ARP
LA ALTERNATIVA RACIONAL
BOLETÍN Nº 5
ENERO-87
P-Portada
ALTERNATIVA RACIONAL A LAS PSEUDOCIENCIAS
La asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias
trata de fomentar la investigación crítica
de las supuestas manifestaciones de lo paranornlal y los
hechos presuntamente situados más allá de
los limites de la ciencia siempre desde un punto de vista
escéptico,
científico y responsable, y dar a conocer los resultados
de tales investigaciones a la comunidad científica
y al público en general.
Para alcanzar estos objetivos, la asociación:
..Mantendrá un equipo de personas interesadas en
examinar criticamente las supuestas manifestaciones de lo
paranormal y los hechos situados más allá
de los limites de la ciencia.
..Estará en contacto con asociaciones similares de
todo el mundo, estableciéndose para cada caso el
tipo de relación que se estime convemente.
..Propiciará y encargará investigaciones a
estudiosos objetivos y neutrales de las áreas que
fuera necesario.
..Preparará bibliografías de materiales publicados
que analicen cuidadosamente los temas objeto de estudio.
..Publicará artículos, revistas, monografías
y libros que examinen las supuestas manifestaciones de lo
paranormal y los hechos presuntamente situados más
allá de los límites de la ciencia siempre
desde un punto de vista escéptico, científico
y responsable.
..Organizará conferencias y simposios, y asistirá
a los medios de comunicación para ponerse en contacto
con la opinión pública.
..No rechazará los hechos "a priori", antes
de investigarlos, sino que los examinará objetiva
y cuidadosamente antes de manifestarse al respecto.
"La Alternativa Racional es el órgano informativo
oficial de la asociación Alternativa Racional a las
Pseudociencias.
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LA ALTERNATIVA RACIONAL
"La Alternativa Racional" es el órgano
informativo oficial de la
asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias
(A.R.P.).
Depósito Legal: BI. 11-1986
Editores:
Félix Ares de Blas
Luis Alfonso Gámez Domínguez
Jesús Martínez Villaro
Composición:
Jesús Martínez Villaro
Dibujante:
Aitor Fernández de Quincoces
ALTERNATIVA RACIONAL A LAS PSEUDOCIENCIAS (A.R.P.)
Presidente:
Félix Ares de Blas
Miembros:
Álvaro Fernández Fernández
Luis Alfonso Gámez Domínguez
Mª del Carmen Garmendia Goicoechea
Juan-Marcos Gascón Valldecabres
José Ángel Hermosilla Bilbao
Lidia Larramendi Fernández
Alicia Martínez Alviz
Jesús Martínez Villaro
Gabriel Naranjo Fernández
Luis Miguel Ortega Gil
Francisco Javier Pereda Suberbiola
Ángel Rodríguez Sánchez
José Antonio Sánchez de Sancha
Victor Javier Sanz Larrínaga
Sumario
Número 5/Año II
Enero de 1987
Editorial............................4
Estudio de los aterrizajes
"negativos"..........................8
Guía para iniciados. Aproximación
al escepticismo (1).................15
Ciencia ficción y escepticismo.
Carta a Paul....................... 18
Los vientos del cambio............. 21
Fenómenos paranormales............. 25
Libros..............................28
Desde el sillón escéptico,
recomendamos:.......................30
El escapulario......................33
Portada:
Aitor Fernández de Quincoces
Esta publicación mantiene intercambio de contenidos
con "The
Skeptical Inquirer" y "BASIS'.
Fuera del margen arriba indicado, queda prohibida la reproducción
total o parcial de los artículos publicados sin la
autorización
expresa de los editores o de los autores.
"La Alternativa Racional" no se identifica necesariamente
con las
opiniones de los artículos firmados, que pertenecen
a la exclusiva responsabilidad de los autores.
ALTERNATIVA RACIONAL A LAS PSEUDOCIENCIAS (A.R.P.)
Consultas Editoriales: Apartado nº 537 01080 Vitoria
Coordinación: Apartado nº 904 20080 San Sebastián
Secretaría y Subscripciones: Apartado nº 6.112
48080 Bilbao
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EDITORIAL
Félix Ares de Blas,
Luis Alfonso Gámez Domínguez y
Jesús Martínez Villaro
Ha muerto ARIFO, ¡viva ARP! La Alternativa
Racional para la Investigación del Fenómeno
Ovni ha dado paso a la Alternativa Racional a las Pseudociencias;
hecho este que podía adivinarse como inminente, si
nos atenemos a la variedad de intereses de que ha ido haciéndose
eco esta revista. Cierto es que todavía el análisis
escéptico del tema ovni recibe una mayor atención
que el de la arqueología fantástica, astrología,
parapsicología, etc., pero ello se debe únicamente
a que
las colaboraciones sobre otras pseudociencias son realmente
escasas. Estamos realmente ansiosos de poder publicar artículos
sobre cualquiera de los denominados hechos paranormales,
así que mandadnos vuestros trabajos. Mientras tanto,
intentaremos que "La Alternativa Racional" siga
siendo merecedora de vuestra atención y que esta
asociación escéptica española camine
hacia su definitiva consolidación.
Con el fin de poder llevar a cabo nuestra labor de la mejor
manera posible, en una de las últimas reuniones mantenidas
por la mayoría de los miembros de ARP, decidimos
iniciar los trámites de legalización de la
asociación. A mediados de octubre, presentamos la
documentación pertinente en el Gobierno Civil de
Guipúzcoa y poco después salió de San
Sebastián con destino a Madrid. Cuando redactamos
estas líneas aún no nos ha llegado la notificación
oficial; sin embargo, es posible que en la página
de identificación de este número quede ya
constancia de nuestra inscripción en el registro
nacional de asociaciones. De cara a la tramitación
de la legalización, en la reunión antes aludida
fue elegida la siguiente Junta Directiva:
Presidente: Félix Ares de Blas
Vicepresidente: Jesús Martínez Villaro
Secretario: Luis Alfonso Gámez Domínguez
Vicesecretario: Ángel Rodríguez Sánchez
Tesorero: Gabriel Naranjo Fernández
Vocal: Lidia Larramendi Fernández
Vocal: José Antonio Sánchez de Sancha
Cambiando de tema, el pasado 2 de agosto, Alicia Martínez
Alviz y los editores tuvimos oportunidad de mantener un
encuentro en la localidad cántabra de Laredo con
el profesor Mario Bunge. Filósofo, profesor de la
McGill University de Montreal (Canadá), miembro del
CSICOP y premio Príncipe de Asturias de Ciencia en
1984, el profesor Bunge ha manifestado en numerosas ocasiones
su preocupación ante el auge de las pseudociencias
y pseudotecnologías en nuestra sociedad. Durante
las tres horas que duró la conversación, ésta
se centró en multitud de temas: situación
pseudocientífica en Estados Unidos, Canadá,
Sudamérica y España; necesidad de que proliferen
asociaciones escépticas en todo el mundo; panorama
político y social español, con especial atención
al País Vasco; crítica a los sistemas educativos
vigentes, etc.. Desde el primer momento, el profesor Bunge
se sintíó agradablemente sorprendido por nuestra
intención de crear una asociación escéptica
española,
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y nos dio muestras patentes de su apoyo.
Debido a la profundidad de conocimientos en temas muy diversos
y la claridad expositiva del profesor Bunge, las tres horas
que estuvimos conversando en el jardín del hotel
"El Ancla" pasaron en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando nos despedíamos, entre frases de aliento,
el profesor Bunge nos dijo: "Hay que tener fe en la
no-fe". Queremos aprovechar la oportunidad para hacerle
llegar al profesor Bunge nuestro más sincero agradecimiento
por habernos recibido, habernos abierto nuevas vías
de actuación, y mostrarnos que se puede ser una autoridad
mundial en un campo de investigación y estar abierto
al diálogo con los simples aficionados (¿se
ha fijado alguna vez el lector en el hecho de que el verdadero
científico es más asequible y humilde que
el pseudocientífico?). Una vez más: Gracias,
profesor Bunge.
A principios del mes de julio, nos llegó una circular
de Kendrick Frazier, en la que el editor de "The Skeptical
Inquirer" nos decía a los miembros de los grupos
locales y las secciones internacionales del CSICOP que corriéramos
la voz de que la revista busca artículos, críticas
de libros, etc., sobre supuestos hechos situados más
allá de los límites de la ciencia en sanidad
y medicina. Junto a su comunicación, nos enviaba
un extracto de la columna que había escrito para
el último número (Otoño 1986) en el
que decía que la publicación tiene la intención
de adentrarse con mayor agresividad en la iridiología,
homeopatía, acupuntura, grafología, naturopatía,
regresión a vidas pasadas, etc.. Deseamos animar
a los lectores y miembros de ARP que se consideren cualificados
a responder a la llamada de Frazier. Quien se sienta atraído
por alguno de estos temas que se ponga en contacto con nosotros
para que le enviemos toda la información que precise
en cada caso o, si carecemos del material necesario, establezcamos
contacto con quien pueda hacerlo. En nuestro último
número, hablábamos ya de este tema, pero hemos
creído necesario hacerlo también en éste
con mayor detenimiento.
En septiembre decíamos que no formaba parte de ARP
hasta el momento ningún médico preocupado
por las mal llamadas medicinas alternativas. Hoy queremos
dar la bienvenida a Víctor Javier Sanz Larrínaga,
médico preocupado por el avance de la pseudociencia.
Paradójicamente, tenemos que agradecerle a Manuel
Toharia el habernos puesto sobre la pista de este nuevo
miembro. Nos explicaremos.
Al abrir el nº 46 (noviembre 1986) de la revista "Conocer"
por la sección "A vuelta de correo", nos
topamos el 1 de noviembre con una muy agradable sorpresa.
Víctor Javier Sanz Larrínaga firmaba una carta
en la que denunciaba el contenido pseudocientífico
de un artículo publicado en dicha revista, haciendo
extensivas sus críticas a Manuel Toharia y Fernando
Jiménez del Oso. Seguidamente reproducimos la carta
íntegra (entre paréntesis lo suprimido por
Toharia):
"Pensaba que Manuel Toharia era un promotor y defensor
de la ciencia genuina. Pero artículos como "Adán
y Eva fueron verdad" ("Conocer", nº
42) demuestran lo contrario. En ningún libro científico
de biología se lee que la sexualidad sea dada en
la escala filogenética por imperativo divino. Podría
enumerar y criticar los múltiples argumentos de "paleontoteología"
que se citan en ese artículo, pero el espacio me
lo impide. (Por otra parte,)
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fundar la ciencia en la teología es
una aberración propia de la Edad Media, no del siglo
XX. (El error lo considero grave ya que muchos lectores
jóvenes pueden verse confundidos ante semejantes
propuestas.) Las mismas críticas pueden hacerse a
los artículos del señor Jiménez del
Oso, gran plusmarquista nacional de la pseudociencia. (Ninguna
revista seria ("Investigación Y Ciencia",
"Mundo Científico" "Arbor", etc.)
incluiría tales artículos. Ello no hace bien
ni a los creyentes ni a los científicos..., ni a
las subscripciones de "Conocer".)"
Toharia ha demostrado una vez más que sabe manejar
la tijera con verdadera maestría, al suprimir las
frases que hacen referencia a los lectores jóvenes
y a las revistas serias. Su arbitraria actitud nos recuerda
la de quienes durante la dictadura franquista castraron
la educación social, cultural y científica,
de varias generaciones de jóvenes españoles
con el pretexto de salvaguardar la existencia de la "reserva
espiritual de occidente".
Cuando leímos la carta de quien es hoy nuestro compañero,
le escribimos para manifestarle nuestra solidaridad e informarle
de nuestra existencia como grupo escéptico. La respuesta
no se hizo esperar y Víctor Javier Sanz Larrínaga
entró a formar parte de ARP. A todos nos ha ocurrido
lo mismo, hemos pasado de estar solos a estar acompañados
por otros escépticos. Por ello, cada nueva adhesión
es motivo de celebración. ¡Bienvenido, doctor
Sanz Larrínaga!
Por otro lado, nos hemos dirigido recientemente a todos
los Comités Internacionales del CSICOP para darnos
a conocer y ofrecerles nuestra cooperación. Pensamos
que para que el movimiento escéptico se consolide
en todo el mundo ha de existir algún tipo de coordinación
de todas las asociaciones a nivel internacional. Por el
momento, esto se lo hemos comunicado abiertamente a las
organizaciones europeas, dado que creemos que el primer
paso sería la constitución de federaciones
continentales que serían el germen de una federación
internacional.
El pasado 25 de noviembre, recibimos la respuesta de los
Escépticos Australianos a nuestra carta de presentación.
Tim Mendham, Secretario Nacional, nos felicitaba por nuestra
constitución como Sección Española
del CSICOP y manifestaba su deseo de que la relación
entre nuestros dos grupos sea larga y fructífera,
además de informarnos brevemente acerca de los Escépticos
Australianos.
Un día después, llegó a nosotros la
respuesta del Comité Belga para la Investigación
Científica de los Fenómenos considerados Paranormales.
En dicha comunicación, J. Dommanget, Presidente de
la organización belga, nos decía que el origen
de su grupo se remonta al año 1948 y que están
totalmente a favor de la constitución de una federación
europea de asociaciones escépticas. Junto a su amable
carta, nos enviaba dos ejemplares de su boletín "Nouvelles
Brèves", que se viene editando desde hace más
de treinta años. Desde aquí queremos recomendar
a los lectores que conozcan la lengua francesa su
subscripción a dicha publicación (350 francos
belgas al año).
Suponemos que durante las próximas semanas iremos
recibiendo respuesta del resto de los Comités Internacionales,
y
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entonces nos dirigiremos a todas las Organizaciones
Locales, que en Estados Unidos ya superan la veintena. De
este modo, a mediados de 1987, cabe la posibilidad de que
estemos en contacto con todos los grupos escépticos
del mundo.
Esperamos que este número de "La Alternativa
Racional" sea de vuestro agrado. Nos gustaría
recibir vuestras críticas, porque suponemos que no
todos vosotros estáis de acuerdo con todo lo que
se dice en las páginas de la revista. Os invitamos
a enviar artículos, notas de réplica, cartas
a los editores, etc.
Respecto al contenido de este número, permitidnos
un breve comentario.
Los ufólogos valencianos Vicente-Juan Ballester Olmos
y Joan A. Fernández nos informan acerca de la naturaleza
de su estudio sobre los presuntos casos de aterrizajes de
ovnis explicados convencionalmente. Seguidamente, Luis Miguel
Ortega Gil, Francisco Javier Pereda Suberbiola y José
Antonio Sánchez de Sancha nos dicen cómo podemos
diferenciar la ciencia de la pseudociencia y el cientifismo.
Yves Barbero habla acerca de la ciencia ficción y
el escepticismo. Y Luis Alfonso Gámez Domínguez
nos presenta la evolución vivida por la revista "Conocer"
desde su nacimiento hasta ahora. Sumando a esto las secciones
habituales, tenéis el nº 5 de la revista completo.
Quedamos a la espera de vuestras aportaciones.
Saludos.
BOLETÍN DE SUBSCRIPCIÓN
España y Portugal: 1.200 Pts (Giro Postal)
Resto del mundo: $ 12.00 (Giro Postal o Cheque)
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a la revista "La Alternativa Racional", al precio
de 1.200 Pts ($ 12.00).
Firma del interesado.
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Luis Alfonso Gámez
Apartado nº 6.112
48080 Bilbao
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ESTUDIO DE LOS ATERRIZAJES "NEGATIVOS"
Vicente-Juan Ballester Olmos y Joan A. Fernández
"La exégesis detallada de los errores puede
ser no menos instructiva que la de las verdades."
Jean Rostand
"Ciencia falsa y falsa ciencia"
Pseudoaterrizajes: la razón de un catálogo
Es notorio que existe una ingente cantidad de información
sobre observaciones de supuestos aterrizajes de ovnis. Tanto
por las frecuentes reseñas aparecidas en los medios
de comunicación de masas como en libros y revistas
especializadas, y asimismo por los informes que de este
tipo de sucesos circulan entre los aficionados. Pues bien,
cuando este gran volumen de información es sometido
a una inspección crítica, una parte no pequeña
del mismo puede retirarse de los archivos ovni al ser evidente
su explicación racional. Cuanto más se profundiza
en el estudio de los sucesos, las explicaciones, de una
mayor o menor sofisticación, pero siempre familiares
para una u otra
disciplina científica, afloran con facilidad.
Por desgracia, estos casos explicados -aquí llamados
casos negativos o pseudoaterrizajes- no son debidamente
difundidos en su real interpretación. De hecho, salvo
los estudiosos de talante crítico o el propio autor
de la identificación, dichas conclusiones negativas
son ignoradas por la mayor parte de los interesados en esta
materia. Puede afirmarse, incluso, que dicha ignorancia
es deliberada en aquellos escritores profesionales que han
convertido el tema ovni en su particular filón aurífero.
Hecho que obedece simplemente a estrictos intereses comerciales,
puesto que su modus vivendi consiste en el relato de bellas
historias de extraterrestres, y no pueden, por tanto, tener
cabida en su literatura manipulada las explicaciones evidentes
de las mismas.
La casuística pretendidamente no identificada ha
llegado a recoger tan alto porcentaje de casos falsos en
su seno que, a efectos estadísticos y de representación
de un fenómeno de potencial naturaleza insólita,
su validez está totalmente mermada. El "ruido"
enmascara en tan gran medida la posible "señal"
que hoy en día, tras cuatro décadas de estudios
internacionales, todavía no se está en disposición
de afirmar que existe un verdadero fenómeno ovni
ajeno a la Ciencia.
Así pues, para separar de la fenomenología
que hoy por hoy lleva la etiqueta ovni aquellos informes
que carecen de la debida extrañeza, y para aislarlos,
ordenarlos y analizarlos, hemos creado el subcatálogo
NELIB (Aterrizajes Negativos en la Península Ibérica),
cuyo índice informatizado ponemos a disposición
del lector interesado (1). Supone el resultado de un tremendo
esfuerzo colectivo en la encuesta y estudio de 355 hechos
que en su día fueron asociados al fenómeno
ovni.
Los datos contenidos en el listado son, de izquierda a derecha,
éstos: número secuencial de orden; fecha del
avistamiento (año, mes y día); hora local;
término municipal donde acaeció el incidente;
tres dígitos -como máximo- para su cla-
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-sificación, tipo (1 incluye ocupantes,
2 sin mención de ocupantes), clase (A sin efectos
ni huellas, B incluye efectos o huellas) y subclase (1 sobre
tierra, 2 sobre o dentro del agua); un código de
dos dígitos, del 01 al 48 para las provincias españolas;
un código del 01 al 11 para las provincias portuguesas;
dos dígitos, del 01 al 07, para la categoría
de explicación; el tipo de explicación asignada
al evento; y finalmente el investigador o la fuente responsable
de la adecuada identificación.
El catálogo de casos de aterrizajes negativos contiene
todas las observaciones del Tipo 1 declaradas a partir de
1900, para las que se ha llegado a encontrar una solución
convencional. Tomamos un caso como negativo cuando, a la
vista del análisis de la información disponible
sobre la descripción del fenómeno y de sus
circunstancias, podemos decantarnos razonable y razonadamente
hacia una explicación alternativa -de tipo normal-
para la experiencia.
No ha habido selección alguna en la recopilación
del material, antes al contrario nos hemos servido de un
amplio criterio, por lo que aseveramos haber creado una
muestra aleatoria y, en consecuencia, una base óptima
para estudios comparativos. Como ya señalamos en
otros escritos, uno de nuestros objetivos construyendo este
catálogo, el cual está formado tanto por honestos
errores de apreciación como por fraudes conscientes,
fue conformar una muestra-testigo que pudiera
erigirse como "comparador" válido frente
al catálogo de aterrizajes ovni. Porque si, por ejemplo,
queremos saber si la distribución geográfica
de los aterrizajes "verdaderos" es significativa
o no, si nos interesa determinar si la "ley horaria"
es sólo propia de los informes ovni, o si nos preguntamos
si las "oleadas" son exclusivamente fenómenos
característicos de las observaciones de objetos volantes
no identificados, entonces necesitaremos inexcusablemente
manejar una muestra patrón, una test sample o estructura
de contrastación que carezca de especiales connotaciones
que atribuirle y esté libre de tendencias o sesgos
en su formación.
En el análisis de la información ovni hay
que desplegar celosamente el sentido del rigor y de la objetividad,
no implicarse peligrosamente en casos concretos (sosteniendo,
por ejemplo, posturas intransigentes sobre la falta de explicación
de alguna observación, por próxima que nos
resultara), y, por encima de todo, tener presente la máxima
de que todo puede ser explicable mientras no se demuestre
lo contrario, en contraposición de lo que se piensa
generalmente en los círculos poco
racionalistas o esotéricos. La no adscripción
de un caso al catálogo de negativos debe basarse
únicamente en su propio nivel de extrañeza.
Dar cuenta de los mil y un estímulos que pueden -y
suelen- engañar a los sentidos y confundir a los
testigos, o de los procesos que conducen a imaginar encuentros
con ovnis, nos ilustrará acerca del importante componente
que suponen las falsas interpretaciones en la fenomenología
ovni en bruto. El estudioso conocedor de ello, deberá
reconsiderar sus anteriores encuestas o, al menos, tener
esto en cuenta para las sucesivas, buscando tales estímulos,
lo que a no dudar favorecerá la depuración
del remanente de casos no identificados.
El catálogo de casos negativos NELIB, además
de consti-
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-tuirse como instrumento de análisis,
es en sí mismo un material educativo de primer orden,
al presentar las distintas razones esgrimidas para desechar
los presuntos aterrizajes. Demuestra ser una instructiva
colección de opciones y alternativas que suscitan
observaciones equívocas. Es una guía valiosísima
para todo encuestador serio. Entre sus muchas utilidades,
sirve como un dispositivo con el que cotejar los informes
de archivo de cada estudioso, pudiendo hacer surgir coincidencias
o semejanzas cualitativas y temporales que permitan eliminar
otros casos y, así, contribuir a la tan necesaria
depuración del material ovni.
Causas más frecuentes de error
Entremos de lleno en lo que el catálogo de pseudoaterrizajes
ibéricos nos depara y veamos cuales son las explicaciones
asignadas a los sucesos y su frecuencia.
Podemos formar siete grandes categorías en virtud
de la naturaleza de las identificaciones, que exponemos
seguidamente ordenadas de las más lejanas y externas
a las más cercanas e internas al testigo:
Número de
I. Astronómicas casos Porcentaje
Planetas (Venus, Júpiter), la Luna 14 3.9% Orto u
ocaso de estrellas (Sirio,
Arturo) 8 2,3%
Meteoritos y bólidos 7 2,0%
II. Aeronaúticas
Globos sonda 16 4,5%Helicópteros y aviones 7 2,0%
Cohetes y reentradas 2 0,6%
III. Meteorológicas
Rayo globular 64 18,0%
Torbellinos y tornados 8 2,3%
Otros fenómenos de ionización 7 2,0%
Efectos de caída de rayos 7 2,0%
Varios (halo solar, fuegos fatuos,
bloque de hielo) 3 0,8%
IV. Biológicas
Personas normales malinterpretadas 9 2,5%
Varios (mono, feto, algas marinas,
tela de araña, hongos parásitos) 6 1,7%
V. Misceláneas
Vehículos (automóviles, camiones,
roulottes, motocicletas, tractores) 8 2,2%
Fuegos (hogueras, incendios en campos,
incendios forestales) 7 2,0%
Luces (autos, campings, cazadores,
antenas de radio, casas) 7 2,0%
Varios (submarinos, cortocircuitos,
imagen parásita, bengalas, fuegos
artificiales, construcciones, maniobras
militares y otras) 26 7,3%
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VI. Ficticias
Fraudes (historias inventadas) 95 26,7%
Fraudes de medios de comunicación 11 3,1%
Otras fantasías 5 1,4%
VII. Mentales
Alucinaciones (normales, etílicas,
drogadicción), ilusión 18 5,1%
Transtornos psicológicos, psicopáticos,
paranoides, amnésicos 13 3,6%
Visiones hipnopómpicas o hipnagógicas 7 2,0%
El ranking derivado de las clases de explicaciones
queda de esta forma:
Ficticias 111 casos 31,2% (sin estímulo físico)
Meteorológicas 89 casos 25,1% (con estímulo
físico)
Misceláneas 48 casos 13,5% (con estímulo físico)
Mentales 38 casos 10,7% (sin estímulo físico)
Astronómicas 29 casos 8,2% (con estímulo físico)
Aeronaúticas 25 casos 7,1% (con estímulo físico)
Biológicas 13 casos 4,2% (con estímulo físico)
El número y la variedad de posibilidades de confusión
es increíble, como hemos visto. Nos gustaría
creer que todos, pero especialmente los investigadores de
la última generación y aquellos más
jóvenes, reflexionarán sobre este hecho extraído
de la realidad. Desoír esta llamada a la precaución
sería un suicidio intelectual y equivaldría
a entregarse conscientemente en brazos del sensacionalismo
y, peor aún, del oscurantismo.
Si revisamos ahora la información precedente, con
fines deductivos, comprobaremos que la primera e impresionante
deducción que nos echamos a la cara es que un tercio
de los casos son mixtificaciones, esto es, sucesos fraudulentos
e inexistentes. Este descubrimiento contradice un mito muy
extendido entre los investigadores y que atribuye a la invención
-al engaño deliberado- una baja incidencia en la
casuística.
Nada menos cierto; la probabilidad de que el relato que
se nos ofrece sea falso es relativamente alta, cuando este
tipo de explicación supera el treinta por ciento
de nuestro registro de casos aclarados.
Un veinticinco por ciento de los informes desvelados se
refiere a fenómenos naturales, la mayor parte centrados
en el rayo en bola o rayo globular, que constatamos empíricamente
que se produce con una frecuencia sensiblemente más
alta de lo que se supuso en un principio y en línea
con lo que anticipan los trabajos contemporáneos
sobre este fenómeno de electricidad atmosférica,
que predicen una alta proporción de sus manifestaciones
en la naturaleza.
Sigue el apartado de causas varias, que suma casi el catorce
por ciento del total. Vehículos, fuegos rurales y
luces en la oscuridad son los motivos de confusión
que, individualmente, generan más errores de observación.
Hay una pléyade de razones para el equívoco,
fundamentalmente debidas a la brevedad del avistamiento,
en unos casos, y en otros, o además, a lo inusual
del evento.
P-11
Alrededor del once por ciento de las alternativas
radica en problemas psíquicos, desequilibrios mentales
y visiones subjetivas, lo que no es de extrañar.
Pero sí choca constatar la magnitud de la siguiente
categoría: que estímulos astronómicos,
planetas, estrellas y meteoroides sean responsables de un
ocho por ciento de los casos explicados resulta imperdonable,
habida cuenta de la vasta distancia que media hasta el observador
(no olvide el lector que hablamos de lo que se tomó
inicialmente por un aterrizaje o encuentro cercano).
Explicaciones aeronaúticas, con el siete por ciento,
y aquellos de orden biológico (principalmente personas
tomadas por lo que no eran), con algo más del cuatro
por ciento, culminan la ronda de diversas clases en las
que hemos dividido los 355 informes que pertenecían
al flujo de información ovni previa a su terminante
evaluación.
En resumen, el 58,1% de los casos negativos se atribuye
a causas reales, a estímulos físicos o materiales,
mientras que en el 41,9% se trata de estímulos imaginarios
o irreales. De donde se infiere que la presencia de profesionales
de la psicología y psiquiatría resulta básica
en el cuadro de estudiosos del problema ovni. De gran importancia
resultará dilucidar los mecanismos y procesos fisiopsicológicos
de percepción, almacenamiento de información
y memoria en tanto en cuanto capaces -de forma más
habitual de lo que se creía- de alterar o distorsionar
la observación hasta límites insospechados,
transformando algo simple que aparece ante los ojos del
testigo en una visión imponente y extraña,
o la atribución del carácter de cercanía
a fenómenos que realmente se hallan muy lejanos.
Responsables de las evaluaciones
Nos toca ahora examinar el lado humano del catálogo,
cuántos investigadores y en qué proporción
han intervenido en esta magna tarea. ¿Cuántos
"explicadores" distintos han participado? En total
han sido 53 los investigadores o equipos españoles,
7 investigadores portugueses y 8 investigadores extranjeros.
De hecho son más las individualidades que aportaron
análisis de casos con su correspondiente identificación,
puesto que los equipos o grupos de trabajo incluidos arriba
suelen incluir dos o tres personas. Adicionalmente, 6 fueron
los organismos oficiales, de España, Portugal y Francia,
que han intervenido en el afán clarificador. Finalmente,
es agradable comprobar como en 22 casos fue la Prensa la
que adelantó la
razón que creó los acontecimientos.
La tabulación de aquellos que han contribuido de
una manera sustancial a la depuración de la casuística
a través de sus encuestas e informes de descalificación
de sucesos (con más de un 1% del total), resulta
así:
Autor o primer firmante Número de casos
de un informe colectivo explicados
Ballester y Fernández 168
Monteiro 15
Ares 13
Ruesga 13
Fernandes (F) 8
P-12
Gascón 8
Meaden 8
Fuente 7
Fernández 5
Rey 4
Porcel y Valero 4
Sarabia 4
Gámez 4
No resulta extraño que el tándem
compuesto por Vicente-Juan Ballester Olmos y Juan Antonio
Fernández Peris (Valencia), los presentes autores,
detentemos el equivalente al 47% del total de las explicaciones;
no en vano hemos estado dedicados singularmente a los casos
de aterrizaje y durante 6 años invertimos gran cantidad
de tiempo al análisis puntual de la más profusa
documentación disponible sobre esta materia, con
vistas a separar aquellos avistamientos sujetos a interpretaciones
comunes, en cuyo proceso se han descalificado numerosos
informes.
De entre los ufólogos portugueses, han sido Cassiano
José Monteiro (Vila Nova de Gaia) y Fernando Fernandes
(Oporto) quienes más se han distinguido en la determinación
o hallazgo de causas de error en avistamientos ovni ocurridos
en su país.
Entre el Dr. Félix Ares de Blas (San Sebastián),
Juan-Marcos Gascón Valldecabres (Álava) y
Luis Alfonso Gámez Domínguez (Vizcaya), han
aclarado en torno al 7% de los casos. La coincidencia de
criterios y enfoque y la cercanía geográfica
han ocasionado su fusión en ARIFO (Alternativa Racional
para la Investigación del Fenómeno Ovni),
una asociación que ejerce un escepticismo militante
hacia las paraciencias. De un ARIFO maduro, objetivo, no
dogmático y sirviéndose de la crítica
exclusivamente científica pueden esperarse grandes
cosas en el panorama cultural español.
José Ruesga Montiel ha explicado 13 sucesos (3,7%).
Ruesga, sevillano de nacimiento y uno de los más
veteranos investigadores nacionales, es secretario de la
RNC (Red Nacional de Corresponsales), compilador del censo
de avistamientos ovni en Andalucía y coordinador
de la publicación "Cuadernos de Ufología"
(Polígono de San Pablo, Barrio E - Bloque 819, 2º
B, 41007 Sevilla), que se ha revelado como la tribuna colectiva
del movimiento de investigadores ovni en España.
El Dr. Terence Meaden, inglés, editor del "Journal
of Meteorology (U.K.)", director de TORRO (Organización
para la Investigación de Tornados y Tormentas), especialista
en tornados, torbellinos y otros meteoros vorticiales y
autor de recientes ensayos sobre huellas regulares y múltiples
producidas por remolinos en campos británicos, ha
sido el responsable de la identificación de 7 casos
en el área meteorológica de la que es experto.
Siguen en la lista de mayores contribuyentes en ese esfuerzo
de desmitificar informaciones, que afortunadamente hoy está
ya generalizado, Ignacio Fuente Puente (Asturias), Juan
Antonio Fernández Peris (Valencia), Óscar
Rey Brea, el ya fallecido meteorólogo gallego, Francisco
José Sarabia Sánchez (Murcia) y el equipo
dual formado por Aniceto Porcel y Gustavo Velero (Granada).
P-13
Habíamos dicho que los autores hemos
identificado casi la mitad de los casos catalogados. Demos
ahora una matización. Si dividimos el catálogo
en dos partes homogéneas, hasta 1971 y a partir de
ese año, vemos como el porcentaje pasa del 55% al
43% de un período a otro, demostración palpable
de la incorporación de otros estudiosos en los últimos
años a la tarea de discriminación y criba
que propugnamos, cuya filosofía comparten.
Sin embargo, hemos percibido algunas anomalías dignas
de citarse. Nombres "históricos" de la
ufología española, afamados escritores con-muchos-kilómetros-tras-los-ovnis,
encuestadores locales que se ganaron prestigio por la elevada
cantidad de informes ovni que aportaron, no aparecen o lo
hacen mínimamente entre los "solucionadores"
de avistamientos. Para tales personas no sólo no
se da, como sería presumible una correlación
directa entre el número de casos ovni en los que
han intervenido y los que han solucionado, sino que nunca
han detectado un error, jamás han sido capaces de
hallar una explicación racional y rutinaria, prefiriendo
optar por la historia del platillo volante. Por el contrario,
cuando nosotros mismos estudiamos, o pedimos a otros investigadores
comprometidos con la verdad que lo hagan, los casos generados
por esas mismas personas, comprobamos sin demasiada estupefacción
que gran número de dichas observaciones se podrían
encuadrar, a veces muy facilmente, en el marco de explicaciones
concluyentes. ¿Qué falla aquí? Prejuicios
anclados profundamente en el alma o intereses materiales
pura y simplemente llevan a estas situaciones. Una enseñanza
más que proporciona el catálogo.
De hecho, gran parte de lo difundido sobre objetos volantes
no identificados supone una de las mayores y más
extensas falsificaciones que se dan en el mundo de la cultura.
Toneladas de literatura que debería en rigor ser
calificada como novela o ficción llenan las librerías,
presentando lo que no son sino vulgares ejemplos de malinterpretaciones
como acontecimientos que superan el límite de los
conocimientos actuales. Y es que el afán de notoriedad
o, por encima de todo, hacer de este tema una cómoda
forma de ganarse la vida, lleva consigo severas limitaciones
en la agudeza crítica del escritor.
No debemos finalizar este apartado sin recalcar que los
autores no sostenemos la posesión de infalibilidad
alguna en cuanto a las descalificaciones hechas por nosotros
o por otros. Sí afirmamos que en los casos segregados
aparecen razonables modelos para su explicación alternativa
y que sobre la base de la información recogida de
cada evento resulta desproporcionado aseverar que hay algo
fuera de lo corriente en éstos. Quienes pudieran
disentir del juicio dado a un caso concreto y piensen que
esa experiencia puede recuperarse para la fenomenología
ovni, deben saber aportar argumentos complementarios y
de peso para probar la extrañeza original del fenómeno.
Ello requerirá la realización de una encuesta
ex novo que demuestre lo insólito de la experiencia
con datos de nueva planta. Por nuestra parte estamos dispuestos
a facilitar toda la documentación que se nos pida.
Nota de los Editores
(1) Los lectores que deseen obtener una copia del índice
del subcatálogo NELIB que se dirijan a nuestra Secretaría.
P-14
GUÍA PARA INICIADOS
APROXIMACIÓN AL ESCEPTICISMO (1)
Luis Miguel Ortega Gil,
Francisco Javier Pereda Suberbiola y
José Antonio Sánchez de Sancha
Es obvio que nuestro esclarecedor título no deja
resquicio para la duda. Estas páginas pretenden servir
de guía para aquellas personas que, interesadas por
los motivos que fueran en los llamados "misterios de
la humanidad" deseen profundizar con visión
escéptica en el fatuo mundo de las pseudociencias.
No entra en nuestro ánimo dar consejo ni recomendaciones,
pues cada cual es libre de escoger y obtener provecho de
sus propias lecturas; únicamente deseamos reflejar
nuestra postura, mediante citas y ejemplos escogidos específicamente
para ello, ante lo que consideramos el único remedio
contra las pseudociencias: el sano escepticismo.
Una definición casera de escepticismo podría
ser "forma de pensar que, apoyada en la lógica
de la razón, no concede verosimilitud a nada que
no esté convenientemente demostrado". Y, si
son escépticos todos aquellos que practican el escepticismo,
parece oportuno denominar crédulos a quienes comulgan
con la pseudociencia, o hacen acto de fe (sometimiento irracional
a un testimonio que no puede ser probado científicamente).
Ciencia versus Pseudociencia
Un científico y un divulgador pseudocientífico
se mueven por intereses diferentes (el primero, por ideales
altruistas, y el "cultivador de la ciencia popular"
por afanes puramente pecuniarios), pero, en ciertas ocasiones,
el profano puede no acertar a distinguir sus escritos. La
confusión, sin embargo, no es fácil. La diferencia
estriba en las razones que esgrimen cada uno para su argumentación:
racional, objetiva y rigurosa, el científico; irracional,
anticientífica y apriorística, el divulgador
pseudocientífico.
Visto lo cual, el lema o principio de conducta a seguir
es: "lea (oiga) todo lo que quiera, pero no crea todo
lo que lea (escuche)", apostillando "no crea nada
que no esté debidamente demostrado".
Información Análisis -Verdadero
(Asimilable)
(constatación científica) -Falso (Desechable)
Veamos un ejemplo. Para ello recurriremos a citas de dos
personajes conocidos, mencionados por diferentes causas
en estas mismas páginas, y cuyo antagonismo ha quedado
de manifiesto en numerosas ocasiones. En este caso concreto,
omitiremos sus nombres desafiando al lector no sólo
a diferenciar entre científico y "cultivador
de la ciencia popular", sino a reconocer a éstos
(ver nota final). He aquí ambas citas, breves pero
de un contenido implícito muy significativo:
"El número de misterios que hay en el planeta
son tantos como pueda ser capaz de imaginar el ser humano."
"El carácter personal o las creencias de los
científicos deben ser factores irrelevantes en su
trabajo, y sus
P-15
afirmaciones sólo deben apoyarse en
pruebas experimentales.
Un tercer elemento en discordia: el cientifismo
Queda por comentar otro elemento más peligroso, si
cabe, que el divulgador de pseudociencias: el cientifista.
Su peligrosidad reside en hacerse pasar por lo que no es.
Mientras el verdadero científico emplea términos
propios de su jerga, el cientifista intenta ocultar su condición
escudándose en tecnicismos que utiliza para suplantar
el significado de sus palabras, disfrazándolas de
ciencia. Su capacidad de simulación llega, en el
mejor de los casos, a confundir a los auténticos
científicos, pero, con el tiempo, terminan por descubrirse
debido a su particular idiosincrasia y talante pseudocientífico.
Ilustrándolo mediante ejemplos, y de forma análoga
al primer caso explicativo, se recogen tres citas que hacen
alusión a la opinión de un científico,
un divulgador pseudocientífico y un cientifista sobre
la naturaleza del "fenómeno ovni" (no necesariamente
en el orden señalado). Damos la oportunidad al lector
de señalar cuál corresponde a cuál,
e incluso, de precisar sus respectivas identidades. Para
hacerlo todavía más sencillo, añadiremos
un dato: dos de las tres citas pertenecen a personajes muy
afamados dentro del mundillo ovni
nacional, y la tercera, a un académico checo también
citado en estas páginas (ver nota final).
"Atendiendo a la documentación reunida hasta
ahora, las observaciones efectuadas y analizadas se consideran
fenómenos terrestres por completo normales. Cierto
que, como es comprensible, queda un resto de casos aislados
inexplicados o los datos de los cuales resultan confusos.
Parece mucho más significativo, no obstante, el hecho
de que ni una sola de las observaciones, verdaderas o supuestas,
informadas hasta ahora, haya sido comprobada sin duda alguna,
irrefutablemente, como de astronaves y seres extraterrestres
auténticos."
La respuesta al enigma de los ovnis yace en la interacción
con una inteligencia extraterrestre. Se alcanza ésta,
primeramente, por exclusión de las restantes hipótesis.
En segundo lugar, el cuerpo de evidencia acumulado, examinando
individualmente las observaciones de más alta extrañeza
o evaluándolas globalmente, apunta positivamente
hacia la misma hipótesis."
"Lo que para entendernos llamamos ovni es muy probablemente
una supermáquina creada por una tecnología
superior. (...) Estas supermáquinas no sólo
han vencido el espacio, sino que probablemente han vencido
también al tiempo y a lo que nosotros llamamos barreras
interdimensionales. Así, no sólo es posible
que vengan de fuera de la Tierra, sino también que
lo hagan a través de otra dimensión. Las dos
teorías principales (la extraterrestre y la pluridimensional)
se conjugarían así armónicamente.
Nota final
La omisión del nombre de los autores se justifica
por el hecho de querer hacer una sección participativa,
en la que el lector entre en la dinámica del juego
propuesto a través de
P-16
las citas escogidas a tal efecto. A quienes
les queden dudas sobre la identidad de los personajes, pueden
solicitarla a "La Alternativa Racional", Apartado
nº 6.112, 48080 Bilbao (también pueden escribir
aquellos que crean haber reconocido a los autores). Por
último, pedimos disculpas a los aludidos por no hacer
publicidad de sus obras.
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P-17
CIENCIA FICCIÓN Y ESCEPTICISMO
CARTA A PAUL
Yves Barbero
Yves Barbero se define a sí mismo
como "un trabajador de la construcción sin pretensiones
científicas o académicas". Bajo el pseudónimo
de Yves Regis François, es el autor de la obra de
ciencia ficción "The CTZ Paradigm".
(Paul Giles, desde hace tiempo miembro activo de los Escépticos
del Área de la Bahía como jefe de circulación
de "BASIS" y conocido escritor de comedia, fue
elegido para arremeter contra los promotores de lo paranormal
en la convención de seguidores de "Star Trek"
y "Dr. Who" que se celebró en el Red Lyon
Inn de San José (California) del 25 al 27 de julio
de 1986. Me puse a pensar...)
Querido Paul:
No puedo decir que envidie tu tarea. Hay pocas generalidades
que puedan aplicarse universalmente a los aficionados a
la ciencia ficción. Aunque pienso, especialmente
en el caso de los seguidores de "Star Trek" y
"Dr. Who", que mucha de la admiración por
la ciencia ficción tiene que ver con un deseo de
encontrar un lugar en un mundo extremadamente complejo.
Para algunas personas, a pesar de los evidentes riesgos
físicos, servir bajo las órdenes del Capitán
Kirk o ser compañero del superinteligente pero paternal
Dr. Who podría ser emocionalmente positivo.
No es casual que quienes promueven lo paranormal como real
hagan acto de presencia en esta convención. Ellos
ven entre los asistentes potenciales aficionados a lo paranormal.
Pero, habiendo estado interesado por la ciencia ficción
desde hace mucho tiempo, me siento ofendido. Siempre ha
existido un acuerdo entre escritores y lectores de ciencia
ficción acerca de que puede ocurrir cualquier cosa
mientras se comprenda que todo es un "suponer".
Esta ley está tan hondamente arraigada en la subcultura
de la ciencia ficción de mi generación que
ni siquiera el eminente escéptico Dr. Asimov se ha
sentido culpable por hacer uso de convencionalismos tales
como la telepatía y el viaje hiperlumínico,
a pesar de no creerlos posibles.
Pero los promotores de lo paranormal, al mostrar sus caras
en esta convención, están ignorando el "acuerdo".
Los escritores y lectores de ciencia ficción nos
hallamos aproximadamente en la misma situación que
los ilusionistas, que ven como algunos individuos emplean
sus técnicas para engañar a la gente haciéndola
creer en cosas que "no pueder ser así"
y, en más de una ocasión, separarla de su
dinero. L. Ron Hubbard ha sido posiblemente el primero que
nos ha ofendido con su Cientología (1), pero no será
el último que vea la ciencia ficción.
El problema que tenemos es muy parecido. Para que una actuación
ilusionista o una historia de ciencia ficción salgan
adelante se requiere la suspensión temporal de la
incredulidad. Esto está bien mientras el "acuerdo"
siga existiendo, pe-
P-18
-ro actualmente existe una amplia minoría
de personas que no se ha adherido a este "acuerdo".
Éstas son las víctimas potenciales de los
charlatanes.
Es ya de por sí suficientemente significativo que
el Dr. Asimov y el "Amazing" Randi pertenezcan
al CSICOP. Ambos han visto el peligro y sentido su responsabilidad
pública en la protección de los crédulos
ante la explotación.
En los viejos tiempos, el sistema engendrado por el "acuerdo"
era más autovigilante. Casi todas las revistas de
ciencia ficción contenían artículos
sobre ciencia real, claramente etiquetados y diferenciados
del resto de los contenidos de la revista, y el mismo acto
de leer implicaba una cierta cantidad de juicio crítico.
Los mejores relatos de ciencia ficción tenían
mucho de buena ciencia. La especulación se convertía
en una forma artística de altura desde el momento
en que tenía que parecer real para seguir siendo
excitante.
Sin embargo, con "Star Trek", hacemos afirmaciones
como: "Debe ser artificial. ¡Nada natural puede
viajar más rápido que la luz!" El Dr.
Who habla acerca de universos desfasados unos respecto a
otros, como si los guionistas recordasen sólo la
teoría eléctrica que aprendieron en la escuela
superior. Ambos espectáculos usan los tres convencionalismos
típicos de la ciencia ficción, la telepatía,
el viaje a través del tiempo y la superación
de la velocidad de la luz, como bases principales de la
narración, sin considerar siquiera la ciencia seria.
Al hacer esto, le fallan al espectador al no estimular su
curiosidad, cosa que tradicionalmente ha hecho la ciencia
ficción. La tecnología que utilizan o es la
propia de los chicos buenos, o explotará en la cara
del villano. No es muy realista. Y es toda de pulsador,
como la televisión.
Pero los productores de esas series tuvieron la intención
de crear espectáculos, y realmente por eso no se
les puede criticar. Aún así lo más
conveniente es recordar a los seguidores que se trata de
espectáculos y que no tienen que ser considerados
como reales.
Al recordar esta realidad a los seguidores, podrás
llamarles la atención sobre el hecho de que desarrollamos
las cuerdas vocales para hablar, no para la telepatía,
y los músculos para levantar cosas, no para la telequinesis.
El espacio limitado por nuestras orejas fue reservado para
una inteligencia que puede crear maravillas tales como las
comunicaciones de radio a larga distancia y herramientas
para izar objetos.
Estamos mejor con un mecanismo (el cerebro) que nos permite
construir diversas herramientas, que pueden ser modificadas
e inventadas según lo requieran las necesidades,
que con una serie de órganos especializados que,
aunque maravillosos, nos harían más grandes,
más lentos, más torpes y, posiblemente, no
muy inteligentes. La fantasía es psicológicamente
necesaria y además es divertida. Pero desenfrenada
acarrea un peligro bien representado por Uri Geller (entre
los ilusionistas) y L. Ron Hubbard (entre los escritores
de ciencia ficción).
Aprecio el esfuerzo que estás haciendo para mantener
al lobo al otro lado de la puerta.
Tu amigo,
Yves
P-19
Nota del Traductor
(1) En su libro "Cerebro de Broca", Carl Sagan
afirma que tiene noticias de que L. Ron Hubbard inventó
la Cientología en una sola noche, tras haber apostado
acerca de que era capaz, al igual que Freud, de inventarse
una religión y ganarse la vida con ella.
En "Bay Área Skeptics Information Sheet"
(Concord), Vol. 5, Nº 7 (julio 1986), 6; bajo el título
SF and Skepticism. Letter to Paul.
Trad. de Luis Alfonso Gámez Domínguez.
"BASIS", Newsletter of the Bay Área Skeptics,
P.O. Box 60, Concord, California 94522, USA.
ORGANIZACIONES ESCÉPTICAS NACIONALES
Australia
Australian Skeptics, National Secretariat, Box 575, Manly,
N.S.W. 2095.
Bélgica
J. Dommanget, Observatoire Royal de Belgique, Avenue Circulaire
3, B-1180 Brussels.
Canadá
James E. Alcock (presidente), Glendon College, York University,
2275 Bayview Ave., Toronto.
Henry Gordon (asesor de medios de comunicación),
Box 505, Postal Station Z, Toronto M5N 2Z6.
Ecuador
P. Schenkel, Casilla 6.064 C.C.I., Quito.
Estados Unidos
Paul Kurtz (presidente), Committee for the Scientific Investigation
of Claims of the Paranormal (CSIC0P), Box 229, Central Park
Station, Buffalo, New York 14215-0229.
Francia
Maurice Gross e Yves Galifret, Comité Français
pour l'Etude des Phénomènes Paranormaux, 16
Rue de l'Ecole Polytechnique, Paris 5.
Gran Bretaña
Michael J. Hutchinson, 10 Crescent View, Loughton, Essex.
México
Mario Méndez-Acosta, Apartado Postal 19-546, México
03900, D.F..
Noruega
Jan S. Krogh, Norwegian Institute of Scientific Research
and Enlightenment, Box 990, N-9401, Harstad.
Nueva Zelanda
David Marks, University of Otago, Dunedin.
Suecia
Sven Ove Hansson (presidente), Vetenskap och Folkbildning,
Box 185, 101 22 Stockholm 1.
P-20
LOS VIENTOS DEL CAMBIO
Cuando el director de una revista de divulgación
científica hace un flaco favor a la ciencia
Luis Alfonso Gámez Domínguez
Cuando el 15 de noviembre de 1983 apareció en los
quioscos "Conocer", una nueva revista de divulgación
científica, quienes nos sentimos atraídos
por la ciencia y la tecnología nos las prometimos
muy felices. De lo escrito por el director de la nueva revista,
Manuel Toharia, en los primeros números, dedujimos
que "Conocer" no iba a hacer ninguna concesión
a los charlatanes y si trataba alguno de los denominados
temas paranormales, lo haría desde el punto de vista
crítico y científico. ¡Qué confundidos
estábamos!
Hoy, tres años después, cualquiera puede comprobar
que aquel destello de esperanza fue algo tan fútil
como el sueño de una noche de verano. En un principio,
Toharia empleó la sección "A vuelta de
correo" para convencer a los lectores de que no iba
a caer en las garras del sensacionalismo y la irracionalidad,
y muchos de nosotros creímos ingenuamente en las
palabras del director de la revista. El tiempo y la política
editorial de Toharia no tardarían mucho en quitarnos
la
venda de los ojos. Para que el lector tenga oportunidad
de juzgar por su cuenta, le vamos a ofrecer una síntesis
del largo y escabroso romance vivido entre "Conocer"
y las pseudociencias.
Durante el primer año de vida, la revista pareció
no darse cuenta de los continuos guiños insinuantes
que la irracionalidad hacía a todo aquel que se cruzaba
con ella.
Así, cuando un lector le preguntó acerca de
la fiabilidad del horóscopo y las artes adivinatorias
(1), Toharia no tuvo ningún reparo a la hora de manifestar
abiertamente su opinión:
"Llamar ciencia a la astrología, actividad que
se ocupa de establecer horóscopos adivinatorios,
me parece excesivo. Esas cosas (tarot, quiromancia, horóscopos)
deben ser tomadas como lo que son, juegos entretenidos sin
base científica alguna. Lo malo es que hay personas
que se lo creen y se dejan condicionar por su creencia.
La fe es, desde luego, libre, pero no puede entonces hablarse
de ciencia."
Y, un mes más tarde, al dirigirse otro lector a Toharia
para pedirle que publicase una sección fija sobre
ovnis (2), éste le respondió:
"El tema de los ovnis tendrá su cabida, ocasionalmente,
en las páginas de "Conocer". Ahora bien,
hay que tener en cuenta que en realidad es poco lo que se
sabe en concreto y mucho, en cambio, lo que sobre ellos
se especula. Y desde luego, no es un tema que permita realizar
un coleccionable, al menos si queremos mantener a la revista
en una tónica de realismo divulgativo ni sensacionalista
ni especulativo."
Un año escaso pudo mantenerse Manuel Toharia firme
ante los sensuales embates de la irracionalidad, que cimbreaba
sus
P-21
caderas ante "Conocer".
Y soplaron los vientos del cambio, y con ellos llegó
la pseudociencia de la mano de Fernando Jiménez del
Oso. Toharia, demostrando su falta de respeto hacia la ciencia
y su ignorancia acerca de la naturaleza de ésta,
dispuso para el divulgador pseudocientífico una sección
titulada "La otra Ciencia". Se subió así
al carro de los amantes de la superstición, que se
obstinan en hablar de la existencia de una "ciencia
oficial" negativista y conservadora. El anuncio oficial
del compromiso entre "Conocer" y las pseudociencias
(3) dejaba entrever que podía tratarse de un matrimonio
de conveniencia:
"Y, finalmente, el doctor Jiménez del Oso nos
expondrá todos los meses esos temas intrigantes que
la ciencia actual todavía no controla; esa otra ciencia
que tanta aceptación consigue en las pantallas televisivas."
Manuel Toharia justificaba la inclusión de los denominados
fenómenos paranormales en las páginas de una
revista de divulgación científica con la favorable
acogida que recibirían por parte del público.
Era un matrimonio con el que ambos cónyuges mejoraban
su anterior situación. Por un lado, "Conocer"
iba a constituirse en lectura obligada para los creyentes
en los ovnis, la parapsicología, la vida después
de la vida, etc., aumentando considerablemente su tirada.
Por otro, las afirmaciones pseudocientíficas de Jiménez
del Oso, hasta ese momento confinadas a las revistas pseudocientíficas,
iban a gozar de una mayor credibilidad de cara a los más
jóvenes al darse a conocer a través de una
publicación dedicada a la ciencia.
Pronto los lectores de "Conocer" se dividieron
en dos grupos: los que celebraron la unión de la
feliz pareja y quienes se indignaron ante el cambio de la
política editorial. Esta división de opiniones
hizo que surgiera un Toharia conciliador, condescendiente,
bastante distinto del que había hablado a principios
de 1984 de la astrología y los ovnis haciendo gala
de un cierto escepticismo (4):
"Han sido muchas las cartas a favor y en contra de
temas como los de "La otra ciencia". La seriedad
con que el doctor Jiménez del Oso va a exponer sus
temas favoritos no me parece reñida, en absoluto,
con la línea de rigor que pretendemos en "Conocer".
Son temas que están ahí, de difícil
interpretación y sobre los cuales nadie pretende
dogmatizar, sólo aportar elementos de reflexión
más o menos imaginativos."
Sin embargo, ya en los primeros artículos de la serie,
la seriedad de Jiménez del Oso no se veía
por ninguna parte. Ante esta realidad cabían dos
posibilidades:
a) que "Conocer" pretendiera una línea
de rigor similar a la del resto de publicaciones pseudocientíficas
existentes en España; o
b) que el director de la revista considerase que el divulgador
pseudocientífico podía tratar los temas con
rigor científico.
Dio la casualidad de que en dos de sus primeros artículos
Jiménez del Oso se centró en el fenómeno
ovni, enfocando el
P-22
tema desde un punto de vista claramente sensacionalista.
Se nutría de bibliografía poco fiable y presentaba
como verídicos hechos que cualquier escéptico
puede refutar a nada que haya estudiado el pretendido fenómeno.
Visto esto, Félix Ares de Blas escribió una
larga carta a Toharia, en la que demostraba que las afirmaciones
vertidas por Jiménez del Oso carecían de fundamento
racional y científico. El director de la revista
mostró su capacidad manipuladora dando una visión
tergiversada del amplio escrito de Félix Ares de
Blas (5). Toharia había dicho que nadie pretendía
dogmatizar, pero él sólo le ofrecía
al público la versión del divulgador pseudocientífico.
Quedaba claro, pues, que Toharia tenía conocimiento
de la falta de rigor científico que al tratar los
denominados fenómenos paranormales caracteriza a
Fernando Jiménez del Oso. Y, sin enbargo, "La
otra Ciencia" iba a seguir publicándose en "Conocer".
Recientemente, se publicó en dicha revista un interesantísimo
artículo en el que se hablaba del experimento a que
había sometido Shawn Carlson, físico de la
Universidad de California en Berkeley y asesor de los Escépticos
del Área de la Bahía, a veintiocho astrólogos.
Carlson había llegado a la conclusión de que
las prácticas de los astrólogos carecen de
base científica. Respecto a esto, Toharia manifestó
(6):
"Viene todo esto a cuenta de la irracionalidad del
comportamiento de los seres humanos en determinadas circunstancias.
Sin ir más lejos, la absurda escalada de armamentos
que amenaza nuestra supervivencia sobre el planeta Tierra.
Y, sin necesidad de irnos tan lejos, nos referimos a cierto
esoterismo en el que algunos creen a ciegas, muchos otros
creen sólo a medias, y unos pocos lo hacen en función
del beneficio económico que pueden obtener."
Manuel Toharia veía la paja en el ojo ajeno, pero
no la viga en el propio. Así se olvidaba de que,
desde que Fernando Jiménez del Oso comenzó
a colaborar en "Conocer", dicha revista estaba
fomentando abiertamente la pseudociencia, la irracionalidad
y la superstición. En la sección "La
otra Ciencia" se había hablado de una manera
sensacionalista de la estrella de Belén, el fenómeno
ovni, las piedras de Ica, el diluvio universal, el espiritismo,
etc., y nunca habían tenido los escépticos
la oportunidad de dar a conocer su versión de los
hechos.
Si, llegados a este punto, al lector le cabe alguna duda
acerca de la anticientífica actitud del director
de la revista, esperamos que las siguientes líneas
sean lo suficientemente esclarecedoras.
Aunque Toharia tiene datos suficientes como para poner en
duda el rigor científico de lo dicho en la sección
"La otra Ciencia", ha tenido el atrevimiento de
afirmar (7):
"Lo mismo podría decirse, en otro orden de cosas,
de los artículos del doctor en Medicina Jiménez
del Oso, eminente psiquiatra y una de las personalidades
de mayor rigor científico que conozco..."
Ante una aseveración de este estilo, sobran las palabras.
P-23
Por el progreso cultural de nuestro país
y la salud mental de los más jóvenes, sería
deseable que Manuel Toharia se dedicase a otra cosa y dejase
la dirección de "Conocer" en manos de alguien
que sepa realmente lo que es la ciencia.
Notas
(1) Respuesta de Manuel Toharia a Bonilla, Luis: Horóscopos
y ordenadores. - En A vuelta de correo.- Edita Ediciones
Tiempo.- "Conocer" (Madrid), nº 5 (10 enero
1984), 5.
(2) Respuesta de Manuel Toharia a Bretó, Javier:
Ovnis. - En A vuelta de correo. - Edita Ediciones Tiempo.-
"Conocer" (Madrid), nº 7 (7 febrero 1984),
5.
(3) Toharia, Manuel: "Conocer" crece y se transforma.
- En A vuelta de correo. - Edita Ediciones Tiempo.- (Madrid),
nº 24 (enero 1985), 4.
(4) Respuesta de Manuel Toharia a Morales, Pedro Mª;
y Castellano, David: "La otra Ciencia". - En A
vuelta de correo. - Edita Ediciones Tiempo. - "Conocer"
(Madrid), nº 25 (febrero 1985), 4.
(5) Ares de Blas, Félix: Conocer... poco. - Prólogo
y epílogo de Jesús Martínez Villaro.
- Editan Ares/Gámez/Martínez. - "ARIFO"
(Bilbao), nº 0 (junio 1985), 16-24.
(6) Toharia, Manuel: ¿Somos o no seres racionales?.
- En A vuelta de correo. - Edita Ediciones Tiempo. - "Conocer"
(Madrid), nº 44 (septiembre 1986), 5.
(7) Respuesta de Manuel Toharia a Sanz Larrínaga,
Víctor Javier; y Jesús Ramos, Santiago de:
¿Adán y Eva fueron verdad?. - En A vuelta
de correo. - Edita Ediciones Tiempo. - "Conocer"
(Madrid), nº 46 (noviembre 1986), 4.
LUIS HERNÁNDEZ FRANCH
(13 de enero de 1908 - 11 de diciembre de 1986)
El pasado 11 de diciembre falleció en Bilbao, tras
una larga y penosa enfermedad, nuestro compañero
y amigo Luis Hernández Franch a los 78 años
de edad.
Nuestra última conversación con él
había tenido lugar pocas semanas antes. Tenía
preparada la maleta para el ingreso en el hospital. Incluía
entre su equipaje un par de libros pseudocientíficos.
Quería leerlos detenidamente y hacer las pertinentes
anotaciones al margen. La enfermedad no fue capaz de acabar
con su entusiasmo y ganas de hacer hasta el final.
P-24
FENÓMENOS PARANORMALES
Luis Alfonso Gámez Domínguez
En el nº 3 de "La Alternativa Racional",
hablábamos en esta misma sección del anuncio
hecho público por grupos españoles de que
extraterrestres de Venus y Ganímedes visitarían
nuestro país a mediados de abril. Como ya adelantábamos,
y es que aunque nos pese tenemos algo de adivinos, todo
se quedó en agua de borrajas. Eso sí, visitó
nuestro país Sixto Paz, un empleado de banca peruano
que nos vino a contar sus aventuras galácticas.
Sixto Paz afirma no haber ganado ni un duro con todo su
montaje del Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias
(IPRI), del que nos ofreció un resumen Jesús
Martínez Villaro en su artículo "IPRI:
La trastienda del más allá" publicado
también en el nº 3. Lo cierto es que viajar
a España desde Perú y visitar una gran parte
de las capitales de provincia resulta bastante oneroso,
pero si él dice que no ha ganado ni un duro... He
aquí un misterio aparentemente insoluble.
En sus declaraciones a los medios de comunicación,
el imaginativo peruano dijo que los extraterrestres son
comunistas, vegetarianos, sólo mantienen relaciones
sexuales cuando quieren procrear, etc.. Sixto Paz afirmó
haber viajado al planeta de origen de estos extraterrestres.
En resumen, los extraterrestres no nos visitaron, pero en
su lugar vino un joven peruano que está más
en Ganímedes que en la Tierra.
Durante el pasado verano se vendieron en España más
de 1.700.000 pulseras magnéticas, lo que a un precio
medio de 1.500 Pts cada una hace que a quien esto escribe
se le nuble la vista. Posiblemente, nos hallamos ante uno
de los timos más rentables de los últimos
años.
Los viejos tiempos de la pata de conejo han pasado a la
historia. Hoy en día, lo que se lleva es la prodigiosa
pulsera magnética. La ancestral pata de conejo era
un síntoma de secular incultura y atraso, la pulsera
magnética es un signo de secular ignorancia y modernidad.
Aunque empíricamente los defensores de este amuleto
no han sido capaces de demostrar la existencia de algún
tipo de efectos curativos, lo cierto es que la opinión
pública cree en los poderes sabadores de la mágica
pulsera. No en vano, se anuncia su existencia en prensa,
radio y televisión, se vende en farmacias y, en algunos
casos, la recomiendan los propios médicos. Parece
que se trata de una estafa de grandes dimensiones en la
que las víctimas, debido a su ignorancia y creencias
supersticiosas, no se consideran como tales.
P-25
En el transcurso de una reunión de
trabajo durante la pasada primavera, los editores comentamos
la posibilidad de que el tristemente famoso Síndrome
de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) llamara la atención
de los amantes de lo irracional. El tiempo, que suele ser
juez imparcial, nos ha dado la razón.
A mediados de julio, nuestro compañero Juan-Marcos
Gascón Valldecabres nos envió copia de un
artículo suyo publicado en "Deia" (16 de
julio de 1986), en el que se hacía eco de una información
que había llegado a sus manos respecto al tema del
SIDA y los extraterrestres.
La madrileña Asociación de Amigos de los Ovnis
(AAO) había editado un opúsculo a principios
de julio en el que otorgaba al SIDA un origen extraterrestre.
En el artículo citado, Juan-Marcos Gascón
Valldecabres nos dice como los miembros de la AAO explican
el nacimiento del SIDA: "el virus causante del Síndrome
de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) fue introducido en
nuestro planeta por humanoides ocupantes de un ovni que
aterrizó en las proximidades de una Aldea de África
Central, a finales de 1977". Los extraterrestres mantuvieron,
según la Asociación de Amigos de los Ovnis,
relaciones sexuales con hembras aborígenes originando
el SIDA, cuyo virus es "un mecanismo de defensa del
organismo de los humanoides procedentes del planeta Landa-36,
en la constelación de Sagitario". Los extraterrestres
han aconsejado paciencia mediante mensaje telepático
recibido por J. López Ribera, uno de los miembros
de la asociación madrileña.
Nuestro compañero advertía en su artículo
del carácter mesiánico de la asociación
y lo disparatado de esta teoría. El lector habrá
advertido que la historia es tan ridícula que resulta
imposible pensar que alguien se la pueda creer. Sin embargo,
parece que los miembros de la Asociación de Amigos
de los Ovnis se la toman en serio.
Personalmente, me voy a tomar la libertad de darles un consejo
a los miembros de la asociación mesiánica:
limítense a mantener los contactos con los extraterrestres
a nivel telepático y evite que alguno de sus miembros
deje que su amistad con los extraterrestres vaya a más,
¡no vayamos a tener un disgusto!
Durante el pasado mes de octubre, el papa Juan Pablo II
visitó la ciudad francesa de Lyon. Con motivo de
este hecho, la mayoría de los medios de comunicación
se hicieron eco de la profecía de Nostradamus. Sobre
la visita del papa se cernió la sombra de la profecía.
Los adivinos, astrólogos y futurólogos repitieron
hasta la saciedad su aviso acerca de los riesgos que entrañaba
la visita. A modo de ejemplo, el futurólogo Rappel,
que forma parte de ese circo que en España constituye
la "jet set", dijo en el programa de Televisión
Española "Plató Vacío" el
22 de septiembre que "veía peligro en el viaje
del papa a Lyon".
Aunque hubiera podido ocurrir que algún desequilibrado
se viera atraído por la posibilidad de llevar a efecto
la profecía ésta no se cumplió. Y los
medios de comunicación dieron muestras una vez más
de su falta de rigor al no denunciar a los charlatanes de
turno.
El pasado 20 de noviembre, "El Correo Español
- El Pueblo
P-26
Vasco" publicaba una noticia en la que
se hablaba del Triángulo de las Bermudas. El despacho
de agencia recogía unas declaraciones del ufólogo
Antonio Ribera en las que afirmaba que el 90% de las desapariciones
ocurridas en dicha zona pueden explicarse convencionalmente.
Casi una década ha tardado Ribera en darse cuenta
de algo que hace diez años se publicó en España
en el libro de Lawrence David Kusche "El misterio del
Triángulo de la Bermudas `solucionado´"
De todos modos, Ribera no podía matar la gallina
de los huevos de oro, y así se apresuraba a decir
que aunque no todas las desapariciones se deben a causas
misteriosas, hechos similares suceden en otras once zonas
de aberraciones magnéticas existentes en el mundo.
Parece que este venerable personaje del mundillo pseudocientífico
español no puede resistir la tentación de
hacer periódicamente declaraciones tan tajantes como
disparatadas. De cualquier manera, hay que felicitar a Antonio
Ribera por haberse dado cuenta de que la mayoría
de las desapariciones responden a causas naturales. Quizás
dentro de veinte años Ribera se dé cuenta
de que el 10% restante tiene la misma explicación,
que todo el asunto Ummo no es más que una tomadura
de pelo, que el presunto ovni fotografiado en San José
de Valderas es un plato de plástico, etc.. Mientras
tanto, seguirá escribiendo libros como "Ummo:
La increíble verdad", en el que adereza el fraude
con unas gotitas de misterio.
¡Ah!, se me olvidaba. En el transcurso de un programa
de televisión, me pareció ver que Antonio
Ribera adornaba su muñeca derecha con una portentosa
pulsera magnética. LIBROS
Los libros cuya crítica publicamos en las secciones
"Libros" y "Desde el sillón escéptico,
recomendamos" en muchos casos no pueden encontrarse
en lss librerías españolas.
Con objeto de facilitar a nuestros lectores el acceso a
una bibliografía escéptica, hemos creado un
servicio que intentará:
- Conseguir el libro que al lector le interese esté
o no entre nuestras existencias; y
- Servir de intermediario entre aquellos lectores que deseen
desprenderse de algún libro y aquellos que deseen
adquirirlo.
Aunque este servicio nace para que el esceptico español
pueda acceder a las obras escépticas más importantes;
si algún lector desea libros crédulos sobre
cualquier tema o quiere desprenderse de ellos, puede dirigirse
a nosotros. Escribir a:
Félix Ares de Blas
Apartado nº 649
20080 San Sebastián
P-27
LIBROS
The UFO Verdict: Examining the Evidence
Robert Sheaffer
En 1980, Prometheus Books editó "The
UFO Verdict: Examining the Evidence", obra escéptica
sobre el fenómeno ovni de uno de los fundadores (los
otros dos fueron James E. Oberg y Philip J. Klass) del Subcomité
Ovni del Comité para la Investigación Científica
de los Supuestos Hechos Paranormales (CSICOP). Este año
ha aparecido en Estados Unidos la versión en "paperback"
(cubiertas de papel) de un libro que ha de ser considerado
como fundamental por todo escéptico interesado en
el tema.
En el prólogo de la obra, James E. Oberg retrata
al autor como un escéptico "informado, interesado
e inteligente", a lo que por mi parte añadiría
"con un gran sentido del humor". La lectura de
"The UFO Verdict: Examining the Evidence" pone
de manifiesto además que Sheaffer cuando investiga
un suceso "in situ" es un investigador modelo,
demostrando que las críticas de los creyentes al
respecto carecen de todo fundamento. El autor ha de ser
considerado como uno de los líderes del movimiento
escéptico en lo que se refiere al tema ovni. En la
actualidad es presidente de los Escépticos del Área
de la Bahía, tiene una sección fija en el
boletín de dicha organización ("From
the Chair") y otra en "The Skeptical Inquirer"
("Psychic Vibrations").
De los libros escépticos existentes sobre el fenómeno
ovni, es éste a nuestro parecer el que puede servir
al escéptico que se aproxime por primera vez al tema
como mejor introducción. La variedad de aspectos
que trata Sheaffer es tal que una exposición pormenorizada
de los mismos requeriría excesivo espacio. Prácticamente
toca todos los puntos importantes de la historia de la ufología.
En el estudio del caso del supuesto ovni observado por Jimmy
Carter en Georgia en 1969, Sheaffer demuestra que el que
fuera presidente de los Estados Unidos tomó al planeta
Venus por un ovni.
Después de hablar del mundillo ovni estadounidense,
dedica un capítulo al análisis de la evidencia
que los ufólogos dicen poseer sobre la realidad del
fenómeno ovni. Los resultados a los que llega resultan
desconsoladores para los creyentes, no existe evidencia
alguna que apoye las tesis de los ufólogos.
Los capítulos que dedica Sheaffer a los pretendidos
secuestros y las fotografías son una muestra patente
de la manipulación y tergiversación de los
datos en que incurren los ufólogos. Si después
de leer lo que dice Sheaffer, uno hojea cualquiera de los
libros que en España se han editado sobre el tema
ovni, podrá comprobar como ha sido descarada e impunemente
engañado por quienes se antocalifican como escritores
honrados e investigadores profesionales.
Sheaffer dedica parte de su obra a poner en el banquillo
a la nueva preciencia que dicen los ufólogos es su
disciplina. ¿Cómo analizar tientíficamente
un "fenómeno caprichoso", un fenómeno
cuyas manifestaciones no se atienen a ninguna ley o principio?
P-28
"No podemos, por supuesto, probar que
los ovnis `genuinos´no existen, del mismo modo que
no podemos demostrar la inexistencia de las brujas, las
hadas o los dragones". Y es que el riguroso proceder
del autor y otros escépticos ha hecho que los casos
ovni inexplicados sean cada vez menos, habiendo explicado
convencionalmente todos los casos históricos.
Robert Sheaffer pone a disposición del lector un
material interesantísimo, que todo escéptico
ha de tener en cuenta a la hora de exponer públicamente
el por qué de su posición mienten en el tema
ovni. El peso de la evidencia que presenta es tal que pienso
que todos los que han leído el libro y reflexionado
sobre su contenido no pueden mantener honradamente una postura
crédula ante el anómalo fenómeno ovni.
¿Cómo hay que entender el hecho de que una
venerable figura de la ufología española mantenga
la autenticidad del secuestro del matrimonio Hill a pesar
de las discrepancias e inconsistencias de la historia? Sólo
hay una explicación para comprender la falta de honradez
de quienes durante años han accedido a información
escéptica y nos la han ocultado: pretendían
seguir con el engaño mientras éste les diera
suficientes beneficios.
Se trata, en definitiva, de un libro muy completo en el
que el autor consigue que el lector se aproxime a la realidad
ovni desde la perspectiva científica mediante una
aproximación al mundillo ovni, un análisis
pormenorizado de los casos más relevantes, una comparación
con otros mitos históricos y una demostración
de que la ufología jamás podrá ser
considerada una ciencia.
Quiero recomendar la lectura del libro a todo escéptico;
aunque sus conocimientos sobre el tema ovni sean inexistentes
va a encontrarse frente a un trabajo interesante y de fácil
lectura.
Luis Alfonso Gámez Domínguez
Sheaffer, Robert: The UFO Verdict: Examining the Evidence.-
Prologado por James E. Oberg.- Prometheus Books.- Buffalo
1980.- 242 págs..
Hardcover (pasta dura): $ 18.95
Paperback (cubiertas de papel): $13.95
P-29
DESDE EL SILLÓN ESCÉPTICO,
RECOMENDAMOS:
Artículos
Alés, Antonio José: La ufología liberadora.
"Omni", noviembre 1986, 22-26 y 28.- El autor
considera que el fenómeno ovni es un "hecho
cultural" y un "artículo de fe", uniéndose
así a quienes sostienen que los ovnis encubren un
nuevo tipo de religiosidad (Félix Ares de Blas y
Mari Carmen Garmendia llamaron la atención sobre
este hecho hace ya varios años). Se trata de una
reflexión sobre la evolución del mundillo
ovni español desde la década de los cincuenta
hasta nuestros días. En algunos casos, adolece de
falta de precisión al no referirse a algunos personajes
por su nombre. Este inconveniente es, sin embargo, fácil
de salvar. Resulta de particular interés para quienes
quieran tener resumida en pocas líneas la historia
de la ufología española.
Dennet, Michael R.: Firewalking: Reality or Illusion. "The
Skeptical Inquirer", otoño 1985, 36-40.- Andar
sobre brasas parece haberse convertido en Estados Unidos
en un rentable negocio para quienes dan seminarios acerca
de cómo pisar el fuego sin resultar herido. El autor
asistió a uno de estos cursos y caminó sobre
las brasas. Los instructores afirman que es la fe la que
hace que uno no se queme. En realidad, son factores de tipo
físico (temperatura, materiales, etc.) los que condicionan
el resultado de la experiencia. La mayoría de los
asistentes a dichos seminarios reciben quemaduras de mayor
o menor gravedad, dependiendo en cada caso de su permanencia
sobre las brasas.
Ebon, Martin: Psychic Studies: The Soviet Dilemma. "The
Skeptical Inquirer", invierno 1985-86, 144-153.- El
interés soviético por la parapsicología
surgió a raíz de la publicación en
"Science et Vie" de un artículo en el que
se decía que el submarino "Nautilus" había
estado en contacto telepático con una base terrestre.
Se trataba de un fraude. La fuente de información
había sido Jacques Bergier. Los soviéticos
no han avanzado en lo que se refiere a la comprobación
de la existencia de los denominados fenómenos paranormales.
P-30
Casos como el de la supuesta dotada Nina
Kulagina nunca han sido objeto de verdadera oservación
científica ni de experimentación objetivamente
controlada.
Gardner, Martin: The Great Stone Face and Other Nonmysteries.
"The Skeptical Inquirer", otoño 1985, 14-18.-
La gente tiende a ver formas en las nubes, en las formaciones
rocosas, etc.. Los seguidores de los ovnis han venido observando
durante décadas misteriosas formas en la Luna. Más
reciente ha sido vista en la superficie de Marte una esfinge,
e incluso las ruinas de una ciudad. El autor hace una síntesis
de lo más importante que se ha escrito sobre el tema,
que desde el punto de vista escéptico demuestra que
no existe ningún misterio.
Leikind, Bernard J.; y McCarthy, William J.: An Investigation
on Firewalking. "The Skeptical Inquirer", otoño
1985, 23-34.- Miembros de diferentes culturas caminan y
han caminado sobre brasas, asociando el acto con rituales
religiosos, mágicos. etc.. Los autores se aproximaron
al tema investigando las prácticas de Tony Robbins,
quien da cursos en los que enseña a los asistentes
a andar sobre fuego. Dan a conocer su experiencia en uno
de esos seminarios y explican cómo se puede caminar
sobre brasas recibiendo el meno daño posible. Los
autores exponen las bases científicas del fenómeno.
Rouzé, M.: Física contra ocultismo. "Conocer",
septiembre l986, 12-17. Shawn Carlson, físico de
la universidad de California en Berkeley y miembro consultor
de los Escépticos del área de la Bahía,
llevo a cabo en 1985 una investigación profunda en
la que participaron treinta astrólogos americanos
y europeos considerados como los mejores del mundo. Se trató
de un experimento de doble ciego dividido en dos fases.
Carlson concluyó su informe afirmando: "La correlación
predicha entre la posición de los planetas y la personalidad
del sujeto no existe. La experiencia refuta con toda claridad
la hipótesis astrológica".
Rouzé, M.: La improbable hipótesis extraterrestre.
"Conocer", noviembre 1986, 76-80.- Partiendo de
una breve descripción de la concepción actual
del universo, el autor se adentra en el fascinante tema
de la posible existencia de vida extraterrestre inteligente.
Pretende dar una visión imparcial del estado de la
cuestión confrontando los argumentos de los optimistas
y los de los pesimistas (solipsistas).
Sanz Larrínaga, Víctor Javier: Ciencia sin
creencia. "El Médico", 6 junio 1986, 8-9.-
El autor aboga por la existencia de una ciencia sin creencia.
Considera que "ciencia y creencia son esencialmente
irreductibles y diferentes" y "la supuesta complementariedad
entre ciencia y creencia es gratuita, más aún,
es otra creencia". El trabajo resulta muy interesante
si tenemos en cuenta que los científicos creyentes
suelen hacer interpretaciones de sus trabajos compatibles
con la existencia de una divinidad omnipotente y que son
escasas las ocasiones en que los científicos abogan
por la existencia de una ciencia sin creencia.
Scheiber, Béla: Psychic Surgery Comes to Denver.
"The Rocky Mountain Skeptic", septiembre-octubre
1986, 1 y 3.- El autor, director de la Organización
de Colorado para una Alternativa Racional a las pseudociencias
(COARP), relata su experien-
P-31
-cia con un cirujano psíquico filipino
que visitó Denver en octubre. El autor asistió
como paciente y se sometió a las prácticas
del cirujano psíquico. Diez segundos después
de que comenzase la intervención, ésta había
concluido. Se encontró cubierto de sangre y antes
de que le limpiaran recogió una muestra con una gasa.
El análisis de dicha muestra demostró que
se trataba de una mezcla de células no humanas y
sangre de pollo.
Shneour, Blié A.: Occam's Razor. "The Skeptical
Inquirer", verano 1986, 310-313.- El autor sostiene
que la ciencia es una herramienta intelectual a la que el
sistema educativo actual tiene que prestar una mayor atención.
Para que el lector vea que la ciencia es accesible, explica
el principio de la Navaja de Occam y dice que su aplicación
no ha sido resistida por los supuestos hechos paranormales.
A modo de ejemplo, aplica la Navaja de Occam a la concepción
creacionista del Diluvio del Génesis, llegando a
la conclusión de que carece de fundamento científico.
Libros
Asimov, Isaac: La estrella de Belén y otros ensayos
científicos. Trad. de César Terrón.
Editorial Bruguera (Col. "Libro Blanco, nº 11).
Barcelona 1983. 185 págs..- Libro de ensayos científicos
en que se incluyen algunos de especial interés para
el escéptico. "La estrella de Belén",
"Razonando sobre la razón", "Las astronaves
fantasma" y "Corolario de Asimov".
Kusche, Lawrence David: El misterio del Triángulo
de las Bermudas "solucionado". Trad. de Carme
Collell. Ediciones Sagitario. Barcelona 1977. 320 págs..-
Se trata sin lugar a dudas de la obra definitiva del Triángulo
de las Bermudas. El autor demuestra que el misterio no existe
y para hacerlo estudia caso por caso la totalidad de las
desapariciones. Llega a la conclusión de que la "leyenda"
es un misterio manufacturado por escritores e investigadores
poco rigurosos.
Obra indispensable en la biblioteca de todo escéptico,
resulta muy difícil de encontrar.
El hombre, supremo creador, es también
el máximo falsificador. Puede falsificarlo casi todo,
desde billetes de banco hasta la amistad. Incluso puede
falsificar la ciencia y la tecnología. Y puede hacerlo
de más de una manera: plagiando y manoseando, produciendo
conocimiento carente de valor cultural o práctico,
y ofreciendo mitos con apariencia científica o tecnológica.
Mario Bunge
"Seudociencia e ideología"
La verdad que yo reverencio es: la modesta verdad de la
ciencia, relativa, fragmentaria, provisional, siempre sometida
a retoques, correcciones, arrepentimientos, la verdad a
nuestra escala, y odio la verdad total y definitiva con
gran V, a la base de todo sectarismo, todo fanatismo y todo
crimen.
Jean Rostand
P-32
EL ESCAPULARIO
PREMIOS PSEUDOCIENCIA'86
El pasado 28 de diciembre, en el transcurso de una cena
organizada por la Fundación Española para
el avance de la irracionalidad, se entregaron los premios
que dicha asociación ha instituido para recompensar
anualmente a aquellas personas y entidades que destaquen
por su labor pseudocientífica.
Aprovechando la oportunidad, el Presidente de la FEAI, Máximo
Nigote, dirigió unas palabras a los allí presentes
y manifestó su enorme satisfacción por "el
incontenible avance de las pseudociencias y otras hierbas
en nuestra sociedad". Nigote, que vestía una
túnica y capirote estrellados y portaba bajo el brazo
izquierdo una clásica bola de cristal, se mostró
sin embargo un tanto apesadumbrado por la imposibilidad
de entregar "un justo premio a su trabajo a todos aquellos
que se lo merecen, debido a la gran cantidad de aspirantes".
Después de su breve discurso, Nigote procedió
a la entrega de premios:
"El sapo partero" le fue entregado al ufólogo
Juan José Benítez como recompensa a su firmeza
a la hora de mantener que el sonido grabado en el barrio
bilbaino de Zurbaran procedía de una nave extraterrestre.
Benítez no se ha retractado a pesar de que unos repugnantes
escépticos miembros de ARP han demostrado que se
trataba del canto de un sapo partero.
"Un vale por una consulta oftalmológica"
fue el premio de la vidente asturiana Belén Alarma,
que puso a toda la profesión en ridículo (es
decir, en su sitio) al intentar predecir sin éxito
el resultado del referendum sobre la permanencia de España
en la OTAN.
"Un manual de ciencia" le fue concedido a Manuel
Toharia, director de la revista "Conocer", para
que aprenda a ver la diferencia existente entre la ciencia
genuina y algunas de las estupideces que publica en su revista,
y se dedique exclusivamente a la divulgación de lo
segundo.
"Un poco de vergüenza" fue el premio a la
labor de los irresponsables de los programas televisivos
"Punto de Encuentro" y "El domingo es nuestro",
que siembran impunemente la estupidez a través de
un medio de comunicación público.
Además de los antes citados, hubo una serie de personas
y entidades que merecieron el galardón "Paladín
de las pseudociencias" por su lucha en pro de la irracionalidad:
Antonio Ribera, "El Correo Español- El Pueblo
Vasco", Fernando Jiménez del Oso, Prudencio
Muguruza, "Karma.7", Radio Televisión Española
y Euskal Telebista.
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