agencias: "Salman Rushdie pide apoyo al Gobierno español
contra el terrorismo islámico" El Correo Español
- El Pueblo Vasco (Bilbao), l0 de Septiembre de 1993.
Todavía no he leído ningún manifiesto
en defensa de Salman Rushdie firmado por escépticos
y eso que hace tres años que el autor británico
vive en peligro por haber escrito una novela que disgustó
a los fanáticos de turno. Fue condenado a muerte
por Jomeini a raíz de la publicación de la
obra Versos satánicos y, aunque hubo en aquel entonces
importantes reacciones intelectuales y políticas,
el tiempo ha hecho que Occidente asuma la situación
del literato, víctima del terrorismo fundamentalista
iraní ¿Cómo puede permitir Europa que
una persona tenga que autosecuestrarse para evitar caer
en garras de asesinos pagados por un Estado? Quizá,
la explicación sea que ni Rushdie ni Bosnia tienen
nada que ver con el petróleo, mientras que Irán
si.
Almeida, Frances: "New Cures for New Times" Moscow
Guardian (Moscú). Vol. 3, Nº 32 (3 de Septiembre
de 1993), 8-11.
Moscú acogió una convención de unos
900 sanadores espirituales y practicantes de medicinas alternativas
a finales de agosto de 1993. Debido a la grave situación
económica y social de Rusia, una gran cantidad de
charlatanes -astrólogos, sanadores, brujos...- se
ha echado a la calle para
p- 45
asaltar a una población ingenua y desesperanzada.
La responsabilidad del Moscow Guardian lleva a los editores
a presentar varias recetas naturistas; aunque la publicación
no asume la responsabilidad por los efectos perjudiciales
que puedan derivarse de la aplicación de los anteriores
remedios. Sin comentarios.
Benítez, Juan José. "¿Quién
estuvo aquí?". Suplemento Semanal (Madrid).
Nº 308 (19 de Septiembre de 1993).
El novelador navarro vuelve a asuntos tan manidos como las
pistas de Nazca, el triángulo de las Bermudas o el
sudario de Turín, entre otros, para decirnos lo que
ya sabemos: que para él todos esos temas están
rodeados de misterio. Benítez, como siempre, no aporta
nada nuevo en este artículo síntesis de su
penúltimo engendro, un libro titulado Mis enigmas
favoritos. La obra, que ocupa los primeros puestos en las
listas de ventas, podía servir a los escépticos
españoles para hacer un libro al estilo de El fracaso
de los brujos, editado en Francia como replica a El retorno
de los brujos. En su libro, Benítez presenta treinta
misterios; ¿acaso no hay treinta escépticos
lo suficientemente cualificados como para echarle por tierra
el montaje de una vez por todas?
Calvo Hernando, Manuel: "Congreso nacional de pseudociencias".
Colpisa (Madrid). 1 de Noviembre de 1993.
El presidente de la Asociación Iberoamericana de
Periodismo Científico destaca la importancia del
I Congreso Nacional Sobre Pseudociencia, celebrado en la
Universidad de Zaragoza, y califica las materias tratadas
de "plagas y males que causan tantos perjuicios a la
salud y al bolsillo de los incautos". Aprovecha la
oportunidad para elogiar un artículo de Félix
Ares aparecido en El Ojo Escéptico y anunciar la
publicación del número 4 de El Investigador
Escéptico.
Corbella, Josep: "Frank Drake: 'Hay mucha vida en
el universo'". En "Ciencia y Tecnología".
Suplemento de La Vanguardia (Barcelona). Nº 161 (11
de Septiembre de 1993), 4-5.
Frank Drake, el padre de la famosa ecuación de Green
Bank, espera "que antes del año 2000 encontremos
signos de inteligencia extraterrestre". El director
del programa SETI admite que los radiotelescopios terrestres
han recibido unas 200 señales "cuyo origen todavía
no hemos podido determinar". A pesar de su optimismo,
Drake es tajante cuando habla de los ovnis. "No creo
que un solo platillo volante cargado de extraterrestres
haya visitado la Tierra", sentencia.
Esteban, Luís: "La milagrosa' agua de
una fuente de El Escorial no es potable, según Salud".
El País (Madrid). 5 de Septiembre de 1993.
Parece que los lugares de veneración y negocio mariano
estan gafados. El agua milagrosa de la madrileña
fuente de El Escorial contiene bacterias perjudiciales para
la salud, según las autoridades sanitarias de la
Comunidad de Madrid. Aún así, los ignorantes
que acuden al santo lugar popularizado por Pitita Riduejo
siguen consumiéndola, como lo hacen los peregrinos
que en Vizcaya visitan el santuario de Umbe, donde tampoco
el agua es potable. ¿Será que la Virgen María
tiene debilidad por los arroyos contaminados?
Gámez, Luís Alfonso. "Denuncia por abusos
deshonestos al dueño de una librería esotérica
de Barakaldo". El Correo Español - El Pueblo
Vasco (Bilbao), 30 de Agosto de 1993.
Una vecina de Barakaldo denunció en julio al dueño
de un establecimiento esotérico, al que acusaba de
haber cometido abusos deshonestos en la persona de su hija,
una joven de 16 años. El parapsicólogo asegura,
sin embargo, que se limitó a realizar "una limpieza
de aura sin mala intención". A la inauguración
de la librería del acusado acudió, hace tres
años, lo más granado del mundillo parapsicológico
y ufológico vasco. Ahora, todos los charlatanes se
hacen los locos. Para su desgracia, las fotografías
y los apoyos públicos al sospechoso están
en las hemerotecas y en algún que otro archivo escéptico.
Haro Tecglen, Eduardo: "Los marcianitos", El
País (Madrid), 27 de Agosto de 1993.
El autor le saca punta a la conspiración montada
por los engañabobos de siempre para explicar la desaparición
de la sonda Mars Obserer. "Lo que me gusta -dice Haro
Tecglen- es la idea de la conspiración: la neurosis
del poder secreto, la angustia del engaño".
Estoy de acuerdo con el insigne columnista; pero lo que
a mí me preocupa más es la desfachatez de
las revistas propagadoras de basura paranormal, que están
p- 46
idiotizando a buena parte de la juventud española.
Javier Sierra -que parece que todo lo sabe- concede crédito
en Más Allá a fabricantes de paradojas como
Zecharia Sitchin, y Jorge Munnshe se dedica en Espacio y
Tiempo a establecer las bases para "una paleontología
marciana". Y yo me pregunto: ¿Está la
Tierra habitada por seres inteligentes~
Lobo, Ramón: "Crisis en la industria
religiosa' de Medjugorje". El País (Madrid).
13 de Octubre de 1993.
La salvaje guerra racista que se desarrolla en la antigua
Yugoslavia sólo ha tenido una cosa positiva, se ha
cargado el negocio montado por los sinvergüenzas de
siempre en torno a las presuntas apariciones marianas de
Medjugorje. Los combates, que están tan sólo
a 20 kilómetros del santuario donde se supone que
se aparece la Virgen cada día desde hace más
de 12 años, han ahuyentado a los grandes autocares
cargados de devotos y arruinado una próspera industria
turística", escribe el autor del reportaje.
Miret Magdalena, Enrique: "El retorno de los brujos".
El País (Madrid) 3 de Septiembre de 1993.
Interesante reflexión de un teólogo sobre
la moda paranormal que se ceba en la España de fin
de siglo. "La televisión -dice Miret Magdalena-
nos invade a veces con toda suerte de programas esotéricos,
astrológicos, de curanderismo y de filosofías
pretendidamente orientales, que fomentan el lado morboso
de muchos seres humanos en programas que lindan a menudo
con la superstición. Nuestra época de racionalismo
a ultranza se ha venido abajo, pero lo malo es que la hemos
sustituido por lo peor. No se trata de saber, como señaló
Hamlet: 'Hay en el cielo y en la tierra más verdades
que las que descubre tu filosofía' es, en cambio,
la tergiversación de ese afán de superación
y trascendencia que todo ser humano tiene, sirviéndole
frecuentemente una deteriorada mercancía que engañosamente
pretende satisfacer ese anhelo interior".
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HISTORIAS EXOTERICAS
El viaje astral
por Cherna Roc
- Agencia de viajes "El Séptimo Cielo",
¿dígame?
- Sí, buenas tardes.
- Sí, de acuerdo, un viaje astral para dos personas
en clase turista. ¿Ha pensado en la duración
del viaje y en qué época quieren realizarlo?
- Muy bien, ¿Ha tenido en cuenta que eso es temporada
alta? El mismo viaje le puede salir mocho mejor de precio
si lo retrasa o lo adelanta un par de meses.
- Como usted diga. No hay problema. ¿A nombre de
quién hago las reservas?
- Perfecto. ¿Piensa efectuar el pago por giro telepático
o al contado?
- No, lo siento pero me temo que no podemos aceptar un abono
en amuletos recortables. Tiene que comprender que resulta
para nosotros demasiado arriesgado tal y como está
el mercado internacional en estos momentos.
- Muy bien, de acuerdo. Una cosa más. Necesitaremos
una fotografía de su aura y de la de su acompañante.
Es para el pasaporte interdimensional ¿sabe?
- No se preocupe, si son tan amables de pasar por nuestras
oficinas disponemos de una cámara Kirlian para las
fotografías, y nuestro Departamento de Relaciones
con el Otro Lado (D.R.O.L.) se encargará de todos
los trámites.
- A usted. Buenas tardes. Que las fases lunares le sean
favorables.
- Perdone si le he hecho esperar. ¿En qué
puedo servirle?
- Pues verá, yo he oído hablar mucho de esto
de los viajes astrales, siento cierta curiosidad, y me preguntaba
si sería muy complicado probarlo.
- Complicado en absoluto, caballero, ha acudido usted al
lugar más apropiado. ¿Tiene alguna idea sobre
qué tipo de viaje quiere hacer? En qué categoría
le gustaría viajar, por cuántas dimensiones
ha pensado moverse, etc.
- Pues no, oiga. De todas formas, para que se haga una idea,
yo de pequeño quería ser astronauta. Incluso
llegué a examinarme para conseguir la licencia, pero
me suspendieron al aparcar el módulo lunar.
- Una verdadera lástima.
- Y que lo diga. Aunque me han dicho que esto de los viajes
astrales es mucho mejor, y además sin el incordio
del traje espacial con esos cascos tan incómodos.
Lo que no me han explicado es eso de las dimensiones y las
categorías.
- Entiendo. Verá, como usted ya sabe, cuerpo y alma
están unidos por un cordón de plata que posibilita
el retorno del viaje astral. Sin embargo, nuestra agencia,
en su afán por servir al público, ha creado
una nueva modalidad más económica y asequible
-lo que nosotros llamamos "clase turista"- en
la que el cordón es de cobre y no de plata. Evidentemente
no es lo mismo, pero las diferencias son mínimas
y esto nos permite ajustar mucho más los precios.
Los viajes convencionales, con el cordón de plata
-de ley, por supuesto- entran en "primera clase",
y para clientes especiales tenemos los viajes "only
for VIPs" en los que el cordón es de oro. Los
quilates van en proporción a lo especial que sea
el cliente.
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- Muy interesante. Creo que comienzo a entenderlo. ¿Me
podría explicar también eso de las dimensiones
si es tan amable?
- Faltaría más. Usted puede elegir el número
de dimensiones por las que se va a desplazar en su viaje
astral. En mi opinión viajar por menos de tres dimensiones
le resultaría terriblemente monótono. Yo cero
que como iniciación lo ideal sería un viaje
tridimensional con alguna pequeña incursión
en la cuarta dimensión, o incluso en la quinta.
- Parece divertido. Oiga, y ¿podré dirigirme
por donde yo quiera y hacer alguna acrobacia sencillita
como si estuviera pilotando?
- Caballero, un viaje astral es una cosa seria y totalmente
espiritual. En un viaje astral no se pilota ni se hacen
acrobacias.
- Vaya, que lástima.
- Disculpen que intervenga en la conversación, pero
creo que puedo ayudar a este señor.
-¿Y usted qué deseaba?
- He hablado con usted por teléfono hace un momento,
y venía a que me hicieran las fotografías
del aura, pero no he podido evitar oírles y me parece
que tengo la solución al problema de este caballero.
-¿No me diga?
- Usted lo que quiere es hacer viajes parecidos a los que
haría si fuese astronauta pero un poco más
creativos e imaginativos y, a ser posible, más baratos.
- Me ha leído el pensamiento.
- Oiga, que el de las facultades extrasensoriales soy yo.
- Perdone, era una forma de hablar. Continúe, por
favor.
- Usted tiene la posibilidad de hacer viajes por otros mundos,
conocer criaturas extrañas que a veces pueden resultar
hostiles, enfrentarse a lo desconocido.
-¿Y cómo puedo hacer eso? Por favor, sea mas
explícito.
- Venga conmigo.
-¡Eh!¡Oigan! ¿Qué pasa con sus
viajes astrales?
- Lo siento, ya volveré en otro momento. ¿En
serio voy a poder hacer lo que me ha dicho de visitar mundos,
conocer criaturas y todo eso?
-Se lo aseguro. Conozco un sistema para hacer todo eso y
mucho más.
-¡Increíble! ¿Y cómo se llama
esa maravilla, si es que tiene algún nombre?
- Creo que lo llaman videojuego.
ALTERNATIVA RACIONAL A LAS PSEUDOCIENCIAS
La asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias
(ARP) trata de fomentar la investigación crítica
de las supuestas manifestaciones de lo paranormal y los
hechos presuntamente situados más allá de
los limites de la ciencia siempre desde un punto de vista
racionalista, científico y responsable, y dar a conocer
los resultados de tales investigaciones a la comunidad científica
y al público en general.
Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP) es una
entidad cultural y científica sin ánimo de
lucro. La Alternativa Racional es el órgano informativo
oficial de la asociación.
A.R.P.
Apartado de correos 17.026
E-28080 MADRID
ESPAÑA